Saikyou Mahoushi (NL)

Volumen 13

Capítulo 74: Un Peón Libre

Parte 4

Lo primero que se le ocurrió a Alus fue una puerta de transporte. El principio detrás de uno era que transfería el cuerpo de información de maná de una persona a una ubicación remota. Sin embargo, una puerta de transporte no podía crear copias, y definitivamente no era algo que pudiera hacerse con una sola AWR.

Ser capaz de dividirse así significaba que Rayleigh no era sólo un experto en el control del maná. También era experto en superponer diferentes informaciones de maná sobre las suyas. Sus maniobras de alta velocidad y sus técnicas de evasión únicas eran producto de una elaborada manifestación de maná.

Este fenómeno era el resultado de no poder percibir visual o mágicamente la posición de Rayleigh. Era una técnica que incluía una interrupción del reconocimiento, y cuando se utilizaba a pleno rendimiento, era imposible asestar golpes físicos o con hechizos que requirieran coordenadas espaciales precisas.

De repente, la luz de la habitación se atenuó como si una nube hubiera cubierto la luna.

Rayleigh murmuró para sí mismo mientras miraba por el gran agujero.

―La noche se acerca a su fin.

Estas pocas palabras no tenían ninguna emoción detrás. Por lo que Alus pudo ver, Rayleigh era realmente frío o tan esquivo como sus movimientos.

Aunque Cicelnia lo había engañado completamente, la expresión de Rayleigh no traicionaba ningún enfado. Probablemente había sido igual de frío y carente de emoción al castigar a Lilisha.

Alus notó de repente un cambio en el “clon” de Rayleigh. La oscuridad parecía hacer su contorno más aparente y dispuesto a luchar, como si tuviera voluntad propia.

―Usemos también magia ―dijo Alus tras una pausa, dejando claro que no iba a contenerse.

Dejando que su mirada se encontrara con la de Rayleigh, Alus aceleró todavía más. Sin embargo, la magia normal no podía interferir directamente con Rayleigh.

Se especializaba en enmascarar su ubicación exacta, lo que hacía que los hechizos que requerían coordenadas espaciales exactas tuvieran pocas probabilidades de acertar, y cuanto más tardaba alguien en construir un hechizo, más abierto estaba a los ataques.

Alus corrió, tirando de su brazo hacia atrás mientras refinaba su maná. En un instante, lanzó su brazo y Night Mist como uno solo contra Rayleigh, que esquivó con facilidad. La electricidad con la que Alus había revestido a Night Mist corrió a través de la hoja hacia Rayleigh. Pero como si lo hubiera visto venir, Rayleigh aprovechó su impulso para apartar la electricidad.

No es efectivo, ¿eh? pensó Alus. Poner dos cuerpos de información de maná sobre sí mismo debe aumentar su resistencia al maná y a la magia, además de camuflarlo.

Como Rayleigh tenía un clon fuera en ese momento, prácticamente tenía cuatro brazos, lo que le facilitaba contraatacar incluso mientras bloqueaba. El clon, que se movía por su cuenta, giró su espada para apuñalar el pecho de Alus.

Pero Rayleigh frunció el ceño al darse cuenta de lo sucedido. El cuerpo de Alus se envolvió en maná justo cuando la hoja de maná estaba a punto de atravesarlo, entonces el maná se dispersó y Alus pareció correr a través de las partículas justo al lado de Rayleigh.

Utilizó un clon suyo para luchar contra el clon, formando un maniquí con su misma información de maná detrás de él. No era tan hábil como Rayleigh, pero como era capaz de usar Shuffle, no era imposible que enviara su información de maná a otra parte.

Justo antes de que le apuñalaran en el pecho, había intercambiado su lugar con un grupo de maná y se movió inmediatamente para atacar. Como esperaba, incluso Rayleigh se sorprendió con este movimiento.

Shuffle funcionaba intercambiando completamente los lugares de dos coordenadas espaciales, pero requería una cantidad adecuada de información de maná. Afortunadamente, Alus tuvo tiempo de prepararlo esta vez.

