Risou No Himo Seikatsu (NL)

Volumen 2

Capítulo 2: El Emisario del Twin Kingdom

Parte 3

Isabelle asintió, aparentemente convencida por la explicación de Aura.

Las cosas no esenciales sin un valor para los militares, como las joyas, no tenían valor ajustado. Mucho menos un elemento como una canica de cristal, que era desconocida para el mundo hasta ahora.

Aunque Aura y Zenjirou pueden considerarlos como ‘valioso’ de un lado subjetivo, el valor real sólo podía ser medido a través de una evaluación general del público.

Como tal, no era tan extraño que a Aura se le ocurriera la idea de difundir una o dos al público para establecer su valor. Del mismo modo, no era una mala elección pedirle a la princesa Isabelle su opinión al respecto.

Sin embargo, la princesa Isabelle dijo algo con una expresión seria que hizo Aura dudara de sus oídos.

“Hmm, suponiendo que yo sería capaz de comprar esta joya … Me gustaría ofrecer treinta monedas de oro para él”.

Treinta monedas de oro.

Aura estaba en una pérdida para las palabras de la cantidad inesperada, pero de alguna manera no lo mostró en su cara y respondió en breve.

“…¿Es enserio?”.

“… ..”.

“… ..”.

Después de un breve silencio, la princesa Isabelle se encogió de hombros con resignación y respondió.

“…Muy bien. Cincuenta monedas de oro entonces. No creo que alguien pueda ofrecer más que esto”.

Ella habló como si ella estuviese teniendo una discusión de negocios aquí, de repente, en lugar de una suma hipotética, propuso una adición de enteros de veinte monedas de oro.

Aura no ocultó su sorpresa esta vez.

Ella había comprobado con ella, preguntando ‘¿estás hablando en serio?’, Porque ella ya consideraba treinta monedas de oro ‘exorbitantes’, por lo que nunca se esperaba la oferta para aumentar aún más en su lugar.

Tal vez ella entendió mal las palabras de Aura como “¿usted desea seriamente para comprarlo a un precio tan barato?”.

Con esto en mente, Aura le dio princesa Isabelle una mirada de sondeo, pero la princesa Isabelle la miraba con una dulce sonrisa en su regordete pero agraciado rostro.

Aura fue convencida por ver esa sonrisa.

(No, no lo es. Me resulta difícil creer que la princesa Isabelle fuese a malinterpretar una duda implícita tan obvia. Ella la levantó deliberadamente, eh. Pero ¿por qué iba a poner un precio tan exorbitante en una sola joya?)

La suma de cincuenta monedas de oro era demasiado.

Para que sea más fácil de entender: Usted podría comprar al más barato de los dragones rapaces por tres monedas de oro y por diez monedas de oro darian a un magnifico Dragón rapaz entrenado en combate.

Por otra parte, la residencia de un noble de clase baja sin tenencia de la tierra propia se evalúa de cincuenta a cien monedas de oro. Por lo tanto, debería ser obvio lo extraordinario que el precio de cincuenta monedas de oro para una sola canica de mármol, por muy raro y exquisito que fuera.

Huelga decir que esa suma no era rara ya que las joyas y algunos bienes fueron incluso cambiando un dígito. Sin embargo, este mármol no valía la pena, en la opinión de Aura

Algo extraño.

Sintiendo eso, Aura tomó la otra bolsa y colocó unas piedras mas de ella en la bandeja de plata como para lograr más información.

“Bueno, entonces, ¿qué hay de estos? Me parecen bastante intrigante así”.

Rojo, azul y verde. Las canicas claras y transparentes en varios colores eran bastante llamativas, pero la reacción de la princesa Isabelle mantuvieron los pies en la tierra.

“Oh, son fantásticos. No sólo son los granos iguales, también hay un pequeño agujero en el centro. Que promete una utilización diversa e interesante”.

