Ryuu to Sairei (NL)

Volumen 1

Capítulo 4: Mira Hacia La Cumbre

Parte 1

Ix se acuclilló y examinó los pétalos de las flores.

Cuando acercó su rostro, una fragancia ligeramente dulce llegó a su nariz.

Miró a los insectos que se aferraban a los tallos y luego se alejó.

A su alrededor se extendía un campo de flores. Los pétalos rojos fluían en ondas escarlatas cada vez que se levantaba una ráfaga de viento. Estas flores se llamaban halni. No eran especialmente raras y se usaban a menudo para teñir ropa y cosas por el estilo.

Esta área estaba justo al sur de Agnasruze. Si mirabas hacia el norte, podías ver las sencillas hileras de edificios y el contorno del monte Agnas en el horizonte.

“¿Hacer esto nos encontrará algún tipo de pista?”.

Ix miró en la dirección de la voz y vio a Yuui venir hacia él luciendo frustrada.

Sintió como si no hubiera visto su rostro en mucho tiempo. Aunque todavía parecía algo cansada, no estaba tan terrible como se veía durante su reunión con Tomah. Ix se alegró de que ella pareciera mejor.

“Buen trabajo al encontrar este lugar”, dijo de espaldas, ocultando el alivio en su rostro.

“Solo le pregunté a Ost si había algún lugar cercano donde florecieran los halni”.

“Hay un balance de halni escrito en la misma página donde está la nota de adquisición del dragón”.

“No creo que eso tenga nada que ver con los dragones”.

“Bueno, probablemente no sea una gran pista”, estuvo de acuerdo Ix.

“Pero todo lo que podemos hacer es investigar todo uno por uno. Entonces…”.

En otras palabras, su investigación realmente había chocado contra una pared. Incluso con lo lejos que habían llegado, lo único que tenían para mostrar por sus esfuerzos era una teoría con evidencia débil, y no se estaban acercando más a encontrar un corazón de dragón. Al ver que no pudieron localizar a Ega Fulmen en los registros de purificación, contrariamente a las expectativas, solo les quedaban dos líneas de investigación: continuar investigando el Monte Agnas y—

“Averiguar sobre el festival. Esa es nuestra única otra opción”, dijo Ix.

“Un festival que se llevó a cabo en esta ciudad hace mucho tiempo… Pero incluso si hubo uno, no podemos probar que tenga alguna conexión con los dragones”, dijo Yuui mientras extendía sus manos con las palmas hacia arriba.

“No tenemos otras hipótesis, así que todo lo que podemos hacer es seguirla”. Ix suspiró, sacudiendo la cabeza. “Los festivales generalmente se establecen con un objetivo en mente. Por lo general, comienzan más como ceremonias que como festivales. Pero a medida que cambian las generaciones, mucha gente comienza a participar, por lo que se vuelve más accesible y se refina hasta convertirse en un espectáculo real. En ocasiones se fusiona con celebraciones de otros ámbitos. Así es como se pierden sus significados originales. Si había una religión en este pueblo centrada en los dragones, entonces el festival probablemente era una ceremonia para adorarlos. Y si lo averiguamos…”.

“… Esas no son tus propias ideas, ¿Verdad?”.

“Son ideas confiables. Es algo que dijo un erudito que visitó la tienda de mi maestro”.

“Bueno, buena suerte observando tus flores, entonces”. Yuui suspiró y se alejó de Ix.

Como estaba en medio de un campo de flores carmesí, parecía que se alejaba caminando por una alfombra roja.

Según lo que habían escuchado, el Nuevo Orden rechazaba cosas como tintes y lujos. Las vibrantes halni parecían tan fuera de lugar aquí precisamente porque estaban yuxtapuestas contra una comunidad tan austera.

Ix no pudo evitar admirar la belleza del lugar. A pesar de que estaba en el campo, hubiera sido bueno que más personas lo supieran.

En realidad… Tal vez era todo lo contrario.

¿Y si este lugar se hubiera desvanecido recientemente de la conciencia pública? La gente cosechaba estas flores en el pasado. Pero dejaron de usarlas, por lo que las halni se extendieron a ser un campo entero. Bajo esa luz, su presencia podría ser evidencia de apoyo para la teoría de que había habido otra religión en Agnasruze. Aunque en realidad solo fue un pensamiento…

Después de terminar sus observaciones, Ix se puso de pie y miró a su alrededor. Yuui había cogido una flor y la estaba haciendo girar en la punta de sus dedos. Cuando él se acercó, ella comenzó a hablar, como para sí misma.