Pero duplicarse con el maná no era algo que pudiera usarse tantas veces, y era poco probable que un movimiento que Rayleigh ya había visto funcionara con él de nuevo. En cualquier caso, Alus no tenía intención de dejar escapar esta oportunidad. Dio una patada hacia arriba y esta vez estaba seguro de que había golpeado el núcleo del cuerpo de Rayleigh.

El impacto lanzó su cuerpo hacia arriba y lo estrelló contra el techo. A continuación, Alus agarró un anillo de su AWR.

―‹‹Maris From››

Alus pronunció el nombre del hechizo, y unas ramas de hielo se formaron a sus pies y ascendieron hacia el cielo. Pareciendo un árbol de hielo descompuesto, las ramas congelaron todo el maná y se elevaron por el aire, persiguiendo a Rayleigh.

El aterrador hielo se acercó a él. Sin embargo, Rayleigh giró en el aire y aterrizó en el techo como un gato. Vio las ramas de hielo que se acercaban… y las cortó todas.

Al momento siguiente, el hielo destrozado cayó al suelo como fragmentos de cristal. Pero cuando las ramas lo tocaron, se regeneraron en nuevas ramas. Rayleigh giró su AWR para combatirlas de nuevo, y su clon hizo lo mismo para aplastar el hielo.

Alus levantó la vista y también balanceó su brazo. Él mismo destrozó a Maris From y creó un nuevo hechizo.

Extendió la palma de la mano y un muro translúcido se lanzó hacia Rayleigh, que salió despedido aún más lejos y se estrelló de nuevo contra el techo. Alus puso aún más fuerza en su brazo y lo lanzó de nuevo contra Rayleigh. Su cuerpo salió despedido por el techo.

Los escombros cayeron sobre Alus mientras el techo se derrumbaba. Sin embargo, Alus ya no estaba en el suelo.

La punta de la cadena que protegía a Cicelnia se extendió hacia el gran agujero del techo por el que Alus ya había saltado para perseguir a Rayleigh.

Mientras tanto, Rayleigh voló hacia arriba por el impacto, ascendiendo a una altura en la que podía ver todo el recinto del palacio. Se quitó el abrigo, abrió los ojos y enderezó su postura en el aire sólo para encontrar a Alus justo detrás de él, cubierto por una sombra oscura y a punto de dar una patada.

A pesar de que Rayleigh cruzó los brazos para bloquear el impacto entrante, Alus giró su cuerpo y soltó una segunda y tercera patada, impulsándolo de nuevo hacia el suelo. Alus también lanzó Night Mist, apuntando al momento en que Rayleigh aterrizara.

Lanzó su arma para mantener la iniciativa, pero también había otra razón.

El doble había contraatacado mientras Alus lanzaba sus patadas, y las piernas de Alus recibieron varios cortes. Afortunadamente, el doble no podía sobrepasar los movimientos del cuerpo principal, evitando que recibiera más daño.

Alus chasqueó la lengua y siguió la rápida caída de Rayleigh. Justo antes de aterrizar, Rayleigh y su clon giraron su cuerpo hacia ambos lados como si se hubieran desprendido de uno solo, esquivando Night Mist ante los ojos de Alus. Se elevó por nada más que el aire y atravesó el suelo.

Supongo que era demasiado pedir, pensó Alus.

El intento de Alus de terminar el combate falló, y cuando aterrizó Rayleigh y su doble atacaron desde ambos lados. Alus retiró su cadena, que estaba cubierta de una gran cantidad de maná.

Saltaron chispas cuando una espada se deslizó por la cadena, dirigiéndose hacia el cuello de Alus. Alus la vio por el rabillo del ojo y giró su cuerpo para esquivarla, sintiendo que le rozaba. Pero el clon se había anticipado a su evasión y también apuñaló hacia él.

―¡Tsk! ―Alus chasqueó la lengua y saltó hacia atrás justo a tiempo.

Sabiendo que tenía ventaja, Rayleigh se lanzó a perseguirlo. Sus espadas chocaron docenas de veces en un instante, y el aire se rompió. Ambos dieron una vuelta y aterrizaron al mismo tiempo.

Con cierta distancia entre ellos, se miraron fijamente.

La sangre fluía por la frente de Rayleigh y teñía su cara de rojo como la pintura de guerra. Aparte de la puñalada de los ataques iniciales, Alus sólo tenía cortes que estaban lejos de ser mortales.

