Koujo Denka (NL)

Volumen 3

Capitulo 2: Preguntó Nerviosa

Parte 6

“¿Y usted es?” preguntó el chico.

“La hija de Ernest Fosse, Felicia”.

“No interrumpas, Felicia”, le advertí a mi chica.

“Estamos en medio de una importante negociación comercial”.

“Entonces, ¿me mostrarías tu nueva propuesta?” el chico continuó sin perder el ritmo.

“Aquí  está”,  dijo  Felicia  mientras  obedecía rápidamente.

Esta propuesta era más modesta que la anterior; solo pedíamos comerciar con un solo tipo de vino tinto. Fue un contrato de bajo volumen sin muchas ganancias para endulzar el trato. Incluso los documentos en sí no eran nada lujosos, solo una lista detallada de puntos clave. Estuve en contra de presentarlo como un documento formal, pero me rechazaron. ¿Realmente aceptarían un trato como este?

Para empeorar las cosas, Felicia había insistido en ser parte de la negociación. La mayor parte del tiempo, ni siquiera podía hablar con hombres fuera de nuestra familia y la empresa… pero no lo habrías notado, mirándola entonces.

El chico terminó de leer el documento.

“Fosse-san”, dijo.

“¿S-Sí?”

“Esto es magnífico. Estaremos encantados de hacer negocios con usted”

“… ¿Qué?”

¿H-Habla en serio? ¿Quiere hacer negocios con nosotros?

Los puños de Felicia estaban apretados.

“En nuestra última reunión, expresaste interés en manejar todas las variedades de vino y productos de la lista”, explicó el chico.

“En esta ocasión, sin embargo, solo has pedido el vino tinto de los Leinster. También ha indicado claramente dónde piensa almacenarlo, cómo piensa venderlo e incluso el método de entrega. Puedo justificar esta transacción ante ambas casas ducales”.

“Y-Ya veo,” dije.

“¿Estás insatisfecho?”

“N-No, yo estoy—”

“Padre.”

Felicia me interrumpió y negó con la cabeza.

No necesitábamos asociarnos con dos casas ducales para un contrato tan pequeño, incluso si probablemente estaba destinado a sentar las bases.

“¿Estás seguro de que no pasa nada?” preguntó el chico.

“Por mi parte, no me opondría a firmar un contrato provisional”.

Consideré la sugerencia por un momento y luego dije:

“Nos gustaría algo de tiempo para…”

“¿Puedo  hacer  una  pregunta?”  Felicia me interrumpió de nuevo.

“Puedes”, respondió el chico.

“¿Hay otros vinos o tipos de bebidas alcohólicas que no están en la lista?”

“¿Por qué lo preguntas?”

El chico dejó de sonreír y miró directamente a Felicia. Podrías cortar la tensión con un cuchillo.

¿Q-Qué está pasando aquí…?

“La Casa Ducal Leinster fomenta el desarrollo de la vinificación, pero la mayoría de su producto se consumía dentro del ducado y, por lo tanto, nunca llegó a la capital real. Sin embargo, ahora que han comenzado a poner ese vino en el mercado, es razonable preguntarse si tienen algo menos común que ofrecer”.

“Por favor continúa”, dijo el chico, animándola.

“Se podría decir que los Howard simplemente se concentran más en los productos agrícolas, pero los Leinster también sobresalen allí. Por esa razón, me preguntaba si los Howard han preparado algún licor típicamente del norte para equilibrar la balanza”

Forcé una risa animada.

“Por favor, disculpé a mi hija”, le dije.

“Tiene una imaginación hiperactiva”

“¿Y bien?” presionó mi chica.

“¿Estoy en lo correcto?”

Allen-san rompió en una sonrisa. Un momento después, hubo un golpe reservado en la puerta, y la criada de cabello castaño entró con una bandeja.

“Disculpen”, dijo ella.

“Escucha esto, Anna”, dijo el chico.

“Ella lo descubrió, tal como pensé que lo haría”.

“¿Quiere decir que ella sacó lo mejor de usted, Allen-sama?” Contestó Anna-san.

“¡Qué desastre! ¡Debo informarle a mi ama!”

“Supongo que ella estará molesta conmigo. ¿Tiene dieciséis años, Fosse-san?”

“S-Sí. Mi cumpleaños fue el mes pasado”, respondió Felicia.

“En ese caso, el alcohol no debería ser un problema. No bebas demasiado del claro, es bastante fuerte”

Anna-san colocó tres vasos pequeños sobre la mesa, cada uno con una bebida diferente. Reconocí vinos tintos y blancos, pero ¿cuál era el claro? Decidí tomar un sorbo de cada uno. Los primeros dos fueron exquisitos, y el líquido claro fue— ¡Intenso! Me ardía la garganta y Felicia empezó a toser.

