Ryuu to Sairei (NL)

Volumen 2

Capítulo 2: La Bruja Come Personas

Parte 2

Aquella tarde empezó a caer una ligera lluvia. Se pasaron varias telas largas por el patio y se sujetaron a la barandilla del segundo piso. Se colgó otra cuerda desde arriba para tirar de ellas hacia arriba en el medio. Esto evitaría que el agua se acumule en el centro al permitir que se escurra por el borde de la lona.

“… No podemos ver lo que está pasando en el patio de esta manera”, notó Yuui. “¿Recuerdas la cara de Lady Mali?”.

“Algo”, respondió Ix con un asentimiento. “Incluso si no puedo distinguir quién es ella, puedo buscar a una anciana que parece estar a punto de desplomarse. No puede haber demasiadas de esas”.

“……”.

Yuui se quedó en silencio, luciendo como si estuviera perdida.

A su otro lado estaba Nova, mirando distraídamente hacia el patio también, o más bien las telas que lo cubrían. Todavía vestía su habitual atuendo holgado. Ottou también vestía su atuendo normal. Él no haría una aparición en el banquete.

Los cuatro llegaron a la mansión de los Obryle mucho antes de que llegaran los demás invitados. Entraron por una puerta trasera que Ottou normalmente usaba para ir y venir, pasando al lado de bulliciosos sirvientes mientras lo hacían. A los sirvientes les habían dicho que eran invitados privados de Elión.

Finalmente, los otros asistentes comenzaron a aparecer. Voces, risas y otros sonidos que vienen con las reuniones de personas resonaron en el segundo piso. El golpeteo de la lluvia en las lonas de arriba probablemente se sumó a la atmósfera de abajo.

Comenzó una interpretación de instrumentos musicales. Primero había una sola melodía; luego se unió una segunda, hasta que eventualmente hubo capas de música serena flotando en el aire. De vez en cuando, llegaba una salpicadura de manos aplaudiendo.

Algún tiempo después de que comenzase el banquete, la voz de un hombre resonó. Parecía ser una especie de saludo. Los aplausos llovieron sobre su discurso en múltiples intervalos. En el segundo piso, solo podían escuchar fragmentos, como “el festival de este año” o “gracias por toda su ayuda”.

Si iban a llevar a Mali arriba, tendrían que esperar un momento en que el banquete había durado bastante y no causaría revuelo si se fuera temprano. Probablemente estarían inactivos un rato más.

Ix volvió un rato a la habitación que le habían dado para poder cambiarse de ropa. Ni siquiera sabía cómo ponérsela, pero logró entrar en ella con la ayuda de Ottou. La ropa de Elión era un poco pequeña para Ix, pero habría estado ajustada incluso sin eso. El atuendo apretaba varias partes de su cuerpo, por lo que le resultaba difícil respirar. Presentaba muchos adornos y ornamentos sin sentido y muy pocas cosas que normalmente necesitarías. Ix no podía entender por qué a la gente le gustaba usar este tipo de cosas. Tal vez cuando eras rico, comenzabas a ver la tortura como una alegría o tu sensibilidad cambiaba. Teniendo en cuenta lo que había visto hasta ahora, Ix creía que lo último era lo más probable.

Nova también se estaba cambiando con la ayuda de Yuui. La ropa de mujer era aún más complicada que la de hombre. Ix no pensó que sería capaz de meterse en algo de eso, incluso con la ayuda de Ottou.

Cuando Yuui regresó, miró a Ix y se quedó boquiabierta.

“¿Cómo decirlo…?”, dijo ella, luciendo insegura. “No estoy segura de poder decir que te queda bien, pero, bueno, tampoco parece antinatural”.

“¿Sí? Entonces funcionará. Nova, ¿Tú también estás lista?”, preguntó

Ix.

“Sí”.

El atuendo que se había preparado para Nova era un poco demasiado grande para ella. Sus manos estaban medio escondidas por las mangas y sus ojos estaban oscurecidos por su flequillo como de costumbre. Sin embargo, no parecía desentonar con ella, tal vez porque estaba acostumbrada a usar galas.

La lluvia crecía constantemente en intensidad, aunque todavía no era muy fuerte. El banquete continuaba sin problemas.

“Ya era hora”, murmuró Ottou cuando miró hacia abajo.

“¿Cómo se ve?”, preguntó Ix.

