Ryuu to Sairei (NL)

Volumen 2

Capítulo 2: La Bruja Come Personas

Parte 4

Qué varita de mierda, pensó Ix.

Se refería a la varita que sostenía el hombre mayor que había dado un paso al frente. Estaba tan horriblemente elaborada que Ix estaba empezando a dudar de que fuera real. La varita que la mujer había usado para derribarlo antes era muy superior. Ix no tenía nada en particular que hacer en este momento, por lo que pasaba el tiempo mirando su equipo.

Mientras Ix se sentaba allí, aburrido, el hombre mayor se lanzó a un discurso después de dirigirse a los rehenes, que Ix no pudo entender. No era como si el hombre estuviera usando palabras que no entendía; aunque entendió bien la esencia de sus oraciones individuales. Pero el hombre estaba empalmando tantas frases indirectas y florituras excesivas en su declaración que Ix no pudo ponerlo todo junto.

Si tuviera que resumir la perorata, parecía que el hombre insistía en cancelar la Fiesta de la Carne de este año. Afirmó que no se volverían violentos ni matarían a los rehenes si rechazaban sus demandas, solo que nadie podía irse, y continuaría persuadiéndolos hasta que estuvieran en la misma página. Por la forma en la que Ix veía las cosas, eso en sí mismo probablemente constituiría un acto de violencia, pero nadie lo señaló.

El discurso se prolongó durante mucho tiempo antes de llegar a una conclusión abrupta. Sin embargo, tal vez solo fue Ix quien pensó eso. Cualquiera sea el caso, el hombre desapareció brevemente en el pasillo.

Los invitados susurraron entre ellos. Ix captó fragmentos, como “responsabilidad de los Obryle” o “los guardias”.

Una conmoción estalló detrás de él. Se giró discretamente para echar un vistazo y vio una pequeña figura de pie en las escaleras. Era Nova. Dos sirvientes la rodeaban.

“Estaba descansando en una habitación”, Ix pudo oírla decir.

“¿No fue un hombre a buscarte?”, preguntó uno de los sirvientes.

“¿Un, hombre? No, no vi a nadie”.

“¿De verdad?”.

“Sí”.

“……”.

Los dos sirvientes se miraron. Después de intercambiar algunas palabras, uno señaló en dirección a Ix e hizo un gesto con la barbilla. Nova asintió levemente y se acercó, donde tomó asiento junto a él.

“¿Estás bien?”, preguntó ella en voz baja.

“Alguien me preguntó lo mismo antes”, respondió encogiéndose de hombros. “¿Por qué bajaste? En este moment—”.

“Tengo una idea general, de la situación. Un hombre vino patrullando antes, en el segundo piso, pero lo eliminamos. Yuui y yo tenemos varitas”.

“¿Como está ella?”.

“Ilesa”.

“Pero probablemente enviarán a alguien más cuando su patrulla no regrese”.

“Todo debería estar bien, por un tiempo”. El tono de Nova era plano. “Normalmente, alguien que derrote a una patrulla, no bajaría así. Es probable, que lo interpreten de una manera más conveniente”.

“¿Como si estuviera ocupado robando objetos de valor?”.

“Sí”.

“¿Es por eso que bajaste? ¿Para ganarles tiempo a Yuui y Ottou?”.

“No, tenemos otro objetivo”.

Ix miró a su alrededor. Muchos de los invitados hablaban entre ellos, sus expresiones eran serias, pero a los sirvientes no parecía importarles. Probablemente estaría bien.

“¿Y ese es?”, preguntó.

“La lona caerá pronto”.

“¿Huh?”.

Nova volvió los ojos hacia arriba. Ella estaba hablando de las largas y delgadas piezas de tela que habían sido colgadas en el segundo piso para actuar como protección contra la lluvia. Todavía parecía haber una ligera llovizna, ya que podían escuchar el repiqueteo de las gotas de lluvia.

“Yuui la soltará toda, de una vez. Se desatará el caos”.

“Probablemente, sí”.

“Durante la confusión, nosotros capturaremos a su líder. Ambos bandos tendrán rehenes, pero el ruido debería alertar a los guardias. Si vienen, ganamos”.

