Durara! (NL)

Volumen 6

Capitulo 6: Todo Esta Resuelto Y Detonado II

Parte 1

EN ALGUN LUGAR DE IKEBUKURO

Justo cuando Masaomi se metió de lleno en la guerra de pandillas ―

― El lugar era un remoto sitio, lejos de la calle donde estaba la Estación.

Era un sitio con pocos transeúntes, aun durante la Semana de Oro― una ocurrencia inusual en cualquier ciudad. Sin embargo, extrañamente, un punto densamente poblado apareció en este lugar.

Los pocos transeúntes les lanzaban una mirada, preguntándose lo que pasaba. Tan pronto como se daban cuenta de que eran delincuentes, no obstante, se alejaban lo más rápido posible.

Si se hubiesen quedado delante de la estación, en una calle atestada o en alguna atracción turística, la gente probablemente ya habría alertado a la policía. Pero, ya que los pandilleros solo parecían estar reunidos, sin molestar a nadie y sin hacer nada en particular, cada persona que caminaba por esta multitud, simplemente prefería mantenerse lo más lejos posible por conveniencia.

Si se hubiese sabido lo que realmente ocurría en el centro de la muchedumbre, alguien habría avisado a toda costa a las autoridades. Estos gangsters también eran conscientes de ello; estaban bloqueando la vista a la entrada de su territorio por una razón.

En el centro de la multitud, se escuchó la inestable voz de una muchacha desde lo profundo del callejón estrecho.

— Lo siento, ¿Tú eres…?

Al lado de Kamichika Rio, varias muchachas de su edad se mantuvieron de pie, inmóviles por el miedo.

Eran las mismas que habían salido a almorzar con ella después de haber saludado a Anri en las calles de Ikebukuro.

Luego de dejar el restaurante, caminaron lejos de la atestada calle para ir al parque a tomar un descanso, cuando una de las muchachas revisó su teléfono celular y se detuvo en seco.

— ¿Qué es esto…?

— ¿Qué sucede?

— M-mira, he estado recibiendo muchos mensajes de texto de la lista de e-mails de los

‘Dollars’… y este nuevo mensaje… mira, ¿No somos nosotras?

La chica giró la pantalla de su teléfono celular para mostrarle a cada una la foto. En ella se les podía ver a todas comiendo dentro del restaurante.

— Dice que están buscando a Non… Non, ¿Sabes por qué?

La muchacha que sostenía el teléfono celular preguntó. Al mismo tiempo, su celular sonó otra vez indicando un nuevo mensaje.

La muchacha lo abrió con las manos temblorosas, y—

“Hemos encontrado a las chicas. ¡Vamos a tener una fiesta con ellas!”

El mensaje venía con una foto adjunta. En ella, reconocieron la calle en la que habían caminado minutos antes y sus propias espaldas.

Las adolescentes comenzaron a estremecerse, mirando con cautela alrededor.

Fue cuando vieron a varios hombres caminando hacia ellas.

En la otra dirección, había unos tipos emitiendo la misma vibra, e igualmente dirigiéndose hacia ellas—

— C-corramos.

Murmuró una de ellas. Rio y sus amigas corrieron inmediatamente hacia el callejón estrecho más cercano. Como resultado, obviamente, se encontraron arrinconadas en un punto donde transitaban aún menos personas.

Después de conseguir arrinconar a las chicas, uno de los delincuentes habló con una sonrisa enferma en su cara.

— Oh, sí, claro. ¿Que quiénes somos nosotros? Hm—a ver, como se los podría explicar—

somos una especie de grupo de hombres sospechosos.

El callejón estaba bloqueado por ambas direcciones. No parecía que se les iba a permitir escapar.

— S-si gritamos, la policía vendrá inmediatamente… —murmuró una de las chicas.

Pero los maleantes meramente se rieron.

— Hay luchas por todas partes hoy. La policía está bastante ocupada. Hablando de ello … tú eres Non-chan, ¿O me equivoco?

El tono del hombre cambió de repente.

Apuntando con su barbilla a una de las chicas, escupió con rabia.

— ¡Tú novio está arruinando tanto este sitio que los policías andan por todos lados!

— ¿Rocchi esta…?

La chica balbuceó un nombre extraño.

