Koujo Denka (NL)

Volumen 3

Prologo: ¿Qué?

“¿Qué? ¿Q-Qué acabas de decir, padre?”

“Dije que no necesitas inscribirte en la Royal Academy, Stella”

Me quedé inmóvil, sin palabras. ¿Qué quiso decir él? ¿Por qué negaría todo mi arduo trabajo ahora, apenas unos meses antes del examen de ingreso?

“Me doy cuenta de que has hecho un esfuerzo”

Continuó mi padre, el Duque Walter Howard. Mantuvo la mirada fija en la ventana y no dio señales de haber notado la mirada en mi rostro.

“No deberías tener dificultad para aprobar el examen…”

“¡¿Entonces por qué negarme la oportunidad?!”

“… Pero eso no es suficiente”

Siguió adelante, ignorando mi arrebato.

“Durante generaciones, la familia real ha confiado en los Howard para defender el norte. La jefa de nuestra casa debe tener destreza marcial, debe ser un maestro del hechizo supremo Blizzard Wolf y de su arte secreto complementario, los Azure Fists”

“Entiendo,” dije después de un momento de tenso silencio.

Mi familia, los Howard, supervisaban uno de los cuatro ducados de nuestro reino. Los Cuatro Grandes Ducados del norte, este, sur y oeste tenían vastos territorios. En tiempos de problemas, tenían el deber de servir como espada y escudo del reino, y habían mantenido ese deber durante los dos siglos transcurridos desde la Guerra del Señor Oscuro.

Cada casa ducal demostró una destreza excepcional usando un tipo particular de arma: manos desnudas en el norte, hachas en el este, espadas en el sur y lanzas en el oeste. Durante generaciones, cada uno había transmitido un hechizo supremo y un arte secreto con el que habían salvado el reino en innumerables ocasiones.

Blizzard Wolf y Azure Fists.

Lightning Lord Tiger y Violet Axe.

Firebird y Scarlet Sword.

Gale Dragon y Emerald Spear.

Su poder, que superó a todos los demás hechizos y técnicas, incluso había ganado renombre en el extranjero. Y todavía…

“Puede que me falte el maná para activar un hechizo supremo o emular a los Azure Fists”, dije con énfasis,

“¡Pero con más estudio, estoy seguro de que eso cambiará!”

“La cantidad de maná de uno se determina en gran medida al nacer”, respondió mi padre.

“Se sabe que aumenta con la madurez… pero no con frecuencia. El control mágico también depende en gran parte del talento. Una chica inteligente como tú debe saber eso”

No tuve respuesta.

“Stella”.

Mi padre se giró para mirarme, amabilidad y resignación en sus ojos.

Vaya.  Estoy  a  punto  de  recibir  un cruel pronunciamiento.

“Detente”, me dijo.

“Ya has hecho suficiente. Actualmente, soy el único miembro de nuestra casa que ha dominado la magia suprema. Nadie más posee el potencial para hacerlo. Te falta el maná, y aunque el maná de Tina es genial…”

Negó lentamente con la cabeza y luego caminó hacia donde yo estaba congelada. Allí, puso una de sus enormes manos sobre mi hombro izquierdo.

“Como familia militar, la Casa Ducal de Howard puede terminar conmigo. Aun así, tenemos grandes obligaciones con el reino. Quiero que busques una nueva era para nuestra casa”.

Me tomó un momento responder.

“Entiendo tu razonamiento,” dije finalmente,

“¡Pero esa es una razón más por la que debería inscribirme en la Royal Academy! Como futura duquesa Howard, ¿no es mi deber mejorar allí y luego continuar mis estudios en la universidad?”

“No necesitas insistir en eso,” contestó.

“Incluso si no vas a la capital real, puedo convocar a los mejores…”

“¡Me niego!”

Antes de darme cuenta de lo que estaba haciendo, estaba gritando y no podía parar.

“No puedo culparte por no verme como una sucesora digno de confianza. ¡Pero si mi madre creyó en mí, yo puedo creer en mí misma! ¡Me ganaré mi lugar en la Royal Academy y luego en la universidad, y te mostraré que tengo lo que se necesita para ser una duquesa digna!”

“Stella. Detente” — Reiteró mi padre.