“¿Y quién es exactamente el ‘nosotros’ en ‘capturaremos a su líder’?”.

“Yo”.

“… ¿Puedes hacer eso?”.

“Sí”, respondió Nova con total naturalidad. “¿Es su líder, ese hombre calvo al frente?”.

“Así parece”.

Ix decidió que el hecho de que Nova bajara aquí significaba que Yuui había aceptado el plan. Si Nova dijo que podía hacerlo, podría hacerlo.

“No puedo creer que la mansión de un rico haya sido capturada tan fácilmente”, dijo Ix con un resoplido. “¿No se supone que lugares como este tienen todo tipo de medidas de seguridad?”.

“Probablemente no se acercaron desde el frente”, dijo Nova.

“Entonces, ¿Cómo lo hicieron?”.

“… Antes de que se desarrollaran las varitas de asedio, había dos formas de derrotar una fortaleza asegurada”. La voz de Nova no tenía emociones. “Esperar hasta que se agoten las raciones del enemigo atrincherado o tener a alguien adentro para abrir el camino. Si este último tenía éxito, el castillo pronto caería”.

“¿Entonces tenían un colaborador al acecho que los dejó entrar? ¿Y esa persona lo hizo todo sola?”.

“Probablemente contratarían ayuda temporal para la fiesta. Y si el patrón confiaba en uno de los colaboradores, eso bastaría para traer a los demás”. Nova levantó ligeramente la barbilla. “Pero creo que, en este caso, en lugar de que alguien se infiltre, ellos…”.

“Una conjetura está bien— no te detengas en el medio”.

“Sí. Probablemente convirtieron a alguien que ya trabajaba aquí, en su colaborador. Esa ruta es más simple, y menos derrochadora”.

“Hubiera pensado que sería más difícil”.

“Es lo mismo que cuando atacas, las paredes de un castillo. Buscas un punto débil, luego golpeas allí. Es una habilidad simple. Cualquiera puede recrearlo siempre que tenga capacitación y un punto de contacto”, dijo Nova con seriedad. “Por ejemplo, una fortaleza cerrada aún podría permitir la entrada de comerciantes, por lo que podría poner una carta con sus productos. A lo largo de la historia de la guerra, hay casos en los que los soldados que inspeccionaron esos bienes, o sus superiores, traicionaron a sus compañeros”.

“¿Ese tipo de cosas se enseñan en la Academia?”, preguntó Ix en un tono lleno de asombro y exasperación.

“Sí”.

“Hmph…”.

Miró alrededor del área. La tensión parecía haber disminuido ligeramente. Las conversaciones de los invitados se estaban volviendo más fuertes, por lo que nadie notó la suya, ya que estaba mezclada con la charla.

“Sin embargo, es un poco sorprendente”, dijo Nova.

“¿Qué cosa?”, dijo Ix.

“Que sean todas estas, personas con varitas”. Nova inclinó la cabeza. “Ottou dijo que tal vez había dos o tres varitas. No esperaba que cada persona tuviera una. Tal vez deberíamos cancelar el plan”.

“Espera…”, Ix puso una mano sobre su boca. “¿Realmente dijo eso?”.

“Sí”.

Ix parpadeó un par de veces.

Ottou nunca se equivocaba en nada. Si dijo que solo había dos o tres personas con varitas, entonces solo había dos o tres personas con varitas.

Lo que significaba que…

“Nova, ¿Cuánto tiempo tenemos antes de que comience tu plan?”, preguntó Ix rápidamente.

“Muy, poco tiempo”.

“Actúa como si te estuvieras derrumbando y empújame”.

“Sí”, respondió ella de inmediato, sin cuestionarlo.

Vacilante, se acercó a Ix, que cayó de espaldas.

“¿¡Qué está pasando!?”, se oyó un grito, y uno de los sirvientes se acercó.

“No tengo fuerza”, dijo Ix, dando una explicación al azar mientras miraba las manos del individuo. Colocando una palma en su frente, Ix se levantó lentamente y revisó a cada uno de los sirvientes a su alrededor.

