Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

CUANDO ME DESPERTÉ por la mañana, mamá tenía dolor. Normalmente tiene dolor, pero esto era diferente. No estaba consciente. No importa cuántas veces la llamara por su nombre, no respondía. Intenté una y otra vez que tomara su medicamento, pero incluso después de que finalmente lo tomó, nada cambió. Había una tonelada de sudor corriendo por su frente.

Mi hermana pequeña Shuri estaba tan preocupada. Se quedó junto a la cama, llamando a mamá, mamá. No podía dejar que las cosas siguieran así.

“Shuri, cuida de mamá”.

“¿Hermana?” Ella me miró preocupada.

“Voy a ver al Sr. Gentz. Todo irá bien. El Sr. Gentz ​​podrá hacer algo”.

Le di unas suaves palmaditas en la cabeza y corrí a la casa del Sr. Gentz. Todavía no estaría en el trabajo. Menos mal que no había mucha gente en la calle. Cuando llegué allí, golpeé la puerta con mucha fuerza.

“¡Sr. Gentz! ¡Sr. Gentz!”

El Sr. Gentz ​​salió cuando llamé. “¿Qué pasa? ¿Por qué estás aquí tan temprano en la mañana?”

“Es mamá”.

“¡¿Qué le pasó a Tiermina?!”

“Ella está sufriendo. Peor que antes”. Ya no podía dejar de llorar. “Ella no está mejorando”.

“Ahora mismo voy.”

El Sr. Gentz ​​empezó a correr. También corrí tan rápido como pude. Para cuando llegué a mi casa, ya no podía ver al Sr. Gentz, ya que corría delante de mí. En el interior, vi al Sr. Gentz ​​llamando a mamá. Ella no respondía.

El Sr. Gentz ​​se volvió hacia Shuri y yo. “Voy a buscar medicinas. Cuiden a su mamá”.

Shuri y yo tomamos las manos de mamá. Pensé, por favor, salva a mi mamá . Haría todo lo que pudiera. Por favor, no nos la quites. Por favor…

“Mamá…”

“Fina, Shuri…”

“¡Mamá!”

Mamá estaba despierta de nuevo. Mis oraciones habían llegado a alguien.

“Fina, Shuri, lo siento”.

¿Por qué se estaba disculpando? Ella no había hecho nada malo. Sus ojos estaban llenos de lágrimas.

“Mamá…”

“Esto es mi culpa. Si muero, vayan con Gentz. Estoy seguro de que les ayudará”.

Parecía que le dolía hablar. ¿Iba a morir? No quería pensar en eso.

“Lo siento. Lamento mucho que tuvieran una madre así”.

Nos cogió las manos con su débil agarre. Me preguntaba cuánto tiempo había pasado desde que el Sr. Gentz se fue.

No había vuelto. Podrían haber sido solo unos minutos, pero parecía que ya habían pasado horas. Por favor, vuelva rápido a casa.

“Ugh.”

El dolor debe haberse vuelto más fuerte. Que alguien nos ayude. La manita de Shuri apretó la mía con fuerza. No podía rendirme.

“Shuri”. Miré a Shuri a los ojos. Ella parecía inquieta.

“Sigue sosteniendo la mano de mamá”.

Tomé la mano con la que ella sostenía la mía y la moví hacia la de mamá.

“¿Hermana?”

“Quizás Yuna pueda hacer algo”.

Dejé a Shuri para que la cuidara y corrí a la casa de Yuna. No se me permitía estar cansada todavía. Pude ver la casa del oso. Abrí la puerta sin llamar.

“¡Yuna!”

Yuna estaba ahí. “¿Qué pasa?”

“Y-Yuna, m-mi mamá…”

No pude hacerlo. Mi voz no salía.

“Cálmate.”

“Mi mamá está muy enferma… e incluso darle medicinas… no ayuda… Traté de ir con el Sr. Gentz, pero… él dijo que saldría a buscar medicinas y no ha vuelto… ¿qu-qué debería hacer?”

Cuando vi la cara de Yuna, no pude dejar de llorar. Vine todo el camino hasta aquí, pero Yuna no era ningún tipo de médico. Aun así , pensé, debido a que era Yuna, ella podría hacer algo .

Yuna puso suavemente su mano sobre mi cabeza. “Está bien, lo tengo. ¿Podrías llevarme a tu casa?” dijo con una sonrisa amable.

Y lo hice.

Cuando llegamos, el Sr. Gentz ​​había regresado. ¿Quizás había conseguido la medicina? “¡¿Sr. Gentz?!”

“Siento haber llegado tan tarde”.

“¿Encontraste medicamentos para mi mamá?”

