Koujo Denka (NL)

Volumen 3

Capitulo 2: Preguntó Nerviosa

Parte 7

“Ella descubrió que la casa, los muebles y los uniformes de las criadas eran parte de tu proceso de investigación, ya sabes. ¿Cómo lo pusiste, otra vez?   ‘Quiero  firmar  contratos  con  socios comerciales que tratarán la mercancía con cuidado. No puedo trabajar con alguien que cambia de actitud a causa de un edificio. Los muebles y la ropa parecen baratos, pero una persona perspicaz se dará cuenta de que son productos del norte y del sur, y que las costuras son meticulosas’. Me dijo que la costura es otra de sus especialidades. ¿Eso te frustra?”

“Me avergüenzo de no haber pensado lo suficiente en el asunto”, respondí.

Lisa se rio entre dientes.

“¿Supongo que estás celoso?”

“Estoy ardiendo de envidia”

Felicia-san fue extraordinaria. Compitió con Lydia y Tina, aunque su talento estaba en un área diferente. Por eso no podía soportar ver su potencial desperdiciado. Y ahora estaba siendo objeto de burlas como resultado. Solo yo tenía la culpa.

“Saldré de la capital real mañana”, anunció Lisa.

“Voy a dejar a Anna aquí, así que avísale si surge algo”

“Lo hare. ¿Qué hay de tu despedida?”

“Sabes que no las soporto. Diles a mis chicas que tampoco me despidan”

“¿Qué harás durante el verano? El abuelo, la abuela y el resto de la familia se mueren por verte”

“Durante los últimos tres años, había pasado mis veranos visitando a mis padres con Lydia o reuniéndome con ella en las propiedades del sur de los Leinster. Aun así, rechacé la oferta de Lisa con un movimiento de cabeza.

“Agradezco la invitación, pero me voy a casa este verano. Tengo que decirles a mi mamá y a mi papá que reprobé el examen de hechicero de la corte en persona”

Forcé una risa.

“Seré regañado”

Lisa agarró mis dos manos entre las suyas.

“Allen”, dijo con una sonrisa amable,

“No tienes nada de qué preocuparte. Conozco a tus padres”

“Los he traicionado”, respondí lentamente.

“Tú no has hecho tal cosa. Si fueras mi propio hijo, estaría orgulloso de ti desde el fondo de mi corazón por lo que hiciste. Estoy segura de que tus padres sentirán lo mismo. Defendiste el honor de mi hija y por eso estoy realmente agradecida. Yo, Lisa Leinster, nunca olvidaré tu amable acto mientras viva”

“L-Lisa-san…” dije, sorprendida.

Ella se rio.

“Tengo que actuar como tú suegra de vez en cuando. No le digas a Lydia”

“Yo… no lo haré”, concedí.

Yo no era rival para Lisa. Iba a casa con Karen, luego les contaba todo a mamá y papá, cara a cara y con mis propias palabras.

“Eso me recuerda, Allen. Hay alguien a quien quiero que conozcas”, dijo Lisa.

“Anna”.

“Sí, señora” dijo Anna.

¿Alguien a quien ella quiere que conozca? ¿Quién puede ser?

“D-D-Disculpe”

Mis ojos se abrieron de par en par cuando entró una pequeña niña que usaba anteojos y el uniforme de la Royal Academy, agarrando su boina escolar en sus manos. Era Felicia Fosse. Había un saludable rubor en sus pálidas mejillas.

“Ella va a estar ayudando con los Howards y nuestro negocio”, me informó Lisa con una sonrisa.

“Los Howard ya han dado su aprobación”

“¡¿E-En serio?!” tartamudeé.

“¿Qué pasa con su salud?”

“¡Déjamelo a mí!” Anna intervino.

“Ella trabajará aquí consultaré con el Howard”.

por el momento, personal de la

y también residencia

Estaba sin palabras.

Felicia-san se rio como una niña que acaba de realizar una broma exitosa.

“Usted dijo que me deseaba, Allen-san”

“Lo hice, pero creo que también dije ‘Después de que te gradúes de la universidad’“.

“No podía esperar. Voy a retirarme de la Royal Academy después de los exámenes de fin de semestre”

“¡¿Q-Qué?! P-Pero Felicia-san—”

“Felicia,” me corrigió.

Presioné una mano en mi frente. Esta chica era demasiado imprudente para su propio bien. Necesitaba hablarle un poco de sentido común.

“¿Te das cuenta de lo que eso significaría?” Yo pregunté.

“Retirarse de la Royal Academy equivale a rechazar su propio camino hacia el éxito público. Un diploma te ayudaría a…”

“Mi papá gritó que ‘no podía dejar que una pequeña tonta como yo heredara su preciosa compañía’“, respondió ella, interrumpiéndome.

