Shijou Saikyou No Daimaou Murabito A Ni Tensei Suru (NL)

Volumen 8

Capítulo 99: El Ex-Señor Demonio Y Su Viaje Al Inframundo I

Una escena de su pasado había cobrado vida ante los ojos de Alvarto Egzex. Frente a él había una habitación dentro del palacio Gladsheim dedicada a las fiestas de té. La pequeña y acogedora cámara carecía de decoración opulenta y muebles elegantes. Todo lo que estaba sentado en el centro de la habitación era una pequeña mesa con espacio suficiente para un puñado de personas. Allí estaban sentadas cuatro personas, incluido Alvarto.

“Exactamente como estaba planeado. Todo está procediendo como lo había previsto.” Alvarto cruzó las piernas mientras apoyaba su peso contra la silla.

“Heh-heh. Bien hecho, muchacho”, dijo el hombre frente a él. Fue Lucius, el gran general conocido como una de las Joyas Gemelas, quien descansó tranquilamente y se rio entre dientes.

“No, no. Todo es gracias a tu arduo trabajo. A pesar de nuestra abrumadora ventaja, derrotar a Lizer Bellphoenix sigue siendo toda una hazaña. Estoy impresionado, Lucius.”

“Sí. Es un buen día para morir.”

“Ciertamente, ciertamente. Verdaderamente un gran día.”

Algo estaba mal. Alvarto entendió esto, pero siguió disfrutando de la conversación.

“Garp. Haré que participes en el siguiente paso. Tengo muchas ganas de ver tu gran poder ejercido contra ellos.”

“S-S-Sí”, respondió el gigante de un hombre que parecía que iba a aplastar la silla debajo de él. La contraparte de Lucius en las Joyas Gemelas miró hacia abajo con sus pequeños ojos y asintió.

“Ahh, el té es delicioso. Sí, cuando se disfruta en tu compañía, tiene un—”

“Alvarto”. Fue la mujer que de repente pronunció su nombre. La mujer que fue su madre. El que una vez le había dado sentido a su vida. A quien amaba más que a nadie. Luminas wol Croft arqueó los labios en una sonrisa amable y lo miró con cariño. “Alvarto”.

“Sí, sí. Por supuesto, mi señora. No tengo intención de aburrirte. Sin embargo—”

“Alvarto, Alvarto”. Ella repitió su nombre, y no fue la única. Todos los demás reunidos en la sala reiteraron las mismas palabras una y otra vez.

“Sí. Es un buen día para morir. Sí. Es un buen día para morir. Sí. Es un buen día para morir.”

“S-Sí. S-Sí. S-Sí. S-Sí. S-Sí. S-Sí. S-Sí. S-Sí.”

La luz había desaparecido de sus ojos y no había rastro de conciencia en sus rostros. Luminas no fue la excepción.

“Alvarto. Alvarto. Alvarto. Alvarto. Alvarto. Alvarto.”

Su rostro estaba congelado en una sonrisa mientras repetía sin cesar su nombre.

Estaban rotos. Completamente, irreparablemente destrozado.

“Sí. Es un buen día para, bien hecho, muchacho. Riiiiiiiiii, sí, morir, tssssssaaaaaah, muchacho, morir, ah, bueno”.

“S… iiiiiiii. S-S-S-Sí. Es. Es-es. Sí, sí. Sí.”

“Alvarto. Alvarto. Alvarto. Alvarto. Alvarto. Alvarto. Alvarto. Alvarto. Alvarto. Alvarto. Alvarto. Alvarto.”

Las voces se fusionaron en un coro caótico. Las expresiones de todos estaban fijas. Ninguno de ellos se movió en lo más mínimo.

Continuamente, sin fin. Continuaron mostrando su yo destrozado. El único testigo, Alvarto…

“¡Heh…heh…ha-ha—ah-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha!”

• miró hacia el techo y se rio. Incluso mientras lo hacía, los demás continuaron en su bucle.

