Majo no Tabitabi (NL)

Volumen 2

Capítulo 14: El País Antiguo y la Reencarnación de La Gata Divina

Parte 2

Me pregunto cuánto tiempo habrá pasado luego de esa escena.

Estaba en una fría celda de prisión.

Todo lo que pude ver fueron el monótono piso gris y las paredes—y las rejas de hierro oxidadas. El mundo exterior parecía completamente sumergido en la oscuridad, y a través de la pequeña ventana que se abría a la celda fluía la tenue luz de la luna y los cantos de los insectos.

Estoy segura de que la luna se ve hermosa esta noche…

Pero no puedo verla.

Sentada en el suelo mirando hacia arriba, todo lo que podía ver era una estaca clavada en la pared y los grilletes alrededor de mis manos conectados a ella.

No había podido moverme del muro desde que me pusieron aquí. Ya había perdido toda la movilidad de mis manos.

“¿Qué significa todo esto…?”

Mi pregunta hizo eco sin sentido, luego se disolvió en el silencio.

Por supuesto, no había nadie para responderme.

En realidad, no había nadie a mi alrededor. Ni una sola alma en pena. Me habían abandonado en una cárcel sin otro prisionero.

¿En verdad, me está sucediendo esto? Esto es demasiado.

“…”

Bueno, no sirve de nada llorar por algo que no puedo cambiar.

Por ahora, trataré de pensar en una forma de salir de este enrollo.

El primer paso es manejar la realidad de la situación.

No puedo doblar los dedos, así que no hay forma de que pueda agarrar mi varita. Mi cuerpo está encadenado a la pared, así que dudo que pueda montar mi escoba. E incluso suponiendo que pudiera montarla, definitivamente sería descubierta tan pronto como escapara. Además, sería increíblemente peligroso ya que mis manos están atadas. No puedo usar mi varita. No puedo usar mi escoba. En otras palabras, no puedo confiar en la magia. No tengo nada en que apoyarme.

Oh, creo que es mi fin.

Je-je-je.

“…… ¿Qué debería hacer?”

Estaba profundamente desesperada.

Sería genial si pudiera resolver esto con dinero, ¿eh? Me pregunto cómo saldría eso. Supongo que dependería de las negociaciones. Bueno, debí de haber huido en el momento en que fui rodeada.

Por alguna razón, incluso después de que comencé a sospechar que querían meterme en la cárcel, no pude lidiar con la situación con mi comportamiento genial de siempre.

¿Me pregunto por qué? Vaya que este no ha sido mi día. ¿Me habré resfriado?

Me duele la garganta, me arden los ojos y sigo estornudando. Me pica el cuerpo por todas partes. No lo entiendo. ¿Qué sucede?

Sin embargo, no parezco tener fiebre.

Sospeché que la verdadera razón por la que había perdido la compostura era por cualquier enfermedad extraña que hubiera contraído.

Bueno, saber eso ahora no me hace mucho bien.

(Suspirar)

Justo entonces.

Algo oscureció la luz de la luna.

“Hola, Madame Bruja. ¿Cómo te trata la prisión?” Se escuchó una voz en la celda que ahora era aún más oscura que antes. Era calmante y femenina—una con la que pueda o no estar familiarizada.

Miré a mi alrededor, pero no pude ver a nadie.

“Por aquí, Madame Bruja”.

Justo cuando pensé que volvía a escuchar la voz, volvió la luz de la luna. Desde arriba, desde la ventana, algo cayó, y luego…

“Miau”.

La gata se acercó, maullando tiernamente mientras agitaba sus dos colas de un lado a otro.

“Estás…”

“Buenas noches”.

Allí delante de mí estaba el ser que la gente de este país veneraba por encima de todo lo demás.

La Gata Divina, o como la llamasen.

Y estaba hablando.

……

Este gato podía hablar, a pesar de que ronroneaba tranquilamente en mis brazos cuando más la necesitaba.

Parecía muy orgullosa de sí misma.

El gato me miró.

“Finalmente te encontré. Estaba esperando desesperadamente a un humano como tú”. Luego inclinó la cabeza. “¿No tienes ganas de discutir esto conmigo?”

En esta situación, ¿quieres decir?

