Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

HOY FUE UN DÍA DE DESCANSO. Como Fina, me estaba tomando un descanso.

Había estado aprendiendo todo tipo de cosas el mes pasado, como que cuando una de mis habilidades subía de nivel, las nuevas habilidades se activaban de inmediato. En este momento, tenía siete habilidades.

Idioma de WF:

Puede comprender el idioma del WF. (La vida en este mundo habría sido mucho más complicada si no hubiera tenido esto).

Alfabetización de WF:

Capaz de leer y escribir el lenguaje del WF. (Así era como podía trabajar en el gremio).

Almacenamiento extra dimensional de osos:

Almacenamiento para cualquier cosa que no sean seres vivos. (A pesar de todas mis pruebas, todavía no había descubierto un límite de peso o tamaño).

Identificación del oso:

Capaz de ver la efectividad de las herramientas y armas (bueno, supongo que sería normal tenerlo en cualquier juego).

Detección de osos:

La capacidad de conocer la posición de monstruos y personas peligrosas. (Hace que matar monstruos sea muy fácil).

Mapa del oso:

Genera automáticamente mapas de los lugares que he visitado. (Un sistema de mapeo automático, como el que se encuentra en los juegos de rol. Evitó que me perdiera).

Invocación de osos:

Puedo convocar osos con mis guantes de oso. (Osos para todo uso, para viajar, luchar o protegerse. La desventaja era que no podía caminar por la ciudad con ellos).

Además de las habilidades, tenía magia. De acuerdo con las reglas de este mundo tal como las entendí, podrías aprender magia a través del trabajo duro, pero en mi caso, podría usar la magia fácilmente canalizando maná a través de mis guantes de osos. Por otro lado, no podría usar magia sin el equipo de oso.

Dar forma a un hechizo alrededor de una imagen mental tenía un impacto directo en su poder y apariencia. Por ejemplo, cuando lanzaba un hechizo de fuego con una antorcha de gas en mente, podía hacer una llama que podría derretir el hierro. Incluso si le mostrara a la gente en este mundo esa magia, probablemente no serían capaces de invocarla exactamente de la misma manera, ya que nunca habían visto ese tipo de fuego.

Para el hielo era lo mismo. No pensé que serían capaces de imaginar las moléculas del agua congeladas. No puedes ser tan específico con una imagen mental cuando tu comprensión del mundo sigue siendo esencialmente medieval.

Lo noté de nuevo cuando Fina colapsó. Al igual que con cualquier otro hechizo, si imaginaba que el músculo y la piel se cerraban, podía sellar una herida con magia curativa. Aún no lo había probado, pero apuesto a que, si profundizara e imaginara los vasos sanguíneos y tal reparación, funcionaría mucho mejor.

Además de eso, había hechizos que curaban fiebres y enfermedades, el tipo de hechizos que usarías para eliminar desventajas como veneno y parálisis en los juegos. ¿Qué tan poderoso sería ese tipo de hechizo, entonces, si estuviera consciente y pudiera visualizar los gérmenes?

Mientras reflexionaba sobre las habilidades y la magia que había adquirido, escuché un ruido en la entrada. Había una barrera alrededor de la casa de los osos que solo dejaba entrar a las personas que aprobaba. En este momento, Fina era la única que podía entrar.

En el momento en que salí al pasillo que conducía al primer piso, Fina saltó hacia mí.

“¡Yuna!”

Algo se sintió mal. Fina temblaba mientras se aferraba a mí.

“¿Qué pasa?” Alejé a Fina y la miré a la cara. Estaba empapada de lágrimas; sus ojos estaban inyectados en sangre.

“Y-Yuna, m-mi mamá…”

“Cálmate.”

“Mi mamá está muy enferma… e incluso darle medicinas… no ayuda… Traté de ir con el Sr. Gentz, pero… él dijo que saldría a buscar medicinas y no ha regresado… ¿Q-qué debo hacer?”

“Está bien, lo tengo. ¿Podrías llevarme a tu casa?” Había una posibilidad de que pudiera curarla, aunque no me gustaba la idea de poner a prueba mi teoría en una situación tan precaria.

Fina y yo nos dirigimos a su casa.

La casa era pequeña. ¿Fina realmente vivía aquí con su madre y su hermana pequeña? En el dormitorio, la madre de Fina yacía muy quieta, respirando entrecortadamente. Una niña pequeña estaba llorando junto a la cama y Gentz estaba con ella.

“¡¿Señor Gentz?!”

“Siento haber llegado tan tarde”.

“¿Encontraste medicina para mi mamá?”

“Lo siento”, dijo Gentz. Bajó la cabeza.

La madre de Fina extendió una mano temblorosa y palmeó débilmente la cabeza de su hija. “Gentz, si me pasa algo… por favor… cuida a mis hijas”.

“¿Q-qué estás diciendo? ¡¿Qué se supone que te va a pasar?!” Gritó el Sr. Gentz.

“Gentz … te he molestado … tanto. Muchas gracias por la medicina y por lo que hiciste por Fina”. El sudor cubría la frente de la mujer mientras hablaba.

“Está bien. Si descansas, te pondrás mejor. Deja de intentar hablar. Yo cuidaré de estas dos, así que tú solo concéntrate en mejorar”.

“Shuri… Fina… déjenme ver sus caras.”

“¡Mamá!” Dijeron las dos chicas a la vez, corriendo hacia la cama.

“Siento mucho no poder hacer nada por ustedes. Gracias, Fina, Shuri”.

El dolor se mezcló con su sonrisa. Parecía estar en su límite. Cerró los ojos con fuerza.

