Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

ANTES DE DEJAR la residencia, le pregunté a Noa si quería algo.

“En ese caso, quiero jugar con los osos”.

Nos dirigimos al jardín de la residencia. Fue el mismo lugar donde tuve la pelea con Shia el otro día. Tenía una pared, por lo que ni siquiera tenía que preocuparme por la gente que mirara. Desde que le prometí mostrarle mi invocación después de la pelea, Shia también vino con nosotros. Como era su día libre de la academia, vestía su propia ropa. Eran muy lindas.

“¿Y estás seguro de que no son peligrosos?”

“Están a salvo. Kumayuru y Kumakyu son muy lindos”, le explicó la hermana menor a su preocupada hermana mayor.

Cuando llegamos al jardín, puse mis guantes de oso derecho e izquierdo frente a mí y llamé a Kumayuru y Kumakyu.

“Kumayuru, Kumakyu,” dijo Noa, saltando arriba y abajo. Shia se sorprendió. Fina se acercó a ellos lentamente.

“Shia, los osos son realmente inteligentes, eso significa que no lastimarán a la gente. Está bien. Intenta acariciarlos”.

Shia se acercó lentamente y tocó a Kumayuru. Una vez que se dio cuenta de que Kumayuru era dócil, intentó acariciar suavemente al oso.

“Es suave.”

“Sí”, dijo Noa, “¿no es maravillosa la textura?”

“Su pelaje también es hermoso. Nunca antes había tocado algo así”.

“Sí, se siente muy bien. Cuando veníamos de Crimonia, incluso me eché una siesta en la cima de Kumayuru”.

Noa se subió a la espalda de Kumayuru.

“Tú también deberías montar, Shia. Es tan cómodo aquí”.

Shia parecía inquieta, pero tomó la mano de Noa y montó detrás de ella. Fina se subió a Kumakyu.

“¡Realmente son tan dóciles!”

Parecía que todo iría bien.

Mientras Noa y las demás jugaban con los osos en el jardín, llegó una criada con una pala. Su nombre era Surilina. Ella era la sirvienta que estaba cuando tuve mi pelea con Shia, y ella fue quien nos sirvió nuestras comidas.

“¡Lady Noa! ¡Lady Shia!” Surilina preparó rápidamente la pala como si estuviera sosteniendo una espada. “¿Qué hacen esos osos aquí?”

“Esos osos son mi invocación, por lo que no son peligrosos”. Salté para detener a Surilina; todavía parecía lista para tirarse al suelo.

“¿Son su invocación, Lady Yuna?”

“Sí, así que por favor baja tu pala”.

“Surilina, está bien”, dijo Noa, aferrándose a Kumayuru con la esperanza de demostrar que los osos estaban a salvo.

Surilina pareció dudar un poco, pero luego bajó la pala.

“Entonces, ¿son realmente tus invocaciones, Lady Yuna? Eres sorprendente de muchas maneras. Entonces, ¿qué están haciendo todos aquí?”

“Estamos jugando con los osos”, dijo Noa.

“Les prometí que podrían. Perdón por ponerte nerviosa”.

“Para nada. Me sorprendió un poco, pero estuvo bien una vez que me di cuenta de que no eran peligrosos”.

“Yuna, ¿está bien si doy una vuelta por la finca?” Preguntó Noa.

“Claro, pero no hagas nada que llame demasiado la atención”.

“No lo haré. ¡Muy bien Fina, estamos teniendo un encuentro!” Señaló a Fina, que estaba montando a Kumakyu.

“Como dije, no hagas nada que llamé demasiado la atención. Kumayuru, Kumakyu, sin correr”.

“Pero Yuna…” Noa parecía triste cuando di mi orden de no correr.

“No significa no.”

“Okey.” Noa asintió de mala gana y animó a Kumayuru y Kumakyu a dar un ligero paseo.

“Entonces, Surilina, ¿por qué llevas una pala?” Ella no había venido aquí solo para luchar contra los osos, ¿verdad?

“La señora de la casa me dio permiso para plantar un macizo de flores, así que vine a hacer eso”.

“No estás haciendo eso sola, ¿verdad?”

“Lo estoy haciendo. Fui yo quien pidió el macizo de flores. Planeo tomarme mi tiempo con eso”.

Aun así, no era como si eso hiciera el trabajo más fácil. No sabía qué tan grande quería hacer la cosa, pero sabía que sería difícil hacerlo sola.

“¿Puedo echar una mano?”

“¿Está segura?”

“Sí, no tengo planes de salir hoy, y ellas están ocupadas”.

