Ryuu to Sairei (NL)

Volumen 2

Capítulo 1: La Bruja Vive En El Bosque

Parte 3

“Bueno, si esto no es un tugurio”, murmuró Gidens después de echar un vistazo a la tienda. “¿De verdad este es el lugar?”.

Ix no respondió mientras abría la puerta. No había nadie en la parte delantera de la tienda.

“¿Morna?”, llamó Ix hacia la parte de atrás. Un traqueteo vino en respuesta. Ella estaba aquí, en alguna parte, aparentemente.

Esta tienda le pertenecía a Morna, quien también había estudiado con Munzil. Actualmente, Ix vivía y trabajaba aquí como su aprendiz.

Él se abrió camino hacia el lugar, pasando montones desordenados de materiales de artesanía, además de varitas y bastones alineados ordenadamente en exhibición. A medida que se adentraba más, la puerta interior se abrió violentamente.

“I-Ixie”.

Allí yacía—o quizás era más apropiado decir, allí se tambaleaba— una mujer de aspecto increíblemente enfermizo medio agachada. Su piel era enfermizamente pálida, y su altura se reducía debido a su postura encorvada. El cabello largo y dañado se le pegaba a la cintura y su ropa de retazos estaba completamente sucia. Ciertamente solo había una persona así en todo el reino.

“H-he-he-he, I-Ixieee… ¡Gurgh!”.

Dejó escapar un sonido perturbador cuando se acercó a Ix, quien rápidamente empujó su cabeza hacia abajo con su mano. La sensación de su cabello seco parecía persistir en su palma incluso después de que se lo quitó.

Con el rostro sin expresión, preguntó “¿Dónde está Ottou?”.

“P-p-p-por alguna razón, él no ha venido en los últimos días… A-así que…”.

“Has estado encerrada en la tienda todo este tiempo, ¿Verdad?”.

“S-sí. B-bienvenido de nuevo”.

Él señaló detrás de sí mismo en silencio.

“¿Q-Qué…?”, preguntó Morna mientras miraba afuera. Su rostro se puso pálido. Ella presionó una mano sobre su boca. “Urgh…”.

“No vomites aquí—sería un fastidio limpiarlo”, dijo Ix mientras la sostenía y la conducía hacia la parte de atrás. Se giró para decir: “Solo entren. Parece que conocer a dos personas nuevas al mismo tiempo fue demasiado para ella”.

Necesitaban un lugar para hablar, así que todos terminaron entrando a la tienda; Yuui, Nova y Gidens estaban allí. Ix era consciente de lo mala que era Morna en tratar con la gente, pero eso no la hacía vomitar a menudo. Debió haber reaccionado tan mal esta vez ya que había estado sin contacto durante los últimos días.

Ix palmeó la espalda huesuda de Morna mientras paseaba la mirada por la trastienda. Era mucho peor aquí que cuando se fue a la capital. Ella no se había ocupado de la limpieza, o alimentado a sí misma, en ningún caso. Sin embargo, no se podía evitar con Ottou afuera, en cualquier caso…

Una vez que estuvo seguro de que Morna se había calmado, Ix regresó al salón de la tienda. Esta sección también era un desastre, pero teniendo en cuenta que en realidad había lugares para pararse, era mejor que la parte de atrás.

“¿Morna está bien?”, preguntó Yuui, preocupada.

“Sí, ella está bien. Se recuperará con un poco de descanso”.

Mientras él miraba a su alrededor, notó que Nova se había agachado en un rincón de la habitación. Tenía las manos sobre las rodillas y no se movía en lo absoluto. Era casi como si estuviera diciendo “Mi trabajo ha terminado aquí”.

“Ah, ¿Todo está bien ahora?”, preguntó Gidens, apartando los ojos de la fila de varitas y bastones para mirar a Ix. “No puedo distinguir una varita buena de una mala, pero ¿Esa dama alta de antes hizo todas estas?”.

“Sí”, respondió Ix.

“Huh… ¿Qué tal las que hiciste tú?”.

“¿Cómo supiste que yo era un fabricante de varitas?”.

