Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 6

Capítulo 11: El Asesino Se Prepara

Mi objetivo de asesinato era el jerarca de la Iglesia Alamita. Ya estaba trabajando en una serie de planes en el fondo de mi mente, y seguí haciéndolo mientras hablaba. “Tengo dos preguntas.”

“Pregunta. Responderé si puedo”, respondió Nevan.

“Primero, ¿no vas a preguntar sobre el método de mi asesinato? ¿Me necesitarás para ocultar la muerte del jerarca como hice con el príncipe?”

Había matado a un príncipe de este reino no hace mucho tiempo. Su asesinato habría sido un escándalo, así que hice que pareciera que su fallecimiento fue causado por una enfermedad. No me habría sorprendido si Nevan impusiera la misma estipulación para el jerarca.

“Todo lo que tienes que hacer es matarlo”.

“Entiendo.”

Si no tuviera que ocultar que fue asesinado, la forma más fácil de hacer el trabajo sería dispararle desde larga distancia con un rifle. El jerarca a menudo hacía apariciones públicas para dar discursos; entonces podría encontrarlo. Si hiciera uso completo de todas mis técnicas mágicas, podría disparar desde un rango máximo de dos kilómetros.

Este mundo no tenía el concepto de tiro certero a larga distancia. Habría guardias en el lugar para vigilar a los arqueros, pero un arco solo podría alcanzar doscientos o trescientos metros en el mejor de los casos. Nadie se imaginaría que alguien pudiera recibir un disparo a kilómetros de distancia. Como tal, no habría nadie monitoreando las posiciones de los francotiradores ni defensas para obstruir mi línea de fuego. Meterle una bala en la cabeza sería fácil.

El problema es que eso no será suficiente para matar al jerarca si es un demonio. Los demonios no pueden ser asesinados a menos que destruyas sus Corazones Carmesí. Antes de que pudiéramos hacer eso, necesitábamos materializar el Corazón Carmesí usando un hechizo que había creado llamado Demonkiller. El rango efectivo de Demonkiller era de veinte a treinta metros en el mejor de los casos. Incluso si los roles de francotirador y lanzador Demonkiller se dividieran entre dos personas, la última persona sería atrapada de inmediato.

Dia tendría que ser el que usara Demonkiller. Era una maga talentosa, pero su fuerza física y su capacidad de combate cuerpo a cuerpo dejaban un poco que desear, y huir después de que mataran al demonio sería casi imposible para ella.

Necesitaba pensar en algo.

“¿Cuál es tu segunda pregunta?” preguntó Nevan.

“¿Cómo descubriste que el jerarca es un demonio?”

“Esa es una pregunta que no esperaba”.

“Creo que es obvio”.

“Sí, pero no vas a creer en mi palabra, ¿verdad? Espero que hagas tu propia investigación.”

Nevan me entendió bien. Independientemente de lo que me dijera, iba a buscar la verdad usando mis propios ojos y oídos.

“Hay una gran posibilidad de que la razón por la que la Casa Romalung crea que es un demonio sea información útil y facilite la verificación de esto”, expliqué.

“Tiene un punto. La respuesta es simple: La Alam Karla me pidió ayuda”.

Si el reclamo se originó en el propio oráculo de la diosa, entonces el jerarca casi con certeza era un demonio.

“… ¿Cómo recibiste el SOS de Alam Karla sin ser descubierto por el jerarca?”

“No la conocí como yo misma, sino como el doble de la princesa Farina. Las familias reales de los países que practican el Alamismo visitan regularmente la Alam Karla para recibir la palabra de la diosa”.

Además de ser hija de la Casa Romalung, Nevan era el doble de Farina, una princesa de Alvan.

“Eso tiene sentido, pero si el demonio se da cuenta de que Alam Karla sabe la verdad, la matará. Ella tiene que darse cuenta de eso. No veo por qué arriesgaría su vida al decírtelo.”

“No me gané su confianza de la noche a la mañana. Pasé años ganándome su favor porque pensé que podría usarla. También estoy segura de que eligió confiar en mí en gran parte porque soy del mismo país que el hombre que mató a tres demonios… Alam Karla cree que la salvarás, Sir Lugh.”

