Durara! (NL)

Volumen 3

Capítulo 2: Ciertamente Eso Era Un Monstruo

Parte 1

En una ciudad donde incluso la noche es inundada de luz, hay un monstruo. (Si, un monstruo que de hecho, es un monstruo.)

Otro miembro de la ciudad esperaba en la oscuridad de esta noche, pronto a ser atrapado por el miedo a esa criatura.

***

IKEBUKURO

Mientras ella montaba la motocicleta desprovista de focos, estaba segura que era perseguida.

El motor de su motocicleta no hacía ningún sonido.

Y además, ella fácilmente viajaba a unos cincuenta y seis kilómetros por hora. Solo eso la convertía en una visión espeluznante, pero aun a través de su casco, podía sentir la sombra acercándose a ella.

No necesitó mirar por su espejo lateral. Ella era capaz de sentir sus alrededores a través de su espalda.

«Es la policía».

El agarre del manubrio se relajó mientras la sombra flotaba dentro de su casco.

No había necesidad de un miedo exagerado, siempre y cuando ella entendiera que estaba enfrentando, que no era alguna inexplicable amenaza. Por supuesto, para personas no familiarizadas con el proceso, ser perseguidos por la policía era una inexplicable y amenazante experiencia—pero para Celty Sturluson, era un encuentro con algo con lo que estaba de cierta forma familiarizada.

Se preocupó de seguir las leyes del tráfico en todos los casos excepto en una emergencia, pero no había forma de ocultar la falta de placa o luces. Ella posiblemente no podía pagar una multa si era obligada a estacionarse a un costado de la autopista. Celty ni siquiera tenía una licencia de conducir, así que ser arrestada podría guiarla a una reacción en cadena de horribles consecuencias.

Una autocrítica sonrisa se extendió por la mente de Celty.

«Rompiendo la ley o no, si soy capturada, tendré problemas más grandes».

Silenciosamente enfocó su consciencia en el múltiple equipo de motocicletas aproximándose a ella desde la parte posterior.

«No es como si la ley de Japón pueda hacer cualquier cosa conmigo una vez me capturen».

Ajenos a la confianza de Celty, las motocicletas de la policía aumentaron la velocidad poco a poco, aproximándose por la parte posterior de forma tranquila pero segura.

«Entonces, supongo que necesito ofrecerles un espectáculo».

Aumentó la velocidad, retándolos a reaccionar, acercando la motocicleta negra hacia un amplio estacionamiento a un costado de la pista.

«Para convencerlos que esto es inútil».

Los policías se acercaron, cuatro en total. Era demasiado solo para detener a una motocicleta, pero aparentemente incluso eso no era suficiente—uno de los oficiales estaba usando su radio para llamar a más refuerzos.

«Ustedes necesitan aprender que la sola idea de atraparme es en vano».

A su espalda estaba la pared de un edificio y una cerca de color inorgánico.

A sus pies, el asfalto agrietado y las líneas blancas demarcaban los espacios de estacionamiento.

Encima de su cabeza, la difuminada y borrosa luz de luna atenuada por el neón de los alrededores.

Con el ambiente correcto, Celty ahora estaba lista para revelar su verdadera naturaleza.

Se quitó su casco para mostrarles.

Los oficiales en motocicletas habían estado siguiendo procedimientos lógicos de acuerdo a lo que ellos sabían era lo normal. Pero ahora ellos reconocían una anormalidad.

No había una cabeza donde debería haber estado debajo del casco. De la línea que atravesaba la sección de su cuello, salía humo negro como algún tipo de humificador fuera de control.

«Que en este mundo, hay monstruos que sobrepasan todo entendimiento humano».

Para estampar su naturaleza sobre ellos, el ser encima de la motocicleta negra localizó—y controló las luces de la noche con su propia sombra.

La sombra que se filtraba instantemente se dispersó, formando una niebla que dificultaba la visión de los oficiales. Esta neblina solo existió por un periodo de varios segundos antes que las partículas de sombra se contrajeran, materializándose en un arma en las manos de Celty.