Pero Rio y las demás sabían lo que significaba. Era el apodo del novio que Non mencionaba a menudo.

Los delincuentes no sabían esto, pero probablemente habían adivinado también que el apodo

“Rocchi” sólo podía referirse al líder de ‘Toramaru’.

Sonrieron abiertamente con malicia y se acercaron a las muchachas.

— Rocchi o Micchi, nadie vendrá a salvarte ahora, nenita.

— Venga, venga. No tengas miedo, no tengas miedo. Vamos, solo ven con nosotros por un minuto. Ven, ven.

Los delincuentes se burlaron, pero sus ojos destellaron peligrosamente.

Parecía que no solo Non, si no que todas las demás chicas terminarían siendo arrastradas a su camioneta o algo, e iban a ser secuestradas.

Non parecía estar furiosa consigo misma. Miró al hombre enfrente de ella y habló lentamente.

— Lo entiendo… Iré con ustedes. Pero tienen que dejar ir a las demás.

— ¡N-non… no! ¡No puedes hacer eso!

Rio trató de detenerla de inmediato. Pero sus palabras fueron interrumpidas cuando otro hombre habló desconsideradamente.

— Nah, nah, nah. ¡Eso no va a funcionar! Si dejamos que las demás huyan, seguramente irán a la policía. De esa manera ellos vendrán y nosotros estaremos en problemas. Nah—

En ese momento, de repente uno de los hombres cubrió la boca de una de las chicas con su mano.

— ¡Ugh…!

El hombre sofocó la voz de la joven y le puso un cuchillo en el cuello.

— Oye, oye. Si gritas, podría cortarla por accidente.

Rio y las otras se quedaron en silencio ante la visión de la brillante hoja contra el cuello pálido de la muchacha.

Una camioneta negra se detuvo fuera del callejón, mientras se abría la puerta.

— ¿Estás seguro de que puedes meter a cinco personas dentro?

Agarrándolas de los brazos y cubriendo sus bocas, la docena de hombres arrastraron a las confundidas adolescentes fuera del callejón. Era una imagen extraña.

— Podemos, si las apretamos.

— ¡Quiero apretar también!

— ¿Eres un simio o algo así?

— ¡Un emocionante paseo con colegialas de la escuela secundaria! ¡Gracias!

— ¡Dios, estás enfermo!

— Pero… el que fue visto con Kadota, ¿Es realmente el líder de ‘Toramaru’?

— Sí, no hay duda de ello. He visto al chico antes.

Más conversaciones sin sentido.

O al menos no era más que eso para los delincuentes.

Para las chicas, por otro lado, la indiferencia con la que hablaban era un doloroso recordatorio de la realidad, hundiéndolas aún más en la desesperación.

— ¡E-espera un momento!

Se escuchó una voz que sonaba muy fuera de lugar. Pertenecía a un chico, que todavía parecía un mocoso.

Cada mirada se centró en su rostro de niño. Jadeando, los miró de nuevo con hombros temblorosos.

— ¿Ryuugamine… kun?

El rostro que Rio vio no era otro que el de Ryuugamine Mikado, su compañero de clase.

Pero al igual que ella no era cercana a Anri, tampoco era cercana a él.

Los signos de interrogación aparecieron en la cabeza de Río. El niño, sin embargo, no tuvo tiempo para responderlas. Reuniendo tanto coraje como pudo, gritó:

— ¿Q-qué están haciendo?

Los delincuentes se miraron y fruncieron el ceño. Como si tratasen de deshacerse de una mosca, gesticularon hacia el muchacho y respondieron con una voz fría.

— Lo que estamos haciendo no es asunto tuyo, nene.

— ¡Sí, lo es!

— ¿Eh?

— Y-yo soy un miembro de los ‘Dollars’ también. Vine aquí porque… vi el mensaje.

A Mikado le tomó casi todo su valor decir esas palabras.

Pero ya sea a causa de su confusión o del miedo de ver a miembros de los ‘Dollars’ arrestados, no alertó a la policía.

Él nada más vino como un miembro de los ‘Dollars’.

— P-pero, tener rehenes es demasiado…

Antes de que pudiera terminar la frase, uno de los delincuentes ya se dirigía hacia él con una sonrisa maliciosa.