“¡Ah-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha! ¡Ha-ha-ha! ¡Ah-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha!” Alvarto se rio como si hubiera perdido la cabeza. La locura brilló en sus ojos, pero no pudo mantener el acto para siempre. “Ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha—haah. Inútil.” Todo el color desapareció de su rostro. Alvarto mantuvo los ojos fijos en el techo y chasqueó los dedos. Inmediatamente, los demás cerraron la boca y se congelaron. “… Tal vez hubiera sido más fácil si realmente me hubiera vuelto loco”, murmuró, con los brazos colgando a los costados. Sus ojos oscuros estaban llenos de dolor y desesperación.

“Date prisa, Varvatos”.

***

No había nadie que detuviera nuestro progreso. Todo fue gracias a los esfuerzos de Lizer. Mientras mantenía a raya a ese gran ejército, corrimos por el desierto de noche y saltamos a la grieta en medio del cielo.

Después de una breve sensación de ingravidez, el escenario cambió drásticamente. Era una jungla única en el inframundo. Había un piso, pero nada en los alrededores era normal. Los troncos de los árboles estaban hechos de huesos de todas las criaturas vivientes imaginables, mientras que la hierba y las flores estaban formadas por pieles y cueros de animales.

Era una visión de pesadilla, pero no fue suficiente para hacernos perder el ritmo. Mantuvimos la calma y discutimos nuestro siguiente paso. La primera en hablar fue Olivia.

“… Entonces, ¿deberíamos continuar hacia el oeste?”

“Hrrrm. La dirección en la que se supone que debemos ir puede ser diferente del último lugar”.

“Sí. Puede que no funcione, pero podría valer la pena intentarlo”.

Con eso, activé un hechizo de detección… Como era de esperar, no funcionó. Algunas de las leyes de la magia operaban de manera diferente en el inframundo, haciendo que varios hechizos como la detección o la teletransportación no estuvieran disponibles. Por eso era imposible averiguar la ubicación de Alvarto o la forma de llegar allí.

“Está bien. Por el momento, vayamos al oeste como mencionó Lord Alvarto.”

Miré a cada uno de mis compañeros por turno para comprobar si había algún desacuerdo.

“… Te seguiremos”.

“Sin objeciones, ninguna en absoluto”.

“Bueno, supongo que dejaremos las cosas caer como puedan”.

Fue cuando consulté con Ginny…

“Yo…” Mientras hablaba, la fuerza se le escapó. Su cuerpo se balanceó hacia adelante. “… ¡Ah!” Evidentemente, recuperó sus sentidos en el último momento y dio un paso adelante para no desplomarse.

“¿Que—? ¿E-Estás bien, Ginny?” “S-Sí. Me sentí… un poco mareado en ese momento, eso es todo.”

Hizo un espectáculo de risa para demostrar que estaba bien, pero… la realidad probablemente era lo contrario.

Entrar en el inframundo mientras aún estaba en un cuerpo vivo era un acto que iba en contra de las leyes de la naturaleza, una infracción de reglas imperdonable para una persona común. Olivia, Verda, Sylphy y yo estábamos lejos de ser regulares, así que estábamos bien. Sin embargo…

…como temía, Ginny no tenía la fuerza para soportar el inframundo.

“…Probablemente estemos entrando en reinos más profundos con cada grieta. Lo que significa que el miasma del inframundo se fortalece con cada paso. Miré fijamente a los ojos de Ginny con una expresión seria. “Señorita Ginny. Desafortunadamente, no tienes la fuerza del alma para poder moverte en el inframundo. A este ritmo, podrías terminar siendo tragado por estas tierras y tu existencia se perdería para siempre. Antes de que eso suceda… cuando sienta que estás en peligro…”

“…Si entiendo.”

Si bien no podíamos regresar ahora, Ginny aún podía esperar en algún lugar, si fuera necesario. Si sentía que estaba llegando a su límite, entonces no tenía intención de preocuparme por su frustración o arrepentimiento. Tomaría las medidas necesarias para garantizar su seguridad, luego la dejaría mientras avanzábamos.