“Anna”, dijo el chico.

“Fosse-san, ¿le gustaría un poco de agua?” ofreció la sirvienta.

“G-Gracias”, respondió mi niña.

“Entonces, ¿qué piensas?” preguntó Allen-san.

“Los tres son excelentes, en mi opinión”

Tenía razón sobre la calidad, pero esa bebida clara no caería bien. No podía ver que se pusiera de moda con la persona promedio.

“¿Qué piensas, padre?” preguntó Felicia.

Me tomé otro momento para reflexionar sobre las cosas.

“El vino se venderá, pero esto claro va a ser complicado”.

“¿Cuál elegirás?” dijo el chico.

“¿Qué?”

“Me gustaría llegar a un acuerdo contigo por uno de estos, además del vino tinto. Proporcionaremos documentación detallada”.

“Lo tengo aquí”, dijo Anna-san y nos entregó los papeles a Felicia y a mí. Las tres bebidas vinieron en pequeñas cantidades, un arma secreta para las negociaciones, supuse. La bebida clara se llamaba “Licor Destilado” y venía del norte, pero uno de los vinos sería una mejor opción en este—

“Creo que deberíamos tomar el licor destilado”, anunció mi hija, para mi sorpresa.

“¿Ohh?” Allen-san sonaba intrigado.

“Padre, pensaste que todos sabían excelentes. ¿Me equivoco?”

“T-Tienes razón,” dije,

“Pero—”

“En ese caso, me gustaría suministrar licor destilado del norte a la capital. ¿Te importaría?”

“¿Qué dice usted, señor?” preguntó Allen-san, devolviendo su atención a mí.

Antes de darme cuenta, había firmado el contrato provisional. Una vez hecho esto, tuvimos una charla amena en un ambiente relajado, el polo opuesto de nuestra última reunión. Agradecí a mis estrellas de la suerte haber traído a Felicia.

“Entonces, ¿planeas continuar tus estudios en la universidad?” Allen-san le preguntó a Felicia.

“¿Qué harás una vez que te gradúes?”

“Planeo ayudar en casa”, respondió ella.

“¿En serio? Tenía una solicitud para ti, pero no me gustaría interferir”

“Por favor, pregunté”, le dije.

“Pero si pides su mano en matrimonio, estoy completamente en contra”, agregué con una carcajada.

“Esa es una sugerencia atractiva”, comentó.

“Felicia-san, después de graduarse, ¿Considerarías trabajar aquí, suponiendo que las dos casas ducales todavía estén operando esta empresa conjunta entonces?”

“¿Disculpe?” Yo dije.

“¿Qué…?” Felicia parecía igual de sorprendida.

La repentina oferta detuvo mis pensamientos en seco. ¡¿Qué haría la Compañía Fosse sin Felicia?!

“Con el entendimiento de que podrías regresar al negocio de tu familia, por supuesto”, agregó el chico.

“Dudo que esté aquí entonces, pero informaré a mis superiores   si estás  interesada. Por  favor, considéralo, al  menos;  podrías  disfrutar  la oportunidad de ampliar tus horizontes”.

***

Mientras estaba acostado en la cama, las palabras de despedida del Allen-sama resonaron en mis oídos:

“Como te respuesta

dije antes, por favor no me des una de inmediato. Piénsalo y si aún lo recuerdas después de graduarte de la universidad y te gustaría aceptar la oferta, házmelo saber”

Cerré mis ojos. Me había tomado el día libre de la escuela, y al día siguiente, yo…

No sirvió; no pude dormir

Nunca había pensado demasiado en mi futuro. Una vez que me graduara de la Royal Academy, pasaría a la universidad. Y cuando me graduara de la universidad, ayudaría con el negocio familiar. Unos años después de eso, probablemente heredaría la compañía y me casaría con alguien agradable a quien no le importaría que siguiera en el negocio, no es que pudiera imaginarme saliendo con un hombre. Entonces, tendría hijos y los criaría mientras trabajaba. Ese era el alcance de mis planes.

Nunca se me había ocurrido que podría tener otras opciones, y la oferta de Allen-san me había pillado tan desprevenida que mi respuesta había sido grosera e indignante. Presioné mi cabeza en mi almohada y me retorcí mientras revivía la vergüenza.

“¿Quieres decir que me quieres?” Había dicho.

¡¿Qué había estado pensando?! ¡¿Qué podría haberme llevado a tal conclusión y qué me había llevado a decirlo en voz alta?!

