Otonari No Tenshi (NL)

Volumen 3

Capitulo 1: El Inicio De Un Nuevo Año Escolar

— Oye… No soy un niño.

En la mañana del primer día de clases de segundo año Amane contestaba la llamada telefónica de su madre Shihoko respondiendo de manera fastidiosa. Era la mañana en la que se dirigiría a la ceremonia de entrada en la escuela.

Amane estaba medio fastidiado y medio impresionado de que su madre se tomara la molestia de despertarse con tiempo suficiente para que él tuviera tiempo de ir a la escuela, su madre tendría una personalidad preocupada, pensaba en ello mientras suspiraba sobre el sofá. No era que Shihoko estuviera preocupada porque Amane viviera solo, debía de estar preocupada de que no se le abrieran antiguas heridas. Segundo año, al parecer era algo que le inspiraba preocupación.

A Amane parecía dolerle de vez en cuando, pero no era como si fuese un dolor extremo, no era como si quisiera preocupar a sus padres que estaban ocupados.

— Estoy bien, incluso estado solo estaré bien.

『Si se vuelve difícil puedes decírmelo cuando quieras, ¡ah, o también podrías ser mimado por Mahiru-chan!』

— Di lo que quieras.

Por algún motivo la conversación se dirigió Mahiru. A Shihoko le agradaba, se llevaban bien, pero desde su punto de vista como hijo decir algo como eso era innecesario. Estaba consciente de sus sentimientos románticos hacia ella, pero que sus padres intervinieran, ya sea para bien o para mal era algo molesto. Para empezar ni siquiera sabía le gustaba a Mahiru, por lo que se limitó a dejar pasar el tema.

『Aunque creo que Mahiru-chan te aceptará』

— Sí, sí.

『Como sea, si se vuelve difícil puedes apoyarte en quien quieras, aunque a mí me gustaría que fuera con Mahiru-chan』

— Voy a colgar, ya tengo que irme. Gracias por preocuparte desde tan temprano.

Ya podía ver que si continuaba la llamada la conversación solo continuaría alrededor de Mahiru, por lo que solo agradeció y terminó con la llamada. Posiblemente eso haría que Shihoko inflara las mejillas.

Era mucho estar preocupándose desde tan temprano. Tenía una herida desde hace mucho, es cierto, pero el dolor no era tan fuerte como para revivir aquello. Para empezar, mientras que no recuerde nada innecesario no le seria pesado.

(… Solo basta con que no estire la mano demasiado)

Solo basta con que se quede con las personas con las que más confía, justo por eso es que le provocaba algo de miedo el cambio de clases, pero no podía quedarse pensando todo el tiempo en ese tema y tuvo que aceptarlo. Al ver la pantalla negra del celular apagado sonrió con amargura al verse reflejado con una expresión sombría y melancólica, Si Itsuki o Chitose lo vieran a si de seguro lo molerían a golpes en la espalda… pensando en ello Amane se levantó del sillón para dirigirse a la escuela.

Habían pasado aproximadamente dos semanas desde la última vez que caminaba hacia la escuela lo que le trajo algo de nostalgia.

Se acercó a un pequeño anuncio, allí se encontraba una lista con todos los alumnos anunciando en que clase quedarían, así que Amane se encontraba allí para corroborarlo.

A pesar de que llegó algo temprano, al ser un nuevo año escolar había muchos otros estudiantes que habían hecho lo mismo, y se vio extrañado al ver entre ellos la silueta de su amigo Itsuki.

— Oh, buenos días Amane, ¿Viniste a ver verdad?

— Buenos días, que tú llegaras temprano… ¿no será que caerán lanzas?1

— Mi papá me corrió, dijo debería llegar temprano al menos el primer día de clases.

