Otonari No Tenshi (NL)

Volumen 3

Capitulo 2: Contacto Con El Príncipe

A pesar de que Mahiru ahora tenía clases en la misma aula que Amane, su vida realmente no cambió. Tomaba clases como todo un estudiante serio, se dirigía a comer a la cafetería con Itsuki, y al no tener club después de clases simplemente regresaba a casa, lo más normal.

Si tuviera que decir que algo cambio, es que ahora conversaba más frecuentemente con Yuuta en comparación con el año pasado. Aun diciendo eso, la mayor parte de las veces era Yuuta quien le dirigía la palabra, Amane solo lo aceptaba un poco confundido. El primer día del nuevo año escolar estaba muy alerta, para él solo era un tercero. Estaba un poco atento pero no era como si fuese a evitar a Yuuta, lo sentía simplemente como un joven alegre y honesto. Para empezar tenia a Itsuki como apoyo, y era cierto que era una persona que no lo pondría en peligro. Tras haber pasado una semana después de iniciado el segundo año el dolor ya había amainado.

— ¿Estás bien con eso?

Itsuki quien se encontraba sentado frente a Amane dijo aquello comosi lo hubiese recordado. Actualmente se encontraban en la cafetería, al igual que lo hacían cuando estaban en primeraño. Porcierto, Chitose normalmente se mezclaría con ellos, pero en esta ocasión estaba comiendo con Mahiru. Al ver que Chitose era oficialmente la amiga de Mahiru solo podía sonreír.

— ¿A que te refieres?

— Acerca tu relación con “esa” persona.

— Realmente no hace falta que tenga que hablarle en la escuela.

Claramente Amane le estaba enviando una mirada como si quisiera decir “¿qué sucede con este?”. Para Amane el relacionarse descuidadamente con Mahiru frente a todos los demás sería lo mismo que cometer suicidio.

— No, solo digo que ella parece un tanto tímida intentando hablarte.

—… Bueno, tengo que admitir eso.

Parece que Amane ya había notado las constantes miradas que le enviaba Mahiru, incluso de vez en cuando se le quedaba viendo fijamente sin contemplaciones. No debería de haberproblemas que se le quede viendo cuando no hay personas, pero Chitose también se le quedaba viendo con una mirada de “apestas”, era bastante incómodo.

— No queda más que tomar esa apariencia…

— No, es molesto, todos se me quedarían viendo.

Además, si de pronto apareciera con esa apariencia y hablara plácidamente con Mahiru, sería lo mismo que decir que Amane es el hombre con el que estaba antes, haciendo que su vida escolar sufriera un daño irreparable y todos harían un escándalo de ello.

— ¿Por qué eres así?… por lo menos podrías ser popular.

— ¿Ser cómo?

No podía pensar en lo absoluto que solo con cambiar su peinado terminase viviéndose popular, y simplemente no podía comprenderporque Itsuki lo pensaba así.

— Con tu personalidad las chicas querrían tenerte de novio, puedes ser un poco mal hablado, pero eres honesto, el tipo de persona que valora a las mujeres.

—… ¿Eso no es normal?

— Es como si dijéramos que muchos chicos no pueden hacer eso que es normal, eres el tipo de persona que hace saber a las chicas que son importantes ¿verdad? No deberías de estar tan solo, sería mejor si dejaras que los demás te vieran.

—… ¿Por qué puedes decir todo eso?

— No es eso, puedes ser amable, pero estás siempre demasiado alerta, ¿es difícil que te acerques a los demás verdad?

Si lo pone de esa manera no podía negarlo. Se mordió los labios e Itsuki comenzó a reír.

—… Mejor dicho, ¿puedo decir algo?

— ¿Qué cosa?

— Si no te quisiera no te trataría como si fueses alguien tan preciado.

—… Cállate.

Ya no podía esconder su actitud, por lo que solo le respondió eso y regresó a comer de su ramen. Itsuki terminó asintiendo después de burlarse un poco de él, parecía estar impresionado.

— Para mí eso debería de ser algo feliz, es bueno que tengas a una persona que aprecies.

— ¿En serio?

— Es bueno que estés sobre ello.

