Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 18: El Mundo Me Odia

Capítulo 8: Por Ahora

Parte 2

Haruhiro quiso pensar: Deja de intentar ser genial cuando sólo eres Ranta, pero no pudo.

“Bien, sólo un poco…”

Cuando Haruhiro se levantó, Merry le siguió. Sin ningún lugar en particular al que ir, decidieron comprobar los caballos, que seguían tranquilos, gracias a Bikki Sans.

Haruhiro no pudo evitar echar un vistazo a la cara de Merry.

“Está bien.” Dijo Merry, sonriendo mientras acariciaba la crin de

un caballo. “Ahora mismo soy yo.”

Haruhiro no había pensado ni por un segundo que la Merry con la que estaba no era Merry. Dicho esto, tomarse la molestia de decirle que no había sospechado lo contrario parecía algo erróneo.

“Me doy cuenta.” Dijo Haruhiro, también acariciando un caballo. “No sé cómo, pero lo hago.”

“Ya veo.” Murmuró Merry en voz baja. ¿Qué se supone que significaba eso? Haruhiro no lo sabía realmente. Acababa de decir que se daba cuenta, pero no entendía esto, ni un poco.

Haruhiro miró al cielo nocturno. “La luna seguro que brilla esta noche…”

Merry también levantó la vista. El perfil de su rostro era claramente visible a la luz de la luna. Sus ojos se entrecerraron ligeramente. “Seguro que sí.”

Lo siguiente que supo fue que Haruhiro estaba mirando a Merry.

Se puso nervioso cuando ella se giró para mirarle.

“¿Qué tal si caminamos?” Sugirió, elevando la voz al final. No era especialmente divertido, pero Merry sonrió un poco.

“De acuerdo.”

“Cuidado donde pisas. Está oscuro.” Esas fueron las primeras palabras que le vinieron a la mente.

Merry asintió. Luego, un momento después, bajó la mirada.

Puede que estuviera comprobando si podía ver el suelo. Por muy grande y claramente visible que fuera la luna roja en el cielo, por muy innumerables estrellas que brillaran sin parpadear, la oscuridad era profunda aquí en las Llanuras Quickwind. Merry dio un paso adelante, pero debió de pisar una roca o algo así, porque tropezó, aunque fuera un poco.

Haruhiro la agarró instintivamente del brazo y la apoyó.

“Gracias.” Susurró Merry, con una voz increíblemente cercana.

“Tu mano.” Esto sí que fue una sorpresa. No había esperado que él mismo dijera eso. Sin esperar su respuesta, movió la mano que sostenía su brazo hacia abajo. Nunca hubiera pensado que sería capaz de actuar así. Haruhiro tomó la mano de Merry.

Merry bajó la mirada y asintió. Luego le tomó la mano como respuesta.

Los dos caminaron por la oscuridad, de la mano. Haruhiro no podía guiarse por las estrellas como Itsukushima o Yume, pero podía ver su hoguera en la distancia, así que no había riesgo de perderse.

El terreno era sólido y había una pequeña colina que parecía fácil de escalar. Vio algunos árboles que crecían en la cima. Haruhiro llevó a Merry de la mano y comenzó a subir la colina. Llegar a la cima fue tan fácil como esperaba. Allí arriba hacía un poco más de brisa.

“¿No tienes frío?” Preguntó Haruhiro, y Merry negó con la cabeza. “Bien, de acuerdo.”

Eran momentos como éste los que le hacían resentir lo poco hablador que era. Deseaba, aunque fuera una sola vez, poder ser como Ranta y divagar durante horas cuando le apetecía.

“Dentro de mí…”

Al final, Haruhiro se quedó en silencio hasta que Merry empezó a hablar sola.

“¿Dentro de… ti?”

“Hay alguien… algo dentro de mí que no soy yo. Aunque eso ya lo debes saber.”

Haruhiro apretó un poco la mano de Merry.

“Sí.”

“Eso…” Dijo Merry, refiriéndose a la cosa dentro de ella. “No siempre intenta apartarme y salir… No sé cómo describirlo. No soy yo. Pero no es totalmente otra persona. Lo siento. Siempre está ahí, existiendo. Mirando, o fingiendo no mirar. Hay veces que creo que está tratando de ayudar. Pero puede que no sea así… Hay varias personas ahí dentro.”

“¿No es… una sola persona?”

“No.” Merry sacudió la cabeza y luego asintió. “Son varias personas. Estoy segura de que todos fueron individuos en algún momento.”

“¿Es Jessie… uno de ellos?”