Nevan era astuta. Esta también fue una buena noticia: Alam Karla estaba al tanto de la verdadera identidad del jerarca y era mi aliado. Si aún no había caído en manos del demonio, eso me abrió varias opciones. El demonio no sería capaz de etiquetarme como enemigo de los dioses tan fácilmente.

Sin embargo, el demonio podría reemplazar fácilmente a Alam Karla con un impostor.

“Es bueno saberlo. Trabajaré en un plan para protegerla y encontraré una manera de reunirme con el jerarca. Me he enfrentado a múltiples demonios. No importa qué tan bien oculte su verdadera identidad, podré saber si es un demonio o no si lo veo en persona… Me gustaría conocerlo como Lugh Tuatha Dé, pero eso sería difícil”.

Teníamos evidencia circunstancial, pero aún no podía estar seguro. Por esa razón, quería ver al jerarca con mis propios ojos.

“No, no lo hará. Derrotaste a otro demonio, ¿no? Excluyendo al que mató el héroe, has matado al escarabajo, al león y ahora a un tercero. El propio jerarca está diciendo que te invitará a Tierra Santa y te colmará de elogios por tus logros. Parece que quiere invitar a toda la clase y al presidente de la clase también”.

Bueno, eso es conveniente… Demasiado conveniente.

“Obviamente es una trampa. Incluso le estoy regalando rehenes en la forma de mis compañeros de clase”, comenté.

“Es probable, dado el momento de la convocatoria. ¿No es esto emocionante? Estamos en una batalla de ingenio entre humanos y demonios.”

Nevan no estaba equivocado. Estaba claro que Alam Karla tenía la clave de este juego de engaño. Si el jerarca me proclamaba enemigo de la diosa, de nada saldría si la Alam Karla respondía diciendo que yo era inocente y denunciaba al jerarca como un demonio. Por el contrario, si no tomaba medidas antes de que Alam Karla cayera en manos del demonio, podría usar su papel como oráculo para excluirme de la sociedad.

***

Regresé a mi departamento y les conté a Dia y Tarte la esencia de la situación. Ahora que había aceptado este trabajo, necesitaba su ayuda.

“¿En serio? ¡¿El jerarca es un demonio?! El mundo está condenado”, exclamó Dia.

Con clara desesperación, Tarte murmuró: “No puedo creer que la persona más cercana a lo divino en el mundo sea un demonio disfrazado…”

“Tenemos un precedente para esto, ¿recuerdas? El demonio serpiente Mina se infiltró en la sociedad noble de la misma manera. No es un salto asumir que otro podría colarse en la iglesia” señalé.

Los demonios eran mucho más que monstruos fuertes. Eso era lo que los hacía tan difíciles de tratar.

“¿Tiene un plan? Esto es muy, muy malo. Lo hiciste parecer como si hubiéramos terminado si Alam Karla ya está bajo el control del demonio”, dijo Dia.

“Es por eso que voy a actuar un paso adelante. Dudo mucho que el demonio se haya dado cuenta de mi avión. Me escabulliré tan pronto como salgamos de clase mañana”, le expliqué.

“¡Este no es el momento de preocuparse por las clases!” gritó Dia.

Ojalá ese fuera el caso. Esta fue una batalla contra el tiempo; sería mejor si pudiera saltarme la clase e irme lo más rápido posible.

“Tú pensarías. El problema es que hay alguien en nuestra clase con una conexión con los demonios. Si hago algo llamativo, existe la posibilidad de que la palabra llegué al demonio que se hace pasar por el jerarca”, señalé.

“Te refieres a Lord Naoise… Um, ¿no se supone que los demonios compiten entre sí?” preguntó Tarta.

“Mina ha estado actuando de manera sospechosa desde que apareció el demonio dragón de la tierra. Por lo menos, no ha hecho lo suficiente para ganarse mi confianza”.

Tenía una idea bastante buena de lo que Mina estaba tramando. Amaba la sociedad y la cultura humana y quería eliminar a los otros demonios que la destruirían. Eso era cierto. Sin embargo, también tenía motivos para sospechar que ella quería obtener el poder del Rey Demonio. Para lograr eso, requería al menos tres Frutos de la Vida, cada uno de los cuales estaba hecho de más de diez mil almas humanas.