Pero era demasiada fea y deforme para ser llamada un arma. Tenía un mango de un poco más de tres metros, el doble de la estatura de Celty, terminado con una guadaña negra del mismo tamaño. Era el tipo de objeto encontrado en la carta de muerte de un tarot, iluminado por una poderosa luz para proyectar una extensa sombra contra la pared, después la tomó y la convirtió en un objeto real. Interminable, inmaculado, negro, negro, negro.

Más sombra brotó de la espalda de Celty, emanando hacia arriba en alas tan negras como la guadaña que envolvía su cuerpo.

Al mismo tiempo, el motor previamente silencioso rugió volviendo a la vida.

Mientras bramaba con el sonido de una gran bestia moribunda, Celty balanceó su enorme guadaña, completando la imagen de su verdadero ser—una criatura que no era de este mundo. Una dullahan sin cabeza.

***

Celty Sturluson no era humana.

Ella era un tipo de hada comúnmente conocida como dullahan, encontrada desde Escocia a Irlanda— un ser que visita los hogares de aquellos a punto de morir para informarles sobre su inminente mortalidad.

Una dullahan cargaba su propia cabeza cortada bajo su brazo, manejando un carruaje de dos ruedas llamado Coiste Bodhar, tirado por un caballo sin cabeza, y se acercaba a los hogares de aquellos prontos a morir. Cualquiera lo suficientemente tonto como para abrir la puerta era empapado con una vasija llena de sangre.

Pero la dullahan, como la banshee, hizo su nombre como mensajera de la mala suerte a través del folclor europeo.

Una teoría afirma que la dullahan carga un fuerte parecido a la Valkiria Nórdica, pero Celty no tiene forma de saber si esto es verdad.

No era que ella no supiera. Más específicamente, ella no podía recordar.

Cuando alguien en su tierra natal robó su cabeza, ella perdió los recuerdos de quien era. Fue la búsqueda del borroso rastro de su cabeza lo que la había traído a Ikebukuro.

Ahora con una motocicleta en vez que su caballo sin cabeza y un traje de motocicleta en vez de una armadura, ella había deambulado por las calles de este vecindario por décadas.

Pero básicamente, no había tenido éxito en recuperar su cabeza, y sus recuerdos aún estaban perdidos. Y ella estaba bien con eso.

Siempre y cuando ella pudiera estar  con aquellos humanos que amaba y quienes la aceptaban, podía vivir de la forma en que lo hacía ahora.

Ella era una mujer sin cabeza que dejaba que sus acciones hablaran por su rostro perdido y abrasaba este fuerte y secreto deseo dentro de su corazón.

En pocas palabras, esa era Celty Sturluson.

***

Arrastrados instantáneamente contra sus voluntades en una exhibición de lo anormal, los policías en motocicletas entraron en pánico, lo que le dio a Celty una ventana fácil de escape. Naturalmente, ninguno de ellos podría atreverse a perseguirla—o eso asumió ella.

Tristemente, la realidad no era tan bonita.

Incluso para un monstruo con quien la realidad tenía una tenue conexión, la realidad era cruel para todos.

— Siempre ha estado en mi mente —murmuró uno de los policías para sí mismo, aparentemente la figura central de los cuatro hombres, su rostro ensombrecido por su casco.

«¿?»

Esta no era la reacción que ella esperaba.

Celty se concentró en el largo soliloquio del oficial, sintiendo que algo definitivamente estaba mal.

— Siempre, siempre. Cuando cosas como tú aparecen en los mangas y películas, siempre somos los sacos de boxeo. Para el momento en que el héroe con súper poderes aparece, siempre estamos acostados en una piscina de nuestra propia sangre, solo para demostrar cuán duros son los de tu tipo.

Esto no parecía tener nada que ver con su trabajo actual, pero ninguno de los otros oficiales mostró ninguna desaprobación con el sentimiento. Celty comenzó a sentirse inquieta porque los hombres no estaban en pánico por su guadaña o la falta de su cabeza.

