Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 21

Capítulo 2: Misterio De Los Trascendentes

Parte 2

Esa noche, en el comedor de la casa de piedra…

“Terminé de comer”.

“Yo también. Gracias por la comida.”

Rio y Aishia terminaron de cenar y se sentaron uno frente al otro en la sala de estar. Después de un sorbo del té recién servido para calmarse, Rio habló.

“Está bien, ¿continuamos la conversación de antes?” el sugirió. “Seguro.”

“Pensé mucho en lo que dijiste. Pero antes de escuchar el resto, hay algo sobre lo que quiero informarles y algo que quiero preguntar. ¿Te importa?”

“Adelante.”

“Primero, tengo una actualización: estaba en el vestuario cuando me di cuenta de que mi color de cabello había cambiado. Mis viejas cicatrices también han desaparecido”.

Rio quitó el artefacto que cambió el color de su cabello. Consideró mantenerlo oculto para evitar que Aishia se preocupara, pero era algo que ella notaría tarde o temprano. Por lo tanto, eligió ser honesto al respecto.

“…”

El cambio en el color de su cabello y la desaparición de sus cicatrices era prueba de cómo su cuerpo físico se acercaba a algo menos humano y más espiritual. Sin saber qué tipo de efectos secundarios tendría, Aishia frunció el ceño con amargura.

Habiendo esperado esa reacción, Rio se apresuró a terminar su actualización y cambiar de tema.

“Es bueno que mis cicatrices hayan desaparecido y no ha habido ningún cambio negativo hasta ahora. No tienes que parecer tan molesto por eso. Más importante aún, hay algo que quería preguntar sobre los héroes. Si los héroes pueden usar libremente sus Armas Divinas cuando lo deseen, ¿eso significa que están constantemente asimilados con sus espíritus de alto rango superior?”

“Sí…” confirmó Aishia.

“En ese caso, los héroes corren un riesgo similar de efectos de asimilación, ¿verdad? ¿No sería más peligroso para ellos, ya que están perpetuamente asimilados…?”

De hecho, ¿no significaba eso que los héroes estaban soportando la misma carga que él? Especialmente si estaban constantemente en un estado asimilado.

Pero por lo que Rio sabía, Satsuki y los demás no habían cambiado de apariencia. ¿Cuál fue la razón para eso? No pudo evitar encontrarlo extraño.

“El riesgo de que los héroes sean asimilados perpetuamente es lo suficientemente bajo como para ignorarlo”.

“Hmm… ¿Cómo es eso?”

“En su vida diaria, los héroes solo son asimilados por un pequeño porcentaje. Las únicas veces que sube el porcentaje es cuando sacan sus Armas Divinas y luchan. Incluso cuando usan sus poderes de héroe, ese porcentaje solo sube al setenta u ochenta por ciento… creo. Puede haber otras protecciones especiales incluidas en el vínculo espiritual entre los héroes y los espíritus de alto rango superior, pero esa es la razón principal.”

“Entonces, si el grado de asimilación es bajo, ¿básicamente no hay riesgo? ¿Es lo suficientemente inofensivo como para permanecer constantemente asimilado?”

“Sí. Si mantienen un estado de un pequeño porcentaje fuera del combate, entonces no debería haber ningún riesgo de asimilación continua. El combate puede aumentar temporalmente ese porcentaje, pero su existencia como humanos debería permanecer estable si se mantienen por debajo del cincuenta por ciento.”

“Entonces, el cincuenta por ciento es la línea para cuando el ser de uno se vuelve inestable. En otras palabras, se debe evitar el uso frecuente de asimilar más del cincuenta por ciento. ¿Es eso correcto?”

“Sí. Cuanto mayor sea el número, menor debe ser la duración de la asimilación. Esto se aplica a ti y a mí también”.

“Parece que mientras el grado de asimilación se mantenga bajo, no es un problema”.

En cuyo caso, mientras se atuvieran a esas reglas de uso, la asimilación podría ser un arma secreta tranquilizadora para tener en una pelea. Además de aumentar la fuerza y la vitalidad básicas, también permitía el uso de Armas Espirituales.

“Pero cuando usas tus poderes trascendentes, debes tener una asimilación tan fuerte como sea posible. De lo contrario, tu cuerpo no sobrevivirá a la reacción”.

