Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

“¿ERES TU quien nos ha salvado?”

Una voz vino detrás de mí mientras acariciaba las cabezas de Noa y Fina. Me di la vuelta para ver a un hombre mayor y una niña allí. La niña era quizás un poco más joven que Fina y Noa. Estaban vestidos muy bien, como Noa, así que supuse que eran nobles, o tal vez solo una familia adinerada. Después de todo, tenían aventureros como escoltas.

“Si estás hablando de los orcos, entonces sí”.

“Veo. En ese caso, permítame darle las gracias. Soy Gran Fahrengram. Gracias por salvarme a mí y a mi nieta”. El hombre mayor inclinó la cabeza.

“Soy Yuna, la aventurera. Simplemente estábamos pasando, así que no te preocupes por eso”.

“Pero vaya, qué ropa tan extraña llevas”, dijo Gran mientras miraba mi traje de oso. Las aventureras, que se habían estado preguntando sobre mi atuendo, también asintieron.

“Por favor, no se preocupe por eso”, le respondí. Todavía no sabía cómo explicar el traje.

“Estoy impresionado que derrotaste a los orcos tan fácilmente. Además, ¿esa de ahí es la hija de Cliff?” Gran miró a Noa. Parece que se conocen, pensé.

“Señor Gran, es un placer volver a verle. Soy Noir”, le saludó Noa como una auténtica aristócrata.

“Ah, sí, Noir. ¿Ha pasado ya un año? Qué grande te has puesto. ¿Está Cliff aquí?” Gran miró a su alrededor.

“Mi padre tiene trabajo, así que se quedó en la ciudad. Me dijo que fuera a ver a mi madre en la capital real”.

“¿Así que has venido hasta aquí sola?”

“Sí, pero estoy bien, ya que tengo mi escolta”.

Gran me miró. “Parece que Cliff te consiguió una muy buena aventurera, aunque vestida de forma extraña”.

Deseaba que dejara de llamarme “extraña” una y otra vez.

“Misa, gusto en verte de nuevo.” Noa se dirigió hacia la chica que estaba al lado de Gran, que tenía una hermosa y larga cabellera plateada.

“Es un placer volver a verte, mi querida Noa”.

“Misa, ¿también vas a la capital real?”

“Sí, mi madre y mi padre se adelantaron, así que me dirijo a la capital con mi abuelo”.

¿Mi querida? Eso suena bien. Traté de imaginarme a alguien llamándome “mi querida Yuna”, pero solo salió algo espeluznante. Si. Además, sería vergonzoso.

“Lamento interrumpir su conversación, pero ¿podría darme un momento?” Marina se acercaba, luciendo más limpia ahora que se había lavado la sangre de orco. “Si dejamos a los orcos como están, podría atraer a sus compañeros u otros monstruos que buscan comerse los cuerpos. Me gustaría desmantelarlos”.

“¿Quieres desmantelarlos?”

“Tú fuiste quien los derrotó, pero lo hiciste aprovechando que estaban ocupados con nosotras. Como tal, también nos gustaría una parte”.

Ah, eso es lo que quería decir. No sabía cuán valiosos eran los materiales de orcos, pero era natural que otros aventureros estuvieran pensando en esas cosas.

“No necesito nada. Puedes hacer lo que quieras con ellos”.

“¿En serio? Acabaste con seis de ellos. Itia también derrotó dos gracias a ti”.

“Eliminamos un par por nuestra cuenta, por lo que no necesitamos tomar todo”. Según los cuerpos, había habido unos diez orcos para empezar.

“Nos adelantaremos a la capital real, así que podéis hacer lo que queráis”. Me acerqué a Kumakyu y salté sobre su espalda. Tenía toneladas de orcos en mi almacén de osos y realmente no necesitaba más. “Noa, Fina, nos vamos”.

“Por favor, espera un segundo”, gritó Gran. “Si también vas a la capital real, ¿por qué no vamos juntos?”

¿Quería que fuéramos compañeros de viaje? Sin embargo, mis osos tendrían que reducir la velocidad para que su carruaje siguiera el ritmo. Lo pensé por un momento y luego respondí: “No veo ningún beneficio en eso, así que no, gracias”.

“Te pagaré para que nos acompañes”.

“Ya tienes a esas mujeres para protegerte, ¿no? Además, ¿no es eso bastante grosero con ellas?” Dije, lo suficientemente alto como para que las aventureras cercanas pudieran escuchar. Si me estaba contratando, eso significaba que no confiaba mucho en ellas.

“No dudo de las habilidades de Marina y las demás. Es solo que encontrarse con un grupo de orcos en el camino a la capital real normalmente es algo inaudito”.

¿Lo era? Supongo que realmente no nos habíamos encontrado con ningún monstruo hasta este momento.

