Ichiban Ushiro No Daimaou (NL)

Volumen 4

Capitulo 2: La Sombra De Iga Totalmente Revelada

Parte 4

¿Me estoy imaginando esto? No, él definitivamente está actuando extrañamente tranquilo. A menudo tiene una mirada algo disgustada, pero hoy de todos los días, parece que actúa un poco avergonzado cuando bromean.

Con eso pesando en su mente, Junko encontró difícil quedarse en su habitación.

¿Es posible que de verdad esté confundido sobre esto? No, preocuparme por ello no cambiará nada. Ya sé. Tengo que comprobarlo con él. Eso es lo que tengo que hacer.

Con ese pensamiento, Junko se levantó.

Sin embargo…

¿Pero cómo se supone que lo compruebe? ¿Simplemente le pregunto si está preparado para casarse conmigo? Si de verdad lo está, entonces quiere decir que dudaba de él. Eso es digno de seppuku.

Junko inclinó la cabeza con confusión. Pero entonces se le ocurrió una idea. Sin embargo, se sintió extrañamente sonrojada en cuanto pensó en eso.

Él todavía tiene que convertirse de su religión. Eso significa que sus doctrinas le prohíben h-hacer ese tipo de cosas antes del matrimonio. Si lo insto a hacer lo que es natural para el marido y la esposa, puedo saber si entiende la situación o no.

Junko comenzó a salir de su cuarto, pero su mano se detuvo en la puerta corrediza.

Pero si está de acuerdo con esto, realmente lo vamos a hacer. P-Pero tal vez… ¿eso está bien? E-Espera, en ese caso, tengo que bañarme primero…

Junko sacó un cambio de ropa de su armario y se dirigió al baño.

Lo dudo seriamente, pero ¿estoy esperando que suceda algo…?

Mientras lavaba su cuerpo en el baño, se miró en el espejo. Su rostro tenía una sonrisa desordenada.

W-Wah…Si no mantengo la concentración, comenzará a odiarme. – dijo en voz alta.

N-No, no me estoy concentrando para evitar que me odie. P-Pero…Si realmente no lo sabe y terminamos h-haciéndolo de todos modos, ¿no se vería obligado a casarse conmigo entonces?

Ese pensamiento hizo que Junko se sonrojara tanto que incluso pensó que era patético.

E-Eso es por permanecer en el baño demasiado tiempo. Tengo que terminar de bañarme y salir.

Junko comenzó a frotar su cuerpo frenéticamente.

Mientras tanto, Akuto yacía en la habitación preparada para él. Después de tomar un baño, se había puesto la camiseta y los pantaloncillos que había traído para dormir y se metió al futón.

Akuto estaba disfrutando el silencio de la noche después de la locura de la fiesta.

Esto es un sentimiento muy feliz…pero parece que no puedo relajarme. Tengo la sensación de que no estoy hecho para este tipo de cosas. Tal vez solo necesito más experiencia…

Mientras pensaba en eso, Akuto sintió de repente una presencia fuera de la habitación. Se sentó en el futón.

– ¿Quién es? – preguntó.

La puerta se abrió y Junko estaba de rodillas en el suelo.

¿Eh?

Junko estaba actuando diferente de lo normal. Gracias a la luz de la luna, las líneas de su cuerpo eran visibles a través del fino kimono blanco que llevaba para dormir. Sin embargo, fue su expresión lo que había sorprendido a Akuto. Todavía estaba tan nerviosa como antes, pero sus mejillas ligeramente sonrojadas desprendían una atmósfera madura.

¿Q-Qué necesitas a esta hora? – preguntó Akuto.

Junko cerró la puerta corrediza detrás de ella y habló con los ojos mirado hacia abajo.

– ¿No lo sabes? ¿O realmente no?

Su tono de voz era tan sorprendido que Akuto se quedó confundido.

Junko entró en silencio. Llevaba solo el fino kimono y se había deslizado un poco de su posición correcta. Dos bultos blancos eran parcialmente visibles donde se abría en el pecho, por lo que Akuto podía decir que no llevaba sujetador. Mientras caminaba, el dobladillo del kimono se abrió ampliamente, revelando su muslo blanco. Akuto frenéticamente desvió la mirada cuando se dio cuenta de que tal vez no llevaba nada de ropa interior allí abajo tampoco.

O-Oye. Ya es tarde. Si quieres hablar de algo, probablemente podría esperar hasta mañana…

O-Otras personas nos interrumpirían mañana, ¿no?

La voz nerviosa de Junko vino desde el costado de Akuto. Debido a que desvió su mirada, no se había dado cuenta de que ella se había sentado justo en frente de él.

Regresó su mirada y se quedó sin aliento.

Los ojos de Junko estaban húmedos por las lágrimas, como si tuviera miedo. Ella estaba abriendo el pecho de su kimono con sus manos temblorosas.

¿E-Eh? Hattori-san está actuando diferente de lo normal…

Su comportamiento confundió a Akuto.