— Ah, sí, sabemos eso. ¡Cállate, mocoso!

Al decir eso, lo pateó en el pecho.

No había sido una patada poderosa, era un delincuente sin entrenamiento, después de todo.

Si Mikado hubiese sido Heiwajima Shizuo, probablemente apenas lo habría sentido. Se hubiese enojado al ver la huella en su vientre y le hubiese propinado un puñetazo al criminal hasta hacerlo volar aún más alto que un edificio de dos pisos.

Si Mikado hubiese sido Orihara Izaya, probablemente ya le habría clavado un cuchillo en la parte superior del pie.

Si hubiese sido Masaomi Kida, probablemente lo habría esquivado y habría comenzado a contraatacar.

Si hubiese sido Celty Sturluson, probablemente lo habría atado en el suelo con cuerdas de sombra.

Él era, sin embargo, solo Mikado, un estudiante de secundaria con una fuerza física promedio—

no, inferior al promedio—

Fue de lo más desafortunado, pero el adolescente pasó a ser “nada fuera de lo normal” en la situación en la que se encontraba.

— Argh…

Mikado cayó al suelo y se acurrucó en posición fetal.

Su estómago se sintió como si una pesada bola de hierro le había caído encima.

Antes de que pudiera procesar el dolor, su cerebro fue inundado por la agonía. Su cuerpo gritaba

“¡No te muevas!”, sin embargo, sus nervios no podían aguantar más. Gritaban “¡Rueda en el suelo!” estridentemente.

— Argh… argh…

— Si estás en los ‘Dollars’, lo sabrás, ¿No? No hay ninguna regla que diga que no puedes tomar a mujeres como rehenes.

El hombre miró al ingenuo chico en el suelo, y de manera arrogante comenzó a enseñarle acerca de los ‘Dollars’.

Por supuesto, ellos no sabían que él era el líder del grupo.

Pero incluso si lo supiesen y lo llegasen a creer ¿Su actitud hubiera cambiado?

Mikado continuaba gimiendo de dolor mientras buscaba la respuesta a esa pregunta. Pronto llegó a una conclusión: no.

“Incluso si les hablase como el fundador de los ‘Dollars’, no cambiaría nada en absoluto—porque esto es lo que ellos son.”

— No es sólo eso. Los ‘Dollars’ no tienen ninguna regla que nos ate. Por supuesto, tampoco existe semejante norma que diga que hay que escuchar a los niños como tú.

Los hombros del chico estaban tocando sus rodillas. El hombre golpeó su hombro mientras hablaba.

Mikado rodó por el asfalto, sin dejar de pensar.

“Ah, es cierto.”

“Este hombre tiene razón.”

Los ‘Dollars’ no tienen reglas.

Nadie puede obligar a nadie a hacer nada.

“Yo fui el que lo hizo de esa manera.”

El adolescente pensó y apretó los dientes. Los maleantes, por su parte, sonaban un tanto conmocionados mientras hablaban entre ellos.

— Parece que los ‘Dollars’ tienen todo tipo de gente para ofrecer. Nunca pensé que habría niños como él. ¿Alguien habrá llamado a la policía, también?

— Muevan sus traseros hacia el segundo anexo de Raira, rápido. Seguir aquí es muy aburrido.

Acabemos con los bastardos de ‘Toramaru’ y llevemos a estas niñas a la casa de alguien para divertirnos.

Mikado apretó más fuerte los dientes al oír sus voces.

“No.”

“Esto no… no es así.”

“Estas personas son… no lo son.”

“Esto…”

“¡Estos no son en absoluto los ‘Dollars’ que había tenido en mente!”

El muchacho simplemente se negó a aceptar la realidad justo en frente de sus ojos.

Tratando de suprimir la sensación de malestar en el estómago, Mikado se puso de pie para gritar hacia los hombres ya en la furgoneta.

— ¡Paren…!

— ¿Huh…?

Uno de los delincuentes que parecía ser el líder de aquel grupo de los ‘Dollars’ levantó la ceja.

— ¿Qué fue eso? No lo capté.

Su tono bromeaba, pero su voz no estaba libre de amenaza.

Sin embargo Mikado no hizo ni una mueca de dolor mientras gritaba desde el fondo de su estómago.