— Pero está bien. Porque por otro lado, solo se nos representa de esa forma porque nos consideran los duros de verdad en la vida real. Es un mal necesario al contar una historia. Yep, absolutamente cierto. Pero hay una cosa que siempre he querido decirle a cualquier monstruo o psíquico malvado o ciborg o ninja.

« ¿Sobre qué demonios está balbuceando?»

Celty observó al policía murmurador con suspicacia y extendió nuevamente su sombra.

No fue suficiente. Ella no había usado lo suficiente todavía.

Nada de esto significaba nada si no estaba intimidando a su oponente. Estaba produciendo sombra específicamente para su efecto mental. Pero después de una reacción así, no estaba segura sobre que más hacer.

Sin desanimarse por nada de esto, el hombre murmuró.

— Solo una cosa. Solo quiero decir una cosa. Y eso es…

Él apretó el mango del acelerador en su manubrio derecho.

— ¡No te metas con los policías del tránsito, monstruo!

El motor rugió, ciento ochenta grados al contrario del sonido que hizo la motocicleta negra, y las otras motocicletas uniéndose, disparando sus aceleradores. Mientras tanto, ella pudo escuchar el apoyo de motocicletas y el equipo de automóviles acercándose en la distancia.

El oficial de policía directamente en frente de Celty de repente miró hacia arriba. Su rostro era amable. Pero sus ojos brillaron peligrosamente.

— Lo diré de nuevo.

Su mirada, más brillante que cualquier faro, golpeó sin piedad a través de la indecisión de Celty.

— Aprende tu lección monstruo. No te metas con los policías del tránsito.

***

CERCA DE LA CARRETERA KAWAGOE, EN UN EDIFICIO DE APARTAMENTOS

El sonido de una puerta golpeando abierta.

El dueño del apartamento, Shinra Kishitani, se dio la vuelta para ver la figura de su amada compañera de piso, sus hombros temblando. Ella estaba sosteniendo su casco en su mano por alguna razón, no haciendo ningún esfuerzo por ocultar su falta de cabeza.

— Bienvenida a casa, Cel… ¡¿quee?!

Antes que Shinra pudiera finalizar su saludo, Celty saltó a los brazos de su compañero. En medio de su fuerte abrazo, su cuerpo tembló y se estremeció.

— ¿Ah? ¡¿Qué, que… sucede?! Este tipo de intimidad es el más grande de los honores, mi dama. Em, espera, hay una mejor forma de decir eso… Eh, espera. ¡¿Estas temblando?! No, realmente, ¡¿Qué sucede?! ¿Celty? ¡¿Celtyyy?!

Varios minutos después, cuando Celty finalmente se calmó, ella escribió sus pensamientos en la computadora dispuesta en la mesa de comer.

Sombras salían y salían de sus dedos, haciéndola capaz de teclear mucho más rápido de lo que cualquier humano podría. Como señal de su pánico, estaba escribiendo de tal forma que imitaba completamente una conversación humana.

— Estoy ta-a-an a-asustada, tan asustada, ¡Shinra! ¡La p-p-policía en estos días son unos monstruos!

— ¿Policía…?

— Si, un monstruo, ¡ciertamente eso era un monstruo! Habían casi una docena de motocicletas y auto patrullas  persiguiéndome como una bestia de una sola mente… ¡Balanceé mi guadaña con desesperación, pero en vez de ahuyentarlos, eso solo hizo que me persiguieran con más fuerza! ¡Ellos lo evadieron con una precisión perfecta y mantuvieron la presión! ¡Cada una de las motocicletas eran como un misil detrás de mí!

Su miedo era tan grande que Celty brincaba de vez en vez solo de mirar la línea de texto que había escrito. Shinra tenía su brazo alrededor de su espalda, gentilmente envolviendo a la motociclista negra en un intento de calmar sus nervios.

