Toaru Majutsu no Index – New Testament (NL)

Volumen 6

Interludio 2: Entre Líneas 5

Fraulein Kreutune se había convertido casi en una leyenda durante su larga historia y varias teorías se habían extendido con respecto a su origen.

Se decía que era una bruja real.

Se decía que había tomado una nueva forma evolucionada de humanidad después de infectarse por una bacteria especial.

Se decía que era un extraterrestre.

Se decía que no era más que una masa de carne que carecía de alma.

Se decía que era la “verdadera forma” del cuerpo humano después de haber sido verdaderamente optimizado.

Se decía que era una ilusión creada por la culpa de los que realizaban la caza de brujas.

Se decía que era una viajera del tiempo que tenía la tecnología para percibir discretamente las líneas de tiempo y moverse libremente entre ellas. (Esto a menudo se confundía con la teoría extraterrestre.)

Se decía que no era una persona sino una organización con el mismo nombre.

Se decía que era como un Santa Claus oscuro y por lo tanto era un ser ficticio creado para asustar a los niños.

Se decía que era una existencia misteriosa que había sido descubierta bajo una gruesa capa de hielo.

Se decía que era un juego de palabras que el compilador de una enciclopedia de hadas había metido en la lista.

El hecho de que tantas teorías diferentes se habían extendido tenía sentido en sí mismo. Por ejemplo, significaba que un gran número de personas sabían de su existencia. Significaba que muchas personas lo habían pensado mucho y sin embargo no habían podido encontrar la respuesta. Significaba que había seguido reuniendo atención y fama debido al miedo y asco que la gente sentía hacia ella.

Y…

Si uno miraba la avalancha de teorías diferentes desde un punto de vista de una teoría de conspiración, podría ser vista de una manera diferente.

Era posible que alguien hubiera liberado intencionalmente toda esa información falsa para ocultar la verdad.

O era posible que alguien hubiera liberado al azar ese flujo de información para que fueran reunidas como rumores, para que las respuestas erróneas fueran eliminadas, y la sociedad se acercara naturalmente a la respuesta óptima. En otras palabras, era posible que alguien hubiera estado tratando de calcular automáticamente su identidad.

Era cierto que Fraulein Kreutune era una existencia misteriosa.

Pero no había ninguna garantía de que ella era lo único aterrador en este mundo.