Durara! (NL)

Volumen 5

Capítulo 1: El Muñeco De Combate, Se Encuentra En Un Pequeño Problema

Parte 2

—Así que hiciste que se desmayara como siempre? Dijo Tom, mientras tomaba café.

Shizuo estaba tomando un licuado de vainilla mientras le respondió:

—Así es, luego lo llevé ese doctor que conozco.

—Es extraño que lleves a alguien al médico, Shizuo.

—Me hubiera metido en problemas si se moría. Además, no lo odio. Si hubiera sido el bastardo de Izaya, le hubiera dado el golpe final sin importarme nada.

—Creo que en tu caso, el primer golpe y el último son lo mismo.

Tom se riò superficialmente. Sin embargo, Shizuo le respondió sorprendentemente.

—Cuatro.

—¿Eh?

—Le tuve que pegar cuatro veces para tirarlo.

—¿Hablas en serio?

Los ojos de Tom se volvieron del tamaño de platos mientras se le cayó el paquete de azúcar con el que había estado jugando.

—Sí, estaba a punto de darle el quinto golpe cuando dijo: Gah, tengo chicas que estarás dispuestas a cuidarme en la cama del hospital. ¿Me tienes envidia? Dijo algo así. Tenía los dientes rotos, por eso no le pudo entender bien. Después de eso, se cayó al piso. Sabía que era bastante fuerte, pero nunca pensé… Hay varios tipos que son así, ese extranjero2 con el que me peleé hace un tiempo, tampoco se rindió fácilmente.

—Bueno, creo que el mundo es un lugar grande y hay todo tipo de personas en él, pero aun así es sorprendente que esté de pie cuando anoche lo moliste a palos. Justo me estaba preguntando que le había pasado en la cara, aunque ahora ya lo sé.

—Pero para ser honesto, envidio que él tenga mujeres que lo cuiden.

—Sí, hablando de eso, te está faltando una novia. Sé que estamos trabajando y todo eso, pero ¿no estás cansado de comer con otro tipo todos los días? ¿Lo has pensado alguna vez?

Tom había abordado un tema bastante espinoso. Cualquiera que lo conociera a Shizuo sabía que sería inteligente evitar hacer ese tipo de preguntas, pero Tom que lo conocía desde hacía mucho tiempo, sabía que todavía se encontraba en zona segura, aunque estaba en el límite.

Tenía razón, Shizuo no estaba enojado, sino que asintió y comenzó a quejarse:

—No es que nunca escuche a chicas decirme “Te amo”, pero ni siquiera sé si ellas se pueden considerar “mujeres” o no.

—¿Eh? Has estado yendo a bares gays o de transexuales?

—No, no me refiero a eso. Digo que casi no se consideran como humanas, sino como objetos filosos.

—No tengo idea de lo que me estás hablando.

La confusión de Tom se notaba en su cara. Shizuo mientras tanto continuó relatando las anécdotas de su adolescencia.

—En realidad ninguna mujer había querido estar cerca de mí. Sé que en parte es culpa de mi personalidad, pero no tengo a nadie, a excepción del bastardo y el tipo raro de gafas. El bastardo siempre podía convencer a alguna chica de que lo siguiera a cualquier parte y el chico extraño repelía a las muchachas por su personalidad enferma.

2 Ndt: Probablemente el extranjero mencionado sea Nile, de la serie Baccano!

—¿Estás hablando de Izaya y.. eh… de ese doctor del que ya me habías dicho?

—Sí. El doctor es como una mosca molesta que no deja de decir disparates al oído y algunas veces todavía me hace enojar. Pero es como una especie de viejo conocido con el que todavía estoy en contacto. Ni siquiera voy a hablar del bastardo, en lo que a mí respecta, no se puede morir lo suficientemente rápido. No importa, es por eso que nunca tuve una novia.

—No te preocupes mucho. Tarde o temprano ya encontraras una novia linda. Tienes la cara parecida a la de tu hermano, el “Top Idol”.

Tom trató de animar a su amigo con una sonrisa. El camarero, por otra parte, ladeó la cabeza como preguntándose si era verdad lo que el otro le había dicho.

Era un día como cualquier otro, especialmente para Shizuo.

El incidente con Rokujou Chikage no era más que algo de sazón en sus vidas aburridas.

O al menos debería de haberlo sido.

Resultaba extraño que una persona así lo hubiera ido a buscar a Shizuo y era por eso que éste último fue incapaz de darse cuenta de que su vida estaba cambiando en lugares que él no podía ver.

