Ichiban Ushiro No Daimaou (NL)

Volumen 7

Capitulo 4: Una Batalla Bastante Grande

Parte 1

La vista desde la terraza del castillo no estaba mal. El paisaje era principalmente la selva y una montaña rocosa, pero esa naturaleza; o imágenes moldeadas tras la naturaleza; visible debajo del cielo azul tenía una manera de calmar el corazón.

Akuto estaba en la terraza con una copa de vino en una mano.

Ser el jefe final de un juego es bastante aburrido.

Aunque realmente no te das cuenta mientras juegas. – respondió Keena mientras estaba junto a él comiendo arroz.

La visión de ella sacando arroz de un tazón con unos palillos no se ajustaba a ese castillo occidental.

No podían acceder al mundo exterior, así que solo podían ver el manual del juego y los datos internos. Después de revisar todo eso y darse cuenta de que no podía comprender el programa, Akuto tenía poco que hacer.

Y descubrimos que el santo grial está en lo profundo del castillo. – se quejó Akuto.

Él había encontrado el objetivo final del juego, el santo grial, guardado en el calabozo más profundo del castillo. Tomarlo no había hecho nada. Parecía ser solo el objetivo final de los jugadores. Eso significaba que el juego terminaría cuando él fuera derrotado y uno de los jugadores lo tomara. A Akuto no le importaba si ese era el final que alcanzaban.

¿Pero quién cambió la historia? – preguntó Keena.

Todo lo que sabemos es que muchos factores diferentes están involucrados. Pero hasta que sepamos qué son, no deberíamos intentar nada…Por cierto, ¿dónde encontraste ese arroz?

¡Estaba justo ahí! En cuanto quise comerlo, estuvo allí delante de mí. Este castillo sin duda es conveniente. Debe estar lleno de sirvientas invisibles.

Si hay tantas sirvientas invisibles, ¿por qué no nos topamos con ellas?

Tal vez son rápidas, así que se mueven fuera del camino.

No estoy seguro de que me guste la idea de sirvientas invisibles rápidas…

Akuto sonrió amargamente y oyó una voz detrás de él.

Rey demonio, soy yo, General Demonio Korone. He venido con noticias.

Akuto se volvió para encontrar a Korone de rodillas.

¿Por favor puedes dejar de actuar así?

Cumplir con el juego es la clave para salir de este mundo.

Aun así…De todos modos, ¿qué pasa?

Dos cosas. En primer lugar, el programa parece haber sido alterado un poco desde el exterior.

¿No es eso peligroso?

Sí, pero la dimensión alternativa virtual está influenciada principalmente por las voluntades y acciones de los que están dentro. Los cambios externos se limitan a pequeñas cosas fuera de los factores fundamentales. Por ejemplo, aumentar el número de personajes enemigos. Pero no puedo decir lo que sucederá, así que tenga cuidado al enfrentar a un enemigo que no está en el manual.

Los problemas solo seguían llegando.

Sería peligroso si un enemigo así te mata, ¿no? – dijo Akuto con un gesto de comprensión.

Sí. Ten cuidado. En cuanto a la otra noticia, mientras cazaba a los restos, descubrí que el enemigo se está reuniendo.

¿Reuniéndose?

Sí. Parece que se dispersaron, subieron de nivel, y esperaron una oportunidad. Si ha llegado el momento, avanzarán al castillo con un ejército que ellos creen que puede derrotarlo.

Es bueno oír eso. Este juego pronto llegará a su fin. – dijo Akuto aliviado.

No, lograremos la victoria matándolos a todos.

Si eso es lo que quieres hacer, también está bien. Todos van a odiarme de todos modos.

Entonces me dirigiré a la fortaleza de camino aquí… Como puede ver, han empezado a moverse.

Korone señaló más allá de la terraza.

Akuto se volvió y vio una columna de humo que salía de la selva.

– Oh, es humo. – dijo Keena inocentemente.

Cada vez más señales de humo comenzaron a elevarse a través del paisaje.

Muchos de ellos sobrevivieron.

No se preocupe. Hay menos de treinta supervivientes y cada comandante no tiene más de diez mil soldados. Tomaré prestado su ejército. ¡Definitivamente saldré victoriosa con los doscientos mil soldados del ejército del rey demonio y la ventaja geográfica de la fortaleza Barrera Korone!

– ¿Cuándo creaste esa fortaleza?

Akuto no podía creer lo que estaba oyendo, pero era verdad que Korone estaba ayudando a resolverlo todo. Decidió que podía dejarlo en sus manos, así que asintió hacia ella.

