Rakudai Kishi no Eiyuutan (NL)

Volumen 18

Capítulo 3: Madre De Dios Stella

Parte 2

Por otro lado, en ese momento, Ikki, quien se había extraviado, dijo:

“¡Uwaa! No puedo ver el frente con esta altura…”

Vago solo entre la multitud. Se sentía como una hoja flotando en una corriente de agua.

Ikki trató de encontrar a Stella y Shizuku, pero debido a la gran diferencia de altura con las personas que lo rodeaban, no pudo hacerlo.

No vio ni supo adónde iba. Ikki obedeció completamente la voluntad del flujo de personas.

No hay manera de seguir así, pensó Ikki para sí mismo, y huyó fuera del mar de personas───quería tomar un respiro, pero,

“¡Tú!”

“¡…!”

Una voz aguda golpeó de repente.

Esa voz estaba dirigida a él, y podía escucharla claramente en medio del ruido de las voces humanas.

Cuando Ikki miró hacia atrás, vio a una mujer corriendo hacia él con una expresión de sorpresa en su rostro.

Entonces, la mujer abrazó los hombros de Ikki

“¡Qué le pasa a tu atuendo! ¡Porqué estás cubierto de sangre!”

Preguntó ella, agarrando sus hombros con fuerza.

Esta mujer───no, era una chica con un uniforme de kendo, una persona que Ikki conocía muy bien.

“¡Ayatsuji-san…!”

Así es. Era Ayatsuji Ayase.

Una estudiante de tercer año en la Academia Hagun, a quien le enseñó esgrima hace mucho tiempo, lo llamó.

Cuando el chico extraño llamó el nombre de Ayase, ella se sorprendió mucho.

“¿Eh? ¿Cómo sabes mi nombre? ¿Nos vimos alguna vez? Sin embargo, esto no es importante en este momento─── ¡necesitamos cuidar tus heridas lo antes posible!”

“Ah, está bien. Esta no es mi sangre.”

“¿Eh?”

Después de decir eso, Ikki se quitó la chaqueta, dejando al descubierto la parte de atrás de su cuello.

Con esto demostró que su cuerpo no estaba herido.

En esta guerra, ni siquiera había sufrido un hematoma en su cuerpo.

Toda la sangre pegada a su ropa y cabello pertenecía a soldados enemigos.

“Bueno, me alegro… Pero, ¿debes estar asustado? Te cubriste con tanta sangre.”

“No, más bien eran los enemigos que me mancharon con su sangre que debieron haber tenido miedo.”

“¡¿Eh?!”

“Ayatsuji-san. Soy yo, Ikki. Kurogane Ikki.”

No hay razón para guardar un secreto. Ikki decidió revelarle su verdadera identidad.

Las palabras de Ikki hicieron que Ayase inclinara la cabeza en cuestión.

Después de un momento con las palabras『¡Eso es!』La chica aplaudió.

“… ¡Ah! ¡Ya entendí todo! ¿Eres fan de Kurogane Ikki-kun? Esto es genial, Kurogane-kun.”

“¿Qué? ¡No, realmente soy Ikki!”

“Por supuesto, por supuesto. Yo conozco al verdadero Ikki-kun. Y no es tan pequeño.”

“Mi cuerpo fue destruido durante la Campaña de Guerra Vermillion. Ahora estoy temporalmente en este estado, porque estoy gravemente herido.”

“Ya veo. Hay tal escenario.”

(¡Ella no me cree!)

Aunque, no hay que culpar a Ayase por eso. Es realmente difícil creer en la historia de que alguien pudo volver a tener una apariencia de diez años.

Entonces, ¿cómo puede Ikki convencerla? Diga lo que diga, Ayase simplemente no lo entenderá y no le creerá.

O simplemente pretender ser otra persona y huir───Justo cuando Ikki pensó eso, otra persona apareció groseramente entre la multitud. Ikki también estaba familiarizado con esa「persona」.

“Oye, Ayase. ¿Qué estás haciendo? Date prisa.”

“¡Kurashiki-kun…!”

Esa persona era un hombre con un uniforme rojo con un tatuaje de calavera en el pecho.

Era《Sword Eater》Kurashiki Kuraudo.

Una vez contra este estudiante caballero de la Academia Donrou, Ikki luchó en el dojo de Ayase.

