Bungo Stray Dogs (NL)

Volumen 5

Interludio 4: No Hay Forma De Que Pueda Derrotar A Mi Habilidad…

—Los humanos no son más que sacos de carne rellenos de maquinaria —dijo de repente Shibusawa desde el interior de la sala decorada con sus numerosos cristales rojos— Son criaturas monótonas y evidentes.

Dazai y Fyodor escucharon en silencio su discurso.

—Pero hay una persona que ni siquiera yo entiendo —Shibusawa de repente dejó de pasear por la habitación como si estuviera escudriñando su colección— Yo mismo

—afirmó con una cara seria— Incluso yo no puedo descifrar mis propios pensamientos, algunas partes de mi mente están en blanco, como los espacios entre líneas de texto en una novela.

—¿Tienes amigos? —preguntó Dazai, la exasperación en su rostro era evidente.

—Los amigos son innecesarios para vivir —Shibusawa cerró los ojos y sonrió lánguidamente— Porque ya sé lo que todo el mundo está pensando en el fondo —Se volvió y miró a Dazai y Fyodor, que estaban uno al lado del otro— Seguramente podré ir entre mis líneas, más allá de la luz de los espacios vacíos donde otro mundo espera —Sus palabras estaban llenas de confianza.

—No estarías diciendo eso si tuvieras amigos —murmuró Dazai, para nada divertido.

Shibusawa no prestó atención a la declaración de Dazai y en su lugar continuó:

—Ese momento llegará pronto, porque todas las habilidades en Yokohama se volverán mías.

Todo iba a salir según lo planeado. No hubo otro resultado posible. El razonamiento era simple.

Shibusawa caminó hacia el centro de [Draconia] con un aire de autoridad y miró a

Dazai. Sonriendo con desprecio, susurró:

—¿De verdad crees que hay una sola persona que puede dominar su propia habilidad?

***

Las llamas ardientes rugieron. El hierro fundido resplandecía de color naranja y el aire a su alrededor se agitaba por el calor. Dentro del alto horno en lo profundo de la fábrica que Atsushi vio anteriormente había una grúa colosal que colgaba sobre cuatro caminos en forma de puente conectados como una rejilla. [Rashomon] paseaba tranquilamente por los senderos sostenidos por robustos pilares sobre la tina de hierro fundido. Esperando que su habilidad se acercara, Akutagawa dijo:

—[Rashomon] ataca convirtiendo su tela en cuchillas y balanceándolas hacia su oponente. Por lo tanto, mientras permanezca fuera de mi alcance, no me golpearán.

No había forma de que Akutagawa pudiera confundir cuán lejos era el alcance de [Rashomon]. Después de todo, había estado perfeccionando sin descanso su habilidad desde que solo podía crear pequeñas hojas con ella. La razón por la que era tan poderosa y tenía tanto alcance como ahora era por sus esfuerzos, por lo que estaba seguro de que sabía exactamente de lo que era capaz.

Observó a [Rashomon] acercarse con una mano en el panel de control hasta que llegó el momento adecuado. Akutagawa inmediatamente presionó el botón, causando que una polea unida al techo girara cuando algo hizo eco con fuerza. La polea comenzó a girar rápidamente cuando un bloque de hierro cayó rápidamente hacia la cabeza de [Rashomon]. El poderoso impacto envió polvo al aire, haciendo imposible verlo… por un momento.

—…!

Akutagawa jadeó cuando [Rashomon] atacó desde arriba. Justo antes de que la grúa lo golpeara, usó su tela para lanzarse fuera del camino hacia un lugar seguro. Incluso había usado la nube de polvo como cortina de humo para acercarse a Akutagawa, quien frunció el ceño con amargura, sabiendo lo peligroso que era acercarse a [Rashomon]. Lo esquivó, e inmediatamente una hoja negra se disparó rápidamente a través de donde estaba parado. Comenzó a correr mientras la tela se cortaba rápidamente a través del grueso pilar. No hubo vacilación ni piedad detrás del ataque, y la hoja solo necesitaría tocarlo ligeramente para ser fatal. No era diferente de cómo Akutagawa siempre peleaba.