— Pensé que una pequeña amenaza de mi parte los asustaría, eso siempre fue lo suficientemente bueno antes de esto, pero hoy día, los policías de tránsito me persiguieron como una sola criatura.

Incluso cuando saque a relucir una guadaña de casi nueve metros de largo, ellos no cedieron. ¡Ellos solo continuaron cazándome!

— Cálmate Celty. Solo estas repitiendo lo mismo.

— Conduje hasta la autopista, ¡pero los policías ya tenían una emboscada esperándome! Solo escapé huyendo hacia las instalaciones de la Academia Raira…

— Si… Hablando de la patrullas del quinto distrito del departamento de la policía metropolitana… estabas haciendo un muy buen trabajo evitándolos que llamaron a algunas tropas realmente locas de otros lugares—Shinra explicó tranquilamente, tratando de calmar sus agitados nervios—.Hay Kuzuharas en la caseta de policía justo fuera de la estación; casi toda la familia son policías. Bueno, uno de ellos se llama Kinnosuke Kuzuhara, y es un oficial problemático que usualmente presiona demasiado a sus objetivos en el tráfico que ellos causan accidentes. Si piensas en él como un nuevo oficial llamado aquí para ser un rival tuyo, hace sentir que tu vida tiene sentido ahora, ¿no es así?

— ¡No necesito un rival que me persiga como Freddy Krueger para hacer las cosas más excitantes! — Celty escribió, luego al fin continuó a un ritmo más calmado—. Daba miedo. Mucho miedo. Me confié demasiado. Prometo que viviré mi vida con humildad y modestia. Por favor perdóname; lo siento, lo siento, lo siento.

— ¿A quién le estas pidiendo perdón? —Shinra se preguntó, mirando a Celty—. Para ser un hada sin cabeza, de verdad eres una miedosa.

— Cállate… No me asustan los fantasmas o lo vampiros—ella refutó sin mucho convencimiento.

Shinra rio a carcajadas.

— ¿Eso es así? Estabas asustada de los aliens el otro día, y recuerdo la forma en que estabas aterrorizada después de leer aquella colección de mangas cortos de terror.

— ¡No puedo evitarlo! Solo piensa en esa clase de horror sucediendo en la realidad… ¡Piensa en tu propio rostro volando por el cielo y estrangulándote, o babosas goteando de tu boca! ¡Eso es terrorífico!

El pensar en el manga hizo que el cuerpo de Celty se tensara otra vez. Mientras tanto, Shinra la miraba con la preocupación de alguien mirando una mascota adorable y suspiró.

— Suena como una broma, viniendo de ti. Es extraño, pero… Quizás ser algo tan anormal te produce que mezcles la realidad y la ficción mucho más fácil que el resto de nosotros.

Celty se enfurruñó en su computadora portátil.

— ¡Los aliens no son ficción! ¡Hay muchos misterios ahí fuera en el universo!

— Bueno, puedes dejar de temblar por misterios inofensivos… Especialmente cuando solo te ríes de los fantasmas y duendes. Esa naturaleza cobarde no es la Celty que conozco. El único momento en el que necesitas mostrar tu lado vulnerable es en la cama conm—¡¡Ahh!! S-sii…Es más como eso…

Con un puño mantenido firmemente en el estómago de Shinra, Celty escribió con su otra mano libre.

— No te avergüences de mí ahora. De cualquier modo… Juro que puedo ganar una pelea contra un fantasma, pero no tengo idea que clase de súper ciencia un alíen podría usar. Quien sabe, aquellas patrullas de oficiales pudieron ser grises vistiendo cuerpos humanos.

— Wow, tú debes haber estado realmente aterrada… Bueno, odio tener que sacar esto después que estabas tan asustada ahí fuera—Shinra dijo en forma de disculpa, recuperándose lentamente del daño del golpe en el cuerpo—. Pero, ¿te molestaría volver a la estación de Ikebukuro?

Un silencio largo.