“Me diste la mano”, dijo Gidens como si fuera obvio, y abrió su mano derecha. “Tienes callos en todo tipo de lugares extraños. Está claro como el día que es la palma de la mano de un artesano, porque todo lo que haces es usar herramientas extrañas. Pero, vaya, nunca pensé que podría existir una pequeña tienda de varitas tan deteriorada como esta. ¿Seguro que no estás cobrando de más por un par de buenos palos que encontraste? … Nah, solo estoy jugando”. Puso una mano en el hombro de Ix. “Lo siento, tengo un amigo que trabajó duro para ahorrar, pero al final no pudo comprar una. No pude evitar que ese pequeño sarcasmo se me escapara”.

“… Eres el sacerdote de Notswoll, ¿No es verdad?”, preguntó Ix mientras miraba a Gidens con recelo.

“Nunca dije que era sacerdote; Soy solo un lector. Un lector recorre todos los pequeños pueblos que no tienen iglesias, y recitan escrituras e himnos y todo eso a la gente. Otra persona es el sacerdote oficial de Notswoll. Aunque no es que lo haya conocido”.

Ix se llevó la mano a la barbilla y miró a Gidens.

“Oye, no me mires así”, respondió el hombre. “Tienes cosas que quieres preguntarme, ¿No es verdad? Necesito irme de la ciudad pasado mañana, así que, si tienes preguntas, date prisa y hazlas”.

“¿A dónde vas?”, preguntó Yuui.

“No solo voy, vuelvo. A Notswoll. Tengo que estar allí para la Fiesta de la Carne. Solo vine a Leirest para ayudar al Abuelo con algunas cosas. Comprando cosas para el festival. Pero he estado viajando por los pueblos, así que comenzaron a extrañarme aquí…”, Gidens siguió parloteando. “Ah, no querrás oír hablar de mí, ¿Cierto? De todos modos, fui a visitar la iglesia, y esa joven me agarró”.

Nova solo asintió levemente cuando Gidens le hizo un gesto. Él negó con la cabeza, resignado de que ella realmente no iba a hablar, luego se giró hacia Yuui e Ix.

“Entonces, ¿En dónde exactamente escucharon sobre la bruja?”.

“E-Espera”, intervino Yuui mientras agitaba su mano de lado a lado.

“¿Quieres decir que sabes de la bruja? ¿Está en Notswoll?”.

“… Bueno, yo pregunté primero ahora, ¿No?”, dijo Gidens mientras mostraba sus dientes en una sonrisa. “Pero está bien. Sí, seguro que sí, señorita. La bruja vive en el bosque de Notswoll”.

La rápida respuesta hizo que Ix y Yuui intercambiaran miradas. Gidens les devolvió la mirada, todavía sonriendo.

Después de unos segundos de silencio, Ix preguntó lentamente “¿Has visto a la, uh… bruja?”.

“Por supuesto. No solo yo, en verdad; todos los aldeanos la han visto al menos una vez. Eso es porque viene la noche de la Fiesta de la Carne todos los años.

“¿Huh?”.

“¿Qué?”.

Tanto Ix como Yuui soltaron gritos de sorpresa al mismo tiempo.

“Está bien, me hice de la vista gorda ante su falta de modales dos veces. A continuación, van a responder a mi pregunta. Gidens los miró a los dos. “Bueno, entonces todos en el pueblo saben sobre la bruja, pero ninguno de ellos le diría a un forastero. Entonces, ¿Cómo fue que ustedes se enteraron de esto?”.

No mencionaron el problema con el muro de varitas, pero le contaron a Gidens sobre los dos aventureros que Yuui había capturado en la capital.

Una vez que terminaron su historia, Gidens se cruzó de brazos y murmuró para sí mismo. Reflexionó sobre algo durante un rato, frunciendo el ceño.

“Lamento decirlo, pero no sé nada sobre estos aventureros. Ni siquiera sé qué hace la bruja normalmente. No hay mucho que pueda decirles”.