“Es inútil”

“Disculpa”

Respondí con frialdad después de un breve silencio y luego me dirigí a la puerta.

“¡No hay ninguna posibilidad de que alguna vez domines a Blizzard Wolf o Azure Fists!” vino su grito desconsolado detrás de mí.

“¡No hará ninguna diferencia donde estudies!”

Hizo una pausa por un momento y luego continuó en un tono más tranquilo.

“También hay que considerar a Tina. Debes haber oído cómo la gente la llama. Si vas a la capital real… No todos los nobles son nobles por naturaleza. Por favor, haz lo que te pido”

Cerré la puerta sin una palabra. Mi padre seguía llamándome, pero no miré hacia atrás. Delante de mí ahora no había un corredor, sino una profunda extensión de oscuridad.

No me arrepentí de mi decisión de huir, de huir de la mansión con solo la cinta de mi madre y su espada y varita favoritas para aplicar a la Royal Academy. Me negué a arrepentirme. Había sido mi elección.

“Siempre eres tan rápido para poner una cara audaz en las cosas”

Dijo una voz en la oscuridad. ¿Había venido de… mí? Un yo más joven, más bajo tanto en cabello como en estatura.

¿Qué? Había aprobado el examen de ingreso de la Royal Academy, ¿no? Mi desempeño en ese momento estuvo lejos de ser sobresaliente, pero trabajé incansablemente e incluso logré convertirme en presidenta del consejo estudiantil. Mi cabeza estaba en un torbellino. No estaba segura de la secuencia de los acontecimientos.

Ah, claro. Esto… Esto es un sueño.

“¿En serio? ¿Es así?” El otro yo preguntó, riéndose.

“¿Estoy segura de que no me arrepiento?”

Estoy segura.

“Mentirosa”

¡Es la verdad!

“Es mentira. Estoy mintiendo”

No estoy haciendo tal cosa.

“¿Quién se puso celoso del talento de Karen después de conocerla en la Royal Academy? ¿Y quién perdió entonces la esperanza?”

¡No estoy celosa ni desesperanzada! Karen es increíble, ¡pero he estado trabajando duro para alcanzarla!

“Pero estoy segura de que nunca podré hacerlo. Sigo pensando que nunca seré un rival para ella de todos modos, que no tengo tanto talento como ella, que no hay nada que pueda hacer al respecto. Me he rendido”

E-Eso es…

Yo estaba sacudida. Era cierto que había trabajado duro, pero Karen, mi mejor amiga, rebosaba de talento y había trabajado más duro que nadie. Más duro que yo.

“¿Ves? Lo sabía. Por eso pude superarte tan fácilmente, Stella”

La figura se transformó en mi hermana menor, que una vez había sido totalmente incapaz de lanzar hechizos. Retrocedí un paso y luego otro mientras “Tina” avanzaba la misma distancia.

“Dime”, dijo.

“¿Cómo se siente ser superada repentinamente por tu hermanita mágicamente discapacitada, la que la gente llama ‘La Niña Maldita De Los Howard’? Te sentías tan segura, ¿verdad, Stella? Mientras no pudiera lanzar un solo hechizo, no había duda de que heredarías el ducado”

¡No! ¡No! ¡No! ¡Tina no diría eso! Que mi hermanita haya aprendido a usar magia me alegro—

“Y también estabas intensamente celosa”

Me tapé la cara con las manos y me hundí en el suelo. Estaba celosa. Los había maldecido, no solo a Karen, sino a todos los que habían estado allí para enfrentarse al Príncipe Gerard. Tina, que había dominado fácilmente Blizzard Wolf, un hechizo que ni siquiera había comenzado a comprender. Ellie, que había derrotado a los seguidores del príncipe uno tras otro con el abrumador silencio y la precisión de su lanzamiento de hechizos. Lynne, que había aprendido no solo el manejo de la espada, sino también el Firebird, el símbolo de los Leinster. Y… la pareja que había idolatrado durante tanto tiempo: Lydia Leinster, la Dama de la Espada y Allen-san. Los relatos de sus numerosas hazañas deben haber sido exagerados, o eso creía yo. Pero todos eran ciertos. De hecho, los rumores no les habían hecho justicia; eran como algo salido de un cuento de hadas.