Los hombros de Celty se elevaron y bajaron como si estuviera haciendo respiraciones profundas. Ella se puso su casco con confianza y lentamente escribió.

— ¿Honestamente? No quiero hacerlo. Probablemente puedo evitar ser localizada por la policía, pero… ¿es un trabajo repentino?

— Necesito que recojas a alguien.

— ¿Quién?

Shinra estaba inusualmente dudoso en responder a la pregunta de su amada.

— Alguien que acaba de llegar de América. Y… él va a vivir junto a nuestro apartamento.

Respiró profundamente, entonces finalmente le dio una respuesta.

— Así que, si… Mi padre está de regreso.

***

ESTACIÒN DE IKEBUKURO, SALIDA OESTE, FUERA DEL TEATRO METROPOLITANO

Celty conoció a Shinra Kishitani, su amado y compañero de apartamento, un poco después de perder su cabeza.

Todo comenzó cuando el joven Shinra encontró su escondite en el barco fuera de Irlanda, donde se estaba resguardando, siguiendo el rastro de su cabeza. Después de eso, consiguió un lugar para quedarse en Japón, gracias a la ayuda del padre de Shinra—pero gracias a su llamada investigación de vivisección, usando anestésicos que ni siquiera funcionaban en ella, no tenía aprecio por el hombre.

De hecho, en el presente Celty sospechaba que fue el padre de Shinra quien le robó su cabeza. No podía arrinconarlo hasta tener las pruebas adecuadas de ello, pero ella siempre era cuidadosa con él.

Ella quería decirle que él podía tomar un taxi por su cuenta, pero él había utilizado los canales adecuados para recurrir a ella como servicio de mensajería.

«Él siempre trataba de provocarme así. Algunas cosas nunca cambiarán…»

Celty se hizo camino por el Parque West Gate, evitando la mirada vigilante de la policía. Una vez ahí, arrojó sus sentidos alrededor del área.

A pesar que eran casi las once en punto, aun había un sorprendente número de personas alrededor. Aquellos que notaron a la ahora famosa motociclista negra se detuvieron momentáneamente, pero un giro rápido del casco de Celty en su dirección causo que sus miradas se precipitaran lejos.

Bajo estas circunstancias Celty esperaba a su cliente.

«Lo reconocerás de inmediato. Estará con su vestimenta usual».

Las palabras de Shinra mientras dejaba el apartamento se repetían en su cabeza.

«Siempre he pensado que su vestimenta es bastante tonta… pero supongo que no tengo derecho a hablar», Celty pensó, recordando la vista del padre de Shinra antes de irse a América. Ella hizo un gesto de sostener su cabeza y sacudió su casco de derecha a izquierda.

Al mismo tiempo, notó un punto de interés en sus alrededores. Había un grupo de gente con la cabeza amarilla visibles a través de la oscuridad de la calle bordeando el final del parque.

El amarillo no era pelo decolorado, sino bandanas que el grupo de chicos vestían fuertemente alrededor de su frente.

«´Yellow Scarves`».

Ellos eran una pandilla de color que había crecido rápidamente en influencia, basado en el tema del Romance de los tres reinos. Celty pudo recordar verlos por aquí y por allá en Ikebukuro y Shinjuku durante los últimos años, hasta que toda la moda de las pandillas de colores pareció desvanecerse recientemente.

«Y ahora están creciendo nuevamente… ¿Qué están haciendo por ese lugar?», Celty se preguntó, centrándose en el grupo.

Una sombra blanca se levantó en medio del amarillo.

«Ouh».

Celty reconoció la identidad de aquella sombra blanca. Dentro de su mente, ella lanzó un suspiro, luego dirigió silenciosamente su Coiste Bodhar hacia la reunión.

Temblando todo el tiempo ante la posibilidad de la vigilancia policial.

— Hey compañero. Tienes un aspecto verdaderamente genial. — Realmente malvado. ¿O es una locura?

Los jóvenes de las bandanas amarillas rodearon a un solitario hombre, aparentemente de mediana edad. Ellos cojeaban torpemente debido a sus pantalones holgados.