“Qué tal esto. ¿Los Enedo viven en el bosque?”, preguntó Yuui con un dedo levantado.

“Quién sabe. La gente no pisa el bosque, así que realmente no puedo decir qué viven o no viven allí…”.

“¿La gente no va al bosque?”, preguntó Ix con el ceño fruncido.

Los bosques eran un tesoro de recursos naturales. Eran particularmente valiosos dentro del reino, hasta el punto de que no era muy raro que se libraran batallas por ellos. La situación sería diferente si las bestias mágicas habitaran allí, pero el hecho de que hubiera un pueblo cerca significaba que no debería haber criaturas peligrosas. La gente debería haber estado moviéndose en el área ahora.

“O sea, entran un poco. La gente necesita leña. Pero no hay muchos lo suficientemente curiosos como para ir, también—Ah”, respondió Gidens cuando pareció darse cuenta de algo y sonrió. “Eso es. Puede que no hayan oído esa parte”.

“¿Escuchar qué parte?”, preguntó Yuui.

“Dije que ella viene en la noche de la Fiesta de la Carne, ¿Correcto? Pero eso no es porque ella quiera bailar con los aldeanos. También es un festival de la cosecha para ella”.

“Te refieres a—”.

“Ella viene a engullir a la gente. Al igual que nos damos un festín con la carne y bebemos licores, la bruja devora seres humanos. Cuando ella aparece, es el final del festival. Todos y sus abuelas se encierran en sus casas y hacen de todo para proteger a sus pequeños para que no se los lleve. La bruja no puede encontrarte si estás en una casa, ¿Entienden? Ese es el tipo de terror que acecha en el bosque. También es por eso que nadie se acerca demasiado o habla de ello con extraños. No quieren que los vaya a buscar”.

“……”.

Sin saber qué decir, Ix cerró su boca, que había estado abierta. Yuui probablemente estaba en un estado similar de incredulidad.

“Ustedes dos, parece que el gato les ha comido la lengua”, notó Gidens, con precisión, mientras miraba alternando entre ellos. “Así que esa es la bruja. No es solo una poderosa usuaria de magia”.

“… ¿Alguien ha sido comido alguna vez? ¿La gente no solo dice eso?”, preguntó Ix.

“Ha-ha, pensé lo mismo que tú antes, así que leí un poco al respecto. Cuando lo hice, encontré algunos registros reales en la iglesia”. La sonrisa de Gidens aún no se desvanecía mientras hablaba. “Sí, definitivamente fueron comidos. Eso o, al menos, personas desaparecieron el día del festival en ‘circunstancias inusuales’. Tampoco es solo un cuento popular sobre la historia antigua. La última vez que devoraron a alguien fue hace veinte años. Sin embargo, no lo vi con mis propios ojos, porque solo me enviaron allí hace dieciocho años. Sin embargo, todos en la ciudad lo recuerdan. Un pequeño bebé fue devorado la noche del festival”.

“¿Un bebé?”.

“Eso es lo que dicen los registros. Supongo que fue tragado antes de que alguien lo nombrara”. Gidens se encogió de hombros ante el horror de la historia. “Esto sucedió poco después de que naciera el bebé. Su madre estaba enferma y murió durante el parto…”.

“¿Enferma? ¿Qué pasa con el padre?”.

“Si la memoria no me falla… Él no estaba allí en primer lugar”.

“Uh-huh…”. De repente, Ix desvió la mirada y se tapó la boca con una mano. Respiró lenta y profundamente. “… ¿Y con qué había enfermado la madre?”.

“¿Huh? No se me viene a la memoria. ¿Es un detalle importante?”.

“No, es solo que… eso fue cuando estaba presente el sonim”.

“¿Hmm…? Ah… Sí, eso fue. Ahora que lo mencionas, vuelve a mí. Sí, la madre tenía sonim. Recuerdo haber leído eso. Gidens asintió hasta que pareció cogido por sorpresa y se detuvo confundido. “Espera. Eso es extraño, ¿No? No he oído hablar de un niño nacido vivo de una madre con sonim…”.