“Parece que Tomah y los otros no van a regresar”, dijo ella con un suspiro.

“Escuché lo mismo”.

“Los mineros los vieron dirigirse hacia el Monte Agnas. Nadie los ha visto u oído de ellos desde entonces”.

“Así parece”.

“¿Tienes alguna idea?” .

“¿Sobre qué?”.

“Sabes en dónde desaparecieron, ¿No, Ix?”.

“¿Qué harías si lo supiera?”.

“¿A qué te refieres con qué haría…?”.

“Te diré lo que creo que sucedió, pero todo es solo una suposición. El otro día, cuando estábamos investigando una mina abandonada, descubrimos que había un sonido extraño que provenía del otro lado de un muro sin salida. Allí, discutimos sobre preparar algo de equipo para ver qué había al otro lado otro día. Después de eso, nos fuimos por caminos separados. Luego desaparecieron. Esto es todo lo que puedo decir”.

“Entonces esa área necesita ser investiga—”.

“¿Investigada por quién? ¿Una mina abandonada llena hasta el borde de bestias mágicas? No puedo hacerlo yo. Tú tampoco puedes, no sin una varita. ¿Preguntaríamos a algunos aventureros? ¿Quién les va a pagar? ¿O qué tal si tratamos de contactar a sus familias? ¿Aunque en realidad no sabemos a dónde fueron?”.

“…No es raro en la Academia que los estudiantes mueran o desaparezcan cuando trabajan como aventureros. Pero…”, Yuui se mordió el labio y miró fijamente abajo.

“Además, odias a Tomah, ¿No? Quiero decir, no es de extrañar que rompieras una amistad con alguien con quien te llevabas bien cuando descubriste que era el hijo de tu enemigo”.

Yuui miró sorprendida a Ix.

“Tomah me contó el resto después”, él admitió.

“… Ya veo”. Yuui cerró los ojos. “Fui enviada al reino como una ‘alumna de estudios en el extranjero’ porque estoy relacionada con ciertas personas. Con mi familia muerta, yo era una rehén muy conveniente para los demás miembros de la realeza. Sin embargo, el color de mi piel y cabello fue todo lo que se necesitó para provocar la burla de la gente de aquí. No importa cuánto pretenda el reino que somos aliados, sus ciudadanos consideran a la gente ‘salvaje’ del este, que no cree en el mismo dios, como seres inferiores, incluso cuando no tenemos mala voluntad hacia ellos. Si no me estuviera cubriendo con una capa como esta, ni siquiera podría caminar afuera. Lo mismo sucedió en la Academia a la que me vi obligada a asistir, por supuesto…”.

“¿Pensaba que la Academia aceptaba a cualquiera que quisiera aprender?”.

Ese era el ideal que se promocionaba de todos modos. Juraron dar la bienvenida a todos los estudiantes que sobresalieran, sin importar su condición social o ascendencia.

“Es una fachada. Ni los profesores ni los alumnos se ajustan a ese ideal. Y no podía hablar Estándar Central, así que para ellos, yo era solo una ‘estudiante incivilizada que ni siquiera podía entender las palabras’. Las únicas personas que me tendieron una mano de amistad fueron Tomah, Rozalia y Dann”.

Yuui rompió los pétalos de la flor en pedazos mientras continuaba.

“Me trataron como a una igual. También eran estudiantes de honor, por lo que los otros estudiantes no me tocarían mientras me quedara con ellos. Cuando teníamos tiempo, me enseñaban el idioma. Todo lo que tengo ahora, mi capacidad de vivir libremente es gracias a ellos”.

“Estás agradecida”.

“Sí, nunca podré agradecerles lo suficiente”. Yuui sonrió y miró hacia abajo. “… Luego vino la delegación”.

“¿Con el ‘embajador’?”.

“Yo… No podía mirarlo. No estoy segura, pero parecía que la delegación realmente creía en lo que era solo un acto. Fue ridículo— cómo le dieron a la delegación una bienvenida superficial, cómo hicieron un espectáculo de intercambio de apretones de manos, cómo todos aplaudieron en voz alta por cómo habían profundizado una amistad inexistente. Estaba obligada a asistir a la fiesta de bienvenida como una estudiante del extranjero, pero luego tuve esa conversación con Tomah”.

