Ano Orokamono ni mo Kyakkou wo! (NL)

Volumen 4

Capitulo 4: ¡Un Gran Enfrentamiento Por Esa Súcubo!

Parte 2

— Por cierto, la razón por la que estoy aquí es porque este hombre dañó el casino que está a cargo de mi familia.

Parece que el príncipe Levi ha decidido que no sería ventajoso para él revelar su identidad y va de acuerdo con mi historia.

— ¿Eh? No te hagas una idea equivocada. Tendré un juego con este chico para asegurar la libertad de Lolisa, pero ustedes solo son espectadores, así que no importa si gano o pierdo. ¿Cierto joven maestro?

— En efecto. Parece que no fui exhaustivo al explicar las cosas, la única que saldrá mal parada si gano este juego es eso… Lolisa, ¿verdad? Ustedes no se preocupen.

Como se esperaba de un príncipe, Levi es realmente bueno en la lectura de la atmósfera y rápido en la aceptación.

— Eh, espera un minuto, nunca escuché nada sobre esto. ¡Explica adecuadamente!

— No me importa Dust, pero es una historia diferente si hablamos de Lolisa.

— Sí. Aunque Dust puede ir a la horca por todo lo que ha hecho.

— I-Idiotas…

¿Qué pasa con esta diferencia en nuestros tratamientos?

Mis compañeros me ignoraron por completo y se reunieron alrededor de Loli Súcubo con la

preocupación escrita en sus caras.

— Realmente no tienes amigos, ¿verdad…?

— No me mires así, es vergonzoso.

El príncipe Levi me dio una mirada compasiva.

— U-Um, bueno, mira…

Loli Súcubo lanzó repetidamente miradas suplicantes. Ella sigue tan débil bajo presión como siempre.

Supongo que tendré que hacer algo para satisfacer a este grupo.

— Suspiro, bien. Seré claro. Vengan aquí por un momento. Lo siento, joven maestro, por favor, espere un momento.

Dirijo a Loli Súcubo y a mis compañeros a uno de los pilares.

Bajé la voz para evitar que otros escucharan y les conté la historia que trabajé en mi cabeza.

— La verdad es que hay un noble que tiene sus ojos en ella. Con el fin de convertirla en su posesión, la engañó para que jugara algunos juegos y la dejó en una tonelada de deudas. Casualmente los encontré cuando estaban acosando a Loli Súcubo después de que ella no pudiese devolver el dinero, y los golpeé con ira, lo que me llevó a la cárcel.

—… ¿No dijo alguien que perdiste un juego y terminaste destrozando un casino?

— Eso es, bueno, ya sabes, no podemos decir que Lolisa terminó endeudada por los juegos de azar, ¿verdad?

— Er, ah, sí. No quería que supiesen sobre algo tan embarazoso, así que le rogué a Dust-san que lo mantuviera en secreto.

Loli Súcubo logró captar mis intenciones y me siguió el juego. No es tan malo para algo que

hice en poco tiempo.

— Entonces, sobre una de las persona que golpeé… bueno, en realidad fue solo un golpecito ligero, pero esa persona es… ese niño.

— ¿¡Eh!? x4

No solo mis compañeros, incluso Loli Súcubo se sorprendió por eso. Hey, vamos, no vaciles ahora.

— Esto es solo entre nosotros, pero ese mocosa fue rechazado por Alice. En lugar de ella, puso sus ojos en Lolisa, que tiene aproximadamente la misma altura y parecía fácil de someter. Después de obligarla a endeudarse, iba a utilizarla como sustituta de Alice y jugar con ella. ¿No es así, Lolisa?

— S-Sí, eso mismo. Él me dijo: ‘¡Eres el reemplazo de Alice! Ahora, arrástrate y lame mis botas mientras dices Soy Alice, mi novio es la mejor del mundo’, cuando Dust-san se involucró.

Je, eso no estaba tan mal. Ella es bastante buena para pensar sobre la marcha.

— ¡Qué pervertido! ¡Aprovechando tu debilidad para hacer algo así, no hay forma de que pueda perdonarlo!

— ¡Qué malcriado! ¡Incluso yo no he logrado hacer ese tipo de juego!