De repente, la fuerza abandonó las piernas de Ix y se derrumbó en una silla cercana. Luego miró hacia el techo, con una expresión de asombro en su rostro.

¿Eso significaba…?

¿Podría ser que…?

“I-Ix, ¿Estás bien?”, preguntó Yuui, luciendo preocupada mientras se paraba frente a él. Ella también se había dado cuenta, notó Ix. Mirando a su alrededor, notó que Gidens y Nova también lo estaban mirando.

“Sí…”, respondió débilmente. “¿Tú… recuerdas algo antes de eso?”.

“¿Huh?”, preguntó Gidens con una expresión confusa.

“¿Recuerdas algo sobre las personas que fueron engullidas antes de ese bebé?”.

“Oh, uh, había… Eso es, una niña”.

“¿Una chica?”.

“Está volviendo a mí lentamente. Había una niña muy joven. Ella fue devorada en el día de una tormenta. Eso debe haber sido hace unos ochenta años. Y antes de eso—”.

“¿Ochenta años?”, Ix levantó una mano para detener al lector. “No puedo creerlo— ¿Estás a punto de decirnos que la bruja es inmortal?”.

“¿Qué, ustedes, también saben sobre eso?”.

***

Cuando él vio al sol sumergirse en el horizonte, Gidens abandonó la tienda.

Yuui regresó de salir a comprar la cena y Morna había llegado al frente de la tienda, finalmente recuperada. Parecía estar charlando con Ix sobre algo. Nova, por otro lado, estaba en silencio como siempre, todavía agazapada en el mismo lugar exacto en el que había estado cuando Yuui se fue.

“H-hee-hee, Layumatah… el muro de varitas…”, gritó Morna emocionada cuando escuchó sobre su compañera aprendiz. “H-hoo-hoo-hwee, i-i-increíble. Quiero ver”.

“Pensé que dirías eso…”, dijo Ix con un suspiro. “Pero nos hemos topado con un obstáculo desde el principio. No podemos reunirnos con Mali, y la bruja parece no tener ninguna relación, pero si informamos a Layumatah con lo que tenemos ahora…”.

“¿Estará enojada?”, preguntó Yuui.

“Ella hará que lo hagamos de nuevo. Tendremos que seguir así hasta que obtengamos los resultados que ella quiere”.

“Ya veo…”.

Yuui había visto a Layumatah un par de veces, pero estaba tan abrumada por la máscara y la ropa que no había entendido nada de la mujer. Yuui sabía que era extraña, aunque no más que Ix o Morna en ese aspecto, pero ya lo esperaba desde el momento en que escuchó que Layumatah era la primera aprendiz de Munzil”.

Mientras los cuatro cenaban, la conversación naturalmente giró en torno a la bruja.

“Come gente; es inmortal… Todo parece encajar perfectamente”, comentó Ix con los brazos cruzados.

“¿E-El m-m-maestro dijo e-esas cosas?”, preguntó Morna confundida.

“N-Nunca había escuchado sobre eso antes”.

“Layumatah dijo que solo se lo oyó de él una vez. No había descartado la posibilidad de que él solo estuviera inventando tonterías”.

“Pero según Gidens, la bruja existe”, respondió Yuui.

“Sin embargo, todavía hay lugar para la duda. No sabemos si podemos confiar en lo que él dice…”.

“Como mínimo, tienes que aceptar que hay una leyenda sobre la bruja en Notswoll”, ella insistió.

“…Oh, sí”, dijo Ix, dándose cuenta de algo. “Morna, ¿Alguna vez has oído hablar de una ciudad llamada Notswoll?”.

“¿H-huh? N-No, no la he oído…”.

“Oh… Entonces tal vez no tenga nada que ver con la fabricación de varitas…”. Se cruzó de brazos de nuevo. “¿Podría eso ser realmente…?”.

Yuui sabía lo que él tenía en su mente.

Ix se preguntaba si el bebé que la bruja se había comido hace veinte años era realmente él. Ix había sido abandonado cuando era un bebé frente a la tienda de Munzil. Nadie sabía nada de sus padres ni de su pasado. Pero el niño de la historia encajaba en el momento en que lo encontraron, y el hecho de que la madre hubiera contraído sonim lo hacía más probable.

