Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

Volumen 5: Un Nuevo Juramento Entre La Luna y Las Estrellas I

Extra 13: Juego Otome IV Lado Femenino – [C-4] Investigando Los Tomos Antiguos

“…Hm, veo un montón de tomos antiguos en esa zona. Debería ir a echar un vistazo.”

De todos modos, no tenía ninguna idea mejor. Sin embargo, cuando se acercó, se encontró con una chica pelirroja que le resultaba familiar.

“Vaya, Ruby, ¿qué haces aquí en los archivos?”

Ruby, aparentemente absorta en un libro, levantó la vista con un sobresalto al oír la voz de Mia.

“O-Oh, Su Alteza… Saludos.”

“Saludos, en efecto. ¿Vienes a un lugar como este a leer? Debes ser un lector más ávido de lo que pensaba.”

“Eh, bueno… Hay algunos libros aquí que no puedes encontrar en ningún otro sitio.”

“Entiendo. Por cierto, ¿qué estás leyendo exactamente?”

“Ah—”

Ruby se puso rígida, al darse cuenta de las implicaciones de responder a esa pregunta. Mia frunció el ceño, desconcertada.

“¿Pasa algo? Oh, déjame adivinar. Vas a unirte a la Guardia de la Princesa, así que querías prepararte en privado de antemano. Supongo que estás estudiando tácticas de escuadrón a pequeña escala o algo así.”

“No, yo — bueno… Es algo así, supongo. Nada que te interese, lo prometo.”

Intentó esconder el libro detrás de ella, pero su movimiento nervioso hizo que se le escapara de los dedos.

“Ah”

Cayó al suelo, aterrizando a sus pies con la tapa levantada. En él estaba el título, “Manual de Romance: Cocina.”

Se produjo un largo silencio. Mientras la incomodidad llenaba el aire mohoso, Ruby fue la primera en hablar.

“…Bien, déjeme decir una cosa, Su Alteza.” Se enderezó, hablando en un tono sobrio y digno. “No necesito libros cuando se trata de estrategia y táctica. Desde que tengo uso de razón, he sido entrenado en el arte del mando. Incluso ahora, me mantengo al día con las últimas investigaciones. Nunca en mi vida he dejado de estudiar la teoría militar, y nunca lo haré, porque soy un Redmoon.”

“Entiendo. Eso sí que es razonable.”

“Acudo a los libros por cosas que no sé. Para buscar nuevos conocimientos. Por eso estoy encerrada aquí en los archivos.”

“¿Para aprender a ser una novia?”

“¡¿Qué?! ¿Tienes algún problema con eso?”, espetó ella, borrando cualquier pretensión de dignidad.

Tal vez su guerrera interior sacó lo mejor de ella. Sintiendo que estaba acorralada, pasó inmediatamente a la ofensiva. Al fin y al cabo, ningún Redmoon que se precie se rendiría sin luchar. Esta reacción divirtió a Mia, que rompió a reír.

“Vaya, Ruby, no hemos hablado mucho antes, pero debo decir… que eres sorprendentemente adorable.”

“Qué—”

Con la cara roja y sin palabras, Ruby sólo pudo mirar.

“Oh, debo mencionar que yo también estoy bastante interesada en esas cosas. Cuando termines de leer, ¿podríamos sentarnos a discutir? Invitaré a Esmeralda también. Qué dices, ¿hm?”

Poco a poco, la expresión de Ruby se suavizó, el desconcierto dio paso a una mansa sonrisa.

“Me… encantaría, Su Alteza.”

De vuelta a su habitación, Mia comenzó a escribir su guión. El encuentro con Ruby le había dado una gran idea.

“Cuando se trata de historias, nada es mejor que un buen romance. Cuanto más profundo, mejor. De hecho, creo que el tema será el amor puro. Del tipo realmente dulce y sentimental. El personaje principal será una chica noble. Es un poco marimacho, pero en el fondo es un alma joven e inocente que está enamorada de la idea del amor…”

Afortunadamente, el impulso fue creciendo a medida que escribía, y no tardó en entregar un borrador completo a Rafina. La historia contaba un amor trágico entre una pareja de estrellas cuyo romance traspasaba las fronteras de la clase social. A través de sus dificultades surgió una exploración de lo que significa amar a alguien de verdad… Al llegar al final, Rafina se encontró asintiendo con admiración.

“…Esto es increíble, Mia. Hay tanta profundidad en el romance. Sólo puedo imaginar que te basaste en una gran experiencia personal.”

Dejando de lado el posible nacimiento de un grave malentendido, era un trabajo bien hecho para Mia, la dramaturga en ciernes. Más tarde, Ruby vería la representación y casi tendría un aneurisma, pero esa es una historia para otro día.

La Princesa Mia… ¡Acaba Escribiendo una Historia de Amor!

Fin –