Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

GRAN TERMINÓ DECIDIENDO llevarnos en su carruaje al terreno que compré, y Ellelaura vino a verlo. Como no conocía muy bien la capital real, esto fue de gran ayuda.

“Me alegro de que estés aquí, pero ¿están seguros de que no deberían estar en el trabajo?”

“Oh, ya terminé eso, así que no te preocupes por eso”.

“Sí, mi trabajo también está bien. Me reuní con Lord Gran justo cuando terminé, y solo estábamos hablando”.

Encontramos a varios guardias apostados junto a su carruaje.

“Hmm, ¿pasa algo ahora?”

“Lord Gran, es usted. Entonces, ¿estabas con la Srta. Yuna, y también con Lady Ellelaura?” Uno de los guardias pareció sorprendido por la presencia de Ellelaura.

“¿Oh, Ranzel?” dijo Ellelaura. “¿Qué estás haciendo aquí?”

“Iba a informar sobre el incidente de los bandidos de ayer a Lord Gran, así que me dirigía a visitar su propiedad. Vi el carruaje de Lord Gran y decidí esperar aquí”.

¡Oh! Ahora lo recordaba. El tipo pelirrojo era el jefe de los guardias con el que hablo Gran cuando entregamos a los bandidos. Definitivamente había sido la persona de más alto rango en ese entonces.

“El incidente de los bandidos, ah. Esos fueron los bandidos que Yuna capturó, ¿verdad?”

“Entonces, ¿qué es esto sobre un informe?”

“Me gustaría que tanto usted como la Srta. Yuna vinieran a la estación de guardia conmigo, Lord Gran, si fuera tan amable”.

“No me importaría, pero…” Gran me miró. No era como si Fina tuviera úlceras si demoramos un día la mudanza.

“Estoy bien con eso también. ¿Y tú, Fina?

“Sí.”

“Ellelaura, me disculpo, pero parece que vamos a la estación de guardia”, dijo Gran.

“Está bien. Iré contigo. Yuna es la invitada de Cliff, así que seré su acompañante mientras ella esté aquí en la capital real”.

No estaba seguro de cuándo se nombró a sí misma mi chaperona, pero que me acompañara una persona influyente podría ser útil. Cuando llegamos a la estación de guardia, nos llevaron a una habitación.

“Entonces, ¿para qué nos necesitabas?”

“Primero, hemos determinado la base secreta de los bandidos de Zamon, así como su número total. Parece que están en una cueva en las montañas al oeste de aquí. Quedan unos treinta más. Parece que también tienen varias mujeres cautivas allí”.

“Bueno, entonces debemos rescatarlas de inmediato”.

“Sí, pero hay un pequeño problema”.

“¿Problema?”

“Sí. Una gran cantidad de personas se están reuniendo actualmente en la capital real para la celebración del cumpleaños del rey y, como resultado, los soldados, caballeros y guardias de la capital tienen la tarea de seguridad. No nos sobra nadie”.

“Entonces, ¿por qué no enviar una solicitud al gremio de aventureros?”

“Estoy de acuerdo, Lord Gran, pero necesitaríamos el permiso de la Srta. Yuna.”

Todos me miraron.

“¿El mío?”

“Ah, ¿porque ella tiene un derecho privado sobre el tesoro de los bandidos?” Gran dijo, como si acabara de recordar algo.

Explícalo para que yo sepa también lo que está pasando, por favor, pensé.

“Sí, eso es correcto. Yuna ya ha capturado a veinticinco miembros del clan de los bandidos, pero no hemos logrado controlar su escondite. No hay nada que cosechar de los bandidos como lo hacemos con los monstruos, por lo que, en cambio, los aventureros que ayuden en su captura o derrota tienen derecho a tomar cualquier arma, armadura o herramientas que tengan los bandidos. Eso incluye los tesoros que han reunido los bandidos”.

“En otras palabras, si presentamos una solicitud a los aventureros, ¿los que acepten la búsqueda obtendrán los tesoros de los bandidos?”

“Solo pudimos obtener esta información porque la Srta. Yuna capturó a los bandidos por su cuenta. Sin embargo, no podemos enviar una solicitud arbitrariamente al gremio de aventureros. Si lo hiciéramos, primero tendríamos que obtener la aprobación de la Srta. Yuna y decidir qué recompensa les daríamos”.

“Parece una molestia”.

“Bueno, so no se pude evitar. Sin embargo, jovencita, si eliminara a los bandidos, esto no sería un problema”.

“Parece una molestia”, repetí.

“Yuna…” Fina parecía horrorizada mientras me miraba. No me mires así.

Si era un dolor, entonces era un dolor. Habíamos venido hasta aquí para ver la capital real, así que, ¿por qué me obligan a eliminar a los bandidos?