Normalmente, las mujeres infectadas darían a luz niños muertos. Las probabilidades de que un bebé sobreviviera eran casi infinitesimales—solo se había producido un caso registrado en todo el reino. El niño que había sobrevivido carecía de maná, algo que todos los seres humanos poseían. Ix también era un humano nacido sin maná, por lo que era lógico que su madre hubiera contraído sonim.

Si realmente era ese bebé de Notswoll, planteaba una serie de preguntas.

“Por cierto”, habló Nova inesperadamente mientras levantaba la mano.

“¡Ah!”, Morna se quedó helada.

“Perdón”, respondió Nova.

“Ah, h-h-ho, oh, no…”. La fabricante de varitas trabajó furiosamente para pronunciar las palabras, su expresión era tensa.

“No tienes que responderle a Morna cada vez que se pone así. De lo contrario, esto nunca terminará”, comentó Ix con frialdad. “De todos modos, ¿Qué pasa?”.

“Es solo, que algo, me está molestando”, dijo Nova vacilante. “¿Es posible, la inmortalidad?”.

Así de simple, fueron empujados instantáneamente al tema sobre el que habían estado bailando. Los tres cerraron la boca. Pero si iban a investigar a la bruja, tendrían que considerarlo realmente.

“¿Eso está dentro de los reinos de la magia estándar o también estamos incluyendo la magia de dragón?”, preguntó Yuui, tratando de determinar si estaban suponiendo maná finito o infinito.

“Cualquiera de las dos”, respondió Nova.

Después de un momento de silencio, con todos tratando de evaluar la siguiente declaración del otro, Ix terminó siendo el primero en hablar.

“No creo que sea posible. Por supuesto, eso solo se basa en el conocimiento que tengo disponible ahora”.

“Escuchemos tu razonamiento”, insistió Yuui.

“Llamarlo ‘razonamiento’ es darme demasiado crédito. De todos modos, es simple. No hay criaturas inmortales alrededor. No que sepamos de todos modos. ¿Cierto?”. Miró cada uno de sus rostros. “Entonces eso significaría que la bruja es la única excepción a esa regla. Lo cual parece difícil de creer. ¿No crees que esa es solo la, uh, conclusión de sentido común? Sin embargo, supongo que no se trata de cómo funcionaría o no, sino de si existen o no”.

Yuui asintió una vez. “Es una línea de pensamiento simplista, pero creo que es una conclusión apropiada dentro del campo de la magicología estándar”, respondió ella. “Sin embargo, no es la conclusión a la que se llegaría si se estuviera considerando la magicología especial. No hay criaturas inmortales en este mundo, pero todas las criaturas vivientes tienen maná finito. Sin embargo, ¿Qué pasaría si la bruja tuviera maná infinito? Estoy segura de que lo saben, pero la larga esperanza de vida de los elfos a menudo se atribuye a su mayor volumen de maná”.

“La conexión entre la duración de la vida y el maná es un cuento de hadas sin fundamento”, intervino Ix con un movimiento de cabeza. “El maná es solo una fuente de energía. No tiene ningún efecto sobre el mundo en sí mismo. No, a menos que este se convierta usando una varita”.

Si bien Yuui aceptaba en gran medida lo que él dijo, sintió que este tema merecía más debate. Ella pensó por un momento.

“Eso no es necesariamente cierto”, insistió. “Hay una tendencia general de larga vida entre los usuarios de magia famosos. Si bien no podemos estar seguros de que se trate de un vínculo causal, podemos ver claramente una correlación. Si ese es el caso, ¿Podría haber alguna conexión que actualmente no entendemos? Sin embargo, tampoco se trata de cómo funcionaría o no, sino solo de su existencia”.

“Qué manera de volver mis palabras en mi contra”.

“Bueno, tanto lo que a ti como a mí se nos ocurrió ahora es solo una potencialidad”.

