Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 17

Capitulo 7: Ceremonia de Limpieza del Mal

Parte 3

Poco antes de que Liza pulsara el botón de alerta de emergencia…

Mientras Satou y compañía observaban, la Ceremonia de Limpieza del Mal se acercaba a su final.

Un líquido negro y oscuro llenaba los recipientes sagrados, como un miasma con forma física, y los Treinta y Tres Bastones de Shiga habían abandonado sus posiciones alrededor del círculo mágico, sustituidos por los miembros del clero de cada uno de los templos.

En ese momento, la herramienta de comunicación de emergencia que llevaba Satou en el bolsillo vibró para indicar una alerta.

Mientras Satou iba a comprobar de quién era el mensaje, Arisa se puso en contacto con él por teléfono.

“Amo, Liza y algunas de las chicas se han topado con monstruos de cuerda roja. Las cosas parecen estar seguras hasta ahora donde estoy, cerca de la mansión del Barón Muno.”

Las tres chicas bestia habían enviado señales de emergencia.

“Tengo un informe de Lulu en el mercado de alimentos. Ella misma no ha visto ningún cuerda roja, ¡pero hay un montón de bengalas de señales en el cielo!”

Arisa parecía estar usando Teléfono para hablar con Lulu al mismo tiempo.

Satou abrió su mapa e investigó la distribución de los monstruos que habían aparecido en la capital real.

“Han aparecido en más de treinta zonas diferentes. Sobre todo en distritos comerciales, mercados, teatros, parques, ese tipo de cosas. Los monstruos terrestres no tienen un amplio rango de movimiento, pero hay monstruos voladores como insectos y murciélagos que se han extendido por un área considerable.”

“¿No hay daños en el distrito noble?”

“Sólo en lugares donde se aglutinan muchas casas poco nobles, donde la gente celebraba fiestas en el jardín, etc.”

“Huh… Es extraño que no ataquen el castillo real.”

Los lugares donde habían aparecido los monstruos parecían seguir un patrón.

No había monstruos en el rango del radar de Satou.

“¿Crees que podría ser una distracción?” Preguntó Arisa.

“Es lo más probable.”

Mientras hablaban, Satou vio a un mensajero correr hacia el Primer Ministro, jadeando.

Deben haber llegado noticias sobre las apariciones de monstruos de cuerda roja.

“Entonces su verdadero objetivo…”

“Sí, probablemente esté aquí.”

Satou sintió un malestar que no podía describir del todo ante aquella táctica demasiado obvia.

“Quédese ahí, Amo. Puedes darnos indicaciones sobre dónde ir, como un detective de sillón. Nosotras nos encargaremos de sacar la basura.” La voz de Arisa era alegre.

“Muy bien. Dejaré que ustedes se encarguen. Conéctame con todas con Charla Táctica, por favor.”

“¡Okay-dokey!”

“Parece que algo está pasando. Voy a ver qué puedo averiguar.”

Mientras Arisa volvía a conectar el hechizo, Satou se excusó ante la Vizcondesa Nina y el Barón Muno, colocó discretamente una pizarra de sellos para el hechizo Retorno en una glorieta cercana y se dirigió a otra parte del castillo.

Estoy seguro de que Arisa y las demás pueden ocuparse de esos monstruos. Yo trataré con algunos de los que se han extendido individualmente, sólo para estar seguro.

Satou seleccionó Flecha Remota en su menú mágico, abrió su mapa y empezó a fijar a los monstruos voladores que se habían extendido por una amplia zona, a los monstruos que estaban ganando la partida a los soldados, etc. Tres andanadas salieron disparadas al aire, para un total de 360 flechas mágicas, y comenzaron a diezmar a los monstruos.

No envió ninguna a lugares con multitudes o batallas especialmente intensas.

Si intentaba disparar a los monstruos en medio de un combate cuerpo a cuerpo, le preocupaba que pudiera matar accidentalmente a alguien que se interpusiera entre el monstruo objetivo y la Flecha Remota. La magia de ataque de Satou era más peligrosa para una persona normal que para cualquier monstruo.

Para estos casos, utilizó el hechizo no letal Aturdimiento a distancia en su lugar. No sería suficiente para derrotar a los monstruos de cuerda roja con sus altas defensas, pero al menos debería ganar un tiempo valioso para que la gente que se enfrentara a ellos pudiera escapar o situarse en una posición mejor.

Una vez que terminó de enviar fuego de apoyo, volvió a la glorieta de antes, y luego regresó a los asientos de los señores.

“Amo, hice que todas sacaran sus mapas. ¿Sus indicaciones?”

