Majo no Tabitabi (NL)

Volumen 3

Capítulo 9: Lecciones Prácticas: Prosperamiento Entre Ruinas

Parte 1

Buenos días. Buenas tardes. Buenas noches.

¿Cuál digo? Supongo que eso es lo de menos.

Esta es la primera vez que intercambio palabras contigo de esta forma, así que permíteme ofrecer mis más sinceros saludos. Es un placer conocerte.

Me llamo Elaina. Elaina, la Bruja Ceniza.

Soy una bruja de cabello color de las cenizas y ojos color lapislázuli. Uso una túnica negra y sombrero negro puntiagudo, así como también un broche en forma de estrella.

Creo que ya sabes todo esto, pero de igual forma quería darte una pequeña presentación.

Por alguna razón, estoy encerrada en esta ciudad… o, mejor dicho, en este lugar que parece una ciudad. Con tristeza, debo decirte que cometí un grave error. Tal vez fue porque subestimé este lugar, o posiblemente, habrá sido por descuido. Podría mencionar muchas razones, pero para ahorrarte el cuento, metí la pata.

Ya había sido demasiado tarde cuando pensé en huir, así que terminé como prisionera. Eliminaron mi única forma de escape, y estoy segura que a pesar de haber estado tratando de escapar, la cordura que aún me queda está siendo destruida por alguna fuerza externa. A veces pierdo la noción de mí misma.

Por eso decidí enviarte fuera de este lugar.

Tengo una petición, para ti, quien lee esta carta más allá de los muros de la ciudad.

¿No me podrías ayudar de alguna forma? No cabe duda que estoy en algún lugar de la extraña ciudad que se extiende ante tus ojos, viviendo mi vida como una esclava sumisa.

Sólo hay una cosa que me gustaría que hicieras por mí.

Quiero que me saques de este bizarro mundo en el que me encuentro. Si logro salir, las piezas deberían caer en su lugar y yo debería recuperar mi cordura.

Es posible que me niegue, y que lo haga por la fuerza, pero de alguna manera, asegúrate de sacarme.

Si no lo haces, probablemente moriré aquí.

Entiendo que esto no es algo lícito que deba pedirte.

Sin embargo, es poco probable que alguien venga convenientemente a ayudarme en este profundo bosque, incluso si hiciera una señal SOS. Aunque si por cuestión de suerte, alguien apareciera, ¿yo seguiría viva? No, en todo caso, la persona que viniera a ayudarme probablemente correría la misma suerte.

Además, no eres humano.

Eres un objeto, como el resto de ellos.

Por eso decidí pedirte esto.

Me doy cuenta de que esto es un poco riesgoso.

No he usado un hechizo como este en mucho tiempo. Ni siquiera sé si llegarás a leer esta carta.

Aunque asuma que lo harás, puede que la rompas y la botes. Ya es vergonzoso que te llame ahora que te necesito después de haberte hecho trabajar tan duramente.

Pedirte algo así es muy egoísta, tonto y obviamente decepcionante, así que, aunque ya no exista el afecto que me tenías y tires esta carta como si nada, no tengo derecho a quejarme.

Pero, tenía que pedírtelo.

Por favor, encuentra una manera de ayudarme…

Cuando me desperté, esa carta estaba a mi lado.

Una disculpa y una petición esperándome, con una letra clara.

“……”.

El lugar donde estaba parada lucía como un bosque profundo. Delante de mis ojos, como estaba escrito en su carta, una ciudad se extendía.

Tal vez por lo lluvia de la otra noche, en el suelo había pequeños charcos. Al acercarme por un momento a uno de ellos, pude ver mi reflejo.

Una expresión confusa había en mi rostro.

Yo parecía tener unos veinte años. Tenía el cabello un poco desordenado, de color melocotón y si descartas el color, me veía exactamente igual a ella.

Mi ropa también era muy parecida a la de ella. Llevaba puesta una bata negra. No soy una bruja, así que no llevaba ni el sombrero negro puntiagudo ni el broche en forma de estrella.

“……”.

Así que supongo que mi forma humana realmente se parece a ella, ¿eh?

Dicen que las mascotas se parecen a sus dueños, y aparentemente, lo mismo ocurre con las posesiones. Esta es la primera vez que lo presencio.

Qué cosa más increíble.

Si alguna vez la vuelvo a ver—si consigo rescatarla—supongo que estará bien decírselo.

“…Bueno. Andando”.

Traté de hablar, con nadie en especial.

Mi voz era, como era de esperar, exactamente como la de ella, como la de mi dueña, la Señorita Elaina.

Esto pasó justo cuando estaba volando por el bosque en mi escoba.

“¡Ah, comenzó a llover!”

Peor aún, fue de repente, y con fuerza.