Ni sus palabras de alabanza, ni su mirada fascinada parecía ser fingida, pero no mostraron ninguna sorpresa, cuando vio de las perlas.

“Hermoso, ¿no cree? Y bastante intrigante. Usted podría hacer un collar si usted pasa un cable por el agujero. ¿Cuál dirías que es un precio apropiado para estos?”.

“Hmm, puede decirle su calidad en un vistazo, pero teniendo en cuenta el tamaño … Yo estimaría diez monedas de plata por el grano”.

La princesa Isabelle puso la mano en la barbilla y sugirió un precio, que no era tan diferente de las expectativas del Aura.

Por cierto, una monedas de oro valía cien monedas de plata, aunque por una pequeña variación en su edad o región.

Cincuenta monedas de oro para una canica. En las monedas de plata, que sería de cinco mil. Por otro lado, una perla valía diez monedas de plata.

En otras palabras, la princesa Isabelle había estimado que una canica vale quinientas veces el valor de una perla.

Esa diferencia fue cubierta por la garantía, sin duda debido a su variación en el peso, pero Aura considera el precio de una canica un tanto excesivo.

El valor anormal del mármol se destacó aún más como el precio de los granos tal como ella había esperado.

(Sin embargo, por ese precio, ¿esto quiere demostrar que ella ha puesto sus cartas sobre la mesa? … Voy a probarla un poco)

“Ah, ya veo. Fue de gran ayuda. Déjame concederle una sola piesa por los problemas. Elija la que guste”.

Diciendo esto, Aura cogió la bolsa con las canicas de una manera afectada y vertió el contenido en la bandeja de plata.

Una docena de mármoles rodaron sobre en la bandeja de plata.

“¡Oh mi!”.

La princesa Isabelle lanzó una observación de la sorpresa con una mano delante de su boca; por lo que Aura llevaba la cuenta mientras ella la observaba con una suave sonrisa.

“No hay necesidad de moderación ahora. Usted puede elegir la que guste después de que los examinen a fondo”.

Todo tipo de mármoles repartidos en la bandeja. A partir del tipo estándar con vidrios de colores en el interior de canicas con una superficie legañosos a los que tienen un patrón de mármol hermoso. Había incluso un globo de mármol entre ellos que tenía un sencillo mapa del mundo dibujado en él.

Como todas ellas se muestran en una sola bandeja, se veían bastante impresionante digno de ser llamado ‘joyas’.

“… ..”.

“… ..”.

La princesa Isabelle debió sentir que Aura estaba observando su comportamiento. Ella se encogió de hombros una vez, luego cogió una de mármol de la bandeja.

“Entonces tomare la amable oferta y tomare este”.

El mármol que había elegido era uno bastante transparente e incoloro y sin ningún patrón.

“En cuanto a los restantes …”.

“No digas más. Depende exclusivamente de mi marido, pero si él esta dispuesto a desprenderse de ellas, sin duda le hablere primero, princesa”.

“Muy apreciado.”

Las expectativas de Aura fueron aparentemente cumplidas por la princesa Isabelle, ella sonrió suavemente y bajo la cabeza.

Luego echó una mirada a la sombra de la luz del sol que brilla en la ventana, y dijo como si hubiera pensado de repente de la misma.

“¡Oh, ¿qué pasó con mis modales?. Su Alteza, como una especie de amortización de la gema, ¿puedo tener su permiso para visitar a su esposo enfermo?. Voy a ser capaz de dar una mano de ayuda”.

“Claro. Usted es bienvenida a hacerlo. Nadie en este continente se atrevería a rechazar una visita al lecho de enfermo de alguien del linaje de Jilbell. Tan pronto como se hacen los preparativos, os guiará hasta el palacio interior. Tome la habitación de al lado para descansar hasta entonces”.

“Muy bien”.

La princesa Isabelle concluyó la conversación con una sonrisa al final y se puso en pie con un movimiento gentil, haciendo una pequeña reverencia y salir de la habitación.