“Dices ‘discutir’… Supongo que hay alguna razón por la que me gustaría escuchar cualquier cosa que tengas que decir. ¿Hay algún beneficio considerable que puedas ofrecerme?”

“Naturalmente. Te sacaré de este lugar. Ese sería tu beneficio. A cambio, aceptarías mi única demanda”.

“¡Jo-Jo! ¿Y esa sería?”

“Quiero que me saques de este país”.

(¡Achú!)

“¿Así que, mi beneficio es un efecto secundario de tu demanda?”

“Soy la única que puede rescatarte de este lugar”. “……”

“Del mismo modo, eres la única que puede rescatarme de esta tierra. En otras palabras, nuestros intereses se alinean”.

No entendí lo que me decía en absoluto. “Um… ¿Podrías explicarlo desde el principio?”

“Oh. Así que, ¿estás dispuesta a ayudar?”

“Depende de las razones”, respondí. “Llevar a la criatura más sagrada del país fuera de dicho país sin saber nada no es exactamente algo que quiera hacer”.

Me gustaría evitar hacer más enemigos de los que ya tengo.

“…Hmm”, dijo la Gata Divina, bajando la mirada como si pensara un poco. “Muy bien, como quieras. Te contaré la historia desde el principio. La historia de este país antes del gran colapso es larga, de varios cientos de años—”

“Si pudieras resumir solo las partes que son relevantes para mí, sería genial”.

“Hmph… Eres una llorona”. La gata suspiró y comenzó a hablar como si estuviera contando una gran leyenda.

“Entonces te lo contaré. Bueno, para ponerlo simple, este país nació gracias a mí”.

Esta era la historia del país arcaico.

Aparentemente, los gatos ancianos con apegos persistentes a este mundo podrían renacer como espíritus mágicos con dos colas en raras ocasiones.

Y ella era una de ellos.

Hace unos cuarenta años, ella nació en este país como una gata. Eso fue cuando el lugar todavía tenía contacto con el mundo exterior. La gata pasó toda su vida aquí, amada por las personas.

Sin embargo, después de unos quince años, todo terminó.

Una epidemia se extendió por todo el país.

La gente de la ciudad murió.

Su dueño no fue la excepción y sucumbió a esta enfermedad.

En solo unos años, la tierra próspera estaba casi deshabitada.

En ese país, ahora desolado y olvidado, había seguido viviendo tranquilamente con sus compañeros gatos.

No tenían ganas de ir a explorar el exterior. No pudieron evitar sentir que su hogar desaparecería para siempre en el bosque si se marchaban.

Esperó, esperando con todo su corazón que viniera gente nueva y que el país floreciera nuevamente. Ella esperó y esperó.

En situaciones terriblemente raras, alguien visitaba su dominio, pero simplemente secuestraban a algunos de sus compañeros callejeros o se quedaban solo unos días y luego se iban. No había nadie que probablemente se estableciera aquí.

Ella continuó resistiendo, esperando nuevas visitas.

Después de unos veinte años desde su nacimiento, perdió la capacidad de moverse.

Parecía que su hora había llegado por fin—y ella lo entendió de alguna manera.

Por lo menos, ella había querido sentir el amor de un humano por última vez.

Humildemente, con ese arrepentimiento en mente, se resignó a morir.

O eso pensó ella.

Al día siguiente, despertó como siempre. No había muerto. Y más extraño aún, su cuerpo se sentía ligero, como si nunca hubiera sufrido el paso de los años en su vida.

¿Qué rayos había pasado?

Cuando se levantó, se dio cuenta de que su cola se había partido en dos. Y la boca que hasta entonces solo había sido capaz de emitir maullidos, de repente tenía la capacidad de hablar—palabras humanas.

Tenía dos colas cuando todos los gatos tienen una. Y podía hablar. Era increíble. Incluso mientras inclinaba la cabeza confundida por este curioso giro de acontecimientos, se jactó de sus compañeros felinos de inmediato.

Desde ese día, el entorno que la rodeaba había cambiado considerablemente.

Las personas que venían al país dejaron de irse.

Por ejemplo, había comerciantes que habían planeado quedarse solo unos días para descansar, viajeros que perdieron el rumbo y finalmente terminaron aquí, los inmigrantes que habían sido expulsados de sus hogares.