“Hay tres grandes monstruos acercándose al castillo real, pero puedes ignorarlos. Tenemos aquí a los Treinta y Tres Bastones de Shiga que pueden derribarlos a distancia, por no hablar de los tres Espadachines de los Ocho de Shiga y Jelil. No te preocupes.”

Cuando ninguno de los miembros del grupo se opuso, Satou pasó a dirigirlas a los lugares que necesitaban más refuerzos, diciéndoles que se dieran prisa.

“Amo, ¿ya ha dado instrucciones a la Compañía Echigoya?”

“Sí, por supuesto.”

Había varios poderosos gólems de defensa en la sede principal de Echigoya y sus dos fábricas, por lo que Satou había dado órdenes de abrirlas como refugios de evacuación para los ciudadanos cercanos.

Una vez que terminó de dar órdenes inmediatas, informó a la Vizcondesa Nina y al Barón Muno sobre la aparición de monstruos de cuerda roja.

“Ya veo… así que a eso se debe todo el caos.” Dijo la Vizcondesa Nina. “De todas formas parece que nuestro ritual está en la etapa final.”

En el centro de la sala de ceremonias, el líquido entintado de los Cálices Sagrados se estaba vertiendo en el Santo Grial para recogerlo todo en un solo lugar.

Los sacerdotes y las sacerdotisas empezaron a cantar el Ritual Mágico de Limpieza.

El líquido del Santo Grial se retorcía como un slime, intentando escapar del recipiente, pero la luz azul que el rey comandaba lo mantenía a raya.

Finalmente, se invocó la Magia Ritual, y el líquido oscuro se redujo un poco.

Evidentemente, el hechizo se repetiría varias veces más hasta que todo el líquido negro del Santo Grial desapareciera.

Sin embargo, parecía que aún tardaría un tiempo en ocurrir.

Satou amplió la ventana de su mapa, centrándose en los movimientos de los puntos de luz.

***

“Lo siento, tengo que irme; ha surgido algo urgente. Creo que estarán a salvo aquí, pero asegúrense de cerrar las puertas y quedarse dentro cuando me vaya, por si acaso.”

Arisa salió corriendo del estudio de la mansión del Barón Muno y les dijo a las primeras criadas con las que se topó, Erina y la novata, que se iba.

“Entendido.”

“¿Pasó algo?”

Justo cuando la pareja respondió, sonó una campana de alarma para anunciar el estado de emergencia.

“Tardaron bastante en hacer sonar las alarmas.” Murmuró Arisa mientras corría por el pasillo.

Lo más probable es que la persona que debía tocar las campanas hubiera dudado por miedo a interrumpir la Ceremonia de Limpieza del Mal que se celebraba en el castillo real.

“¡Arisa! ¡¿Qué está pasando, te ruego que me lo digas?!”

“¡Te… uh, Lady Karina!”

Lady Karina salió corriendo de su habitación tras escuchar la alarma.

Arisa estuvo a punto de decir en voz alta su apodo interno para Lady Karina, tetona, consiguiendo contenerse justo a tiempo.

“¡Arisa! Dos monstruos se acercan al Castillo de Muno desde las alcantarillas.”

La voz de Satou llegó a través de Charla Táctica.

Casi en el mismo momento, se oyó un sonido de choque y un grito procedente de la casa de al lado.

“¡Lady Karina! ¡Monstruos detectados!”

“¡Entendido, Sr. Raka!”

El Artefacto Inteligente Raka de Lady Karina le dio la alerta, y rápidamente saltó por la ventana aún con el vestido puesto, atravesando de un salto el muro que separaba la casa vecina. Detrás de ella, la noble encargada de enseñarle modales a Lady Karina gritó con rabia y desesperación, pero Lady Karina no pareció darse cuenta.

“Sra. Erina, Lady Karina fue a la puerta de al lado.”

“¡Novata, la escalera! Agarra la escalera; ¡vamos a por ella!”

“¡Sí, señora!”

Las dos criadas de Lady Karina corrieron al cobertizo.

“Amo, Karina salió corriendo para interceptar a esos monstruos.”

“En ese caso deja que ella se encargue. Ve a reunirte con Lulu ahora mismo.”

“¡Okay-dokey!”

Como las criadas ya no estaban vigilando, Arisa utilizó Magia Espacial para teletransportarse a su mansión de la capital real, y luego utilizó Clarividencia para confirmar su destino antes de teletransportarse cerca de Lulu.

“¡Luluuu!”

“¡Arisa!”

Lulu se dio la vuelta, rodeada de vendedores y clientes sonrientes.