En medio del enfrentamiento, Rayleigh habló de repente.

―Me impresiona que puedas mantenerte en pie con ese brazo. No sabía que los Magicmasters tuvieran un ranking 1 tan bueno.

Rayleigh se refirió a la herida más grave de Alus, la puñalada en el brazo izquierdo del primer ataque. A Alus no le había afectado y había luchado con ambos brazos durante toda la batalla.

―¿Te graduaste de asesino silencioso? Tú también tienes algunos movimientos interesantes ―se burló Alus.

Rayleigh respondió levantando de nuevo su arma silenciosamente.

Como antes, el contorno de su brazo se desdibujó, pero esta vez el brazo clonado que apareció era claro.

―Es la actuación de la AWR. No podría hacer tanto con mi propio poder ―dijo Rayleigh.

Eso podía ser cierto, pero la técnica estaba ciertamente al nivel de una habilidad especial. Era una técnica verdaderamente magistral que no podía lograrse sin una copia extremadamente precisa del cuerpo de información de maná.

Si existiera alguien con la habilidad de Rayleigh que escuchara órdenes de arriba, no habría necesidad de que Alus hiciera nada de lo que hacía en las sombras. Pero Alus no era Aferka, que había puesto sus garras sobre la gobernante.

Pero supongo que la gente se rebela porque tiene poder, pensó Alus.

El poder de Rayleigh podía ser útil, pero como no hacía lo que querían los de arriba, era una cuchilla innecesaria. Alus, por otro lado, seguía teniendo su parte de trabajo en la sombra, pero la nación no era tan turbulenta como lo había sido durante la época del anterior gobernante.

Al menos, por lo que Alus podía decir, Alpha funcionaba sin problemas durante el mandato de Cicelnia.

―No diré que es un desperdicio que te hayas vuelto contra la gobernante, pero ¿no había una manera mejor? ―preguntó Alus.

Rayleigh respondió:

―Es inútil pensar en ello. Al final habría resultado así.

―¿Así que esto no es sólo el resultado de que te haya hecho salir? ―preguntó Alus.

Rayleigh sacudió la cabeza con una fría sonrisa.

―Ranking 1, Aferka no cambiará tan fácilmente como crees. Casi hemos perdido nuestra causa, y no nos quedaremos como fantasmas que viven en la oscuridad. Aunque lo entendemos, hemos vivido demasiado tiempo bajo un estricto control. Como la oscuridad es lo único que conocemos, no podemos evitar sentir algo parecido a un profundo temor ante la pérdida de nuestra razón de ser. Es lo que podríamos llamar un dilema. Y como resultado, nos hemos dado cuenta de que debemos sacar nuestro nombre a la luz o perecer.

Rayleigh habló en un tono que no era ni hueco ni lastimero. Se cubrió lentamente la cara con la mano, como si dijera que no tenía más remedio que seguir adelante a pesar de saber que sólo le esperaba el infierno.

―Lo que queremos es que Aferka se convierta en una organización autónoma que no reciba el patrocinio ni las órdenes de nadie. Sin eso, no tenemos forma de vivir en el mundo tal y como es ahora. Además, tú pareces estar en la misma línea de trabajo, pero desde el momento en que un intruso como tú empezó a trabajar en la sombra, nuestra razón de ser empezó a tambalearse. Los que tienen las manos sucias no son necesarios en el mundo limpio de la política. ¿Cómo no vamos a notar que nuestro tiempo es limitado? Pero como alguien que vive en las sombras, al menos nos habría dado algo de tranquilidad ser ejecutados como un costo necesario para la paz.

***

Aunque ahora no eran más que un mugriento escuadrón de asesinos de origen y posición poco claros, Aferka había servido alguna vez al gobernante hasta, incluso, el predecesor de Cicelnia. Pero nunca fue oficial, su existencia -y sobre todo que recibían órdenes de la corona- nunca fue reconocida públicamente.

Por ello, las opiniones entre los círculos nobiliarios estaban divididas entre llamar a Aferka una unidad ejecutiva por debajo del gobernante o un escuadrón de asesinos solapado.

