Shijou Saikyou No Daimaou Murabito A Ni Tensei Suru (NL)

Volumen 8

Capítulo 100: El Ex-Señor Demonio Y Su Viaje Al Inframundo II

En el momento en que llegamos a la siguiente área, rápidamente revisé nuestro entorno. El lugar parecía ser un campo de batalla después de una pelea. A mis pies había innumerables cadáveres que yacían sobre un océano de sangre. En medio de este lugar…

“Incluso perdimos… Lady Olivia…” Ginny tembló, su rostro pálido. Habíamos comenzado con un grupo de seis. Ahora, nos quedamos los tres.

Lizer, Sylphy y Olivia. Ginny estaba claramente conmocionada después de perderlos, pero no fue porque temiera por su propia seguridad. No, Ginny estaba preocupada por la vida de esos camaradas que se habían quedado atrás, y había comenzado a infundirme una leve desconfianza. Si bien no lo diría en voz alta, me di cuenta por su mirada que quería preguntar por qué elegí abandonar a Sylphy. Si no hubiera tomado esa decisión, es posible que no hubiéramos podido evitar perder a Lizer, pero tal vez podríamos haber mantenido a los otros dos a salvo.

“Los tres no han sido víctimas de nada. Nuestra separación es temporal. Una vez que nos hayamos ocupado de este asunto, nos reuniremos de manera segura”.

Ginny no respondió. Ella simplemente continuó mirándome en silencio.

Sin duda, un conflicto rugía dentro de ella. Vacilaba entre el sentimiento de querer poner su fe en mí y el pensamiento de que no podía confiar en mis palabras sin pruebas sólidas.

Aunque Ginny siempre había contado conmigo y me había apoyado, entendí por qué dudaba de mi elección. Además, el miasma del inframundo la estaba afectando. Era natural que ella fuera escéptica.

Por otro lado, Verda parecía tener la misma opinión que yo. “También creo que no hay necesidad de preocuparse por los demás. Después de todo, no creo que Al esté buscando venganza o victoria. Verda miró los innumerables cuerpos y charcos de sangre en el suelo antes de volver la vista al cielo gris. “Esto es parte del inframundo y es una manifestación de la mentalidad de Al. Siento mucha obsesión por el pasado y tristeza… y un deseo extremo de muerte. Si bien Al no está tratando de perder intencionalmente, no tiene intención de ganar”. Ella tenía razón. Sentí lo mismo en el momento en que llegamos aquí. La visión de los falsos Lucius y Garp solo había reforzado esa idea. “No sé cómo era al principio. Por lo menos, sin embargo, no creo que Al albergue ninguna maldad hacia nosotros ahora.

“Sí. Si hubiera algo de odio dentro de él, incluso si estuviera tratando de que lo destruyéramos, se aseguraría de encontrar una manera de eliminar nuestras propias perspectivas de felicidad futura y disfrutaría de eso… Pero su corazón ya no tiene esos. emociones Está así de desgastado y agotado”.

Ginny seguía dudando de mis comentarios y los de Verda.

“¿Cómo puedes estar tan seguro?”

“Bueno—” Si ella hubiera preguntado eso en el pasado, probablemente habría tratado de desviar la pregunta. En realidad, probablemente me habría comportado de una manera que asegurara que ella no tuviera dudas de este tipo. Sin embargo, ya no había necesidad de hacer eso. Ginny no me temería ahora, independientemente de lo que supiera de mi identidad. No había nada que pudiera dañar nuestra amistad, por eso—

“Señorita Ginny. Lo he mantenido en secreto hasta ahora, pero, yo soy…”

—Iba a corregir la mentira que había dicho en el pasado.

“Ard, ¿eres el Señor Demonio?”

Lo había negado cuando Ginny me lo había preguntado en el pasado porque me preocupaba que me tuviera miedo. Sin embargo, el incidente en el Megatholium me había hecho cambiar de opinión.

La verdadera amistad no era tan frágil como para que el miedo la destrozara. Así que no tenía intención de engañar a mis amigos por más tiempo. Revelaría mi identidad, explicaría en detalle mi relación con Alvarto, haría que Ginny entendiera y eliminaría cualquier incertidumbre que atormentara su corazón.

“Si bien soy Ard Meteor, también soy…” No dudé en lo más mínimo, y estaba a punto de confesar la verdad, cuando…

“Oigan, ustedes dos, parece que ahora no es el momento para conversar”.