Cuando un niño lo llamó familiarmente, Kuraudo dirigió su atención a Ikki.

“¿Hah? ¿Quién es este niño?”

“No soy un niño. Realmente soy Kurogane Ikki. Sucedieron muchas cosas diferentes, así que ahora me veo así.”

“¿Qué? Los humanos no pueden volver a ser niños, ¿verdad? ¿Eres estúpido?”

“Vamos, no seas tan grosero con él. Seguramente, cuando eras pequeño, también imitaste a alguien.”

“…Sin embargo, admito que emite un sentimiento desagradable hacia mí. Si, esa cara…” (¡Oh…!)

Kuraudo abruptamente dobló sus rodillas y miró el rostro de Ikki con su mirada penetrante.

Kuraudo es un caballero intuitivo.

¿Sospechó algo? Ikki trató de responder con una mirada igualmente firme. Pero───

“¡Duele!”

Inesperadamente, Kuraudo le dio a Ikki un golpe la cabeza y cayó sobre sus nalgas.

“¡¡Oye!! ¡¿Qué estás haciendo?!”

“No, pensé que era el real porque se veía muy similar, así que lo intenté golpearlo un poco, pero si no puedes esquivar algo como esto, entonces eres una persona diferente después de todo.”

(Oh, maldición…)

Ikki si vio el movimiento de Kuraudo pero no pudo esquivarlo.

En su batalla anterior en un portaaviones, Ikki se basó en tácticas y habilidades. Después de todo, su fuerza física en el cuerpo de un niño es extremadamente pequeña.

Kuraudo golpeó su cráneo como un martillo.

Ikki no pudo contener las lágrimas por el dolor.

“¡Oye, estás loco! ¡¿No te da vergüenza ser violento con un niño?! Pensé que eras un poco confiable, pero ahora que lo pienso, ¡Eres tan repugnante!”

Gritó Ayase ante el acto grosero de Kuraudo.

“Fue sólo un pequeño golpe.”

“¡Pero no para un niño! ¿Estás bien?”

Ayase preguntó mientras levantaba el flequillo de Ikki y miraba su frente.

Ayase vio que su piel estaba un poco roja e hinchada, y se enojó aún más, y una vez más miró a Kuraudo.

“¡Regresa tú primero! ¡Llevaré a este niño a bañarse!” “¡Hah! Haz lo que quieras.”

Respondió Kuraudo y rápidamente caminó hacia la multitud de personas, como si temiera el mal humor de Ayase.

…Fue una gran oportunidad.

Ikki se dio cuenta de su error───cuando recordó lo que dijo Ayase.

“¿Baño?”

“Sí. La gente puede malinterpretarte cuando caminas cubierto de sangre. Ahora los baños públicos están abiertos a todos de forma gratuita. Vamos, te llevaré allí.”

La apariencia de su chaqueta pasó por la cabeza de Ikki.

De hecho, cubierto de sangre, se ve terrible. Si sigue así, mucha gente se preocupará por él, al igual que Ayase.

Incluso a él mismo le resultaba desagradable caminar así. La sensación de su cabello enmarañado con la sangre de otra persona era desagradable en sí misma.

“…Bien. Gracias, Ayatsuji-san.”

“Está bien. Yo misma he estado sudando mucho. Yo también quiero ducharme.”

Después de agradecerle a Ayase, Ikki decidió seguir a Ayase. Tratando de seguirle el ritmo, llegaron a un antiguo baño público.

Como es costumbre en los baños, las secciones de hombres y mujeres tenían sus propias entradas.

Cuando Ikki se separó de Ayase y fue a la cortina de hombres───pero se presentó un problemas.

Justo en la entrada, la mujer a cargo del baño impidió que Ikki se zambullera debajo de la cortina de bambú.

Luego ella le dijo a Ayase:

“Lo siento, pero hoy hay demasiados soldados de las Fuerza de Autodefensa en el baño de hombres. Así que decidimos que los niños menores de diez años, independientemente de género, puede usar el baño de mujeres. ¿Te importa?”

“Por supuesto que no.”

“¡A mi si y por supuesto que estoy en contra!”

Ikki gritó indignado ante la rápida respuesta de Ayase.

La broma ha ido demasiado lejos.

A pesar de que parecía tener diez años, en realidad era mucho mayor.

Este es el verdadero insulto a su ego.

