Lord of Mysteries (NW)

Volumen 1

Capitulo 24: Centavos

El cielo exterior se tiñó gradualmente de dorado mientras Klein y Melissa se miraban a los ojos. Se quedó momentáneamente sin palabras; no pudo usar ninguna de las líneas que había preparado.

Tosió levemente dos veces mientras rápidamente se devanaba los sesos.

“Melissa, esto no es un desperdicio de mi salario. En el futuro, mis colegas, así como los colegas de Benson, podrían visitarnos. ¿Vamos a alojarlos en un lugar así? Cuando Benson o yo nos casemos, ¿seguiremos durmiendo en literas?”

“Ninguno de ustedes tiene prometidas todavía, ¿verdad? Podemos esperar un poco y ahorrar más dinero mientras tanto”, respondió Melissa de manera lógica.

“No, Melisa. Esta es una regla social”. Klein estaba perplejo por la perspicacia de su hermana. “Como estoy ganando tres libras a la semana, debería parecer que estoy ganando tres libras a la semana”.

Para ser honesto, habiendo compartido un apartamento antes con otros, Zhou Mingrui no era ajeno a sus condiciones de vida actuales. Estaba acostumbrado, pero fue por su experiencia pasada que sabía lo inconveniente que era ese entorno para una chica. Además, su objetivo era convertirse en un Beyonder y estudiar misticismo para encontrar el camino a casa. En el futuro, seguramente iba a necesitar realizar algunos rituales mágicos en casa. Tener demasiadas personas en el edificio de apartamentos hacía de cualquier incidente algo más propenso a ocurrir.

Klein vio que Melissa estaba a punto de seguir discutiendo y rápidamente agregó: “No te preocupes. No estoy planeando conseguir una casa enorme. Básicamente,algo con un baño que podamos llamar nuestro. Además, también me gusta el pan, las galletas y los pasteles de la Sra. Smyrin. Primero podemos considerar lugares cerca del Cruce de hierro y de la calle Narciso”.

Melissa frunció los labios y se quedó en silencio por un momento antes de asentir lentamente.

“Además, tampoco tengo tanta prisa por mudarme. Tenemos que esperar a que regrese Benson”, dijo Klein con una sonrisa. “Pobrecito, ¿te imaginas que llegue y no encuentre nada?, Imagínalo diciendo’¿Y mis cosas? ¿Y mis hermanos? ¿Y mi casa? ¿Nos desalojaron? ¿Cometí un error? Diosa, despiértame si esto es un sueño. ¿¡Donde están todos, si solo me fuí unos días!?'”

Su imitación del tono de Benson hizo que Melissa sonriera involuntariamente, revelando sus hoyuelos.

“No, el Sr. Frank definitivamente estaría esperando en la puerta para que Benson le entregue las llaves del apartamento. Benson ni siquiera sería capaz de subir.” La niña menospreció al tacaño casero.

En la casa Moretti, todos usaban all Sr. Frank como el blanco de sus bromas para asunto triviales o importantes. Fue Benson el que inició esta práctica.

“Cierto, no hay forma de que cambie las cerraduras cuando nos vayamos, se iría a pérdidas”, Dijo Klein con una sonrisa. Señaló la puerta y haciendo acto de un hermano caballeroso dijo: “Señorita Melissa, ¿Me acompañaría a cenar al restaurante Corona de Plata para una celebración?”.

Melissa suspiró suavemente y dijo: “Klein, ¿conoces a Selena? ¿Mi compañera de clase y mi buena amiga?”

¿Selena? La imagen de una chica con cabello rojo vino y ojos castaños apareció en la mente de Klein. Sus padres eran creyentes de la Diosa de la noche. Le habían puesto el nombre de Santa Selena como una bendición. Era medio año menor que Melissa. Era una muchacha alegre y extrovertida.

“Sí.” Klein asintió en afirmación.

“Su hermano mayor, Chris, es abogado. Actualmente también gana cerca de tres libras a la semana. Su prometida trabaja medio tiempo como mecanógrafa”, describió Melissa. “Han estado comprometidos por más de cuatro años. Para asegurar una vida decente y estable después del matrimonio, todavía están ahorrando dinero. Aún no se han casado y planean esperar al menos otro año. Según Selena, hay muchas personas como su hermano. Por lo general, se casan después de los veintiocho años. Tienes que hacer preparativos avanzados y ahorrar. No malgastes tu dinero”.

Es solo una comida en un restaurante. ¿Hay necesidad de sermonearme?…  Klein se quedó sin saber si reír o llorar. Después de pensar unos segundos, dijo: “Melissa, ya estoy ganando tres libras a la semana y tendré incrementos cada año. No hay necesidad de que te preocupes.”