La voz de Verda estaba inusualmente tensa.

…el mar de sangre a nuestros pies comenzó a hincharse, empujando a un lado los muchos cuerpos. Lentamente, el líquido rojo comenzó a girar y a tomar la forma de una persona.

Carmesí. Eso fue todo lo que vi en ese momento. Cabello hasta la cadera, ojos espeluznantes, labios carnosos, un atuendo que parecía un uniforme militar, el aura que emanaba de su cuerpo, todos ellos eran carmesí. Sentí una punzada sentimental al verla, y algo parecido a la tristeza se agitó en mí cuando pronuncié su nombre.

“…Luminas wol Croft.”

Un Dios Maligno… no, un Dios Exterior que había matado con mi propia

mano. Se veía tal como lo había hecho en vida, pero…

“Alvarto. Alvarto. Alvarto. Alvarto.”

… ella era igual que los demás. Este Luminas era un facsímil de lo real, una creación artificial que se había construido a partir del más mínimo eco de su información que se quedó en el inframundo.

“…Incluso si se ve exactamente como el artículo genuino, todavía no es real. A pesar de que sabe que no le devolverá la vida… Supongo que no tuvo más remedio que intentarlo”.

Sí. Tú y yo estamos desesperados.

¿Cómo reaccionarían las mujeres que amamos si estuvieran aquí ahora mismo? ¿Si Luminas y… Lydia estuvieran aquí? ¿Se encogerían de hombros exasperados? ¿O llorarían de pena? De todos modos, ambos éramos tontos que no podían dejar de lado nuestra debilidad, nuestra desesperación.

“… Ard. Ahora no es el momento de detenerse en el sentimiento”.

“…Sí, eso es verdad.”

Si bien parecía simplemente estar inmóvil, Verda ya había completado sus preparativos para la batalla. Ginny, que estaba junto a ella, preparó su lanza carmesí y miró a nuestro oponente.

Necesitaba cambiar mi mentalidad. Falso o no, nos enfrentábamos a un Exterior. Estaba en un nivel completamente diferente al de Lucius y Garp.

“Primero, tenemos que averiguar cuánto de su poder ha podido recrear”.

“Sí. Centrémonos en la defensa al principio. Señorita Ginny, ¿no tiene objeciones?”

“¡Seguiré tu ejemplo…!”

Parecía que cualquiera de las dudas que había albergado antes había sido eliminada. Necesitaba concentrar todos sus pensamientos en pelear. Ginny había detectado intuitivamente que Luminas era un enemigo que exigía tanto.

Como para probar que nuestro juicio era correcto, el monstruo carmesí hizo su movimiento. “Alvarto. Alvarto.” Luminas continuó repitiendo las mismas palabras mientras abría los brazos.

“¡Ah! ¡Señorita Ginny! ¡Salta a un lado!”

Ginny respondió a mi grito y por reflejo saltó hacia un lado. Tan pronto como lo hizo, un rayo carmesí cayó sobre el lugar donde había estado.

“… Como era de esperar, ha recreado lo básico”.

“Sí. Al menos en ese aspecto, está a un nivel comparable al original”.

Los poderes de Luminas eran relativamente simples. En esencia, ella pudo comandar un rayo carmesí. Era difícil predecir cuándo se manifestaría, lo que lo hacía extremadamente difícil de evitar, y un golpe directo vaporizó al objetivo, con el alma y todo. La velocidad y la potencia eran extraordinarias. Sin embargo…

…cuando se ve desde los estándares del mundo antiguo, la habilidad de Luminas era débil. Ella y sus fuerzas habían construido una reputación como un ejército poderoso e incomparable basado en el abrumador talento para la batalla que poseía la propia Luminas.

Pudo leer perfectamente los movimientos del enemigo, siempre encontrar el curso de acción correcto y ejecutarlo en un instante. Sus tácticas eran variadas y numerosas, y las cambiaría de parecer finamente calculadas en un momento a ser completamente incomprensibles al siguiente. Yo también estuve una vez atrapado en la red que ella tejió con sus tácticas y como resultado luché varias veces.

“Sin embargo, eso no es algo que él pueda recrear”.

“Estoy de acuerdo, pero… lo que da tanto miedo de Luminas es que incluso una copia falsa de ella te hace creer que podría lograr lo imposible”.

No podía negar eso, por eso me limité a moverme con cautela. Me concentré en tratar de leer los pensamientos del enemigo mientras defendía.