— Forzar a una chica a hacer una cosa así… Incluso si él es un niño, eso está fuera de lugar.

Mis compañeros miraron en dirección al príncipe Levi después de escuchar esa historia.

… Tengo la sensación de que podría haberlo exagerado un poco, pero estoy realmente contento de que mis compañeros sean tan fáciles de engañar.

Regresamos a nuestros lugares originales, aunque esta vez, mis compañeros le estaban dando

al Príncipe Levi una mirada de muerte.

— Hey, ¿por qué esos tres me miran de esa manera?

— Parece que lo que comieron esta mañana no les cayó bien. Tienen dolores de estómago.

—…Ah bien. Empecemos el juego, ¿vale?

— Estoy bien con eso. Sin embargo, sólo para confirmar una última vez. Si gano este juego, liberarás a Lolisa. Si ganas, Lolisa se convierte en tu esclava sexual. Estás bien con eso, ¿verdad?

— Espera, ¿qué acabas de decir?

— ¡Por supuesto que no! x3

La voz sorprendida de Levi fue ahogada por el coro que sonaba enojado que mis compañeros

levantaron.

Mis tres compañeros corrieron hacia mí.

— Dejen de interferir. Ustedes tres, quédese tranquilos y déjenmelo a mí.

— ¡De ninguna manera! x3

Están en perfecta sincronía solo en tiempos como este.

— ¿No eres realmente débil cuando se trata de apostar? ¡Nunca te he visto ganar! Realmente no me importa lo que te pase, ¡pero es Lolisa la que se lo juega todo!

Los otros dos asintieron de acuerdo con las palabras de Lynn.

— Soy un hombre que cumple cuando todo está juego. Solo déjenlo en mis manos, nos guiaré a un lugar seguro.

— ¿Cuándo nos has guiado a la seguridad?

— De hecho, ¡nada bueno viene cuando estás al mando!

— Si alguna vez estoy en un bote donde tú eres el capitán, ¡probablemente estaría más seguro saltando y nadando!

Traté de persuadir a mis compañeros que plantearon todo tipo de objeciones, pero no parecían estar dispuestos a escuchar en absoluto. A este ritmo, ni siquiera podremos comenzar el juego.

— Parece que los términos de este juego se han alterado un poco, pero no importa. De todos modos, no parece que tus compañeros confíen mucho en tus habilidades… Dime, ¿qué pasa con esto? Tú y tus compañeros pueden enfrentarme uno a la vez. Si alguno de ellos gana, liberaré a la chica. También pagaré una pequeña tarifa de compensación por todos los problemas al que gane.

Tal vez está cansado de vernos pelear, pero Levi propuso un trato realmente ridículo.

— Hey, hey, ¿en serio? Somos cuatro, ¿sabes? Necesitas ganar cuatro juegos seguidos, ¿sabes?

— Por supuesto. No tengo intenciones de perder en ningún juego. No importa qué trucos usen, ¡les ganare a todos!

Levi declaró con orgullo.

Las personas que actúan con tanta confianza generalmente tienen alguna debilidad que explotar, pero él no da esa impresión. Es solo un niño, pero puedo sentir una fuerte determinación en sus ojos. ¿Fue solo mi imaginación?

Justo cuando estaba pensando eso, Loli Súcubo se acercó a mí y me susurró al oído.

— Escuché sobre esto en el casino, pero aparentemente, el Príncipe Levi perdió consecutivamente a Kazuma-san. Desde entonces, él aparece con frecuencia en los casinos para jugar, y nunca ha perdido desde entonces.

Ya veo. Así que por eso es tan confiado.

Después de perder ante Kazuma, ha repensado su enfoque y ha refinado sus habilidades para

apostar, ¿eh?

— ¿Entonces qué vas a hacer? Realmente no me importa lo que ofrezcan tus compañeros como una apuesta… La espada que estás ofreciendo es así de valiosa.

Lo último fue dicho en un susurro lo suficientemente fuerte como para que me diera cuenta.

Y aquí pensé que nos estaba ofreciendo un trato tan ventajoso. Así que eso es lo que está buscando.

