Bofuri Itai No Wa Iya Nanode Bogyo-Ryoku Ni Kyokufuri Shitai To Omoimasu (NL)

Volumen 2

Capitulo 5: Build Defensiva Y Exploración Del Cañón

“Pues, sigue siendo un huevo”.

Sally se había sentado en el suelo de la fisura y sacado su huevo de su inventario.

“¿No desaparecerán si los dejamos afuera?”, preguntó Maple, preocupada.

Equipo, pociones, y otros ítems desaparecían dos horas luego de ser removidos de tu inventario.

“Buena pregunta. Sólo para estar seguras, será mejor que los metamos de regreso a nuestro inventario antes de las dos horas”.

Ellas habían luchado muy duro por estos huevos, y parecía poco probable que pudieran ser reemplazados. Sería mejor no arriesgarse.

“Buen plan”.

“Pero, ¿cómo los encubamos?”.

“Uh… ¿calor corporal?”.

Maple se quitó su armadura y escudo, y cargó el huevo verde gentilmente en sus brazos.

“Me pregunto qué es lo que nacerá”.

Ella claramente ya no aguantaba la espera. Estaba acariciando la superficie del huevo, sonriendo con alegría.

Sally decidió incubar su huevo de la misma forma.

“¡Lo que importa es el amor! ¡El amor, claro que sí!”.

“Uh, claro”.

Gentilmente abrazando sus huevos, comenzaron a planear su próxima ronda de exploración.

“Yo digo que sigamos el río. Eso hará que sea fácil volver”.

Con lo grueso de la niebla, necesitaban algo que resaltara o pronto se perderían.

Este mapa había probado ser propenso a emboscadas, así que perder su punto de descanso seguro les causaría falta de concentración, lo cual a cambio aumentaría las probabilidades de que las emboscadas tuvieran éxito.

Aunque Maple podría aguantar cualquier ataque, Sally sin duda estaría en peligro. Con su Vitality en cero, cualquier ataque sería peligroso.

Aunque no todo eran malas noticias—ya que ese constante peligro mantendría sus habilidades evasivas en forma.

La cosa era que… esas habilidades evasivas también necesitaban mucha concentración.

Concentración que ya estaba completamente exhausta.

“¡Suena bien! Quedémonos cerca del río”.

Ellas incubaron los huevos durante otra hora, pero no había señales de que fueran a nacer.

Pusieron los huevos de regreso en el inventario y se prepararon para explorar un poco más.

“¡Muy bien! ¡Vamos por unas medallas!”.

“¡Woo!”.

Ambas salieron emocionadas, siguiendo el río corriente arriba.

De acuerdo a Sally:

“Lugares como este a menudo tienen algo oculto en la parte inicial”.

Esto tenía bastante sentido para Maple. Si ella iba a diseñar un nivel de un videojuego, definitivamente ocultaría cosas en puntos de referencia significativos.

El comienzo y fin de un río parecían ciertamente adecuados.

“¡No puedo esperar a ver lo que hay!”.

“No hay garantía de que haya algo, ¿recuerdas?”.

“Sí, ya sé”.

Mientras más seguían la corriente, más escarpado se volvía el terreno. Pronto se volvió muy difícil caminar con normalidad.

“¡Maple! Usa Movimiento de Protección para alcanzarme en esta parte”.

“¡Entendido! ¡Movimiento de Protección!”.

Repetían este método cada vez que el terreno se volvía demasiado difícil para Maple. Sally ágilmente avanzaba, y Maple se teletransportaba hasta ella.

Esto siguió así por una hora.

Su campamento debía estar bastante corriente arriba, porque alcanzaron el principio mucho más rápido de lo esperado.

Era un manantial cristalino, de unas tres yardas.

Un círculo casi perfecto, el sitio podía resumirse, por su impresión, con la palabra sagrado.

La niebla que lo rodeaba definitivamente ayudaba a la atmosfera.

“Se ve… profundo”, dijo Sally, mirando hacia abajo.

Pese a ser un manantial pequeño, parecía muy hondo.