“El movimiento general ha disminuido. Muchos asistentes están charlando en grupo o descansando. Algunos de ellos se irán pronto”, respondió el niño en un tono uniforme.

“¿Mali?”.

“La probabilidad es baja”.

“Gracias, Ottou,” dijo Ix. Luego se volvió hacia Nova y dijo: “Vamos”.

“Sí”.

Bajaron las escaleras y caminaron por el sendero que rodeaba el patio. Había varias luces instaladas en todo el patio, pero siguieron caminando cerca de la sombra, lo que permitió que Ix y Nova no fueran notados. Los sirvientes pasaron junto a ellos con pasos apresurados.

Observaron la fiesta. Todas y cada una de las personas vestían un atuendo resplandeciente y participaban en una charla amistosa. Como le habían dicho a Ix antes, la mayoría de los asistentes se movían en parejas de un hombre y una mujer. Debido a que se trataba de una fiesta previa al festival de la cosecha, había montones de carne suculenta en una sección del patio. También había otros platos vaporosos, pero parecía que apenas habían sido tocados. Evidentemente, la conversación tenía prioridad para estas personas.

Después de examinar la ropa ajustada de los asistentes, Ix de repente ladeó la cabeza, confundido.

“… ¿En dónde pones una varita en ese tipo de ropa?”, él preguntó.

“No lo, haces”, respondió Nova de inmediato.

“¿Hmm? ¿Por qué no?”.

“Es, increíblemente grosero traer un arma, a un evento social. La mayoría de la gente, vendría sin varita, o, la dejaría con el anfitrión cuando llegaran. Solo los guardias, pueden tener una”.

“¿Y dónde están?”.

“Deberían estar, en el perímetro. Ellos no, entran al banquete”.

“¿Tiene algún sentido tener seguridad, entonces?”.

En ese momento, Nova lo miró sin palabras. Luego dijo “… Ix, no tienes maná, ¿Verdad?”.

“¿Hmm? Sí, es cierto…”.

Durante su conversación, Ix y Nova habían doblado dos esquinas alrededor de la plaza, colocándose casi directamente frente a donde habían mirado antes desde el balcón.

Recorrieron aproximadamente un tercio de ese lado cuando Ix se detuvo.

“Creo que es ella”, dijo en voz baja mientras señalaba. “Sentada allí”.

Nova asintió, pero no habló.

Una anciana vestida de púrpura estaba sentada en una silla en la periferia. Era bajita y tenía el cabello largo y blanco. A su lado estaba una dama corpulenta que hablaba con la mayor de vez en cuando. Probablemente era su asistente, no una invitada.

Ix y Nova observaron hasta que las otras personas en el área se dispersaron un poco, luego entraron al patio. Caminaron casualmente.

La anciana los notó primero. Ix no recordaba muy bien su rostro, pero conocía esos ojos. Ojos dorados que brillaban como los de un niño.

La asistente notó que la mujer miraba en su dirección. Ella sonrió suavemente y se interpuso entre ella y ellos cuando Ix y Nova se acercaron.

“Buenas noches. ¿Puedo preguntar quién—?”.

“¿Eres Mali Saneeld?”, preguntó Ix en voz baja, ignorando al asistente.

El ceño de la asistente se frunció con molestia. Se aclaró la garganta en voz alta y dijo “Disculpe—”.

“Sí, lo soy”, respondió Mali mientras levantaba suavemente una mano.

La asistente miró hacia el cielo con exasperación y se hizo a un lado.

“¿Eres la noble que hizo un trabajo en el muro de varitas hace sesenta años?”, preguntó Ix.

“Lo soy”.

“Queremos preguntarle al respecto”.

“Bryan me dio su mensaje”, dijo Mali mientras se paraba con la ayuda de la asistente. “¿Vamos a ir a otro lado a hablar? ¿Supongo que tienes una habitación preparada?”.

“Quiero confirmar una cosa primero”, dijo Ix.

“¿Qué sería eso?”.

Ix la miró directamente y luego dijo “¿Eres la bruja?”.

Sus grandes ojos brillaron.

Su expresión era ilegible; luego, lentamente, habló.

“No, no lo soy”.

“¿Pero eso significa que has oído hablar de la bruja?”.

“Solo dijiste que había una cosa que querías comprobar”.