Pero una vez que Cicelnia se convirtió en gobernante, Aferka perdió su posición no oficial como unidad ejecutiva. Por lo tanto, estaba claro lo que iba a pasar con ellos: Acabarían siendo ejecutados en aras de la justicia.

La existencia de Alus, a quien la gobernante querría tener como peón, hizo posible todo eso. Y, así, la lucha entre estos hombres se convirtió en un destino ineludible.

Pero dejando de lado las razones, lo que Alus necesitaba hacer no había cambiado.

―Ya veo ―le dijo al líder de Aferka―. Pero no me importa en absoluto tu situación. Puede que hayas venido a matar a Cicelnia, pero sólo te aplastaré y conseguiré que elimines la marca de maldición de Lilisha. Ustedes son los que la pusieron, así que sin duda hay una manera de quitarla.

―Hmm, ¿de verdad? Era lo que se merecía esa medio idiota. Pero no hay razón para ocultarlo, así que muy bien ―continuó Rayleigh con una leve sonrisa―. La marca de maldición consiste en tres bases constructivas. Si se derrama mi sangre sobre cada una de ellas, la marca desaparecerá. La marca de maldición parece haberse aplicado con más fuerza de la que esperaba, pero no es del todo malo. Significa que, a pesar de ser débil e inútil, ya no necesita forzarse y aferrarse al nombre de los Frusevan o a su orgullo.

―No me vengas con esas tonterías ―dijo Alus―. No le pongas restricciones basadas en tu propia visión estrecha. Además, ella no eligió este camino por sí misma. No le diste la oportunidad de elegir. En cualquier caso, el hechizo que ataba su mente ya está roto, y ella misma desea que le quiten la marca de maldición. En el fondo no quiere estar atada a su linaje.

Alus comprendió que Lilisha se había criado en Aferka, y por tanto, se convirtió en la base de sus valores. Ella había querido pertenecer. Como asesina, perfeccionó sus habilidades de control del maná y mató a gente para tratar de demostrar que su existencia tenía sentido.

Aparte de su dependencia psicológica, era algo similar a Alus, que una vez sólo tuvo un lugar en el ejército.

Pero como Alus descubrió rápidamente, Lilisha no tenía un sentido para matar, o mejor dicho, no tenía una aptitud para ello. Siempre la torturaría el sentimiento de culpa por sus acciones porque no había elegido ese camino para ella.

Sin embargo, desde que despertó en aquella cama de la enfermería, Lilisha dio un paso para volverse más humana, caminando hacia adelante por su propia voluntad. Por pequeña que fuera la elección, cada elección que hacía por sí misma era un gran paso.

―¿Lo deseó ella misma? Ya veo… Así que tomó su decisión ―murmuró Rayleigh después de un momento. Se le escapó una sonrisa, como si hubiera ocurrido algo delicioso.

Alus lo miró de reojo y habló con un tono indiferente.

―Podría decirse que sí. Pero ahora que sé cómo quitar la marca de maldición, no hay razón para mantenerte con vida.

Pero esas parecían ser las palabras que Rayleigh quería escuchar.

―Eso está mejor. Después de todo, es un duelo a muerte. Esa es nuestra manera de hacer las cosas. Quiero que sepas que mis habilidades han sido comparadas con las de los Únicos. Y el telón no caerá hasta que uno de nosotros esté muerto ―dijo Rayleigh y ajustó el agarre de su AWR.

―Los Magicmaster Únicos luchan principalmente contra Demonios. Apenas pueden luchar contra la gente. No puedo entender por qué alguien querría una desventaja tan grande. Así que, ¿por qué no me enseñas? ―dijo Alus.

―Por desgracia, estamos de acuerdo en eso, así que no puedo enseñarte nada. Somos pájaros de un mismo plumaje, tú y yo, así que no hay nada que se pueda aprender el uno del otro ―respondió Rayleigh.

―Hmph, qué respuesta tan aburrida.

―Pero puedo mostrarte el poder de un Único. Eso no debería aburrirte, así que considéralo un regalo de despedida.

―Entonces enséñame lo que tienes.

Rayleigh asintió a la invitación de Alus y liberó su maná. Brotó un nivel de maná que sólo podía provenir de alguien que se había dedicado a entrenar. Era un acto impensable para un asesino… Y lo que es más importante, fue una declaración de intenciones.