“Pensé que los héroes pudieron sobrevivir usando su poder de héroe porque fueron asimilados con espíritus de alto rango superior… Pero Santa Erica murió porque no pudo manejar la reacción violenta, ¿verdad?”

“Erica murió porque los Seis Dioses Sabios establecieron un límite que impedía que los héroes se asimilaran completamente con los espíritus. Como dije hace un momento, lo máximo que puede alcanzar su asimilación es setenta u ochenta por ciento cuando usa sus poderes.”

En otras palabras, una asimilación del setenta u ochenta por ciento no fue suficiente para soportar el retroceso de sus poderes.

“¿Por qué los Seis Dioses Sabios establecieron tal límite? Una asimilación más fuerte evitaría que los héroes murieran…”

“Los Seis Dioses Sabios crearon la invocación de héroes porque querían usar los poderes de los espíritus de alto rango superior sin revivir a los espíritus mismos. Una fuerte asimilación crea el peligro de que el héroe sea poseído por el espíritu superior de alto rango. Es por eso que existen condiciones y sellos en el vínculo espiritual para evitar que salgan a la superficie”.

“Parece que hay circunstancias complicadas a la mano, pero al mismo tiempo, eso significa que los héroes están a salvo mientras no usen sus poderes de héroe, ¿verdad? No hay un alto riesgo de que el resto de los héroes terminen como Santa Erica… ¿o sí?”

“No lo hay. En términos generales, el vínculo espiritual entre los héroes y los espíritus de alto rango superior favorece al héroe. El héroe tiene el poder sobre la asimilación, por lo que hay poco riesgo de que su cuerpo sea poseído. Pero si se esfuerzan al máximo, usando todo su poder curativo como lo hizo el Santo, entonces el espíritu de alto rango superior podría potencialmente robar el control de su cuerpo”.

“Entonces, mientras no terminen en una pelea peligrosa, Miharu y Satsuki estarán bien estando cerca el uno del otro”.

“Sí.”

“Dicho esto, mantener a los héroes fuera del campo de batalla solo está retrasando el problema. Para resolver el problema en su núcleo, tenemos que calmar la ira de los espíritus de alto rango superior, ¿verdad?”

“Sí… Eso sería ideal”.

“Pero el espíritu de alto rango superior en Erica vio a Miharu y a ti como Lina y trató de descargar su ira con ustedes dos. ¿Sí?”

“Sí, porque Lina es el yo pasado de Miharu. Y.…”

“¿Y tú yo pasado también?”

“Pienso que sí.”

No estuvo mal. Sin embargo, tampoco era exactamente correcto. Aishia asintió para transmitir ese matiz y luego agregó: “Los espíritus de alto rango superior creen que Lina los traicionó junto con los Seis Dioses Sabios”.

“Traiciono…”

¿Qué había pasado entre Lina y los otros Dioses Sabios?

“Si no hay nada más que quieras saber, explicaré en detalle por qué los espíritus de alto rango superior se resienten de los Siete Dioses Sabios, junto con los otros eventos del pasado”.

“En ese caso, por favor hazlo”.

“Okay. Todo comenzó hace mil años; en realidad, fue incluso hace más tiempo que eso. Había un dios en el mundo, que tenía catorce trascendentes como seguidores. El Rey Dragón, los Seis Grandes Espíritus y los Siete Dioses Sabios”, dijo Aishia, comenzando su historia.

“El Rey Dragón…”

Rio reaccionó a la palabra familiar. Cuando estaba luchando contra Erica, la otra persona dentro de Erica lo había llamado así.

“Eres el Rey Dragón”, afirmó Aishia rotundamente.

“Yo soy…” Rio tropezó con sus palabras.

“Al igual que Amakawa Haruto fue tu vida pasada, la vida pasada de Amakawa Haruto fue el Rey Dragón”.

“Ya veo…”

Una vida pasada a una vida pasada sonaba verdaderamente dudosa. Pero Rio nunca dudaría de las palabras de Aishia. Además, ya le habían dicho que la vida pasada de Miharu era la Diosa Sabia Lina, y con su propia vida pasada como Amakawa Haruto, no sería extraño que Amakawa Haruto también tuviera una vida pasada. Por lo tanto, no estaba tan sorprendido.

“Dios creó el mundo, luego lo manejó junto con los trascendentes. Pero un día, Dios desapareció del mundo. Solo quedaron los catorce trascendentes. Pero dios dejó órdenes para los trascendentes antes de irse, y también quedaron varias reglas para cumplir esas órdenes”.