***

La asistente intentó seguir a Mali, pero la anciana la dejó en el primer piso y subió sola a la habitación. Los invitados a su alrededor no la cuestionaron cuando dijo que iba a descansar. Parecían suponer que Ix y Nova eran unos jóvenes amables y sinceros que la ayudaban. Sin embargo, estaba legítimamente inestable sobre sus pies, por lo que Ix le echó una mano mientras subían las escaleras.

Mali se sentó en una silla junto a la ventana y fijó sus ojos en ellos. Ix y Yuui se sentaron frente a ella. Nova estaba en un rincón y Ottou estaba junto a la ventana, mirando hacia afuera.

Ahora que podían verla bien, Mali parecía haber envejecido significativamente desde la última vez que la vieron hace solo unos meses. Sus movimientos eran débiles y su cuerpo parecía encogido en sí mismo. A veces, se ponía una mano en el pecho y soltaba una tos que sonaba dolorosa.

“Me disculpo por traerla aquí de repente”, dijo Yuui con una inclinación de cabeza. “Entiendo que es grosero de nuestra parte, pero le agradeceríamos que respondiera algunas preguntas”.

“No me importa en particular”, respondió Mali. Tomó un sorbo lento del agua que le dieron, luego dejó escapar un profundo suspiro. “¿Quiénes son, por cierto?”.

“Soy un aprendiz de fabricante de varitas. Layumatah, que estudió con el mismo artesano que yo, me pidió que investigara algo que tenía que ver con usted”, respondió Ix.

“La chica de allí y yo estamos echando una mano”, agregó Yuui.

“Layumatah… Ella es una de las aprendices de Munzil, creo. El mensaje que recibí decía que querías preguntar sobre el muro de varitas”, dijo Mali.

Ix fue inmediatamente al grano y dijo “Existe la posibilidad de que el muro de varitas en la capital se haya deshecho”.

“Hmph. No es bueno, si es verdad”. Mali asintió, su expresión no cambió.

“Es por eso que Layumatah investigó un poco por su cuenta. Descubrió que el método de emisión se usó en el muro de varitas durante algunas reparaciones hace sesenta años. Pero la cuestión es que eso fue treinta años antes de que el método de emisión se generalizara. Con una investigación un poco más detallada, descubrió que había una joven noble involucrada en el proyecto, alguien que no era una fabricante de varitas. Mali Saneeld era su nombre”.

“Ya veo. Bien investigado. ¿Significa eso que sospechas de mí?”.

“Para ser honesto, te he descartado cuando se trata del muro. Ha estado en Leirest durante los últimos años como bibliotecaria en jefe. Y aunque se jubiló recientemente debido a su mala salud, no tendría tiempo de llegar hasta la capital. Dudo que tenga algo que ver con eso. Eso debería ser suficiente para convencer a Layumatah”.

“Te agradecería que pudieras explicárselo. Como probablemente te des cuenta, no tengo la fuerza para viajar largas distancias para explicarme o ser interrogada. Y si me considera sospechosa, probablemente moriría durante la investigación”.

“Por ello, no es eso lo que queremos preguntar”. Ix negó con la cabeza.

Mali tomó otro trago de agua.

Afuera había oscurecido. Todo lo que podían escuchar era el sonido de la lluvia. Las velas brillantes de la habitación proyectaban sombras vacilantes sobre el rostro de Mali.

“Aparentemente, mi maestro le había dicho a Layumatah que una bruja diseñó el muro de varitas de la capital”. Ix fijó sus ojos en ella. “No me voy a andar por las ramas. ¿Eres la bruja que implementó el método de emisión?”.

“No lo soy. Lo dije mucho antes”.

“¿Pero sabes sobre la bruja?”.

“Sí”.

“¿La has conocido?”.

“Sí”.

“¿En Notswoll?”.

“……”.

Esa fue la primera vez que la expresión de Mali cambió visiblemente.

Sus ojos se abrieron y fijó una mirada aguda en ellos.

“No necesitas ocultarlo. O más bien, ya habíamos comprendido eso”, continuó Ix. “La bruja es una poderosa usuaria de magia que vive en el bosque de Notswoll. ¿Cuándo la conociste? No puedo imaginar qué razón tendría una noble de Leirest para ir a un pueblo atrasado”.

“Me imagino que querrías una respuesta para eso”, dijo Mali.

“Ottou”, llamó Ix, y el niño inmediatamente se volvió hacia él. Ix hizo un gesto hacia Mali y preguntó “¿Qué hay de ella?”.