Claro…

Aparentemente, también habían estado reteniendo su cerebro como rehén.

Había estado adentro todo el tiempo, sin ninguna salida.

Ser golpeado por un hechizo lo había dejado confundido, pero, aun así, no podía creer que no lo hubiera notado antes.

“Toma”, dijo Nova mientras le tendía una mano.

“Tu objetivo no es el hombre de antes”, le susurró Ix al oído mientras aceptaba su mano. “Es la mujer escondida detrás de ese pilar”.

“¿Por qué?”.

“Ella es la única con una varita real”.

“¿Y, los otros?”.

“Simples y viejos palos”.

“¿Estás, seguro?”.

“Es obvio. Por lo que puedo ver, en cualquier caso”.

“Comprendido”.

Pero sucedió algo más inesperado antes de que pudieran poner en marcha su plan.

Mali, que estaba sentada en la esquina como un gatito frente a ellos, de repente se llevó la mano al pecho y se dobló. Dejó escapar un débil gemido en medio de respiraciones irregulares. Su asistente se arrodilló a su lado y le frotó la espalda. Luego miró a su alrededor, su expresión era terrible. Un sirviente se acercó a ellas.

“Ella no se encuentra bien”, dijo bruscamente la asistente de Mali. “Ella necesita tomar su medicina y descansar un poco”.

“Nadie se va hasta que se cancele la Fiesta de la Carne”.

“¡Cómo pueden!”, lloró ella amargamente. “¿Cómo puedes ver morir a alguien así? ¿No dijeron que no harían nada violento?”.

“Nadie le ha hecho daño”.

“Rechazar el tratamiento equivale a violencia”.

La asistente miró a la sirvienta con lágrimas en los ojos, pero la ignoraron y se fueron. Los invitados cercanos a Mali la miraron con preocupación.

“En unos, quince segundos”, murmuró Nova. Empezó a moverse de una posición sentada a agacharse, con la tensión en sus piernas.

Sin una palabra, extendió su mano, mostrando cinco dedos delgados.

Ix se sobresaltó.

“¿Tienen un segundo?”, dijo él.

Todos los ojos se clavaron en él.

Un latido después, sucedieron muchas cosas, sin dejar tiempo en el medio.

Con un silbido agudo, la sombra sobre su cabeza se hizo más fuerte.

Nova desapareció de la vista y, casi en el mismo momento, el sonido de los cuerpos chocando entre sí resonó detrás de Ix.

La lona caída oscureció temporalmente su visión. Los gritos resonaron desde el otro lado del patio.

La tela también había cubierto a Ix, pero él fue el primero en ver lo que sucedía a su alrededor porque estaba de pie. Tanto los rehenes como los captores estaban agazapados en el suelo, cubriéndose la cabeza en un intento de protegerse. Algunos de los sirvientes miraban hacia el pilar donde había estado la mujer que empuñaba la varita, sus rostros estaban llenos de sorpresa.

Incluso el hombre calvo pareció desconcertado y sostuvo su varita frente a él con los ojos cerrados.

Directamente en línea con la trayectoria de la varita estaba Mali, acostada boca arriba como si hubiera sido golpeada hacia atrás.

Era casi como si un hechizo se hubiera desatado de esa varita.

¿Qué demoni…?

Ix se quedó mirando la escena, estupefacto.

El hombre agitó su varita con furia.

Ix inmediatamente corrió en esa dirección. Tropezó con alguien y casi se cayó.

El hombre notó que Ix se acercaba y dejó escapar un pequeño grito. La punta de su varita cayó directamente sobre Ix.

Ix levantó el brazo, pero aún necesitaría unos tres pasos más para acercarse.

Justo cuando se dio cuenta de que no lo lograría, una sombra gris descendió a la vista. Cuando aterrizó, el hombre calvo ya estaba derribado. No se volvería a levantar.

“¿Estás bien?”, preguntó Yuui, con su varita apuntando al hombre.

“Esa es la tercera vez”, respondió Ix.

“¿Qué?”.

La lluvia cayó. Se había vuelto más fuerte mientras Ix había estado en el patio. Se frotó los ojos.