—Así que como almorzamos en “Lotteria” ¿qué tal si cenamos en McDonald’s para equilibrar un poco las cos..?

Tom se detuvo en la mitad de la oración y levantó la voz de una manera extraña. Shizuo lo miró con confusion y le preguntó:

—¿qué pasa?

—Date vuelta y mira.

—¿Hm?

Shizuo estaba sentado de espaldas a la calle “60-Story”. El restaurant tenía paredes de vidrio transparente, así Tom pudo ver claramente todo lo que estaba pasando afuera. En ese momento, la mirada del cobrador estaba fija sobre algo justo detrás del hombre de Shizuo.

—¿Què està pasando?

El camarero se distrajo cuando se dio vuelta.

Aplastada contra el vidrio. Esa era la mejor manera de describirla. Una niña pequeña estaba parada del otro lado del ventanal de “Lotteria” con la frente pegada prácticamente al vidrio, mientras miraba fijamente a Shizuo.Por un momento creyó que se trataba de una nena que conocía, quizás Kururi o Mairu.

El hombre no podía pensar en ninguna otra niña que se aplastaría contra un vidrio para mirarlo a él. Pero no pudo reconocer a la pequeña. Era muchísimo más chica que Mairu y Kururi y estaba vestida como una niña de escuela primaria. Parecía no tener más de diez años.

La chica se quedó mirándolo a Shizuo y luego, después de echar un vistazo a una hoja de papel que tenía en la mano, levanto la mirada para ver una vez más a Shizuo.

De repente, en su rostro se dibujó una brillante sonrisa. No era una sonrisa que tenía la intención de tranquilizar ni ocultar vergüenza. Era más bien inocente, de esas que solo se ven en los rostros de los niños cuando tienen un juguete anhelado. Después de eso, la niña empezó a correr en círculos con pasos ruidosos, como si fuera un tipo de juguete a cuerda, nunca dejando de mirar a Shizuo.

—Um, ¿Es ella un pariente tuyo, Shizuo?

—No, no creo conocerla.

—Pero no parece que te mira porque le hace gracia tu ropa.

—Nop. Es extraño. Iré afuera a echar un vistazo.

Shizuo se sintió intrigado y se levantó hacia la puerta para preguntarle a la misteriosa chica què era lo que pretendía.

—Hey, ¿Realmente crees que es una buena idea? ¿Qué tal si ella dice “Papá” o “Querido”? ¿Qué harás?

—Eso es imposible. No estamos viviendo adentro de la cabeza de Yumasaki.

Shizuo recogió la bandeja y salió rápidamente. La pequeña lo miro fijamente, con sus ojos brillando de emoción. Los padres a menudo comparan cariñosamente a sus hijas con muñecas, pero en este caso n o había otra manera mejor de describir su encanto.

Su pelo azabache que le rozaba los hombros se balanceaba suavemente con el viento, y su delicado y largo flequillo se turnaba para ocultar su ojo derecho e izquierdo de la vista.

El clima en Mayo ya era bastante calido, pero la chica tenia dos capas de ropa. Su vestimenta era parecida a algo que los chicos europeos podrían vestir, y los botones dorados en ella eran bastante llamativos. Se veían como si ellos estuvieran minuciosamente colocados para acentuar la pequeña figura de la niña.

Sin embargo, la forma en que los ojos estaban ocultos detrás del flequillo hizo que su sonrisa luciera un tanto sombría. La chica mantuvo la mirada en Shizuo cuando empezó a correr hacia el sin vacilar.

Corrió. Corrió.

Corrió, y corrió.

Corrió y corrió y corrió.

Tak-tak, tak-tak, tak-tak, tak-tak.

Shizuo tuvo una repentina y extraña sensación. Un escalofrío indescriptible le recorrió la espalda. No podía dejar de notar la forma en que la chica estaba sonriendo. Era inocente.

Pero también había algo que le recordó a un chico pisando hormigas para divertirse. La premonición de Shizuo fue validada cuando la pequeña niña abrió la boca para decir una primera palabra.

— ¡Muere!

Y entonces, la pequeña niña, sin dudarlo, presionò el arma de aturdimiento que había estado sosteniendo en la mano contra el abdomen de Shizuo.

Al siguiente segundo, la intensa corrientes provocò chispas explosivas que volaron por el aire.

Y así se puso fin oficialmente a la tranquila rutina de Heiwajima Shizuo.