“Ella no está ni cerca de la realidad”.

Debido a que este Luminas era una copia, no tenía la capacidad de pensar.

Todo lo que hizo fue disparar rayos a ciegas. El relámpago carmesí era de primer nivel en términos de poder y velocidad, y no podía ser anulado, ni siquiera con mi poder especial. Sin embargo, podría manejarse fácilmente con magia defensiva a toda potencia. Por lo tanto, tuvimos una ventaja abrumadora en esta batalla de principio a fin.

“Al…varto…A-Al…varto…Alvar…to…”

Luminas había sufrido muchos daños. El uniforme que vestía estaba rasgado en múltiples lugares, y la piel que sobresalía de las lágrimas estaba teñida de rojo por su sangre.

Sin su inteligencia, era demasiado fácil de derrotar. Como alguien que conoció a Luminas en su apogeo, sentí una punzada en el corazón. Sin embargo, al mismo tiempo… su perseverancia evocó un saludable respeto por mi parte.

“Al…varto…Alvar…a…Al…Alvarto.”

Su mirada permaneció fija en mi dirección. Luminas solo me miraba a mí. Sin embargo, la criatura era solo un autómata, por lo que tenía que ser una coincidencia. Aun así, no pude evitar sentirme culpable.

“Vas a romper la promesa que hicimos, ¿verdad?”

Parecía que eso era lo que me estaba diciendo. Su mirada parecía acusatoria.

“…Perdóname, Luminas. No hay otra manera.”

Aunque estaba en conflicto, traté de dar el golpe final para terminar la pelea. Lo menos que podía hacer era usar magia a toda potencia para asegurarme de que no sintiera ningún dolor. Me dolió el corazón cuando apunté a Luminas—

“Al…var…ra…va…Al…va…ra…”

—la fracción de segundo antes de que fuera a desatar mi hechizo de ataque. El aura. La peligrosa presencia que emanaba de todo su cuerpo. Se hinchó en poder.

“Va…Var…Va…”

No. Eso es imposible.

Traté de rechazar la posibilidad por absurda, pero el autómata no prestó atención a esa lógica.

“¡Var… vatos…!”

Un relámpago carmesí iluminó el área y un estallido atronador resonó en el aire.

El inmenso rayo del cielo no nos golpeó. Cayó, en cambio, sobre Luminas. “Urr… ¡Raaaaaaaaaaaaaaagggggghhhhhhhhhhhhhhh!”

La energía carmesí fluyó de todo su cuerpo. Eso por sí solo no representaba ningún peligro, pero reconocí que el poder crecía con cada segundo que pasaba.

“Esto es malo. Tiene la intención de autodestruirse.”

“Si dejamos que eso suceda…”

“Ella definitivamente nos aniquilará a todos”.

Verda se puso a pensar, frotándose la barbilla con la mano… Sin embargo, no tuve tiempo de preocuparme por eso.

Luminas. ¿tú también lo has hecho?

Cuando Sylphy perdió el control de sí misma, el alma de Lydia que permanecía dentro de mí recuperó el sentido de sí misma y salvó el corazón de Sylphy. ¿Era esto lo mismo?

Luminas. ¿También has traído un milagro a la existencia?

Para proteger a Alvarto. Para asegurarse de que no moriría. Ante tal emoción, yo… sentí una extraordinaria oleada de ira.

“Si lo amabas tanto, ¿por qué no lo tomaste de la mano…?!”

Había límites para el egoísmo. Había elegido un camino que dejaba atrás a los que amaba. Luminas decidió aplastar la soledad, apostando a base de delirios. Eligió un futuro imposible: la felicidad después de la muerte.

“¡Si hubieras hecho algo diferente…! ¡Si te hubieras preocupado por ese hombre en primer lugar…! ¡Entonces todo podría haberse evitado…!” Luminas, como yo, fue una de las principales causas de todo este incidente. Ella había llevado a Alvarto a la soledad, le había destrozado el corazón y lo había convertido en el hombre que era hoy. ¡¿Qué derecho tenía ella de involucrarse ahora?! “¡Luminas wol Croft…! ¡Ya no hay lugar para ti en este escenario!”

Mi compasión y tristeza se habían evaporado, reemplazadas por furia mientras la lanzaba con cada hechizo de ataque a mi disposición. Sin embargo… ella resultó ilesa. Luminas absorbió mi magia, su aura solo se hizo más fuerte.