“En ese caso, ¿debo reunir algunos soldados?” Ellelaura, que escuchaba en silencio la conversación, vino a mi rescate.

“¿Lady Ellelaura?”

“¿Está segura?”

“Está bien. Les dará a los soldados una experiencia real, y estoy seguro de que algunos de ellos están hartos de trabajar en seguridad”.

“¿Pero no están defendiendo la capital?”

“Está bien. No se preocupe por eso. Solo tengo que hacer un poco de papeleo para eso”.

Lo dijo como si fuera fácil, pero ¿realmente podía hacer eso?

“Entiendo. Pues bien, Ellelaura, te confiaremos el asunto”.

“¿Estás de acuerdo con esto, Yuna?”

“Realmente no entiendo todo lo que está sucediendo, pero seguro”.

“Estoy preocupado por la gente que han capturado, así que arreglaré los soldados de inmediato”. Ellelaura me miró. “Tengo que volver a trabajar. Asegúrate de volver a casa, ¿de acuerdo?”

“Lo hare.”

“Además, por favor tome esto, Srta. Yuna”. Espadas sucias, armaduras y toneladas de otras cosas estaban alineadas frente a mí. “Estas eran las cosas que tenían los bandidos que capturaron. Como dije antes, ahora te pertenecen”.

Una vez más, todas estaban sucias. Realmente no quería toda esa basura.

“¿Sería posible que te deshicieras de esto?” Intenté preguntar.

“Entendido.”

Mientras revisaba las pertenencias de los bandidos una vez más, algo que me llamó la atención: las bolsas de artículos que usaron los bandidos. Por lo que escuché, la cantidad que cabía dentro de las bolsas de artículos variaba de una bolsa a otra…

“¿Podría llevarme incluso las bolsas de artículos?”

“Sí, puede llevarse cualquier cosa que llevaran. Revisamos el contenido, pero todos estaban vacíos. Parece que planearon poner lo que robaron en esos”.

“¿Cuál es el más grande?”

“Ese sería este. Dado que el jefe de los bandidos de Zamon llevaba este, es grande”.

Entonces uno de ellos era el líder. ¿Quizás ese había sido el tipo más ruidoso?

Cogí la bolsa de artículos. Era del tamaño de un bolso. Se veía más o menos igual que todos los demás. El más pequeño era lo suficientemente grande como para caber dentro del bolsillo de un pantalón.

“¿Puedo llevarme todas las bolsas de artículos que tenían los bandidos?”

Me entregaron todas las bolsas y yo las guardé con gratitud en el almacén para osos. Aparte de eso, mis asuntos estaban hechos, así que le agradecí a Gran por acompañarme.

“Oh, no fue un problema. Si no los hubieras capturado, probablemente hubiéramos muerto, después de todo”.

Había terminado con todo lo que tenía que hacer, pero aparentemente había un par de otras cosas de las que necesitaban hablar con Gran. No me hubiera importado esperar, pero terminamos yendo a casa antes que él.

Dejamos atrás la estación de guardia y nos dirigimos al terreno que compré en el gremio comercial. Al menos había conseguido un mapa, así que sabía dónde estaba, pero la capital era tan grande que incluso había carruajes que la atravesaban como autobuses. No tenía idea de cuál se suponía que me llevaría a donde me dirigía. No tenía prisa, así que decidí que caminaríamos por la capital hasta llegar al terreno que compré.

“¿Estás bien, Fina? ¿No estás cansada?”

“Sí, estoy bien, pero hay tanta gente”.

“Tienes razón. Hay muchas, supongo que eso es justo lo que deberíamos esperar de una capital real, aunque también podría deberse a la celebración del cumpleaños”.

“Yuna, ¿está bien si nos tomamos de la mano para que no nos separemos?”

“Quieres que nos tomemos de las manos…” Miré a mi guante de oso. “¿Esta bien?”

Sostuve la mano de Fina en la boca del guante del oso.

“Si muchas gracias.” Fina parecía feliz.

Llegamos al terreno que compré.

“Este es el lugar correcto, ¿verdad?” Revisé el mapa y mis alrededores.

“Sí, creo que esto es el correcto”.

“¿No es algo enorme?”

“Es grande.”

El lugar indicado en el mapa era extenso. Era unas cuatro veces más grande que la parcela donde había construido la casa de los osos en Crimonia. En otras palabras, podría poner cuatro casas de osos de punta a punta aquí, no es que tuviera tantas de sobra. Cuando miré las casas vecinas, estaban espaciadas bastante lejos. Para asegurarme de que estaba en lo cierto, comparé los nombres con el mapa.

“Yuna, ¿de verdad compraste un terreno tan grande?”

“Parece que sí.”

Nunca hubiera pensado que sería tan grande. Por el momento, saqué la casa de los osos que hice para la capital real. Era grande, a diferencia de la casa de los osos viajera, pero se sentía pequeña en comparación con lo vasta que era la tierra cuando la instalé. Simplemente se veía mal. Bueno, ya se veía fuera de lugar, ya que tenía forma de oso.