“¿Vamos a hablar de realidades también, no solo de potencialidades? Un problema mayor sería si la magia infinita es posible o no…”.

“¿Qué hay de extraer maná de organismos cercanos?”, reflexionó Yuui, pensando en el dragón. “Podría ser similar a la inmortalidad. Podrías usar un hechizo para convertir el maná en algún tipo de energía para aumentar tu vida”.

“Ningún hechizo como ese existe en este momento, ni siquiera en nuestros sueños más salvajes-”.

“Escuché que los antiguos sabios del bosque usaban encantamientos que aún no podemos explicar por completo. ¿Quizás la bruja posee una sabiduría similar?”.

“La magia de los sabios del bosque es inexplicable debido a las varitas naturales que usaban. Hay algo fascinante en la sabiduría antigua que supera el conocimiento moderno”, concedió Ix asintiendo. “Pero, aun así. La magicología moderna fue construida lentamente durante un largo período de tiempo por cientos de personas. Podría aceptar que alguien esté diez o veinte años por delante de los avances actuales, pero me parece demasiado improbable que alguien pueda estar cientos de años por delante de la curva”.

“Hmm…”.

Su ida y vuelta se detuvo. Los dos se pusieron a pensar, y Morna levantó la mano temblorosamente.

Los ojos de Yuui se abrieron y preguntó “¿Morna?”.

“A-a-ah, esto podría estar retrocediendo un poco, pero, um…”.

“¿Qué sucede?”.

“¿C-cómo c-c-confirmas que algo es inmortal?”.

Aunque su punto era básico, era algo sumamente esencial.

Eso es cierto…, pensó Yuui mientras bajaba la mirada.

No importa cuánto debatieran la posibilidad de la inmortalidad, no había forma de confirmar sus teorías.

Según Gidens, el reino comenzó a llevar registros de vigilancia local de su territorio hace unos seiscientos años. En ese momento, algo que se parecía a la bruja ya vivía cerca de Notswoll. Los registros de entonces no eran sobre la bruja misma, sino sobre ciertos sucesos que la involucraban. En otras palabras, eran relatos de personas que desaparecían de la ciudad en ‘circunstancias inusuales’.

Todos esos documentos probaban que la bruja había vivido hace unos seiscientos años, nada más. Esa era una vida mucho más allá de lo que normalmente se esperaría, pero no era la inmortalidad.

Al final, incluso si existiera una criatura eterna, no habría forma de probar su inmortalidad sin otro ser inmortal para medir su vida útil. Podían discutirlo todo lo que quisieran, pero nunca irían más allá de una teoría.

Si pudieran llegar a una hipótesis sobre cómo podría ser posible la inmortalidad, entonces al menos podrían considerar si fuese defendible. En este punto, sin embargo, no eran capaces de llegar tan lejos. Teniendo en cuenta que ni siquiera sabían por qué morían las criaturas en primer lugar, no era sorprendente que se hubieran quedado atascados.

Los murmullos de Morna habían roto la atmósfera del debate. Además, si la bruja existiera, simplemente podrían obtener la respuesta directamente de la boca del mismo ser el día del festival. Asumiendo que no fueran engullidos, por supuesto…

“Gracias”, dijo Nova. Por lo tanto, la discusión llegó a su fin sin llegar a ninguna conclusión.

Afuera ya había oscurecido. Ix se quedaría en la tienda, por supuesto, pero Yuui y Nova también pasarían la noche, así que crearon un espacio para que durmieran. No había habitaciones para invitados, por lo que las dos terminaron compartiendo una habitación.

“Gracias por hoy”, dijo Yuui con una reverencia una vez que estuvieron solos.

“¿Por, qué?”, preguntó Nova.

“Por encontrar a Gidens. Hemos hecho un gran progreso en la investigación de la bruja debido a eso. Incluso si Ix parece insatisfecho”.

“¿Acerca de Mali?”.

“Mañana volveremos a pensar en ella. Aunque nuestro único curso de acción real es rezar, que nuestro mensaje le llegue y ella acepte reunirse con nosotros…”.