Ix caminó hacia el hombre calvo, con Yuui detrás de él. Parecía estar inconsciente. Ix recogió el palo que había caído a los pies del hombre. Era una cosa tosca, solo un palo que había sido mal tallado para parecerse a una varita. La evaluación de Ix no cambió ahora que lo estaba viendo de cerca.

Miró a Mali. Su asistente había envuelto sus brazos alrededor de la mujer y estaba tratando de sentarla. Parecía que todavía estaba viva. Ix luego miró hacia el lado opuesto del patio para ver a Nova caminando en su dirección. Los sirvientes restantes habían arrojado sus palos al suelo y se alejaban gradualmente de ella.

El sonido de muchos pasos acercándose resonó desde el interior del edificio.

Todos los que se agacharon parecieron darse cuenta de lo que estaba pasando; lentamente, comenzaron a ponerse de pie e intercambiar miradas de alivio con sus vecinos.

“¿¡P-Por qué—!?”.

Un grito tembloroso resonó en el patio.

Uno de los invitados estaba señalando en dirección a Ix. Todo su cuerpo temblaba de miedo o rabia.

Confundido, Ix miró a su lado.

Vio la expresión congelada de Yuui.

La cara de ella estaba visible.

***

Después de que los llevaron de regreso a la habitación en el segundo piso, pasó bastante tiempo. El caos en el piso de abajo parecía haberse calmado significativamente—tal vez la mayoría de los invitados ya se habían ido a casa.

Mientras esperaban, Elión asomó la cabeza, les pidió que esperaran un poco más y se llevó a Ottou con él. Ya era medianoche. La lluvia estaba disminuyendo, pero se sentía húmedo en donde estaban.

Ix y Yuui se sentaron en sillas uno al lado del otro, pero no hablaban.

Él estaba jugueteando con el palo que había recogido antes.

Algo lo estaba molestando.

No algo sobre el palo, sino lo que le había hecho recordar.

La puerta se abrió y Nova regresó a la habitación. Se dirigió hacia Yuui y se sentó frente a ella. Así como Ix había se cambiado, ahora estaba de vuelta con su ropa holgada normal. Ix había oído hablar de su verdadero trabajo momentos antes.

“¿Cómo está Mali?”, preguntó vacilante.

“Ella no está, en buenas condiciones”, respondió Nova uniformemente. “Puede hablar, pero está peor que antes. Puede que no sea hoy o mañana, pero no le queda mucho tiempo”.

“Oh, no…”.

“Me dijeron que hay tres razones para su declive: La administración tardía de su medicamento, la tensión de estar en el patio durante mucho tiempo y el estrés emocional”. El flequillo de Nova hizo un ligero sonido cuando sus ojos se movieron hacia Yuui. “Si hubiera estado cautiva por más tiempo, estaría en un estado aún peor. Te expresaron su agradecimiento, Yuui”.

Ix miró el palo en sus manos y Nova continuó.

“Debes haberte equivocado, cuando creíste ver un hechizo. Su asistente dijo que Mali se cayó, porque se resbaló”.

“…Uh-huh”.

“No me dijeron, nada más”.

Después de ese punto, los guardias irrumpieron y capturaron a los atacantes. Solo dos de los intrusos estaban armados, y Yuui y Nova derribaron a ambos. El resto se rindió de inmediato cuando los guardias los apuntaron con sus varitas.

Al final, Ix todavía no sabía quiénes eran esas personas o cuál era su objetivo. Cuando mencionó eso, Nova ladeó la cabeza y dijo “Esto es solo, mi suposición, pero…”.

“¿Lo resolviste?”, preguntó Ix.

“Según su mensaje, creo que eran un grupo extremista de la Secta de la Secesión. ¿Los conoces?”.

“Vagamente”.

Dentro de la denominación del Nuevo Orden del Marayismo había varias sectas. Algunas de las más destacadas incluían la Secta de la Reformación, que pretendía reformar la Iglesia desde dentro; la Secta de la Secesión, que impulsaba la independencia; y la Secta del Equilibrio, que tomaba parte de las ideologías de los otros dos grupos.