— Los ‘Dollars’… ¡Los ‘Dollars’ nunca caerían tan bajo como para tomar a chicas como rehenes!

— ¡Cállate!

El líder de los gangsters se encontraba obviamente exasperado por haber sido llamado “bajo” por alguien tan inferior a ellos como lo era el joven. Antes de que pudiera pensar más sobre lo que el adolecente había dicho, ya había dirigido su puño hacia el rostro del chico.

— Oye, vamos a tener problemas si va a la policía. Ustedes tres, quédense con él y asegúrense de que esta tan roto como un saco de arena.

— ¡E-espera! ¡Queremos estar con las chicas también!

— ¡Y lo harán! Ni siquiera les va a tomar un segundo hacerse cargo de un niño como este.

El sabor del hierro llenó la boca del chico, mientras caía al suelo una vez más.

El interior de su boca probablemente estaba sangrando. Podría haberse roto uno o dos dientes.

Pero eso no era importante para él en estos momentos.

Lo que más le dolía era el hecho de que el hombre que lo golpeó ni siquiera se molestó en mirarlo.

El dolor mental era varias veces más severo que el que estaba sufriendo físicamente.

Podría estar doliéndole aún más que el hecho de que no había sido capaz de salvar a las muchachas—

En el momento en que Mikado luchó para pararse, la camioneta negra ya no se veía por ningún lado. Sólo tres delincuentes se quedaron atrás para acorralarlo.

— Oye, levántate, chico.

— Urgh…

Ryuugamine trató de defenderse, pero nunca había estado en una pelea antes, apenas podía hacer que su propio puño le escuchase.

Sus torpes manos ni siquiera eran tan firmes como los de un matón de escuela primaria. Los delincuentes se rieron y lo golpearon otra vez, haciéndolo caer de nuevo al suelo.

Mikado ni siquiera pudo recordar cómo se había caído.

Lo único que sintió fue una patada despiadada en el costado.

Sus brazos y piernas se fueron entumeciendo bajo las repetidas patadas. Empezó a preguntarse si sus huesos se habían roto. Las fibras de sus músculos se sentían como si se estuviesen desintegrando.

— Wah… ¡Arghhhhhh!

Mikado no pudo evitar gemir.

Al verlo sufrir, uno de los tipos río.

— Hey ¿Te acuerdas de mí?

— ¿Eh… ah…?

El chico luchó para levantar la cabeza y mirar al hombre con ojos llorosos de dolor. Al siguiente segundo, su cabeza fue pisoteada sin compasión de vuelta al suelo por un pesado zapato.

— Fue hace más de un año… un bastardo rompió el teléfono de mi ex. Tú eras su amigo, ¿No es así? Te veías como un niño. No puedo creer que estés en la escuela secundaria… así que recordé tu cara muy…¡bien!

El tipo dejo caer todo su peso sobre su zapato, machacando el rostro del joven en el asfalto.

Ryuugamine sintió como su nariz se torcía en una posición tan imposible que la sangre comenzó a salir a chorros de ella.

— Y la Motocicleta Negra apareció de la nada, arruinándolo todo… ¿Son tus amigos también? No, no puede ser.

“¿Este tipo…?”

Su cara no le sonaba, pero Mikado se esforzó por recordar quién era en medio del dolor abrumador.

Las siguientes palabras que dijo finalmente le hicieron recordar. Era una memoria ordinaria para Mikado, tan ordinaria que no estaría sorprendido si se hubiese olvidado de ella por completo.

— Me enteré recientemente después de entrar a los ‘Dollars’. Su nombre es Orihara Izaya,

¿Verdad? El que rompió el teléfono de mi ex. Parece que es bastante famoso.

“Ah.”

Había ocurrido cuando solo había estado un par de días en Ikebukuro. Había tratado de salvar a Anri de algunos matones, e Izaya había pisoteado el teléfono celular de una de las chicas.

Pocos días después, alguien había llegado a la puerta de la escuela diciendo ser el novio de la acosadora. Entonces Celty había aparecido, enviándolo a la inconsciencia de una patada.

Un crujido llegó a los oídos de Mikado desde su interior.

Ninguna parte de su cuerpo estaba siendo golpeada, pero estaba seguro de que había oído el sonido de su propia médula espinal siendo pulverizada debajo de un pie.