Mina sabía que se convertiría en un objetivo mío si intentaba hacer una Fruta de la Vida ella misma. Por lo tanto, había elegido dejar que los otros demonios hicieran el trabajo por ella y luego robar los frutos. Sin embargo, solo quedaban cuatro demonios, incluida Mina. Ella no esperaba que solo hubiera una sola Fruta de la Vida tan tarde en el juego, y no le daría la bienvenida a la muerte de otro demonio.

“Eso es cierto. Entonces, ¿qué harás cuando te encuentres con Alam Karla?” inquirió Dia.

“Asegurarme de que no esté ya bajo el control del demonio”, dije.

Aunque era un verdadero oráculo, Alam Karla seguía siendo un humano ordinario. Un demonio no tendría problema en lavarle el cerebro. Sería incapaz de defenderse.

Nerviosa, Dia se preguntó en voz alta: “¿Qué pasa si ya ha caído bajo el dominio del demonio?”.

“Estaría acabado. El ostracismo de la sociedad sería inevitable. Quitaría mi nombre y correría”.

Así de enorme fue la influencia del Alamismo. Su enemigo era el enemigo de cada persona en la nación. La gente me maldecía como si fuera un demonio y me tiraba piedras mientras caminaba por la calle. Vivir como Lugh Tuatha Dé sería imposible.

Podría existir como Illig Balor o mudarme a una tierra lejana más allá del alcance de la iglesia. De cualquier manera, tendría que vivir con una identidad diferente mientras buscaba la oportunidad de limpiar mi nombre.

“Iré contigo si se trata de eso”, declaró Dia.

“¡Yo también!” Tarte estuvo de acuerdo.

“¿Te das cuenta de que seremos tratados significativamente peor que los criminales?” Yo respondí.

“Así es. Pero eso es preferible a estar lejos de ti”, insistió Dia.

“¡Soy su sirviente personal, mi señor! ¡Te seguiré a donde sea!” Lloró Tarte.

Su sincero afecto me conmovió profundamente.

“Gracias. Estoy feliz de escucharlo. Por favor, acompáñame si llega ese momento. Me sentiría solo sin ustedes dos.”

“Heh-heh, puedes contar con nosotros”.

“Nunca te dejaría solo, mi señor”.

Estaba muy contento de haberme unido a estas chicas. Nos sonreímos, luego, sintiéndome un poco incómodo, me aclaré la garganta. Dia y Tarte también se veían un poco tímidos, pero afortunadamente, Dia nos volvió a poner en el tema.

“Entonces, ¿qué harás si Alam Karla aún no está bajo el control del demonio?”

“La secuestraré y la protegeré. Si tenemos la Alam Karla, nada de lo que diga el jerarca influirá. La diosa elige a Alam Karla, y el jerarca es solo una posición creada por humanos”, dije con una sonrisa tranquilizadora. Obtener la Alam Karla nos daría una ventaja instantánea. Incluso podría hacer que ella anunciara que el jerarca era un demonio.

“… U-Um, así que básicamente irás a Tierra Santa, te escabullirás en la catedral, el lugar más fuertemente custodiado del mundo, tomarás la Alam Karla y escaparás. Todo ello manteniendo tu identidad oculta”, resumió Tarte.

Dia frunció el ceño. “¿Es eso posible?”

“Lo lograré. Tengo que hacerlo. Quiero decir, después tendré que lidiar con la imposiblemente difícil misión de asesinar a un demonio que se ha disfrazado de jerarca. Si no puedo hacer una pequeña misión de rescate primero, estoy jodido”.

Rescatar al Alam Karla sería difícil, pero podría hacerlo. Iba a comenzar usando mi red de telecomunicaciones para preparar recursos y una casa segura para proteger el oráculo y prepararme para el viaje.

Esta fue una batalla contra el tiempo, y operaría tan rápido como pudiera sin entrar en pánico. Había pasado un tiempo desde que ejercité mi intelecto de asesino. Iba a tener éxito perfectamente.