Después de que ella aceptó eso… continuamos hacia el oeste. Corrimos entre árboles hechos de huesos y praderas de pieles antes de llegar a la orilla de un río. Por supuesto, llamarlo río fue generoso. El color era un negro rojizo, y el aire estaba lleno del olor a hierro oxidado. Era un olor familiar para los del mundo antiguo, pero parecía demasiado para Ginny, porque se puso pálida.

Afortunadamente no pasó nada fuera de lo normal y seguimos nuestro camino. Nuestras piernas nos llevaron río arriba hasta que nos topamos con una cascada. Subimos a un acantilado para reanudar nuestro avance hacia el oeste. Fue cuando comenzamos esa etapa del viaje que gotas negras comenzaron a caer del cielo.

Lluvia. Mientras caía esporádicamente sobre nosotros, un pensamiento me vino a la mente.

…¿Son estas las lágrimas de Alvarto?

Sentí la tristeza del hombre dentro de esas gotas oscuras mientras seguía corriendo.

Hacia el oeste, siempre hacia el oeste. Dejamos el río a nuestro paso y nos encontramos de nuevo en una jungla de huesos y pieles. En la cima de un acantilado yermo, finalmente lo encontramos: otra grieta en el espacio.

“Comparado con el desierto, esto es demasiado fácil, así que lo es”, comentó Sylphy.

“Bueno, eso no es algo malo, ¿verdad? Quiero decir, no hay batallas innecesarias es—”

Mientras Verda hablaba, sentí la presencia de alguien detrás de nosotros. “…Finalmente.”

Volviéndome en respuesta al comentario de Olivia, me enfrenté al recién llegado. Dos hombres se pararon frente a nosotros. Uno era larguirucho y parecía acercarse a la vejez… Lucius. El otro era un guerrero gigante que tenía que ser el general que era la segunda mitad de las Joyas Gemelas— Garp.

“… Parece que las Joyas Gemelas están aquí esta vez”. “Espera, ¿Lizer no estaba peleando con ese de pelo blanco?” “Si él está aquí, eso significa…”

Era fácil imaginar lo que le había pasado a Lizer. Pero por alguna razón, no podía creer que hubiera sufrido el peor resultado posible.

“No tengo ninguna evidencia, pero creo que Lord Lizer está bien. Así que mantengamos el nivel de nuestros corazones y respondamos con calma a esta situación”.

“…Ni que decir.”

“No tenemos tiempo para preocuparnos por él, no, no lo tenemos”. Sylphy preparó su Espada Sagrada, Demise-Argis, con todo su cuerpo tenso. No sabía qué tan fuertes eran las Joyas Gemelas, pero sus agudos instintos como guerrera le dijeron que no eran oponentes con los que jugar.

Entonces—

“Sí. Es un buen día para morir.”

“S-S-Sí”.

Nuestros enemigos hablaron con calma antes de atacar.

“¡Dispersión!”

Todo el mundo ya se había puesto en marcha antes de que yo diera la orden. Eso era de esperarse de Sylphy, Olivia y Verda, pero Ginny también reaccionó a tiempo con ellas. Parecía que su exposición a innumerables batallas la había ayudado a refinarse como guerrera. A medida que se acercaban los enemigos, todos nos dispersamos y retrocedimos. Un momento después…

“¡Raaaaaah!”

“¡Grah!”

…espadas gemelas cortaron el aire vacío mientras un martillo de guerra gigante golpeaba el suelo. Se habían perdido. Me sentí en conflicto ante esa vista.

“…Estos ni siquiera son intentos de recrearlos”.

Si bien las Joyas Gemelas se veían como lo habían hecho durante su apogeo, no se podía decir lo mismo de sus habilidades de combate. No había nada de la fuerza o el corazón que los había hecho tan formidables.

“Es un buen día para morir. Es un buen día para morir. Es un buen día para morir.”