—… Realmente no hace falta que se me cumpla, mientras que ella encuentre a alguien con la que sea feliz a mí no me importaría.

Claro, pensaba que esa persona podría ser él, pero si Mahiru encontrara a un hombre que pudiese hacerla feliz, entonces debería de felicitarlos. Por el otro lado, si piensa en su propia felicidad, estaba dispuesto a perderla con tal de que Mahiru fuese feliz. Ella tenía que ser feliz, no había sido bendecida, había llegado a este punto después de haberse esforzado tanto sin recibir ninguna clase de felicidad.

—… Apestas.

— Que ruidoso… bueno, yo solo quiero que sea feliz.

— Entonces simplemente deberías ir a decírselo.

— Como si fuese a decirlo, tonto.

Aun no había comprobado que le gustara como alguien del otro sexo, por lo que no podría confesársele. Para empezar, Mahiru era bastante cuidadosa con esa clase de cosas, a lo mucho creía a medias que podría ir a salir a jugar con ella, algo como ser pareja estaba fuera de cuestión. Tomando en cuenta la relación que tiene ella con sus padres, no había manera de que fuese a asentir tan fácilmente. No podía pensar que fuese a serle fácil el decirle sus sentimientos sin antes estar muy bien preparado.

—… En serio…

— Cállate, que importa, haré que eventualmente le guste.

—… Aunque sería bueno que un tercero le dijera todo…

— ¿Dijiste algo?

— No, nada… bueno, esfuérzate. Te estaré apoyando.

Dijo con una voz fastidiada y solo pudo aceptarlo agradecido mientras fruncía las cejas.

— ¿Are? Fujimiya, que extraño.

Amane se había acercado al centro de videojuegos despuésde la escuela,ycuando se encontraba cambiando las monedas escuchó una voz conocida. Guardó las monedas en su cartera y se dio la vuelta, allí se encontraba Yuuta de pie. Parece que él también había venido a jugar, estaba detrás de Amane con la cartera en la mano.

— Kadowaki, es extraño encontrarte aquí ¿Y tú club?

— Hoy descansamos, no es bueno ponerle demasiado peso al cuerpo todos los días después de todo.

— Ya veo.

Su club de atletismo no se desmoronará tomando en cuenta que él es el as del equipo… ¿verdad? Aunque parece que solo está descansando, él quien estaba guardando el cambio de 2000 yenes en su cartera sonrió cuando Amane se le quedaba viendo.

— Yo fui el que no pensó que terminaría encontrándote aquí, no parece que te gusten los lugares ruidosos, en cuanto te vi me sorprendí.

— Al menos puedo venir al centro de videojuegos con normalidad, aunque no me gusta desperdiciar el dinero inútilmente por lo que rara vez vengo.

— He… ¿entonces por qué viniste hoy?

— Vine a los juegos de grúa, como decirlo, quería atrapar un peluche.

Se lo pidieron. Chitose terminó mostrándole la página de internet del centro de juegos mientras le decía “este tipo de cosas podrían gustarle a Mahirun” Últimamente se le había visto desanimada, así que había venido a conseguirle un obsequio. Ya que estaba en el lugar pensaba en darle algún lindo peluche, tal vez para hacerle algún compañero a Kuma-san.

— ¿Viniste a atrapar un peluche?

— Soy inusualmente bueno en ello.

Las grúas de los juegos en ese lugar eran facies de usar, podía atrapar casi cualquier cosa si comprendía si centro de gravedad. Todo gracias a que su mamá

Shihoko le decía cuando estaba en primaria “sabes, esto lo puedes atrapar con la grúa, solo basta de que lo muevas hasta aquí” y cosas por el estilo. Debido a que su mamá tenía habilidades en ramas extrañas, terminó aprendiéndole algunos trucos tras observarla.

Le pareció algo inusual y Yuuta quería ir a ver así que se dirigieron al área de las grúas.Al llegar eligióuna ymetióla moneda con movimientosautónomos.Usando la fuerza y posición con la grúa pensaría que con una sola moneda le sería suficiente. Había cosas que no podría sacar por más monedas de 100 yenes que usara, pero también había cosas que podría tomar fácilmente.