“Mi mamá fue más comprensiva, pero… me voy a ir de casa. No tengo que preocuparme por la compañía, hay algunos veteranos allí y los Leinster han accedido a vigilar las cosas.”

Yo estaba estupefacto; Apenas podía creer lo que decía la chica enfermiza y con anteojos. Era cierto que quería verla crear algo maravilloso, incluso había considerado seriamente lo que podría hacer si tuviera el espacio, la posición y la oportunidad de trabajar, pero no tenía intención de desviar toda su vida.

La risa de Felicia interrumpió mi cavilación.

“No juega limpio, Allen-san…”

“Ha habido un malentendido.” Proteste.

“Pero eres amable”, continuó.

“Estás preocupado por mi futuro, a pesar de que solo nos hemos hablado por un corto tiempo”.

“Por supuesto que estoy preocupado. ¿Has decidido un lugar para vivir?”

“Tengo un poco de dinero, así que estoy pensando en algún lugar en el distrito laboral. El alquiler es barato allí”.

“Estás siendo imprudente; el distrito de trabajo no es lugar para que viva una jovencita tan encantadora. Las calles no son seguras por la noche, ya sabes. Tampoco será bueno para tu salud”.

Felicia dejó escapar un pequeño chillido extraño, y pude ver sus mejillas enrojecerse más y más. Me preguntaba por qué, ella debió haber visto su propia cara en el espejo en algún momento.

“E-Eso no es gracioso…” murmuró, agitando las manos.

“Yo, ¿E-Encantadora? Eso es un halago que no siempre escucho”

“Estaba siendo sincero”, insistí.

“No vivirás en el distrito de trabajo. Hablaré con Fosse-san y…”

“Eso no será necesario”, respondió antes de que pudiera terminar de hablar.

“Haré mi propio camino, y te agradeceré que te ocupes de tus propios asuntos”.

“Ciertamente eres terca”

“¿No es eso parte de lo que te gusta de mí?”

Suspiré.

“Tú ganas. Por favor, usa este lienzo nuevo para crear algo magnífico para que lo contemple”

“Prometo superar tus expectativas”, respondió ella.

Me rindo, pensé mientras estrechaba su pequeña mano de chica.

Juzgué mal su determinación, su pasión y sus agallas.

“¿Encontrarías a Felicia en algún lugar para vivir?” Le pregunté a Lisa, que había estado observando nuestro intercambio.

“Ella se quedará aquí en la mansión”, ordenó Lisa.

“Anna le resultará más fácil cuidarla de esa manera. Informaré a la Compañía Fosse.”

Entonces, ella ya tiene todo bajo control…

“¿Eh? ¡¿Qué?!”

Felicia exclamó, repentinamente en pánico.

“¡N-No soy digna de vivir bajo el techo de la Casa Ducal Leinster!”

“Eso no le servirá de nada, Felicia-san” intervino Anna.

“Verás, Allen-sama es bastante estricto. Si te echamos a la calle, nos obligaría a modelar cualquier cantidad de atuendos con los que espera vestir a Lydia-Ojou, y eso estaría lejos de ser el final.”

“Anna” dije,

“¿te importaría que le dijera que dijiste eso?”

“Y ahí lo tienes”, concluyó Anna.

“Le sugiero que se resigne a establecer su residencia aquí”.

Había cierta alegría en su voz; nunca se puede ser demasiado cuidadoso con la doncella principal de los Leinster.

Felicia  estaba  apretando  su boina  escolar, aparentemente incapaz de seguir el ritmo de la situación. Me acerqué a ella, le quité la boina de las manos, luego la alisé y se la puse en la cabeza.

“¿A-Allen-san?” ella tartamudeó.

“¿Estás seguro de que no te arrepentirás de dejar la Royal Academy?” Yo pregunté.

“Estoy segura. Voy a elegir mi propio camino”.

“En ese caso, ¿me harías una promesa?” Dije, mirándola a los ojos.

Rara vez hablaba con los chicos de la Royal Academy, eso era lo que Karen me había dicho, pero   era  tan  encantadora  que  tuve  que preguntarme si esos chicos simplemente no estaban atentos. Decidí que le pediría a Anna que probara un poco de maquillaje ligero en ella la próxima vez que tuviera la oportunidad.

“Pon tu salud primero. Recuerda comer y dormir. No te lleves libros o papeles a la cama contigo. Aprende a hablar con los chicos como puedes hablar conmigo: puedes tomarlo con calma, pero trabaja en ello poco a poco”.

“A-Allen-sama…”  Felicia estaba  visiblemente nerviosa.

“E-E-Eso es…”

“Si no puedes cumplir esa promesa, entonces olvida todo lo que hemos discutido”, dije.