“¿Piensas meterte?”.

“Me parece bien. No muchos jugadores tienen las skills de Nado y Buceo… así que, si encontraron este sitio antes, deben haber dejado pasar la oportunidad”.

“¡Entonces ve!”.

“¡Eso haré!”.

Sally saltó al manantial y buceó.

Bajó, bajó, y bajó, más allá del alcance de la luz.

Nadó por unos diez minutos—y encontró un cofre decrepito en el fondo.

Cuidándose de cualquier trampa, abrió la tapa.

Dentro había una varita plateada. Había gemas rojas y azules incrustadas en la punta.

Sally se aseguró bien de que no hubiera medallas, y nadó de regreso a la superficie.

“(¡Jadeo!) Uf”.

Sally emergió del manantial, empapada.

“¿Y bien?”.

“Mala suerte. Una varita”.

“Oh… que pena. ¿Y sus stats?”.

“Déjame revisar. Aumento de Magia de Agua, y de Magia de Fuego. ¿Quieres ver?”.

“¡Claro!”.

Sally le mostró la pantalla a Maple.

“Entonces no nos sirve. Ninguna de las dos se lo puede equipar”.

“Cierto. ¿Ahora qué? ¿Exploramos otro sitio?”.

“Hmm… regresemos a la base, y revisemos el camino de regreso”.

“Buen plan. Este cañón es enorme, ¡lo normal sería que hubiera al menos otra cosa!”.

Ellas se giraron, manteniendo sus ojos abiertos.

De camino, revisaron ambas orillas, manteniendo el agua revisada, pero no encontraron nada.

Y eventualmente, regresaron a la base.

“¿Ahora qué? Podemos ir corriente abajo, pero… eso sería difícil”.

“Sí. Quizás deberíamos pasar el resto del día incubando los huevos”.

Con esta niebla, Sally debía mantenerse concentrada al máximo, y haber nadado tanto la había cansado. Ella decidió aceptar la sugerencia de Maple.

“Huevito, huevito… oh, aquí está”.

“Muy bien”.

Ambas sacaron sus huevos, cargándolos y acariciándolos.

“¡Qué liso se siente! Es extrañamente relajante”, dijo Sally, recostándose contra la pared rocosa.

La textura de los huevos recortaba a cerámica china cara. Maple pensaba que incluso podría cuidar el huevo para siempre asì.

“Pero no parecen querer nacer”.

“Bueno, los huevos no nacen de un día para otro”.

Por tres horas, incubaron los huevos, deteniéndose sólo para volverlos a meter a su inventario durante un momento.

Mientras cuidaban de los huevos, platicaban.

“¿Qué crees que nacerá?”.

“El mío es púrpura, y el tuyo verde, así que… hmm. ¿Tal vez el tuyo sea un herbívoro? ¿O algo verde? Como una serpiente”.

“¿Hay serpientes verdes?”.

“Si es un monstruo, ¿por qué no? Creo que probablemente hay serpientes verdes en áreas tropicales. Pero supongo que eso es prueba de que no sabemos con exactitud qué saldrá de estos”.

Este era un videojuego. Lo que sea que imaginaras podría estar dentro de los huevos.

“Espero que sea algo lindo”, dijo Maple.

Un animal tras otro apareció en su mente. Había muchos animales lindos ahí. Pero también podía imaginarse muchos animales no lindos.

Al menos, preferiría que no fuera un insecto.

“¿Qué crees que será el mío?”, preguntó Sally.

Su huevo era púrpura.

Maple trató de pensar en algo que pudiera salir de un huevo así.

“Purpura… purpura… em… ¿una Hidra?”.

“Uh… ojalá no…”.

Si una Hidra salía y trataba de ayudarla en batalla, Sally terminaría rodeada de un mar de veneno.

Y eso le haría difícil moverse.

“Una Hidra… sí, mejor no. Preferiría algo más… dócil”.

Por ahora, todo lo que podían hacer era imaginar las posibilidades.