Mis compañeros, un poco desconfiados sobre este trato que parece demasiado bueno para ser verdad, se reunieron para discutir entre ellos.

— Ofrecí este acuerdo como una concesión, ¿así que realmente hay una necesidad de reflexionar tanto sobre esto? … Dios mío, he oído que los aventureros son un grupo intrépido, pero pensar que serían tan cobardes como para dudar en una aventura de tan bajo riesgo.

El príncipe Levi se cruzó de brazos y dijo con aire de suficiencia.

Es bastante bueno con sus burlas.

— Heh, incluso si es un noble, si está dispuesto a ir tan lejos, no hay manera de que pueda retirarme ahora.

— Normalmente no juego, pero creo que haré una excepción por hoy.

— No soy como Dust, mi tasa de victoria no es tan mala. Te haré llorar.

Mis compañeros no son personas que retrocedan después de ser burladas de esa manera.

Bueno, siempre que aumente mis posibilidades de victoria, aceptare con mucho agrado.

***

— Hey.

Levanté mi voz airadamente.

Sentado frente a mí están Keith y Taylor, vestidos con nada más que un conjunto de ropa interior.

Está bien entusiasmarse con eso, pero dos terminaron así casi instantáneamente perdiendo

todo lo que llevaban puesto.

— ¿No estaban diciendo algo como ‘Hmph, no hay necesidad de que Dust muestre su mano aquí’ y ‘Todo esto acabará en mis manos’ ahora mismo? ¿Por qué no tienen nada más que su ropa interior?

— P-Pensar que no pude ni ganar una sola ronda…

— Casi nunca juego, así que no soy muy bueno en eso…

Los dos perdieron por completo sin siquiera parecer girar las tornas ni una sola vez.

Es en parte porque son débiles, pero se debe principalmente a que la habilidad del Príncipe Levi como jugador es de primera categoría.

… No, no es solo habilidad.

Fue la victoria completa de Levi. Siempre sacaba la mejor mano cuando jugaba a las cartas,

y en la ruleta logro la improbable hazaña de acertar el cien por ciento de las veces.

Esto no está en el nivel de la buena suerte. Este chico definitivamente está haciendo trampa. Está trabajando con el crupier, y además de eso, definitivamente hay algo con la baraja de cartas.

Probablemente haya algún tipo de marca o diseño débil en el reverso de las tarjetas que le

permitió decir cuál es el valor sin voltearlo.

Compré algunos artículos similares para vencer a Kazuma, así que estoy muy familiarizado con ellos.

Es imposible ver exactamente qué método está usando. Las cartas ya han sido retiradas.

Aun así, si mis predicciones son correctas, el Príncipe Levi podrá ganar tantas veces como quiera.

… Para jugar sucio conmigo, tienes algunas agallas, ¿no?

— Ustedes sólo se siéntense y reflexionen. Déjenme el resto a mí.

— Dust… x2

Los dos me miraron boquiabiertos. Parece que fueron sorprendidos por mis palabras

inusualmente confiables.

— ¡No hay una persona en este mundo menos confiable que tú! Eres el peor en apostar fuera de todos nosotros.

— ¡Si tengo que confiar en ti, prefiero unirme al Culto de Axis y rezarle a su Diosa para que me ayude!

— A ustedes dos seguro les encanta hablar. ¡Tal vez debieron poner toda esa energía en ganar algunos de sus juegos!

— ¿¡Qué dijiste!?

Tomé una postura cautelosa cuando Keith comenzó a atacarme. Taylor también está acercándoseme lentamente.

— ¡Oigan, no me ignoren! ¡El juego aún no ha terminado!

Levi nos gritó cuando los tres desviamos nuestras atenciones del juego para pelearnos entre nosotros.

Oh, sí, todavía me queda un enfrentamiento, y Lynn se encuentra actualmente en el medio de él.

Dejé de pelearme con Keith y me volví hacia la mesa, pero no veo a Lynn ni a Loli Súcubo.

— Hey, ¿qué pasó con esas dos?

— Perdieron instantáneamente, por lo que ahora están en el vestidor.

