Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

REGRESÉ a la casa del oso en Kumayuru. Kumakyu estaba acurrucado cómodamente en el jardín, tomando una siesta, lo que significaba que Fina estaba en casa. Después de decirle a Kumayuru que descansara, me dirigí al almacén. Fina estaba trabajando duro en la carnicería de monstruos.

“Oh, bienvenida de nuevo, Yuna”, dijo al verme entrar.

“Me alegro de estar en casa”.

“Regresaste tan temprano. ¿Qué pasó con los Tigerwolves?

“Les gané. Lo siento, pero ¿podrías cosechar las gemas de maná de ellos más tarde para poder demostrar que los maté?”

“Claro, está bien”.

Saqué dos Tigerwolves del almacén de osos. Fina pareció sorprendida al ver sus cuerpos gigantes. “Eres tan increíble, Yuna”.

“Definitivamente eran fuertes. La magia normal no funcionó con ellos, y se movían rápido, así que terminé teniendo que usar mi carta de triunfo.”

“Sigo pensando que es increíble que pudieras vencerlos”.

“Gracias. Entonces, ¿terminaste yendo a buscar hierbas? “

“Sí, Kumakyu me ayudó”.

“¿Lo hizo?”

“¡Si! Le pregunté ‘Kumakyu, ¿puedes encontrar hierbas?’ Y me llevó a un lugar donde había muchas.”

No tenía idea de que Kumakyu pudiera hacer eso. Tendría que probarlo más tarde.

Fina siguió despellejando, incluso mientras hablábamos. Vi como separaba expertamente la piel de la carne y los huesos. “¿Solo quieres las gemas de maná de los Tigerwolves?” preguntó.

“Sí, solo las gemas de maná están bien por ahora. Sin embargo, podría pedirte que hagas el resto más tarde “.

Cuando llegó a un buen punto de parada con los lobos, Fina cambió a los Tigerwolves. Les cortó el estómago, metió las manos y sacó las gemas de maná. Les dio un enjuague y me las entregó. Eran más del doble del tamaño de las gemas de lobo normales y brillaban de color blanco brillante.

“¿Sabes dónde están las gemas?” Me impresionó que no hubiera dudado antes de ir directamente hacia ellos.

“Por lo general, están en el medio”, dijo.

“¿De verdad?”

“Sí, pero no he desmantelado a todos los tipos de monstruos que existen, así que no estoy completamente segura. Sin embargo, sabía que los Tigerwolves tienen sus gemas en el mismo lugar que los lobos.”

“Eres increíble, Fina”.

“No, eres increíble, Yuna. No puedo creer que puedas vencer a monstruos tan fuertes tú sola.”

“Gracias. Es un poco tarde ahora, pero ¿quieres almorzar?” Guardé los dos cadáveres de los Tigerwolves sin gemas en mi almacén de osos.

“Yo… no he hecho ningún almuerzo…” Fina murmuró suavemente, mirándose los pies.

“Está bien, les pedí que nos prepararan algunos en la posada, así que ven al comedor después de lavarte las manos”.

“Bueno.”

Una vez regresé a la casa principal de los osos, saqué el jugo del refrigerador y las comidas humeantes de mi almacén de osos, agradecida por la suspensión de tiempo. Fina entró cuando terminé de poner la mesa. “¿Qué tal si comemos mientras aún están calientes?”

Le señalé un asiento y coloqué nuestras comidas una al lado de la otra.

“Se ve tan bien.” Fina parecía encantada de ver nuestras comidas una al lado de la otra.

“¿Qué quieres hacer ahora?” Yo pregunté.

“¿Hacer para qué?” Fina parecía desconcertada.

“¿Deberíamos ir a casa? ¿Quieres seguir desmantelando cosas?”

“Quiero seguir trabajando, si te parece bien”.

“Entonces nos quedaremos aquí por un tiempo”.

“Muchas gracias.”

Le dije a Fina que iba a tomar una siesta en el segundo piso una vez que termináramos de comer, y me dirigí a mi habitación. Tenía unos ocho tatamis de ancho y era bastante espacioso. Puse una cama grande, una mesa redonda y cuatro sillas, además de una cómoda y una estantería, ambas vacías. No importaba si la habitación en sí era espartana, siempre y cuando tuviera el almacenamiento de osos.

Le di la vuelta al mono de oso negro para cambiarlo al blanco, luego me metí en la cama. Terminé tomando una siesta de varias horas.

Alguien me estaba sacudiendo. “Yuna, Yuna”.

“¿Fina?”

“Por favor despierta.”

“Buenos días. ¿Terminaste con la cosecha?”

“Sí he terminado. Vine a despertarte.”

“Gracias.” Bostecé y me levanté de la cama.

“¡Yuna!” Cuando Fina vio mi atuendo, sus ojos brillaron. ¿Eh? Pensé. “Ese oso blanco es tan lindo”.

Oh cierto, ahora estaba usando el oso blanco.

“Es para cuando duermo”. Me quité la ropa de oso blanco y les di la vuelta, volviendo a mi yo normal de oso negro.

“Muy bien”, dije, “vamos a casa”.

Fina y yo cambiamos de oso esta vez. Regresamos a la ciudad unos treinta minutos más tarde, justo cuando el sol empezaba a ponerse. Todavía no sabía mucho sobre la cultura de este mundo, pero estaba bastante segura de que no debería dejar a los niños de diez años fuera demasiado tarde.

Cuando galopé hasta la puerta con Kumayuru, asustamos tanto al guardia que preparó su pica. Fina y yo desmontamos y guardé a los osos. Traté de parecer natural cuando le mostré al guardia mi tarjeta de gremio.

“Sí, ¿qué pasó con esos osos hace un momento?”

“Son solo mi invocación”.

“Oh, invocación”.

Me devolvió la tarjeta sin hacer comentarios. Pensé que diría algo sobre ellos, pero nada. Nos dirigimos al gremio para informar que había matado a los Tigerwolves.