Entonces me dirigiré a la batalla. Rey demonio, diviértase mientras baila y escucha música. Las sirvientas invisibles lo prepararan para usted. – dijo Korone.

¿Baile y música? – se quejó Akuto, pero la voz alegre de Keena interrumpió.

¡Baile y música! ¡Es cierto! ¡Olvidé lo que importaba con un castillo! ¡Se deslizó de mi mente porque no hay mucha gente aquí!

Los ojos de Keena estaban brillando.

Diviértanse. – dijo Korone al irse. Entonces la música comenzó a sonar.

¿Eh?

¡Wah! ¡Ven, A-chan, vamos a bailar! Keena tiró de la mano de Akuto.

Al ver cada vez más señales de humo elevarse, Yoshihiko asintió.

Oh, no. Los estudiantes decidieron que su nivel es lo bastante alto para comenzar un ataque contra el castillo del rey demonio. – comentó.

Junko asintió con una expresión disgustada. La fusión gigante entre un pulpo y una bestia de cuatro patas sacudía la tierra mientras andaba a la distancia delante de ellos.

– ¿No han notado a ese monstruo?

El monstruo tenía varias docenas de metros de alto. Sería visible desde la distancia, pero era poco probable que todos los estudiantes dispersos por el mundo lo hubieran visto.

Dudo que todos los que lo vean se den cuenta de que no es un personaje del juego. ¿No tenemos más opción que derrotarlo?

Yoshihiko se volvió hacia Junko y Keisu.

Junko seguía vacilando, pero Keisu asintió con fuerza.

Creo que deberíamos derrotarlo. Eso…podría ser el rey demonio. No podemos dejar que el rey demonio adquiera el santo grial.

En el juego, el santo grial está en el castillo del rey demonio y ese monstruo se dirige en esa dirección. Además, nuestro contacto con el mundo exterior fue cortado cuando apareció este monstruo.

Yoshihiko produjo una pantalla en el aire y lo comprobó una vez más.

Entonces asintió con decisión.

Si podemos hacer algo, tenemos que hacerlo. Démonos prisa. Estamos muy lejos del castillo del rey demonio.

Yoshihiko comenzó a caminar tras el monstruo pulpo.

Por cierto, ¿qué pasa si el rey demonio adquiere el santo grial? – preguntó Junko.

Keisu rápidamente dio una respuesta aterradora.

Obtiene su forma perfecta.

¡Ha llegado el momento de mostrar nuestro poder!

Fujiko dio sus órdenes. Las estudiantes y los ejércitos NPC bajo su comando dejaron escapar un grito. Todas eran mujeres.

¿Qué es eso?

¡Este es el ejército Amazon de Etou Fujiko-sama!

A la cabeza de la fuerza militar que avanzaba hacia el castillo del rey demonio estaba Fujiko montando un Cerbero y llevaba una bandera con la “E” de Etou.

Fujiko y algunas de las otras estudiantes habían formado una alianza y rápidamente se convirtió en la mayor fuerza entre los estudiantes. Lo habían hecho principalmente atacando a los chicos.

Había empezado cuando algunos de los chicos habían intentado escabullirse en las tiendas de las chicas. Los chicos habían decidido que no había nada malo en espiarlas ya que este era un juego, pero las chicas habían contraatacado ferozmente. Para detener ese conflicto, Fujiko había sugerido actuar como un grupo.

Fujiko era tan popular que el número de chicas bajo su mando continuó creciendo mientras viajaban. La creación de un grupo y la comodidad de que todo era un juego habían radicalizado su pensamiento. Se volvió implícitamente aceptable matar a cualquier chico que se les opusiera.

Esta radicalización por supuesto había sido instigada en secreto por Fujiko. Ella había sido la primera en darse cuenta de que matar a otros estudiantes daba una experiencia muy alta. Había abogado indirectamente por cazar a los chicos para fortalecer a las chicas aliadas con ella.

Pero Fujiko-sama es tan amable…

– Si solo esas otras chicas no estuvieran con ella…

Fujiko había dominado su villanía hasta el punto de que incluso los chicos supervivientes estaban convencidos de que eso era cierto.

Con el ejército Amazon de Fujiko de setenta mil a la cabeza, cada vez más ejércitos se unieron a la Alianza Contra el Rey Demonio.

Estudiantes ocultos a izquierda y derecha se unían a ellos mientras continuaban por el camino y los ejércitos NPC de esos estudiantes los seguirían.