Más allá de la multitud, entre los alimentos que se habían esparcido por todas partes, se encontraban los cadáveres de varios monstruos que habían recibido un disparo en las vísceras con un arma mágica o se les había roto el cuello.

“Parece que ya estás al tanto de todo.”

“Bueno, el Amo se encargó de la mitad de ellos.”

Lulu le explicó a Arisa el bombardeo de Flechas Remotas de Satou, que no lo había visto.

“Vaya. Ese es nuestro Amo para ti.”

Arisa utilizó la Magia Espacial para confirmar que no había más monstruos en la zona antes de tomar la mano de Lulu y correr por un callejón.

“¡Gracias, señorita!”

“¡Vuelve cuando quieras! Te haré un gran descuento.”

“¡Gracias por salvarnos, señora de cabello negro!”

Las personas que Lulu había salvado le dieron las gracias mientras se alejaba.

Una vez que se perdieron de vista, Arisa se teletransportó a lo alto de un acueducto con Lulu a cuestas.

“Hay más de lo que esperaba.”

Según Satou, los soldados de la defensa aérea de la capital real se encontraban en una feroz batalla aérea con los monstruos de cuerda roja; los Jinetes Wyvern se habían retrasado por algún tipo de problema y estaban en su camino para interceptar a los grandes monstruos que se acercaban al castillo real, frenando su respuesta a los monstruos que volaban por encima de la capital real como si fueran los dueños del lugar.

Las Flechas Remotas de Satou habían exterminado a un número importante de ellos, pero aún quedaban muchos monstruos.

“Lulu, derrota a todos los monstruos que puedas ver. ¿Has conseguido el permiso del Amo para usar la pistola de fuego y la pistola láser?”

“Sí, estoy en ello.”

Lulu asintió a Arisa, sacando ya la pistola de fuego de su mochila de hadas y apuntando a los monstruos.

“¡Los derribaré!”

Comenzó a derribar a todos los monstruos en un radio de 30 metros, y cada disparo suponía una muerte segura.

“Bueno, no puedo dejar que tengas toda la diversión.”

Arisa hizo estallar un enjambre de monstruos voladores en pedazos con Tormenta de Fuego, y luego utilizó Disparo Explosivo en un murciélago que atravesó la primera ronda de llamas, convirtiéndolo en cenizas antes de que pudiera alcanzarla.

Cuando las dos terminaron de eliminar a todos los enemigos que tenían a la vista, la voz de Satou resonó en sus oídos.

“Arisa, ve a buscar a Mia, por favor. No hay nadie cerca de ella.”

“Okey-dokey.”

“Nana, una vez que los guardias estén allí para defender la sala de conciertos, dirígete al punto que especifiqué antes.”

“Sí, Amo.”

“Mia, usa los pseudoespíritus para acabar con los monstruos del suelo.”

“Mm.”

Arisa y Lulu debían reunirse con Mia y luego restablecer el orden público en la capital real desde un lugar alto con buena vista.

“Tenemos órdenes de Lord Kuro. Debemos cesar las operaciones comerciales por el día y evacuar a los ciudadanos cercanos a nuestra sede. Los empleados de la tienda guardarán todos los productos expuestos y despejarán una zona para refugiarse. Abriremos el espacio desde el sótano del almacén hasta el cuarto piso.”

En la sede de la Empresa Echigoya, la directora Eluterina se encargaba de todo.

“Gerente, ¿debemos enviar a un contratista a la gerente de la fábrica Polina para que se entere?”

“No es necesario. Lord Kuro ya se ha puesto en contacto con Polina.”

“Entendido. En ese caso comenzaré a preparar los procedimientos de evacuación.”

“Por favor, hazlo.”

Tifaleeza llamó a algunos de los otros miembros del personal ejecutivo y comenzó a asignar empleados para ayudar a guiar a los ciudadanos, hacer los preparativos físicos, etc.

“Gerente, ¿dónde vamos a poner todos nuestros productos?”

“Sólo hay que meterlos en nuestras habitaciones personales. Mientras no sea la oficina o la cocina, cualquier lugar está bien.”

Antes de que terminara el frenético trabajo, los evacuados empezaron a entrar.

El alivio llenó los rostros de los ciudadanos al ver los gólems de aspecto poderoso que protegían la entrada.

“¡Cuerdas rojas! ¡Hay monstruos de cuerda roja!”

Cuando un hombre entró corriendo y gritando, los gólems avanzaron y las pesadas puertas se cerraron.

El hombre se desplomó, cubierto de sangre, y un miembro del personal con magia curativa comenzó a tratarlo inmediatamente.