Blurp, ¡blub!

Uno de ellos incluso tomó un sorbo de jugo y lo escupió en el suelo junto a él en un raro intento de intimidación.

Mientras tanto, el aparentemente hombre de mediana edad inspeccionaba a los jóvenes alrededor de él con estoica placidez. Él era ´aparentemente` de mediana edad porque el chico no pudo adivinar adecuadamente la edad del hombre.

Ellos habían escogido a su objetivo y rodearon al hombre de blanco—un solitario hombre vestido de blanco, como un polo opuesto al negro de Celty.

No es que cada centímetro de él fuera blanco. Sobre su traje negro de funeral, vestía una bata blanca de laboratorio que era un poco muy grande para su estatura. En una mano cargaba un maletín de un blanco puro.

Estar parado a lo largo del camino fuera de la estación de trenes en una bata de laboratorio era lo suficientemente extraño por sí solo, pero lo que realmente lo diferenció y ocultó su edad de los observadores fue la máscara de gas cubriendo su rostro.

De nuevo, un blanco impoluto.

Incluso el filtro colocado sobre la boquilla de la máscara y las bandas que la sujetaban a la cabeza eran todas blancas. Con su rostro oculto de la vista, el único detalle que los chicos usaron para presumir que era de mediana edad era el gris de casi la mitad de su cabello.

Ambos, la transición de color de su cabello y el color de su piel asomándose por aquí y por allá fueron eclipsados por la blancura de la máscara de gas.

Incluso los ojos de la máscara estaban hechos de vidrio blanco, como los negativos de los anteojos de sol. Lo hacían parecer como una extraña clase de gusano de seda.

Dentro del escenario urbano de Ikebukuro, parecía un loco.

«Si vas a vestir de esa forma, al menos guárdalo para Harajuku o Akihabara…».

Celty reconoció al hombre desde lejos. Era claro que basado en los mangas, novelas, y dudosos tabloides que leía, Celty pensaba en Harajuku y Akihabara como lugares místicos donde todo vale.

«Y efectivamente se metió en problemas».

No había duda ahora.

Celty estaba segura que era él.

En todo caso, ella simplemente quería creer que no había muchas personas que vestirían de esa forma.

Así que si sus esperanzas eran ciertas, eso significaba que el hombre de blanco era Shingen Kishitani— el padre de Shinra.

Los chicos se agruparon alrededor del extraño, casi exhibicionista hombre como si fuera alguna clase de criatura del zoológico, totalmente inconsciente del enfoque constante de Celty.

— Escucha compañero, estamos en un mal modo porque hemos estado en la mirada de todos por un acuchillador que se está escondiendo. Digo, estamos muy cabreados. Y tú eres locamente sospechoso.

— Entonces, ¿Está bien si hacemos una pequeña inspección?

— Sí, no te—blorp—importaría si examinamos tu billetera. Blorp, blup.

Uno de los hombres se acercó a él, escupiendo soda de su boca. Shingen se alejó un paso de él y finalmente habló.

— El aire en Tokio es demasiado sucio. ¿no están de acuerdo? — ¿Ahhh? —gruñó uno de los chicos—.

Al mismo tiempo, Shingen solo sacudió su cabeza lamentándose y murmuró a través de las mascara de gas.

— Por supuesto, aquellos asquerosos rostros suyos parecen adaptados de forma única a este miserable aire. Una forma de camuflaje, si ustedes quieren. Y no solo eso—la mancha se extiende hasta sus ojos. Ni siquiera ven hasta qué punto la suciedad los penetra.

— No lo sé, creo que este tipo podría estar filtrando algo, si sabes a lo que me refiero.

Los chicos no reaccionaron con rabia al obvio insulto del hombre, pero si con suspicacia y confusión.

— Si… no se preocupen, sin embargo—uno de ellos dijo y vertió los restos de su bebida en la cabeza de Shingen. Grandes manchas aparecieron en la prístina bata de laboratorio y un olor dulce flotó a través del aire.

