Monogatari (NL)

Volumen 5

Capitulo 1: Fénix Tsukihi

Parte 21

El epílogo, o quizás, el remate de esta historia.

Cosas que sucedieron antes de que mis hermanas me levantaran de la cama como de costumbre al día siguiente.

Kagenui dejó las ruinas con Ononoki sobre su espalda… obviamente, tan pronto como puso un pie afuera, ya no podía tocar el suelo, así que se alejó sobre una serie de muros, vallas, barandas y demás. Su movimiento vivaz y sentido del equilibrio permanecieron impecables incluso con Ononoki en su espalda. Después de hundir mis dientes en el cuello de Shinobu y tomar mi sangre, devolviéndola a su forma de niña y acercándome lo más posible a un ser humano, me monté en mi bicicleta y volví a casa con ella en la canasta delantera.

Por cierto, Ononoki se fue con la ropa hecha jirones, pero yo no fui lo suficientemente valiente como para pedalear hasta casa desnudo… no hace falta decirlo, antes de devolver a Shinobu a su forma de niña, le pedí que usara su habilidad de crear materia para hacerme un conjunto de ropa. Tenía buen gusto, pero podía ser innecesariamente elegante, por lo que nos llevó bastante tiempo llegar a un acuerdo.

“¡No puedo usar ropa tan extravagante! ¡¿No puedes hacer algo más normal?!”

“¡Mi orgullo no me permite crear mera moda rápida! ¡Mientras estoy coordinando vuestros atuendos, más nunca os veréis desaliñado!”

Recuerda, estábamos teniendo este épico debate por la noche en un edificio abandonado, después de que la célula de dos ya se había ido.

Por eso tardamos tanto en llegar a casa.

Ahora que lo pienso, durante esas vacaciones de primavera cuando pasé por el infierno, Tsukihi me envió un mensaje de texto con una pregunta: ¿Dónde fue que Mytyl y Tyltyl encontraron el pájaro azul de la felicidad?

Obviamente no respondí, pero incluso yo sabía la respuesta.

En su propia casa.

Así que mi pájaro azul habían sido ustedes dos… las Fire Sisters.

Cuando llegué a casa (Shinobu había regresado a mi sombra para entonces) con ese pensamiento genial, Karen, todavía de pie en el vestíbulo, estaba discutiendo con sus padres.

Sus padres.

En otras palabras, también eran mi madre y mi padre.

“¡No pasarán! ¡El único que puede hacerlo es Nii-chan!”

……

Todo esto fue por mi culpa.

Mis órdenes habían sido tan limitadas que Karen y mis padres… no, ¿cómo diablos fue mi culpa?

Karen era auténtica, una auténtica idiota.

Ella era como un guion de juego mal diseñado. Terminé perdiendo aún más tiempo explicando a nuestros padres por qué nuestra puerta de entrada había sido destruida.

No es que tuviera una explicación real que ofrecerles.

Simplemente inventé algunas excusas sin sentido como había hecho con Karen… obviamente, mis padres no las aceptaron tan fácilmente como ella, pero siendo realistas, nunca soñaron que la destrucción podría ser en realidad el trabajo de un cambiaformas (ellos parecían sospechar que Karen les estaba haciendo una broma, como si algo de este nivel aún pudiera clasificarse como tal). Al final, sin embargo, los convencí.

De hecho, mis padres parecían considerar el hecho de que Karen había cambiado su peinado por primera vez en diez años el asunto más importante… Estaba un poco preocupado de que ella pudiera culparme por eso. Sin embargo…

“¿Eh? ¿De qué están hablando? ¿No fue siempre así?”

Karen, ella misma, parecía confundida.

Ella ya había olvidado su época de cola de caballo.

Mi hermana realmente me preocupaba a veces.

Pero… ese lado suyo también salvó en algunas ocasiones.

En cualquier caso, una vez que mis padres comenzaron a regañar a Karen en serio, me escapé al segundo piso.

Fui con mi otra hermana pequeña, Araragi Tsukihi.

Tsukihi, por su parte, estaba acostada en la litera de arriba, todavía dormida como lo había estado antes de que yo saliera, tal como le dije.

Vestida con un yukata en lugar de pijama.

Con el lado izquierdo sobre el derecho, mi error intacto.

Maldita sea, al menos arregla eso.

Shidenotori.