En algún momento, la expresión de Rayleigh se hizo más fácil de leer para Alus. Ahora sonreía con la euforia de poder utilizar por fin las habilidades que había desarrollado en la oscuridad.

Rayleigh se agachó y empezó a tejer magia. Su daga se puso al rojo vivo y empezó a humear como si se estuviera recalentando. Alus pudo percibir que se trataba de un hechizo puramente para matar, completamente diferente del tipo de hechizo que usaría un Magicmaster.

―‹‹Helter Skelter››

El contorno de Rayleigh comenzó a desdibujarse. Como si le hubieran arrancado el alma, apareció su clon. Como estaba hecho de maná, los ataques físicos no funcionaban en él. Más problemático aún era que su arma era una hoja de maná con la misma forma que la AWR de Rayleigh e igual de afilada.

Usar el mismo truco es poco estimulante, pensó Alus, concentrándose.

Fue entonces cuando se dio cuenta de que el clon era diferente al anterior. Esta copia era mucho más precisa que la anterior. Pero el propio cuerpo de Rayleigh se había vuelto más impreciso porque estaba utilizando la técnica de camuflaje de antes. Finalmente, los dos se volvieron prácticamente indistinguibles.

Eso ayudó a Alus a darse cuenta finalmente de lo que estaba pasando.

Esto va más allá del control del maná. Esto es más bien una interferencia en el

espacio. Casi como…

Era magia de control del espacio. No era hasta el punto de poder abrumar a Alus, pero era la primera vez que veía a alguien que no fuera él usarlo.

¿Así que la AWR puede manejar la magia de control del espacio? Mientras Alus reflexionaba sobre el hechizo, éste se completó y los dos Rayleigh volaron como flechas hacia Alus.

Alus dio un paso adelante para enfrentarse a ellos, incluso reprimiendo su curiosidad por ellos. Esta vez, su cooperación era perfecta. Incluso tenían la misma cantidad de maná. Alus se sintió como si estuviera luchando contra gemelos.

¡Interesante…!

Prácticamente se había convertido en una pelea de dos contra uno, pero eso no le molestaba a Alus. En todo caso, estaba totalmente de acuerdo con Rayleigh sobre la lucha a muerte. Sus espadas se cruzaron, cortándose la una a la otra, haciendo que la sangre brotara en el aire.

Mientras libraban su batalla, Alus también trabajaba constantemente en Niflheim. No importaba la situación, el hechizo de alteración del entorno sería capaz de cambiar las cosas.

Este hechizo fácil de controlar era una de sus cartas más poderosas para jugar.

Y tampoco afectaría a Cicelnia. Pero justo cuando estaba a punto de lanzarlo…

Por un momento, Alus se detuvo y su mente se quedó en blanco. Por alguna razón, su hechizo no se manifestaba. Rápidamente localizó la razón.

La fórmula mágica en la AWR de Rayleigh se iluminaba intermitentemente. Sin embargo, no se estaba utilizando toda, sólo una parte se utilizaba como apoyo y no había tiempo suficiente para lanzar ningún hechizo.

¡No es un hechizo! ¡Está controlando y duplicando la información en un espacio determinado! ¿Es eso posible?, pensó Alus.

La magia espacial no formaba parte del sistema mágico normal porque sus características le permitían interferir con el espacio más fácilmente que otros atributos.

Pero, en realidad, esa habilidad en sí misma era un rasgo tan destacado que podía considerarse otro atributo por sí mismo. La interferencia con el espacio aumentaba el poder de un hechizo utilizado después de la interferencia.

Pero en lugar de utilizar ese proceso, Rayleigh lo llevaba en la dirección opuesta: Estaba duplicando y retorciendo el eje de coordenadas necesario, creando una especie de campo de fuerza especial. Utilizando una gran cantidad de maná, era posible crear artificialmente un efecto similar, pero bloquear completamente los hechizos debería ser imposible…

Alus se alejó de un salto de Rayleigh y sintió que algo no iba bien. Cuando tocó una capa similar a la barrera protectora de la Torre de Babel, todas sus preguntas fueron respondidas.