— Dios mío. Solo porque tus amigos sean grandes personas, ¿Crees que puedes pelear en contra de nosotros? ¿O pensabas que estarías al mismo nivel sólo por registrarte en el sitio web de los ‘Dollars’? ¿Ah?

Su espalda estaba siendo pisoteada, pero Mikado ya no podía sentir dolor.

Fue superado por una sola emoción que nunca había sentido antes, que era más fuerte que cualquier tipo de dolor físico.

Recordó.

Recordaba todo sobre este hombre.

— Un pequeño bastardo como tú, ¿En los ‘Dollars’? ¡Solo te estás interponiendo… en el camino!

El hombre de repente decidió patear la cabeza de Mikado—al mismo tiempo, murmuró algo para sí.

Era un pensamiento que a Mikado nunca se le ocurriría pensar en su vida diaria.

“Ah, ahora lo recuerdo.”

“Era ese…”

Ese bastardo aburrido.

Era la primera vez que un “cambio” definitivo tuvo lugar en el corazón de Ryuugamine Mikado.

Pero ya que sólo tenía lugar en su corazón, nadie había sido capaz de darse cuenta.

Mikado no era capaz de seguir pensando. Su cabeza fue pateada poderosamente, y su conciencia lo abandonó.

***

EN ALGUN LUGAR DE IKEBUKURO

[¡TENEMOS A LAS CHICAS! ¡De esta manera aplastaremos al líder de ‘Toramaru’ y haremos de los ‘Dollars’ los No.1 de Ikebukuro! ]

Un hombre dejó estallar silenciosamente su rabia mientras leía el mensaje burlón.

El individuo, en un traje de camarero agarró el poste de señalización a un lado de la carretera y murmuró en voz alta.

— Bastardos… piensan que los otros son tontos.

Después de varios segundos de silencio, comenzó a caminar lentamente.

Poco a poco—con la forma de la palma de la mano profundamente impresa en el poste que acababa de soltar— Heiwajima Shizuo marchó en dirección a su destino sin dudarlo, con la ira ardiendo en su pecho.

***

EN FRENTE DE UN EDIFICIO DE APARTAMENTOS EN LA CARRETERA KAWAGOE

— Mikiya -san estará aquí para recogerte pronto. Vamos.

Shiki insistió en llevarse a Akane frente a Celty y los otros.

Tres de sus subordinados se quedaron esperando a su alrededor, atentos mientras cuidadosamente evitaban presionar aún más a Akane.

— ¿Tengo que volver, sí o sí…?

— Señorita…

— Yo… yo le pediré disculpas a papá y mamá… pero… pero…

— Señorita Akane, soy consciente de que es probable que no esté contenta con lo que hacemos para vivir. Pero en primer lugar debe tratar de hablar de ello con sus padres,

¿No? Estoy seguro de que ellos no tienen intención de hacerla parte de este mundo. Por favor, crea en lo que acabo de decir.

Celty miró a Shiki como si fuese algo inusual, mientras escuchaba la conversación.

“Hm…”

“Es como si ya no lo conociese.”

“Su voz es la misma, y su forma de hablar no ha cambiado tampoco. Pero de alguna manera, emite una vibración totalmente distinta.”

“Desearía que siempre actuara de esta manera.”

Con estos pensamientos en su mente, Celty se sintió verdaderamente aliviada por el hecho de que la chica salió de todo el lío de forma segura.

“De todos modos, la primera prioridad es llevar a Akane-chan de vuelta con sus padres antes de la puesta del sol.”

Celty recordó al dúo que las había atacado a ella y a Anri la noche anterior.

“A juzgar por el tiempo en el que decidieron actuar, probablemente es seguro asumir que el incidente está relacionado con mi trabajo como guardaespaldas de Akane-chan.”

“Pero una vez que estemos en la sede de ‘Awakusu-kai’, estos tipos raros, asumiendo que son las mismas personas que están detrás de Akane-chan, no podrían tratar de secuestrarla con todos estos guardias alrededor.”

