Risou No Himo Seikatsu (NL)

Volumen 9

Capítulo 5: Palabras De Agradecimiento.

Parte 1

“Bueno, hola, Su Majestad. He venido a jugar”.

Para comenzar con la conclusión: El príncipe Francesco visitó a Zenjirou al día siguiente. Lucrecia, que se sentía muy avergonzada, repetía continuamente “lo siento mucho” y “perdón por todas las molestias” mientras se preparaba para recibir adecuadamente al príncipe Francesco, recordandole a Zenjirou un poco a la princesa Bona.

Mientras el príncipe de cabello rubio daba un elegante sorbo a su té encaramado en el sofá sin importarle lo más mínimo que estuviera haciendo que la gente que le rodeaba se disculpase seriamente por sus actos, Zenjirou preguntó de repente por la mismísima princesa Bona: “Ahora que lo pienso, ¿Su alteza Bona todavía no ha podido volver temporalmente a casa?”

“Mmh~, ¿No depende eso de la agenda de Su Majestad Aura? No se ha decidido la fecha y la hora, pero creo que volverá uno de estos días”.

El príncipe Francesco respondió.

“Supongo”.

Zenjirou sólo había visto al Príncipe Francesco y a la Princesa Bona juntos, pero la Princesa Bona sólo se había convertido en el perro guardián del Príncipe Francesco después de que se decidiera que irían al Reino de Capua. Teniendo en cuenta esto, es probable que no haya ningún problema incluso si la Princesa Bona y el Príncipe Francesco se trasladan de forma independiente.

“Bueno, entonces, todos, tengo algunos asuntos privados que hablar con Su Majestad, así que ¿Pueden salir de esta sala?” Aprovechando el hueco creado mientras Zenjirou pensaba, el príncipe Francesco se dirigió a los que estaban a su alrededor e hizo una declaración problemática.

“Su Alteza. No podemos seguir esa orden. Somos los guardias de Su Alteza. Su Alteza Giuseppe nos ha ordenado estrictamente que no nos alejemos de su proximidad”. Un caballero, que tenía lo que parecía ser una espada mágica colgando de su cintura dado el maná que emitía, respondió con firmeza.

En respuesta, el príncipe Francesco frunció las cejas, evidentemente preocupado, y dijo: “Ciertamente, son los subordinados de padre, no los míos. Sin embargo, no quiero que nadie escuche lo que voy a decir a partir de ahora. ¿No pueden mostrar un poco más de flexibilidad?”

Después de una larga negociación que hizo que uno se preguntara si era realmente de la realeza, se decidió que los guardias y asistentes de ambas partes se quedarían en la misma habitación como con el Príncipe Largo, pero se mantendrían fuera del alcance del oído mientras conversaran en susurros.

El príncipe Francesco sacó inmediatamente del bolsillo cuatro piezas metálicas en forma de diamante y las colocó en las cuatro esquinas exteriores de sus sofás opuestos.

“Iniciar”

Con una orden mágica del príncipe Francesco, el viento comenzó a soplar desde las piezas de metal, creando un ruido de cobertura. Viendo que había colado una herramienta mágica de contrainteligencia, la visita de esta vez había sido aparentemente planeada considerablemente.

“Su Majestad, muchas gracias por aceptar mi conducta discrecional de hoy”. Esas fueron las primeras palabras del príncipe Francesco, seguidas de una rápida reverencia.

Probablemente hay muy pocos arcos de la realeza que tengan tan poco valor.

“¿Hoy? ¿No querrás decir hoy también?” Zenjirou estuvo a punto de hacer esa réplica, pero como por una vez había estado esperando las visitas relámpago del príncipe Francesco, se limitó a sonreír en su lugar, diciendo: “No, después de todo has tenido la amabilidad de venir a visitarme, Alteza. Te acomodaré lo mejor que pueda”.

“Vaya, no esperaba nada menos de usted, Su Majestad, es un hombre tolerante. Muchas gracias”. Dijo el príncipe Francesco, rascándose la cabeza. Sin embargo, después de esto se inclinó rápidamente hacia adelante con una sacudida y comenzó a hablar: “Ya que es usted tan complaciente, entonces aceptaré su amable oferta. Su Majestad, ¿A quién apoya, a mi padre o a mi tío?”

Comenzó a hablar, yendo directamente al grano. Si cualquiera que no fuera el príncipe Francesco hubiera dicho esas palabras, Zenjirou probablemente se habría quedado sin palabras. Sin embargo, dado que la otra parte era el Príncipe Francesco, Zenjirou estaba preparado hasta cierto punto.

“Todavía no puedo decidirme. Para ser sincero, hay muy poca información para tomar una decisión. Por eso hay algo que quiero preguntarle, Su Alteza”. Respondió Zenjirou.

“¿De qué se trata? Mientras esté en mi conocimiento, te lo diré todo, ¿Sabes?”. El príncipe Francesco se ofreció de buena gana.