Akutagawa echó a correr y [Rashomon] lo persiguió. Pronto se acabaría. El pánico en la expresión de Akutagawa era evidente. No pasó mucho tiempo antes de que su habilidad lo alcanzara rápidamente. Akutagawa no tenía ningún lugar al que correr excepto por uno de los puentes sobre una tina de hierro fundido. Sus zapatos tintinearon bruscamente sobre el metal con cada paso mientras corría.

¡Whoosh! ¡Crack!

La tela negra de [Rashomon] se elevó por el aire antes de atravesar los pasamanos del puente. Inmediatamente se volvió y fue a por Akutagawa a continuación, pero se las arregló para esquivar, aunque apenas… o eso creyó. De repente perdió el equilibrio y rápidamente se agarró a la barandilla para apoyarse, pero [Rashomon] ya la había destruido. No había nada a lo que agarrarse. La habilidad estaba tratando de hacer que Akutagawa cayera en el hierro fundido. Había destruido los pasamanos y blandía sus cuchillas para acorralar a Akutagawa y matarlo incluso si lo esquivaba.

—¡Mierda! —espetó Akutagawa.

Su pequeña figura fue arrojada al caldero de hierro fundido.

***

Mientras Akutagawa estaba lidiando con [Rashomon], Atsushi estaba luchando contra su propia habilidad. Corrió por el estrecho pasillo con sus numerosos conductos a cada lado hasta que se detuvo repentinamente, luego se dio la vuelta y disparó su arma. El sonido del disparo resonó cuando la bala rebotaba en la pared.

«…Parece que el tigre lo esquivó»

Atsushi miró a la bestia con frustración, y levantó la cola con un rugido intimidante. Suponiendo que el tigre no sería capaz de esquivar desde tan cerca, Atsushi apretó el gatillo una vez más. La bala salió del cañón mientras se dirigía directamente hacia el tigre, pero su pelaje blanco desviaba cada bala enviada.

—…!

El tigre luego se inclinó hacia atrás antes de arremeter contra Atsushi. Slash. Sus garras rozaron el brazo izquierdo de Atsushi.

«…¿Debería quejarme de que me lastimé a pesar de que lo esquivé, o debería estar agradecido de que fue solo un rasguño? …Definitivamente de lo último»

Después de pensarlo, Atsushi no podía recordar un momento en el que una bala lo hiriera mientras estaba en su forma de tigre. En otras palabras, las balas no funcionarían.

—¿Cómo puedo vencer a esa cosa…?

Atsushi se devanó los sesos mientras veía al tigre aterrizar ágilmente sobre sus pies. Fue entonces cuando el cristal rojo que brillaba en la frente de la bestia llamó su atención.

—¿Necesito deshacerme de eso…?

Si bien no estaba claro si realmente funcionaría, era la única solución en la que podía pensar. No tenía otras opciones. Atsushi se armó de valor mientras miraba fijamente a la bestia.

«Pero, ¿cómo podría siquiera pegarle?»

Atsushi apuntó con el hocico a la frente del tigre mientras mostraba sus colmillos. El primer disparo falló. También hizo un segundo, tercer y cuarto disparo. Clic. No pasó nada. Se quedó sin balas.

«¡Maldita sea!» Atsushi no tenía otras armas. «¡Debí haber traído más de la agencia!»

Pero ya era demasiado tarde para arrepentirse. Atsushi arrojó el arma al tigre con desesperación, pero simplemente se deslizó por el camino después de unos ligeros rebotes, para nunca alcanzar a la bestia.

«¿Que se supone que haga?»

La sangre goteó por el brazo izquierdo de Atsushi donde las garras le habían cortado la carne. El dolor lo había empapado en un sudor frío, y el tigre esperaba frente a él con la boca abierta.

Palabras débiles abandonaron lentamente la garganta de Atsushi:

—No hay forma de que pueda derrotar a mi habilidad…

***

En todo Yokohama, la gente estaba siendo arrinconada lentamente por sus habilidades.