“Si lo encuentras demasiado difícil, te pondré un amuleto. Y llámame ‘Allen’ de ahora en adelante”

Felicia se quedó en silencio por un momento; luego dijo:

“Haré lo mejor que pueda, Allen”

Me gire hacia la doncella principal.

“Ya la escuchaste, Anna”

“Ciertamente, señor”, respondió ella.

“Uhm… Me parece recordar haber escuchado esas promesas en algún lugar antes”

Tendría que quedármelos yo mismo, de lo contrario, Lydia y Karen realmente perderían los estribos  pronto.  Me  acordaba   de   comer adecuadamente, pero en cuanto al resto… Bueno, una cosa a la vez.

“Te deseo lo mejor, Felicia”, le dije.

“¡Gracias! ¡Me dispongo a tener el comercio de la capital, no, el comercio del reino bajo mi control!”

H-Hablando de ambiciosa… Aun así, me alegro de que sea tan entusiasta.

Incliné la cabeza hacia la sirvienta principal, que estaba de pie detrás de nosotros, luciendo divertida.

“¿Allen-san?” preguntó, sorprendida por mi gesto.

“Fue solo por un corto tiempo, pero estaba agradecido por su ayuda. Los resultados que logramos en el último mes y medio habrían sido imposibles sin ti y las otras doncellas de ambas casas ducales”.

“Solo soy una humilde sirvienta”, respondió Anna vacilante.

“Y fuimos nosotras quienes te impusimos”

“Es suficiente, Allen”, intervino Lisa.

“Si quieres seducir a mi sirvienta principal, primero tendrás que derrotarme”

“Estaba siendo sincero”

Ahora, creo que es hora de enfrentar la mayor dificultad.

Hice otra reverencia a Lisa.

“Rezo para que tengas un viaje seguro. Y si es posible… agradecería que me aseguraras de que sobreviviré esta noche”

“Un joven debe valerse por sí mismo. Ella está en camino, ¿sabes?”

“Que la fortuna lo favorezca, Allen-sama”, agregó Anna.

“¿Eh? ¿Q-Qué?” preguntó Felicia.

“¿Qué va a pasar?”

“Manténgase detrás de mí, Felicia-san” dijo Anna.

“Me han dicho que sabes manejar una aguja de coser. Por favor, eche un vistazo a esto.”

“S-Sí, lo hago, pero— ¡¿V-Vas a hacer esto?!”

Que conversación tan sospechosa. Será mejor que no la arrastres por caminos extraños.

Desabroché mi cuello.

¿’Que la fortuna lo favorezca’? Sí, voy a necesitar eso. Supongo que mi único golpe de suerte es que Lynne pase la noche con los Howard; de lo contrario, tendría que lidiar con dos pájaros.

Me preparé para la tormenta que se acercaba cuando sentí el maná iracundo que irradiaba el albatros alrededor de mi cuello.

***

Fue justo antes del toque de queda cuando la puerta exterior de nuestro dormitorio se abrió para admitir a Felicia aturdida.

“H-He vuelto, Stella”, dijo.

“Bienvenida de nuevo”, respondí.

“¿Estabas visitando a tus padres?”

“No, los Leinster” Felicia dejó escapar un suspiro.

“Estaba tan tensa, tal vez lo más tensa que he estado en mi vida”.

“¿Los Leinster?”

Felicia ignoró mi pregunta mientras se dejaba caer en su cama vacía y arrojó sus brazos alrededor de una almohada.

“Stellaaa…” Grito sin cambiar su postura.

“¿Sí?” Respondí mecánicamente, bajando la mirada a mi cuaderno.

“Una vez que terminen los exámenes de fin de semestre, dejaré la Royal Academy”.

“¿Qué?”

Por un momento, no pude comprender lo que quería decir. Mi mente era un torbellino. Repetí sus palabras en mi cabeza:

“Voy a dejar la Royal Academy”.

“¡¿P-Por qué?!” Grité, casi grité, sin querer.

“Has trabajado muy duro. Si se trata de tus estudios, entonces Karen y yo podemos…”

“Gracias. Sin embargo, eso no es todo. Me gusta la magia, pero incluso si llegara a la universidad…”

Su resolución era firme. Era mucho más pequeña y frágil que yo, pero estaba decidida. Aparté los ojos; su fuerza era demasiado para mí.

“… No seré rival para ti o para Karen”, continuó Felicia.

“Sin embargo, cuando se trata de negocios, puedo defenderme de ustedes dos. No puedo perder el tiempo para asistir a la escuela. Me han dado un lugar para trabajar y dudo que vuelva a tener otra oportunidad como esta. Eso, y Allen-sama creyó en mí”.

Dijo esa última parte aparentemente para sí misma y con un toque de dulzura. Me dolía el corazón, pero apreté los dientes y oculté mi confusión interna.