Yuui miró diagonalmente a Nova, quien asentía con la cabeza.

Su flequillo siempre ocultaba la mitad de su rostro, y su peculiar forma de hablar y su entonación plana la hacían muy difícil de leer, de una manera diferente a Ix. Ella siempre parecía exactamente la misma. Hizo que Yuui se preguntara si la chica tenía emociones o si estaba pensando en algo.

La bruja…

Yuui yacía en la cama, reflexionando vagamente sobre las cosas.

Ix parecía dudar de su existencia, pero Yuui pensó que era probable que la bruja existiera.

Eso no era porque ella creyera lo que Gidens o lo que esos dos aventureros habían dicho.

La prueba era el bosque.

Si hubiera un bosque cerca de Notswoll, ¿La gente realmente sería capaz de resistirlo? No se había confirmado que vivieran allí bestias mágicas, y su ubicación cerca de Leirest lo hacía ideal. Si existiera tal bosque, debería haber sido talado hace mucho tiempo. Su propio país había sido invadido por el reino, por lo que sabía muy bien que a su gente le encantaba destruir los bosques en el momento en que los encontraban para convertirlos en granjas. O tal vez los destruyeron por las enseñanzas marayistas. El reino quería los recursos y la tierra para producir comida, por supuesto, pero la razón más profunda era que su cultura no ponía énfasis en la convivencia con la naturaleza. Su gente creía que todo era un regalo que les había sido dado por su dios, por lo que tenían derecho a usarlo como mejor les pareciera. Era exactamente lo contrario de lo que creían los Lukutta, que era que, dado que todo era un regalo que les había dado su dios, debían usarlo con cuidado. Yuui no pudo evitar sentir curiosidad por saber por qué incluso eso sería diferente entre sus culturas.

Pero era por eso que Yuui pensó que era tan extraño que este conveniente bosque todavía existiera. Tenía que haber alguna razón para eso. Como que algo aterrador habitara en esos bosques.

En este punto, Nova, quien Yuui había pensado que ya estaba dormida, le murmuró.

“¿… Yuui?”.

“¿S-Sí?”.

“¿Cómo es, vivir en el reino?”.

“No estoy segura de qué decir…”.

“¿Quieres volver, a Lukutta?”.

Yuui no pudo responder esa pregunta de inmediato. En cambio, ella dijo “¿Por qué lo preguntas…?”.

“Por ninguna razón en verdad”.

“……”.

Esta fue la primera vez que Nova mencionó algo como esto. Su rostro estaba vuelto hacia Yuui, pero estaba oscuro, por lo que Yuui no pudo distinguir su expresión.

Después de un breve momento de silencio, Yuui dijo “Para ser honesta… yo misma no estoy del todo segura”. En medio de la oscuridad, sus palabras no parecían conducir a ninguna parte, como si estuvieran flotando sobre su cabeza mientras se hablaba a sí misma. “Aprecio lo que has hecho por mí, Nova, pero no puedo decir que vivir en el reino sea agradable. No hay lugar para los orientales en este país. Pero… tampoco hay lugar para mí en Lukutta. He perdido a mi familia, mis amigos, el pueblo en el que nací. Puede que Lukutta sea mi patria, pero ya no es mi hogar. No habría nada que pudiera hacer si volviera…”.

“¿No eres de, un linaje respetado allí?”.

“Eso es todo lo que hay realmente”, dijo Yuui con una sonrisa de dolor.

“¿A menos que me enviaran para ser reina?”.

“¿Es eso, así?”, Nova respondió secamente antes de que se callara. Sin embargo, no mucho después dijo, “Continuando, la discusión…”.

“¿Sobre mi futuro?”.

“De la, cena. Ix dijo que no había seres inmortales”.

“¿Hmm? Oh, sí, lo hizo”.

“Y me hizo pensar en una conferencia de antes. Fue, hace años, así que no lo sabrías”.

“¿De qué se trató la conferencia?”,

“El hecho de que existen criaturas inmortales”.

“¿Eh? ¿En dónde?”.

“En todas partes”.