En una calle llena de autos sin conductor, Kenji Miyazawa estaba jugando con su habilidad. La habilidad usó su abrumadora fuerza para lanzar vehículos hacia él. Todo lo que Kenji podía hacer era esquivar uno tras otro mientras amenazaban con aplastarlo. Esperó su momento e inmediatamente se lanzó a buscar su habilidad cuando vio una abertura. La expresión de Kenji era severa. En cambio, sus habituales ojos alegres y sonrientes estaban llenos de pánico y tensión.

Yosano no fue diferente mientras luchaba dentro de la niebla. No importa cómo atacara, [Thou Shalt Not Die] se permitiría deliberadamente ser herido de muerte antes de curar inmediatamente sus heridas. Balancear su hacha y bañarse en sangre solo condujo al agotamiento de Yosano. Su habilidad, por otro lado, no mostró signos de fatiga, y siguió curándose repetidamente entre sus ataques. Yosano salió volando después de una patada de su habilidad y dejó escapar un gemido. Todo lo que obtuvo a cambio de su agotadora resistencia fueron más heridas.

En cuanto a Tanizaki, [Light Snow] se estaba burlando de él. Tanizaki ni siquiera podía ver su habilidad gracias a la ilusión. Un puño aparecía de repente de vez en cuando, mientras que en otras ocasiones era una patada que lo derribaba. Su cuerpo estaba plagado de cortes y magulladuras. Tanizaki se puso de pie tambaleándose, apenas capaz de ponerse de pie, cuando recibió un golpe en la cabeza y se dió de bruces contra el suelo. Un dolor agudo recorrió su cuerpo; podía sentir el pie de [Light Snow] en su cabeza. Lentamente, poco a poco, Tanizaki comenzó a perder toda sensibilidad en sus extremidades.

En la azotea del edificio de la Agencia Armada de Detectives estaba Kunikida en medio de la batalla. Se escuchó una explosión y la puerta del tejado salió disparada de las bisagras. [The Matchless Poet] venía tras él. A pesar de ser rechazado por la onda expansiva, Kunikida logró enderezarse y hacer un aterrizaje seguro. En su mano había una escopeta. Sin embargo, estaba cubierto de tierra y sangrando por todas partes. Su rostro también tenía una palidez espantosa.

Pero incluso entonces, Kunikida cargó su arma de fuego como un soldado que nunca se rindió. Crack. La escopeta desató una sentencia de muerte final.

***

Fuera de la fábrica casi al mismo tiempo, Kyouka estaba luchando contra [Demon Snow] a lo largo de un camino rodeado de gruesas tuberías. Las chispas volaban cada vez que cruzaban las espadas. Chocaron, se detuvieron y retrocedieron, solo para atacar de nuevo. Si bien eran iguales en el manejo de la espada, Kyouka estaba en desventaja en términos de resistencia y alcance. Lo peor de todo era que dudaba y eso la estaba frenando.

El recuerdo del celular de su madre que colgaba de su cuello se balanceaba con cada uno de sus movimientos. Kyouka sintió su peso contra ella mientras miraba fijamente a [Demon Snow].

«Ella mató a mis padres… pero si la derroto, se fusionará conmigo y volveré a convertirme en un demonio… No puedo perdonarla porque se llevó a mis padres. No quiero perdonarla. No la quiero de vuelta porque se llevó a mis padres. No quiero convertirme en mi viejo yo»

Los sentimientos contradictorios nacidos de la misma causa nublaron la mente de Kyouka.

[Demon Snow] atacó una vez más, pero ella bloqueó y paró el ataque con su daga. Sin embargo, la daga no fue lo suficientemente rápida como para bloquear el segundo ataque. Kyouka se agachó de inmediato, luego retrocedió para esquivar el tercer golpe de su habilidad. Mientras la cuerda atada alrededor de su teléfono celular flotaba en el aire, [Demon Snow] la cortó. Los ojos de Kyouka siguieron reflexivamente el teléfono mientras caía al suelo.

No había forma de que [Demon Snow] dejara escapar a Kyouka ahora.

El cristal rojo de su frente brillaba.

«No hay una sola persona que pueda dominar su habilidad»

La voz de Shibusawa pareció resonar en la distancia.