Otonari No Tenshi (NL)

Volumen 1

Capitulo 8: La Primera Cena Juntos

Parte 1

Mahiru iniciaría a preparar la cena en el apartamento de Amane, y presento una lista de condiciones:

• Amane pagaría la mitad de lo que se gastara en los ingredientes, más un coste de mano de obra, más un coste extra por cualquier incidencia.
• Los dos se contactarían a más tardar al día anterior si es que tuvieran asuntos y no pudieran comer juntos.
• El trabajo de la limpieza y las compras será dividido.

En cuanto al coste extra por la mano de obra, le tomo algo de trabajo para que Mahiru lo aceptara. Amane le insistió en que le sentía mal por todo el tiempo en que ella le ofrecía. Era de esperarse, ya que ella preparaba toda la comida. Sin embargo, apartando todo eso, Mahiru y Amane entablaron su acuerdo con bastante rapidez.

Y así, al día siguiente de su acuerdo, Mahiru llego temprano con bolsas en ambas manos y comenzó a preparar la cena.

“… Está muy nuevo, es como si no lo hubieran utilizado”, comentó Mahiru.

“Cállate” Amane contrataco.

Una hermosa chica está en su cocina, llevando un delantal. Esto era como si sus fantasías cobraran vida. Amane estaba seguro de que podría perderse por eso en cualquier momento. A lo que Mahiru le señalo de nuevo, de que en realidad no usaba su cocina, se sintió profundamente avergonzado.

“Tienes una impresionante colección de utensilios de cocina, pero son como perlas lanzadas a los cerdos aquí” observó Mahiru.

“Bueno, si los utilizas, no será un desperdicio”, razonó Amane.

“Eso es una excusa horrible, después de todo lo sucedido. Tus preciados utensilios de cocina se morirán por tu negligencia”

“Excelente, entonces, regrésalos a la vida con tus grandes talentos culinarios. Estoy seguro de que no soy capaz de hacerlo”

Con un amable ofrecimiento, Amane solicito que Mahiru tomara el liderazgo. Ella le devolvió tal gesto con una expresión irritada, pero tal vez era porque ella espero demasiado de esto, pero solo se rindió y lanzo un suspiro.

“De acuerdo, empecemos. ¿Tienes especias aquí?”

“Claro que sí; ¿Te burlas de mí? Todos están perfectamente guardados, y nunca se han deteriorado”

“Wow, me sorprendiste”

“Es porque nunca los he abierto”

“Eso no es nada para presumir. Está bien, si no tienes algo de lo que necesitamos, puedo ir a mi casa y traerlos por esta vez”

“Seria de utilidad”

“Por ahora, si es que tienes lo básico, podremos lograrlo. Además, ya he decidido los platos para hoy; ¿Está bien para ti?”

“No sé mucho de cocina, así que soy feliz con cualquier cosa siempre y cuando sea comestible. No tengo grandes preferencias”

“¿En serio? Entonces apresurémonos y comencemos… Por favor, muéstrame en donde guardas todo”

“En la cesta de aquí”

“En realidad nunca las has abierto, Eh…”

Mahiru levantó sus cejas en shock al mirar los condimentos sin abrir. Tal vez porque tuvo una advertencia con antelación de estas especias selladas, rápidamente volvió a su habitual personalidad y fue a lavarse las manos al fregadero.

“De acuerdo, comenzare a hacer los preparativos, puedes ir a esperar a la sala de estar o a tu habitación”, declaró Mahiru.

“Está bien. De todas maneras, no podría ayudarte en nada”, afirmo Amane.

“Qué caballeroso. Pero te meterías en mi camino si estuvieras en los alrededores”

“Eres terriblemente honesta”

“Es la verdad solamente. No hay necesidad de que lo tapes”

Como Mahiru dijo, solamente se metería en su camino, así que Amane regresó con obediencia a la sala de estar y la miro desde atrás mientras trabajaba.

A lo que termino de lavarse sus manos, Mahiru rápidamente comenzó a trabajar. Amane no supo que preparaba, pero basado en los ingredientes que utilizaba, podría ser comida japonesa.

Todo esto a Amane le pareció muy extraño, en como si fuera un sueño, pero era la realidad. Mahiru estaba allí, enlistando los ingredientes junto a una cola de caballo balanceándose con suavidad.

¿Qué sucede con esta situación? Es como si hubiera obtenido una esposa o algo así, pensó Amane.

Mahiru probablemente no pensó lo mismo, pero esta situación se asimilaba a la de una familia feliz, y Amane no pudo evitar imaginarlo. No tuvo ni el mínimo deseo de vivir junto a Mahiru, pero solamente la vista de una hermosa chica parada en su cocina no evito en que su mente viajara a distintos lugares. Si hubo afecto o no entre Amane y Mahiru, pero solamente al tener a una hermosa chica en su cocina y que le invitara a comer comida casera era suficiente para hacer latir su corazón.

“… ¿Estás pensando en algo raro ahora mismo?”

“Puedes parar con esas extrañas especulaciones.”

Amane se quedó congelado a lo que Mahiru lo nombro. Ella adivino sus pensamientos sin ni siquiera girarse.

Ella es muy lista…

Sintiéndose sorprendido y ansioso al mismo tiempo, Amane aplasto esos básicos instintos de maldad en su interior y regreso su mirada hacia la espalda de Mahiru.

Aproximadamente una hora después, Mahiru inicio a poner los platos terminados en la mesa.

Hoy ella escogía preparar comida japonesa, que era lo típico considerando su preferencia por la comida saludable.

“Resulto en que tienes un par de utensilios y condimentos, así que al parecer no tendré que traer todo desde mi casa. A partir de mañana, también podre preparar platillos que necesiten más elaboración”

“Te lo diré, soy agradecido de que hagas esto por mí”, admitió Amane.

Tal vez era porque no sabía de cuantos utensilios y especias disponía la colección de Amane, pero preparo platos sencillos en lugar de algo más laborioso, sin embargo, su apariencia aún era excelente.

Alineado a lo largo de la mesa hubo variados platos de comida japonesa.

Desde pescado con cocción a fuego lento con una mezcla de salsa de soja. Además de tortillas junto a sopa de miso.

Cada uno de estos platos era algo con que Amane nunca pensó que podría preparar.