El cielo había estado muy gris todo el día, pareciendo que podría llover en cualquier momento, por lo que no me sorprendió que pasara. En realidad, esa es la razón por la que estaba volando a través del bosque, para poder refugiarme en cualquier momento.

El chubasco fue mucho más fuerte de lo que pensé.

“Ah, ey…”

Por favor, ¿qué diablos es esto? Como la lluvia pasó fácilmente a través de la copa de las ramas de los árboles, me empapé en un instante.

Estaba en un aprieto.

De seguir así, es seguro que me vaya a resfriar. ¿Ahora qué hago?

“¿Hmm… mm?”

Me sentía molesta por mi desgracia, con las mejillas hinchadas, cuando, convenientemente, vi una gran estructura escondida en un estrecho, estrecho camino del bosque.

¡Es mi día de suerte!

Inmediatamente decidí entrar en esa ciudad.

“¡Hola! ¡Disculpen las molestias!”

En lo que la lluvia continuaba, guardé mi escoba y saqué mi paraguas, y luego toqué a la puerta que estaba incrustada en una pequeña pared. La hiedra rastrera y las ramas de los árboles cubrían la pared, como si la naturaleza la hubiera reconocido como parte del bosque. Se podía deducir que esta ciudad era muy antigua.

Yo podía deducir eso, pero no me importaba. Rogaba porque alguien se diera prisa en abrir la puerta.

Se abrió justo después de que pidiera mi deseo.

Con un fuerte crujido, pude ver por primera vez lo que había al otro lado de la puerta…

“……”.

…quedé congelada por el shock. Estaba asombrada.

“……”.

Al otro lado de la puerta, un libro flotaba en el aire. Aleteando sus páginas, como una mariposa.

Fue en ese momento que me di cuenta que esta no era una ciudad ordinaria.

“Eh, hola. ¿Me dejarías refugiarme de la lluvia?”.

Consideré dar la vuelta tan pronto cuando me di cuenta de lo que estaba pasando, pero quedarme en ese diluvio era una opción aún más desagradable.

“……”.

Tal vez porque el libro entendía lo que yo decía, movió su cuerpo arriba y abajo, y luego procedió con un aleteo hacia el camino que continuaba desde la puerta.

“¿…?”.

Supongo que me pide que vaya con él.

“Gracias”.

Entonces puse un pie en esa ciudad. A mis espaldas, escuché el crujido de la puerta cerrándose. Cuando me di la vuelta, el mundo exterior ya había desaparecido de mi vista.

El lugar estaba muy desgastado como para llamarlo una ciudad, pero era demasiado espléndido como para llamarlo una ruina.

El lugar estaba repleto de chatarra por todas partes. No me había sido posible asegurar eso desde el exterior, debido a la intensa lluvia, pero ahora que había entrado, podía ver que el sitio tenía un aspecto horrible. El desastre cubría el estrecho camino entre las hileras de casas… el camino estaba enterrado bajo platos rotos, relojes destrozados, animales de felpa con su relleno de fuera, y todo tipo de baratijas.

Este era un lugar muy extraño.

“……”.

Finalmente, el libro planeó en uno de los edificios. La palabra posada estaba garabateada en la puerta. La atravesé y entré.

“… ¿Qué es esto?”

Por dentro, era aún más extraño.

“……” “……” “……” “……”

Aparentemente, el libro no era el único objeto inanimado que podía moverse por su cuenta. Por ejemplo, un armario sin cajones, una silla sin patas, y varitas y escobas que estaban hechas pedazos, se movían libremente. Sus piernas se movían como si fueran seres vivos caminando sin cuidado. Tan pronto me vieron, sin moverse de donde estaban, los objetos saltaron arriba y abajo.

… Supongo que me dan la bienvenida.

No, pero…

“Um, ¿están diciéndome que está bien que me quede aquí?”.

“……”.

El libro se movió hacia arriba y hacia abajo.

“Muchas gracias por eso. ¿Dónde puedo dormir?”.

“……”.

El libro revoloteó, llevándome a una de las habitaciones. Tenía un cierto encanto anticuado, por decirlo amablemente. Por decirlo de una manera poco amable, estaba cayéndose a pedazos. Pero aun así estaba agradecida.

A diferencia de la desgastada habitación, la cama y algunos muebles parecían bastante nuevos, aunque todos tenían signos visibles de que habían sido reparados. El extraño estado de los muebles me hacía sentir aún más incómoda.

“¿Y cómo se hará con el dinero?”.

“……”.

El libro se sacudió de izquierda a derecha. Las gotas de lluvia que se habían aferrado a él me salpicaron en la cara.

“…Por cierto, ya para saber, la cama de esta habitación no va a empezar a moverse sola, ¿verdad?”.

“……”.

“¿Por qué no dices nada?”.

Sé que no ha hablado en todo este tiempo, pero…

“……”.