“La Secta de la Secesión, desea expandir la influencia del Nuevo Orden, incluso si eso significa usar la fuerza”, explicó Nova. “Escuché, cuando visité la iglesia, que algunos grupos extremistas dentro de la secta, planeaban usar la Fiesta de la Carne para iniciar una revuelta”.

“¿Querían usar un festival…?”, preguntó Ix.

“Sí”, respondió ella rotundamente. “Hay algunos ejemplos de personas que se exaltan en los festivales, gritando opiniones contra la guerra o contra el país, hasta el punto en el que esto llevaba a una revuelta. Parece que planearon comenzar eso, a propósito. He escuchado que conspiraron, para incitar a la gente y destruir la Fiesta de la Carne, porque no se alinea con los ideales del Nuevo Orden. Sin embargo, se creía que esto era demasiado difícil, ya que hay pocos grupos extremistas, incluso dentro de la Secta de la Secesión”.

“¿Fueron tras este banquete porque ese otro plan parecía imposible?”.

“Fue, por desesperación”.

“Por eso su plan era tan ridículo”, dijo Ix con un movimiento de cabeza. “Pero sabes mucho, ¿No es cierto? Supongo que necesitarías información como esa con el trabajo que tienes”.

“Correcto”.

Yuui tenía su típica expresión mientras los escuchaba hablar. Después de que la gente había vislumbrado su cara y piel, rápidamente recuperó la compostura y respondió con calma. Gracias en parte al hábil encubrimiento de Elión, los asistentes no la culparon en el acto. Aun así, ella fue sometida a comentarios horribles de ellos. Algunos incluso gritaron que estaban seguros de que ella era la culpable. La familia Obryle probablemente también asumiría parte de la culpa de este incidente. Solo esperaba que no le pasara nada malo a Ottou…

Cuando la conversación de Ix y Nova se detuvo, Yuui hizo una sugerencia.

“Vamos con Gidens a Notswoll mañana”.

“Está bien”, dijo Ix, asintiendo.

“La Fiesta de la Carne es el día siguiente, ¿Cierto? Sin embargo, es lamentable que no pueda ver el festival en Leirest”, dijo Yuui.

“¿Querías verlo?”, preguntó.

“Bueno, no particularmente… Aunque, sí, me di cuenta de que se estaban construyendo esas grandes figuras de madera. Tenía algo de curiosidad en cuanto a su uso”.

“El desfile”, aclaró Nova. “Hacen caminar a las figuras, por la carretera principal. Es una exhibición normal en muchas grandes ciudades”.

“Ah, ¿Entonces es así?”.

Los ojos de Ix se abrieron completamente. Se miró las palmas de las manos.

“Eso es…”, dijo.

“¿Hmm?”, Yuui parpadeó, sin entender.

“Yo la empecé…”, murmuró. “Por eso no podía recordarlo; era solo un palo…”.

“Por ‘solo un palo’, ¿Te refieres a ese?”, preguntó Nova mientras señalaba el que tenía en sus manos.

“¿Hmm? No, no tiene nada que ver con eso. Si no me equivoco, ese todavía está en la tienda… Sí, estoy seguro de que lo puse en el almacén de Morna”.

Yuui lo miró fijamente a la cara.

“Um, ¿Podrías empezar de nuevo desde el principio y explicar las cosas para que todos podamos entender? Este es un mal hábito tan tuyo”, se quejó.

“Desde el principio…”, dijo él, frunciendo el ceño. “Bueno… Cierto, Notswoll. Te dije que recordaba haber escuchado el nombre en alguna parte, ¿Verdad? Me acabo de dar cuenta de en dónde”.

“¿Y eso era en?”.

“Recibimos una orden de alguien en ese pueblo hace mucho tiempo”.

Ix suspiró antes de continuar.

“Número de serie: 3403, Sucesión 2. Fue lo primero que hice. O el primero que se suponía que debía hacer”.

NT: Passing: en el sentido de sucesión.

NC: La sucesión es la “sustitución de una persona en el conjunto de las relaciones jurídicas transmisibles que correspondía, al tiempo de su muerte, a otra, o en bienes y derechos determinados que deja el difunto”.