Ottou dijo de inmediato “Desde que era una niña hasta que estaba cerca de la edad adulta, vivió en un pueblo cerca de Leirest. Ella vino a la ciudad propiamente dicha después y ha permanecido aquí desde entonces”.

“… ¿Qué es esto?”, preguntó Mali con un movimiento de cabeza. “Incluso la familia Obryle no debería haber podido deducir eso de sus investigaciones”.

“No fue de una investigación. Ottou acaba de analizar tu discurso y gestos para sacar una conclusión. Él puede hacer ese tipo de cosas”, explicó Ix casualmente. “Así que hasta que ella fuera adulta… Eso se alinea con mi cálculo”.

Yuui ladeó la cabeza, preguntándose a qué se refería.

“La bruja de Notswoll se come a la gente, ¿Verdad?”, explicó él. “Su víctima más reciente fue un bebé hace veinte años. Antes de eso, una niña fue devorada hace unos ochenta años. Y el trabajo en el muro de varitas ocurrió hace sesenta años. Eso equivale a casi dos décadas. Pero digamos que la chica que la bruja debería haber engullido regresó después de veinte años para trabajar en el muro de varitas con un conocimiento especial que había obtenido… A partir de ahí es fácil conectar los puntos”.

Ix miró a Mali como para preguntarle qué pensaba y ella cerró la boca.

En realidad, Ix no estaba seguro de su conjetura. La mayor parte eran inferencias que se le acababan de ocurrir en el acto, incluido el cálculo. Si alguien volviera y exigiera una prueba de lo que dijo, tendría que darse por vencido en ese mismo momento.

Pero Mali agachó un poco la cabeza. Dejó escapar un profundo suspiro. Se encogió más en sí misma y, por un breve momento, a Ix le preocupó que pudiera reducirse a la nada.

“Realmente has investigado”, dijo con una voz que tuvo que ser expulsada de su cuerpo.

“¿Así que lo admites?”, preguntó Ix.

“Sí, es como tú dices”.

“¿Que parte?”.

“… ¿Puedo tener un poco más de agua?”.

“Ah, s-sí”, dijo Yuui.

Rápidamente recogió el vaso vacío de Mali y corrió hacia la jarra de agua que se colocó antes. Al verla hacer eso, Ix se dio cuenta de que tenía hambre. Ahora que lo pensaba, habían estado esperando en el segundo piso todo este tiempo y no habían cenado. Yuui y Ottou también debían estar hambrientos. Sería una buena idea tomar algo de comida la próxima vez que bajara. Quedaba tanto del banquete que no podía imaginar que alguien tuviera objeciones.

Mali aceptó el agua de Yuui con un “gracias” y tomó varios sorbos.

“… Para ser honesta, he querido revelarle esto a alguien durante mucho tiempo”, dijo ella.

“¿Nos vas a decir?”, preguntó Ix.

“Nací en la familia Saneeld aquí en Leirest”, comenzó en voz baja. “Antes de tener la edad suficiente para tener recuerdos de la ciudad, me enviaron a Notswoll. Para el público, solo era la hija de un plebeyo, y así fue como me criaron. En ese momento, no entendía por qué las cosas tenían que ser así, pero para simplificar las cosas, era para poder escapar de una lucha de poder dentro de la familia. No mucho después de mi nacimiento, hubo múltiples atentados contra mi vida, por lo que mi madre decidió enviarme lejos. Un sirviente fue enviado conmigo para que actuara como mi guardián. Naturalmente, los aldeanos se dieron cuenta de que había algo inusual en mis circunstancias. Los niños también lo notaron, y a menudo me excluían de sus grupos de amigos. Ahora que lo pienso, era una cosa relativamente pequeña, pero sufrí bastante cuando era niña. Por supuesto, financieramente hablando, estaba libre de dificultades”.

Mali todavía agarraba el vaso vacío con ambas manos.