Traté de aplaudir para calmar a todos, pero golpear los guantes de oso no hizo ningún sonido. De todos modos, se dieron cuenta de lo que estaba haciendo.

“¿Yuna?”

“No sé si puedo ayudar, pero la voy a echar un vistazo, así que háganse a un lado”.

Fina apartó a su hermana de la mano, sosteniéndola mientras lloraba. Me paré junto a la cama y miré a la madre de Fina. Apenas tenía treinta y tantos años y se estaba consumiendo. Probablemente no había comido mucho.

“Por favor, aguanta un poco más”.

Puse ambas manos sobre el cuerpo de la madre que sufría y vertí maná en mis dos guantes de oso. Imaginé que el virus, o el germen, o el patógeno, o lo que fuera, estaba siendo purgado de todas sus células.

“Curar.”

No necesitaba decir la palabra, pero me facilitó canalizar mi voluntad. El hechizo envolvió su cuerpo en luz. Las líneas de dolor desaparecieron constantemente de su rostro y comenzó a respirar con más facilidad.

¿Había funcionado? Ella todavía parecía débil.

“Sanar”, canté, esta vez visualizando un hechizo para restaurar su resistencia.

Los ojos de la madre de Fina se abrieron lentamente. Se sentó en la cama como si nada hubiera pasado.

“… ¿ya no duele?”

“¡Mamá!” Sus dos hijas corrieron hacia ella.

“Parece que funcionó”.

“Señorita, ¿qué hizo? Parecía una especie de sacerdote o clérigo poderoso -no, eso no importa ahora mismo. Lo que sea que hayas hecho, gracias”, dijo Gentz, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras tomaba mi mano.

“¡Yuna, gracias!” Fina también estaba llorando.

“Disculpe, muchas gracias. ¿Eres tú quien me curó?”

“Por favor, tómatelo con calma por un tiempo”, le dije. “No sabemos si estás completamente curada todavía”. Después de todo, todo lo que había hecho era restaurar algo de su resistencia con magia. No había devuelto su cuerpo consumido a su estado óptimo.

“Entonces, ¿cuánto te debo? Como puedes ver, no tengo ninguna forma de pagarte en este momento… “

“¡Espere! Yo le pagaré. Señorita, no puedo hacerlo ahora, pero estoy seguro de que podré hacerlo. ¡Por favor, no le hagas nada a esta familia!”

¿Qué clase de villana pensaban que era? ¡Te he curado, así que págame! ¡Si no lo hace, me llevaré a sus hijas! Bueno, si yo fuera un villano y un lolicon, supongo que podría ser algo así…

Je, je, je, si quieres pagarme, tienes dos hijas encantadoras, ¿no es así?

Obviamente, necesitaba aclarar el malentendido.

“No necesito dinero. Solo quería proteger la sonrisa de Fina”, dije, y le di a Fina una palmadita en la cabeza. Aparentemente, dije algo realmente conmovedor, porque Fina inmediatamente me abrazó. Me sentí un poco culpable…

“Pero…”

“Bien, si hay algo que pueda hacer por ti, dímelo”, dijo Gentz.

“Haré cualquier cosa una vez que haya recuperado mi energía”.

¡Cualquier cosa! Sus palabras, no las mías.

“En ese caso, me gustaría que ustedes dos hicieran algo que solo ustedes pueden hacer”.

“…”

“…”

Miré a Fina y a su hermana.

“Fina, ve a comprar algo delicioso con tu hermana. Asegúrate de que tu mamá coma algo que la alimente”.

Saqué dinero de mi almacén de osos y se lo entregué a Fina.

“Pero…”

“Está bien. Tu mamá está bien, así que adelante”.

“Está bien, lo tengo. Shuri, vamos”.

Las vi salir de la casa tomadas de la mano y una vez más miré a Gentz ​​y a su madre.

“¿Qué vas a hacernos hacer?”

“Quiero que ustedes dos vivan juntos por el bien de Fina y su hermana”.

“… ¿eh?”

“… ¿qué?”

Sus bocas colgaban abiertas y se quedaban ahí.

“Sé que te gusta la mamá de Fina, Gentz”. Lo había escuchado directamente de Fina.

“T-tú …”

“Nuh-uh. Incluso Fina ya lo sabe. Y confías en Gentz ​​lo suficiente como para dejar a tus hijas con él, por lo que no es que no te guste”.

“Bueno, eso es…” Su rostro se enrojeció levemente.

“Y no es como si estuvieras molestando a esas niñas. Además, Gentz ​​trabaja en el gremio, por lo que tiene un ingreso estable. Me preocupa un poco que ustedes tres vivan solas. Me sentiría más en paz si Gentz ​​estuviera contigo, ¿sabes?”

“Pero…”

“Te gusta la mamá de Fina, ¿no es así, Gentz?”

“Eso es…” Gentz ​​tragó saliva. Luego, miró a la madre de Fina. “Tiermina, ¿me harías el honor de casarte conmigo? Te he amado durante mucho tiempo. Es un insulto para Roy, ¡pero te amo!”

“Gentz ​​… gracias”.

Los dos merecían algo de privacidad. Salí de la habitación en silencio, o al menos lo intenté, antes de que Gentz ​​me llamara.

“¿A dónde vas?”

“A casa. El resto es un asunto familiar”.

“Veo. Así que, hum gracias,” me agradeció tímidamente.

“Asegúrate de hacer un buen trabajo cuidando de Fina y de todas”.

“Sí, déjamelo a mí”.

“Si no se siente bien de nuevo, llámeme”.

Dejé la casa de Fina atrás y me fui a casa.