El estruendo y el choque de los monstruos y gólems que luchaban en el exterior era audible a través de las paredes.

“Mami, ¿los monstruos nos van a comer?”

“No te preocupes, querida. Te prometo que te protegeré.”

Una madre sostuvo a su hija asustada contra su pecho.

Todos los demás evacuados también parecían conmocionados en cierta medida.

“No hay que preocuparse.”

Hablando con calma, Tifaleeza se dirigió a los evacuados y señaló la fila de miembros del personal ejecutivo alineados a lo largo del pasillo abovedado del segundo piso.

“¡Todas, fuego!”

A la orden de la directora, todas las chicas utilizaron magia de ataque o bastones encantados para aniquilar a los monstruos de cuerda roja.

Aunque no tenían mucha experiencia en combate, las chicas habían subido de nivel en un lugar seguro lo suficiente como para ser capaces de realizar fuertes ataques. Ayudó que la estrategia de la directora se construyera en torno a sus puntos fuertes.

Mientras tanto, en otros lugares de la ciudad…

“Liza, gira a la derecha en la intersección de más adelante. Verás caballeros luchando contra unas ratas mutantes gigantes.”

Esprintando por las calles a una velocidad vertiginosa, Liza derrapó en la curva como una patinadora de velocidad y se dirigió a la intersección.

“Objetivos detectados. Atacando ahora.”

Dejando un rastro de luz roja a su paso, Liza pasó junto a los caballeros como una ráfaga de viento, empalando a los monstruos rata a su paso.

“Objetivos destruidos. Próximo objetivo localizado.”

“Ve a por ello. Después de eso, hay más monstruos al otro lado de ese edificio al final de la calle. Los soldados de allí están en problemas.”

“¡Entendido!”

Duplicando su Fortalecimiento Corporal, la velocidad de carrera de Liza aumentó aún más mientras erradicaba dos ratas mutantes gigantes que estaban devorando un cadáver.

“¡Ataque de Lanza Helicoidal!”

Liza atravesó el edificio que tenía delante para lanzar un ataque sorpresa a los monstruos rata del otro lado.

Mientras los escombros volaban por el aire, la lanza de Liza atravesó el corazón de una rata mutante gigante, enviando ondas de choque hacia el otro lado.

Cuando la otra rata mutante gigante se giró para enfrentarse a ella, la lanza de Liza ya le había atravesado la mandíbula.

“El siguiente objetivo está a tres manzanas. No te queda mucha magia—asegúrate de beber una poción de recuperación de maná y una poción de suplemento nutricional.”

Obedeciendo las indicaciones de Satou, Liza sacó las pociones mágicas de la bolsa que llevaba en la cintura y las vació, para luego salir a toda velocidad hacia su próximo destino.

“Maldita sea…”

“¿Era uno de los Ocho de Shiga?”

“Tenía que serlo, ¿no?”

“No sabía que una persona podía ser tan fuerte…”

Mientras los guardias miraban con admiración, Liza se desvaneció en una nube de polvo.

“Pochi, dirígete a la calle tres manzanas más adelante con Sir Heim.”

“Aye, sir. ¡Sr. Heim! ¡El siguiente enemigo está por aquí, sir!”

“¿Estás hablando con alguien?”

Mientras corría junto a Pochi, Heim le preguntó algo que se había estado preguntando.

“En absoluto, sir. Pochi no está hablando con nadie, sir. Es sólo la intuición femenina de Pochi, sir.”

“No sé qué significa eso, pero aparentemente funciona.”

Al oír los sonidos de la batalla más adelante, Heim renunció a interrogar a Pochi y utilizó Fortalecimiento Corporal para acortar la distancia en instantes. Las cortas piernas de Pochi se movían frenéticamente para seguir el ritmo de Heim.

“¡Soy Heim de los Ocho de Shiga! ¡Estoy aquí para ayudar!”

Al llegar primero al lugar, Heim gritó a los caballeros y guardias que estaban luchando.

“¡Señor Heim!”

“¡Tenemos apoyo de los Ocho de Shiga!”

La desesperación desapareció de los rostros de los hombres, sustituida por la luz de la esperanza.

“¡Pochi es Pochi, sir! ¡Pochi también está aquí para ayudar, sir!”

Pochi intentó imitar a Heim, presentándose mientras salía a la palestra.

“¡Es demasiado peligroso, pequeña!”

“¡Atrás!” Exclamaron los hombres con preocupación mientras Pochi seguía a Heim.