Sin embargo, estarían manejando de vuelta a la sede en la noche, todavía había una posibilidad de que ellos atacaran su auto con esa potente arma. Pero de día probablemente lo evitarían. A pesar de que no era extraño que los grupos yakuza se disparasen con armas de fuego los unos a los otros a plena luz del día, para dos personas cuyo único objetivo era secuestrar a Awakusu Akane, tener que lidiar con la policía era un riesgo.

“Aun así, tengo que permanecer alerta.”

“Todavía no sé por qué están tras Anri-chan…”

“Los seguiré con la mayor discreción posible después de que se vayan.”

Mientras Celty decidía seguir siendo el guardaespaldas de la chica, Shiki seguía tratando de persuadir a Akane.

— De cualquier manera, sería mucho mejor si usted se quedase en casa por un tiempo, señorita Akane.

— ¿Ha pasado… algo?

Shiki se quedó sin palabras por un momento al oír la educada pregunta de la pequeña.

“Dios mío, la señorita Akane es realmente inteligente para su edad.”

— Pase lo que pase, es mi responsabilidad velar para que la señorita no participe en nada peligroso. Por favor, quédese tranquila.

— Entonces… ¿Papá y el abuelo están bien?

— ¿?

— ¿Heiwajima Shizuo onii-chan hizo algo con ellos?

El tiempo parecía haberse detenido en la habitación.

Shiki había escuchado de Shinra que Heiwajima Shizuo había traído Akane aquí.

Pero todo lo que pasó antes de que Shizuo trajese Akane a este apartamento—incluyendo cómo Akane le había conocido— Shinra lo había omitido diciendo “Ella me dijo todo eso cuando tenía fiebre. Probablemente es mejor si le pides tú mismo a Akane-chan que te cuente a cerca de ello, después de que todo se haya calmado. Tenía sentido, y era lo que Shiki estaba planeando hacer.

“¿Por qué?”

“No había forma alguna de que le hayan hablado a la señorita sobre los problemas de Shizuo con

‘Awakusu-kai’.”

“¿O es que Shizuo le dijo algo?”

Aunque la expresión alarmada en la cara de Shiki duró nada más que un par de segundos, aun así Akane lo notó.

Ella preguntó con voz inestable:

— Entonces… Heiwajima Shizuo hizo algo, ¡¿Cierto?!

— No, no lo hizo. No hay nada de qué preocuparse señorita…

Shiki le aseguró con una sonrisa. Akane, sin embargo, hizo como si no lo hubiese oído mientras se estremecía y murmuraba para sí misma.

— Lo sabía… “Debería de haberlo matado después de todo…”

“¿…?”

“¿Qué es lo que la señorita… acaba de decir?”

La voz de Akane era demasiado pequeña para que su mensaje fuese claro, pero definitivamente Shiki había captado las palabras “debería de haberlo matado”.

Toda la situación empezó a parecerle extraña al hombre.

Comenzó a darse cuenta lo diferente que era Akane ahora, en comparación a antes de que huyera de casa.

Ella siempre había sido más madura que el promedio de los niños de su edad. Además de eso, estaba sorprendida al descubrir que hacia su familia para ganarse la vida.

Pero la Akane delante de sus ojos seguía siendo extraña.

…

Shiki lo consideró por un momento. La niña le recordaba a algunas personas con las que él había tratado antes.

“Ella es como esas mujeres que están al borde del colapso por no tener forma alguna de pagar sus préstamos yakuza…”

La idea, sin embargo, brilló tan solo un segundo a través de la mente de Shiki. No creía que Akane se encontrara en una situación tan desesperada como esas mujeres. Pero su estado mental definitivamente justificaba atención.

— Lo siento, pero… ¿Qué es lo que acaba de decir señorita? —Al mismo tiempo que Shiki, pensando en que era apropiado verificar sus dudas primero, preguntó en un tono grave—

Uno de sus subordinados, interrumpió en un momento inapropiado.

— El coche del joven jefe. Ya está aquí.

— Ya veo. Estaremos en la planta baja en un momento.

Por el momento, Shiki dejó sus dudas para después, mientras caminaba por las escaleras hacia la primera planta, llevando a Akane con él.

— Gracias por cuidar de la señorita Akane. Nos pondremos en contacto con usted en breve.

Todavía tengo un montón de preguntas con las que necesito molestar a Celty-san con respecto a lo que pasó anoche.

Shiki hizo una reverencia para despedirse, mientras Akane saludó a Shinra sonriendo.