Lento pero seguro, el número de personas creció, y ninguna parecía inclinada a abandonar el país. Y la bañaron a ella y a los otros gatos con más amor que cualquiera de los visitantes anteriores.

De hecho, este giro de los acontecimientos parecía deberse a su segunda cola.

Tanto ella como sus compañeros gatos se dieron cuenta de esto. De hecho, con solo acariciarla ligeramente, la mayoría de las personas se inclinaron por derramar un exceso de amor sobre los gatos.

Y no había forma de que no usaran esto a su ventaja. No había necesidad de contenerse. Si el país volviera a florecer, no habría nada de que arrepentirse, pensaron.

Después de que su vida como un gato ordinario terminó, la población humana aumentó constantemente. La mayoría de las personas que visitaron el país por casualidad terminaron estableciéndose aquí.

En casos extremadamente infrecuentes, hubo personas que no cayeron en los nuevos poderes de la Gata Divina. Según sus observaciones, parecía que no tenía ningún efecto en las personas a las que no les gustaban los gatos.

Pasó mucho tiempo, y las personas que fueron cautivadas por ella restauraron gradualmente el país. Construyeron una nueva entrada y, antes que lo supiera, habían comenzado a adorarla—la gata con dos colas— como la Gata Divina.

Disfrutando del amor de tanta gente, continuó viviendo en el país.

Han pasado veinte años desde su renacimiento.

“La población humana ha crecido demasiado. Si continúa a este ritmo, el país va a estallar. Todo volverá a la ruina otra vez. Y es por eso que debo irme”, dijo.

Esa era la razón principal por la que tenía que salir del país.

“¿Entiendes la situación ahora?” Preguntó la Divina Gata, inclinando la cabeza.

“……” Me quedé frente a ella, con lágrimas en mis ojos.

“Oh, ¿estás llorando por mi bien? Qué niña tan dulce”.

Sacudí mi cabeza. “Lo siento, no quiero llorar, pero las lágrimas no se detienen”.

“Hmph. Igual, nada más bromeaba. Lo sabía. Porque, como ves, esa es la marca de alguien que no es apto para gatos. Has estado mal desde que llegaste a este país, ¿verdad? Por ejemplo, te pica el cuerpo, te arden los ojos, estás toda mocosa, te duele la garganta y, por lo general, no te sientes bien. Y—”

(Achú)

“…Y estás estornudando”.

“Así es”. Asentí y sollocé. Como nunca había entrado en contacto directo con los gatos, o, mejor dicho, porque nunca había tocado a un gato en primer lugar, no sabía que era alérgica a ellos.

Supongo que evitaré los gatos a partir de ahora, ¿eh? “Bueno, ¿qué tal? ¿Te gustaría cooperar conmigo?”

Ella me presionó por segunda vez. Con sus ojos azules mirando a los míos. Tuve la sensación de que estaba haciendo un llamado con sus ojos—Te conté las circunstancias, así que coopera ya.

“……” Miré hacia arriba, tratando de escapar de su

penetrante mirada, y pude ver mis grilletes. “Eres un gato, ¿verdad? ¿Cómo planeas quitarme esto?”

Ante estas palabras, abrió los ojos por un momento.

“Hmm-hmm. Tengo una idea. Espera aquí”, dijo emocionada, inmediatamente girándose y deslizándose entre las barras de hierro de la cárcel para salir.

No tenía nada que hacer mientras esperaba, así que estiré las piernas y pasé el tiempo golpeando los talones en el suelo. Había estado en la misma posición todo este tiempo, así que era la cantidad justa de estiramiento.

“¿No puedes esperar en silencio?”

Después de un rato, regresó. Sostenía un llavero en su boca.

Cuando sugirió que tenía una idea, sospeché que debía tener un plan secreto extraordinario en movimiento, pero parecía que simplemente había robado las llaves. Era un poco decepcionante, para ser honesta.

Pasó por los barrotes exactamente como lo hizo para salir, luego se acercó a mí, saltó y comenzó a arañar mi cuerpo.

Tenía las garras de fuera, como siempre, así que fue moderadamente doloroso.

“Llevaremos a cabo el plan mañana por la tarde. Quiero que me saques del país mientras provocas un gran alboroto”.