Itsuki rio ligeramente mientras se encogía de hombros. Como siempre parecía que se llevaba mal con su padre, ¿Porqué será que nole agradaban las indicaciones de su padre aun teniendo lo de Chitose? Desde el punto de vista de Amane, sería que el padre de Itsuki era un tanto testarudo para aceptar a Chitose, no podía

1 Es un dicho japonés, según esto si se deja caer una lanza de tungsteno desde el espacio, la velocidad alcanzada sería tan rápida que el impacto causaría más daños que el de una bomba nuclear…

entenderlos o simplemente no quería entenderlos. Era una persona muy seria que no terminaba de aceptar su relación con Chitose, pero desde el punto de vista de un amigo, él era un buen padre. Pensándolo así entonces Amane se lleva bastante bien con sus padres… de hecho lo cuidaban tanto que incluso podría ser algo molesto que intervinieran demasiado, pero no era como si no respetaran a Amane.

Los padres de Amane terminaron dejándolo ir para enviarlo a la escuela, sin embargo no le limitaban tener una relación, mejor dicho, era todo lo contrario, a pesar de que Amane ni siquiera le haya dicho sus sentimientos a Mahiru, sus padres ya habían tomado a Mahiru como si fuese su hija, y aunque la relación entre ambos no avanzara, de seguro sus padres aun seguirían aceptándola. Estaba más que consciente que había sido bendecido por el ambiente familiar en el que había crecido.

(… pero si pienso en Mahiru, de seguro me verá como alguien demasiado feliz)

Al recordarla expresión fría quetenía lamadrede Mahiru, terminaban brotándole sentimientosinnombrables… Se recompusoy le regresóuna ligera sonrisa a Itsuki.

— Bueno, mi padre da igual, vamos, veamos como quedaron las clases.

—… Viendo esa sonrisa ya puedo hacerme una idea.

Se le quedó viendo a Itsuki con sospecha ya que más que sonreír casi se estaba riendo con soltura. Así que sin pensar más en ello volteó para buscar su nombre.

Casi no paso tiempo antes de que pudiera encontrar su nombre, después de eso corroboró los nombres de sus compañeros de clases, y comprendió el motivo de la sonrisa de Itsuki. En la lista había varios nombres conocidos. Habían nombres de algunos compañerosde clases que se encontraban con él el año pasado,dentro de ellos estaba Itsuki, al igual que el nombre de aquel “príncipe-sana” Kadowaki Yuuta. Tambiénvioelnombre de Chitose… eso debióhaberprovocadola sonrisa de Itsuki. Y entonces encontró otro nombre conocido…

Shina Mahiru.

Era el nombre de la persona que lo cuidaba todos los días, además su vecina, y la persona que le gusta.

(Hasta parece planeado…)

Por supuesto, Amane y los demás no tenían ninguna forma de influir en los resultados, pero no creía que pudiera quedar en la misma aula que varios de sus conocidos.

— Que bueno Amane.

— No sé a qué te refieres, pero sí, me alegro que hayamos quedado juntos.

— ¿Qué te sucede? ¿Ya sacando tu lado dere?

— Cállate, ¿pero es bueno para ti verdad? Te tocó con Chitose.

— La verdad que sí, ambos enamorados termina…

— No creo que sea algo bueno para los de alrededor…

El lugarterminaría mucho más animado teniendo a esa pareja de alta tensión cerca, pero por el otro lado abrían estudiantes que llorarían sangre al ver a la pareja de acaramelados. Estaba feliz por estar junto a Itsuki y Chitose, pero podía ver que sería un año ruidoso y problemático.

— No digas cosas cúreles, ¿eres de los que les causa problemas a las parejas?

— Intenta decirle lo mismo a los demás chicos, te mataran con la mirada.

— Es una broma, tienes el corazón pequeño, pero bueno, que importa, la persona que más te agrada estará con nosotros.

—… Cállate.

Al voltear a otro lado como si hubiese hecho el ridículo pudo escuchar unas risas, frunció las cejas ante eso, y eso fue porque la risa provenía desde más delante.

— No sé qué sucede pero… ¿Fujimiya está enojado? Itsuki, si te burlas demasiado te va a odiar.

Claramente no era la voz de Itsuki, volteó a ver de quien se trataba y resultó ser el “príncipe-sama” Yuuta, estaba golpeando ligeramente a Itsuki en los hombros. Parecía haberse dado cuenta de las miradas de los de alrededor que comenzaban a centrarse en ellos, pero al estaracostumbrado no parecía molestarle, solamente sonreía dirigiéndose a Amane.