“Fue entonces cuando la conocí. Ah, sí, la bruja. Era esta época del año. Notswoll estaba en medio de la celebración de la Fiesta de la Carne. Ese fue el primer año que asistí al festival. ¿Y por qué fue eso? Por alguna razón, pensé que también podría disfrutar de la celebración ese año. Justo cuando estaba llegando a su fin, apareció la bruja. Todavía lo recuerdo… Hubo una gran tormenta, y la trajo consigo. Los aldeanos y los niños estaban aterrorizados y huyeron. Pero, como expliqué, estaba alienada del resto de Notswoll. Nunca antes había oído hablar de la bruja. No entendía a qué le tenían miedo todos. No lo sabía. No sabía que la bruja comía personas. Me pareció extraño que todos parecieran asustados… Intenté hablar con ella y le pedí que me llevara con ella. La bruja fue amable y me explicó que me consumiría. En ese momento, estaba bien con eso”.

Volvió su mirada distante por la ventana. Sin embargo, su voz era suave y confiada mientras contaba la historia, desmintiendo su edad y condición.

“Pero todavía estás viva”, dijo Ix.

“Sí, lo estoy. La bruja me llevó a su casa, pero no me devoró inmediatamente. Ella no me explicó por qué. Ella solo dijo que sería ‘un desperdicio comerte ahora’. Viví en esa casa en el bosque con ella así durante casi las próximas dos décadas. Unos años después de pasar a la edad adulta, dejé el bosque. O, mejor dicho, fui perseguida”.

“¿Perseguida?”, preguntó Yuui.

“Me da vergüenza admitirlo, pero me asusté. Me dijo que pronto me comería. Sí, después de pasar veinte años allí, no podía soportarlo más. Estaba aterrada. No quería que eso sucediera; No pude evitarlo. Así que esperé el momento adecuado y me escapé del bosque. Pero había una familia que no conocía viviendo en mi casa en el pueblo, y el sirviente que había venido conmigo originalmente aparentemente había fallecido. ¿Qué esperarías? Todos pensaron que estaba muerta, que me habían engullido”. Mali sonrió amargamente.

“Sin otra opción, confié en mis vagos recuerdos de cuando era una niña pequeña y me dirigí a Leirest. Ah, cómo recuerdo ese viaje. Caminando por caminos embarrados, sin saber si había elegido la calle correcta. Pero de alguna manera, lo logré. Visité la mansión Saneeld y les dije que era hija de su clan. Nadie me creyó al principio, pero pude probarlo con el único escudo familiar que me habían hecho para llevar conmigo. Para entonces, la enemistad en la casa Saneeld había terminado hacía mucho tiempo. Mi madre salió victoriosa y eligió a otro sucesor en mi lugar, creyéndome muerta. Necesitaba demostrar mi valía para ganarme un lugar en la familia. Fue entonces cuando me enteré de la construcción en el muro de varitas”.

“Entonces el método de emisión—”.

“Vino del conocimiento de la bruja, como ya te has enterado. Tuve muchas oportunidades de ver su magia durante los veinte años que pasé con ella. No entendía la mayor parte, pero podía hacer algunos de sus trucos. El método de emisión fue una de las cosas que aprendí. Era mi único salvavidas. Les dije a los demás que era estrictamente confidencial e implementé la técnica en el muro de varitas durante las reparaciones. Los artesanos tampoco parecían entenderlo, pero se convencieron cuando les mostré los posibles resultados. Esa es la totalidad de mi experiencia”.

La habitación quedó en silencio durante un rato.

Mali no tenía motivos para mentir, y nadie podía improvisar una historia tan larga y cohesiva. Dejando a un lado la posibilidad de detalles olvidados, lo que acababa de decir era la verdad.

Lo que significaba que era una prueba.

La bruja se comía a la gente. El rumor era cierto.

Y su conocimiento estaba treinta años por delante del de la humanidad, como mínimo.

En este punto, no podía simplemente descartar los cuentos como imposibles o absurdos.

“La bruja… está en Notswoll, ¿Verdad?”, preguntó Ix, aunque la respuesta era obvia.

“Sí, lo está. Estoy segura de que todavía lo está”, respondió Mali. Su tono era tan natural que al principio él no se dio cuenta de las lágrimas que brotaban de sus ojos. “Por eso no soy la bruja. Yo… yo solo corrí. Pasó veinte años conmigo y… yo la traicioné. Al final estaba… débil y asustada…”.

“U-Usted no la traicionó”, dijo Yuui. “Te habría devorado. Cualquiera se habría asustado. No hay necesidad de sentirse avergonzada por correr. Es una reacción completamente normal. No debería culparse a usted misma…”.

“Pero… le dije. El día que nos conocimos, se lo dije. Que no me importaba… lo hice, sé que lo hice…”.