Al llegar a mis hombros, saltó sobre mi sombrero puntiagudo, sacudiendo el manojo de llaves. Podía sentir su peso presionándome.

“¿No deberíamos irnos ahora? Creo que, si nos vamos en este momento, sería más fácil escapar sin problemas”.

“No podemos. Debemos expandir el rumor que abandoné el país. Si no lo hacemos, habrá personas que sigan creyendo en mí, sin saber que ya no existo en este lugar. Tenemos que asegurarnos de que todos sepan que me he ido para siempre, además, estoy dejando el país a los que se quedan. Por eso necesito que hagas una escena”.

“…Pero seré una criminal si hago eso”.

“Qué tonterías dices, ya eres una criminal”.

“¿No lo sabes? No todos los delitos son iguales”.

“Si lo tomas en cuenta, entonces estará bien”.

“Esa es la forma de pensar de un criminal…”

Mientras las llaves de hierro golpeaban encima de mi cabeza para hacer un ruido desagradable, soltó un resoplido aburrido.

“Entonces supongo que soy una criminal, después de haber engañado a muchos humanos. ¿Me pregunto si se aplican las mismas reglas a los gatos?”

“…” Sonreí ante su autocrítica. “Conozco a una persona tonta que una vez dijo que cometer un delito no es tu problema mientras huyas”.

“……Debe ser un individuo muy extraño”.

“Sí, es bastante extraño”.

(¡Clank!) Desde lo alto de mi cabeza llegó el sonido de las cerraduras abiertas.

***

Pasé el tiempo de una forma u otra.

Pasé la noche en la cárcel y esperé hasta la tarde antes de escapar a la fuerza y salir del país. Estaba destinada a provocar un gran alboroto, para hacer una escena muy memorable, pero no quería que nadie saliera lastimado. A propósito, volé bajo y lento para que fuera fácil para los soldados y civiles perseguirme.

Lágrimas se derramaban de mis ojos, arrastradas por el viento. Esta larga persecución debe haber activado aún más la sensibilidad de mi cuerpo.

“¡Carajo…! ¡No puedo alcanzarla!”

“¡Oye! ¡Cierra la entrada! ¡Bajo ninguna circunstancia deben dejarla escapar!”

“¡Rescaten a la Gata Divina, pase lo que pase!”

Mientras recorríamos la ciudad que estaba llena de caos, escuchamos los gritos de la gente que saltaban sobre nosotras, pero, por supuesto, nadie podía atraparme.

Me ardía el pecho, tenía los ojos hinchados y, en algún momento, la picazón se había convertido en dolor. Sin embargo, incluso en mi estado debilitado, seguía siendo una bruja.

No había forma de que me atraparan.

“Bien, vamos. Sigue adelante, pero con un poco más de cuidado si puedes”. Sentada en mis brazos, la Gata Divina no pudo evitar añadir un poco de crítica injustificada a sus palabras de elogio.

“Nos atraparán si vuelo con seguridad, ¿sabes?”

“¿Qué estás diciendo? Estaremos en la puerta pronto, ¿verdad? Solo intenta aguantar hasta entonces”.

“Es difícil, sabes. Bueno—” callé a media frase.

“Elaina! ¡Te juzgué mal! ¡Aunque ayer sentí mucho desprecio por ti!”

Lucie había venido por nosotras.

A horcajadas sobre su escoba y agarrando su varita, bloqueó mi camino. Como para proteger la puerta cerrada.

“……”

Así que finalmente apareciste, ¿eh? Sabía que vendrías a interponerte en mi camino. No hay razón para que no vengas por el residente más importante del país.

Giró su varita hacia mí. “¿Ser insolente hacia la Gata Divina y salir de prisión? ¡¿En qué estabas pensando?! ¡Nunca te perdonaré! ¡Esto exige la pena capital! ¡Eres culpable de todos los cargos!”

Luego agitó su varita.

Como si respondiera a sus palabras y movimientos, el suelo directamente debajo de Lucie resplandeció de un blanco brillante. La luz alrededor de sus pies formó un círculo, haciendo un ruido desagradable como si estuviera hirviendo, y luego, directamente detrás de ella, siete pilares de agua volaron hacia mí.

“¡…!”

Desvié mi escoba para evitar el ataque, cuando me di cuenta de que no eran solo trombas. Sino siete criaturas vivientes, los pilares de agua se retorcieron—y comenzaron a perseguirme.