Al final, la alianza llegó a los trescientos veinte mil y levantó muchas banderas diferentes mientras avanzaba. Se movió hacia la Barrera Korone. El amplio camino se estrechaba en un punto y una fortaleza había sido construida allí. Acantilados similares a paredes se levantaban a ambos lados del camino, haciéndolo parecer un río seco gigante. Los acantilados tenían varias docenas de metros de alto, así que solo se podía atacar al nivel de tirar rocas si uno subía hasta la cima. De cualquier manera, la batalla se redujo a derrotar a la fortaleza de frente.

– Así que comienza aquí.

El murmullo excitado de los estudiantes se elevó al cielo. Los acantilados se acercaron a ambos lados y la gente y los caballos del ejército crearon un único flujo negro que parecía agua fangosa que fluía por el río seco con una fuerza tremenda.

Una pared gigante bloqueó el camino como una presa en un río. Esa pared estaba decorada con banderas con la palabra “demonio”.

¡Es el ejército del rey demonio!

¡No han dejado el castillo todavía!

¡Saquen el ariete! ¡Si derribamos la puerta, nosotros ganamos!

La alianza continuó cargando al frente. La única persona que bajó la velocidad fue Fujiko.

Hehe. Una vez que los estudiantes ganen más experiencia en esta batalla, encontraré el momento perfecto para ofrecérselos a Akuto-sama. ¡Este plan es perfecto! Y finalmente, le ofreceré mi propio cuerpo a Akuto-sama… ¡Ahhh! Akuto-sama me matará con sus propias manos… ¡Qué felicidad! ¡Solo lo pienso y apenas puedo contenerme!

Perdida en sus delirios, Fujiko disminuyó su velocidad y se escondió dentro del ejército para poder sobrevivir. También se rodeó de estudiantes. Esto fue una acción realmente cobarde, pero fue increíblemente capaz de hacerlo sin que los que la rodeaban sospecharan.

Mientras tanto, los que estaban a la cabeza del ejército llegaron a la fortaleza.

El ejército de un chico había preparado un ariete, pero una lluvia de flechas cayó de repente sobre él y su ejército. Soldados orcos bajo el mando de Korone habían estado escondidos sobre la fortaleza y comenzaron su ataque.

– ¡Waaaah!

La unidad del ariete fue derrotada.

Esa lluvia de flechas marcó el comienzo de una feroz batalla.

Los soldados al frente pusieron sus escudos sobre sus cabezas y llegaron al muro de la fortaleza. Comenzaron a colocar escaleras contra la pared y las sostuvieron en su lugar desesperadamente. Los siguientes soldados comenzaron a subir esas escaleras.

Más flechas cayeron. Soldados tan llenos de flechas que parecían erizos cayeron de las escaleras y golpearon a los soldados detrás de ellos.

Aun así, los soldados levantaron sus escudos y siguieron subiendo. Cada vez más escaleras fueron colocadas y las flechas se dispersaban en más puntos. Esto permitió que los soldados llegaran cada vez más alto en las escaleras antes de ser derribados.

– ¡Esta es nuestra oportunidad! ¡Traigan el ariete!

Ante las órdenes de un estudiante, un tronco gigante con ruedas conectadas fue empujado hacia adelante por varios soldados. El ariete se estrelló contra la puerta de la fortaleza. Toda la puerta se sacudió.

Algunas de las flechas que caían se volvieron hacia ellos y la concentración de flechas se redujo aún más. Finalmente, uno de los soldados llegó a la parte superior de la puerta justo cuando el ariete la atravesó.

– ¡Vamos a destruirlos a todos!

Los estudiantes lanzaron gritos, pensando que habían invertido la situación. Los soldados se precipitaron por la puerta mientras gritaban.

Los soldados que habían subido las escaleras comenzaron a derrotar a los arqueros orcos con sus espadas. Él número de flechas que caían disminuyó.

Los soldados que pasaron por la puerta se encontraron con un grupo de soldados duendes con lanzas que esperaban al otro lado del muro. El ejército del rey demonio formó un nuevo muro con sus lanzas y escudos, pero solo sumaban varios cientos. Incluso si podían apuñalar a los soldados al frente con sus lanzas, no podrían defenderse contra el gran número de soldados que los presionaban.

El centro de la densa formación se dividió y los soldados duendes se dispersaron. La caballería había estado esperando a que la lluvia de flechas parara finalmente, pero ahora aparecieron y derribaron y cortaron a los duendes uno por uno.

– ¡Podemos hacer esto!

Cada vez más voces gritaron mientras estaban seguros de su victoria.

Pero una persona estaba menos segura. Era Fujiko mientras observaba el campo de batalla desde la parte trasera del ejército.