“Me dijo que fue insensible, que no debería haber hablado de eso frente a ti”.

“Bueno, ciertamente no son buenos recuerdos. No lo recuerdo todo claramente, solo que vino el ejército y mató a mi familia y amigos. Las personas que trataban de huir eran abatidas una tras otra… Había oído que el padre de Tomah estaba en el ejército, pero escuchar que en realidad era él quien había propuesto esa estrategia… Sí, me desconcertó”.

Yuui sonrió dolorosamente, pero no parecía forzada.

“Pero, Ix, eso no es lo que me dolió. Esa no es la razón por la que rompí nuestra relación. Se lo he explicado a Tomah muchas veces, pero sigue sin entenderlo”.

“Por lo que entonces—”.

“Fue porque me di cuenta de que nunca podremos llegar a entendernos”.

Su abrigo ondeó en una fuerte ráfaga de viento.

“Me dijo que esa estrategia estaba justificada”, continuó ella. “Afirmaba que era la decisión correcta porque puso fin a la guerra rápidamente y redujo el número total de bajas del reino. Pero no importa cómo lo intentes disfrazar, su plan no era más que la masacre de civiles. ¿Qué opinas, Ix? ¿Estuvo mal esa estrategia?”.

“Depende de tu perspectiva. Desde el punto de vista del reino, era justificable. Desde el punto de vista Lukuttan, fue abominable”.

“¿Qué tal desde una perspectiva objetiva?”.

“¿Hay una perspectiva objetiva en una guerra?”.

“Sí, eso es exactamente. Eso es todo lo que quise decir”.

Yuui miró hacia arriba.

“Forjamos una amistad, independiente de nuestros países; luchamos juntos; pasamos un año hablando entre nosotros. Creía que podríamos llegar a empatizar un poco con los demás. De hecho, pensé que habíamos llegado a ese punto. Pero eso era imposible. No entendía nada sobre él, y él no entendía nada sobre mí… En el momento en que me di cuenta de eso— ¿Cómo lo explico? —Sentí como si la fuerza saliera de todo mi cuerpo. Y… Sí, caí en la desesperación”.

Yuui repitió “eso fue todo” una y otra vez.

“Al final, me ilusioné y dejé traicionar. Eso fue todo. Eso fue todo…”.

Con los pétalos de las flores hechos pedazos, los soltó al viento.

Los fragmentos rojos giraron y se alejaron bailando.

Ella se miró vagamente las manos.

Ahora vacías, estaban teñidas de rojo.

Se veía casi como si estuviera sangrando…

¿Sangrando…?

Ix aguantó la respiración.

Eso es…, se dio cuenta.

Lentamente suspiró.

Y luego preguntó.

“¿Sentiste desesperación?” .

“Sí”.

“¿Razón por la cual trataste de tomar venganza?”.

***

Los ojos de Yuui se abrieron por completo.

Con los labios temblando, preguntó “… ¿Cómo?”.

“Pensé que era extraño”, señaló Ix. “Esa varita es increíble— tiene el más alto de los catalizadores de alta calidad. No debería dañarse con el uso normal, y debería ser casi imposible que el núcleo se rompa. Eso es lo que me llevó a creer que debe haber una razón por la que se rompió”.

“¿La cuál es…?”.

“El núcleo de una varita determina su disposición. Si el usuario no es compatible, o si intenta lanzar un hechizo que va en contra del temperamento de su catalizador, entonces no puede usar todo el poder de la varita. A veces, la varita incluso morderá al usuario. Yuui, tu varita tiene una naturaleza increíblemente fuerte. Es inusual, incluso entre las que creó el Maestro. Se negaría absolutamente a lanzar un hechizo que estuviera en contra de su disposición. No, no solo se negaría a lanzar el hechizo. El núcleo podría simplemente…”.

Ix apretó su puño y luego lo abrió.

“¿Te acuerdas? ¿Cuál es la disposición de esa varita?”, preguntó.

“Increíblemente… moral”, murmuró Yuui. Y lo opuesto a la moral era… Pero Ix continuó sin tocar eso.

“Mi maestro estaba loco, pero no era del tipo que hace una promesa imposible. Debería haber sabido que cambiar un corazón de dragón habría sido una tarea inútil. Habría sabido que repararlo habría sido inútil. Entonces, ¿Por qué hizo un contrato que decía que lo repararía gratis? La única conclusión a la que puedo llegar es que tenía otro objetivo en mente”.