“¡Si ese es el caso, entonces no necesito un baño! ¡Ayase-san, entra sola!”

Ikki dijo rápidamente y trató de retirarse rápidamente a la calle.

Sin embargo, ahora que su cuerpo se estaba ralentizando, Ayase fácilmente lo agarró por el brazo.

“Mouu. ¡No digas tontería! ¡Si caminas afuera así, la gente a tu alrededor se preocupará por ti!”

“Pero yo…”

“Todo está bien. No tienes que preocuparte. A nadie le importará si un niño como tú lo ve.”

Dijo Ayase y tiró de Ikki con todas sus fuerzas.

Ayase es la hija del espadachín Kaito. Ella entrena constantemente en el dojo, por lo que su fuerza física es bastante grande.

E Ikki estaba bastante agotado hoy, no tenía fuerzas para resistir.

(Espero que al menos no me encuentre con caras conocidas…)

Pensó Ikki abatido mientras se agachaba bajo la cortina de la sección de mujeres de la casa de baños y miraba solo al suelo.

Sus oraciones─────────no fueron enviadas a los dioses.

“¡Ara, Ayatsuji-san! ¡Qué coincidencia!”

“¡Ayatsuji-senpai, me alegro de verte! No nos hemos visto desde la Convocación Especial de aquel día.”

“Buenas noches. La batalla en el《Geo Frente》fue bastante dura.”

“Hola, kaichou. Me alegro de verlas a ustedes también Tomaru-san y Toutokubara-san. Muchas gracias por su buen trabajo.”

(¡¡Hay demasiada gente aquí que conozco bienーーーー!!)

Incluso si no miraba a nadie, porque solo miraba al piso, escuchó claramente sus voces.

Ikki sintió un sudor frío correr por su espalda.

“¿Ara? Ayatsuji-san, ¿este chico es tu hermano pequeño?”

“No. Yo estaba caminando por la calle hace un momento y lo vi caminando cubierto de sangre y suciedad, así que lo traje aquí.”

“¡¿Cubierto de sangre?! ¡¿Él no está herido?!”

Touka exclamó y corrió hacia Ikki.

Luego se inclinó y examinó el cuerpo de Ikki con gran preocupación.

(¡No te rindas! ¡Ni siquiera pienses en echarle un vistazo a Toudou-san!)

Sus ojos bajaron repentinamente, reflejando la postura de la ropa interior regordeta de Touka, Ikki hizo todo lo posible para soportarlo y cerró los ojos.

Su rostro estaba enrojecido hasta las orejas.

Sin embargo, las chicas desde un inicio ni siquiera prestaron atención a su aspecto avergonzado.

“No te preocupes. Ya lo revisé un poco antes, está bien.”

“De verdad. Has pasado por un momento de miedo. Pobre de ti….eh.”

“Deliberadamente no nos mira.”

“¿Es tímido porque hay tantas mujeres aquí? Qué lindo.”

Mientras hablaban entre ellas, Tomaru y Toutokubara se acercaron aún más a Ikki.

Aunque Ikki cerró los ojos, sintió la situación por los cambios en el aire y la temperatura corporal.

Lo que le está pasando ahora, debe llevárselo a la tumba, pase lo que pase.

No había otras formas de evitar la muerte social.

Considerándolo todo, aún tenía que fingir ser un buen chico que no sabe nada y lidiar con eso───

Mientras Ikki pensaba en esto en su cabeza, Touka le susurró al oído.

“… Oye, esto puede sonar raro. ¿Pero por casualidad eres Kurogane-kun?”

“¡¡…!!”

Las palabras de Touka le quitaron el aliento a Ikki por un momento.

Su reacción fue la mejor respuesta para Touka.

Todavía en un susurro para que las otras chicas, que ya habían comenzado a quitarse la ropa interior, no la escucharan, Touka continuó hablando al oído de Ikki.

“Lo sabía. La bio-corriente me resultaba familiar, así que pensé que podría ser ese el caso…”

“Esto… esto… lo siento. ¡Realmente hay una razón profunda para esto…!” Con los ojos cerrados, Ikki ya estaba empezando a poner excusas. Pero Touka acarició suavemente su cabeza.