Excentricidad, ave de presagio, cuco menor.

Por mucho que traté de ocultar la verdad, podría llegar el momento, tal vez a través de algún accidente en el que sufrió una lesión lo suficientemente grave como para extirpar una parte de su cuerpo (de hecho, por mucho que yo había sufrido varias veces durante mi batalla con Kagenui), cuando Tsukihi descubriese lo que era… pero hasta que llegara ese día, tal como le había dicho a Kagenui, mantendría la verdad sobre mi hermana pequeña escondida en mi corazón.

Si la justicia practicada por aquellos que no podían morir no era más que un fiasco, entonces probablemente Tsukihi, con una excentricidad del reino sagrado que residía en ella, había perdido su derecho a ese principio. Aunque intentara hacer justicia, como con Shinobu y conmigo, sólo sería una justicia obscena y purgante.

Sería una justicia despiadada.

El corazón humano no es un recipiente para llenar de cosas, sino un fuego para arder y encender… bien dicho.

Parasitismo de cría.

Probablemente Kagenui tenía razón… tal vez tenía la justicia de su lado.

Por lo menos, no muchas personas que vean un segmento de televisión sobre el comportamiento de crianza de los cucos lo encontrarían agradable.

El método de reproducción ineficaz conocido como parasitismo de cría parecería astuto y deshonesto para la mayoría.

Estoy bastante seguro de que esa también sería mi visión simple.

Aun así, sin embargo.

Tsukihi no era como el cuco, menor o no.

Por decir lo menos… ella nunca había intentado empujarnos a Karen o a mí fuera del nido.

Ella siempre había sido nuestra hermana pequeña.

Desde el momento en que nació… siempre.

Real o falsa, todavía era justa, y real o falsa, era nuestra hermana.

Incluso si no era real, era familia.

Las Fire Sisters.

Mis hermanitas, mi orgullo y alegría.

Así que déjame molestarme en responder ahora la pregunta que me hizo Ononoki.

Incluso si está lleno de falsificaciones… creo que es un mundo maravilloso.

Que esa sea mi respuesta contraria.

A la de Kaiki Deishu.

“Estaba nerviosa por si me ibas a volver a besar, pero supongo que no.” De repente Tsukihi había hablado.

En algún momento, sus ojos se abrieron de golpe. Parecía tan somnolienta como siempre con los ojos caídos, pero no era porque acababa de despertar. Aparentemente, solo había estado fingiendo estar dormida.

Qué señal tan radical.

“Si tratabas de besarme, iba a atraparte con mi lengua.” Reveló. “Eso suena como algo que haría algún tipo de monstruo.” “Buenas. Bienvenido a casa. ¿Dónde estabas?”

“Ah. En realidad, estaba luchando contra un ser humano monstruoso y un monstruo humanoide por tu bien.”

“Oh, ¿sí? Buen trabajo. Sin embargo, no te excedas.”

“Permíteme hacerlo. Lo hago por amor.”

“Sé que lo haces. Nuestro Onii-chan nos ama tanto.”

“No pongas palabras en mi boca. Las odio a las dos.”

“De todos modos, Onii-chan, ¿cuánto tiempo tengo que quedarme así? Me dijiste que durmiera, así que me he esforzado al máximo.”

“Ustedes son demasiado fieles a las directivas que vienen de gente como yo. Realmente me preocupo por su futuro.” Refunfuñé, saltando de la escalera. “Duerme hasta mañana. Y luego mañana, ven a despertarme como siempre lo haces.”

“Señor, sí señor.”

“Cuando terminen las vacaciones de verano, te presentaré a mi novia.”

“¿Hm?” Tsukihi aprovechó mis palabras e inmediatamente levantó la parte superior de su cuerpo. “¿Qué, quieres decir que tienes novia?”

“Sí. En realidad, desde mayo.”

“Eso me hace estar platinamente enojada.”

Le di la espalda a su comentario franco y su mirada de reproche, le advertí: “No vayas a hacer chismes con ello.” Y salí al pasillo. No estaría bien pasar el rato en la habitación de mis hermanas por mucho tiempo, y no era propio de mí quedarme. Volvería a mi habitación y me cambiaría.

Con todo lo que había estado sucediendo, se estaba haciendo bastante tarde… era hora de que un gracioso monstruo se retirara.

-FIN DEL VOLUMEN 5-