“¿Otro objetivo…?”.

“Para que, si esa varita cayera en manos de alguien malvado o fuera usada para el mal, entonces regresaría a él”.

“… ¿Con qué propósito?”.

“Fuiste a la tienda. ¿No viste lo que estaba escrito en la puerta? Yuui buscó en su memoria, pero solo le vino a la mente una imagen vaga.

“‘Poniendo varitas en las manos correctas’”, dijo Ix.

“¿Incluso una varita rota…?”.

“Incluso una varita rota. Ese era el credo del Maestro. Ese contrato era un ‘a prueba de errores’, una forma de recuperar el catalizador. Una varita cuya moralidad era la fuente de su poder. No tenemos idea si las varitas que fabricamos se usan para salvar personas o matarlas. Eso depende del portador, depende de ellos. Pero lo que nosotros, los fabricantes de varitas, no podemos soportar es que un individuo inapropiado lance magia inapropiada con nuestras creaciones. No puedes traicionar a una varita”.

“Pero… Pero eso no es—”.

“No importa la excusa que intentes dar, las varitas del Maestro nunca se equivocan. La tuya se rompió porque hiciste algo inmoral. Nada más, nada menos”, explicó Ix con frialdad. “Eso es lo que significa ir en contra de la disposición de una varita”.

Él estaba en lo correcto.

Yuui sabía que era inmoral, que no era justificable en absoluto, pero lanzó un hechizo para vengarse.

Y su varita se había roto… y su venganza había fallado.

“No me malinterpretes— no te estoy juzgando”, agregó Ix. “El portador determina para qué se usa una varita. Además, solo estoy hablando de una suposición que he tenido. El contrato tampoco me dijo que recuperara la varita, así que la repararé y te la devolveré. No tiene nada que ver conmigo si luego intentas matar a Tomah”.

“¿Tomah?”.

“Sí, o tal vez a su padre. O a esa delegación. No importa quién. ¿Sabes lo que eso significa, Yuui? No importa de quién intentes vengarte, fallará. Y no la volverás a tener”.

“¿No la volveré a tener?”.

“Incluso si reparo la varita una vez, no puedo volver a hacerlo. La próxima vez, te pediré que pagues, y probablemente ni siquiera podría obtener el material principal. Lo que estoy preguntando es, ¿Realmente quieres que te la repare?”.

Yuui se dio cuenta de lo que estaba insinuando con esa pregunta. Ella no pudo responder con nada más allá de “… ¿Cómo?”.

“He tenido una idea de lo que realmente es el corazón del dragón”.

“¿Y puedes repararla?”.

Ix vaciló y luego asintió.

Yuui tragó saliva.

“Dime”, le suplicó.

“El corazón de dragón es probablemente un mineral que forma el núcleo de la montaña y crea agnasita”, reflexionó Ix, tapándose la boca con la mano. “La agnasita se ha extraído del Monte Agnas desde tiempos inmemoriales. Pero eso normalmente no sería posible. Las vetas minerales no son un manantial interminable. Deberían haberse agotado después de décadas de minería, pero no lo han hecho. De hecho, había agnasita brotando de las fisuras en el techo de la mina abandonada… Como si estuviera sangrando”.

“Habías dicho antes que, en lugar de un corazón de dragón, podrías usar un núcleo compuesto que contenía agnasita para mi varita. ¿Es esa la razón? ¿Algo como eso existe? ¿Un manantial de piedra?”.

“El corazón del dragón está cálido sin importar cuándo lo toques. Eso solo es extraño. Es inconcebible que algo pueda continuar liberando calor perpetuamente sin ningún aporte. O el corazón del dragón tiene mucho poder almacenado o tiene la capacidad de producirlo por sí mismo. Si hay un gran cristal de eso, es una piedra preciosa completamente desconocida. No es irrazonable suponer que tendría la capacidad de crear objetos. Entonces en realidad sería apropiado llamarlo corazón de dragón…”.

Ix se encogió de hombros, independientemente.

“Incluso si existe, probablemente esté enterrado en lo profundo de la montaña”, continuó. “No tengo ni idea de cómo llegaríamos a eso. Pero como esa piedra está en tu varita, sabemos que tiene que haber una manera. Encontraré cómo obtenerlo antes de que se nos acabe el tiempo, de alguna manera”.