“Tengo una idea aproximada de qué dirás. Si dices que eres Kurogane Ikki, nadie lo creerá, ¿verdad? Sé que Kurogane-kun no es el tipo de persona que venga a espiar a la casa de baños de mujeres. No eres esa persona en absoluto.”

“Toudou-san…”

“Pero con un cuerpo así, no es de extrañar que la gente no te crea. ¿Por qué te ves así?”

“Bueno, en realidad───”

Ikki le contó a Touka todo lo que le pasó en Vermillion.

Pero todo fue dicho en susurro para que solo ella pudiera escucharlo.

Después de escuchar su historia, Touka asintió con comprensión.

“Así que Kurogane-kun es una persona gravemente herida que perdió la mitad de su cuerpo, y la fuerza de Shizuku-san es responsable de su apariencia actual.”

“Sí… todo es así. Lo siento mucho.”

“Es una situación realmente mala. Incluso si materializas tu Dispositivo Espiritual, es posible que no te crean. Después de todo, el arma espiritual katana no es poco común para los caballeros de Japón.”

Después de decir eso, Touka colocó sus manos sobre los hombros de Ikki.

“Entiendo lo difícil que es para ti convencer a la gente de que algo realmente te sucedió. Déjame todo a mí. Te guiaré, Kurogane-kun, mientras mantengas los ojos cerrados.”

“¡Muchísimas gracias! ¡Lo aprecio mucho…!”

Después de enterarse de la situación, Touka les dice a todos que ella cuidará de este niño.

“Este niño dice que no va a abrir sus ojos. Es un verdadero caballero y ayudaré a proteger el orgullo de este niño. Así que me aseguraré de que no se caiga en ningún lado con los ojos cerrados.”

“¿Eh? Ya que la presidenta del consejo estudiantil lo dice…”

Ayase y los demás simplemente se encogieron de hombros y le dejaron todo a ella. Sabían que Touka era la mejor con los niños.

“Está bien, te ayudaré a desvestirte. Por favor, no te muevas.”

Tohka, quien separó a Ikki de las chicas, luego ayudó a Ikki, quien tenía los ojos cerrados, a desvestirse.

Por extraño que parezca, a Ikki no le avergonzaba en absoluto que Touka lo viera desnudo y confiara en ella por completo.

Mientras Touka quitaba toda la ropa sucia de Ikki, tomó su mano suavemente.

El suelo del baño estaba bastante resbaladizo, sin su ayuda podría resbalar.

Apreciando profundamente la comprensión de Touka, Ikki agarró firmemente el brazo de su salvadora.

La guía de Touka fue perfecta.

Ikki le pidió a Touka que le dijera dónde estaban almacenados el champú y el gel de ducha, mientras se lavaba el sudor y las manchas.

Luego, Touka lo llevó a la bañera y, después de que su cuerpo estuvo caliente, salió del baño con todas.

Ikki respiró aliviado cuando Touka abrochó los últimos botones de su ropa.

Al principio pensó que algo sucedería, pero pudo resolver el problema sin incidentes.

Todo es gracias a Touka, quien ocupó de él.

En el futuro, debería agradecerle adecuadamente.

Con estos pensamientos, Ikki salió del baño con todas.

***

“Ikki, me he estado preguntando a dónde has ido todo este tiempo… Así que te estabas divirtiendo con Touka-san….Eh*.”

*Nota del tr: [ese “Eh” lo dijo en un tono muy pesado]

“¡¿O-Onii-sama?! ¡¿Por qué dejaste la sección de mujeres de la casa de baños con todas ellas?!

“¿Eh? ¡Eeeee! ¡¿Así este es el rumoreado mini-senpai?!” “¡Ara, ara! ¡Él es tan lindo〜!” No logró evitar la muerte social.

***

“En otras palabras, ¿después de que te separaste de nosotros, deambulaste por la ciudad hasta que Ayatsuji-senpai te encontró? ¿Y cómo tu ropa estaba cubierta de sangre, fuiste con ella a la casa de baños?”

“Sí…”

Después de que Stella vio que Ikki había dejado la sección de mujeres de la casa de baños, ella, sin decir una palabra, arrojó a Ikki a un taxi y la llevó a la Academia Hagun.

En este momento, el pequeño Ikki estaba sentado en el suelo frío de su dormitorio.

Por otro lado, Stella estaba sentada en la primera litera, mirando a Ikki.