“Sí.”

“… ‘No está aquí’.”

No Merry, sino la cosa dentro de ella se lo había dicho a Haruhiro.

“Bien.” Merry asintió. “Los recuerdos de Jessie se rompieron.”

“Cuando volvimos a Grimgar, el amo de la Torre Prohibida nos dio algún tipo de droga. ¿En ese entonces tú… era Jessie?”

“Hui. Hui hacia dentro de mí misma. No quería salir.”

“¿Por eso no te acuerdas muy bien de Parano?”

“Es bastante vago, así que sólo tengo una idea dispersa de lo que pasó.”

“Jessie se ha ido…”

Había varias personas dentro de Merry. Haruhiro había sido testigo del contenido de Jessie siendo vertido en ella. Jessie tampoco había sido una sola persona. También había tenido otras múltiples existencia dentro de él. Merry las heredó.

Alguna persona, o alguna cosa, tuvo que ser el creador. Llamémosle A. A entró en B. En ese momento, A también estaba dentro de B.

A continuación, B entró en C. Ahora C tenía tanto a A como a B en su interior.

¿Es correcto preguntar sobre esto? Haruhiro dudó durante un rato, pero finalmente decidió seguir adelante. “¿Cuántos son? ¿Lo sabes?”

Merry no respondió inmediatamente. En cambio, dijo: “¿Te importa que me siente?”

“Por supuesto que no.”

Haruhiro encontró una roca seca que tenía buen aspecto y se sentó en ella con Merry. Ni siquiera se planteó soltarla. Al estar sentados y tomados de la mano, sus hombros acabaron tocándose de forma natural.

“Los que conozco claramente son… una mujer, una soldado voluntaria. Tenía un amante. Y compañeros… Todos ellos murieron. Ella era la última que quedaba. Casi muerta ella misma… Y entonces dejó de respirar. Su nombre era Ageha.”

“¿Era ella… la anterior a Jessie?”

“Creo que sí. Antes de ella había… un mago. También era un soldado voluntario. Yasuma… Estaba aprendiendo de un mago del gremio de magos, Sarai. Si recuerdo bien, el mago que le enseñó a Shihoru también se llamaba Sarai.”

“En ese caso no es de tan lejos en el pasado.”

“Sarai se unió al gremio a una edad temprana, y llegó a dirigirlo. Creo que debe haber sido hace veinte o treinta años que Yasuma fue aprendiz bajo su mando.”

Antes había sido un hombre de la Aldea Oculta, sorprendentemente. Su nombre era Itsunaga. Rompió el código de su pueblo, y fue exiliado con su madre a una edad temprana. Después de eso, su madre falleció, y él se quedó solo. Guardaba un profundo rencor contra los aldeanos, y vagó durante mucho tiempo por muchos lugares dispares.

Se mantuvo vivo trabajando como bandido y también como asesino, pero quien vive por la espada muere por la espada. Tras fracasar en su intento de matar al líder de una banda de ladrones, acabó con otros buscando su vida. Corrió, y corrió, y finalmente se metió en una estúpida pelea que lo dejó mortalmente herido. Mientras yacía moribundo, un orco apareció ante él.

Diha Gatt.

Ese fue el orco que revivió a Itsunaga.

“No sé mucho sobre Diha Gatt. No sale mucho. Aunque parece haber viajado por todas partes.”

Haruhiro los contó con los dedos.

Merry.

Jessie.

Ageha.

Yasuma.

Itsunaga.

Diha Gatt.

Seis personas.

“¿Son… todos?”

La pregunta en la mente de Haruhiro ahora era, ¿Quién fue en ese momento? Frente a la Torre Prohibida, le había hablado a Haruhiro por compasión hacia Merry, diciéndole que ella no era responsable de esto. Ella no lo había elegido. Y a continuación le dijo lo siguiente:

“Tampoco fui yo quien la eligió.”

Normalmente,  habría  asumido  que  era  Jessie  quien    hablaba.

Después de todo, él fue el que la revivió. Pero Jessie se había ido.

Entonces, ¿en ese caso quién fue ese “yo”?

Esto es sólo una vaga sensación que tengo, pero la forma en que hablaba me hace pensar que no era una mujer. Probablemente no era Ageha. En ese caso, ¿Fue el mago Yasuma? ¿Fue Itsunaga de la Aldea Oculta? ¿O quizás el orco Diha Gatt?

“Todos…” Merry murmuró. “No… no son todos.”

“¿Aún hay más?”

“Creo… creo que sí.”