“Adelante.”

“Después de que el dios desapareció del mundo, los trascendentes obedecieron esas reglas y cooperaron entre sí para administrar el mundo en el lugar del dios. Sin embargo, su asertividad para la gestión era muy diferente de cuando Dios estaba presente”.

“¿Cómo es eso?”

“Cuando Dios estaba cerca, Dios interfería con la humanidad dando profecías ocasionales y castigos divinos. Dios decidió el camino que seguiría la humanidad y la estructura de su sociedad, y los humanos vivieron obedeciendo a Dios. Cuando los humanos ignoraron las profecías e hicieron malas acciones, Dios los cortó de raíz con el castigo divino. De esa manera, el mundo avanzó en la dirección que Dios quería. Era una utopía donde cada vida vivía en armonía. Ese era el mundo antes de que Dios se fuera”.

Sin embargo, dios abandonó esa utopía y dejó su manejo a los trascendentes.

¿Por qué Dios dejó el mundo…?

Esa era la pregunta en la cabeza de Rio, pero se mantuvo en silencio para no interrumpir la charla de Aishia.

“Y luego vino lo que sucedió después de que Dios dejó el mundo. A los trascendentes se les otorgaron roles antes de que dios se fuera. Se les ordenó limitar al mínimo su gestión del mundo. Sin la guía de Dios, la humanidad comenzó su propio viaje. Como resultado, las opiniones de las personas chocaron, creando diferencias individuales en los valores. Lo que una vez fue una sola masa reunida se dividió en varios grupos más pequeños, creando brechas en el estatus social y la riqueza, y estalló la guerra entre la humanidad”.

Eso sonaba como el resultado inevitable. De hecho, no sonaba diferente del mundo actual. Los humanos eran criaturas con sus propias voluntades.

Por lo que Rio sabía, no había forma de unir los valores humanos y eliminar los conflictos. Si tal cosa fuera posible, no habría necesidad de guerra. No tenía idea de cómo el dios había logrado lograr eso.

“El mundo estaba mucho más desordenado en comparación con cuando Dios estaba presente. Pero los trascendentes se apegaron a las órdenes de Dios y observaron en silencio. Solo interfirieron con el mundo cuando sucedió algo que no podían pasar por alto, para cumplir con sus roles”.

“Así que no era tan diferente del mundo actual, ¿eh?”

“Aparte de la existencia de los trascendentes, sí. Hay un equilibrio entre las principales naciones en este momento, pero ese no era el caso en el pasado. Hubo mucha más guerra y muerte, y algunos de los trascendentes se lamentaron por el mundo caído. Algunos incluso se sintieron desesperados”.

¿Por qué se fue el dios? El dios omnisciente y omnipotente debería haber sabido que esto le sucedería al mundo, que el mundo se volvería injusto.

Eso fue lo que probablemente pensaron. Habiendo asistido a Dios en la gestión de la utopía de primera mano, los trascendentes estaban aún más decepcionados.

“Por eso deseaban que la injusticia desapareciera del mundo. Decidieron hacer algo como los trascendentes a los que se les habían otorgado roles”.

Aishia hizo una pausa. “Y ese fue el comienzo de todo”.

“Los que querían hacer algo eran los Siete Dioses Sabios. Querían traer de vuelta al dios que había desaparecido a otra dimensión y comenzaron a investigar formas de abrir un agujero entre las dimensiones”, continuó.

“Fue difícil incluso con las habilidades de los trascendentes. Usar la hechicería espacial era imposible, literalmente se necesitaría un dios para lograrlo. Sin embargo, en realidad lograron algunos resultados. No pudieron localizar a dónde había ido el dios, pero lograron observar la existencia de otra dimensión”.

Todo fue para traer al dios de vuelta a este mundo.

“Después de eso, los Siete Dioses Sabios comenzaron a experimentar con formas de abrir un agujero entre las dimensiones. Aunque su investigación fue difícil, superaron cada problema uno por uno y avanzaron. Los Siete Dioses Sabios no estaban completamente unidos. Aunque compartían el objetivo general de devolver a Dios al mundo, sus verdaderas intenciones y pensamientos diferían. Todos, excepto Lina, habían perdido toda esperanza de que se anulara la injusticia de la humanidad. Por eso intentaron abrir el agujero a pesar de saber los peligros que podría traer. Lina trató de detenerlos, pero falló. La encarcelaron y se convirtieron en los Seis Dioses Sabios”.