***

Esperaron a que Mali recuperara la compostura antes de que Ix la llevara abajo. Él sólo la acompañaba para ayudarla a bajar las escaleras, por lo que Nova dijo que estaría bien si no los acompañaba.

Sostuvo su mano arrugada mientras descendían paso a paso. Se sentía mucho más fuerte de lo que había imaginado que sería basado solo en la apariencia.

La asistente de Mali estaba esperando al pie de la escalera. Ix recordó que había pensado en conseguir algo de comida para todos.

“¿Qué sucede?”, preguntó Mali mientras lo miraba.

“Es solo que… quiero llevar algo de comida del banquete para arriba, pero parecerá sospechoso si lo hago, ya que tendré que tomar suficiente para cuatro personas”, respondió Ix.

“Podrías pedirles a los sirvientes que lleven un poco”.

“Oh, sí…”, dijo, dándose cuenta de que así era como pensaban los ricos.

“Puedes pedirle ayuda”, dijo Mali, señalando a la asistente que los miraba con alivio en el rostro.

“¿Está segura?”.

“Gracias a todos ustedes, pude recordar mis errores. Esto no es nada”.

Nunca consiguieron su cena al final.

Con la ayuda de Mali, Ix pidió a los sirvientes que trajeran la comida. Se decidió que obtendrían comida directamente de la cocina en lugar de lo que estaba dispuesto en el patio. Esperó en el camino por un rato para poder acompañarlos a la habitación, pero no aparecieron. Luego comenzó a preocuparse de que en realidad podrían estar cocinando comida fresca.

Fue entonces cuando estalló una discusión en una de las puertas que daban a la mansión.

Ix se acercó y vio a un sirviente parado frente a la entrada, con una expresión ansiosa con los brazos abiertos. Frente a él había un grupo de personas que expresaban quejas. Aparentemente, no podían salir.

Ix decidió que era poco probable que llamara la atención con esto, así que rápidamente habló con un invitado cercano.

“¿Que está pasando?”, preguntó.

“No estoy seguro— acabo de venir…”, respondió el asistente. Lanzó una mirada rápida a Ix, pero luego volvió la mirada de inmediato. “Había algo sobre veneno, y nos pidieron que no nos fuéramos”.

“¿Veneno?”.

Un momento después, otros sirvientes cruzaron la puerta hacia el patio. Algunos de ellos parecían alarmados mientras ahuyentaban a los transeúntes. La mayoría de los asistentes parecían no tener idea de lo que estaba pasando y se alejaron, confundidos.

“Mis disculpas a todos. Soy uno de los empleados de la cocina”, dijo el sirviente en la puerta, esta vez alzando la voz. “Ocurrió un error durante la cocción, lo que resultó en un gas venenoso en la cocina. Por lo general, es inofensivo, pero respirar en grandes cantidades puede tener impactos en la salud. Actualmente estamos ventilando el gas, y agradezco su paciencia mientras lo hacemos”.

Hubo algunas quejas, pero la mayoría de los invitados parecían satisfechos con la explicación. Regresaron al patio con expresiones despreocupadas, mirando a los que todavía estaban colgando y frunciendo el ceño con desaprobación. Las personas que aún se quejaban notaron esas muecas y también retrocedieron. Un hombre, que podría haber sido miembro de la familia Obryle, se acercó rápidamente al sirviente.

Con eso, Ix decidió que no podía esperar una comida pronto. Decidió regresar a la habitación por ahora y trató de subir las escaleras, pero otro sirviente le impidió el paso. Esta era una mujer.

“Quiero subir”, dijo Ix.

Podía sentir los ojos sospechosos de los otros asistentes juntándose sobre él, quienes podrían haber sospechado que causaría una escena.

“Mis disculpas, señor, por favor espere aquí”, respondió ella.

“¿Por qué? Si es seguro aquí, el segundo piso también debería estar bien”.

“Simplemente me han dado órdenes en ese sentido. Lo siento, pero por favor espere en el patio”.

“Bien …”.

No había mucho que pudiera hacer si ella insistía. Estaba a punto de regresar a una esquina y quedarse allí, pero en cambio entabló una conversación informal con la sirviente.

“Todos ustedes se ocupan de muchos tipos de trabajos, ¿No es así?”, preguntó.

“¿Señor?”.  La  mujer  parpadeó confundida.  “Oh,  sí…  Lo  hacemos.