Shingen permaneció en silencio por un momento, luego sacudió su cabeza de nuevo y se lamentó.

— Ahhh. Bueno, parece que ha llegado el momento para que entiendan lo que un hombre mayor puede hacer… Ustedes podrían pensar que ser menores bajo la protección que las leyes juveniles representan, los inmuniza del daño si deciden matar a otra persona—bueno, ¡piensen con más fuerza! ¡Cuando intenten matar a un hombre, tienen que estar completamente conscientes de la posibilidad que él pueda matarlos antes!

En el instante que finalizó su imperioso discurso, el miembro del grupo que más difícilmente podría ser considerado como ´un chico` agarró a Shingen bruscamente del cuello.

— ¡Ah! ¡Ow!

— Sí, yo creo que este tipo realmente tiene una fuga en el cerebro.

Se puso de pie sobre el zapato de Shingen y comenzó a clavar su dedo pulgar en las costillas del hombre.

— Escucha, ¡Tengo más de veinte!

— ¡Agh! ¡Ah! E-espera un minuto. Ouch, ¡eso realmente duele! ¡No me puedo alejar porque me estas pisando—ow! ¡Tú pulgar esta—ow! — ¡clavándome realmente fuerte! ¡Ow, ow, ow! — ¡Ah! No te puedo escuchar, ¿Ah?

Con cada ¡¿Ah?!, el hombre joven llevaba su pulgar extendido entre medio de las costillas. Aunque no amenazante, la fuerza y la velocidad del ataque causaban que Shingen gritara de sorpresa.

— ¿Qué estás haciendo parada ahí, Celty? ¡Apúrate y ven en mi ayuda! —gritó sobre las cabezas de los chicos, lo que causo que todos ellos se giraran.

Ellos vieron una sombra negra.

« ¿Tengo que…?».

Celty considero seriamente responder al lloriqueo de ayuda pretendiendo que no había visto nada y volviendo a casa. Shingen continuó gritando todo el tiempo.

— ¡¿No entendiste que la razón por las que les hable así era porque te vi parada detrás de ellos y sabía que estaba a salvo?! ¡Sé que no eres la clase de persona que traicionaría mi confianza!

«Realmente no quiero hacer esto…».

Celty estaba realmente a punto de darse la vuelta cuando fue detenida por el repentino grito de uno de los chicos.

— ¡Oye! ¡Es el motociclista negro!

— ¡Ese es uno, Sr. Horada! ¡Fue el tipo vestido de camarero con el motociclista negro quienes nos hicieron esto!

— Tienes mucho por lo que responder, ¡¿Si?!

— ¿Cómo nos vas a pagar por lo que el camarero nos hizo?

« ¿Son estos los que…?».

Y entonces Celty recordó.

Varias semanas antes, en la noche del gran acuchillamiento en masa llamado ´La noche del acuchillador`, un amigo al que ella había estado escoltando en su motocicleta había apaleado a un grupo de ´Yellow Scarves` que habían osado mirarlo.

Ella no recordaba los rostros de la gente que él golpeó, pero basada en la manera en que gritaban, estos tenían que ser los mismos chicos.

«Oh, rayos».

Celty sacó su agenda electrónica de su muñeca, esperando encontrar alguna forma de explicar la situación al furioso grupo, excepto—

— ¿Qué estás haciendo con eso? ¿Crees que es una broma? ¿Ah?

Uno de ellos golpeó su mano, mandando su costosa agenda electrónica al asfalto.

Al siguiente momento, la sombra que se filtraba del cuerpo de Celty se extendió instantáneamente por toda el área, aferrándose a los pies de los chicos.

— ¿Wooah?

— ¡¿Q-que es esta mierda?! — ¡H-hyaa!

Los chicos gritaron, tropezaron, y sintieron como sus piernas fueron capturadas por las repentinas sombras negras, viscosas, rápidas como serpientes y pegajosas como anguilas.