“S-Sí. Es. Sí. Ess. S…”

Una mirada más cercana reveló un claro vacío en las miradas de los enemigos.

Verlos despertó mis emociones y las de Olivia.

“…Lamentable.”

“… Sí, de hecho”.

Muñecos de carne que habían sido elaborados con los débiles restos de la información de sus almas que permanecían en el inframundo. No tenían conciencia de sí mismos ni voluntad, por lo que solo eran capaces de movimientos reflejos y preprogramados. En el mejor de los casos, pronunciaron palabras para las que habían sido programados.

“…Qué vista tan terrible. No puedo soportar mirarlos.” Olivia había respetado a estos dos hombres en el pasado. Para ella, ambos eran combatientes orgullosos y honorables, y eran oponentes a los que había estado orgullosa de enfrentarse. “…Vivir como guerrero y morir como guerrero. No hay rastro de esa fe ferviente, casi loca. Ambos son falsos que solo se parecen a ellos en apariencia”.

Fue precisamente porque los había conocido como enemigos que Olivia sintió esa profunda tristeza como compañera de lucha. Eso fue lo único que Olivia vio en ellos. Yo, sin embargo, sentí algo más.

Aislamiento.

La sensación de soledad de Alvarto lo llevó a crearlos.

Sin duda, era consciente de lo inútiles que habían sido sus esfuerzos. Las cosas perdidas nunca volverían. A pesar de saber eso, no pudo evitar intentarlo. Todavía soñaba con el pasado y se aferraba a ese poco de esperanza. Sí. Eso fue lo mismo que mi pasado… cuando perseguí la sombra de Lydia y la reviví solo en apariencia.

“Pero sean cuales sean sus sentimientos, en este momento…” Descarté mis sentimientos y di instrucciones a los demás. “Señorita Sylphy, Lady Olivia. ¿Pueden ustedes dos manejar a Lucius, por favor? Lady Verda, por favor trate con Garp. Ginny y yo te apoyaremos desde atrás.

Nadie discutió, y así comenzó la segunda ronda. Las primeras en actuar fueron Olivia y Sylphy. Se pararon uno al lado del otro y miraron a Lucius, alejándolo de Garp. Entonces Verda se colocó frente a Garp.

“Hahh. Parece que últimamente termino supervisando soluciones violentas. Ese realmente no es mi papel, ¿sabes?” Verda sonaba menos que motivada, pero estaba haciendo todo lo posible para cumplir con su deber.

Al igual que Olivia y Sylphy, atrajo la atención de su oponente y se lo llevó. Ahora los preparativos estaban completos. Unos momentos después…

“¡Raaaaaaaah!”

“¡Graaah!”

… las Joyas Gemelas patearon hacia adelante con un fuerte grito de batalla. Lucius golpeó a Olivia y Sylphy, mientras que Garp fue por Verda. Cada cargada en línea recta. En el momento en que entraron en el rango, la batalla había comenzado.

“¡Sigue mis movimientos, Sylphy!”

“¡Déjamelo a mí, sí, de hecho!”

Habiendo visto ya los cortes de Lucius, trabajaron perfectamente sincronizados mientras se ocupaban de sus espadas.

“Hrrrrm. No hay datos reales que quiera de él. Así que supongo que puedo improvisar”, murmuró Verda mientras esquivaba fácilmente el martillo de guerra que se balanceaba en su dirección.

Mientras observaba cuidadosamente la escaramuza, dejé escapar un suave suspiro. “Qué demasiado simple y tonto”. Después de presenciar a los verdaderos Lucius y Garp en su mejor momento, estas falsificaciones me rompieron el corazón. Las Joyas Gemelas bajo el mando de Luminas eran grandes guerreros y generales que todos conocían y respetaban.

Eran una pesadilla para los ejércitos rebeldes de las razas humanas, y se decía que su mera presencia había retrasado la restauración del dominio de la humanidad en al menos doscientos años. Si bien los dos eran generales hábiles, también eran casi inigualables en el combate directo.

“¡Graaaaaah!”