— ¿Vestidor? Hey, espera, ¿qué apostaron?

Tengo un mal presentimiento sobre esto. Levi no contestó, en lugar de eso, simplemente

miró hacia abajo y se inquietó.

Keith y Taylor lo perdieron todo menos su ropa interior, así que…

— Ellas no apostaron desnudarse y servirte, ¿¡verdad!? ¡Realmente eres un pervertido!

— ¿¡En serio!? Hey, Dust, Taylor, no les importará que las aprecie con detalle, ¿verdad?

— Deja de decir estupideces.

Taylor golpeó a Keith en la cabeza cuando dijo algo así con una cara seria.

Parece que duele un poco, si, la forma en que está rodando por el suelo es un indicio.

Eso estuvo cerca. Hubo un momento donde el mismo pensamiento pasó por mi cabeza.

— ¡No digas cosas estúpidas! Sigo pensando que es demasiado pronto para estar haciendo esas cosas… Además, ellas fueron quienes…

Él es sorprendentemente inocente, este niño.

— E-Espera, ¿estás bromeando verdad?

— Está bien, las partes importantes están adecuadamente cubiertas.

— ¡Esto ya es demasiado! ¿Cómo estás de acuerdo con esto, Lolisa?

— Estoy acostumbrada a esto.

Desde el otro lado de la puerta, se escuchaba la voz de pánico de Lynn y la voz extrañamente tranquila de Loli Súcubo.

La puerta pronto se abrió, y Loli Súcubo salió llena de confianza, seguida por una Lynn que

está tratando desesperadamente de esconder su cuerpo detrás de Loli Súcubo.

Las dos llevaban ropa que apenas podía llamarse así, apenas cubriendo sus partes importantes.

— ¡Uwooooah!

Keith y el séquito del príncipe Levi lanzaron una exclamación de entusiasta alegría.

El príncipe Levi y Taylor se dieron la vuelta de inmediato e hicieron todo lo posible por no mirar. Keith y yo, por supuesto, aprovechamos esta oportunidad para mirar todo lo que queríamos.

— Sabes, realmente no hay nada nuevo en ver a Lolisa con un traje así.

— Estamos vestidas con trajes tan vergonzosos, así que al menos trata de ser feliz.

Ella finge ser tímida, pero no hay mucha diferencia entre su ropa y las que usa en la tienda,

así que no hizo mucho por mí.

— Lynn, deberías aprender un poco de Lolisa y salir.

— ¡D-De ninguna manera! ¡Prefiero morir!

La cara de Lynn estaba completamente roja cuando salió de detrás de Loli Súcubo.

Es agradable ver a las mujeres que se pavonean con confianza, pero supongo que esto

tampoco es tan malo.

— Estoy un poco avergonzada. Es diferente de mi atuendo habitual.

Podría decir eso, pero parece realmente feliz de poder quitarse el atuendo de sacerdote.

— Esas son tres victorias. El único que queda eres tú.

— Me he cansado de esperar. Es hora del evento principal.

Me levanté del asiento y Lynn y Loli Súcubo se movieron para colocarse detrás de mí.

¿Lynn planea usarme para cubrirse aún más?

Me moví para mirar detrás de mí, pero un par de brazos me agarraron por la cabeza y me obligaron a mirar hacia adelante.

— ¡Gwah, mi cuello! ¡Duele! ¿Cuál es el problema? No es como si fuese el fin del mundo o algo así.

— ¡De ninguna manera! ¡La próxima vez que te des la vuelta, te arrancaré los ojos!

— Eso asusta. Incluso si es para encubrir tu vergüenza, hay mejores maneras de hacerlo… Aun así, ¿cómo terminaste usando eso?

— Umm, verás, Lynn-san dijo: ‘¡Por qué no haces que el perdedor use un atuendo vergonzoso!’ en un pique, y le seguí el juego…

— Lynn, tu…

— ¡No pude evitarlo! Lolisa sufrió muchas cosas por su culpa, ¡así que es justo hacerlo pasar por una experiencia similar!

En serio, siempre me está regañando para que no actué de forma precipitada, pero cuando

termina en una situación así de inmediato se olvidó de sus palabras.