— Buenos días, parece que este año volveré a estar con Fujimiya, cuento contigo.

Parece que se tomó la molestia de venir a saludarlos a pesar de que casi no se relacionaban, Yuuta se lleva bien con Itsuki, porlo que no es raro verlos hablando, pero lo extraño es que le mostrara una mirada de cercanía a Amane. Le parecía incomodo que alguien tan popular se dirigiera a él, no es como si Yuuta hubiese hecho algo malo, simplemente no le agradaba llamar mucho la atención. Además, el construir nuevas amistades en el inicio de un nuevo año le traía recuerdos del pasado. El dolor albergado en su peño era algo nostálgico.

—… ¿Fujimiya?

— ¿He? A, perdón, estaba distraído, cuento contigo este año.

Otonari no tenshi-sama ni itsu no ma ni ka dame ningen ni sareteita ken Vol.3 Yumeno Subs

Al responderle con una ligera sonrisa a Yuuta quien estaba frunciendo las cejas, cambió su expresión a una suave sonrisa. Estaba un poco más tranquilo también, mientras se preguntaba si sería mejor que le dirigiera esa sonrisa a las chicas.

Yuuta se alejó para ir a hablarle a otros chicos, mientras que Itsuki se le quedó viendo como si intuyera algo.

—… No me digas que… ¿te pones alerta con Yuuta?

—… No, no es eso, pero pensé que era extraño que intentara llevarse bien conmigo.

— Uwaa, ya salió el pesimista, No es como si tuviera algún objetivo oculto para llevarse bien contigo, tampoco es como si todos fuesen a hacer algo así.

Tenía una expresión atónita como si quisiera decir “dudas de todos” y Amane respondió “puede que así sea pero…” y se tragó lo que quería decir: “… pero hay personas así”

No es como si pensara que Yuuta fuese esa clase de persona. El año pasado fue uno de sus compañeros de clases, solo con eso comprendió lo amable que pude ser con los demás, su personalidad gentil y buena es lo que lo había hecho tan popular, haciendo que tuviera muchos amigos.

Dejando eso de lado, en su pecho aún quedaban fragmentos pequeños, recuerdos de su pasado, lo que hacía que su sentimiento de duda se fortaleciera. Él mismo sabía que no era algo bueno, pero se había puesto ligeramente alerta.

— No es como si fuese culpa de Kadowaki, simplemente soy tímido, me asustó que viniera a hablarnos tan de pronto.

— Bueno, es cierto, si eres tímido, la primera vez que te hablé estabas alerta como un gato con los pelos de punta.

— ¿¡Quién es un gato!?

— Tú, eres como un gato prestado que en el momento de intentar tocarlo solo hace “Fhaa” con los todos los pelos erizados.

Frunció las cejas al escucharlo hacer un ejemplo convirtiendo a un humano en un animal, susurrando “de donde soy un gato”. A Amane le gustan los gatos, por lo que le gustaría que dejaran de compararlo con un ser tan lindo.

— Bueno, si te acostumbras a Yuuta creo que podrían llegara llevarse bien, puedo asegurártelo, he estado tres años en la misma clase que él si contamos la secundaria, es una buen tipo.

— Solo sé solo con verlo pero… el problema son mis sentimientos, además no es como si tuviera algo que decirle.

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— Él es quien viene a hablarte.

— ¿Por qué?

— ¿Nn? Bueno, ¿no es porque eres un buen tipo con Yuuta?

Lo dijo mientras sonreía, y Amane solo se quedó frunciendo las cejas sin saber a qué se estaba refiriendo.

— ¡Oha!2 ¡Parece que estaremos juntos este año!

Al entrar en su nuevo salón de clases se encontró con Chitose, inusualmente bien respuesta a estas horas de la mañana.

— Buenos días, ¿Hoy no viniste con Itsuki?

— Um, me quedé dormida… bueno, mamá se enojó porque se me olvido que era el inicio del nuevo año escolar, ¿Dónde está Ii-kun?3

— Fue a la máquina expendedora.

— Okay, le pediré té con leche. ¡Ah, Mahirun, Mahirun! ¡Este año estaremos en el mismo salón, cuento contigo!