Después de verlos irse, Celty se recostó en el sofá.

[¿Qué sucedió exactamente? ¿Cómo se involucró Shizuo?]

— ¿Sí? ¿Qué pasó?

Sorbiendo una nueva taza de café dentro de la habitación, Shinra miró el PDA de Celty y le preguntó.

[Shiki-san se congeló cuando Akane -chan mencionó a Shizuo.]

Celty quería oír tanto como fuera posible antes de irse a seguir al coche.

Al ver la seria expresión de Celty, Shinra se encogió de hombros mientras respondía.

— Ah… realmente no tengo ni idea. Pero parece que los amigos del ‘Awakusu-kai’ están tras Shizuo.

Shinra le ofreció una sonrisa falsa a Celty.

Sin embargo, Celty se dio cuenta inmediatamente que sólo las comisuras de sus labios se levantaron un poco; sus ojos permanecieron sin sonreír. Para ella, eso era suficiente como pista para sugerir que la situación era grave.

[Ya veo. Esto está involucrando a más gente de lo que pensaba.]

Incluso Mikado y Anri podrían llegar a estar involucrados. Con este pensamiento, Celty lamentó haber aceptado el trabajo.

Pero ahora que había conocido a esa chica Akane, el hada no podía abandonar sus responsabilidades hacia ella.

“Akane-chan se quedó aquí por una noche…”

“¿El dúo extraño eligió este lugar como objetivo por eso?”

Era poco probable, pero Celty decidió que no podía correr el riesgo, mientras que la verdadera identidad del dúo todavía era desconocía.

Mientras Celty comprobaba el sistema de seguridad del apartamento dos veces, Shinra dijo con voz alegre.

— De todos modos, ‘Awakusu-kai’ está detrás de Shizuo debido a un malentendido, por lo que creo que va a estar bien… La verdadera pregunta es ¿Por qué Izaya armó esto en primer lugar?

[¿Qué? ¿Esto tiene algo que ver con Izaya también?]

— Eso parece. Si Akane-chan estaba diciendo la verdad, es decir… a menos que, por supuesto, fuera en realidad un impostor de Izaya.

La sonrisa falsa de Shinra llegó a sus ojos esta vez. Celty le devolvió la sonrisa con un movimiento de los hombros y escribió en su PDA:

[No puedo pensar en nadie en la tierra que lo pueda suplantar. Aparte de él mismo, claro está. ]

— Sí, tienes toda la razón.

Shinra río entre dientes.

“Ya es hora de ponerse en camino.”

Pensando que Shiki y los demás deberían estar alejándose, Celty se levantó del sofá…

…Cuando una ensordecedora explosión desde el exterior la detuvo en seco.

“¡¿?!”

“¿¡Qué!? ¿¡Qué?!”

Pensando que podría haber sido una explosión de gas o algo parecido, Celty se volvió bruscamente hacia Shinra.

Al mismo tiempo, Shinra se arrojó sobre ella y la protegió con su cuerpo.

“¡!”

“¿Qué estás haciendo, Shinra?”

— ¡Celty, es peligroso! ¡Al suelo! ¡Tiene que ser un ataque terrorista! ¡Hay una luz intensa en la planta baja fuera de la ventana!

[¡Cálmate! Voy a estar bien. ¡Tú cúbrete debajo de la mesa, Shinra!]

¿Era ese el lugar adecuado al que acudir en caso de una explosión?

Shinra lo dudó, pero no tenía tiempo para pensar.

Celty, por otra parte, estaba teniendo pensamientos incluso menos relevantes en aquella peligrosa situación.

“Shinra.”

“¿No me digas que estabas tratando de protegerme…?”

Celty sintió una oleada de calor en su pecho sin sangre. Cuando se volvió para mirar fuera de la ventana

Lo único que su “visión” fue capaz de capturar, a través de su casco, fueron los miembros del

‘Awakusu-kai’ cubriendo sus ojos o sus oídos al estar agachados en el suelo y una motocicleta abandonando la conmocionada escena a una velocidad alarmante.

Después de eso, fue capaz de distinguir la diminuta figura de Akane en los enormes brazos del motociclista—

Celty saltó por la ventana e inmediatamente por el balcón.