“Me gustaría que estuvieras aquí por mi nieta. Hemos estado encerrados dentro del carro durante los últimos días, lo cual ha sido tedioso. Tener a alguien a quien conoce, como Noir, cerca podría hacer que el viaje sea más agradable”.

“Hmm.”

Todavía se sentía como si estuviera dibujando el extremo corto del palo aquí. No quería contarle a la gente sobre la casa de los osos a menos que confiara en ellos, así que, si viajábamos juntos, no podría usarla. Si no podíamos usar la casa de los osos, eso significaba que no había camas ni baño. Además, nos moveríamos más lentamente y cubriríamos mucho menos terreno.

Entonces, ¿qué iba a hacer?

Cliff me pagaba, así que habría buscado su orientación, pero no estaba aquí. Decidí pedirle a Noa su opinión, ya que era la persona a la que acompañaba y la hija de mi cliente.

“Noa, ¿qué quieres hacer?”

“¿Yo?”

Llamé a Noa y le susurré al oído. “Si viajamos con ellos, no podremos usar la casa del oso. Así que tampoco podríamos usar las camas o el baño”.

Noa comenzó a murmurar en voz baja: baño, cama, baño, cama. Parecía que había una batalla de Cama y Baño contra Misa dentro de la cabeza de Noa en este momento. Hmm, umm, murmuró, y la batalla finalmente llegó a su fin.

“Yuna, estoy preocupado por Misa. ¿Crees que estaría bien si fuéramos juntos?”

“Si eso es lo que quieres, está bien. Pero tengo algunas condiciones”.

“¿Cuáles son?”

“Naturalmente, mantendremos la casa del oso en secreto. Además, si hay monstruos que no creo que pueda vencer, las tres correremos y dejaremos atrás a todos los demás. Asegúrate de estar al menos preparado para eso”.

Esa era la única cosa en la que no iba a ceder. Ni siquiera yo era invencible, y tenía que haber monstruos, como dragones, por ejemplo, que no pudiera vencer. Si nos encontramos con un enemigo como ese, es posible que no pueda proteger a otras personas además de Noa y Fina.

“Entiendo”, dijo Noa.

Me volví para mirar a Gran.

“¿Has tomado una decisión?” preguntó.

“Viajaremos contigo”.

“¿Lo haréis? Ah, eso es maravilloso”. Gran parecía eufórico. Misa también lo estaba; corrió hacia Noa.

“Bueno, entonces, ¿podrías ayudar a las mujeres con el desmantelamiento, Fina? Me gustaría salir lo más rápido posible”.

“¡Bueno!” Fina se apresuró hacia donde las aventureras estaban cosechando a los orcos.

“Entonces, ¿estos osos son tuyos?” Gran preguntó, mirando a Kumayuru y Kumakyu.

“Son mi invocación. Están a salvo, así que no los lastimes”.

“¿Son invocaciones?”

Gran siguió mirando. Misa siguió su ejemplo, luciendo asombrada, cuando Noa la acercó a los osos.

“El negro es Kumayuru y el blanco es Kumakyu”.

Misa se acercó lentamente a Kumayuru.

“Está bien, no hay nada que temer”. Noa comenzó a acariciar a Kumayuru. Al ver eso, Misa se unió a ella y tocó a Kumayuru.

“Es suave.”

“¿Verdad? Se sienten tan bien. Son el mejor lugar para dormir”.

Noa le dio a Kumayuru un abrazo gigante, que pareció arreglar las cosas para los demás. Poco tiempo después, Fina, Marina y los demás terminaron de lidiar con los orcos y se reunieron con nosotros.

“Esta niña es muy buena cosechando. Ella realmente nos ayudó. Además, ¿estás realmente segura de dejarnos tener todo?”

“Está bien. Parece que nos dirigimos a la capital juntos, así que espero trabajar con ustedes”.

“Sí, igualmente”.

Antes de salir, Marina revisó el carruaje. Afortunadamente, estaba bien, así que salimos de inmediato. Una vez que terminó la verificación, Marina se sentó en el asiento del conductor y la espadachina, Masrika, se sentó a su lado.

Había espacio para unas seis personas dentro del vagón. Gran, Misa y Noa entraron primero, y Elle e Itia ocuparon los lugares restantes, vigilando por las ventanas laterales y traseras.

¿No se supone que los escoltas vigilan desde el exterior? Por otra parte, no era como si pudieran seguir el ritmo de un carruaje a pie durante largas horas, especialmente cargadas con su equipo y armas. Además, si los monstruos te atacaran después de haber caminado tanto tiempo, estarías demasiado agotado para luchar. Solo pensar en ello me hizo sentir una renovada gratitud por mi invocación de oso.

Cuando subió al carruaje, Noa sacó el dedo y señaló a Fina, declarando: “Te dejaré los osos esta vez, pero ese asiento está reservado para mí”.