Chitose quien no parece temerle a nada, movió las manos enérgicamente saludando a Mahiru quien se encontraba entrando en el salón de clases. Todos sin importar si fuesen hombre o mujeres parpadearon en reacción. Sería que todos se quedaron petrificados al escuchar “Mahirun” para después ver a Tenshi-sama4 recibiendo el saludo con una sonrisa, parecían tener una mirada llena de extraños celos al permitírsele llamarla así.

Las miradas de ambas se toparon mientras que Chitose se acercaba a ella a paso rápido haciendo pensar Mahiru medio atónita medio impresionada que tenía muchas energías desde tan temprano. Su expresión cambió en un instante a ser una suave sonrisa y en el siguiente a una mirada compasiva.

— ¡Hoy la escuela termina temprano así que vamos por unas crepas! ¡Las que venden frente a la estación son deliciosas!

— Es cierto, si estás bien conmigo.

2 ¡Oha! Abreviación de Ohayou, (buenos días)

3 Ii-kun, Se refiere a Itsuki, solo que lo dice con dos i , Parecería L, pero es una i mayúscula 4 Tenshi-sama: Ángel. Como curiosidad, la palabra ángel se escribe como “servidor de dios”

¿Fue su imaginación? Creyó haber sentido que lo volteó a ver, pero no era como si tuviera que pedirle permiso para cada cosa a Amane, quería que hiciera lo que prefiera. Solo bastaría que se acercara a una tienda de conveniencia y comprar algo para el almuerzo, y al ver que tenía amigas de manera saludable era algo que lo hacía sonreír.

Era una buena idea proviniendo de Chitose, por lo que le gustaría que fuesen a divertirse sin involucrarse con extraños o hacer que Mahiru de vueltas por todas partes haciendo se canse. Puede que sea a Mahiru a quien le vino bien que estuviera en la misma clase que Chitose. Al ver de lejos como platicaban juntas no pudo evitar esbozar una sonrisa.

En el nuevo año escolar los estudiantes eran liberados después de hacer la ceremonia de apertura para los nuevos estudiantes, hacer las presentaciones en el salón de clases y dar a conocer sus medios de contacto.

Terminaron con la escuela antes del mediodía, Amane no tenía otro pedido de parte de Mahiru así que se acercó a la tienda para comprar algo de comer y regresar a casa. Una vez terminado de comer se recostó en el sillón flojamente y terminó por darle sueño. En el nuevo salón de clases había muchos conocidos, y tal y como se veía habían muchos estudiantes tranquilos, por lo que presintió que podría pasarla sin problemas.

En verdad que fue una alegría que hubieran muchos conocidos en su clase, pero si después de eso no continúan juntos terminarían sintiéndose melancólicos por el resto del año. El mismo entendía que era alguien con poca sombra, por lo que solo la idea de ir a hacer nuevos amigos le causaba un sentimiento complicado.

Comenzó a cerrar los ojos lentamente mientras se sorprendía de su yo de hace tiempo por cómo es que había logrado llevarse bien con Itsuki. Estaba un poco cansado por estar en un salón de clases a la cual no estaba acostumbrado, y después de comer le había dado mucho sueño haciendo que quedara dormido en poco tiempo.

Para Amane, esos recuerdos sellados del pasado eran tan sensibles que el solo tocarlos ligeramente le causaban pequeño pero fuerte dolor. Eran recuerdos que continuaban persiguiéndolo durante su vida como estudiante de preparatoria.

Desde que conoció a Mahiru casi no los había recordado, y aunque lo hiciera no causaba tanto impacto, era como si tocara la superficie del agua creando apenas ondas y desapareciendo de inmediato, el dolor era muy ligero. Y si ahora había salido claramente a la luz… ¿era porque se trataba del inicio del nuevo año escolar? ¿Fue porque había tocado el pasado de Mahiru hace poco? ¿Fue porque Yuuta se parecía un poco al hombre causante de sus heridas?

— ¡Cuento contigo esté año!

Allí se encontraba un hombre extendiendo su mano. Para Amane en ese entonces era una persona buena de la que no dudaba nada, de la que no sabía nada. Era bueno con las personas a su alrededor y no se percató de ninguna mala intención de inmediato.