¡Piensa en estas cosas la próxima vez, Felicia! ¡Te lo ruego! ¡¿Te has mirado en un espejo?! Oh, desearía poder  desaparecer. Estoy  tan avergonzada que podría morir.

Como si algo así pudiera suceder alguna vez. Quiero decir, estaba mi apariencia, por un lado. Era baja y flacucha, con una piel pálida y enfermiza y un pecho desproporcionadamente grande. No había nada atractivo en mí; hasta yo pensé que era un bicho raro. Sabía un poco sobre negocios, pero ¿quién necesitaba eso?

Aun así… Allen-sama había sonado tan seguro.

“Quiero ver qué crearás cuando tengas un gran lienzo  en  el  que trabajar”,  había  dicho imaginativamente.

“Y la gama de nuevos productos que manejamos aquí seguirá creciendo. ¿No es así, Anna?”

“No soy más que una humilde sirvienta”, fue su respuesta.

“Eso suena como un ‘sí’. ¿Qué piensas?”

“S-Soy todavía una novata”, había protestado.

“Estoy hablando del futuro”, me había asegurado.

“Por favor, considérelo, Fosse-san. Y por favor acepta esto como un recuerdo”.

“¿Qué es eso?”

Mi papá había preguntado, luciendo confundido.

“Intenta beberlo. Puede que te sorprenda”

Recordé la sonrisa infantil del Allen-san cuando le entregó a mi papá la botella de vino tinto, no el vino por el que habíamos firmado un contrato, sino una variedad rara y de ultra alta gama destinada a las clases altas.

¡Pensar que tenía aún más bajo la manga, además de lo que había señalado! Finalmente entendí por qué Karen se quejaba de él: no jugaba ni un poco limpio. Él sabía exactamente qué decir para ponerme nerviosa.

Las ofertas de los Leinster y los Howard para su primer año en el negocio ya eran amplias y seguramente crecerían. Anticipé que los fondos a disposición de su empresa se dispararían, y pensé que incluso podrían ser suficientes para poner de cabeza la estructura de poder comercial estancada del reino.

Sonaba tan… fascinante. Volví a darme cuenta de lo mucho que me encantaba recopilar datos para prepararme  para  una  negociación  comercial exitosa, aunque no me fue bien con la mayoría de los hombres, que solo miraban mi pecho.

Al mismo tiempo, ver a Karen y a las de primer añopracticando magia me hizo darme cuenta de que no podía ser como ellas, que nunca podría alcanzar su nivel o disfrutar tanto del lanzamiento de hechizos. Pero cuando se trataba de negocios, podía imaginarme a mí misma manteniéndolo incluso al nivel del Allen-san, o al menos casi al nivel de él.

Decidí resumir cuidadosamente la situación y mis pensamientos al respecto.

La negociación había sido un éxito para la Compañía Fosse… pero una pérdida personal para mí. Dejar una racha perdedora intacta no era mi estilo.

El Allen-san me había invitado a trabajar para las casas ducales y tenía hasta que me graduara de la universidad para darle mi respuesta.

La autoridad del Allen-san parecía estar creciendo. Eso era obvio, sin importar cuánto pudiera negarlo.

No estaba hecha para lanzar hechizos.

Teniendo todo eso en cuenta, mi próximo curso de acción parecía claro. Sabía lo que tenía que hacer.

“Felicia, ¿estás bien?”

Preguntó mi papá mientras bajaba las escaleras a la mañana siguiente.

“Hemos estado preocupados por ti. Te encerraste en tu habitación tan pronto como llegamos a casa ayer y ni siquiera saliste a cenar. Cielos… ¡Ese chico tuvo algo de valor, tratando de reclutarte delante de mis narices! Aun así, deberías probar un poco de este vino tinto cuando vuelvas a casa este fin de semana; ¡Es asombroso!”

“Debes tener hambre”, agregó mi mamá.

“Toma un poco de sopa”

La cálida recepción me hizo dudar. Golpeé suavemente con un dedo mi frente, luego me puse de pie y dije:

“Padre, madre, tengo algo importante que decirles”

“¿Uhm? ¿Qué pasa ahora?” preguntó mi papá.

“Si se trata de la negociación de ayer, no te preocupes. Ese licor sabe muy bien, así que estoy seguro de que se venderá”.

“Querido” mi mamá lo reprendió, dándose cuenta de mi actitud.

“Estoy segura de que es más importante que eso, ¿no es así, Felicia? Continua. Dinos.”