“Lo siento.” El Sr. Gentz ​​bajó la cabeza. Si fuera un medicamento fácil de conseguir, probablemente el Sr. Gentz lo hubiera tenido. Él ya había hecho mucho. No podía enojarme con él.

Me acerque a la cama. Parecía que mamá tenía tanto dolor que casi no podía mirarla.

“Gentz, si me pasa algo… por favor… cuida a mis hijas”.

“¿Q-qué estás diciendo? ¡¿Qué se supone que te va a pasar?!” Gritó el Sr. Gentz.

“Gentz​​… te he molestado… mucho. Muchas gracias por la medicina y por lo que hiciste por Fina”.

“Está bien. Si descansas, te pondrás mejor. Deja de intentar hablar. Yo cuidaré de estas dos, así que tú solo concéntrate en sanar”.

“Shuri… Fina… déjenme ver sus caras.”

“¡Mamá!” ambas lloramos.

No podía ver el rostro de mi mamá a través de mis lágrimas. Nos abrazó con sus brazos débiles.

“Siento mucho no poder hacer nada por ustedes. Gracias, Fina, Shuri”.

Ella cerró los ojos.

“Gracias, Gentz”.

Parecía que ya no podía abrir los ojos. Le sostuve la mano, pero ella no pudo sujetarla más. Ya no podía abrir los ojos. Tal vez nunca volvería a decir mi nombre.

Mamá, mamá, mamá.

No podía dejar de llorar.

Escuché un sonido extraño detrás de mí. Cuando me di la vuelta, Yuna estaba juntando sus manos.

“¿Yuna?”

“No sé si puedo ayudar, pero voy a echarle un vistazo, así que háganse a un lado”. Yuna nos apartó de la cama. “Por favor, espere un poco”, le dijo a mi mamá.

Yuna puso sus manos de oso sobre mi mamá.

“Curar.”

Su cuerpo se iluminó. El resplandor de la magia era bonito y se sintió cálido, como si, sólo por el momento, sintiera la presencia de un dios allí. La respiración de mi mamá se calmó. No lo podía creer. Hasta ese momento, sonaba como si se estuviera asfixiando, pero ahora su respiración se estaba volviendo más uniforme.

“Sanar.”

Esta vez Yuna cantó un hechizo diferente. Los ojos de mamá se abrieron lentamente y, como si nada hubiera pasado, se levantó de la cama.

“… ¿ya no duele?”

“¡Mamá!”

“Parece que funcionó”.

“Señorita, ¿qué hizo? Parecía una especie de sacerdote o clérigo poderoso -no, eso no importa ahora mismo. Lo que sea que hayas hecho, gracias”. El Sr. Gentz ​​agradeció a Yuna. Eso era correcto, ¡todavía no le había dado las gracias!

“¡Yuna, gracias!”

El Sr. Gentz ​​y mi mamá comenzaron a preguntarle a Yuna cómo devolverle el dinero. Recordé haber oído del Sr. Gentz ​​que la única forma de curar la enfermedad de mi madre era pagar mucho dinero a un sacerdote. No teníamos esa cantidad de dinero.

Yuna salvó a mi mamá. Daria toda mi vida para devolverle el dinero, si tuviera que hacerlo, pero Yuna dijo algo que no esperaba.

“No necesito dinero. Solo quería proteger la sonrisa de Fina”.

Casi me pongo a llorar de nuevo. ¿Podría alguna vez pagar mi deuda con Yuna mientras todavía estuviera viva?

“Pero…”

“Bien, si hay algo que pueda hacer por ti, dímelo”.

“Haré cualquier cosa una vez que haya recuperado mi energía”.

Correcto. No podíamos dejar las cosas como están, incluso si Yuna dijera que no quería nada a cambio. Si tuviera algo que pudiera hacer, lo haría.

Me di cuenta de que en el momento en que mamá y el señor Gentz ​​dijeron “cualquier cosa”, la comisura de la boca de Yuna se contrajo.

“En ese caso, me gustaría que ustedes dos hicieran algo que solo ustedes pueden hacer”, ella dijo.

El aire de la habitación se volvió pesado. ¿Qué les iba a decir Yuna que hicieran? Miró alrededor de la habitación antes de girarse a mí y Shuri.

“Fina, ve a comprar algo delicioso con tu hermana. Asegúrate de que tu mamá coma algo que la alimente”.

Ella me entregó dinero. ¿Yuna planeaba decirle a mi mamá y al Sr. Gentz ​​que hicieran algo que ella no quería que escucháramos? Quería saber qué estaba pasando, pero… también quería urgentemente traerle a mi mamá algo nutritivo para comer, como había dicho Yuna, así que me fui con Shuri.