Después de perder ante un niño y usar un atuendo tan embarazoso, se siente como si Lynn se fuese a desmayar por vergüenza en cualquier momento.

Realmente no me importa mirar a Lynn vestida así, pero pensar en las otras personas que

también la están observando me enoja de alguna manera. Debería terminar con esto rápidamente para que ella pueda cambiarse.

Me quité la chaqueta y se la ofrecí a Lynn, antes de girarme hacia el Príncipe Levi.

— Lo siento por hacerte esperar. Vamos a empezar el verdadero enfrentamiento.

— No es muy divertido jugar contra ellos cuando gano tan rápido. Espero que me puedas entretenerme.

El príncipe Levi está en las nubes después de ganar tres veces seguidas. Bueno, es natural

ganar cuando estás haciendo trampa.

A diferencia de mis juegos habituales, no hay forma de perder este encuentro.

— Si solo Vanir-sama estuviera aquí, podría usar su visión del futuro para asegurar una victoria…

Pienso igual que Loli Súcubo.

Si conseguía que Sir Vanir adivinara un camino hacia la victoria para mí, incluso si mi suerte

es mala, todavía podría sacar la carta ganadora.

— Aun así, he escuchado que los poderes de previsión de Sir no llevarán a ningún fin bueno si se usan para satisfacer sus propios deseos. Me dijo cuándo le sugerí que estaría mejor usando sus poderes para ganar juegos de suerte y azar.

Pensé que él podría ganar cada vez al poder ver el futuro, pero parece que el mundo no es tan fácil de engañar.

Aun así, si tuviera acceso a los poderes de Sir Vanir en esta situación… Espera un momento.

— Ahora que lo pienso, Sir me dijo algo cuando estaba adivinando mi fortuna hace una semana. Tengo la sensación de que es importante…

— ¿Aún no te has decidido?

El príncipe Levi dijo con una voz molesta.

He pasado bastante tiempo charlando con Loli Súcubo.

—… Hey, ¿por qué no resolvemos esto con un juego de cartas?

— Dime más detalles.

— Mantengamos las reglas agradables y simples. Pondremos las cartas numeradas del uno al trece sobre la mesa, y cada uno de nosotros tomara una carta. El que tome la carta de mayor valor gana. Sin embargo, el as vencerá al rey. ¿Qué piensas? Incluso un idiota puede entender estas reglas, ¿verdad?

Agarré la baraja de cartas a mi lado, las barajé y coloqué trece cartas sobre la mesa.

Después de escuchar mi explicación, el príncipe Levi se cruzó de brazos y miró intensamente las cartas.

— ¿Cuántas rondas jugaremos?

— Vamos a hacerlo como los hombres. Tendremos una ronda que lo decidirá todo.

— Muy bien. Todo lo que tengo que hacer es tomar una sola carta, ¿sí?

Parecía estarlo reflexionando seriamente, pero instantáneamente tomo una sin dudarlo.

Eso significa que es mi turno.

Miré a Loli Súcubo de pie detrás de mí.

Tenía los ojos cerrados, las manos juntas y parecía estar rezando fervientemente. Tengo un

poco de curiosidad en cuanto a qué exactamente reza un demonio.

Si realmente me ayudara a ganar, probablemente rezaría a la diosa Aqua-sama a la que la gente del Culto de Axis están tan dedicados, pero probablemente no funcionaría. En primer lugar, rezar a la diosa de la suerte, Eris, sería más apropiado.

— De hecho, la conocí en persona, así que quizás podría funcionar… No, olvídalo.

Tengo una falta de suerte casi fatal.

Por lo tanto, es frustrante, pero no tengo esperanzas cuando se trata de apostar.

Es demasiado tarde para que acuda a los dioses en busca de ayuda, así que por eso…

— ¡Elijo esta carta!

¡La única manera de lograr la victoria es a través de la habilidad!

— Voy a revelar mi carta primero. ¿Supongo que estás bien con eso?

— Lo estoy. Te dejaré hacer el primer movimiento.

El número en la carta que el príncipe Levi volteo es: un rey.