Merry colgó la cabeza, estremeciéndose. Parecía que esto era difícil para ella. Apretó los dientes, respirando sólo por la nariz. Quiero hacer algo por ella, sintió Haruhiro con fuerza. ¿Pero qué podía hacer? Haruhiro sostenía la mano izquierda de Merry con la derecha. También colocó su otra mano sobre la de ella. Entonces Haruhiro la soltó con la derecha. Se sintió nervioso, pero puso su mano ahora vacía alrededor de la espalda de ella, o más bien de su cintura. Haruhiro comenzó a dudar si lo hacía por el bien de Merry o porque él mismo lo deseaba.

No podía negarlo del todo. Pero la boca de Merry se abrió y exhaló.

Sintió que se relajaba un poco.

“Una rata.” Dijo Merry.

“¿Una rata?”

“Sí… No sé mucho sobre él. Pero… creo que, probablemente, era una rata. Dentro de… una rata.”

“¿Quién estaba dentro de una rata?”

“Fue…” La respiración de Merry se volvió agitada. Haruhiro le frotó la espalda.

“No necesitas forzarte.”

“No debo… retroceder… más.”

“¿Eh?”

“No debo mirar… No debo escuchar… Es mejor no saber… No debo saber… Algo está… tratando… de detenerme…”

Merry se repetía a sí misma.

“No debo retroceder más.”

Lo repitió una y otra vez.

“No debo retroceder más… No debo retroceder más… No debo retroceder más… No debo retroceder más. No debo retroceder más. No debo retroceder más no debo retroceder más no debo retroceder más no debo retroceder más no debo retroceder más no debo retroceder más no debo retroceder más no debo retroceder más—”

Merry repitió ese mantra cada vez más rápido. ¿Cómo no se le trababa la lengua? Era un misterio. Y obviamente, no era un misterio que Haruhiro tuviera tiempo de resolver ahora mismo.

“Basta, Merry. Ya es suficiente. Esto no está funcionando. No necesitas seguir pensando en esto. Está claro que no deberías. Merry. Merry.”

“No. No. No. No. ¡No, no, no, no, no, no…!”

Merry sacudió la cabeza, desordenando su cabello. Haruhiro estaba aterrorizado. No era necesariamente el miedo a lo desconocido. No tenía ni idea de qué, o quién, había más allá del punto del que hablaba Merry. En ese sentido, era algo desconocido para él. Pero el miedo de Haruhiro era a algo más concreto. Si esto continuaba, Merry podría terminar como antes. Esa era su preocupación. Básicamente, que ella podría ser incapaz de mantener su sentido de sí misma. El resultado sería que ella se retiraría, o se hundiría, y ese otro “yo” surgiría de nuevo en su lugar.

“Merry.”

Haruhiro agarró con fuerza los hombros de Merry, girando su cuerpo hacia el suyo. Merry reaccionó a su tacto como si no le gustara, pero puede que fuera un acto reflejo. Aun así, Haruhiro se negó a soltarla.

“Merry, mírame. Merry. Merry. ¡Merry!”

“Haru…”

“Eso es. Soy Haruhiro. Merry, me conoces, ¿verdad? Mírame.”

Merry asintió un par de veces, con la mandíbula temblando.

“Inhala…. Exhala. Suavemente. Sí. Inhala… Ahora exhala.”

Merry ajustó su respiración como Haruhiro le indicó. Parecía que la ayudaba a calmarse un poco.

“Mientras mantenga la calma, esa cosa no saldrá. Probablemente dependa de mí.”

“Eso no es cierto.” Replicó Haruhiro al instante.

Merry parpadeó dos o tres veces. “¿Eh…?”

“No lo es, Merry. Nos tienes a nosotros. Me tienes a mí.”

“Te tengo… a ti.”

“Sí. Esto no es todo para ti. No vamos a hacer que lleves la carga tú sola. Yo, no soy la misma persona que cuando recién te invité a ser nuestra camarada. Puede ser raro que yo mismo lo señale, pero creo que he cambiado mucho. Ya no soy tan poco fiable como antes.”

“Nunca he pensado que fueras poco fiable.”

“Bueno, eres bienvenida a confiar más en mí. Quiero que lo hagas. Escucha, Merry…”

“De acuerdo.”

“Te debo una disculpa. Por dejarte morir, y después por traerte de vuelta. Lo decidí por mi cuenta, sin preguntar.”

“Sí, pero…”

“Escucha.”

“De acuerdo.”