“Pero necesitamos ahorrar algo de dinero en caso de emergencias inesperadas. Por ejemplo, ¿qué pasa si esa empresa de seguridad cierra repentinamente? Tengo un compañero de clase cuyo padre quebró. Tuvo que encontrar trabajo temporal en el muelle y sus condiciones de vida se volvieron terribles al instante. No tuvo más remedio que dejar la escuela”, dijo Melissa con una expresión seria.

… Klein extendió su mano para cubrirse la cara. “E-esa compañía de seguridad y el gobierno… Sí, tiene algunas conexiones con el gobierno. No se cerrará fácilmente”.

“Pero incluso el gobierno no es estable. Después de cada elección, si cambia el partido en el poder, muchas personas serán despojadas de sus cargos. Es un desastre”. Melissa replicó de manera inflexible.

…Hermana, seguro que sabes mucho…  Klein encontró el humor en su exasperación mientras negaba con la cabeza. “Bien entonces…Entonces herviré un poco de sopa con las sobras de ayer. Cómprame un poco de pescado frito, una pieza de ternera con pimienta negra, una botellita de mantequilla y una taza de cerveza de malta. De todos modos, todavía deberíamos celebrar”.

Eran artículos comúnmente vendidos por vendedores ambulantes en El Cruce de Hierro. Un trozo de pescado frito costaba de seis a ocho peniques; un trozo no tan grande de ternera a la pimienta negra costaba cinco peniques; una taza de cerveza de malta era un centavo; y una botella de mantequilla que pesaba alrededor de un cuarto de libra costaba cuatro peniques, pero comprar una libra de mantequilla solo costaría un sol y tres peniques.

El Klein original era responsable de comprar los ingredientes durante las vacaciones de la universidad, por lo que no era ajeno a los precios. Klein hizo una estimación mental de que Melissa necesitaría alrededor de un sol seis peniques. Por lo tanto, sacó dos billetes de un sol.

“Bien.” Melissa no se opuso a la propuesta de Klein. Dejó su mochila y tomó las notas.

Cuando vio a su hermana sacar una pequeña botella para la mantequilla y botes para la otra comida antes de caminar rápidamente hacia la puerta, Klein pensó por un momento y le gritó. “Melissa, usa el dinero restante para comprar algunas frutas”.

Había muchos vendedores ambulantes en El Cruce de Hierro que compraban frutas de baja calidad o caducadas de otros lugares. Los residentes no estaban indignados por esto porque los precios eran muy bajos. Podían saborear los magníficos sabores después de quitar las partes podridas, por lo que era un disfrute barato.

Dicho esto, Klein dio unos pasos rápidos hacia adelante y sacó los centavos de cobre restantes de su bolsillo y los puso en la palma de su hermana.

“¿Ah?” Los ojos marrones de Melissa miraron a su hermano con perplejidad.

Klein retrocedió dos pasos y sonrió. “Recuerda ir donde la Sra. Smyrin. Prémiate con un pequeño pastel de limón”.

“…” La boca de Melissa se ensanchó. Finalmente, ella dijo una sola palabra, “Está bien”.

Rápidamente se dio la vuelta, abrió la puerta y corrió hacia la escalera.

***

Un río atravesaba la tierra, con cedros y arces bordeando las orillas; el aire fresco era embriagador.

Klein, que estaba aquí para poner fin a su entrevista, tenía su revólver con él. Sostuvo su bastón y pagó seis peniques por el carruaje público. Caminó por un camino cementado y se acercó a un edificio de piedra de tres pisos que estaba rodeado por vegetación. Era el bloque administrativo de la Universidad de Tingen.

“Es realmente digno de ser una de las dos principales universidades del Reino Loen…” Siendo esta su primera vez aquí, Klein suspiró mientras caminaba.

En comparación con la Universidad de Tingen, la Universidad de Khoy, justo al otro lado del río, solo podría describirse como en mal estado.

“¡Uno, dos!”

“¡Uno, dos!”

Las voces se acercaron lentamente junto con dos botes de remos que se abrían paso río arriba. Las personas remaban de forma ordenada y rítmica.

Este era un deporte de remo que era popular en las universidades del Reino de Loen. Como Klein necesitaba los apoyos económicos que daba la universidad para continuar con sus estudios, él, Welch y otros compañeros se habían unido al club de remo de la Universidad de Khoy y eran bastante buenos en eso.

“Esto es juventud…” Klein se detuvo y miró a lo lejos antes de suspirar con nostalgia.

En una semana más ya no se verían estas cosas, ya que la universidad cerraría durante el verano.