Al ver la carta en su mano, el príncipe Levi mostró una sonrisa arrogante, completamente

segura de su victoria.

Ahora sé que ha estado haciendo trampa.

— H-Hey, Dust, ¿no es esto malo?

— No te asustes, Keith. Aprende de Taylor y siéntate tranquilo.

Taylor estaba sentado con las piernas cruzadas en el suelo, observando en silencio los

eventos sin pronunciar una sola palabra.

— P-Pero, la carta que tomo es la carta más fuerte, ¡un rey! ¡La única manera de vencerlo es si sacas un as de estas doce cartas! ¿Sabes qué es la probabilidad? ¡Es una posibilidad entre doce, ya sabes!

— ¡Y tú nunca tienes suerte! ¿Realmente crees que puedes ganar?

Keith y Lynn me apretaron por ambos lados y comenzaron a cuestionarme.

En cuanto a los otros dos, Taylor estaba orando en silencio, mientras que Loli Súcubo

miraba hacia el techo con los ojos fuertemente cerrados.

Estos chicos… No tienen ni la más mínima confianza en mí.

Ignoré el ruido que hacían mis compañeros, crucé los brazos, miré la mesa y me imaginé lo que iba a pasar a continuación.

Conseguir una victoria sorpresa en tal situación. Solo alguien que puede lograr eso puede ser considerado un verdadero jugador.

Después de respirar profundamente para calmar mis nervios, levanté la cabeza y me encontré

con los ojos del mocoso frente a mí. Tenía una sonrisa confiada en su cara.

Sera divertido ver esa cara rompiéndose en llanto.

— ¿Qué pasa? ¿Te estás arrepintiendo? Si se postrara ante mí y aceptas mi solicitud, no me importaría reconsiderar nuestros términos.

— Vamos, como si pudiera hacer algo tan patético…

— ¡Hey, apúrate y postrándote! ¡Pon tu frente hasta el suelo! Es un precio barato para pagar por Lolisa, ¿verdad?

— Lo siento mucho por los problemas que nuestro idiota te ha causado. ¡Date prisa y lame las botas del joven maestro!

— ¡Ustedes idiotas, no se interpongan en mi camino!

Lynn y Keith me agarraron por la parte de atrás de la cabeza y trataron de empujarme con

fuerza hacia abajo.

Después de lograr sacudírmelos, uno de los guardaespaldas del príncipe agarró a Keith por obstruir el juego y lo arrastró hasta donde está Taylor.

— ¿¡Hey, qué estás haciendo!? Déjame ir… No, quiero decir, soy un pacifista.

Keith pensó en luchar por un momento, pero una mirada al tamaño del puño del guardaespaldas pareció ser suficiente para disuadirlo de hacerlo, y rápidamente se quedó en silencio.

— Él tiene la carta más fuerte, ¿no es así? ¡Eso significa que no hay posibilidad de ganar! ¡Nuestra derrota está casi asegurada!

Y la persona en juego, Loli Súcubo, me agarró del cuello y comenzó a sacudirme con los

ojos llorosos.

— ¿¡Estas tratando de matarme!? ¡Nuestra derrota aún no está escrita en piedra!

— ¡Pero, pero, él tiene un rey! ¡No hay forma de que puedas vencerlo!

— ¿No escuchaste las reglas? Un rey puede ser la carta más fuerte, ¡pero hay una carta que puede vencerla!

Su expresión de llanto fue reemplazada por una expresión aturdida al escuchar mis palabras.

— ¡Por supuesto que lo sé! El único que puede vencerlo es la carta más débil, un as… ¡Ah, la más débil!

Al parecer recordó la fortuna que Sir me dio antes de que nos fuéramos, los ojos de Loli Súcubo se abrieron como nunca he visto.

— No soy bendecido por la diosa de la fortuna, pero en lugar de eso, ¡tengo el respaldo de un gran demonio!

La carta que mostré con confianza es: la tarjeta más débil, un as.

— ¿Q-Qué!? ¿¡Cómo pudiste sacar un as!?

El príncipe Levi, que tanto confiaba en su victoria, se puso de pie de un salto y su rey cayó

de su alcance.