“Sigue adelante…”

Había muchas cosas sobre las que quería preguntar, pero hacerlo haría que Aishia se desviara de su historia. Rio no quería eso.

“Con Lina encarcelada, los Seis Dioses Sabios continuaron con sus experimentos. Luego, finalmente lograron abrir un agujero a una dimensión de su elección. Eso fue hace mil años.”

“Eso fue alrededor de la época de…”

Si fue hace mil años, entonces…

Rio recordó los eventos a lo largo de la historia en su cabeza.

“Sí, el comienzo de la Guerra Divina. Los Seis Dioses Sabios tuvieron éxito en su experimento, resultando en eso.”

“Se siente como si acabara de escuchar algo impensable”. Rio suspiró, recostándose pesadamente en su asiento. Una parte de él quería pedir más tiempo para ayudarlo a organizar sus pensamientos, pero ahora que habían llegado hasta aquí, se resignó a escuchar al resto. Se inclinó hacia adelante para escuchar a Aishia una vez más.

“Como resultado del agujero en la dimensión, un ejército de demonios comenzó a invadir desde otro mundo. La ubicación era el extremo oeste de la región de Strahl. El otro mundo tenía seres a la par de los trascendentes, pero sobre todo, la cantidad de monstruos era abrumadora.”

Estaba claro que la humanidad sufriría como consecuencia.

“Para resistir las fuerzas del otro mundo, los Seis Dioses Sabios enseñaron a la humanidad magia y hechicería. También produjeron poderosos artefactos mágicos más allá de las tecnologías de la época. Eso ayudó a mantener la guerra paralizada por un tiempo, pero carecían de un factor decisivo. Fue entonces cuando buscaron la ayuda de los espíritus de alto rango superior y el Rey Dragón. Incluso acudieron a Lina en busca de ayuda”.

La Guerra Divina fue razón suficiente para que los espíritus de alto rango superior y el Rey Dragón actuaran.

“El problema era que los Seis Dioses Sabios ya habían perdido la confianza de Lina. Si les dijeran a los espíritus de alto rango superior y al Rey Dragón la verdad de lo que sucedió, correrían el riesgo de incurrir en su ira. Y así, los Seis Dioses Sabios liberaron a Lina primero”.

Buscaron la cooperación de Lina para explicar la serie de eventos a los espíritus de alto rango superior y al Rey Dragón, y para pedirles su ayuda. Por lo tanto, enviaron a Lina como mensajera a los espíritus de alto rango superior y al Rey Dragón.

“Su intento de eliminar la injusticia del mundo había invitado a más injusticia al mundo. Lina sintió un terrible pesar por no poder detener el gatillo de la Guerra Divina. Es por eso que aceptó el papel de mensajera y se dirigió a los espíritus de alto rango superior y al Rey Dragón para disculparse y pedir su cooperación. Por lo tanto, el primer lugar al que acudió fue a los espíritus”.

En ese momento, los espíritus de alto rango superior estaban todos reunidos en el Desierto. La gente espiritual ya había establecido su aldea allí, viviendo tranquilamente sin ningún contacto humano como lo hacían ahora.

“Los espíritus de alto rango superior estaban enojados, pero se dirigieron a Strahl con sus espíritus discípulos para eliminar la amenaza externa. La gente espiritual también se unió a la guerra cuando se dieron cuenta de eso. Lina luego se fue a buscar al Rey Dragón.”

Las fuerzas añadidas deberían haberle dado a este mundo la ventaja en la guerra…

“Fue entonces cuando apareció un nuevo problema. Poco después de que los espíritus de alto rango abandonaran el Desierto, mientras que Lina se fue a persuadir al Rey Dragón, el ejército del otro mundo apareció en una parte de Yagumo.”

… pero aparentemente habían sido teletransportados desde Strahl. “Esa debe haber sido una situación bastante difícil…”

“Y eso no fue todo. Cuando Lina convenció al Rey Dragón para que se uniera a la guerra, los seis espíritus de alto rango superior que se dirigían a Strahl habían desaparecido; para ser precisos, los Seis Dioses Sabios los habían incorporado al núcleo del sistema de invocación de héroes. Lina trató de liberarlos, pero falló. Es por eso que los espíritus de alto rango superior creen que Lina los traicionó junto con los Seis Dioses Sabios. Los consideran los Siete Dioses Sabios y los detestan.”