Estaba a punto de decir algo muy desagradecido a mis padres, algo por lo que incluso podrían repudiarme, pero no podía mentirme a mí misma. Y si terminaran repudiándome, le echaría la culpa directamente a…

Tonta. Se supone que esta es una discusión importante, ¿recuerdas?

Me armé de valor y dije exactamente lo que tenía en mente.

“Saben, yo…”

***

Llamé a la mansión Leinster en la noche del Día de la Oscuridad, después de haber terminado mi tutoría. La razón era simple: me habían convocado.

“Dime, ¿cómo resultó el proceso de investigación?”

Lisa  preguntó,  sonando  como si estuviera disfrutando. Llevaba un lujoso vestido escarlata y estaba sentada frente a mí en una silla antigua.

“Objetivamente hablando, fue un fracaso”, respondí.

“Un gran éxito, creo”

Informó traidoramente la sirvienta principal de los Leinster. Estaba de pie a mi lado y con su sonrisa habitual.

“¿Por qué dices eso, Allen?” Lisa presionó.

“Que no tengo aptitudes para los negocios. Por favor, reempláceme con alguien más talentoso para futuras proyecciones”.

“¿No me digas? ¿Después de ejecutar contratos con más de diez socios comerciales confiables en tan poco tiempo?”

“Cualquiera podría haber hecho tanto. Una persona más proactiva podría haber manejado el doble de esa cantidad”.

“Y habría causado  problemas más tarde”, respondió Lisa simplemente.

“Allen”.

“¿Sí?”

“La humildad es una virtud, pero se puede llevar al exceso. Bien hecho. Esto debería funcionar bien.”

“M-Muchas gracias,” tartamudeé.

Siempre me había costado lidiar con los elogios; Me preguntaba si Lydia alguna vez experimentó el mismo problema.

“¿Y qué funcionará bien?”

“Mi  regreso al  sur”, anunció Lisa despreocupadamente.

“Las súplicas han dado paso a los gritos”

Cielos.

Pensé que su estadía en la capital fue terriblemente prolongada, pero aparentemente, supervisar la selección de comerciantes para los nuevos productos de su casa no había sido la única razón, también había   estado   obligando a  sus subordinados a administrar el ducado sin ella.

Lydia, espero que no te conviertas en alguien cuyos movimientos afectan a todo el tablero.

“Había estado pensando que ya era hora”, dije.

“Tengo que poner a prueba a mis queridos subordinados, con amor, por supuesto”, comentó Lisa.

“¿No estás de acuerdo?”

“Sí, señora” gorjeó Anna.

“Los míos también han dado grandes pasos en los últimos meses”.

Probablemente sea un método efectivo, pero no me gustaría ser ninguna de las personas que trabajan para ellos.

Incliné la cabeza.

“Muchísimas gracias. Esta ha sido una experiencia valiosa.”

“No le des importancia”, respondió Lisa.

“Una vez que tu puesto de tutor llegue a su fin, la

Casa Leinster te pondrá a cargo de todo nuestro comercio en la capital real. Por supuesto, reconsideraremos si tu situación cambia. También hablaré del asunto con los Howard.”

Me quedé sin palabras por un momento antes de que pudiera tartamudear:

“¿Hablas en serio?”

“Eres libre de hacer cualquier transacción que no dañe nuestra fortuna”, continuó Lisa.

“Consúltame sobre los que sí”.

“¿Eso es intimidación?”

“Puedes arreglártelas. Estoy muy orgulloso de ti.”

Lisa me palmeó la cabeza. Ella era como Lydia, y acababa de ensillarme con un reto inconcebible, aunque todavía faltaba mucho tiempo, que no tenía derecho a rechazar. Me sentí débil.

Será mejor que le hable de Felicia-san.

“Me falta talento, pero le pagaré su generosidad si, por casualidad, llega a eso”, dije. “Hay una persona que, si es posible—”

“Te refieres a Felicia”, me interrumpió Lisa.

“Ella estaba feliz de aceptar su oferta”

“¡¿Ella lo estaba?!” Pregunté, sobresaltado.

“¿Y la has conocido?”

“Así es. La deseabas lo suficiente como para tener favoritos; ¿Cómo podría no estar intrigada?”

“Por supuesto que lo hice después del talento que mostró. Si ella se unirá a la empresa, puedo estar tranquila”.

Eso es un alivio. No planeo dejar mi trabajo de tutoría hasta que las chicas dejen el nido muy atrás. También hay que considerar los grandes hechizos: encontrar una manera de controlar Frigid Crane no será fácil.

Decidí comentarle cualquier cosa relacionada con los negocios a la chica con anteojos.

“Me contó todo sobre su pasión”, continuó Lisa, sonando divertida.