“T-Tus padres no lo permitirán, ¿verdad?” Objeté, fingiendo ecuanimidad.

“Mi papá dijo que me repudiará”, confirmó Felicia.

“Por el momento, voy a estar aprovechando la mansión de Leinster mientras estudio”.

“O-Oh, ya veo… Pero no es terriblemente repentino—”

“Regresé”, dijo la voz de Karen cuando anunció su regreso.

Felicia saltó de la cama y corrió hacia ella.

“¡Oh, Karen! ¡Escucha esto!” ella lloró.

“¡Allen y la Dama de la Espada me hicieron pasar por suficiente de su coqueteo para toda la vida! ¡¿Cómo se supone que voy a creer que no son pareja después de lo que vi?! ¡No tiene sentido!”

¡Realmente no lo hace!”

“¿Nii-sama y Lydia-san? ¿Y dejaste de decirle ‘Sama’?”

preguntó Karen con una mirada de confusión.

“Felicia, ¿te has decidido?”

“¡Sí! Renunciaré a la Royal Academy y me dedicaré a los negocios”

“¿Lo harás?” Karen respondió.

“Te extrañaré. Aun así, podría significar más paz y tranquilidad para Stella y para mí; para empezar, no tendremos que preocuparnos de que nos abracen de la nada”.

“¡Oh, eres horrible!” exclamó Felicia.

“¡Esto es lo que obtienes!”

“¡F-Felicia, suéltame! ¡Eek! ¡S-Solo Nii-sama tiene permitido tocar mi cola!”

Cuando la pareja comenzó a jugar, una tormenta se desató dentro de mí. Karen no estaba en lo más mínimo sorprendida de que Felicia, la niña pequeña que siempre se había aferrado a mí y necesitaba mi protección, había tomado la decisión de dejar la Royal Academy. De hecho, ella la estaba animando calmada y cálidamente.

“Buena suerte”, dijo Karen.

“Pero no te olvides de tu salud. Estaré molesta si colapsas o algo así”

“¡Gracias! ¡O-Oh, y no te preocupes!”

Felicia respondió, provocando una mirada burlona de Karen.

“¡Conozco mis límites demasiado bien como para fijar mi mirada en casarme con el Allen! ¡No tendría una oración! Quiero decir, tendría que enfrentarme a la Dama de la Espada, y eso no va a suceder. De ninguna manera. Voy a dejar todo eso en manos del resto de ustedes y las seguiré a distancia, ¡Eso me dará una buena vista de todos sus logros!”

Karen hizo una pausa por un momento y luego dijo:

“¿Casarse con él?”

“Realmente no veo a mi hermano como… ”

“¿Oh? ¿No te gusta Allen?”

“¡Por supuesto! Lo am— ¡F-Feliciaaa!”

“¿He puesto una idea en tu cabeza, Karen? Eres adorable”

Mis mejores amigas reanudaron sus payasadas. Extendí una mano, con la esperanza de unirme, pero solo tomé aire vacío y lo bajé de nuevo.

“¿Stella?” preguntó Karen.

“¿Hay algún problema?” añadió Felicia.

“Ah, no”, respondí.

“Ambas deben estar cansadas, así que vamos a acostarnos temprano. ¿Te importa?”

Esa noche, lo último de algo dentro de mí se rompió. No pude detenerlo.

Esto… ¡Esto no es justo! Grité en silencio en la oscuridad.

¿Cómo pueden seguir adelante tan fácilmente? ¿No te asusta seguir adelante? ¿Qué debo hacer, qué puedo hacer, para ser como tú?

“Pobrecita de mí”, mi yo del pasado se burló de mí en la noche.

“¿Vas a huir de nuevo? Aun así, ¿qué más puedes hacer? Después de todo…”

Me estremecí.

No. No debo escuchar.

“Tú no eres la Dama de la Espada. Tú no eres Karen. No eres Tina, Lynne o Ellie. Tú no eres Felicia; es enfermiza, frágil y tímida, y se aferró a ti, pero tiene un corazón fuerte”.

Yo…Yo soy… yo soy…

“Tu nombre es Stella Howard, una pobre chica que carece del talento para estar a la altura de su noble ascendencia. ¿Recuerdas lo que dijo padre?”

“¡No hay ninguna posibilidad de que alguna vez domines a Blizzard Wolf o Azure Fists! Y tenía razón, ¿no?”

La oscuridad se estaba tragando mi cuerpo, y solo vi penumbra, una extensión sin luz en la que nada era visible. Me levanté de la cama, salí de la habitación fría y comencé a caminar sola por el pasillo. No podía distinguir nada a mi alrededor, ni siquiera la luz de la luna o las estrellas.