***

“… Y así, la princesa Isabelle estimó las grandes gemas redondas en cincuenta monedas de oro y los granos pequeños con el agujero de diez monedas de plata. Déjame oír tu opinión honesta”.

A cambio de la princesa Isabel, que había salido de la habitación de al lado, el secretario Fabio había entrado en la habitación. Aura le había rellenado con los detalles de la conversación anterior y ahora buscaba la opinión de su secretario privado.

“Cincuenta monedas de oro, ¿cierto?. Me da la sensación de que este precio es una exageración”.

El secretario lo dijo con las cejas levantadas; por lo que Aura le golpeó con una voz que no hizo ninguna pretensión de su disgusto.

“Fabio, cuida tu vocabulario. ¿O es een serio diciendo que cincuenta monedas de oro es sólo ‘un poco’ excesivo?”.

“…Mis disculpas. Permítame corregir. Es un precio que supera nuestras expectativas de lejos”.

Sin inmutarse por la expresión disgustada por su amo, el secretario Fabio se disculpó y reformuló con una breve reverencia.

Aura no tenía la intención de mimar una expresión tan trivial tampoco. Recuperó la compostura de inmediato y continuó la conversación mientras miraba hacia arriba la expresión de máscara de su secretaría mientras permanecía de pie delante del sofá.

“Es extraño, ¿no crees? Por no hablar del hecho de que ella mostró una sorpresa mucho mayor a las gemas que a los anillos “.

Los anillos de bodas de Aura y Zenjirou.

EL zócalo de oro meticulosamente procesado donde había joyas llamadas diamantes incrustados en el, fueron pulidos con una técnica desconocida para este mundo. La belleza de esta joya fue obvia hasta para quienes no conocían ni lo mas mínimo en la materia.

“Ciertamente. Sobre todo, me desconcierta que Su Alteza Isabelle haya tomado una actitud tan obvia”.

Diciendo esto, el secretario Fabio expresó su acuerdo con la opinión de su maestro.

En todo caso, la princesa Isabelle era conocida por tener una buena personalidad, pero sin embargo, había sobrevivido a la sociedad más alta como miembro de la familia real de una gran potencia durante más de cuarenta años.

La otra parte se aprovechara de ella si ella fuera a expresar sus deseos de manera obvia. Ella debería haber interiorizado.

A pesar de eso, ella se había atrevido a proponer la ridícula suma de cincuenta monedas de oro.

“No recuerdo que la princesa Isabelle tuviese una debilidad por las cosas nuevas, ni que ella tendiese a ser abierta. Entonces la suma de cincuenta monedas de oro debe ser un precio adecuado para ella”.

“Su Alteza Isabelle posiblemente podría estar anticipando una rivalidad. Si ella hace saber de alguien que pagaría una cantidad igual o aún mayor una vez que las gemas se diesen a conocer, su comportamiento enigmático tendría sentido”.

“En cualquier caso, ella no lo considera como meras joyas”.

El secretario delgado con cara pálida resueltamente afirmó la énfasis de Aura.

“Sí, eso es seguro. No me puedo imaginar nada concreto, pero yo diría que es seguro creer que ella percibió una especie de gran valor de utilidad en las joyas”.

“Mhm …”.

Aura cruzó los brazos sobre el sofá y recordó las reacciones de la princesa Isabelle.

Cuando Aura había dispersado todas las canicas en la bandeja, la princesa Isabelle tenía sus ojos sobre el mármol transparente e incoloro desde el principio. Podía ser de manera intencional o por coincidencia, podría haber algún tipo de valor en el color o la transparencia de los mármoles. Sin embargo, los cristales fácilmente podrían ser utilizados como reemplazo en ese caso.

“No puedo hacer sentido de ella. Sé muy poco como para hacer poco más que conjeturas. Parece que tendré que pedir al vejete su opinión más adelante”.