“¡Var… vatos…!”

Sentí una fuerte voluntad que emanaba de los ojos carmesí de Luminas, incluso cuando parecía que explotaría en cualquier momento. Parecía decidida a no dejarme romper mi promesa y matar a Alvarto.

Una madre protegiendo a su hijo. Encontré eso más irritante que cualquier otra cosa.

“¡Basta de tonterías! ¡No tienes derecho a tomar esa postura!”

Mi mente y mi corazón fueron completamente tragados por la rabia. No había una sola parte de mí que estuviera tranquila. Naturalmente, no pude tomar las decisiones correctas en esa situación… así que Verda intervino.

“Sabes, por lo general estás tan relajado, pero te conviertes en una bola de ira incontrolable cuando algo te molesta… Realmente no has cambiado, ¿verdad?” Verda comentó con una risita antes de saltar del suelo.

“¡Ah!”

“¡¿Lady Verda…?!”

Ella saltó sobre Luminas.

“No dejaré que te salgas con la tuya”.

Verda usó su impulso para empujar a la mujer carmesí al suelo. Esperando

debajo de ellos había un agujero negro… …en el que se sumergieron las dos mujeres. “…!”

Mientras Ginny y yo mirábamos en asombrado silencio, el agujero negro se cerró de inmediato y desapareció.

Un momento después…

“Ahem, uno, dos, prueba, prueba. ¿Puedes escucharme? ¿Ustedes dos?”

… Escuché la voz de Verda en mi cabeza.

“En primer lugar, la comunicación desde una dimensión paralela es unidireccional. Así que no tiene sentido que me respondas.” Con eso fuera del camino, se lanzó a su tema principal, conservando su indiferencia habitual. “Hice los cálculos y, según mis matemáticas, llegué a la conclusión de que si Luminas se autodestruía, nuestras posibilidades de supervivencia eran cero. Lo que significa que solo había una opción.”

“Entiendes, ¿verdad?” Su tono llenó lo que no había dicho.

“El que es prescindible muere y salva a los demás. Ahora, supongo que es un cliché, pero hay una cosa que es diferente… Soy… un dios inmortal de los eruditos…”

Algo debe haber pasado en el otro lado. La voz de Verda comenzó a quebrarse.

“Incluso si este yo… es… borrado… hay… todavía… montones de millones…

de mí… quedan… Así que no.… tristes… ¿de acuerdo…?”

No tenía idea de lo que estaba pasando, pero ella probablemente estaría sonriendo en cualquier situación. Su voz se mantuvo brillante hasta el final.

“Dejo… en tus manos… voy a.… tomar… una siesta…”

Ese fue el final de su comunicación.

“¡Lady Verda…!”

El rostro de Ginny se retorció en desesperación mientras procesaba el impacto de lo que acababa de ocurrir.

Yo… también luché para lidiar con eso. Verda parecía estar convencida de que estaría a salvo, pero… no había absolutos. Creía que Alvarto salvaría a Lizer, Olivia y Sylphy antes de que las mataran. Pero con Luminas…sería difícil. Había recuperado su propia voluntad. Ella no aceptaría el control de Alvarto.

A diferencia de los demás, no podía decir con certeza si Verda sobreviviría.

“…Si hubiera mantenido la calma, ¿habría podido encontrar otra manera?”

No, la elección de Verda fue probablemente la mejor y no pude haber hecho nada más. Incluso entonces… la duda, la segunda suposición, el autorreproche se arremolinaban en mi pecho.

“Ard…”

Cuando escuché la voz ansiosa de Ginny, me obligué a dejar de lado mis propios sentimientos. Su ansiedad tenía que ser mucho mayor que la mía. Para alentar a Ginny, necesitaba actuar con la mayor confianza posible.

“Lady Verda no caerá por algo tan pequeño. Ella misma lo dijo, ¿verdad? Todo lo que podemos hacer es confiar en esas palabras y seguir adelante”. Sonreí suavemente para mostrar que la situación actual no era nada fuera de lo común. Y entonces…

“Sigamos adelante, señorita Ginny”.

“…Está bien.”

…estuvimos uno al lado del otro mientras proseguíamos.

¿Cuánto tiempo había pasado desde ese momento?

Los dos marchamos hacia la siguiente grieta en el oeste. Incluso cuando el campo de batalla quedó atrás, la tierra parecía continuar para siempre.