Mientras avanzaba por el camino bordeado por árboles, Klein se detuvo junto al edificio de piedra de tres pisos. Entró después de registrarse con éxito y encontró fácilmente el camino a la oficina de la persona que lo había atendido la otra vez.

¡Toc! ¡Toc! ¡Toc! Llamó suavemente a la puerta entrecerrada.

“Adelante.” La voz de un hombre sonó desde adentro.

Un instructor de mediana edad vestido con una camisa blanca y un esmoquin negro frunció el ceño cuando vio entrar a Klein. “Falta otra hora hasta la entrevista”.

“Señor Stone, ¿todavía me recuerda? Soy estudiante del Profesor Asociado Senior Cohen, Klein Moretti. Ha leído mi carta de recomendación antes. Klein sonrió mientras se quitaba el sombrero.

Harvin Stone se acarició la barba negra y preguntó desconcertado: “¿Pasa algo? No estoy a cargo de las entrevistas”.

“Aquí está la situación. Ya encontré un trabajo, así que no participaré en la entrevista de hoy”. Klein dio su razón para venir.

“Ya veo…” Cuando Harvin Stone se enteró de la razón, se puso de pie y extendió su mano derecha. “Felicidades. Es usted un joven muy educado. Informaré al profesor y a los profesores asociados”.

Klein estrechó la mano de Harvin y planeó tener una pequeña charla antes de despedirse cuando escuchó una voz familiar detrás de él.

“Moretti, ¿encontraste otro trabajo?”

Klein se dio la vuelta y vio a un anciano con una cabellera plateada que dejaba una profunda impresión en su silueta. Sus profundos ojos azules se hundieron profundamente en su rostro y tenía pocas arrugas. El hombre se veía elegante con su esmoquin negro.

“Buenas tardes, Maestro. Sr. Azik”, saludó apresuradamente. “¿Por qué ustedes dos están aquí?”

El mayor no era otro que el Profesor Asociado Principal del departamento de historia de la Universidad de Khoy, quien también fue su mentor, el Sr. Quentin Cohen. Junto a Cohen había un hombre de mediana edad con piel bronceada de complexión media. No tenía vello facial y sostenía un periódico en la mano. Su cabello era negro y sus pupilas marrones. Sus rasgos faciales eran suaves mientras que sus ojos revelaban una indescriptible sensación de cansancio, como si hubiera visto las vicisitudes de la vida. Debajo de su oreja derecha había un lunar negro que solo se podía ver si se miraba con cuidado.

La Universidad de Khoy lo reconoció como el decano del departamento de historia de la Universidad de Khoy, el Sr. Azik, quien a menudo ayudaba al Klein original. Disfrutó debatiendo con su mentor, el profesor asociado senior, Cohen. A menudo tenían un choque de opiniones, pero aun así, eran buenos amigos; de lo contrario, no se reunirían para conversar.

Cohen asintió y dijo con un tono relajado: “Azik y yo estamos aquí para participar en una conferencia académica. ¿Qué tipo de trabajo conseguiste?”

“Es una empresa de seguridad que busca, recolecta y protege reliquias antiguas. Necesitaban un consultor profesional y me pagan tres libras a la semana”. Klein repitió lo que le dijo a su hermana ayer. Después de eso, explicó: “Como saben, prefiero explorar la historia, en lugar de resumirla”.

Cohen asintió levemente y dijo: “Todos tienen sus propias opciones. Estoy muy feliz de que te hayas molestado en venir a la Universidad de Tingen para informarles en lugar de simplemente no presentarse”.

En ese momento, Azik intervino: “Klein, ¿sabes lo que les pasó a Welch y Naya? Leí en los periódicos que fueron asesinados por ladrones”.

¿El incidente se ha convertido en un caso de robo a mano armada? ¿Y por qué ya está en los periódicos? Klein se sorprendió mientras sopesaba sus palabras.

“No tengo muy claros los detalles. Welch había obtenido un diario de la familia Antígonus del Imperio Salomón de la Cuarta Era. Buscó mi ayuda para interpretarlo, los ayudé durante los primeros días, pero luego tuve que buscar trabajo. La policía incluso fue a mi casa hace dos días”.

Deliberadamente divulgó el asunto sobre el Imperio Salomón y la familia Antigonus con la esperanza de obtener información de los dos profesores de historia.

“La Cuarta Era…” murmuró Cohen con el ceño fruncido.

Los ojos cansados ​​y de piel bronceada de Azik se quedaron en blanco antes de respirar. Se frotó la sien con la mano izquierda que empuñaba un periódico y dijo: “Antigonus… me suena… Pero por qué no puedo recordar…”