—… Desde un principio…

Las siguientes palabras desaparecieron de la cabeza de Amane al despertar.

En sus ojos ligeramente húmedos se reflejaba la habitación de siempre. La luz de la primavera entraba por la ventana iluminando la habitación que tenía las luces apagadas. En la habitación no había nadie además de Amane, no había ningún otro sonido más que el de su respiración entrecortada.

Respiró profundamente para tranquilizarse y volteó a ver el reloj, había transcurrido una hora desde que se había quedado dormido, se suponía que debería de sentirse un poco mejor tras despertarse, pero debido al mal sueño aún continuaba cansado. Parecía que podría volver a dormirse con el cansancio físico y mental que estaba experimentando, pero el sueño ya se había ido.

(Vayamos a lavarnos la cara)

Se dirigió al lavamanos rezando para que pudiese despejarse después de sumergir la cabeza en el agua.

—… Amane-kun, te vez pálido.

Al final tanto su rostro como su corazón continuaban nublados, pero se había mejorado un poco, solo quedaba esperar a que se olvidase de nuevo de lo que se encontraba en lo profundo de su corazón, esa es la lógica que tenía.

Planeaba evitarque fuese muy evidente para que Mahiru se percatara de ello, pero al final no pudo evitarlo.

—… ¿Te sientes mal?

— No, no es eso… ah… ¿cómo decirlo?… tomé una siesta y tuve una pesadilla.

— ¿Tuviste un sueño que te desagradó?

— Nn, bueno, pero era un sueño sin sentido, no te preocupes.

Movió la cabeza ligeramente hacia los lado poniéndose una delgada mascara. Mahiru es lista, si hay algo en lo que no quieren que se entrometan no hace preguntas de más, es alguien que espera a que la otra persona esté lista para hablar. Amane tampoco había puesto un muro demasiado grande como para que ella no pudiese romperlo, pero si de pronto tocara la parte suave dentro de él comenzaría a dolerle, por lo que se escondió tras una pequeña membrana, sabiendo que con eso Mahiru no se esforzaría por tocar el tema.

Mahiru se percató de que era algo de lo que no quería hablar, y solo se le quedó viendo sin entristecerse o enojarse.

—… ¿Qué?

— No, solo pensé que tienes un penado que me gustaría tocar.

— ¿He?

Se estaba preparando para lo que pudiera decirle, pero le respondió con algo que no esperaba y terminó con la boca entreabierta. Pensó que terminaría recibiendo preguntas por parte de Mahiru, pero terminó cambiando el tema de conversación mientras que ella le observaba el cabello.

— ¿Puedo tocarlo?

— ¿Qué sucede tan de pronto?… bueno, sí, puedes tocarlo cuanto quieras.

— ¿En serio? Ya veo, entonces, con permiso.

Después de decir eso se sentó en el sillón y se golpeó ligeramente las piernas, Amane solo pudo responder “¿Ha?”

No entendía a lo que se refería.

— Pon tu cabeza sobre mis piernas para que tengas una postura que me deje tocarte bien el cabello por favor.

— No, no, no, no.

Amane movía la cabeza hacia los lados ante una sugerencia tan extraña mientras que Mahiru lo veía tranquilamente, para él fue una situación tan apresurada que estaba confundido, y aún más al verla tan tranquila.

—… ¿Estás insatisfecho con mis piernas?

— N… no es eso pero…

Dejó salir una voz insatisfecha. Casi no habría oportunidades en las que se le permitiera descansar la cabeza en las piernas de la chica que le gusta, incluso podría llamársele una feliz oportunidad, pero aceptarlo honestamente era un problema diferente. Posiblemente sería tan vergonzoso como para morir, una cosa era que ella le tocara la cabeza… pero que usara sus piernas de almohada… Comenzó a sentir vergüenza solo de recordar aquella vez en la que la abrazó para consolarla, pero esto era diferente.

— Está bien, ven.

— N… no, eso sería…

— Amane-kun.

—… Si.