Pero sus advertencias pronto dieron paso a un silencio aturdido cuando vieron a Pochi blandir su espada infundida con Hojas Hechizada para rebanar a los monstruos uno tras otro.

Al ver que su destreza con la espada estaba prácticamente a la par con la de Heim, las preocupaciones de los hombres se convirtieron en vítores.

“Pochi, una vez que termines ahí, ve al parque de adelante.”

“¡Aye, sir!”

“¿Segura que no estás hablando con alguien?” Preguntó Heim de nuevo con dudas.

“Segurísima, sir. La intuición femenina de Pochi acaba de advertirme, sir.”

Heim parecía disfrutar más de las reacciones de Pochi que de intentar sacarle la verdad. Su secreto estaba a salvo por el momento.

“Estoy aquí para ayudar, informo.”

“¡Srta. Nana!”

Al llegar a Compañía Echigoya, Nana llamó a la directora Polina, que vigilaba la entrada.

En el recinto de la fábrica se reunieron muchos trabajadores del barrio, entre ellos niños que parecían ser alumnos de la academia real.

“Hay monstruos que causan problemas en la fábrica de al lado.” Explicó Polina a Nana mientras guiaba el camino hacia el muro del perímetro.

“Oye, es la rubia tetona que sale con el señorito.”

“Se llama Sra. Nana, tonto. ¡Srta. Nanaaaa!”

Louna, la ejecutiva que iba montada en un zorro de piedra, y la pelirroja Neru, que llevaba una Vara del Viento, saludaron a Nana.

Merina, otro miembro del personal ejecutivo, estaba allí con Louna para observar.

Las chicas estaban en torno al nivel 30 gracias a la subida de nivel de los monstruos criados en cautividad, con varias habilidades mágicas. Ahora, estaban apostadas junto a los gólems de defensa en la frontera con la otra fábrica.

“Estaba trayendo una entrega de la cafetería, y alguien me dio una Vara de Viento y todo. Es un desperdicio de mi lindo uniforme, ¡te digo!”

“Los trajes de doncella son perfectos para la batalla, informo.”

Neru y Nana empezaron a charlar sobre los trajes de las criadas.

“Nana, haz que todas regresen. Viene un monstruo.”

“Monstruos entrando. Aléjense de la pared, lo solicito.”

Poco después de la advertencia de Nana, los monstruos irrumpieron en la pared.

“¡Estúpidos grillos! Luchen conmigo si no quieren que los llame escarabajos peloteros, ¡declaro!”

El grito de Nana, impregnado de Provocar, atrajo la ira de los monstruos hacia ella.

Su espada mágica y su escudo masacraron a un monstruo tras otro.

“¡Yo también voy a participar!”

“No podemos dejar que está recién llegada nos ponga en evidencia.”

La Vara de Viento de Neru hizo retroceder a un grillo mutante, y el hechizo Lanzar Piedra de Louna empaló al grillo desde abajo, mientras que Merina disparó un Rayo.

“¡Geh, nuestra magia rebotó!”

“¡¿Así que ese es el efecto de la cuerda roja?!”

“¡Tenemos que deshacernos de esas barreras!”

“¡Déjenmelo a mí, declaro!”

El protector frontal de Nana ocultó el brillo de su frente mientras utilizaba Fundación: Romper Magia para destruir las barreras que protegían a los monstruos de cuerda roja.

“Ahora, informo.”

A sus órdenes, las chicas usaron sus hechizos, esta vez destruyendo con éxito a los monstruos.

Alrededor de ese momento…

“Nin-niiin…”

Tama, ataviada con su traje de ninja rosa, saltó de tejado en tejado mientras corría hacia una voz que pedía ayuda.

“¡Que alguien me ayude! ¡Mi madre está atrapada bajo los escombros!”

“Okeeey…”

Justo cuando ayudó a la persona atrapada a salir de los escombros…

“¡Mi hija sigue en el segundo piso!”

“Señor, no debe, ¡se quemará vivo si vuelve a entrar! Espere a que llegue un usuario de Magia de Agua, se lo ruego!”

Lo siguiente fue una persona atrapada en un edificio en llamas…

“¿Voy en caminooooo…?”

Rociándose con agua, Tama subió a toda velocidad por la pared y entró por la ventana humeante del segundo piso.

“¿Estoy de vueltaaaa…?”

Pronto regresó con una niña en brazos.

“¡Aah, Cina!”

“¡Padre!”

Saludando al padre y a la hija mientras se abrazaban, la chica de orejas de gato partió en busca de otros que necesitaban ayuda.

Tama, la Gata Ninja, nunca permitiría que la tragedia ocurriera en su presencia.