Otonari No Tenshi (NL)

Volumen 1

Capitulo 8: La Primera Cena Juntos

Parte 2

Anteriormente, Amane menciono que no tenía un interés en particular, pero en realidad le encanta la comida japonesa. Quería confirmar a Mahiru, que parecía decepcionada por preparar recetas tan simples, que esto era exactamente lo que quería.

“.. Se ve asombroso”, dijo Amane.

“Me alegra escucharte. Cómelo mientras aun siga caliente”

Mahiru se sentó en una silla a su costado, así que Amane en el otro extremo de la mesa.

Su mesa en el comedor era pequeña, ya que vivía solo, no importaba en cómo se sentarán, aún estarían cerca del otro. Hubo suerte en que Amane tuviera dos sillas por si un invitado llegaba, pero al mirar a una hermosa chica sentado al frente de él hizo surgir un sentimiento indescriptible en su interior.

Sin embargo, a lo que Amane se enfocó en comer, incluso a la belleza de Mahiru no le dio importancia.

Apresurado, dijo “Vamos a comer” y comenzó por la sopa de miso.

En el momento que tomo el tazón y lo acerco a sus labios, el aromático miso junto al sabor del dashi se extendieron por su boca. Ese suave sabor era demasiado diferente al miso de preparación instantánea. Amane pudo decir que su preparación es muy elaborada. El sabor del miso no era tan contundente, y estuvo cuidadosamente sazonado junto al caldo de dashi para que congeniaran.

Al principio, Amane sintió que el sabor del miso era algo intenso, pero después de considerarlo y comerlo junto a los demás platos, se dio cuenta del excelente equilibrio y vacío su tazón. En lugar de ser intensa, la sopa de miso era gratificante. Un sabor que te hacia querer comer más.

“Delicioso”. Dijo Amane sinceramente.

“Gracias por decir eso” Los ojos de Mahiru se aligeraron junto a una sonrisa aliviada.

Amane estuvo elogiando la cocina de Mahiru por un tiempo, pero probablemente tenía nervios al ser la primera vez que cocinaba en frente de él.

Mahiru miro a Amane momentáneamente antes de comenzar a comer. A la vez que inicio a comer, Amane movió sus palillos hacia los demás platos.

Saboreando levemente todos los demás platos, Amane no fue sorprendido en que la cocina de Mahiru era fantástico.

El pescado cocinado a fuego lento tuvo un gran sabor sin hacer sacrificar su ternura.

Por lo general, en cuando el pescado es cocinado por extensos periodos para hacer resaltar su sabor, seria natural que perdiera humedad y se diseque levemente, pero aquí por esta vez era regordeta y tenía un agradable sabor.

En cuanto a las tortillas, ella se adaptó perfectamente a los gustos de Amane. Eran de un amarillo demasiado tentador, y a lo que Amane coloco una en su boca, no se sorprendió ante la adicción de la condimentación del dashi que le saludo.

Cuando iba de tortillas al estilo japonés, Amane conocía, que algunas personas le agregarían azúcar, mientras que otras solamente le pondrían sal. Sin embargo, estas láminas habían sido cubiertas por la esencia del dashi. Además de ese apetitoso sabor del dashi, Amane pudo percibir una leve dulzura. Se preguntó si aquel sutil toque provenía de la miel. Probablemente no hubo demasiada en estas tortillas, pero el toque de la dulzura saco a relucir una autentica profundidad.

Amane no tenía preferencias de entre lo dulce o lo salado entre platos que involucraban huevos, pero los que más le gusto fue la adicción del complejo sabor del dashi junto al sabor de la miel. Mahiru logro aquello como una experta, y Amane quedo muy impresionado.

Murmurando silenciosamente que las tortillas habían quedado deliciosas, Amane tomo otra con sus palillos y la lanzo a su boca.

No solamente lograron tener un perfecto sabor, sino que también se cocinaron con bastante habilidad. La adición de los huevos al caldo lo hizo aún más sabroso.

En definitiva, estas son mejores que las tortillas de mi mamá. Mantuvo esos maleducados pensamientos hacia su madre inexistente para él mismo, mientras se tocaba los labios felizmente. Entonces se dio cuenta de que Mahiru lo miraba directamente.