Por momentos atravesamos montañas de agujas. A veces, atravesamos un páramo abrasador y caluroso. A veces, caminábamos bajo aguaceros torrenciales.

Caminamos sin cesar hasta que finalmente llegamos a la mitad de una planicie nevada azotada por una ventisca. Vientos blancos y cegadores atravesaron el aire, y el frío gélido absorbió el calor de nuestros cuerpos…

No tenía nada en lo que basar la sensación, pero este se sentía como nuestro destino final.

Él estaba cerca. Alvarto estaba esperando.

Pero…

“Ard. Parece. Que. No. Puedo. Ir. Más. Lejos.”

…fue aquí donde Ginny se arrodilló suavemente y luego se derrumbó en la nieve.

Levanté su forma esbelta y la miré a la cara.

Hacía tiempo que había superado sus límites. Tenía los ojos hundidos y las mejillas demacradas. Respiraciones pesadas escaparon de su boca.

Era notable que un humano ordinario nacido en esta era moderna hubiera llegado tan lejos. Su fuerza de voluntad era digna de elogio.

“Señorita Ginny. Por favor, déjame el resto a mí.”

Cuando escuchó mis palabras, se le formaron lágrimas en las esquinas de sus ojos.

“No quiero permanecer débil… o seguir siendo una carga… Ese es mi deseo, pero… parece que algunas cosas no se pueden evitar…”

Su voz estaba llena de una fuerte frustración y arrepentimiento. Ella debe haber querido recuperar lo que había perdido con sus propias manos. Ireena, su mejor amiga. Su vida diaria y la historia que compartió con sus compañeros. Esas eran las cosas más importantes para Ginny, y eran preciosas más allá de toda medida.

Por lo tanto, aparentemente se negó a confiarle todo a otro, incluso a alguien como yo, en quien tenía una gran fe. Ginny se negó a decir: “Te lo dejo a ti”.

“Puedes pensar que es una tontería, pero… tengo mi orgullo como mujer…” Quería llegar hasta el final. Sentí las emociones de Ginny en su tenue mirada. “Oh… Solo deseo… Pero… Ard…”

No había necesidad de que escuchara el resto de su declaración. Entendí la intención. Todo lo que quedaba era que yo lo viera a través.

“Por favor, espera aquí y descansa. Espera a que todos regresemos”.

Sin una palabra, Ginny dejó caer la cabeza hacia atrás. Tomé las medidas necesarias para garantizar su seguridad. Luego continué solo hacia el oponente que me esperaba.

“…Frío. Hace mucho frío.”

Mi aliento salió como una niebla blanca en el aire helado. Dejé que mi mente divagara mientras caminaba penosamente hacia adelante. Lo primero que me vino a la mente… fue la expresión de Ginny. Casi me había implorado que derrotara al odiado enemigo.

Para ella, eso era Alvarto. Él era el monstruo malvado que había destruido su vida y la vida de sus amigos. Eso era todo lo que era. Aun así, no podía obligarme a odiarlo. ¿Cómo podría? Yo era una de las causas que lo habían llevado a estas acciones.

“Hace tanto frío. Ni una pizca de calor. Ya veo. Así es como realmente te sientes”.

Este gélido mundo blanco probablemente era un reflejo de Alvarto. Había perdido a sus compañeros uno por uno hasta que no quedó nada. En última instancia, su corazón se había convertido en un páramo helado y se vio obligado a sufrir una existencia en ese estado. Podía imaginar fácilmente lo agonizante que debió haber sido.

Había huido de enfrentar la realidad de Alvarto.

La promesa que le había hecho. La promesa que le había hecho a Luminas. Me habían atrapado entre las promesas contradictorias y me habían desgarrado… Al final, me rendí en encontrar una respuesta y corrí.

“Yo también soy un tonto egocéntrico. Realmente lamento todo, desde el fondo de mi corazón”.

Al principio, solo estaba enojado por toda esta situación. Sin embargo, eso fue egoísta, totalmente irracional e injusto. No tenía derecho a despreciarlo. Por lo tanto, lo que estaba a punto de hacer no era venganza. Simplemente estaba atando un cabo suelto que había descuidado. Para poner fin al corazón de un camarada que una vez había abandonado. Por eso ahora…

“Lamento haberte hecho esperar, Alvarto Egzex”.

…en medio de esta llanura barrida por la nieve, enfrenté mi destino.