Hablando de sus esperanzas y miedos, abrazaron los huevos, manteniéndolos tibios, con cuidado de no romperlos.

En el fondo, ambas estaban seguras que amarían cualquier tipo de monstruo que naciera.

Quizás esos sentimientos se transmitieron a los huevos.

Grietas aparecieron en la superficie de ambos.

““¡¿Ohhh?!””.

“¡¿Q-Q-Q-Qué hacemos?!”.

“P-P-Primero… bajémoslos”.

Cuidadosamente colocaron los huevos sobre trozos estables y planos de tierra y se agacharon a un lado, viendo de cerca.

Los huevos se abrieron…

Y dos monstruos emergieron.

“¡Asombroso!”.

“¡Nacieron!”.

Ambas chicas estaban encantadas.

Del huevo verde había salido una tortuga, ligeramente más pequeña que el huevo.

El cuerpo de la tortuga era del mismo tono verde que el huevo. Se estaba moviendo lentamente por el lugar.

Del huevo púrpura, por otro lado, había nacido un zorro con pelaje tan blanco como la nieve.

El zorro se estiró unas cuantas veces, como si se estuviera acostumbrando a su cuerpo. Luego, llamas púrpuras aparecieron en el aire a su alrededor, y este miró fijamente su propia magia, fascinado.

“Cielos… un zorrito… salió de un huevo. Esa no la vi venir”.

“¡Supongo que la lógica no se aplica a los monstruos!”.

Mientras hablaban, la tortuga se movió hacia Maple y el zorro hacia Sally.

Ambas chicas con cuidado estiraron sus brazos y acariciaron las cabezas de sus respectivas criaturas. Ambos monstruos se veían felices.

Entonces, los huevos rotos empezaron a brillar.

La luz se volvió más y más fuerte, y cambió de forma—volviéndose dos anillos, uno purpura y uno verde.

Maple y Sally los recogieron.

“Veamos, se llaman… ¿Puente Enlazante? Al equiparlo… ¡hace que podamos luchar junto a ciertos monstruos específicos! Asombroso. Supongo que tenemos que ponérnoslos”.

Sally había explicado sólo la función primaria de los anillos. Maple leyó el resto con sus propios ojos.

Eso era mucho mejor que desaparecer para siempre.

Muerte permanente significaría que tendrían que tener cuidado de en qué peleas usaran a sus monstruos.

“Hmm… un anillo… Mis slots para accesorios están llenos. Supongo que mejor me quitaré el Anillo de la Reina Abeja del Bosque. Siempre puedo usar Meditación para recuperar HP”.

Ambas se pusieron los anillos, y los dos monstruos se retorcieron con alegría.

“¡Ah-ha-ha, hace cosquillas!”.

“¡Mm! ¡Qué peludito!”.

Jugaron por un rato, pero luego Sally notó algo importante.

“Oh, ahora podemos ver sus stats”.

Quizás era un beneficio de los anillos—pero ahora había una segunda pantalla de stats debajo de las suyas.

Las chicas las vieron con detenimiento.

El primero era la tortuga, el segundo el zorro.

Parecía que los monstruos encontrados en huevos empezaban con unos stats bastante buenos.

“’Sin nombre’… bueno, ¡hay que arreglar eso!”.

“Sí, buen punto”.

Ellas lo consideraron con cuidado.

Y mientras lo pensaban, los dos monstruos jugaban juntos.

Parecía que se habían vuelto amigos.

“¡Bien, ya lo decidí!”.

“Sip. Yo también”.

Decisiones tomadas, ambas se acercaron a sus monstruos.

E hicieron contacto visual.

“¡Tortuga, te vas a llamar Syrup¹! ¡Juntas seremos Jarabe de Maple²!”.

Maple parecía absurdamente orgullosa de esto.

La tortuga pareció gustar del nombre. Se empezó a frotar contra ella.

Ya eran mejores amigos.

“Entonces… ¿qué tal Oboro para ti? ¿Te gusta?”.

