Rakudai Kishi no Eiyuutan (NL)

Volumen 18

Capítulo 3: Madre De Dios Stella

Parte 3

Ikki fue llevado al vestidor por la habitación de Stella.

(¿C-Cómo terminaron las cosas así…?)

Pensó la mente de Ikki cuando escuchó un susurro detrás de él.

“～♪ ～♪.”

En contraste, Stella estaba de muy buen humor.

Detrás de su espalda, además del susurro, Ikki escuchó un agradable tarareo melódico.

Y después de un tiempo,

“Lamento haberte hecho esperar, Ikki.”

Stella puso su mano en la parte superior de su cabeza. Fue bastante fácil de hacer, ya que en su estado actual, apenas le llegaba a la cintura.

Cuando Ikki miró hacia atrás, descubrió que Stella ni siquiera estaba usando una toalla.

“¡Um, Stella…! ¡Al menos deberías envolverte en una toalla!”

“¿Estás avergonzado? ¿Ara? ¿Y esto que ya jugaste con mi cuerpo en el pasado?”

Stella se tocó el pecho con una sonrisa desafiante en el rostro.

El movimiento del pecho de Stella, que cambió suavemente su forma, revivió el deseo de su noche, que aún estaba fresco en su cabeza, e Ikki se giró avergonzado.

“¡T-Tienes razón, pero eso no significa que esté acostumbrado a este tipo de cosas…! ¿No te avergüenzas de ti misma, Stella?”

“¿Yo? Bueno, estoy un poco avergonzada, pero no veo nada vergonzoso en eso. Porque mi cuerpo y mi alma te pertenecen, Ikki. ¿No es verdad?”

“Hmm…”

“¿Dije algo raro?”

“No, así es…”

Esa era la pregunta que Ikki más quería que se respondiera.

Stella sonrió feliz ante las palabras de Ikki.

“Me bañaré contigo esta noche. Vamos, date prisa.”

Los hombros de Ikki se habían vuelto muy pequeños. Stella empujó sus hombros hacia el baño del dormitorio.

“Vamos, siéntate ahí. Te lavaré la cabeza.”

“No, está bien. Puedo lavarlo yo mismo…”

“Ikki, ¿no te diste cuenta? Todavía apesta a eso.”

“Ah, en serio.”

“Tenías tanta prisa por dejar el baño de mujeres lo antes posible que no te lavaste la cabeza tan bien.”

Es cierto.

No lo notó entonces, porque ni siquiera trató de olerse a sí mismo. Pero ahora que lo hizo, su cabello sí olía un poco a óxido y el olor a hierro.

“Vamos, siéntate. Te cuidaré muy bien.”

“U-Um…”

Cuando Ikki se sentó en una silla pequeña, detrás de él, Stella se arrodilló y comenzó a masajear suavemente su cabello, humedeciéndolo con agua de la ducha.

Y en esta posición,

(Ah, siento sus pechos en la parte posterior de mi cabeza…)

Una sensación suave y cálida a veces jugueteaba con su cuello.

Digas lo que digas, Stella tiene pechos grandes.

La propia Stella no tenía la intención de pegarlo, pero cada vez que movía las manos que hacían espuma con el champú, se le pegaba en el cuello o en la cara.

Del contacto constante, Ikki despertó con un molesto deseo de tocar sus jugosos

frutos. Pero al mismo tiempo, entendió que no había nada que pudiera hacer en su cuerpo actual.

Este irritante deseo hizo que Ikki se sintiera extremadamente incómodo.

Sobre todo, quería huir, pero no tenía derecho a hacerlo.

Si esto puede hacer que Stella tolere el asunto del baño de mujeres…

Pensando en esto, Ikki confió completamente en Stella para cuidar de sí mismo.

En ese momento…

“Fufu. Ikki, tus hombros se han vuelto tan frágiles. Qué lindo.”

“…”

Cuando Ikki captó una vez más la mirada alegre de Stella, la emoción surgió en su corazón.

“…Stella, ¿es posible que te guste más cuando soy pequeño?”

Así es. Le preocupaba que a Stella le pudiera gustar más el pequeño yo actual que el yo original.

Después de que Ikki dijo esas palabras, Stella sonrió suavemente y le dijo:

“Pfft, mou, Ikki, ¿estás realmente celoso de tu yo pequeño?”