En cuanto movió la grúa alineadola entre el torso y la cabeza de un peluche que parecía ser alguna clase de personaje, logró levantarlo, y al bajar la parte del torso quedo enganchado de la cabeza, asegurándolo y levantándolo. Tras dejar la palanca, la grúa llevó automáticamente el peluche a la abertura y lo dejo caer. Yuuta estaba impresionado.

— El agarre de las grúas de aquí es fuerte, parece que les sería un problema a los trabajadores de aquí si no se pudiera capturar absolutamente nada por lo que también les enseñan a los novatos como atrapar algo.

— Así que por eso Itsuki y los demás dijeron que este lugar era bueno.

Yuuta asentía mientras decía “ya veo”

— Por cierto, ¿le vas a dar eso a alguien?

— Si, pensaba regalarlo como agradecimiento por cuidar de mí a diario.

No mintió, aunque no había dicho que se trataba de algo para Mahiru, era verdad que estaba cuidando de él, también que era un agradecimiento. Tambien porque simplemente Mahiru se vería linda rodeada de peluches, podría decirse que también tenia deseos por ver aquello.

— Eres esa clase de persona, creo que te entiendo un poco.

— ¿Qué es lo que entiendes?

— No, solo que eres un caballero, parece que les ayudas mucho a las demás personas.

— Eso fue solo una coincidencia.

— Aunque sea por coincidencia, vamos, como aquella vez con la bolsa.

Volvió a darle las gracias diciéndole “eso me ayudó bastante” haciendo que se sintiera extrañamente avergonzado. La verdad es que no pensó en ello como la gran cosa, pero era cierto que Yuuta aun lo recordaba. Algo como una bolsa de las compras puede conseguirse fácilmente, no era algo como para sentir que le debiese un favor.

—… Por cierto, ¿te comiste todo ese chocolate en San Valentín?

Le preguntó en un intento de cambiar el tema que lo estaba haciendo avergonzarse, y la expresión de Yuuta se nubló levemente.

— Ah…. Pero es secreto ¿sí? me comí los de tienda.

— ¿No te comiste los hechos a mano?

—… Los hechos a mano… como decirlo, hay chicas a las que les queda muy bien pero…

— ¿Sabían mal?

— No es eso, de vez en cuando ponen cabellos adentro a propósito y cosas por el estilo.

—… Parece alguna clase de conjuro…

No es como si no comprendiera que le pudiera haber caído por casualidad, pero por su actitud pareciera que le ha ocurrido varias veces, eso quiere decir que lo hacen a propósito. Al percatarse de ello podría verse como alguna clase de magia es decir, estaba hecho con la intención de que lo ingiriera.

— Desde antes me daba un poco de miedo eso, así que les dije que no aceptaría nada hecho a mano, solo aceptando sus sentimientos y regresándolos, pero terminaron mezclándolos entre los que son comprados en las tiendas…

Podía imaginar la expresión al enterarse de chocolates extraños mezclados entre los de tienda y no poder regresárselos por la pena.

—… Parece que los populares también tienen sus problemas.

— Además de todos esos celos, como decirlo… no es como si yo quisiera ser popular, de haber sabido esto no me importaría dejar de ser popular.

— Que desesperado.

— Es que da miedo, las chicas son capaces de darme cosas raras para comer con una sonrisa en la cara.

Amane asintió, normalmente la comida hechas a mano por las chicas tendrían su valor, pero para él solo le causaban temor, es demasiado lamentable que hayan intentado en varias ocasiones ponerle cosas en su comida.

— Bien podría aceptar la comida hecha a mano de alguna chica con la que sé que no habría problemas, pero me daría miedo que comenzaran a molestarla.

—… Los celos dan miedo.

— ¿Verdad?…

Yuuta se encogió de hombros, parecía bastante cansado. Se sentía tan mal por él quien tomó una caja de dulces usando la grúa, los tomó y se los entrego.

— Como decirlo… puedes pedirnos apoyo a mi o a Itsuki siempre que quieras, come esto y anímate.

— Gracias… es difícil…

Al ver a Yuuta que en verdad parecía tener problemas, sintió como es que ser popular parecía ser divertido pero en realidad no lo era.