Actualmente actúo como mesera, pero normalmente soy limpiadora”.

“¿Qué hay de la jardinería?”.

“¿Hmm?”.

“Estabas en el jardín esta mañana, ¿No? Llevabas un overol. ¿Lo estabas limpiando? Supongo que suele ser un trabajo especializado…”.

La mujer lo miró con la cabeza ladeada durante unos segundos y luego sacó algo largo y delgado de su bolsillo interior.

Ix se preguntó qué podría ser, pero rápidamente se dio cuenta de que era un objeto con el que estaba muy familiarizado.

Era un palo suave y trabajado— una varita.

Justo cuando se preguntaba si estaba bien que los sirvientes llevaran varitas mientras que los invitados no, la punta del instrumento brilló. Cerró los ojos contra la luz cegadora.

Cuando los abrió, estaba tendido en el suelo boca abajo, con la mejilla presionada contra el pavimento de piedra del patio.

¿Tal vez se había derrumbado por la sorpresa del brillo? Debía haberse golpeado la cabeza también; su visión era borrosa y su cuerpo se sentía entumecido y no se movía correctamente.

Ix logró plantar sus manos en el suelo y lentamente se empujó hacia arriba. Después de sacudir la cabeza muchas veces, cerró los ojos con fuerza. Ahora las cosas estaban finalmente claras.

… ¿Qué demonios estoy haciendo?

Seguramente todos deberían haber estado mirándolo, ya que se había caído, pero por alguna razón, ninguna persona a la vista miraba en su dirección. De hecho, todos estaban sentados en el suelo en ordenadas filas. Fue una vista inusual. Estaban ensuciando la ropa elegante que todos se habían alardeado usando. Sin embargo, si su sensibilidad era retrógrada, entonces tal vez pensaron que estaba bien ensuciar ropa costosa. Quizás esto también fue algo que hacías en los banquetes para los ricos.

En ese momento, algo lo golpeó en la espalda y cayó hacia adelante.

Dándose la vuelta, Ix vio a otro sirviente de pie allí, mirándolo. Tenía una varita en su mano derecha. Le dijo a Ix que se pusiera de pie.

Ix se puso de pie, dándose cuenta de que el hombre lo había empujado. La ropa elegante que Ix había tomado prestada se había ensuciado. Intentó limpiarla, pero fue inútil. Eso no era bueno.

“Camina”, ordenó el hombre mientras presionaba la varita en la espalda de Ix.

“¿Qué está pas—?”.

“Camina”.

El hombre empujó la espalda de Ix y este tropezó. Tuvo un ataque de tos. Algunas de las personas sentadas en filas lo miraron.

Parecía que el hombre le estaba ordenando a Ix que se uniera al tumulto de personas. Hizo lo que le indicaron y caminó hasta el final de una de las filas, luego se sentó. Había tres filas en total, y todos estaban de lado. Mali y su asistente también estaban allí, en diagonal frente a él. No eran solo los invitados en la fila, también había sirvientes alineados. Un vistazo rápido a su alrededor le dijo a Ix que estaban rodeados por varios otros sirvientes.

“¿E-Estás bien?”, llegó un susurro silencioso.

Ix se dio la vuelta y vio al invitado que le había contado sobre el veneno.

Parecía tenso.

“¿Estar bien?”, preguntó Ix confundido.

“Bueno, tú… Un hechizo te golpeó y derribó. Te quedaste ahí convulsionando durante tanto tiempo que comencé a pensar que no lo lograrías…”.

“……”.

“Ah, no te obligues a hablar si todavía no te sientes bien”. El hombre abrió la mano. “Pero buen trabajo… o tal vez eso no es lo correcto para decir. Bien visto, en realidad. Oh cierto, mi nombre es Marlan. Uh, ¿Eres miembro de la familia Obryle?”.

“… Soy Ix”.

“Señor Ix, debe tener ojos de águila, ha-ha… ha”.

La multitud de repente comenzó a zumbar. Uno de los sirvientes que rodeaban el patio se adelantó y los miró. Era bastante viejo y con la cabeza calva.

“Todos, me disculpo por asustarlos, pero estamos promulgando la voluntad de Dios. Creo que aquellos de ustedes que, como nosotros, han tomado su purificación aprobarán nuestras creencias lo suficientemente pronto”, dijo mientras extendía los brazos.