Bueno , pensé, aunque Kumayuru y Kumakyu son mis invocaciones .

El carruaje empezó a moverse. Lo seguimos, con Fina en Kumayuru y yo en Kumakyu.

Clip clop, clip clop.

Hmm, pensé. Vamos bastante lento . ¿Cuánto tiempo se tarda en llegar a la capital real desde aquí a este ritmo? Sin embargo, no era como si pudiera hacer nada al respecto en este momento, así que decidí dejar que los osos estuvieran atentos mientras yo tomaba una siesta por la tarde. Hacía buen tiempo y el calor de Kumakyu me hizo dormir.

El carruaje avanzó sin incidentes hasta el atardecer. Marina nos dijo que nos detuviéramos y nos hiciéramos al costado de la carretera principal en medio de la nada, donde su grupo instaló sus catres y sacó las raciones de viaje de sus bolsas sin fondo. Tenía muchas ganas de sacar mi casa de osos, pero me contuve.

Ya que parecía que Misa iba a comer con su abuelo y las otras aventureras, llamé a Noa y Fina para arreglar la cena para nosotros. (Además, aparentemente, Misa era un apodo. Su nombre completo era Misana.) En lo que respecta a la preparación de alimentos, todo lo que realmente estaba haciendo era sacar comidas simples del almacén de osos. La diferencia entre mi comida y la de Marina era que mi pan aún estaba suave y tibio. No pude evitar sentir una pequeña sensación de superioridad mientras comíamos.

Pronto, llegó el momento de irse a la cama. Nos iríamos al amanecer, lo cual estaba bien para mí. Marina se acercó justo cuando estaba a punto de arroparme.

“Me gustaría averiguar el orden en el que vigilaremos”.

Ah, la guardia nocturna: el gran enemigo del sueño y el coste inevitable de la vida salvaje.

“En lo que respecta a la vigilancia, tenemos a estos muchachos, así que deberíamos estar bien”. Señalé a Kumayuru y Kumakyu. “Si algún monstruo o gente se acerca a nosotros, nos lo harán saber”.

“¿De Verdad?”

“No necesitamos vigías, pero si estás realmente preocupada, ¿puede hacerlo su grupo?”

“¿Realmente podemos confiar en estos osos?” Dijo Marina, evaluando a mis peludos compañeros.

“Si confías en ellos o no, depende de ti”. Eso fue todo lo que pude decir.

“Entiendo. Vigilaremos de nuestro lado”.

Marina se dirigió al carruaje.

“¿Dónde vas a dormir?” Le pregunté a Noa, habiendo defendido mis legítimas ocho horas de sueño.

“¿Qué quieres decir?”

“¿Vas a dormir con Misa o con los osos?”

“¿Q-qué quieres decir? ¿Vas a dormir con los osos?” preguntó, su voz temblorosa.

“Bueno, la noche es fría y peligrosa, ¿verdad? Ven aquí, Kumayuru, Kumakyu”.

Llamé a los osos y les pedí que se sentaran. A continuación, llamé a Fina para hacer una demostración y la envolví en una manta. Una vez que estuvo abrigada, Fina se acurrucó en el vientre peludo de Kumakyu sentado. Las patas del oso la rodearon, y ahí lo teníamos: la obra de arte titulada “Juntas con el oso” estaba completa.

“¿Q-qué es esto? ¡Es una forma sublime de dormir!”

“Mira, no hace frío así”.

“¡Le diré a Misa que me acostaré contigo! ¡Fina, asegúrate de dejar un lugar abierto para mí!”

Noa salió corriendo, luego regresó rápidamente… con Misa a cuestas.

“Yuna, Misa dijo que también quiere acostarse con los osos”.

“¿Puedo? La queridísima Noa me contó tantas cosas maravillosas sobre los osos hoy. Me gustaría participar. ¿Por favor?” Misa fijó sus grandes ojos inocentes en mí. No pude decir que no. ¡Era incluso más joven que Noa!

“Seguro. Ustedes dos pueden dormir con Kumayuru. Fina y yo dormiremos con Kumakyu”.

“¡Gracias, Yuna!”

“¡Muchas gracias!”

Noa y Misa me dieron las gracias, y las envolví en una manta y las acurruqué contra el estómago de Kumayuru de inmediato.

“Kumayuru, no las despiertes a las das a menos que se acerque algo peligroso. Kumakyu, por favor dime si monstruos o personas se acercan a nosotros”, le dije. Luego me apoyé contra el estómago de Kumakyu, asegurándome de dejar a Fina en su mitad. Hacía calor. Metí mi mano en el brazo de Kumakyu para poder sostenerla mientras dormía.

“Buenas noches, Fina.”

“Buenas noches.”