En cuanto Amane regresó a casa, Mahiru se percató del sonido de la puerta y se dirigió a la entrada para recibirlo. El día de hoy llevaba un delantal y el cabello amarrado en forma de Dango.6 Normalmente cuando cocina se amarra el cabello, pero como toda una chica se lo habia arreglándo un poco mas y terminó en forma de dango. Realmente era bastante linda. Parecía haber estado cocinando hasta hace poco, y sonreía más aliviada en cuanto llegó Amane.

Ya se habíapuesto en contactocon ella para avisarle que regresaría tarde,después de eso había ido con Yuuta a tomar un café mientras escuchaba sus quejas haciendo que regresara hasta ahora, de seguro por eso era su sonrisa de alivio.

— Bienvenido a casa, Amane-kun… ¿y esa bolsa?

— Fui al centro de juegos, bueno, podrías llamarlo un trofeo de guerra.

Tenía otras cosas además del peluche con forma de conejo que había atrapado, Mahiru al verlo pudo entender que tenía muchas cosas dentro.

—.. Parece que traes mucho.

— No usé más de lo que podría gastar en uno o dos días en la cafetería de la escuela.

— ¿Y qué es lo que conseguiste?

El dango es un tipo de dulce japonés…en algunas partes se diría que es un peinado tipo cebolla

— ¿Lo dejamos para después? Tengo hambre.

Podría entregárselo ahora, pero quería disfrutar de su reacción lentamente, por lo que lo dejó para después. Además era verdad que tenía hambre, tenía ansias por comer lo que le había preparado Mahiru.

— Pero primero ve a cambiarte y lavate las manos, también has gárgaras, prepararé todo en lo que haces eso.

— Entendido.

Es algo que siempre hacia aunque no se lo dijera, pero estaba feliz porque se tomara la molestia de ser considerada. Pensó que parecía a su madre, pero no dijo nada, solo se dirigió al lavamanos como se lo habían indicado.

— ¿Y? ¿Qué fue lo que conseguiste?

Mahiru después de la cena se quedó de pie frente a la bolsa de trofeos de guerra que se encontraba en una de las esquinas del sofá, parecía que le llamaba la atención.

— ¿Nn? Peluches.

No tenía intenciones de esconderlo, así que tomó la bolsa y la puso sobre su regazo, le respondió mientras le quitaba la cinta.

— ¿Peluches?

— Mahiru, ¿te gustan verdad?

— Si, me gustan.

— Conseguí los que creí que podrían gustarte, toma.

Lo que sería más o menos del tamaño del que ya le había dado sería la primera captura del día, el peluche de conejo. Lo había atrapado con una moneda, por lo que estaba bastante orgulloso. Sacó el peluche de pelaje esponjoso blando y pequeños ojos, y lo dejo sobre las piernas de Mahiru. Realmente no sabía qué clase de personaje era, y tomó lo que parecería que le gustaría a Mahiru, pero ella solo se le quedó viendo fijamente.

—… ¿No te gustó el conejo?

—… Es lindo.

— Que bueno.

Lo abrazó con ambos brazos con fuerza como siempre lo hacía con su cojin favorito, y comenzó a frotar su mejilla en él. Por un instante pensó en sacar el celular. Pero en cambio sacó otro peluche de la bolsa mientras grababa la imagen con la cámara de su mente.

— Aun hay más, como perros y gatos.

Gracias a que las grúas en el centro de juegos eran más fuertes que los demás, pudo capturar gran cantidad de cosas, atrapando uno tras otro de los que creía que podrían gustarle a Mahiru.

— Ah, este… ¿esto es…?

— ¿Te estorban?

— ¡Claro que no! Casi no tengo adornos en mi cuarto, además son lindos y me hacen feliz.

— Entonces que bueno.

Era tan linda como lo pensaba al verla rodeada de peluches, Estaba abrazando al conejo, pero parecía emocionada viendo cual sería el siguiente en abrazar, si el perro o al gato. Parecía que Mahiru se percató que Amane se le quedaba viendo fijamente, y terminó escondiendo medio rostro porla vergüenza usando al conejo de peluche. La mirada de Mahiru apareció entre las orejas del conejo mientras tenía los ojos humedecidos.