Una vez que vio la sonrisa del príncipe Francesco, Zenjirou se sintió tonto por haber trabajado tanto en esto.

Sofocando un suspiro, Zenjirou comenzó con una pregunta que no causaría problemas, aunque se filtrara: “Su Alteza, ¿Tiene una buena relación con Su Alteza Largo? He oído que su padre, Su Alteza Giuseppe y Su Alteza Largo se enfrentan a menudo”.

El hecho de que el interrogador formule su pregunta de manera indirecta no significa necesariamente que la respuesta vaya a ser del mismo modo.

“Sí, el tío Largo es una persona en la que se puede confiar, después de todo. Me gustan mi padre y mi abuelo, pero como probablemente ya sabes, esos dos son miembros de la ‘Facción de la Fusión Completa’, así que me miran, con mi capacidad para ambas magias de línea de sangre, con ojos algo celosos. Honestamente, es sofocante estar con ellos. Es mucho más cómodo estar con el tío Largo ya que me trata como su ‘Sobrino Idiota’”. El príncipe Francesco respondió sin rodeos.

“…”. Zenjirou sintió de repente que sus fuerzas abandonaban su cuerpo, tanto que casi se desliza del sofá.

¿Qué sentido tenía pasar por todas esas molestias para recabar información de forma encubierta?

Mientras Zenjirou se ponía una mano en la cabeza como si le doliera la cabeza, el príncipe Francesco continuó hablando: “Mis padre y abuelo están tratando de hacerme rey de una manera u otra. Pero si no fuera por eso, serían los parientes ideales. Les he dicho muchas veces que hacerme rey es sólo pedir una revuelta, pero hasta ahora no ha surtido mucho efecto”.

“… ¿Entonces está diciendo que usted mismo no tiene ningún interés en la corona, Su Alteza?” averiguó Zenjirou durante una breve pausa en el diluvio de información que había desatado el príncipe Francesco.

Aunque la respuesta era bastante evidente, era una pregunta peligrosa si había leído mal al príncipe Francesco. Afortunadamente la predicción de Zenjirou no había sido errónea.

“En absoluto. Personalmente, es algo que me gustaría rechazar de plano. ¿Es consciente, Su Majestad? Un rey está tan atormentado por los asuntos gubernamentales que ni siquiera tiene tiempo para crear herramientas mágicas. Incluso en los raros casos en que un rey hace una herramienta mágica, es una herramienta de diplomacia que será distribuida dentro o fuera del país. El rey ni siquiera es capaz de decidir qué crear”. Dijo el príncipe Francesco.

Se mire como se mire, el violento movimiento de cabeza del príncipe Francesco y el completo asco en su expresión no podían ser sino genuinos.

“Desde esa perspectiva también, me gustaría que el tío Largo hiciera lo mejor posible. El país mantendrá su sistema actual, padre heredará la corona sin problemas, mi hermano menor Vittore se convertirá en el príncipe heredero, y yo trabajaré duro desarrollando herramientas mágicas por mi cuenta. Ese sería el futuro ideal”. El príncipe Francesco declaró claramente.

Zenjirou, que había estado observando continuamente al príncipe Francesco, decidió creerle por el momento.

(No contradice las palabras y acciones del Príncipe Francesco hasta ahora. En ese caso, nuestros intereses se alinean totalmente en este asunto, ¿No es así?).

(Si dudo de todos, no podré hacer ningún movimiento).

Zenjirou respiró profundamente para consolidar su decisión y habló, “Príncipe Francesco, usted no pertenece a la ‘Facción de la Fusión Completa’, ¿Verdad?”

“No. Nací de la unión entre un hombre de la ‘Facción de la Fusión Completa’ y una mujer de la ‘Facción de la Fusión Completa’. Aunque poseo habilidades que podrían llamarse la esperanza de la ‘Facción de la Fusión Completa’, soy un hijo tonto que no puede entender esa ideología”. Respondió el príncipe Francesco.

En el rostro del príncipe Francesco se apreciaba la habitual sonrisa distante, pero de alguna manera Zenjirou sintió que detrás de esa sonrisa había una emoción ligeramente diferente a la habitual.

“Su Alteza Largo me dijo; el Príncipe Heredero Giuseppe, como miembro de la ‘Facción de la Fusión Completa’, está tratando de nombrarte próximo príncipe heredero por cualquier medio posible” añadió Zenjirou.

“Sí. Para ser precisos, mis padre y abuelo han estado pensando en ello desde que se enteraron de mis habilidades”. El príncipe Francesco confirmó las palabras de Zenjirou, asintiendo una vez.

“Por otro lado, el que lidera la facción opositora es Su Alteza Largo”.

Zenjirou declaró una cuestión de hecho.

“De nuevo, si quieres ser preciso, nadie, aparte de los miembros de la ‘Facción de la Fusión Completa, aprueban mi nombramiento como príncipe heredero”.