“Eso suena razonable. Espaldion-sama podría saber algo”.

El archimago real Espaldion era el mejor mago de Carpa Unido, pero al mismo tiempo, también es un hombre prudente, con un conocimiento múltiple. El mago de edad podría saber algo que proporcionaría algún tipo de indicación.

“Ciertamente. Dile que me gustaría pedir prestado su sabiduría, si es posible esta noche”.

“Como usted ordene”.

El secretario Fabio respondió con eso y cortésmente bajó la cabeza.

“De todos modos, cincuenta monedas de oro por una, ¿eh?. Si todos ellos tienen el mismo valor, mi marido va a ser capaz de ganar una fortuna de alrededor de dos mil quinientas monedas de oro solo de esto”.

Se puede construir una pequeña fortaleza con esa cantidad.

Era una gran cantidad de dinero, incluso para la realeza.

“Sí. Sería precaria para vender las joyas sin saber exactamente qué tipo de valor tienen. Su Alteza Isabelle vio algo en ellas, pero yo diría que está bien dejar que Zenjirou-sama haga lo que quiera con ellas”.

“Sí, me gustaría asegurar al Twin Kingdom como un socio de negocios. Después de todo, siempre se pagan con monedas de oro”.

“Sé que puede ser grosero por mi parte decir esto, pero me gustaría darle la bienvenida al intercambio a Zenjirou-sama sobre las monedas frías con nuestras grandes monedas de plata de las arcas del estado entonces”.

“Ahora estás siendo demasiado franco”.

Aura mostró inconscientemente una sonrisa irónica hacia las palabras de la secretaria de mediana edad.

En la actualidad, sólo dos países formaron la acuñación de monedas de oro en el continente austral. El Twin Reino de Sharrow y Jilbell obviamente estaba entre ellos , mientras que desafortunadamente la Carpa Unido no era el otro.

No había vetas de oro en el territorio de la Carpa Unido y que sólo podía encontrar pequeñas cantidades de oro de los ríos. La cantidad encontrada no fue suficiente para permitir una acuñación regular de monedas de oro cada año.

En cambio, llegaron las minas de plata en el Continente Sur, por lo que negocian con los países extranjeros por medio de ‘grandes monedas de plata’, que tenían una alta pureza y eran veinticinco veces mas valiosas que las normales. Pero aún así, el valor de sus grandes monedas de plata se acomodo en una cuarta parte del valor de la moneda de oro del Twin Kingdom.

Debido a eso, era todavía una asignatura pendiente que la moneda más valiosa utilizada en el interior del país no era la suya.

Así que lo menos que podían hacer era juntar las monedas de oro del Twin Kingdom en las arcas del Estado para casos de emergencia, pero la Carpa Unido habían hecho más que ganar una guerra larga. Las arcas parecían bastante desoladas.

En el peor de los casos, tendrían que considerar seriamente ‘la compra de monedas de oro’ del Twin Kingdom con monedas de plata. Incluso dos mil monedas de oro ya eran una suma bastante atractiva.

Sin embargo, las cosas no pueden proceder sin una consulta.

“Está bien, vamos a poner este asunto en suspenso hasta que hablé con el vejete esta noche. No puedo permitirme hacer esperar princesa Isabelle. Le voy a mostrar el palacio interior. ¿Tomo los preparativos para que todo se lleve a cabo?”.

“Sí, tu mandas”.

Aura asintió con ‘bueno’ en la respuesta inmediata del secretario Fabio, a continuación, se levantó del sofá

La princesa Isabelle es un invitado privilegiado y su visita con Zenjirou en su lecho de enfermo fue considerada oficialmente como un ‘acto de buena voluntad’. Sería demasiado grosero el hacerla esperar por mucho tiempo.

“Entonces no perdamos el tiempo”.

Aura llamó a la puerta de la habitación de al lado, para guiar a la princesa Isabelle al palacio interior.