Garp el martillo de guerra. Un hombre que, a pesar de ser un demonio, se había prohibido usar magia de cualquier tipo y luchaba solo con su fuerza física. No había nada que sus poderosos brazos no pudieran romper, y el martillo de guerra que balanceaba era lo suficientemente fuerte como para dividir un continente en dos.

“¡Raaaaaaaaaah!” Lucius el Apóstol de la Espada. Como indicaba su apodo, era el espadachín más grande del mundo, tanto en nombre como en habilidad. Ninguno podía igualar su extraordinario manejo de la espada.

Olivia había luchado contra él innumerables veces… En cierto sentido, prácticamente había sido un mentor para ella.

“… Sin embargo, no queda nada de lo que eran”.

Los sonidos de la batalla que resonaron en el aire. La pura intensidad de su voluntad. En comparación con lo que habían sido las Joyas Gemelas reales, estas eran imitaciones lamentables, similares a niños fingiendo. Por eso…

“Este es el final, impostor”. Después de preparar una serie de ataques fluidos, Olivia lanzó su golpe final y partió el torso de Lucius por la mitad.

“Está bien. ¡BOOM!”

… No estaba seguro de cómo lo había hecho Verda, pero en ese momento, el cuerpo gigante de Garp explotó desde adentro, y los pedazos dispersos de su cuerpo se esparcieron por el área.

La batalla había terminado. Al menos, eso es lo que sugirió una mirada casual.

“¿Realmente… se acabó?” Ginny se preguntó en voz alta, y yo compartí el sentimiento. No había manera de que Lizer hubiera perdido ante un oponente tan débil. Que significa…

“¡No hemos terminado! Es probable que haya otro…” Era correcto cuando estaba tratando de expresar mi advertencia.

“M-Morir. B-B-Buen día para… m-m-m-m-morir, morir, morir, morir”.

“S-sí-sí-sí-siiiiiiiiiiii.”

Lucius, cuyas tripas se habían derramado por el suelo. la cabeza de Garp que yacía en el suelo. Hablaban como muñecos rotos y comenzaron a retorcerse y deformarse. Sus cuerpos se contoneaban y retorcían en formas grotescas, agitándose como figuritas de arcilla antes de fusionarse.

Los pedazos del cuerpo de Garp y lo que había sido su cabeza se juntaron alrededor de lo que había sido Lucius momentos antes. Se combinaron, se batieron y, al final, se convirtieron en un solo monstruo gigante.

“¡Qué vista tan horrible…!” Olivia gritó, enfurecida. Su calma habitual se había ido, reemplazada por la ira por lo que sus antiguos rivales se habían convertido por el juego enfermizo de Alvarto.

La mayoría de los demonios poseían una forma humana y otra de demonio. Al participar en una batalla total, era común que los demonios tomaran la última forma, pero Lucius y Garp nunca lo habían hecho. Me había llevado a creer que no los poseían. Desafortunadamente…

“Se esforzaron por no revelarlos”.

Vivir y morir como un soldado. Habían ocultado sus formas demoníacas para mantenerse fieles a esa ideología. Ver la horrible entidad en la que se convirtieron hizo que esa conclusión viniera naturalmente a la mente.

En pocas palabras, era una babosa gigante. Un cuerpo de color ceniza que secretaba un cieno negro. Las cabezas de Lucius y Garp ocuparon los extremos de los tallos de los ojos, y continuaron profiriendo galimatías. Todos estábamos abrumados por la visión nauseabunda.

“¡Sí, día, día… scree… screeaaaah!”

Cuando las bocas de Lucius y Garp soltaron un chillido penetrante, el cuerpo de la babosa se estremeció… y desató un enjambre de tentáculos.

“¡Echar para atrás!” Grité y salté lejos. Todos los demás habían hecho lo mismo. Sin embargo, la horda de miembros resbaladizos continuó su cacería, arqueándose amenazadoramente en el aire mientras buscaban presas.

“¡Maldita cosa!”

“¡Toma eso!”