“Pero sigo sin arrepentirme. No importaba lo que costara, quería que volvieras. No podía soportar la idea de no volver a verte. Quiero estar contigo. Sé que algún día tendremos que separarnos. No importa lo precioso que sea algo, al final siempre lo perdemos.”

“Sí. Supongo que… es algo que conocemos muy bien.”

“Sí. Pero aun así. Quiero estar contigo. Incluso si es sólo por un minuto, o un segundo más. Haría cualquier cosa por otro momento contigo. Eso es lo importante que eres para mí.”

¿Haruhiro tenía la intención de decirle todo esto a la cara?

“Porque te quiero, Merry.”

Haruhiro se sorprendió cuando esas palabras salieron de su boca. Pero a pesar de su sorpresa, había una parte de él que no perdía la cabeza por esto. Incluso pensó: Sí, ya era hora. Los sentimientos de Haruhiro por Merry estaban más que claros desde hacía mucho tiempo. Mientras ella no fuera increíblemente tonta, ya lo sabía sin que él dijera nada.

Haruhiro había estado albergando sentimientos por Merry durante bastante tiempo. A estas alturas, no estaba seguro de si se había enamorado de su hermoso rostro, de la bondad que escondía tras su espinoso exterior o de su franca sinceridad. Fuera lo que fuera, cuanto más tiempo pasaban juntos, más importante se volvía Merry para Haruhiro.

Incluso cuando Mimori y Setora dejaron claras sus intenciones románticas, el corazón de Haruhiro nunca había flaqueado. Ni un poco. Sentía un gran afecto por ambas como seres humanos. Pero él sentía que eso era algo completamente diferente. Haruhiro amaba a Merry. Desde el fondo de su corazón. No había manera de que pudiera amar a otra persona cuando ya la amaba tanto.

“Te quiero de verdad. Todo, todo sobre ti. No creo que mis sentimientos cambien nunca. No, no lo harán.”

“Haru.” Merry cerró los ojos. Las lágrimas brotaron de ambos. Ella podría haber estado tratando de contenerlas. Pero no las pudo detener.

“Yo… también te quiero. Te quiero, Haru.”

“Yo nunca…” Haruhiro sostuvo a Merry cerca de él. “Dejaré que te vayas de nuevo.”

Merry no era pequeña. Pero cuando la sostenía así, parecía increíblemente delicada. Merry era tan suave que resultaba alucinante. Sin embargo, más allá de eso, había un peso definido en ella, así que no era como si fuera a desmoronarse. Mientras Haruhiro abrazaba a Merry con fuerza, un suspiro se escapó de los labios de ella junto a su oreja. Merry le devolvió el abrazo a Haruhiro. Luego se acercó a él como un gato, frotando su cabeza contra la mejilla y la mandíbula de Haruhiro. Se sintió tan satisfecho. Ya estaba suficientemente satisfecho. También había una impaciencia. No podía quedarse quieto, abrazándola así. Haruhiro seguía moviéndose, y Merry también. Muy pronto, sus mejillas se tocaron.

Las mejillas de Merry estaban mojadas por las lágrimas.

Si giraba un poco la cara, parecía que iba a pasar algo.

Pero él no podía hacer eso. Él no podría, y sin embargo eso es exactamente lo que Haruhiro hizo.

Un leve giro de su rostro y los labios de Haruhiro rozaron, aunque débilmente, algo increíble, excepcionalmente suave.

Debería alejarme, pensó.

Sinceramente, tenía dudas.

Ni siquiera sabía cómo se libraba de su indecisión.

Haruhiro presionó sus labios contra los de Merry.

Si lo pones en palabras, todo era una boca tocando otra boca, entonces ¿por qué se sentía así? ¿Qué era esta sensación?

Creo que amo a Merry.

La amo tanto que mi pecho podría estallar y mi cuerpo podría caer en pedazos.

Merry es la única que podría volver a coser mi pecho, reconectar

todas mis piezas rotas.

Porque es muy querida para mí.

Merry apartó la cara. Sus labios se separaron. Pero sólo por un momento. Merry inmediatamente empujó sus labios contra los de él por su propia voluntad.

Haruhiro no pudo decir quién terminó el beso, ni cómo. No lo recordaba.

Pasara lo que pasara, seguían abrazados. Llevaban haciéndolo todo este tiempo, así que se había acostumbrado bastante. Ambos se estaban volviendo buenos en abrazarse de una manera que minimizaba el espacio entre ellos.

“Te amo.” Dijo Merry. Parecía que estaba soñando. Pero Haruhiro sabía que esto no era un sueño. “Haru. Te amo. No me sueltes.”