Ano Orokamono ni mo Kyakkou wo! (NL)

Volumen 4

Epilogo: Aun así

— Aun así, ¡fue una gran victoria la que lograste conseguir! Aunque todavía no entiendo cómo ganaste. Pero a quién le importa eso, ¿verdad? ¡Gyahahaha!

Keith, de buen humor, dijo alegremente mientras levantaba una jarra llena de cerveza.

— ¡Salud! x3

Nosotros también levantamos nuestras tazas para celebrar nuestra victoria.

En este momento, estamos teniendo una pequeña fiesta en un bar de Elroad.

Recibimos bastante dinero como compensación por lo que sucedió, más que suficiente para

compensar el fracaso de la misión.

Gracias a ese dinero, puedo disfrutar de nuestra última noche en Elroad junto con mis compañeros.

— Todavía no puedo creer que alguien tan desafortunado como tú realmente pudiese ganar.

— ¡Tengo la suerte de un demonio!

La verdad es que fue por la fortuna de Sir Vanir, pero no hay necesidad de decirles eso.

— ¡Básicamente, gané gracias a mi intelecto al nivel de un genio!

— Sí, sí, a final de cuentas ganaste.

— Te alabaré solo esta vez. Lo hiciste bastante bien, para ser tú.

— Sí, la forma en que ganaste fue realmente impresionante.

Estoy rodeado de nada más que compañeros deshonestos, pero solo por hoy, creo que lo dejaré pasar. ¡Este ha sido el mejor día de mi vida!

Después de eso, bebimos hasta bien entrada la noche, y mis compañeros se retiraron uno por

uno.

Salí del bar para despejarme un poco.

— Oh, es noche de luna llena.

La luna brillaba en el cielo y el viento de la noche se sentía muy bien en mi piel enrojecida.

— La luna es realmente bonita esta noche, ¿no?

— ¿Qué estás haciendo?

Me di la vuelta y vi a Loli Súcubo mirándome mientras estaba sentada en el techo del edificio.

Mi corazón dio un vuelco al verla. Tenía una cierta sensación de hechicería que estaba muy

lejos de cómo solía llevarse a la tienda.

— Dust-san, ¿lo sabías? Las súcubos ven exaltados sus espíritus durante la luna llena, por lo que estamos mucho más excitadas en esas noches.

Saltó del techo y aterrizó delante de mí.

Luego, colocó un dedo en mi pecho y comenzó a trazar círculos en él.

— ¿Por qué apostaste tu preciosa espada por mí? No me digas que… me valoras… más que la espada…

La luna llena se reflejó en los ojos húmedos de Loli Súcubo cuando me miró.

Coloqué suavemente una mano en su espalda y me puse a un lado.

— ¡Bleeeargh!

Justo a tiempo para evitar la corriente que salía de su boca.

— Exageraste. Si haces acrobacias después de haber bebido tanto, este es el resultado natural.

— Lo siento…

Después de darle una suave palmadita en la espalda para sacarlo todo, me di la vuelta,

considerando brevemente la posibilidad de llevarla a cuestas a su habitación, pero lo reconsideré.

En cambio, puse mis brazos debajo de sus rodillas y su espalda y la levanté.

— Eh, ¿Dust-san?

Fallé en la misión de cuidar a una princesa, pero al menos puedo tratarte como a una princesa en su lugar. Al menos por esta noche.