“… ¡Hmph!”

“¡Ewww, asqueroso!”

Cada uno de mis amigos respondió con su habilidad preferida.

Ginny barrió los tentáculos con su lanza carmesí, Sylphy y Olivia los detuvieron con cortes de sus espadas, y Verda abrió una puerta negra e invocó la cabeza de un extraño monstruo. Emitió llamas de sus fauces e incineró los tentáculos que lo perseguían.

Me las arreglé para evitar cualquier daño usando mi hechizo Espada de Viento para cortar los tentáculos, pero…

“Como era de esperar, se regenera”.

… la gran cantidad de extremidades retorciéndose que habían sido cortadas o incineradas inmediatamente volvieron a crecer. La defensa no tenía sentido contra este tipo de enemigo.

Destruir el cuerpo principal con un bombardeo ofensivo abrumador fue la mejor respuesta. Sylphy y Olivia deben haber llegado a la misma conclusión. Patearon el suelo al unísono y se abalanzaron sobre el horrible monstruo.

La horda de tentáculos bailó y arremetió para tratar de detenerlos. Había tantos de ellos que bloquearon cualquier otra vista, pero ninguno de los tentáculos rozó su piel. Al combinar el atletismo y el manejo de la espada, se ocuparon de las extremidades que se les enviaban, continuando hacia el cuerpo principal. Finalmente lo alcanzaron y…

“¡Shhph!”

“¡Toma eso!”

…sus espadas brillaron. Los cortes agudos amenazaron con partir la bala por la mitad y dieron un golpe directo.

Pero en ese momento…

“¡¿Ah?!”

… Sylphy y Olivia dejaron escapar un grito ahogado de sorpresa.

La espada sagrada y la espada del demonio. Cada arma era una verdadera obra maestra con pocos pares, pero incluso ellos no pudieron dañar la carne de la babosa. La piel gelatinosa desvió los golpes y los pateó hacia atrás. Debido a que se había colocado tanta fuerza detrás de cada golpe, ambos sufrieron un impacto masivo y se encontraron expuestos en la posición más peligrosa posible.

Esto es un problema.

Cuando entendí tanto, mi cuerpo ya estaba en movimiento. Inmediatamente arrojé un escudo defensivo. La barrera protegió a mis aliados del daño, y un hechizo de viento posterior los trajo de vuelta a mí. Incluso un ligero retraso, y las cosas podrían haber terminado de manera muy diferente. Miré atentamente el horrendo rostro del enemigo mientras desataba mi siguiente movimiento.

“Si el daño físico es imposible… entonces…”

¿Qué pasa con la magia? Para probar esa perspectiva, hice llover un torrente de hechizos de ataque. Calor explosivo. Congelación instantánea. Golpe de trueno. Vendavales… No solo usé hechizos elementales tan simples, sino que los combiné de varias maneras para amplificar sus efectos y probé innumerables variaciones en mis ataques. Desafortunadamente…

“Eso tampoco funciona”.

…Nada de la magia que lancé hizo lo más mínimo.

“¡¿C-Cómo se supone que debemos… lidiar con esto…?!” Ginny tenía una mirada de terror y desesperación. Aun así, parecía que confiaba en que encontraría algo. Ella me miró suplicante y asentí suavemente en respuesta.

“Vamos a probarlos. Todos los pasos posibles que se nos ocurran.

Afortunadamente, los propios ataques de la babosa demoníaca eran extremadamente simples y defenderse de ellos era fácil. Entonces pudimos permanecer a la ofensiva, pero…

“…Ya veo. No es de extrañar que Lord Lizer haya perdido.”

… la dureza del monstruo era casi injusta. Anuló ataques físicos como cortes de espada e impactos cinéticos. Tenía inmunidad completa a los ataques mágicos, desde ataques elementales a otros. Además, era inmune a las alternativas, como el sellado, el retroceso o el lavado de cerebro. En última instancia, incluso desvió mis poderes sobrenaturales de análisis y dominación.