Luego el libro salió lentamente de la habitación.

“¡……!”.

Y bueno, como ya esperaba, la cama empezó a moverse sola, así que la corrí de la habitación, junto a todos los muebles.

Después de poner la habitación en un estado de vacío-ordenado, me cambié de ropa, saqué un saco de dormir de mi bolso y dormí en el suelo.

Cuando cerré los ojos, el sonido de la lluvia suavemente llenó mis oídos.

El día siguiente también fue lluvioso.

Era realmente una lástima, pero tendría que descansar de mi viaje ese día también.

“……”.

El libro volador llegó a la habitación que me prestaron para saludarme por la mañana.

“Oh, buenos días”.

“……”.

“Lo siento. Me gustaría quedarme hasta que la lluvia pare, ¿puedo?”.

“……”.

El libro asintió y luego se balanceó de un lado a otro.

Como diciéndome, Ven conmigo.

Después de cerrar la puerta de la habitación y de cambiarme, seguí al libro. Dejamos la posada y salimos momentáneamente. Saltando a mi vista, apareció un edificio parecido a un castillo notablemente más grande que los demás de la ciudad.

El libro volador se detuvo.

“……”.

“¿Qué es este lugar?”.

Aunque le hice la pregunta, el libro no respondió. Como si me ignorara, mi guía desapareció al pasar por la puerta que estaba abierta.

“Ehm…”.

Tenía algunas objeciones, pero como no tuve de otra, seguí al libro. Pensé que debía haber algo que quería mostrarme.

El libro se detuvo frente a una puerta al final de un pasillo en el primer piso.

“……”.

La puerta, por supuesto, se abrió sola.

Aquí, tal cual había sido mi reacción después de pasar por la puerta de este país, me quedé sin palabras.

Me quedé asombrada.

***

Cuando terminé de leer cuidadosamente la carta, llamé a la puerta.

“Hola. Yo soy… una viajera. A decir verdad, soy un objeto, pero por alguna razón, he tomado forma humana”.

Saludé de esta forma extraña al libro que flotaba al otro lado de la puerta. ¿Quién oyó alguna vez hablar de un objeto viajero?

“Oh-jo. ¿Un objeto, dices? Eso supongo que significa… que estás escuchando mi voz”.

“En efecto, la escucho”.

“Hmm… bueno, esto es interesante. Has vivido mucho tiempo, ¿verdad? Has sido un buen objeto”.

“Gracias”.

“¿Pero por qué has tomando forma humana? Si no te importa, me gustaría pedirte que nos informes de lo que está pasando”.

“Claro, no me importa”.

“Entonces, te mostraré a mis compañeros. Y por supuesto, me gustaría escuchar tu historia delante de todos. Las historias de un objeto de otro país serán una agradable fuente de diversión para nosotros”.

“Ya veo… Claro. Eso debería bastar. A cambio, sería útil si pudieras prepararme un lugar donde pueda pasar la noche”.

“Por supuesto. Prepararé las comodidades de la más alta calidad”.

Con eso, entré con éxito en la ciudad.

“Vaya. Oye, ¿no te parece linda esa chica?”.

“Ni que lo digas”.

A mis espaldas, la puerta mencionó un comentario animado mientras se cerraba.

“Ahora que lo pienso, ¿qué forma tenías originalmente?”.

Delante de mí, el libro me preguntó algo, y le di mi atención.

Era una pregunta natural, y no fue necesario ocultar la respuesta.

Así que respondí: “Soy una escoba. Ya sabes, las escobas que llevan las brujas. Soy una de ellas”.

Recorrimos parte de la ciudad, y me mostró un edificio parecido a un castillo que era notablemente más grande que cualquiera de las otras construcciones de la zona.

“Bien, por favor, adelante, Señorita Viajera. Es por aquí”.

El libro me mostró el interior del castillo, y subimos la escalera que estaba cerca de la entrada del segundo piso.

“¿Qué rayos es este lugar?”.

“Hace mucho tiempo, esta solía ser una ciudad. Esta residencia fue usada por el monarca vigente durante esos tiempos. Bueno, en resumen, es un palacio real”.

“¡Oh-jo!”, continué siguiendo al libro. “Bueno, entonces, ¿dónde está el rey ahora?”, ladeé la cabeza.

Cuando hice la pregunta, mi guía no disminuyó su ritmo ni un poco y dijo simplemente, “Ya no está”.

Su voz fue terriblemente fría cuando pronunció esas palabras.

Entonces, al final del segundo piso, frente a una puerta, el libro se detuvo.

“Bueno, por favor, adelante, Señorita Viajera. Le presentaré a mis compatriotas”.

***

Estaba aturdida. Ante mí, había gente, gente viva… Sólo unos pocos, claro, pero gente de verdad.