“No suenas muy seguro de eso”.

“La cuestión es, Yuui, independientemente de si podemos obtener el material central, la conversación aún se remonta a la pregunta que hice antes”.

“¿Qué era?”.

“Si debo reparar la varita. Dijiste que lo necesitas antes de que termine el verano. No sé qué tipo de hechizo estarías planeando lanzar con ella, pero fallará por completo si tiene fines inmorales. Sabiendo eso, ¿Todavía la necesitas?”.

“…Déjame preguntarte algo primero”.

“Si puedo responder, lo haré”.

“¿Por qué aceptaste mi pedido?”.

“…Porque viniste con el contrato.”

“Sí, había un contrato. Pero no tenías obligación de cumplir. Tu maestro ya no está aquí, y nadie sabía lo que había en ese acuerdo. Ni siquiera yo lo había leído. Podrías haber fingido que no era nada y haberlo hecho pedazos. Incluso si no hubieras predicho que la reparación conduciría a este largo y difícil viaje, tú, Ix, arruinado y recién independizado, no necesitabas aceptar la solicitud. ¿Me equivoco?”.

Ix parpadeó un par de veces y se tapó la boca con la mano.

“… Así es”, reflexionó, con una expresión seria en su rostro. “Romper el contrato… Esa sí era una opción. Nunca había pensado en eso hasta que lo mencionaste hace un momento. Si hubiera hecho eso, no habría tenido que deliberar sobre aceptarlo o no. Huh, eres inteligente”.

“N-no te dejes impresionar”, escupió Yuui, nerviosa por su respuesta impredecible. “Bien, ¿Estás diciendo que lo aceptaste simplemente porque no pensaste en otra opción?”.

“No, lo acepté porque…”, Ix levantó levemente la vista y murmuró algo en voz baja para sí mismo, pero finalmente volvió a mirar a Yuui.

“Probablemente… porque fue una orden del Maestro”.

“¿A pesar de que ya no está aquí?”.

“Bueno, aún deberías cumplir esas cosas”, continuó, como si hablara de otra persona, quizás no del todo convencido. “Es su última orden, así que bien podría escucharla. Además, le debo mucho…”.

Yuui miró a Ix, con el ceño fruncido por la duda, y sintió que se le agotaba la fuerza.

No era un sentimiento de debilidad como cuando había discutido con Tomah. Era más como quitarse un abrigo pesado y tirarlo a un lado… Como cuando te das cuenta de que inconscientemente has estado rechinando los dientes.

Ella sonrió.

“La varita ciertamente se romperá si se usa con malas intenciones, ¿Verdad?”, ella preguntó.

“¿Hmmm? Sí, eso es lo que dije”.

“¿Y mi padre habría sabido acerca de esa disposición?”, preguntó casualmente, tratando con todas sus fuerzas de no parecer entristecida.

Pero para Yuui, no había nada más importante que eso. ¿Qué estaba pensando su padre cuando colocó esa varita en sus manos y se fue? Eso era todo lo que quedaba dentro de ella.

Yuui miró con gran expectación a Ix, quien asintió.

“Por supuesto. No hay forma de que el Maestro no hubiera explicado eso”.

Después de unos segundos de silencio, Yuui asintió levemente.

“Gracias. Por favor, arregla mi varita”, pidió.

“¿Para qué propósito?”.

“Para que pueda ir a salvar a esos tres”.

“¿Estás segura?”.

“Sí… Seguramente eso es hacer algo moral”.

“¿Algo moral?”.

—”Porque eres la persona más apta para empuñar esta varita. Hasta que regrese, aférrate a ella y vive”.

A pesar de que esas eran las palabras de alguien que ya no estaba…

“Supuse que ‘bien podría escuchar” la última orden de alguien”, insistió ella.

“No tengo idea de qué estás hablando”, dijo Ix, confundido.

Yuui empezó a caminar sobre el campo de flores sin decir otra palabra.

“Oh, sí, de hecho, encontré otra pista sobre Ega Fulmen”, añadió ella, volteándose a mirarlo. “Aunque no sé si importe ahora, de todos modos”.

“… Eso no es necesariamente cierto”.

Por alguna razón, esa fue la única vez que el hosco fabricante de varitas le mostró una sonrisa.