Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 18: El Mundo Me Odia

Capítulo 1: Nostalgia De Corta Duración

Nick, un soldado del Ejército Fronterizo, había estado de guardia en la torre de vigilancia de la puerta norte de Alterna desde las diez de la noche anterior. Estaba en lo que se llama el turno de noche, que duraba hasta que sonaba la primera campana a las seis de la mañana del día siguiente.

La torre de vigilancia de la puerta norte no tenía techo. A sus veintisiete años, Nick era de estatura y peso medios, pero los muros moderadamente altos de la torre de vigilancia sólo le llegaban al pecho. Miró por encima de ellos, sus ojos vigilando cautelosamente fuera de la barrera que protegía a Alterna. Estaba casi completamente expuesto al viento. Era un viento helado que le hacía sentir un frío terrible. Además, al acercarse el amanecer, una espesa niebla se cernía sobre la zona.

“No tengo nada de suerte.” Murmuró Nick, frotándose la cara con las manos enguantadas. Estaba de pie junto al fuego de la guardia para calentarse, pero la nariz le goteaba bastante desde hacía un rato.

“¿Por qué tiene que hacer tanto frío? Y encima la niebla hace imposible ver…”

“Deja de quejarte.” Dijo su compañero de trabajo, Chad, un hombre de su misma edad, riendo. “Pronto amanecerá y nos relevarán justo después. Puedes aguantar un poco más, ¿no?”

Nick lanzó una mirada de reojo resentida al compañero del que nunca parecía poder deshacerse. “Hey, Chad.”

“¿Sí?” Chad dio un largo trago a su botella de agua de cuero. “¿Qué pasa, Nick?”

“Me he estado preguntando algo.”

“¿Ajá?” Chad respondió con un generoso encogimiento de hombros. “¿Sobre qué? Vamos, desembucha de una vez.”

“Sobre esa botella de agua.” Dijo Nick, arrebatándola no bien las palabras habían salido de su boca.

“¡Ah! ¡Oye, imbécil!” Chad se apresuró a tratar de recuperarla.

“Oh, cállate. ¿A quién coño llamas imbécil, imbécil?” Nick contraatacó, bloqueando las manos de Chad con un brazo mientras tomaba una bocanada del contenido de su botella. Era débil, pero olió algo. “Lo sabía. Alcohol.”

“No, no lo es…” Dijo Chad con pánico antes de deslizar un tono más persuasivo. “No seas tonto, Nick, amigo mío, lo has entendido todo mal. No es alcohol. En absoluto. Por supuesto que no lo es. Quiero decir, si lo fuera, me emborracharía, ¿verdad? ¿Verdad? Si estuviera bebiendo toda la noche mientras estoy de guardia, acabaría totalmente borracho. ¿Te parezco borracho? No lo parezco, ¿cierto?”

“Lo sabré con certeza una vez que tome un trago.”

“Oh, no sé bien que decirte. ¿Tal vez no deberías? Quiero decir, puse mis labios en la botella y todo eso. No es que me moleste si quieres seguir adelante con ello. Pero eres la clase de persona que hace un gran problema con cosas como esa, ¿no?”

Nick no dejó que eso le impidiera tomar un sorbo.

“S-Sí… Esto es una mierda aguada. No hay mucho, pero está ahí. Definitivamente. Esto tiene alcohol. Sin duda.”

“Bien.” Dijo Chad, poniendo una mano en el hombro de Nick. “Sí, sí, sí, me has pillado. Eso es lo que era.”

“¿Oh? ¿Ahora intentas pasar a la ofensiva?”

“Sólo escúchame. Lo admito, Nick. Como dijiste, mezclé un poco de alcohol en mi agua. Pero mira, sólo un poco. Tan poco, que apenas se nota que está ahí. La cantidad perfecta, de verdad. Si no afecta a mi trabajo, ¿cuál es el problema, estoy en lo cierto?”

“¿En serio crees que el Comandante Jin Mogis dejaría pasar eso?”

“No estoy hablando con el comandante ahora, estoy hablando contigo. Así que, déjame darle la vuelta a la pregunta. Hace frío, ¿verdad? Y estamos en servicio nocturno. De noche. Por eso se llama servicio nocturno. Es duro, ¿no? Por supuesto que lo es. Sí, voy a mezclar un poco de alcohol en mi agua. Es lo menos que puedo hacer. Sería una locura no hacerlo. ¿Me entiendes? Nick, amigo mío, tú eres el que está un poco loco aquí. Lo que estoy haciendo es totalmente cuerdo.”

“¿Qué demonios? ¿Ahora un loco me dice que estoy loco? ¿Qué es esto? Chad, amigo mío, ¿para qué crees que están el sentido común y las normas?”