Por eso, el rey Bruno y el príncipe heredero Giuseppe no pudieron hacer público su deseo de que el príncipe Francesco fuera el próximo príncipe heredero, a pesar de ser rey y príncipe heredero.

Zenjirou lanzó su última pregunta al príncipe Francesco, con los ojos fijos en él para no perderse ni un parpadeo de sus emociones: “Su Alteza Largo me dijo que el enfrentamiento se resolverá por delegación mediante la decisión de cómo tratar a los cuatro duques a partir de ahora. Y que, por lo tanto, sería posible evitar tu nombramiento como príncipe heredero siempre y cuando Su Alteza Largo pudiera hacerme elegir una herramienta mágica adecuada a los dos duques errantes para el regalo”.

Al ver a Zenjirou, que le miraba tan intensamente que bien podría haber sido una mirada asesina, ni siquiera el príncipe Francesco pudo seguir sonriendo, declarando sin tapujos: “No creo que eso esté mal. Las ventajas de mis abuelo y padre son su fuerza política y su cautela. Si perdieran ante el tío Largo en un campo de batalla que obviamente está dentro de su dominio, como la selección de la herramienta mágica que se regalará a los cuatro duques, aumentarán su vigilancia. Si fracasan, no harán un movimiento que pueda hacerles perderme a mí, su única y absoluta pieza de juego. Eso se lo puedo asegurar”.

La decisión de Zenjirou se confirmó con la respuesta del príncipe Francesco. Sin embargo, antes de que Zenjirou pudiera expresar esa decisión, el príncipe Francesco se inclinó repentinamente tanto hacia delante que casi se tumbó sobre la mesa.

“Todo se reduce a esto, ¿Tienes una idea para una herramienta mágica que favorezca a los dos duques errantes y pueda persuadir a mis padre y abuelo sin hacer preguntas?” Los ojos verdes del príncipe Francesco rebosaban del entusiasmo y la curiosidad de un ingeniero.

Sorprendido por tanto entusiasmo, Zenjirou se recostó más en el sofá y se desdijo rápidamente: “No, sólo se me ocurrió una pequeña idea. Como soy un completo novato en la magia de otorgamiento, no sé si es posible ponerla en práctica. E incluso si lo es, lo beneficioso que podría llegar a ser es…”

“Por favor, dígame. A menos que lo escuche, no puedo hacer un juicio.

Vamos, date prisa”. El Príncipe Francesco instó.

“Umm, creo que será necesario un hechizo como el de los ‘Pergaminos del Par Ardiente’, pero no sobre algo que arda como él. ¿Es posible lanzar el mismo hechizo sobre algo que no arda, como el metal por ejemplo?” Zenjirou busca una explicación.

Siguiendo inclinado hacia delante e incluso poniendo las dos manos sobre la mesa, el príncipe Francesco contestó apasionadamente: “Si es ese hechizo exacto, entonces es imposible, pero sería posible si se cambia un poco el canto. Sin embargo, usarlo en algo que no sea papel de piel de dragón requerirá bastante más maná. Un metal con ‘Pergaminos del Par Ardiente’ seguirá conduciendo el calor, y por lo tanto no se quemará en forma de letras, sin embargo”.

Esa era la respuesta que Zenjirou esperaba.

Una vez recuperada la sonrisa, Zenjirou dijo con energía: “Entonces, sólo hay que otorgar el mismo hechizo que ‘Pergaminos del Par Ardiente’, pero lo suficientemente débil como para que el metal con mayor conductividad térmica no se dañe. Lo único que queda es utilizar sellos de impresión del mismo metal, y la piel de un ‘Dragón Cambiante’ …”

“¿Wow? ¿Por qué vas a usar un metal que transmite fácilmente el calor sólo para usar un hechizo más débil? Ah, ya veo. Ciertamente, si lo haces así, las palabras transmitidas quedarán a mano. Sin embargo, eso ya es bastante difícil”. El príncipe Francesco objetó.

“Estaría bien que un experto como usted hiciera los cambios necesarios, Su Alteza. Sin embargo, como la fecha señalada se acerca, me gustaría que se hiciera una prueba de concepto, sólo para hacerme una idea” dijo Zenjirou.

“¿Sólo como idea, dices? Sinceramente, esto es demasiado novedoso. El hecho de que no puedas conseguir que mi padre y tío lo entiendan sólo con palabras es definitivamente una preocupación. Si puedes preparar un prototipo antes del día señalado, eso decidiría el juego” declaró el príncipe Francesco.

“Por si acaso, me aseguré de llevar varias joyas conmigo”. Zenjirou admitió.

“¡Por favor, déjamelo a mí!”.

A continuación, el príncipe consorte del Reino de Capua y el nieto mayor del rey del Reino Gemelo discutieron apasionadamente sobre la herramienta mágica hasta que una fuerte tos de los guardias, cansados de esperar, logró atravesar la herramienta de contrainteligencia y los interrumpió.