Parece que no pudo soportar tener a Amane observándola a un lado de ella, ya que llevo su frente a sus brazos para esconderse, el impacto fue grande como si quisiera desquitarse, pero no lo suficiente para que le causase dolor.

—… No te rias así por favor.

— No lo hago.

— Lo haces, te estas riendo, te estas riendo como si fueras un niño.

— No es ese tipo de risa, creo que te ves linda.

— Te estas riendo después de todo.

— Ups.

Amane bromeó como diciendo “¿te diste cuenta?” y Mahiru terminó pegándole ligeramente en las piernas. En esta ocasión rio para que Mahiru no se percatara de ello.

—… Me siento engañada.

— Es tu imaginación.

—… Hoy te la has pasado intentando engañarme.

Terminó agregando un “moo” pero su frase no concordaba con su rostro y tono de voz. Mahiru tomó el gato que se encontraba en sus piernas para abrazarlo haciendo alguna clase de hibrido con el conejo y el gato, mientras pensaba en eso Amane llevó la mano a su cabeza y comenzó a acariciarla, Mahiru levantó la cabeza. Al verlo hacia arriba no sonreía, pero su mirada albergaba un brillo diferente.

—… Solo me la paso recibiendo cosas de ti.

Parece que comenzaba a preocuparle el haber recibido muchas cosas.

— Yo quise dártelos, no tienes que preocuparte.

— Pero… yo siempre recibo cosas de ti, regalos, cuidados, un ambiente cálido, todo.

— Solo te lo di porque quería hacerlo, no necesitas preocuparte por eso.

No es como si lo hubiera hecho pensando en recibir algo a cambio, le bastaba con que Mahiru fuese feliz, de esta manera podría parecer que lo que recibe en cambio es la felicidad de Mahiru, pero al final de cuentas era solo autosatisfacción, solo le daba cosas porque quería dárselas, ella no tenía porqué preocuparse. Pero aun así parece que Mahiru no se sentía tranquila solo recibiendo cosas. Sin embargo era Amane quien era constantemente cuidado por ella, por lo que no creía que ella tuviera que regresarle algo.

— Me gustaría regresarte algo.

— Eres algo terca… pero bueno, si realmente te preocupa tanto, entonces que podría recibir al menos una cosa.

— Si hay algo que pueda darte solo dímelo.

En verdad sintió que podría hacer cualquier cosa, lo que sería peligroso, no había manera de que le pidiera algo que le diera mucho peso, pero aun así, si no le pedía nada Mahiru no se quedaría contenta.

—Me gustaría que me hicieras un pudin.

— ¿Un pudin?

— Un pudin con mucho huevo, pensaba en que me gustaría probar uno hecho por ti.

—… ¿No bastaría con conseguir uno?

— Claro que no, si no lo haces tú no tiene sentido.

Realmente no es como si le gustaran los dulces, pero era distinto con los lácteos. El pudin le gustaba, y si era algo hecho a mano por Mahiru de seguro sería algo delicioso. Realmente pensaba en querer probar la comida que le gustaba de la chica que le gustaba. Y al pedírselo con una expresión seria, Mahiru asintió después de quedársele viendo por un tiempo.

—… Entonces haré uno en el próximo día libre, ¿con mucho huevo verdad?

— Nn.

— Lo haré delicioso.

— Aunque no necesitas ponerle tanto empeño.

— Yo quiero hacerlo así.

— Ya veo.

Mahiru parecía mostrar una expresión de determinación y empeño, pensaba en “aunque no necesita esforzarse tanto” pero pensando en que probaría un delicioso pudin no dijo nada. Le volvió a acariciar la cabeza en respuesta a su empeño y Mahiru continuaba sonriendo.

El pudin tenía mucha crema y era delicioso, pero después de todo tenía suficiente huevo para que no perdiera la forma aun después de que lotomara con la cuchara. El huevo mismo había dejado restos de sabor en el dulce pudin, además el caramelo hacia juego con la dulzura, haciendo que la dulzura lo tranquilizara. Caa bocado era bastante tentador como para insitarlo a llevarse más a la boca. Pese a que Amane realmente no era muy bueno con lo dulce, la concina de Mahiru hacia que se quedara absorto comiendo sin parar, en un instante el pudin había desaparecido del plato.