Intentaba rechazarla por lo vergonzoso que podría ser, pero cuando Mahiru lo llamó por su nombre con una cálida sonrisa cualquier rastro de resistencia desapareció, posiblemente debido a que esa mirada albergaba cierta fuerza. Mahiru solo continuaba viéndolo mientras lo invitaba dándose golpecitos en la pierna sobre su falda.

Amane agradecía desde el fondo de su corazón que tuviera puesta una falda larga mientras se recostaba sobre el sillón para así poder poner la cabeza sobre su regazo. Al estar de espaldas hacia ella recordó la suavidad de cuando lo abrazó por la espalda.

Terminó por recostar su cabeza sobre sus piernas delgadas, suaves y sin nada de grasa extra. Tenía la altura perfecta, el aroma que emanaba Mahiru era agradable, su calor corporal se sentía bien, la resistencia que tenía Amane desapareció en otro sentido. Terminó por perder las fuerzas en cuanto la mano de Mahiru se posó en su mejilla y comenzó a acariciarlo.

— ¿Qué piensas hacer si de pronto hiciera algo fuera de lugar?

Al decir eso intentando poner algo de resistencia solo recibió una pequeña risa.

— ¿Qué te parece si me pongo de pie y te piso mientras estás en el suelo?

— Lo siento.

Hacía mucho que no le hablaba de esa manera burlona haciendo que se sintiera nostálgico, pero para que no se molestara se disculpó de inmediato. Mahiru reía por la extraña reacción que había tenido Amane.

— Bueno, sé que no harías nada extraño, además no pareces tener el valor ni las energías para hacerlo.

Era un sentimiento extraño que le dijeran que no tenía el valor, pero al pensar cómo es que se enojaría, ciertamente no tenía el valor, era tal y como lo decía Mahiru.

— Como no tienes energía entonces déjame hacer lo que quiera por favor, para mi es más fácil tocarte si te quedas tranquilo.

Amane no pudo decir nada tras ese suave susurró mientras los blancos dedos pasaban de Mahiru por su cabello.

(… Puede que esté siendo considerada)

De seguro esta era la manera Mahiru para animarlo. Se había percatado que Amane había acumulado estrés. Era un misterio porque había llegado a la conclusión de que prestarle su regazo de almohada lo animaría, pero era cierto que sus piernas eran cómodas y lo hacían sentir tranquilo, así que ya no se quejó.

Podría ser debido a que el corazón de Amane estaba un poco cansado, pero su corazón no estaba latiendo con fuerza, solo le albergó una sensación tan cómoda como para invitarlo a dormir, nunca había pensado que el solo hecho de acariciar así su cabello pudiese ser tan placentero.

Había pasado mucho tiempo desde que lo trataban cariño, no sabía qué hacer, solo se sumergió en el mar de satisfacción y felicidad. Se sentía tan bien que en cualquier momento terminaría dormido.

— Por cierto, ¿Qué clase de persona no dice siquiera una palabra de la impresión que tiene al recostarse sobre la piernas de una chica?

Escuchó su voz cuando el sueño estaba apoderándose por completo de él y abrió los ojos despertando por completo.

— A… este…

— Escuché de Chitose-san que para un chico era “romántico” usar las piernas de una chica, también que terminaría satisfecho y recuperado por completo del cansancio.

Así que lo de usar las piernas como almohada fue por consejo de Chitose, aunque no parecía que estuviese diciéndole cosas innecesarias, más bien era como una recompensa para él, por lo que no la culpaba. Mahiru presionaba con la punta del dedo en su mejilla pidiéndole que respondiera.

Honestamente era una sensación placentera, tanto como para querer experimentarlo a diario, pero no quería decirlo ya que no sabría si le parecería repugnante o estaría sorprendida por ello.

No podía decirle como se sentía, pero no era como si pudiese quedarse sin alagarla, ella lo estaba tratando con cuidado, y le parecía que no era bueno monopolizar las piernas de una chica. Pero si era demasiado honesto podía ver como reaccionaria, como si le fuera repugnante, así que decidió decir con una sonrisa…

—… Se siente muy bien, pero que seas tan inocente…

— Aunque me digas eso…es la primera vez que lo hago.