Como pensaba, hay un límite. Debe ser de unos cinco metros como máximo… Así que es un campo antimágico.

Un Magicmaster incapaz de usar la magia normalmente no tendría ninguna posibilidad. Incapaz de usar sus habilidades como sus armas primarias, sería como un pez en la tierra.

Aunque eso sólo se aplicaba a los Magicmaster típicos.

Alus había analizado inmediatamente la extraña situación, y ya estaba tratando de averiguar los puntos débiles de la técnica: debido a su poderoso efecto, había un límite en su alcance efectivo, y además…

Alus se dio cuenta, sólo dura unos tres segundos. Es débil por estar incompleto, y por eso crea ese campo de fuerza.

La información del maná había sido duplicada varias veces, y funcionaba de forma similar al clon de Rayleigh. Se extendía con el invocador en el centro. La AWR de Rayleigh hizo posible el campo antimágico, y ni siquiera Alus podía replicarlo.

Al darse cuenta de ello, Alus cambió inmediatamente su atención para recuperarse del fallo de su hechizo. Primero, lanzó Night Mist para interceptar la daga de Rayleigh, y luego utilizó la cadena para bloquear la hoja de maná del clon.

Como había hecho para cubrir a Cicelnia, congeló las cadenas para crear una simple barrera. Un sonido metálico sonó mientras saltaban chispas, y la mente de Alus se puso en marcha eligiendo un movimiento para contraatacar.

Duplicar información de maná.

Era un movimiento que a Alus le gustaba utilizar. Cuando Alus dejó los efectos de su campo antimágico, vio un muro de cuchillas negras, su baluarte. Innumerables Night Mists parecían surgir del espacio.

En total, Alus había creado más de cien copias de Night Mist.

―‹‹Oboro Hien››

Mientras volaba hacia atrás, unas cuchillas negras salieron disparadas una tras otra y llovieron sobre Rayleigh.

Rayleigh esquivó sin problemas las primeras cuchillas, pero sería imposible esquivar un enjambre de cuchillas tan grande que le cubría la vista.

Al no tener otra opción, bajó un poco su centro de gravedad y preparó su daga.

Y repelió.

Apartó las espadas.

Acribilló.

El ensordecedor sonido metálico parecía que iba a ser eterno mientras se defendía de las hojas que volaban rápidamente. Las chispas y el humo blanco surgieron de los innumerables trozos de metal que chocaban entre sí y cubrían a Rayleigh.

Una vez lanzadas todas las cuchillas, parecía que Rayleigh iba a resistir ante Oboro Hien. Pero en ese momento, Rayleigh vio otro destello de luz de una espada, y la silueta de una persona, oculta por el humo, apareció frente a él.

La figura saltó hacia él con la Night Mist original en la mano.

Alus había calculado el golpe para cuando Rayleigh bajara la guardia tras atravesar a Oboro Hien. Voló en una trayectoria perfecta para decapitar a Rayleigh, acercándose rápidamente para liquidar su encuentro.

Sin embargo, tanto la daga de Rayleigh como la hoja de maná de su clon la interceptaron como si lo hubiera previsto. A continuación, atravesó el pecho de Alus.

Las cejas de Rayleigh se movieron ligeramente en señal de sorpresa. Ni una gota de sangre brotó del pecho de Alus, y Night Mist cayó repentinamente al suelo como si hubiera perdido su apoyo.

―Urgh ―Rayleigh jadeó. Miró detrás de sí para encontrar el maná de Alus acuchillado desde el hombro.

―Se acabó. Clon o no, yo también entiendo de copias ―dijo Alus.

La sangre brotó de la boca de Rayleigh mientras caía de rodillas. Su clon desapareció hasta la nada mientras dejaba caer su AWR.

Alus había creado una copia exacta de sí mismo en el humo blanco, pero sabiendo que Raleigh seguramente podría verlo por sí solo, le había hecho llevar la verdadera Night Mist, la misma Night Mist, de hecho, que había protegido a Cicelnia y chocado con su propia arma tantas veces… En consecuencia, Rayleigh se concentró en el arma y supuso que quien la portaba era real.