“Ya veo…” Con esto, Rio finalmente entendió lo que sucedió hace mil años.

“Desde entonces, Lina se unió al Rey Dragón. Limpiaron las fuerzas enemigas en la región de Yagumo, luego se dirigieron a Strahl para terminar la Guerra Divina”.

“Siento que te saltaste parte de la historia allí… Como cómo terminaron la guerra, o qué pasó con los Seis Dioses Sabios”.

“La verdad es que no sé nada de eso. No sé cómo terminó la guerra también. No sé si es porque no tengo los recuerdos, o simplemente no lo recuerdo. Todo lo que lo rodea es bastante borroso…” Frustrada por la sensación, Aishia se tocó la frente con la mano derecha.

“Todo lo que sé es que el Rey Dragón usó gran parte de su poder, su vida estaba en peligro. Lina también había agotado todo, y vio una profecía inquietante en tal estado. Es por eso que ella trató de reencarnarse y me creó, todo para devolver el poder del Rey Dragón a su ser reencarnado…” Buscando a través de sus recuerdos enterrados mientras hablaba, Aishia miró al vacío con los ojos desenfocados.

“Lo que no entiendo del todo es la parte en la que Miharu es la reencarnación de Lina, mientras que tú también eres Lina de alguna manera… Dijiste que Lina te creó, pero…” Rio le hizo una nueva pregunta a Aishia para despertar sus recuerdos.

“Sí… Soy un espíritu humanoide que Lina creó ella misma. Justo antes de

reencarnarse, me dio  el poder que el  Rey Dragón necesitaba para…

necesitaba…” Aishia apretó la cabeza entre sus manos como para suprimir un dolor de cabeza.

“No tienes que obligarte a recordar”, le aseguró Rio nervioso.

“Los recuerdos dentro de mí son una copia de los recuerdos de Lina de hace mil años… Cuando ella me creó, Lina estaba cerca de la muerte… Por eso Lina me dijo…”

En ese momento, los ojos de Aishia estaban fijos en los de Rio, pero ella no lo estaba viendo. En cambio, lo que vio no fue otra que ella misma.

***

¿Por qué?

“Lo siento. No hay tiempo. Va a morir antes de que pueda copiar todo. Tengo que dejar todo a ustedes dos, mil años en el futuro.”

Con una mano ensangrentada, dibujó un complejo círculo mágico en el suelo. Frente a ella estaba Aishia con los ojos en blanco.

“Es una persona muy gentil, así que por favor cuídalo… Porque seré completamente impotente cuando reencarne”.

Dirigió su mirada borrosa al centro del círculo. Allí yacía un hombre, a punto de exhalar su último aliento. Por alguna razón, instintivamente supo que él era el Rey Dragón.

“…” Aishia asintió con una mirada aturdida. En ese momento, todo encajó en su lugar. Estos no eran los recuerdos de Aishia.

Eran de Lina.

“Tengo que desencadenar el proceso de reencarnación antes de que muera. Voy a activar el vínculo espiritual. Ahora, es hora de que descanses dentro de él…”

Lina convirtió su fuerza vital en esencia mágica, activando el mayor hechizo de los dioses. Y con eso, Aishia…

“¿Aishia…? ¿Aishia?” Río llamó.

***

“¿Aishia? ¡Aishia!”

“¿Qué…?” Aishia finalmente parpadeó con los ojos, que estaban muy abiertos, volviendo a sus sentidos.

“Te distrajiste por un segundo allí. ¿Todo bien?” Río preguntó preocupado.

“…” Sin dar una respuesta, Aishia de repente desapareció. Ella había

regresado a su forma espiritual…

“¿Eh?”

…solo para reaparecer junto a Rio en su forma material. Luego se aferró a Rio con amor.

“Erm… ¿Aishia?” Rio estaba confundido por sus repentinas acciones.

Llamó su nombre con preocupación, preguntándose qué pasaba.

“Recuerdo por qué mis recuerdos están tan fragmentados. Recibí una copia incompleta de los recuerdos de Lina. Es por eso que hay muchas cosas que no sé”, dijo Aishia, todavía aferrada a Rio.

“Ya veo.”

“Tengo los recuerdos de Lina, pero no soy Lina. Miharu también, ella es la reencarnación de Lina, pero no es Lina misma”.

“Si lo sé. Me siento igual.”