Un día, cuando yo sucediera al Ducado de Howard, la Casa Ducal de Leinster tendría a Lydia-Ojou y Allen-san junto a ella, suponiendo que lograran superar la división de clases entre un gran noble y un plebeyo. Los dos habían vencido lo que tomé como la magia secreta de la familia real: el gran hechizo Radiant Shield, del que mi madre me había hablado una vez. Ni siquiera podía lanzar un hechizo supremo. Yo no sería rival para ellos.

¿Por qué…? ¿Por qué no fui yo? ¿Por qué tuvo que ser Tina quien conoció a Allen-san?

“Yo lo conocí a él, no a ti. Te sirve bien. Después de todo…”

La figura de mi hermana volvió a ser mi yo más joven.

“Me escapé de casa. No traté de alcanzar a Karen. No luché junto a Tina, Ellie y Lynne. No pedí ayuda después”

Estaba furiosa conmigo misma, con este otro yo, pero ella tomó mis manos y me obligó a mirarla a los ojos.

“Fue todo mi elección”, continuó.

“Me escapé. Elegí huir, aunque estaba tan decidida a no hacerlo cuando me fui a la capital real. Nadie en el mundo espera nada de mí ahora. Pobre de mí. Pero no pude evitarlo, así es Stella Howard. Soy débil, soy cobarde y no puedo decidirme sobre nada por mi cuenta”.

***

“¡Te equivocas!”

Grité mientras me despertaba, luego me tapé la boca y miré a mi alrededor con sorpresa.

La débil luz de la luna se filtraba a través de las cortinas de una habitación que tenía tres camas, incluida la mía. La cama más cercana a la ventana estaba vacía.

Este es… El dormitorio de la Royal Academy. Parecía que había evitado despertar a Karen, que dormía en la cama junto a la mía.

Me asaltaron intensos sentimientos de culpa. Tina no era así en absoluto, pero yo…

“Está bien”, me dije.

“Todo va a salir bien, Stella. Sólo tengo que proceder a mi propio ritmo. ¿No es así como siempre he hecho las cosas?”

Hice una pausa y luego repetí:

“Todo va a estar bien. Solo tengo que seguir intentándolo”

Cerré los ojos y esperé a que mi agitación disminuyera. Necesitaba dormirme pronto; Tenía clase al día siguiente y los exámenes finales del primer semestre estaban a la vuelta de la esquina. Y sin embargo, el sueño me eludió.

No era la primera vez en la memoria reciente que había despertado de pesadillas similares. No creía albergar sentimientos tan retorcidos hacia Tina, sus amigas, Lydia-Ojou o Allen-san; mis sueños no eran más que eso. Mi trabajo del consejo estudiantil se había estado acumulando, así que debo haber estado más cansada de lo que pensaba. Tendría que trabajar más duro. Mi otra compañera de cuarto, que se había ausentado por razones médicas, regresaría la semana siguiente y se preocuparía a menos que me controlara con firmeza.

Con cuidado me levanté de la cama y caminé hacia la entrada. Hace mucho tiempo, mi madre me había acariciado la cabeza y me había dicho: “En las noches en que no puedas dormir, quédate muy quieta y observa la luna y las estrellas. Estoy segura de que tú…” No podía recordar el resto; sólo lo amable que había sido su voz. Esto se había convertido en mi costumbre secreta desde entonces.

“No he crecido en absoluto, ¿verdad?”

Murmuré, burlándome de mí misma mientras abría la puerta y salía a un corredor profundamente silencioso.

***

Una vez que Stella cerró la puerta en silencio, abrí los ojos. ¿Cuántas veces hizo esto desde esa conmoción con el Príncipe Gerard?

¿Qué le pasa? me pregunté en voz alta.

Stella era fuerte y seria, por eso se preocupaba tanto por su casa ducal, su hermana, ella misma…mi hermano y yo.

“¿Debería obligarla a hablar? No. Una vez que Felicia regrese, yo… ¿O debería pedirle a Onii-san que…?”

Mi línea de pensamiento había llegado a un callejón sin salida, y pasé otra noche sin llegar a una respuesta. En poco tiempo, me hundí de nuevo en un sueño profundo.