Sally parecía querer la confirmación del zorro. Este se subió a su hombro y se enrolló en su cuello. Ella interpretó esto como una afirmación.

Ahora tenía un zorro-bufanda.

Hubo un momento de felicidad…

Y entonces Maple dejó salir un grito.

Estaba mirando la pantalla frente a ella.

“E-Esperan, ¡¿acaso esto significa que…?!”.

“¿Mm? ¿Qué pasa?”.

Sally fue a mirar.

“¿Eep? ¡Ah! N-No veas—”.

“Oh, ya entiendo”.

Sally había visto la pantalla de Maple por unos cinco segundos, pero eso había sido suficiente.

Maple había estado viendo los stats de Syrup—y uno en particular. Las habilidades de observación de Sally eran suficientemente buenas para saber exactamente qué fue lo que Maple no quería que viera.

“Maple… tienes menos agilidad que una tortuga”.

“¡¡Hrngg!!”.

Syrup tenía una AGI de 15. Y Maple… seguía con 0.

“El cuento de la tortuga y la Maple…”.

“¡No soy parte de un cuento! ¡Y si compitiéramos, yo ganaría! ¡Mis piernas son más largas!”.

“Adelante. Pruébalo”.

“Em… m-mejor no… Ah-ha, ah-ha-ha-ha…”.

Si de verdad perdía, jamás se recuperaría.

Y podría sentirse tentada a abandonar su build y poner algunos puntos en Agility.

Este era un miedo real.

Así que Maple decidió no arriesgarse.

Quizás era la salida del cobarde.

“¿Los stats no se parecerán a la persona que incubó el huevo? Tú y Syrup parecen tener bastante defensa, y Oboro es bastante ágil”.

“Tiene sentido para mí”.

Ambas miraron de nuevo sus pantallas de stats.

“No podemos equiparles nada, pero… parece que pueden subir de nivel, ¿verdad?”.

“Me pregunto si les darán puntos para sus stats al subir de nivel. ¿O sus stats subirán automáticamente?”.

Detalles como esos no estaban en la descripción de los anillos.

“¡Supongo que tendremos que subirlos de nivel y descubrirlo!”.

“Sí… pero no quiero arriesgarme a que mueran…”. El zorro de Sally se había movido de su cuello a su cabeza. Ella lo alcanzó y acarició su pelaje.

“¿Y qué tal si yo capturo unos monstruos?”.

“Eso… puede ser buena idea. Subámosles unos niveles así”.

Maple acarició la cabeza de Syrup, le pidió que la esperara ahí, y luego salió a buscar algunos pobres enemigos.

Diez minutos después.

Maple había regresado con un murciélago en cada mano.

Estaban paralizados e incapaces de resistirse.

Maple los dejó caer al suelo.

“Em… ¡Syrup! ¡Mordida!”.

“¡Oboro! ¡Llamas Vulpinas!”.

Syrup mordió al murciélago.

Oboro quemó al otro con fuego purpura.

Ambos murciélagos dejaron salir un chorro de chispas rojas, se convirtieron en luz, y desaparecieron.

“Aw… no subió de nivel”.

“Tampoco el mío”.

“Parece que… son especies bastante fuertes. Deben necesitar un montón de XP”.

Uno de estos murciélagos definitivamente sería suficiente para que un jugador nuevo empezara a subir de nivel, así que parecía una explicación muy probable.

“Entonces, ¿vamos por más?”.

“Si puedes, por favor. No tengo skills que puedan ser de ayuda…”.

“¡Está bien! ¡La chica adecuada para el trabajo está aquí! Cuida de Syrup mientras no estoy”.

“¡No te preocupes! ¡Lo protegeré con mi vida!”.

Riendo por la respuesta de Sally, Maple volvió a salir.

Ella regresó veinte minutos después.

Esta vez cargaba ocho murciélagos.

“Me siento como una mamá pájaro”.

“¡Pues básicamente estás haciendo lo mismo que una!”.

Los murciélagos cayeron al piso.

Syrup y Oboro se quedaron con cuatro cada uno, y al fin subieron un nivel.