“Te digo que está bien.” Chad le devolvió la botella a Nick y bebió un trago antes de guiñarle un ojo. “Totalmente bien, amigo. No tienes que preocuparte. Vamos. Piénsalo. Nuestro Ejército Fronterizo y esos soldados voluntarios engreídos acaban de terminar de masacrar al enemigo en el Mount Grief, ¿verdad? Si usaras un poco de ese sentido común, te darías cuenta de que no hay enemigos por aquí. De ninguna manera. En momentos como este, podemos permitirnos aflojar un poco las normas. ¿Sí? Sólo somos humanos. Tomémoslo con calma, ¿de acuerdo?”

“Pero, mira, en Damuro hay goblins, ¿no?”

“No van a venir a atacarnos. ¿Para qué crees que el comandante forjó una alianza con ellos? Para domesticar a esos pequeños monos bárbaros de mierda, ¿no?”

“¿Y confías en ellos? No tienen escrúpulos. Te comerían sin pensarlo dos veces; y de paso se comerían a los suyos.”

“Sí, sí.” Chad comenzó a masajear los hombros de Nick. “Esa es la cuestión. Qué idea, forjar una alianza con criaturas así. Es una locura, ¿no? Absolutamente loco, eso es lo que es nuestro comandante. He oído que también nos ha estado alimentando en secreto con carne de goblin.”

“¿Eh…? ¿Qué demonios?”

“Es sólo un rumor, pero…” Chad bajó la voz. “Un tipo que hace de guardia en el comedor miró dentro de uno de los barriles de la despensa, y había un goblin, todo rebanado y encurtido en salmuera…”

Nick se cubrió la boca, sintiendo un repentino ataque de náuseas.

“¿Hablas en serio…?”

“Como he dicho, vamos, es sólo un rumor.” Dijo Chad con una risa, entregando a Nick la botella. Nick la aceptó, tomando sólo un sorbo del agua que sabía ligeramente a alcohol.

“Pero… conociendo al comandante, bien podría hacerlo. Quiero decir, claro, tenemos a los chicos recogiendo el ganado que se mantenía en las aldeas periféricas, y buscando otras cosas que podamos comer. La pregunta es, si eso es suficiente…”

“Dicen que el comandante tiene una reserva de suministros escondida. Y se habla de que recibimos envíos regulares desde el continente para reabastecernos.”

“El continente, ¿eh?” Nick devolvió la botella a su compañero de guardia, cruzando los brazos mientras miraba a lo lejos. Un ligero suspiro escapó de sus labios. “Ojalá pudiera volver.” Dijo. “Pero aunque lo hiciera, ya he cortado los lazos con mis padres, y no tengo otra forma de ganarme la vida. No puedo hacer nada al respecto…”

“Eso es el norte, Nick. El continente está en la otra dirección.” Dijo Chad con una risa, agitando la botella para comprobar cuánto quedaba.

Nick moqueó. “Ya lo sé. Sólo estoy siendo atento en mis deberes. Recibir una paliza de nuestro oficial superior por meter la pata sería una cosa, pero maldita sea si voy a ser ejecutado por el comandante.”

“Sí, tienes un punto…” Chad miró fuera de la pared. “Puede que de repente empiece a purgar las filas para imponer disciplina. No me extrañaría que… Oh. La niebla…”

“Sí.” Nick miró hacia el área alrededor de Alterna mientras la niebla se disipaba. “Se está despejando…”

Entonces, mientras miraba casi directamente hacia abajo, Nick se detuvo en seco.

Agarró el brazo de Chad.

“Hey.”

“¿Hmm?”

“Hay alguien ahí. Frente a la puerta.” Dijo Nick, entrecerrando los ojos. Chad se puso de puntillas y se asomó a la pared que le llegaba al pecho.

“¿Ah, sí…?”

El suelo seguía siendo nebuloso. Alguien estaba de pie frente a la puerta norte, y podía ver lo suficientemente bien como para decir que era humano, pero no podía distinguir su rostro. Era un hombre, sin embargo. Con barba. El tipo parecía sucio. Nick frunció el ceño.

“¿Un perro…?”

El hombre no estaba solo. Le acompañaba un bicho de cuatro patas y con aspecto de perro. ¿Pero era realmente un perro? Parecía muy bien construido.

El barbudo levantó la vista. Probablemente a Nick. Agitó la mano.

“¡Chad!” Gritó Nick, y Chad agarró la ballesta que estaba apoyada en la pared a la altura del pecho.

“¿Qué hacemos, Nick? ¡¿Debo dispararle?!”

Chad parecía dispuesto a apretar el gatillo en cualquier momento. Sus hombros se agitaron. Sus fosas nasales se encendieron. Al ver a su colega tan exaltado, la cabeza de Nick se enfrió rápidamente. “Espera. El tipo parece humano.”

Chad respiró profundamente.

“Ciertamente lo parece.”

“¿Quién va allí?” Nick gritó al hombre con barba. “¡¿Qué estás haciendo?!”

“Esperando a que se abra la puerta.” Respondió el hombre con una voz terriblemente tranquila. “Soy Itsukushima. Solía estar en el gremio de cazadores de Alterna. No sé cuál es la situación aquí, pero me gustaría que me llevaras ante alguien con autoridad.”