Podía sentir una sumisión que nunca había sentido antes en Junko.

– No deberías forzarte.

Akuto extendió una mano y cerró el frente del kimono de Junko.

– ¿F-Forzarme?

Junko levantó la vista sorprendida.

Así no eres tú.

Espera…

¿Quizás te estás forzando a hacer algo por tu familia?

preguntó Akuto.

E-Espera, ¿qué estás…?

Así no es cómo actúa la Junko-san que me gusta.

Esto dejó a Junko estupefacta. Ella no tenía idea de qué decir, así que su boca simplemente se abrió y se cerró.

¿Me equivoco? Si entro bajo la observación de esta familia, voy a tener que convertirme a su religión. Sin embargo, no me he convertido todavía. Eso significa que hacer ese tipo de cosas está prohibido para mí. Tú no eres el tipo de persona que trataría de hacerme romper mis doctrinas de esa forma. – Mientras Akuto hablaba, la expresión de Junko se nubló visiblemente. – L-Lo siento. Eso fue grosero de mi parte. Pero quiero recibir la ayuda de esta familia de la manera correcta.

Akuto estaba confundido, pero Junko interrumpió de repente.

Idiota…Debería haber sabido. Este es el tipo de persona que eres…No has sido informado sobre casarte conmigo, ¿verdad?

¿C-Casarme con ella?

Akuto estaba totalmente sorprendido.

Me disculpo. Debería haber sabido que no te habrías comportado así si lo entendieras todo…Fue mi culpa por no explicártelo.

Junko bajó la cabeza.

Akuto colocó frenéticamente una mano en su hombro.

No, yo me disculpo. Fue mi culpa por no entenderlo. Y no fuiste capaz de decirme porque te oponías al matrimonio, ¿no es así?

¿Eh? Oye…Espera un segundo…

Lo siento. Supongo que no puedes simplemente rechazar una orden de tu familia. Si realmente hubiera estado pensando en lo que era mejor para ti, debería haberlo rechazado desde el principio…

Akuto dejó de hablar.

Esto se debió a que Junko comenzó a reír con la cabeza agachada todavía.

Haha…Realmente soy una idiota…Y tú realmente eres este tipo de persona hasta la médula…

¿Qué quieres decir con “este tipo de persona”?

Akuto extendió la mano y levantó la cara de Junko.

Ella estaba llorando.

Él la soltó sorprendido y ella pareció incapaz de soportarlo más. Junko comenzó a hablar en medio de sollozos.

Quiero decir…quiero decir este tipo de persona…me alteré tanto por esto por mi cuenta…

Junko se sonrojó y cerró la parte delantera de su kimono desordenado. Entonces se acurrucó y se puso a llorar.

Por favor olvida todo lo de hoy. – dijo ella.

Y-Yo lo siento también. P-Pero…

Akuto no pudo terminar de hablar. Esto se debió a que una lanza cayó de repente desde el techo.

Los reflejos de Akuto eran suficientes como para que la esquivara, pero la lanza habría atravesado directamente su corazón si no lo hubiera hecho. Obviamente había tenido la intención de matarlo.

¡Wah!

Akuto saltó hacia atrás. Y no terminó ahí. Una lanza tras otra se disparó hacia Akuto desde el techo, desde debajo de los tatamis, y desde atrás de la puerta corrediza.

Mientras evitaba el flujo ininterrumpido de lanzas que volaban hacia él, Akuto logró abrirse paso fuera de la habitación. Se dio la vuelta en el patio y evaluó la situación.

Resultó que no había mucho que averiguar. Cada lugar posible para esconderse alrededor de la habitación que Akuto había recibido contenía varios ninjas enmascarados.

¡Has hecho llorar a la señorita!

¡Bastardo! ¡Planeabas engañar a la familia Hattori todo este tiempo!

Los ninjas comenzaron a gritarle.

– ¡Se equivocan! ¿¡Y por qué nos estaban espiando!? – gritó Akuto.

Sin embargo, él realmente se sentía responsable esta vez. No tenía más remedio que huir.

– ¡Hattori-san, lo siento!

Akuto tomó su cambio de ropa de al lado de la almohada, escaló el muro que rodeaba la casa, y corrió hacia el bosque.

¡Por la dignidad de las fuerzas ninjas de Iga, no lo dejaremos escapar!

¡Ohhhh!

Akuto podía ir gritos persiguiéndolo.

Escapé por reflejo, pero necesito ser capturado y disculparme correctamente.

No había manera de que pudiera perder tantos perseguidores en un territorio desconocido como este. Akuto comenzó a pensar en cómo ser capturado por ellos sin que ningún lado sufriera Pero no le dieron tiempo para pensar. Uno de los perseguidores más rápidos se acercó saltando de rama en rama. Saltó hacia Akuto para cortarlo por la espalda.

¡Kh!

Akuto se dio la vuelta y trató de resistir con magia. Pero antes de que pudiera, el ninja desapareció de repente en la oscuridad.