Sabía que saldría victorioso desde el momento en que consiguió un Rey. Después de todo, el

resultado de este enfrentamiento ya se ha decidido.

Las fortunas de Sir Vanir nunca se equivocan.

— ¡De hecho, parece que estás bendecido con el destino de tomar la carta más débil posible durante tu juego más importante!

En el momento en que recordé esas palabras, se me ocurrió una manera de asegurar una victoria en este encuentro.

Después de todo, estoy destinado a tomar la carta más débil de este juego. Y, aprendí de los

juegos anteriores que el Príncipe Levi siempre tomaría la mano más fuerte posible y derrotaría instantáneamente a su oponente.

Con eso en mente, todo lo que tenía que hacer era incluir una regla donde la carta más débil

pudiese derrotar a la más fuerte.

Gracias por la ayuda, Sir Vanir!

— ¡Oh, sí!

Tiré mi puño al aire y miré hacia atrás… y mis compañeros saltaban alegremente hacia mí.

— ¡Realmente lo lograste!

— Te veías realmente genial al final, ¿sabes?

— ¡Lo hiciste! ¡Lo hiciste, Dust!

— ¡Kyaa! ¡Eso fue increíble! ¡Eres increíble, Dust-san!

Una súper alegre Loli Súcubo envolvió sus brazos alrededor de mi cuello.

No llevaba casi nada, por lo que incluso su lamentable cuerpo se sentía realmente suave

cuando me abrazaba con tanta fuerza.

— Si solo hubiera un poco más de carne allí…

— ¿Dijiste algo?

— No, nada de nada.

Su sonrisa me asusta un poco, así que creo que simplemente la ser.

— Perdí de nuevo. Use todos los trucos sucios que tenía, y aún perdí ante los amigos de Kazuma-dono… Tal vez termine prohibiendo los juegos de azar en este país.

Habiendo perdido cada trocito de su confianza, el Príncipe Levi se derrumbó contra la mesa, completamente inmóvil mientras murmuraba algo para sí mismo.

— Esto me hace sentir como si estuviera molestando a un niño. Bueno, ya sabes, el juego es una cuestión de suerte. No deberías estar tan deprimido por eso.

Ver al Príncipe Levi en tal estado era demasiado lamentable, así que no pude evitar ofrecer

algunas palabras de aliento. Ahora que lo pienso, Kazuma lo derrotó por completo, ¿no?

Sintiendo pena por él, coloqué mi mano sobre un hombro de Loli Súcubo y la alejé de mis compañeros.

— Hey, ve a animarlo. Te enseñaré una frase mágica que revitalizará instantáneamente a cualquier hombre que la escuche.

Cuando susurré esas palabras al oído de Loli Súcubo, la actitud de admiración que tenía

hacia mí desapareció por completo. Ella me dio una mirada exasperada.

— Soy una súcubo, así que es un juego de niños para mí, pero, bueno, te mostrare lo que puedo hacer.

Después de mostrarme una sonrisa confiada, se acercó al Príncipe Levi.

— Joven maestro, joven maestro.

— ¿Qué deseas? Ya eres libre de ir a donde quieras. Tenía la intención de liberarte, sin importar si ganaba o perdía, pero pensar que terminó así… Tal vez solo sea un perdedor.

Hacia un indiferente Levi, Loli Súcubo adoptó una postura que enfatizaba sus pechos.

— ¿Estás bien? ¿Por favor, alégrate? ¿Te gustaría tocar mis pechos?

¡Los senos son el remedio perfecto para la depresión! Tal técnica sería especialmente efectiva contra un mocoso que está en medio de la pubertad.

—… Pero no hay nada que tocar, ¿verdad?

— ¿¡Gurk!?

— ¡H-Hey, no deberías decir eso!

Al escuchar palabras tan crueles, las lágrimas volvieron a los ojos de Loli Súcubo, y me apresuré a contenerla antes de que pudiera golpearlo.

— ¡Detente! ¡Si lo golpeas, las cosas se complicarán de nuevo!

— ¡Incluso un niño se burla de mí! ¡Waaaaaaah!

Con una Loli Súcubo llorando y forcejeando, salimos del edificio.