Al escuchar la palabra “es mi primera vez” el corazón de Amane comenzó a latir con fuerza. Pensándolobien ella realmentenoteníamuchocontactocon personas de diferente sexo, tampoco es de las personas que tocarían a los demás como si no fuese nada, por supuesto que era la primera vez con Amane. Al pensar que confiaba en el hasta ese punto era natural que su corazón comenzara a latir con fuerza y sus mejillas comenzaron a sentirse calientes.

Mahiru no parecía percatarse de ello, simplemente continuaba acariciando el cabello de Amane.

— Bueno, es algo que estoy haciendo por mi cuenta, basta con que te quedes tranquilo y me dejes hacerlo, solo estoy haciendo lo que quiero.

—… Ya veo.

Es decir, lo está haciendo porque quiere así que no tenía que preocuparse por nada. A lo mucho era a conveniencia de ella, se sentía un poco mal por hacer que Mahiru se sintiera así a la vez que aceptaba honestamente sus palabras.

—… Amane-kun, ¿Qué piensas acerca de tu clase esté año?

Le preguntó después de pasar un tiempo en silencio acariciando su cabello.

— Nn, no hubiera creído que nos tocaría en la misma clase.

Cualquiera se sentiría más tranquilo al estar con las personas con las que se lleva bien, pensaba en eso pero nunca creyó que estarían todos juntos.

— Fum, disfruté al ver tu rostro sorprendido.

— Oye…. Bueno, sí, me sorprendí, pero no podía evitar estar alerta.

— ¿Alerta?

— Después de todo tengo que tomar la distancia para no hablarte tan familiarmente después de todo.

Tenía que estar alerta, los demás siempre le ponen atención a Mahiru y no se sentía a gusto No tenía intenciones de hablarle, pero terminaría involucrándose en una gran tragedia si por error tomaba una actitud demasiado cercana a Mahiru creando malentendidos.

No pensaba que pudiese tener una relación inocente con Mahiru en la escuela, para él era más que suficiente con que pudiesen estar así bajo el mismo techo, no hacía falta tomarse la molestia de convertirse en el enemigo de todos los hombres. No se hablaban para mantener oculta su relación ante los demás, solo pasaban el tiempo como si fuesen extraños. Mahiru debía de saberlo, cerró los ojos… pero ella le pellizco la mejilla.

—… ¿Qué?

—… No, no es nada, Entiendo la lógica pero mis sentimientos no lo hacen.

— ¿A qué te refieres con eso?

Parecía haberse molestado un poco, pero Amane no entendía nada. Si se había molestado debió de ser porque Mahiru quería hablarle en la escuela, podía sentirse segura con Amane quien conocía sus debilidades, pero para Amane eso solo sería un problema. Aunque se llevara bien no solo con Amane, sinocon Itsuki y los demás, podrían conversar sin problemas, pero Amane no tenía una personalidad alegre como Itsuki, no había manera de que de pronto comenzaran a llevarse bien.

Aunque hubiera amigos entre los dos, el que Amane lo aceptara era un asunto diferente. Podía imaginar cómo los demás decían que Amane no era apto para estar al lado de Tenshi-sama. Estaba acostumbrada a estar sola… pero no le agradaba la idea que los demás la vieran con enemistad.

—… bueno, por ahora lo entiendo.

— Puede que haya cosas que no te agraden, pero mantengámonos así.

— Pero quédate conmigo en casa como siempre.

— Claro… mejor dicho, si quieres que estemos como siempre… ¿no sería mejor que dejaras de prestarme tus piernas como almohada?

— Esto no cuenta.

Mahiru continuaba acariciando su cabello mientras decía eso, y Amane ya no dijo nada más que pudiese molestarla. Sin decir nada podía obtener la mejor de las sensaciones, por lo que prefirió quedarse tranquilo y aceptar el gesto. Mahiru al percatarse que no diría nada mas comenzó a acariciar su cabello más suavemente, la sensación de su mano era gentil y cariñosa haciendo que la vergüenza tiñera todo su cuerpo, apoderándose de él y superando la sensación placentera.

(… Este tipo de cosas son las que me harán inútil…)5

Si las cosas continuaban así era muy probable que terminaría sumergiéndose en el mar de los sueños, se sentía bien, Mahiru era una máquina para convertirlo en alguien dependiente de ella, Cerró los ojos sintiendo plácidamente su calor.