“Oh, eso es terrible. Todas tus piernas están rotas, ¿no? No te preocupes. Te las haré bonitas”.

“Señor Plato, Señor Plato, casi ha llegado al final de su vida, así que mejor no se presione mucho… ¡eek! Lo siento, lo siento. ¡Por favor, deje de tirar fragmentos de usted mismo!”

“Jo-jo-jo. Amo Peluche, está todo destrozado. No pasa nada.

Yo lo arreglaré”.

Parece que a la gente de aquí se le fue encargada la reparación de todo tipo de cosas. En la sala cavernosa, la gente se sentaba frente a baratijas muy gastadas o completamente rotas. Había hombres y mujeres de todas las edades, y a juzgar por la apariencia, eran personas de todas las profesiones y condiciones sociales. Había gente vestida muy parecido a viajeros, algunos que parecían magos, y así sucesivamente.

Era una escena bastante caótica.

Desconcertada por esta curiosa escena, me acerqué a una de las personas que trabajaban allí, un anciano. Tenía la apariencia de un mago y parecía bastante experimentado.

“Disculpe, ¿qué está haciendo?”.

El viejo me miró. “Oh, una recién llegada, ¿eh? Aún eres joven”.

“Hmm-hmm. ¿Así que eres una bruja? Eso es bueno. Eso aligerará nuestra carga de trabajo”.

“Um… carga de trabajo y recién llegada… ¿De qué diablos está hablando?”

“Hmm. Por tu actitud, supongo que no sabes mucho sobre este lugar”.

“Recién entré ayer”.

“Ya veo…”. El viejo acarició su barba blanca como la nieve, y mientras hablaba, continuó cosiendo el brazo del pequeño osito de peluche que saltaba una y otra vez delante de él. “Este lugar es donde arreglamos los objetos rotos. Tarde o temprano todo se desgasta, así que nos encargamos de reparar lo que venga aquí”.

“Eh”.

“También vienen cosas que se rompen a propósito antes de llegar al final de sus vidas”.

Uh-huh.

¿Los objetos de aquí son masoquistas o algo así?

“Hmm…”.

¿Eso quiere decir que esta gente está siendo forzada a reparar cosas que están rotas?

“¿La gente de esta ciudad los invitó a todos aquí para ayudar?”.

Estaba pensando que, de ser posible, me gustaría conocer a la gente que vive aquí… porque quería saber más sobre este extraño lugar.

Pero el anciano sacudió la cabeza.

“Me temo que no es esa la razón. Nosotros trabajamos aquí en esta ciudad”.

Ahora lo entiendo.

“Ya veo. Así que, en otras palabras, ¿todos ustedes también quedaron atrapados en el chubasco de ayer y vinieron aquí a esperar que pase la lluvia?”

Y en agradecimiento, ¿están arreglando a sus anfitriones? Ya veo, ya veo.

“No… Por desgracia, tampoco es eso. Todos vivimos aquí. Vivimos in situ y ofrecemos nuestros servicios a los objetos de esta ciudad”.

“¿Vivir in situ, dice? ¿Para qué rayos?”.

“¡Bueno, ya lo olvidé por completo! Oh-jo-jo”.

Aparentemente, la memoria de este anciano era bastante pobre.

“… ¿Cuánto tiempo lleva aquí?”.

“Ehm… Sé que ha pasado mucho tiempo. Verás, estaba de viaje, buscando cosas que pudiera vender como comerciante, cuando encontré este lugar. Antes de darme cuenta, ¡ya estaba trabajando aquí! Oh-jo-jo…”.

“……”.

En este punto, luego de avanzada la conversación, finalmente me di cuenta de la extraña naturaleza de este lugar… que parecía una ciudad, pero no lo era.

A lo que me refiero es que, ahora que lo pienso, era bastante extraño ver todos los objetos moviéndose por su cuenta.

Me di la vuelta y miré al único libro que flotaba. Se quedó en silencio, como siempre, aleteando como una mariposa.

“……”.

Tal vez al notar mi mirada, el libro se acercó a mi lado. Estaba mudo y no daba señales de que pudiera hablar. Yo ni siquiera podía adivinar lo que intentaba comunicar.

Entonces el libro se detuvo justo delante de mí.

“……”.

Fue entonces cuando pasó.

Fue una sensación como si me hubieran golpeado en la cabeza con algo duro… Una repentina inestabilidad me embistió, como si el suelo estuviera dando vueltas y vueltas.

Antes de darme cuenta, ya estaba tirada en el suelo, y cuando levanté la mirada, el libro volador se balanceaba en el aire sobre mí.

Mi conciencia se escabullía rápidamente, y mi cuerpo se sentía como si estuviera convirtiéndose en plomo, hasta que finalmente, no pude ni siquiera levantar un dedo.

No recuerdo realmente lo que pasó después de eso.