Miré a Noa y a las demás mientras cabalgaban sobre los osos en lentas vueltas por la propiedad. Aunque estaba mirando sus espaldas, me di cuenta de que se estaban divirtiendo. Las pequeñas colas de Kumayuru y Kumakyu se movían de lado a lado.

“Esos osos son encantadores”.

Empecé a cavar el macizo de flores con Surilina. “¿Qué tan grande lo quieres?”

“Veamos. Estaba planeando plantarlo de aquí para allá”.

Eso era más grande de lo que pensé que sería. ¿Realmente estaba planeando plantar todo eso ella misma? Dudaba que tuviera la intención de hacerlo en un día, pero seguía siendo una tarea considerable.

“Bueno, entonces dime qué hacer. Lo haré con magia”.

“¿Sabes cómo usar la magia de la tierra entonces, Lady Yuna?”

“¿Y tú?”

“Solo un poco. No es suficiente para poder luchar como los aventureros”. Surilina volvió sus manos hacia el suelo y se hinchó levemente.

Hicimos un marco de bloques para el macizo de flores, instalamos el drenaje y preparamos la tierra para las flores. La magia es realmente conveniente. Disfruté haciendo cosas que no podría haber hecho en mi mundo original. Perdí muchas cosas viniendo aquí, pero también gané muchas. Noa y los demás se interpusieron a veces cuando nos detuvimos en nuestra tarea, pero a la mitad empezaron a ayudar.

“Lady Yuna, ¿puedes encargarte de eso?”

Tal vez fue solo su personalidad, o tal vez fue porque era buena haciendo las cosas que ella me pedía, pero Surilina me dio instrucciones sorprendentemente detalladas. Me estaba metiendo en el ritmo de las cosas, y terminamos con un macizo de flores casi perfecto.

“Lady Yuna, muchas gracias. No pensé que esto se pudiera hacer en un solo día”.

“Entonces, ¿tienes plantas?”

“Sí, he preparado las flores favoritas de la señora de la casa”.

“Ojalá florezcan bien”.

“Sí, me aseguraré de cuidarlas”.

Cuando inspeccionamos el jardín, dos osos y tres niñas dormían profundamente en él. Parecía que se arrebujaban después de jugar y echar una mano con el macizo de flores. Todavía tenían barro en la cara. Saqué un pañuelo y las limpié.

“Jaja. Van a necesitar un baño”. Surilina estaba mirando a las niñas sucias, pero también estaba embarrada por el trabajo. No estaba sucia en absoluto, gracias a mi equipo de oso.

Cuando fui a despertar a las tres niñas, Ellelaura entró al jardín. “¿Oh? ¿Qué están haciendo todos ustedes aquí?”

“Mi señora, bienvenida a casa”.

“Oh, se ven tan acogedores”. Parecía encantada mientras miraba a las tres dormidas en los brazos de Kumayuru y Kumakyu. “¿Son esos osos tu invocación?”

“El negro es Kumayuru. El blanco es Kumakyu”.

“Qué lindos nombres. ¿Puedo tocarlos?”

“Siempre y cuando no los lastimes”.

Ellelaura se acercó a Kumayuru y tocó al oso.

“Se siente cálido y agradable al tacto. Entiendo por qué se quedaron dormidas”. Ella sonrió mientras miraba a las tres chicas. “Entonces, ¿qué estaban haciendo ustedes dos?”

“Estábamos haciendo un macizo de flores”, Surilina le mostró nuestro trabajo.

“Oh, el de que hablabas antes. ¿Hiciste esto en un día? Es bonito.”

“Sí. La magia de la tierra de Yuna es maravillosa. Lo hizo tal como lo imaginaba”.

“¿Lo hizo ahora? Yuna, gracias. Parece que siempre te estamos molestando por cada pequeña cosa”. Miró el macizo de flores bellamente hecho y las niñas dormidas rodeadas por los osos. “Realmente debo devolverte esto, de alguna manera”.

“Está realmente bien. Me divertí haciéndolo”.

“En ese caso, tendremos una cena extravagante para agradecerles. Surilina, avísele al chef en jefe”. Miró a las niñas dormidas. “Bueno, ¿levantamos a estas tres?”

Las sacudimos para despertarlas mientras se aferraban a los osos.

“¿Madre?” Noa miró a su madre con cara de sueño.

“Levántate. Parece que ustedes tres han dormido bien”.

Despertamos a las tres niñas y llame a los osos, lo que hizo que las tres parecieran tristes, incluso Fina, por alguna razón. Nos bañamos y, una vez que estuvimos limpias, disfrutamos de la cena prometida.