Al igual que las serpientes.

Cuanto más esquivaba, más se movían para rodearme. Si volaba mi escoba hacia arriba, el aluvión venía desde todas las direcciones. Si me arrastraba por el suelo, se enrollarían y me perseguirían.

Me di la vuelta, como un pequeño insecto, y miré a Lucie. Operando su varita desde lo alto de su escoba, me miraba con frialdad.

Los ataques se detendrán si le quito su varita, ¿verdad? Bueno, sin ella, una bruja es solo una persona normal. No hay nada que temer. Bueno, supongo que eso también se aplica a mí.

“¿Um, Lucie? Sabes, sostengo en mis brazos a la Gata Divina. ¿Estás segura de que deberías estar atacándome?”

“¡Cállate! ¡Muere de una vez!”

“……”

Miré hacia a la Gata Divina. “Parece ser una de las que no razonan”, dijo en un tono despreocupado.

La ignoré y continué esquivando los ataques de Lucie, cuando me habló de nuevo.

“¿De verdad vas a seguir a la defensiva?”

“¡Ambas manos están ocupadas, sabes! Pero no te preocupes. Tengo una idea”. Me eleve con mi escoba. Lo suficientemente alto como para mirar abajo a Lucie, pero no tanto como para morir si caemos.

“¿Oh? Por la forma en que hablas, supongo que tienes un plan bastante secreto”.

“Así es”.

Mientras volaba y esquivaba las serpientes de agua que continuaban persiguiéndonos, hice mis preparativos.

Bueno, sobre todo quiero decir que agarré a la Gata Divina con una sola mano.

“Por favor, no me arañes”.

Dolerá.

“… ¿Eh?” Abrió mucho los ojos y estiró las cuatro patas.

Cuando el Gato Divino se dio cuenta de lo que planeaba, el plan ya estaba en marcha.

“¡Aaaaaaaaaaah!” Ella dejó mis brazos lentamente, gritando mientras caía.

Lo que hice fue muy simple.

No estoy segura de si realmente podría llamar a esto un plan secreto ya que todo lo que hice fue arrojarla por la borda.

Y si pensaban que era decepcionante, piénsenlo de nuevo. El efecto en la gente del país fue asombroso.

“¿Qué? ¡A-ah! ¡La Gata Divina!”

En ese instante, Lucie dejó sus ataques en pánico debajo de mí.

Eso es exactamente lo que esperaba que sucediera. Inmediatamente envié mi escoba en picada. Saqué mi varita con mi mano libre y, blandiéndola en dirección a Lucie, disparé varios hechizos en un instante antes de guardar la varita.

Había disparado explosiones de poderosa magia de viento. Volaron directamente hacia Lucie, girando y dando vueltas como tornados y agitando la tierra debajo.

“Gata Divina—¿eh?”

Su mano, extendida para atrapar a la Gata Divina que caía, falló en atrapar al felino, justo cuando toda la fuerza de mi contraataque se estrelló contra ella.

Sacudida en el vórtice salvaje del viento, dando vueltas y vueltas, Lucie salió volando. (¡Boom!) La sólida puerta de hierro la detuvo.

“¡Aaaaaaaaaaaahhh!”

Volé debajo de la Gata Divina, que agitaba sus piernas en el aire mientras gritaba. La paja de mi escoba rozó el suelo mientras agarraba con un brazo a la deidad que caía con fuerza.

Su pequeño corazón latía muy rápido.

“… ¡Pe—Pensé que iba a morir!” “Pero todo salió bien, ¿verdad?” “¡En retrospectiva, sí!”

“Eso se aplica para casi todo”.

Después de echar una mirada hacia la entrada y ver que Lucie estaba inconsciente—sus ojos se habían volteado—elevé mi escoba.

La gente del país se agolpaba a nuestro alrededor, con expresiones atónitas o mostrando hostilidad.

Hice mi mejor intento de hacer una expresión malvada. “Vaya, la bruja más fuerte de este país perdió fácilmente. ¿Hay algún otro retador?”

Una conmoción se extendió entre la multitud, pero ni una sola persona dio un paso adelante. Prudentes, muy prudentes.