“Un poquito…”

“¡Mouu〜!”

“¡¿Oye?! ¡¿Stella?!”

Stella de repente lo abrazó por detrás.

La cara de Ikki estaba atrapada entre sus enormes pechos, los latidos de su corazón se aceleraron bruscamente y sintió que su corazón estaba a punto de explotar.

En el mismo momento, Stella comenzó a susurrarle al oído rojo brillante de Ikki.

“Definitivamente me gusta más el Ikki de siempre〜.”

“…Pero Stella se ve mucho más feliz que de costumbre ahora.”

“¿Por supuesto? Probablemente tengas razón. Pero estoy feliz con otro

pensamiento. Después de que Ikki y yo tengamos un hijo, si nuestro hijo es un niño, ¿se sentirá así? Cuando lo pienso así, siento que eres muy lindo.”

“¡¿N-Niño?! ¡¿Es eso lo que estabas pensando?!”

Ikki exclamó sorprendido cuando Stella le contó el motivo de su buen humor.

En respuesta, Stella inclinó la cabeza y dijo con recelo:

“¿Eh? No hay nada extraño en esto. Ikki, mantuviste tu palabra y salvaste a Vermillion. Mi padre ya no se opondrá a nuestra relación.”

“Sí, supongo.”

“Está bien, cierra los ojos. Lavaré el champú…”

Parece que Stella no estaba bromeando.

“¿Pero todavía somos estudiantes…?”

“Claro que no voy a dar a luz, mientras siga estudiando en la academia. Pero tres años de estudio pasarán muy rápido. Además, cuando Luna-nee renunció a su derecho a heredar el trono, me convertiré en la próxima reina de Vermillion, esto es obvio.”

Dijo Stella.

Diciendo eso, Stella soltó su cuerpo y lavó el cabello de Ikki en la ducha.

Con los ojos cerrados para que no le entrara agua, Ikki comenzó a pensar en las palabras de Stella.

El derecho a heredar. ¿Cómo podría olvidarlo?

Cuando la princesa Lunaeyes renunció a su derecho a heredar el trono de Vermillion y eligió casarse con el príncipe del vecino reino de Kledelland, solo Stella podía heredar el trono.

Y esto significa que su hijo y él mismo se convertirán en el rey del país en el futuro.

“Cuando lo pienso de nuevo, creo que he hecho cosas muy locas o más bien, puse mis manos en una persona increíble…”

“Fufu. A diferencia de mamá, tengo un cuerpo fuerte, así que estoy segura de que tendré muchos bebés. Haré que trabajes duro después de la graduación, así que prepárate, cariño.”

Después de decir eso, Stella limpió la humedad del cabello de Ikki y abrazó su pequeño cuerpo una vez más.

***

Después de terminar todos los procedimientos en el baño, se pusieron chándales y salieron del dormitorio de estudiantes.

El hecho de que llevaran chándal no significaba en absoluto que fueran a ir a entrenar.

Eran las diez de la noche, demasiado temprano para dormir, por lo que Ikki y Stella decidieron dar un paseo por la escuela.

Fuera de su dormitorio de estudiantes, así como en toda la ciudad, hubo un alboroto festivo.

“Todo el mundo es tan ruidoso. ¿Cuánta energía tienen?”

“Parece que todos los caballeros aprendices fueron llamados para esta guerra.”

Muchos de ellos ni siquiera calificaron para el Festival de Arte de la Espada de las Siete Estrellas.

Era la primera vez que experimentaban una batalla tan peligrosa.

La alegría de que lograron sobrevivir, anuló todo cansancio.

Sin duda, su diversión festiva durará hasta la mañana.

Lejos de todo el ajetreo y el bullicio, Stella e Ikki observaron la diversión con una sonrisa.

Primero Vermillion, luego Japón, habían soportado duras guerras una tras otra.

Les sucedieron tantas cosas en un corto período de tiempo, que lo que más querían era retirarse juntos.

Lejos de todo el ruido, los dos abandonaron el territorio de la Academia Hagun.

No había un alma en el camino de la montaña que cruzaba los alrededores.

El destino es la ruta habitual para correr, y también es un lugar con hermosos paisajes.