Honestamente, escuchar que Miharu era la reencarnación de Lina no provocó ninguna emoción especial en particular. Miharu era Miharu. Aishia era Aishia. Eso era lo que Rio realmente sentía por ellos.

“Los recuerdos que tengo de hace mil años no son perfectos, pero hay una cosa que sé: Lina y el Rey Dragón tenían algo que querían lograr sin importar nada. Incluso si tuvieran que reencarnar para hacerlo”, dijo Aishia con certeza. Luego, agregó: “Pero Haruto es Haruto, y también Rio. Miharu es Miharu. No eres ni el Rey Dragón ni la Sabia Diosa Lina. Es por eso que no hay necesidad de que ustedes dos estén atados por sus vidas pasadas.”

“De hecho, eso puede ser cierto”.

Si bien Rio todavía podía relacionarse con Amakawa Haruto, honestamente no sentía nada por este Rey Dragón del que no tenía recuerdos, que aparentemente era la vida pasada de su vida pasada.

“Pero yo soy la reencarnación de ese Rey Dragón, ¿verdad? No solo tengo su alma, también tengo sus poderes”.

Por lo menos, Rio no rechazó su vida pasada como el Rey Dragón.

“No hay necesidad de que Haruto se sienta agobiado por esto. Lo mismo ocurre con Miharu”.

Aishia estaba tratando de llevar toda la carga sola. Eso era lo que decía la expresión de su rostro. ¿Y si esta vez, Rio fuera el empujado al borde de la muerte? Lo que había pasado en los recuerdos que habían pertenecido a Lina podría pasarle a ella. Aishia parecía extremadamente ansiosa mientras insistía en que tanto Rio como Miharu eran diferentes del Rey Dragón y Dios Sabio Lina.

“Eso es correcto. No puedo imaginarme viviendo como el Rey Dragón, y no planeo hacerlo. Pero lo mismo vale para ti también, ¿verdad? Aishia es Aishia. Tus recuerdos no importan.”

“Lina me dio un deber que cumplir…”

Esto era algo que ella tenía que hacer. Aishia trató de llevar esa carga sola.

“Entonces te ayudaré. Compartamos la carga de lo que estás tratando de hacer”, ofreció Rio sin dudarlo.

“Pero… Podría ser extremadamente peligroso. Incluso el poderoso Rey Dragón estuvo al borde de la muerte hace mil años.”

“Es por eso que quieres hacer esto solo. ¿Es eso lo que estás diciendo?” Rio preguntó, viendo directamente a través de los pensamientos de Aishia.

“No quiero que mueras”, admitió Aishia con ansiedad.

Ante eso, Rio se rio suavemente. “Siento lo mismo. Yo tampoco quiero que mueras, por eso no puedo dejar que pases por esto sola. Soy el único que puede usar los poderes del Rey Dragón de todos modos, ¿verdad?”

Luego, le devolvió el abrazo a Aishia. Era una expresión de su determinación de no dejar que Aishia hiciera esto sola.

“…” Aishia claramente dudaba sobre si podría devolverle el abrazo con más fuerza.

“No sabes qué hacer en este momento, así que en lugar de pensar demasiado en ello, hagámoslo juntos”. Rio le dio palmaditas en la espalda como si estuviera calmando a un niño.

“Okay…”

Aishia sonaba llorosa mientras asentía, enterrando su rostro en el pecho de Rio.

***

¿Cuánto tiempo pasó después de eso? Poco. Tal vez ni siquiera un solo minuto.

“…” Aishia levantó lentamente la cara del pecho de Rio para mirarlo.

“¿Estás bien?”

“Sí.”

“Eso es bueno. Entonces…”

Rio estaba a punto de reanudar su conversación cuando recordó lo cerca que estaban. Su posición actual era Rio sentado en una silla con Aishia inclinándose para abrazarlo.

“¿Qué tal si te sientas antes de que hablemos?” Rio sugirió torpemente. Se puso de pie y levantó el pequeño cuerpo de Aishia, moviéndola para que se sentara en la silla a su lado antes de sentarse él mismo en su asiento original.

“Ya te he dicho todo lo que recuerdo. ¿Qué más te gustaría saber?”

“Me gustaría saber más sobre las reglas que estableció el dios, supongo. En este momento, todos se han olvidado de mí. Dijiste que no debería reunirme con ellos nunca más, ¿eso tuvo algo que ver con esas reglas?”