“¿Es… invencible…?”

Negué con la cabeza ante el comentario desesperado de Ginny.

“No. Eso es imposible. Cada criatura, sin importar cuán poderosa sea, tiene una debilidad en alguna parte. Esta no es una excepción”.

Los problemas eran las preguntas sobre cuál era esa vulnerabilidad y si podíamos determinarla a tiempo.

Por supuesto, eso vino con una cierta cantidad de riesgo. Usar todo mi poder redujo la posibilidad de que sucediera algo malo, pero considerando lo que probablemente nos esperaba más adelante, quería evitar hacer todo lo posible tan pronto. Sin embargo, también era cierto que esta situación no podía resolverse manteniendo el poder en reserva.  Mientras reflexionaba sobre cómo lidiar con esto…

“He peleado contra algo como esto una vez en el pasado, así que lo hice. Honestamente, no quiero intentarlo… pero supongo que no tenemos otra opción, no, no la tenemos”.

Antes de que pudiera confirmar su intención, Sylphy corrió hacia el monstruo. Ella repelió elegantemente los tentáculos y rápidamente cerró la distancia. Una vez dio la vuelta para enfrentarse a la criatura de frente…

“¡Hiiiii-yaaaaaaa!”

… ella se lanzó hacia adelante con un golpe punzante que tenía todo el peso de su cuerpo detrás. El ataque golpeó la cara de la babosa. Sylphy finalmente logró dar un golpe dañino contra el cuerpo que había resistido completamente todos los ataques dirigidos contra él desde el comienzo de la batalla.

“No lo suficientemente profundo”.

Como Olivia había observado, la espada de Sylphy apenas había logrado perforar la cara de la criatura babosa, y estaba lejos de ser un golpe letal.

“Pensé que solo hurgaría hasta que encontrara un punto débil, pero realmente no esperaba encontrarlo en el primer intento, no lo hice”. La expresión de Sylphy se iluminó con triunfo.

Por supuesto. La espada que empuñaba no era simplemente una pieza maestra de artesanía. Era Demise-Argis, una de las tres Espadas Sagradas. Con su poder, simplemente colocar su punta debajo de la piel de un enemigo fue suficiente para infligir un daño letal.

Como para probarlo, Sylphy dijo: “¡Vel (Intrusos de mayo)! Stena (desaparece con un golpe)! ¡Olvidius (de mi espada)!”

Un canto usando la lengua antigua. Con él, la espada de Demise-Argis brilló intensamente y liberó una abrumadora ola de energía desde la punta. Fue una muestra increíble de violencia que se podía sentir incluso desde donde estaba parado.

El poder de la Espada Sagrada atravesó el cuerpo de la babosa demoníaca y.… hizo que estallara. El cuerpo ceniciento hinchado se rompió como un globo inflado en exceso. Pedazos de su carne y cieno negro cayeron sobre nosotros como lluvia, y Sylphy apoyó su espada en su hombro.

“¡Hah! Bastante fácil con Demise y yo trabajando juntos, ¡así es!” Sylphy se deleitó en su triunfo. Ginny probablemente estaba a punto de felicitar a Sylphy, su rostro se iluminó cuando abrió la boca, pero antes de que pudiera hablar…

“¡Señorita Sylphy! ¡Todavía no ha terminado!” Grité mientras un escalofrío me recorría la espalda.

“¿Eh?” Sylphy dejó escapar un chillido de sorpresa. Había confiado completamente en su victoria y no pudo responder a la repentina continuación de la pelea.

“Si… día, día, aaahhraaaaaagh…”

• la voz escalofriante parecía venir de la nada. Un instante después, los restos dispersos del monstruo se reunieron y volvieron a la vida.

“¡¿Qué…?!” Sylphy miró con los ojos muy abiertos mientras su oponente derribado se regeneraba.

¡Oh, no! Necesito ayudarla.

“¡Si… screeaaaaaaaaaahhhhhhh!”