— Haa, estuvo delicioso.

— El alago es un honor.

Después de almorzar habían comido el postre pero en un instante había desaparecido, y como uno no fue suficiente fue por el segundo. En comparación con los demás chicos de preparatoria Amane realmente no tenía demasiado apetito, pero después de todo los postres hechos a mano por Mahiru iban en otro estómago. Estaba bastante satisfecho por la comida, y se encontraba de muy buen humor.

— En verdad que puedes cocinar cualquier cosa.

— Recorrí todo el camino para poder hacerlo.

Mahiru lo dijo sin sentirse orgullosa de ello, pero su repertorio era muy grande, de vez en cuando aparecía con un platillo que Amane desconocía. Por supuesto, no se cansaba de lo delicioso, que alguien como Mahiru estuviera allí para cocinar para él lo hacía sentir inusualmente bendecido.

— Gracias a eso puedo ser feliz.

—… ¿Eres feliz?

— Bueno, no hay manera de que pueda decir que soy desafortunado al poder comer tu deliciosa comida todos los días, siempre lo espero con ansias.

El mismo hecho de que cocinara para él es bastante bendición, y era feliz cada vez, pero parece que ella no valoraba suficiente su propia cocina. Anteriormente cuando le dijo que su concina lo hacía feliz, Mahiru no parecía demasiado consciente de ello, así que si Amane no hacía énfasis, Mahiru nunca entendería el valor que tenía para él. Además, es una cortesía decir que estaba delicioso cuando esta delicioso, debería de decirlo honestamente.

—… Ya… ya veo.

Cuando se la alagó de frente, el rostro de Mahiru se enrojeció y ella misma se encogió.

—… Estoy feliz por ser alagada por ti.

— Si estás bien conmigo te alagaré todo lo que pueda, ¿pero no basta con decir todos los días que es delicioso verdad? Si quieres que te diga más detalles puedo hacerlo.

La verdad no es como si Mahiru y Amane fuesen esposos, pero nunca se le olvida de hacerle saber sus sentimientos de agradecimiento por cocinarle cada vez, el sabor estaba relacionado con la motivación, por lo que si se lo pedía estaba dispuesto de hablar más a detalle. Pero Mahiru comenzó a mover la cabeza a los lados negándose.

— A… así está bien… moriría.

— Estas exagerando.

— No estoy exagerando, con lo de ahora es suficiente.

— ¿En serio? Pero a partir de ahora continuaras cocinándome, así que me gustaría agradecerte como se debe. Muchas gracias.

La verdad es que la vida de Amane era apoyada por la comida de Mahiru. Desde el momento en que conoció a Mahiru, Amane avanzaba en línea recta para convertirse en un inútil, por lo que quería que de ahora en adelante, si pudiera desear algo, le gustaría que se quedara por siempre a su lado. Mientras le agradecía Mahiru comenzó a temblar como si fuese un celular en modo vibración, y después de eso se levantó.

—… Amane-kun, baka. (Tonto)

Por algún motivo dijo aquello de manera linda y se levantó para ir a dejar los platos, así que Amane hizo lo mismo llevando los suyos al lavabo. Fue algo repentino, se rascaba la cabeza y comenzaba con las labores de limpiar todo después de comer pero eso era trabajo de Amane, y al tomar el brazo de Mahiru con ligereza, ella sediola vueltaporel impulso.Su rostro que yaestaba enrojecida parecía aun estar más roja, por lo que le hizo pensar que la hizo avergonzarse más de lo normal.

—… Yo lo haré, espérame en el sofá.

Le acarició ligeramente la cabeza y la alejo de la cocina, mientras que Mahiru dejo salir un leve gemido y se fue a hundir al sillón. Eran movimientos que la tranquila Mahiru normalmente no haría.

Después de eso la cara de Amane se puso completamente rojo al recordar la expresión de satisfacción que había hecho, y se mojó la cara con agua intentando enfriarse.