Desde el exterior, parecía la escena de un pecador y un juez Hakushu que necesita dictar sentencia*.

*Nota del tr: [Nota: “Hakushu” es una posición oficial en Japón desde el período Heian hasta el período Edo. “Hakushu”, la corte, aquí está la oficina de la persecución, por lo que se traduce como “oficina de cumplimiento”]

Con las piernas cruzadas y una mirada gélida, la juez Stella miró a Ikki como si fuera una especie de insecto y continuó haciéndole preguntas:

“Entonces, ¿aprovechaste tu cuerpo convertido en un niño y entraste al baño de mujeres?”

“¡De verdad, no sabía que los niños se bañan en un baño conjunto con mujeres! ¡No estoy mintiendo!”

“¡Si ese es el caso, entonces podrías haberte escapado! ¿Por qué no lo hiciste en el vestuario?”

“Porqué era la primera vez que luchaba en mi cuerpo actual. Eso fue demasiado esfuerzo y estaba muy exhausto…”

“¡Hmph! ¡Así que decidiste hacerte pasar por un niño y mirar el baño de mujeres! ¡Pervertido! ¡Libertino! ¡Casanova!”

“Ooooh…”

Las palabras despectivas apuñalaron el corazón de Ikki.

Pero en esta situación, solo él tiene la culpa. Desde el principio entendió que no debía ir allí bajo ninguna circunstancia y bajo ningún pretexto.

No hay lugar para circunstancias atenuantes.

Ikki debe reconocer la gravedad de su crimen.

Es por eso que Ikki renunció a la idea de obtener comprensión y decidió simplemente darse por vencido.

“…Hice algo muy malo. Lo siento mucho. Quiero que me perdones, pero ¿qué puedo hacer? ¡Estoy listo para hacer cualquier cosa!”

Necesita encontrar una manera de apaciguar la ira de Stella lo antes posible.

Después de todo, esta vez no estaba mirando a Stella desnuda. Su acto no afectó a Stella de ninguna manera. Es por eso que Ikki no sabía qué palabras decirle como disculpa ahora.

Ahora, por la apariencia de Stella, estaba claro que todavía estaba conteniendo la ira dentro de sí misma.

Es por eso que Ikki se apresuró a capitular y tratar de averiguar cómo hacer las paces lo antes posible.

Stella lo miró hoscamente, sin ocultar en absoluto su mal humor.

“… ¿Tu corazón latía con fuerza?”

“¿Eh?”

“¿Te pregunté si tu corazón latía con fuerza cuando mirabas la desnudez de todas ellas?”

Stella le preguntó a Ikki con una voz aún sombría.

En respuesta, Ikki negó con la cabeza con furia.

“¡No, no, no! ¡No vi nada! ¡He estado mirando hacia abajo todo este tiempo…!”

“Mentiroso. Te vi sosteniendo suavemente la mano de Touka-san.”

“Eso fue sólo que Toudou-san se fijó en mí y fue lo suficientemente inteligente como para permitirme mantener los ojos cerrados. Sí, los latidos de mi corazón aumentaron porque era la por primera vez que me pasaba eso… Pero realmente no miré a nadie. Me siento mal por todos, y sobre todo, me siento mal por Stella.”

“…”

Ante la bondadosa confesión de Ikki, Stella se dio la vuelta abruptamente. Pero aun así, estaba claro que sus mejillas estaban enrojecidas. Cerrando los ojos, se quedó en silencio por un momento.

Como un pecador esperando la decisión del juez.

Finalmente Stella abrió la boca.

“Bien. Te creo, Ikki, que no miraste la desnudez de otras personas.”

“¡Entonces!”

“Pero no te perdonaré.”

“Sí…”

¿Qué más puede hacer?

Después de las palabras de Stella, Ikki se desanimó por completo.

“Ikki, dijiste que harías cualquier cosa.”

“Eh, sí. Cualquier cosa para que Stella me perdone…”

“Entonces… te bañarás conmigo.”

“B-Bien.”

Respondió Ikki en un tono sorprendido. No esperaba que Stella pidiera algo así en absoluto.

¿Cuál es el punto de hacer eso?

Además, acaba de salir del baño.

Ante la mirada perpleja de Ikki, Stella infló sus mejillas como un pez globo.

“¡Porque no es justo! ¡Yo también quiero bañarme con el pequeño Ikki!”