– ¿Eh?

Akuto se confundió por un instante, pero rápidamente vio al ninja de nuevo y se dio cuenta de lo que había pasado. El ninja que lo atacó colgaba boca abajo con una cuerda alrededor de su pie. Había caído en una trampa.

¿Una trampa? ¿Aquí?

Esto era la tierra de la familia Hattori. Nadie de los que viven en la casa habría colocado esa trampa. Eso significaba que alguien más se encontraba cerca.

Mientras miraba en busca de que algún personaje misterioso apareciera, Akuto sintió trampas activándose por todas partes. Podía oír a un sinnúmero de ninjas gritando. Habían bajado la guardia ya que estaban cerca de la casa Hattori, por lo que estaban enojados por haber caído en trampas que normalmente habrían evitado.

Pero finalmente se pusieron en guardia y las presencias de esos ninjas se calmaron. Como si esperara ese momento, una sombra se deslizó suavemente delante de Akuto.

– ¿Quién está ahí?

Akuto tomó una postura defensiva y recibió una voz familiar en respuesta.

– ¿Esa es la manera de saludarme? Yo te dejé escapar, ¿no?

El individuo que dio un paso fuera de la oscuridad sonrió y lanzó un dedo hacia Akuto.

Era una chica con pelo largo recogido en una coleta. Su nombre era Teruya Eiko.

– Así que eres tú.

Akuto mantuvo su postura defensiva.

Eiko sonrió cruelmente.

No tienes que ser tan cauteloso. Si no fuera por mí, estarías masacrando a esos ninjas ahora mismo. Deberías darme las gracias. Mis trampas son no letales después de todo.

¿Gracias? La sincronización aquí fue muy buena. No tiene sentido incluso si tratabas de hacerme quedar en deuda contigo. ¿Me has estado observando todo este tiempo?

Eso es correcto. No puedo hablar de esto en voz demasiado alta, pero la familia Hattori tiene algunos espías Teruya dentro.

¿Entonces sabes todo lo que sucedió?

¡Por supuesto! Oh, eso fue divertido. ¡Ella se lo tomó tan en serio!

A Akuto no le gustó cómo estaba sonriendo Eiko.

¿Entonces qué quieres conmigo? Si no necesitas nada, me gustaría que te fueras después de darte las gracias. Una vez que los ninjas se calmen, probablemente pueda lograr hablar con ellos.

Una vez que Akuto dijo eso, Eiko mostró una sonrisa servil pero desagradable.

No, no. No hay nada de que enojarse. Te diré exactamente lo que quiero, ¿así que vendrás a mi casa?

¿Tu casa?

La casa Teruya. Nuestro estatus es más alto que la familia Hattori, por lo que debería convenirte aún más.

No lo creo. – respondió Akuto sin dudarlo.

Pero Eiko se negó a retroceder.

Aunque estabas un poco confundido, todavía trataste de llegar al lado bueno de la familia Hattori. Pero la familia Teruya sería más conveniente para tus propósitos.

No estaba tratando de llegar a su lado bueno. Estaba tratando de crecer.

Eso solo es decir lo mismo de maneras diferentes. Oye, ¿qué tal si te quedas conmigo un rato? Estoy a punto de hacer una apuesta que debería tener una buena recompensa.

¿Qué clase de forma de decirlo es esa? Te hace sonar como una delincuente. No me gusta.

Akuto reveló su disgusto, pero la declaración de Eiko fue impactante.

¿Sabías que mi padre es el sumo sacerdote? ¿Y sabías que ese sumo sacerdote realiza asesinatos?

¿Qué?

Akuto dudó de sus oídos.

Mata a la gente que el dios Suhara ve como peligrosas. Incluso si la persona todavía no ha hecho nada, será asesinada si está armando un plan para rebelarse.

Esa es una razón más para que no me guste la familia Teruya.

La expresión y la voz de Akuto se volvieron tensas.

Pero Eiko levantó un dedo y lo agitó de un lado a otro con una expresión tranquila.

No saltes a conclusiones. La familia Teruya cambiará si te unes.

Sin importar lo que dijera, Akuto no tenía ninguna razón para aceptar la invitación de Eiko.

Ya rechacé tu oferta. Tengo mis propias ideas de lo que quiero hacer. He ganado amigos y un estilo de vida que quiero proteger mientras esté en la academia. Eso es lo que quiero. – declaró Akuto.

La expresión de Eiko se volvió seria.

¿Me estás desafiando?

¿Desafiándote? Esto es solo tú acercándote a mí diciendo tonterías.

Maldita sea. ¡Realmente eres obstinado! ¡Ahh, y yo solo vine a hacer esta invitación porque pensé que realmente podría enamorarme de ti! Hmph. Haz lo que quieras. ¡Esos amigos y ese estilo de vida se habrán ido en poco tiempo de todos modos! – declaró Eiko frenéticamente.

¿Qué dijiste?

Los hombros de Akuto temblaron por el peligro que sintió en esas palabras.