“Creo que me iré ahora. Adelante, abre la puerta. De lo contrario, le haré algo a este lindo gato—Bueno, entiendes de lo que hablo, ¿verdad?”

Lancé una mirada fulminante al portero, cuyos hombros se sorprendieron de una manera que era perceptible incluso debajo de su armadura, y comenzó a abrir la puerta en pánico.

Poco a poco, comencé a ver el mundo exterior.

“Oye, ¿qué es esto? Yo también voy a salir del país. No tiene sentido usarme como rehén”. Sentada en mi brazo, la Gata Divina levantó sus objeciones.

“No te preocupes. Esta vez también tengo un plan secreto”.

“Ya no confío en esos”.

“No te arrojaré ni nada esta vez. Relájate”.

Cuando la puerta estuvo completamente abierta, comencé a caminar. Con la máxima precaución de todo lo que sucedía a mi alrededor, caminé cuidadosamente, paso a paso.

Al final, la gente no intentó nada, lo que me permitió pasar por encima de Lucie y salir del país.

Cuando me di vuelta, los vi con expresiones de dolor. Había gente gritándome: “¡Malvada!” Y “¡Esto debe ser una mentira!” Otras personas estaban llorando.

“……”

Luego de mirarlos por un momento— “Bueno, entonces nos vamos a ir”. Me subí a mi escoba, así como así.

En cuanto a mi plan secreto, simplemente había elegido mentir.

No me había decidido por ningún destino en particular. Simplemente volé a donde quería, a toda velocidad, con un gato negro en mi brazo.

Lo suficientemente rápido como para que nadie pueda seguirnos.

Detrás de mí, los gritos agonizantes de las personas que lamentaban la pérdida de su deidad se desvanecieron.

***

Y así logramos escapar.

Realmente no recuerdo cuánto tiempo volamos.

Nos abrimos paso a través de espesos bosques, sobre llanuras cubiertas de verde, y finalmente llegamos a un bosque sombrío.

No había humanos a la vista ni civilización cerca.

“Deberíamos estar bien, llegando tan lejos”.

Habíamos viajado una considerable distancia.

Cuando levanté la vista, apenas podía distinguir el cielo, manchado de rojo por la puesta de sol.

“Me salvaste”.

Saltando de mis brazos, la Gata Divina tocó el suelo.

Me froté el hormigueo y el dolor en el brazo y me limpié los ojos. “¿Qué planeas hacer ahora?”

“Nada. Solo voy a vivir una vida tranquila. Sin contacto humano”.

“……”

“¿Y qué vas a hacer, Elaina?”

“Planeo continuar tranquila con mis viajes. Sin contacto felino”.

“Es una buena idea. Por favor, hazlo”. Dijo resoplando, y me di la vuelta bruscamente y me senté en mi escoba.

“Espero que nos volvamos a ver—Oh, sabes, nunca te pregunté tu nombre”.

“No tengo uno.”

“¿Aunque eras una mascota?”

“Recuerda, he muerto una vez, así que no tengo nombre”, dijo.

“…En ese caso, ¿me dejarías escuchar tu antiguo nombre?”

“……”

Después de dudar por un momento, en silencio abrió la boca y pronunció una sola palabra, dándome su nombre.

Era completamente irrelevante, un nombre común y, sin embargo, muy encantador.

Sonreí diciendo. “Es un nombre lindo”.

“Pero nunca habrá nadie que me vuelva a llamar así”.

Luego sonrió y giró sus dos colas hacia mí, mirándome por encima del hombro.

“Me marcho. Me alegra de, que seas tú la que haya conocido al final”. Se lanzó hacia las profundidades del bosque.

Y me marché volando en mi escoba.

Limpiando los ardientes ojos y frotándome la garganta, volé hacia la puesta de sol.

Una vez que me liberé del bosque, un prado pintado por la luz del sol poniente me saludó. El viento soplaba sobre las ondulantes briznas de hierba.

***

Hablemos de lo que sucedió un mes y unos días después.

Había recibido una citación de cierto país… Y como fui lo suficientemente tonta como para prometer regresar, había regresado a la región.

No fue por ninguna razón importante, pero como estaba en el área, me dirigí a la aldea donde aprendí por primera vez sobre el país invadido por gatos.

Bueno, podría haberlo hecho sin otra visita, eso es seguro.