Era un acantilado cubierto de numerosos árboles, desde el cual se abría una hermosa vista del lago cerca de la academia.

El cielo nocturno brillaba con estrellas, a diferencia del cielo nublado durante el

día. Pensaron que la luna redonda se reflejaría magníficamente en la superficie del agua del lago, y sus expectativas estaban justificadas.

Apoyados en la barandilla, admiraron la vista de las estrellas brillantes en el cielo y su reflejo en la superficie del agua.

“…La brisa es tan fresca. Se siente bien.”

“Después de todo, la época más calurosa del verano ha terminado.”

A diferencia del Imperio Vermillion, el clima en Japón era templado. Por eso la brisa fresca se sentía agradablemente sobre la piel humeada después del baño.

Por un rato, simplemente escucharon el sonido de los árboles balanceándose con el viento.

Después de todo lo que les había pasado, ambos disfrutaban del silencio.

Por fin, la espalda de Stella, con su melena de color rojo fuego, le dio la espalda a esta impresionante vista.

Mientras Ikki la seguía, Stella mantuvo su mirada fija en el edificio de la Academia Hagun visible detrás de los árboles al pie de la pendiente.

Con un brillo delicioso en sus ojos que eclipsaba toda la asombrosa vista detrás de ella,

“…Solo han pasado cuatro meses desde que entré a esta academia, pero tantas cosas han cambiado en mi vida. De hecho… después de dejar mi Vermillion natal, nunca pensé que sería capaz de crecer tanto por encima de mí misma. Y más aún, no esperaba que apareciera en mi vida una persona a la que amaría con todo mi corazón.”

Stella colocó su mano suavemente sobre la diminuta mano de Ikki.

“Es lo mismo conmigo.”

Dijo Ikki, apretando suavemente la mano de Stella y girándose hacia ella.

“El año pasado ya era de primer año, pero en estos cuatro meses desde que llegaste aquí, Stella, mi vida ha cambiado tanto que ya ni recuerdo quién era el año pasado.”

Ikki miró a la chica frente a él.

Tenía un rostro pulcro con facciones regulares,

La piel blanca y delicada, que se combinaba maravillosamente con el cabello rojo brillante que brillaba a la luz,

Y, por supuesto, sus ojos rubí, mirándolos a la misma altura que él.

A Ikki le gustaba absolutamente todo de esta chica.

Ni siquiera podía imaginar que permitiría que alguien se la llevara.

No importa cuánta responsabilidad tenga a su alrededor. Mientras estén juntos, estarán bien.

“…Hace cuatro meses, ni siquiera podía imaginar que podría enamorarme locamente de alguien y comenzar a pensar en niños…”

“… ¿Estás preocupada?”

“Un poco.”

Incluso los fuertes tienen miedo a veces, es natural. Es por eso que Ikki compartió las preocupaciones de Stella.

“También me preocupa un poco qué tipo de padre seré. Especialmente considerando mi relación con mi padre.”

“…”

“Pero…”

“¿Pero?”

“Igualmente, no, no es solo esta preocupación, realmente no puedo esperar (para querer un hijo).”

Admitió Ikki.

Nunca pensó en tener un bebé con Stella hasta que ella lo mencionó. Pero ahora que imaginaba que la cristalización del amor entre él y Stella cobraría vida, no podía esperar ese momento.

“Especialmente si nace una niña muy linda, que es muy similar a Stella… Cuando pienso en esto, entiendo por qué Stella estaba tan emocionada en este momento…”

“¿Verdad?”

Stella rió y se inclinó hacia él. Después de hacer contacto visual, ella hizo una pregunta.

“Oye, Ikki. ¿Te quedarás conmigo para siempre?”

Nuevamente esta pregunta.

Ella volvió a hacerle esa estúpida pregunta.

Sin embargo, esto le pareció lindo a Ikki.

Él no se cansará de darle la respuesta que tanto anhela escuchar.

“Por supuesto.”

No había razón para traicionar las expectativas de Stella.

“Este es mi lugar, ¿cómo podría dárselo a alguien más?”

Ikki respondió.

Expresando sus verdaderos sentimientos, respondió a la pregunta de Stella con las palabras que ella deseaba.

“…”

Y entonces los labios de los dos amantes, bajo el cielo estrellado, se estiraron para confirmar las palabras que acababan de pronunciar.