“Sí.”

“¿Recuerdas qué tipo de reglas eran?”

“Así es. Los trascendentes eran los encargados de administrar el mundo en lugar de dios. Pero poseían suficiente poder para destruir el mundo si así lo deseaban. Por eso dios estableció reglas para evitar que individuos o grupos usen o reciban el poder de los trascendentes para su propio beneficio”.

“Cada vez que uno trascendente usa su poder, el mundo lo olvida”, afirmó Aishia.

“¿Olvidan todo lo que tiene que ver con el trascendente?”

“Sí. Cualquier información que pueda identificar al trascendente se elimina de sus recuerdos”.

“Pero la leyenda de los Seis Dioses Sabios y los espíritus de alto rango superior todavía existen en todo el mundo”.

“Incluso si no puedes identificar quién es el trascendente, aún puedes ser consciente de que hay trascendentes en este mundo y leer los registros de lo que han hecho. Simplemente no puedes retener ningún recuerdo de quiénes son los trascendentes como individuo”.

Como resultado, los trascendentes fueron tratados en su mayoría como folclore.

“Entonces, una vez que los recuerdos se han ido, ¿no se pueden recuperar nunca más? ¿Qué pasaría si le dijeras a la persona que olvidó la razón por la que sus recuerdos se han ido?” Rio preguntó, buscando una escapatoria.

“Creo que olvidarían de nuevo el momento en que les dijiste. No sé qué pasará si pierden la memoria una y otra vez, así que no puedo recomendarlo. Además, es difícil para uno trascendente vivir normalmente. Incluso si los contactas mientras ocultas tu identidad, no se sabe cuándo volverán a olvidarte de repente”.

“¿Es brujería? ¿O un arte espiritual? No, parece imposible hacer algo que pueda afectar al mundo entero…”

“Solo es posible porque fue Dios”.

“Qué aterrador…”

La escala de lo que estaba sucediendo era tan grande que Rio apenas podía pronunciar sus palabras.

“¿Es esa tu única advertencia sobre las reglas?” preguntó.

“Todavía hay otras reglas…” Pero Aishia parecía reacia a entrar en detalles.

“No tienes que preocuparte, dímelo”. Rio ya estaba preparado para escucharlo, su expresión se tensó cuando la instó a continuar.

“Incluso si no usa sus poderes trascendentes, no debe brindar apoyo o asistencia a un grupo o individuo en particular. Uno trascendente debe usar su fuerza por el bien del mundo. Sin embargo, los intereses del mundo a veces pueden superponerse con los intereses de un grupo o individuo; esta es una excepción a la regla. Otras excepciones incluyen la legítima defensa y el cumplimiento del deber como trascendente. Los trascendentes tampoco pueden olvidar a otros trascendentes”.

“¿Qué pasa si el trascendente usa su poder para alguien fuera de esas excepciones?”

“Entonces el trascendente será el que olvide a quién ayudaron”.

La segunda regla que mencionó Aishia tenía un precio que no podía aceptarse fácilmente, incluso con conocimiento previo. Perder los recuerdos de alguien a quien querías ayudar significaba olvidar por qué querías ayudarlo en primer lugar.

Los poderes trascendentes eran tan grandes que podían alterar fácilmente el equilibrio de poder del mundo. Como tal, esta era una regla perfectamente razonable para que el dios creara, pero era terriblemente cruel.

“Así que es por eso que necesito mantenerme alejado de todos”.

“Sí…” Aishia murmuró con tristeza, bajando la cabeza en confirmación.

“Apoyar a alguien tampoco activará la regla de inmediato”, agregó, preocupada por Rio. “No sé si es para juzgar la necesidad de tus acciones, pero hay un pequeño retraso antes de que se aplique la regla. Por lo tanto, permanecer continuamente junto a alguien podría eventualmente hacer que la regla entre en vigencia”.

“Así que no hay forma de saber qué tan lejos puedes llegar antes de perder tus recuerdos. De hecho, eso significa que no debería acercarme a los demás sin cuidado.”

“Sí…”

“Esto probablemente no hace falta decirlo, pero solo para confirmar, soy trascendente en este momento… ¿verdad? Así que esas reglas se aplican actualmente a mí”.

“Sí. Desde que usaste los poderes, te convertiste en uno trascendente. Desde que fui asimilado contigo, el mundo también me ve como uno. Santa Erica también fue considerada una en la batalla anterior”.