“¡Hola, miau!”

“……”

“¡Señorita Viajera! ¡Bienvemiau! ¡Esta es la aldea donde los gatos y la gente del campo viven en armonía! ¡Tómese su tiempo y disfrute la estadía, miau!”

“……”

Había algo extraño en su voz. La aldea en sí había cambiado un poco. Donde antes no había habido un solo gato u otro animal, ahora podía ver gatos por todos lados.

…Aguarden un momento.

Primero que nada, lo más importante…

“¿Qué estás haciendo, Lucie?”

“……No preguntes. Por favor”.

La persona que había salido a saludarme no era otra que la Bruja del Cielo Azul. Vestía una bata, exactamente igual a la que usaba cuando la había conocido en el otro país, pero esta vez, en lugar de su sombrero puntiagudo, tenía una diadema decorada con orejas de gato. Era sorprendente lo mal que le quedaba el atuendo. Para ser sincera, era patético. No pude contener las lágrimas frente a esta trágica realidad.

Lucie acarició su cabeza ligeramente.

“Elaina, quería agradecerte por lo que hiciste hace un mes. Eso me abrió los ojos. Parece que, por alguna razón, estaba actuando de manera extraña mientras estaba en ese país”.

“¿De veras?” Ahora también estás actuando bastante extraño, pero… Le hice el favor de no decir eso. “¿Qué pasó después de que me fui?”

“Todos se fueron. Por extraño que parezca, el amor de todos por los gatos simplemente se evaporó después de que la Gata Divina fue secuestrada, sabes. Incluso hubo algunas personas que salieron preguntándose si sus almas podrían haber sido manipuladas por la gata de dos colas”.

Significa que…

“Entonces, ¿ese país ya no existe?”

Ella sacudió la cabeza lentamente ante mi pregunta. “No. Había muchos amantes de los gatos y personas que realmente no tenían ningún otro lugar para vivir, y ahora tienen las cosas funcionando nuevamente. Incluso he escuchado que se están promocionando a sí mismos como un país donde puedes vivir junto con gatos, y el tráfico de turistas está aumentando gradualmente de nuevo”.

“¿Así que decidieron imitar a ese país, y ahora este lugar también es así?”

“…Eran lindos, así que traje varios conmigo. Pero los aldeanos estaban muy impresionados con su ternura…”

“Lo suficiente como para afectar su sentido de la razón, ¿eh?”

“En serio…” Y luego de un breve silencio, Lucie puso una mano sobre mi hombro. “Oh, espera aquí un minuto, Elaina”.

“¿Eh? Oh, por supuesto.”

Ella salió corriendo a toda prisa y entró en una casa. No pasó ni un minuto antes de que volviera a salir, llevando cuidadosamente una caja de madera con ambas manos.

“¡Elaina! Mira esto; ¡Mira!”

Con extrema emoción, lo inclinó hacia mí.

Al mirar dentro, vi varios gatos. Una gata con pelaje blanco puro. Tres gatitos con pieles mixtas en blanco y negro. Y un gatito que era negro azabache.

……

“Ni siquiera ha pasado un mes desde que nacieron estas dulzuras. ¿No son tan lindos?”

La mayoría de los gatos en la caja me miraron por un momento, como si estuvieran molestos por la perturbación, y volvieron a dormir de inmediato. Pero uno era muy animado, mucho más que los demás.

Era el gatito con ojos azules y pelaje negro que parecía que sería bueno sostenerlo. Se levantó y estiró las piernas, tratando de salir de la caja.

“Este es muy animado, ¿no?”

Lo alabé a medias y Lucie sonrió, muy feliz. “¿Verdad? ¿Te gustaría acariciarlo?”

“No, estoy bien”. Ya sabes, soy alérgica a ellos. “¿Ya los nombraste?”

“Los gatitos todavía no tienen nombres. Por eso me gustaría que los nombraras, Elaina”.

“……” Miré al gato negro recién nacido. “Lo haré, pero

solo nombraré a uno”.

“¿A cuál?”

“A éste”.

El gato negro maulló: “Miau”.

“Su nombre será—”

Y así, le puse el nombre perfecto el gato negro frente a mí.

Era completamente irrelevante, un nombre común y, sin embargo, muy encantador.