Alus dio un paso adelante, pero Rayleigh, que había sido derrotado en su propio juego, perdió la voluntad de luchar. Rayleigh agachó la cabeza, con los ojos fijos en el suelo; el profundo corte en el hombro le hacía luchar por respirar. Parecía que ni siquiera tenía fuerzas para recoger su AWR, y mucho menos para mantenerse en pie.

―Acaba conmigo de una vez. Si no, te quitarán todo el apoyo ―dijo Rayleigh sin miedo entre respiraciones agitadas.

―No te preocupes, ni siquiera tendré que mancharme las manos. Intento de asesinato de la gobernante. Nunca ibas a escapar de la muerte.

Rayleigh no dijo nada, pero de repente se llevó las manos al pecho. La sangre brotaba incesantemente de los huecos entre sus manos. Sin embargo, su expresión era imposible de leer.

Quizás ni siquiera estaba pensando en nada, no sentía ni arrepentimiento, ni ira, ni ningún otro tipo de emoción.

Su atentado contra Cicelnia no se había debido al odio o al rencor, sino a que le seguía la corriente a todo. Tal vez nunca tuvo una voluntad fuerte desde el principio, y las cosas siempre iban a resultar así, como él mismo dijo.

Además, tal y como había reconocido Rayleigh, cualquier mundo que reconociera la existencia continua de Aferka era uno que los rechazaba. Así que su sacrificio por la organización podría haber sido parte del fin de la historia.

―Oye, Cicelnia ―dijo Alus con ira en su voz, fulminándola con la mirada.

Ella respondió sin inmutarse.

―¿Cuál podría ser el problema?

―¿Iban a morir independientemente de cómo se desarrollaran las cosas?

Cicelnia dio la orden secreta de capturar a los miembros de Aferka. Las acciones de Rayleigh para oponerse a ella parecían un movimiento imprudente que sólo cavaría la propia tumba de Aferka.

Su principio fundamental había sido seguir lealmente las órdenes del anterior gobernante, así que quizás habían deseado ser enterrados por la mano de la gobernante.

―Sí, no importa lo que hicieran, Aferka no tenía forma de sobrevivir en su estado actual ―admitió Cicelnia―. Es, por supuesto, posible que inconscientemente lo desearan. Pero, ¿cómo podría estimar eso un extraño?

―Habría sido posible para ti ―dijo Alus.

Cicelnia no se opuso a eso. Su expresión era peculiar y vaga. No había confusión, ira o insatisfacción, sólo sus ojos horriblemente vacíos decían lo complicado de su estado de ánimo.

―Bueno, no lo voy a negar. Incluso si Rayleigh no hubiera hecho esto, las políticas ya existentes habrían provocado este resultado. Pero también tenía otro final en mente, Alus.

Cuando Cicelnia terminó de hablar, miró hacia la puerta, haciendo que Alus mirara en la misma dirección.

―¡Hermano! ―exclamó Lilisha.

Lilisha y Miltria estaban de pie en la puerta. Rayleigh, al reaccionar a la voz, miró ligeramente hacia allí. Pero no prestó atención a Lilisha, sino que se limitó a mirar a la anciana con un bastón que estaba a su lado.

―Ugh, M-Miltria… Ya veo, así que fuiste tú… Renunciaste para cubrir a Selva Greenus, y pensé que habías decidido vivir una vida aislada como nada más que una asesora… Así que eras el gusano de la organización ―dijo Rayleigh.

Miltria negó con pena la cabeza y le dio la espalda a Rayleigh mientras se dirigía a Cicelnia.

―Rayleigh, tienes razón a medias ―dijo Miltria―. Pero estaba más preocupada por esta niña que por ti. Lilisha no tiene talento para matar. Sin embargo, se aferró desesperadamente a nuestras costumbres y a la familia Frusevan… Además, ¿no me opuse a tu idea de mantener vivo a Aferka por la fuerza en múltiples ocasiones?

―Viniste hasta el palacio para esta… tontería. Además, sabía muy bien que ella nunca tuvo talento.

Cuando Gill fue desterrado, Lilisha se esforzó desesperadamente por evitar que le ocurriera lo mismo. Pero una vez que Rayleigh llegó a la cima de Aferka, Lilisha ya había llegado al límite de sus talentos.