En otras palabras, si Rio quisiera interferir con algo en el futuro, tendría que estar preparado para perder todos sus recuerdos de todos.

“Ya veo… Gracias, lo tengo ahora”. La voz de Rio sonó tranquila y temblorosa, probablemente temía la idea de olvidarse de todos.

La única persona que necesita ser olvidada soy yo.

Esas fueron las palabras que dijo Aishia antes de ir a detener sola al espíritu alborotador. Pero no solo estaba en peligro de ser olvidada, también podría haber olvidado a todos. Tal vez debería haber soportado la carga sola después de todo. Tales pensamientos de entonces llenaron su cabeza en esta etapa tardía, haciendo que Aishia bajara la cabeza con gravedad.

“Está bien. No me arrepiento de nada”, dijo Rio con una suave sonrisa, adivinando lo que estaba pensando. “Me alegro de que no tuvieras que terminar siendo olvidado solo”, dijo con sinceridad.

“…”

“Pensemos en qué hacer otro día. Puede ser un inconveniente tener que evitar a todos, pero al menos no nos olvidaremos. Estoy realmente feliz de tenerte a mi lado, Aishia”, dijo Rio, extendiendo la mano para acariciar ligeramente la cabeza de Aishia.

“Debido a las reglas, los trascendentes rara vez aparecían frente a las personas en el pasado. Pero esa fue la razón por la que a los trascendentes se les permitió tener discípulos”, dijo Aishia, de repente sacando a relucir un nuevo término.

“¿Discípulos…?”

“Los discípulos tampoco pueden olvidar a los trascendentes. Están sujetos a las mismas reglas y sirven como brazos y piernas de los trascendentes para evitar que sean identificados”.

“¿Entonces yo también tuve discípulos?”

“Hace mil años, sí… creo”.

“¿Sabes algo sobre los discípulos del Rey Dragón?”

“No hay nada en los recuerdos que me dejó Lina, no lo creo. No puedo recordar.”

“Ya veo… Bueno, han pasado mil años, después de todo”.

Era difícil creer que todavía estaban vivos. Incluso si lo fueran, no había forma de que Rio supiera dónde estaban, ya que no tenía recuerdos del Rey Dragón. ¿Los discípulos incluso lo reconocerían como el Rey Dragón?

“Hay una conexión especial entre uno trascendente y sus discípulos. Es por eso que deberías poder convocarlos hacia ti… creo.”

“¿Cómo los convoco?”

“No sé…”

Después de todo, el Rey Dragón estaba muerto. Existía la posibilidad de que no quedara conexión entre ellos.

“¿Simplemente digo ‘Vengan aquí, mis discípulos’ o algo así? Haha.”

Cualquier cosa valía la pena intentarlo una vez. Rio extendió su mano y pronunció las primeras palabras que le vinieron a la mente. Se rio tímidamente justo después, avergonzado por sus propias palabras.

Pero sucedió inmediatamente después de eso. El espacio ante su mano se deformó, como si se hubiera activado la hechicería espacial.

“¿Eh…?”

Apareció una joven. Parecía tener menos de diez años, una estudiante de segundo o tercer grado en la escuela primaria en Japón. Su ropa no era del estilo de Strahl, sino un estilo que se ve a menudo en la región de Yagumo.

“¡Soy yo, el gran discípulo del Rey Dragón! ¡Cuánto tiempo sin verte, mi señor! ¡Te he extrañado mucho!”

Con un gesto exagerado de la mano, la chica inclinó la cabeza en reverencia, anunciando su entrada a todo pulmón. Sin embargo, había algo extraño.

“Hmm, eso es un poco arrogante. Pero han pasado mil años desde nuestro último encuentro, así que tengo que saludarlo apropiadamente…”

La chica tarareó, girando la cabeza como si no le gustaran esas palabras. Parecía que no se había dado cuenta de que Rio y Aishia estaban a su lado. Ni siquiera estaba mirando en su dirección.

“…” Rio miró a la chica en estado de shock.

“¿Eh…?” Fue en este punto que la chica finalmente notó a Rio y Aishia.

“Umm… Encantado de conocerte”, dijo Rio, inclinando la cabeza cortésmente.

“¡P-Perdón por mi rudeza! ¡Rey Dragón!”

La chica se puso roja en el acto, luego se inclinó lo suficiente como para postrarse en el suelo.