“…En realidad pareces disfrutarlo”

“Porque todo está delicioso. Estoy solamente dando mis respetos”

“Claro, está bien.”

“Además, ¿no es mejor sentarse y ser honesto al comer que comerlo con una expresión en blanco?”

Si piensas que algo es delicioso, tienes que demostrarlo, de lo contario, esa persona que lo preparo se quedara con la pregunta. Incluso si mencionas en que lo estas disfrutando, ¿quién lo creería al mirar tu cara? Es mejor ser sincero y dejar que se demuestre directamente en tu cara. Ya siendo dando tus respetos o que la otro parte lo reciba, lo mejor es lograr que se sienta bien.

“… Sí, supongo que sí…” Mahiru pareció comprender las palabras de Amane y sonrió levemente. Era una expresión cálida, que quito todo toque de alivio.

Era lo suficientemente suave para hacer que Amane se perdiera por un segundo.

“… ¿Fujimiya?” Mahiru preguntó.

“Ah… No, no es nada”, contesto Amane. Al ser encantado por la sonrisa del ángel, pero no podía decírselo. Para esconder su creciente vergüenza, Amane comió otro bocado adicional de comida, terminando cualquier charla posterior.

“… Gracias por la cena.”

“Me alegra que te haya gustado”

Amane devoro todos los platos que Mahiru había preparado. Las palabras de Mahiru habían sido relajadas, pero su expresión permanecía calmada, pero en su expresión era tranquila, y parecía feliz de que Amane se hubiera comido todo. Ni un solo grano de arroz sobro.

“Estuvo delicioso”, Elogio Amane.

“Al solo mirarte, hizo que me diera cuenta” bromeó Mahiru irónicamente. “Es mejor que la cocina de mi mamá”

“Escuché que es tabú comparar la cocina de una chica con la de su mamá”

“¿Eso no es cierto para cuando es una crítica? De todos modos, ¿no te desagrada?”

“No le doy interés”

“Entonces, está bien ¿verdad? No cambia el hecho de que es deliciosa”

Mahiru claramente no era una cocinera amateur. La madre de Amane probablemente tiene bastos años de experiencia sobre ella, pero tenían gustos diferentes, y varios de sus platos eran bastante insípidos, por lo que no fueron rival para las comidas cuidadosamente improvisadas de Mahiru.

“… Increíble. ¡Poder comer así todas las noches!”, Exclamó Amane.

“Mientras no tengas panorama, así será”, agregó Mahiru.

“… ¿Así que es verdad en que puedo invitarte todas las noches para la cena?”

“No lo hubiera sugerido si estuviera en desacuerdo a la idea”

“Bueno, es verdad creo”

Mahiru era muy directa, así que si no quisiera hacerlo no lo hubiera mencionado en primer lugar. Sin embargo, Amane no estaba seguro de si dejarla cocinar frecuentemente fuera algo bueno.

Pagaría por la mitad de los ingredientes, además de un aumento para suplir su trabajo, pero, aun así, no pudo evitar sentir que la carga sobre Mahiru era demasiado grande.

“… ¿Es normal en que le cocines a chicos que no te gustan?” Amane preguntó.

“Lo hago porque descuidas demasiado tu salud. Además, disfruto cocinar, y no aborrezco verte contento”

“Pero…” Inicio Amane.

“Si te da tanta molestia, podemos parar aquí”

“No, por favor, te lo suplico.”

A la primera señal de que Mahiru no cocinaría para él, Amane freno cada una de sus quejas. Eso era lo mucho que su comida le significaba. Que se retractara ahora, sería prácticamente una cuestión de vida o muerte.

Amane era totalmente consciente de que Mahiru tomo el liderazgo sobre él a través de su estómago, pero la cocina de Mahiru era demasiado deliciosa como para negarse a ella. En que regresara a las comidas de la tienda de conveniencias seria como quitar el color a su mundo.

Sorprendida ante la rápida respuesta de Amane, Mahiru quedo aturdida momentáneamente y dejo escapar una sonrisa.

“Entonces, continúa disfrutándolo”

“Excelente…”

Al parecer los días en que deberá cenar junto a este bondadoso ángel que prepara comida casera aún continuarían. Amane no pudo evitar lanzar un suspiro lleno de felicidad, culpa y anticipación.