Solo con eso lo atacó el sueño, Tenshi-sama prestándole sus piernas como almohadas eran algo de temer. La sensación del estómago de Mahiru junto con su suave aroma lo llenaba de felicidad, pero si seguía por ese camino sentía que no podría regresar, por lo que estaba escapando por poco al estar dándole la espalda.

—… Parece que tienes sueño.

Escuchó un pequeño susurro cerca de su oído, ya no tenía las fuerzas para abrir los ojos.

— Está bien, te despertaré como es debido, puedes descansar tranquilamente.

Era un susurro dulce lleno de cariño, Amane ya no podía escapar del sueño, y de ese modo se fue desvaneciendo entregándole su cuerpo.

En cuanto abrió sus pesados parpados pudo ver el gentil rostro de Mahiru al otro lado de esas montañas formadas por su blusa. Al percatarse que la estaba viendo hacia arriba se levantó de un salto. Parece que en algún momento cuando estaba durmiente terminó cambiando de posición para ver hacia el techo, gracias a eso cuando despertó vio un estimulante paisaje haciendo que su corazón saltara de pronto.

5 Hace referencia al título de la obra, en el que sugiere que, al seguir siendo constantemente cuidado, se volverá dependiente y ya no podrá estar sin ella.

—… ¿Cuánto me dormí?

Mahiru estaba sorprendida con los ojos bien abiertos al ver como despertó, pero respondió a su pregunta con una sonrisa.

— Alrededor de una hora, tu rostro es lindo cuando duermes.

— No me veas así.

— ¿Es algo que puedes decir tú?

Mahiru rompió de inmediato con cualquier cosa que pudiese decirle tras haberle dicho eso. Es cierto, Amane no solo había visto el rostro durmiente de Mahiru, sino que incluso le toco las mejillas cuando dormía, por lo que no podía decir nada.

— Me has visto varis veces cuando me descuido, así que era mi deber ver cuando estas más indefenso.

— Fuiste tu quien me hizo ponerme así de indefenso…

— ¿Lo dices con esa boca?

Mahiru le puso las manos en ambas mejillas apachurrándolo, solo pudo decir “lo siento” entre dientes para disculparse.

— Moo… así está mejor.

Parecía estar satisfecha con su repuesta, por lo de dejo de jugar con sus mejillas, pero en cambio comenzó a acariciárselas… al final no había cambiado el hecho de que continuaba tocándole las mejillas, sin embargo Mahiru no parecía que fuese detenerse ni Amane tenía intenciones de detenerla.

Le parecía divertido que fuesen más duros y poco elásticos en comparación con los de ella, así que continuaba divirtiéndose mientras jugaba con sus mejillas, para después dejar de tocarlas lentamente.

— Te vez mucho mejor.

— ¿Tan mal me veía?

— Si, todos los días te veo así que puedo entender algo como eso, incluso tú te distes cuenta que estaba soportando algo ¿verdad?

— Bueno, sí.

— Así que es eso.

Después de decir eso Mahiru volvió a tomar a Amane de las mejillas mientras sonreía.

— Si tienes algún problema siempre puedes decírmelo, ¿yo también puedo hacer lo mismo contigo verdad?

—… Así es

Mahiru estaba sujetando las mejillas de Amane usando el pulgar y el índice. Después de todo Amane pensaba que estaría haciendo una expresión patética así que se apresuró a decir “Si, entiendo” y alejó su mano. Mahiru estaba satisfecha y respondió “Así está mejor”.

—… Parece a la fuerza.

— Las chicas somos así, además afuera soy muy tranquila, no haría esto con nadie más que contigo y nadie más nos ve por lo que no hay problema.

— Claro que hay problema.

Mejordicho, eso era lo peor, estaba anunciando que lo trataba de manera especial.

Mahiru por su parte no parecía haberse dado cuenta que sus palabras tenían un significado especial y solo se rio al ver el rostro malhumorado de Amane en un intento de esconder su vergüenza.

Amane volteo a otro lado para esconder su vergüenza diciendo “tonta” en voz baja.