“Es bastante pequeña”.

“Sí.”

¿Quizás debería hacer una casa para osos más grande la próxima vez? De todos modos, entramos.

“Esta es la misma que tu casa en Crimonia, ¿no?”

“Básicamente. No me sentiría como en casa si fuera diferente”.

No estaba cansada gracias a los zapatos de oso, pero Fina tenía que estar agotada de caminar, así que nos tomamos un descanso y saqué un poco de jugo de fruta frío.

“¿Qué haremos después de esto?”

“¿No estás cansada, Fina?”

“Un poco.”

“Entonces supongo que volvamos a la casa de Noa después de que descansemos un poco”.

“Sí, pero espero que Lady Noir no esté molesta”.

“Sí, nos fuimos sin decirle nada, pero fue su culpa por no levantarse”.

Después de descansar un rato en la casa de los osos, regresamos a la casa de Ellelaura.

“¡Yuna! ¿Por qué me dejaste atrás?”

Cuando regresamos a la residencia, una enojada Noa estaba allí para recibirnos.

“No lo hicimos porque sí. Esperamos un rato después del desayuno, pero no te levantaste”.

“Hmph…”

“Entonces, de todos modos, ¿cuándo te levantaste?”

“Un poco antes del mediodía…” respondió ella, bajando la cabeza avergonzada.

“¿Y me estás culpando?”

“¿Podrías haberme despertado?” dijo, haciendo pucheros esta vez.

“Si todavía viajáramos, lo habría hecho, pero como dormiste tanto, tu cuerpo debe haber necesitado el descanso”.

“Ugh, bien. Entonces, ¿a dónde fueron ustedes dos, entonces?”

“Fuimos al gremio comercial para comprar un terreno”.

“¿Compraste un terreno? Yuna, ¿vienes a vivir a la capital real?” su voz se elevó sorprendida.

“No voy a vivir aquí Estoy pensando en venir aquí de vez en cuando, así que lo compré para hacer una casa para eso”.

“No creo que la gente normalmente construya casas cuando solo están viajando de vez en cuando”.

Bueno, lo necesitaba para instalar una puerta de transporte de osos.

“¿Eso significa que ya no te quedarás con nosotros, Yuna?”

“Simplemente no me siento muy bien en la habitación de un aristócrata”.

No podría decir que en realidad Fina no se sintiera cómoda.

“Pero estaré tan sola”.

“Vendremos a verte, y puedes venir cuando quieras a mi casa. Está cerca, así que podemos vernos en cualquier momento”.

“¿Eso significa que ya construiste la casa?” Normalmente esa sería una pregunta extraña, pero Noa sabía con quién estaba tratando.

“Construí una casa del mismo tamaño que la de Crimonia”.

“Supongo que eso significa que Fina tampoco se quedará aquí…”

“Sí, ya que vine aquí con Yuna.”

“Pero estaré completamente sola si ambos, Kumayuru y Kumakyu se han ido”.

Pude ver la decepción en el rostro de Noa, pero no era como si esto fuera un adiós para siempre. Además, todos vivíamos en Crimonia, así que podíamos vernos en cualquier momento.

“Todavía no nos vamos, así que no te veas tan decepcionado. Necesitamos ver a Ellelaura todavía”.

Terminamos quedándonos bajo su cuidado solo un día más.

Ellelaura llegó a casa a la hora de la cena.

“Madre, bienvenida de nuevo”, dijo Noa.

“Estoy en casa.”

“¿Qué estaban haciendo?”

“Me enteré de lo que pasó cuando me dejaron atrás y salieron. No puedo creer lo que pasó en el gremio y que te llamaran por lo de los bandidos. Ojalá hubiera podido ir yo también”.

“Todo lo que hice fue escuchar”.

“Odio que me dejen fuera”.

Cuando le hablé de hoy, se decepciono.

“Ellelaura, muchas gracias por hoy”.

Ella ya había hecho mucho por mí.

“No te preocupes por eso. Todo lo que hice fue escribir una carta de presentación. Y los bandidos de Zamon también nos estaban causando problemas”.

Todavía estaba agradecida.

“Entonces, ¿cómo estuvo el terreno?”

“Es tranquilo y no hay mucho tráfico peatonal, así que es genial”.

Sin embargo, todavía no esperaba que fuera tan grande.

“Bueno, entonces eso es bueno”.

“¿Qué pasó con los bandidos?”

“Envié tropas justo después de eso, así que creo que los derrotarán en unos días”.

Genial, pensé. Parece que se aseguraron de enviar su escuadrón de represión.

Cenamos a cuenta de los Fochrosés, y esa noche Noa acabó durmiendo en la misma habitación que nosotras.