Antes de que pudiera moverme para ayudar, la cara de la babosa gigante se partió como mandíbulas. Y entonces…

“¡Ah!”

…con una rapidez increíble que no dejó tiempo para huir, la babosa se tragó el cuerpo compacto de Sylphy.

“¡¿E-Eso no puede ser…?!” Ginny se tapó la boca. La alegría que había coloreado su expresión momentos antes se había ido.

Olivia y Verda tenían expresiones tensas. Yo fui el único que mantuvo la calma. La situación de Sylphy parecía sombría, pero inmediatamente entendí que no había nada que temer.

Como en respuesta a mi confianza, el monstruo…

“¡Ieeaaaggggaaaaaaah!”

…comenzó a golpear y saltar, azotando en todas direcciones con sus tentáculos. Parecía estar en agonía. Eso tenía que ser obra de ella.

“… Ella lo está atacando desde adentro”.

“Bien, Sylphy. En serio, qué galleta más dura”.

Teníamos dos opciones en esta situación, de las cuales solo una valía la pena considerar seriamente: podíamos simplemente girar los pulgares y esperar hasta que Sylphy atravesara la bala, o podíamos aprovechar la oportunidad para avanzar hacia nuestro destino.

El que elegí… fue el último.

“Está bien, es hora de que sigamos adelante”.

“… ¿Eh?” Ginny chilló sorprendida, como si la hubieran golpeado abruptamente en un costado. Sabía por qué. Acababa de decir que íbamos a abandonar a uno de nuestros camaradas.

“No tenemos motivos para preocuparnos por la seguridad de la señorita Sylphy. En su lugar, deberíamos aprovechar la oportunidad que ella ha creado para nosotros”. Antes de que alguien pudiera responder, eché a correr hacia la meta que era la grieta en el cielo. Corrí hacia él a toda velocidad.

“Mmm, sí, es lógico”.

“Si verdad. Pero… ahora no es el momento de ser exigente.”

Aunque preocupados por mi decisión, Verda, Olivia y Ginny me siguieron. El monstruo trató de extender sus tentáculos para detener nuestra huida, pero…

“¡Sí… grahh… screeeee!”

… un instante antes de que pudiera atraparnos, comenzó a retorcerse de dolor, y las extremidades viscosas de repente perdieron su impulso.

“Deberíamos poder hacerlo ahora…”

Normalmente, no habría ido tan bien. Escapar a la grieta mientras te persiguen tentáculos viciosos habría sido imposible si no fuera por el alboroto de Sylphy dentro de la babosa.

Los tentáculos ahora eran claramente más lentos y menos precisos, lo que nos permitió alcanzar nuestro objetivo y saltar juntos en el aire.

Éxito.

Mi cuerpo llegó a la grieta.

Me sentí un poco culpable por abandonar a Sylphy, pero… eso fue superado por mi convicción de que ella estaría bien. Estaba seguro de eso.

“Grreee…gyaaaaaah…”

Escuché los gritos de dolor del monstruo, pero no sirvió de nada prestarle atención. No podría alcanzarnos ahora.

Una muñeca irreflexiva nunca podría ser nada más que eso.

Las extremidades de la criatura babosa palpaban inútilmente en el aire…

“Si… iii… agh… ¡raaaaaaaaaaaaaaagh!”

…o eso pensé. Pero una fracción de segundo después, sentí pasión en el grito del enemigo. Fue solo por un breve momento; sin embargo, me bastó con preguntarme: ¿Ese muñeco de carne vacía había sido imbuido con las almas de los verdaderos guerreros? Parecía decidido a alejarnos de Alvarto.

Un tentáculo agarró la pierna de Olivia.

“¡Tch…!”

Nadie pudo reaccionar ante el desarrollo completamente inesperado. Cuando nos dimos cuenta de lo que había sucedido, la grieta se cernía frente a nosotros.

“Cometí un error…”, dijo Olivia con pesar. En ese punto…

…no tuvimos tiempo de considerar cómo salvarla, y nuestros cuerpos continuaron hacia el portal.