Monogatari (NL)

Volumen 5

Capitulo 1: Fénix Tsukihi

Parte 16

A pesar de que no usaba pelucas, podía cambiar su peinado constantemente, cada pocos meses. Ahora que lo pensaba, eso lo explicaba… recientemente, su cabello había sido bastante corto, pero ahora ya era más largo que el mío, en un corte de una sola longitud con las puntas que llegaban hasta los hombros. No había forma de que su flequillo pudiera crecer hasta los hombros en solo un mes más o menos, ¿verdad?

Una vez Kanbaru dijo que su cabello crecía tan rápido debido a todas sus hormonas sexys…

pero esto estaba en un nivel diferente y no era una broma cuando pensaba en ello.

Ja… No es motivo de risa.

La velocidad anormal a la que creció calificó como regeneración.

Por supuesto que no había peligro de morir por cortarse el cabello, por lo que la regeneración de cortarse el cabello no fue muy dramática… pero con un índice metabólico tan elevado, las uñas de Tsukihi probablemente también crecieron bastante rápido.

Su metabolismo… era demasiado bueno.

Cierto, hoy mismo se estaba duchando a la mitad del día, y parecía que se cortaba las uñas con frecuencia… por supuesto, este era el tipo de cosas “ahora que lo mencionas”. Era demasiado trivial para mencionarlo por derecho propio.

Ahora me vino a la mente un torrente de cosas… casi demasiadas realizaciones.

Sin embargo, al final… tal vez simplemente hice la vista gorda porque éramos familia.

Después de todo, las cosas solo eran extrañas cuando te tomabas el tiempo para notarlo.

Una falsificación no se puede distinguir de la real… así es como califica como falsificación.

Ser como la cosa real era la única prueba de existencia de la falsificación.

Este ejemplo no es tan moderno como la leyenda urbana del Rolls Royce, así que supongo que podría llamarlo conocimiento a medias… pero las historias de niños secuestrados por espíritus se han transmitido durante siglos.

Un día, un niño desaparece repentinamente… solo para regresar varios días después como si nada hubiera pasado. Y aunque no hay nada diferente, para señalar, entre el niño que regresa y el niño antes de que desapareciera… a pesar de que nada parece mal…

Es un niño diferente sin nada que parezca extraño.

A diferencia de la rehabilitación de Senjougahara, que me hizo preguntarme si la habían reemplazado mientras yo no miraba, esto no era una cuestión de cambio o crecimiento… sino una simple sustitución.

En otros países, aparentemente, a veces se decía que “los niños bonitos son reemplazados por hadas”. Esas historias probablemente tienen orígenes similares, y el shide no tori era una historia similar.

Solo que el niño fue reemplazado incluso antes de que naciera.

El Juego de la Vida.

En el pasado solía jugar ese juego de mesa con Sengoku y Tsukihi, pero la excentricidad tipo pájaro que actualmente se llamaba Araragi Tsukihi estaba jugando un Juego de la Vida eterno, procediendo constantemente a la meta y luego regresando al comienzo del tablero… sin principio ni fin, repitiendo un ciclo infinito.

Un bucle infinito, una vida transparente e incolora.

El último clavo en el ataúd fue lo susceptible que era Tsukihi a los estímulos externos.

Su sentido de la justicia se debía a la influencia dominante de Karen… todos los pájaros aprenden a llorar imitando a su madre, pero la forma en que Tsukihi siguió a Karen fue casi desesperada. Su propio yo no parecía darse cuenta.

Ella no estaba allí… no había nadie.

Ningún humano…

No es humano…

“Me estoy repitiendo.” Dijo Shinobu. “Pero el shide no tori es una excentricidad inofensiva… su única razón de existencia es su inmortalidad. Su objetivo es solo sobrevivir y existir… vivir como humanos, respirar como humanos, comer como humanos, hablar como humanos y… morir como humanos.”

Aun así.

Y a pesar de todo eso… seguía siendo una excentricidad, ¿no?

¿No era total y completamente una excentricidad?

Por muy minuciosamente que se modelara a sí mismo según la humanidad, por muy cerca que nos imitara, ¿no era inconfundiblemente… una excentricidad?

Shinobu debió haber escuchado mi refutación, pero me ignoró. “No es de extrañar que no os hayáis dado cuenta.”

Incluso no pude verlo, agregó. Viniendo de un vampiro tan altivo e imperioso como ella, casi sonaba como una excusa.

Pensándolo bien, sin embargo, ella pudo haberlo dicho como una disculpa.

Sin embargo, no tenía ninguna razón para disculparse conmigo.

De hecho, en todo caso, me sentí culpable… por hacerla intentar tal disculpa.

Como el rey de las excentricidades, Shinobu no sintió molestia alguna por no preocuparse de los problemas que pudiesen causar otras excentricidades. Los humanos eran lo mismo para ella… no, mucho menos un humano de otro, tal vez ni siquiera distinguía entre humanos y excentricidades.

Eso era lo que significaba ser realeza.

El título de rey… significaba estar en la cima.

Al final, quizás el único ser humano que Oshino Shinobu realmente reconoció fui yo… la verdad sea dicha, en su mente ella incluso junto a Araragi Karen y Araragi Tsukihi.

Si estuvieran de pie frente a ella, podría discernir algunas diferencias, pero una vez que se fueron y pasaron unos minutos, casi se olvidó de ellas.

Era imposible ser consciente de algo que no le interesaba.

O más bien, incluso si estaba interesada… era como una persona japonesa que no entendía inglés hojeando un periódico en inglés. Una vez que lo dejase de lado, ni siquiera recordaría cómo deletrear las palabras que acababa de ver.

Así que incluso si ella no hubiera tratado de explicarse, no habría pensado que Shinobu había registrado a Tsukihi, se había dado cuenta de lo que estaba pasando y me lo había mantenido en secreto.

Así como Shinobu no era una aliada de los humanos, tampoco era una aliada de las excentricidades.

Y a pesar de todo el abuso que me lanzó, supe que Shinobu era, de hecho, mi aliada.

Así es…

Si Shinobu no hubiera estado conmigo, toda la situación se habría arruinado. De repente empujado hacia el fondo de tal manera, sin distinguir mi izquierda de mi derecha, caí completamente en pedazos… e incluso si no lo hubiera hecho, doblado por Kagenui como estaba, no había nada que pudiera haber hecho.

En el momento en que perdí la calma y salí volando hacia Ononoki, ya había cometido un grave error… no es que quisiera convertirme en el tipo de persona que podría mantener la calma después de que el torso de su hermanita desapareciera del cuerpo.

Y pensar que yo…

Tenía la intención de negociar y hablar de las cosas…

Apuesto a que Oshino Meme habría soltado un bufido si me hubiera visto.

En realidad, se habría reído en mi cara.

Quien realmente llevó a cabo las negociaciones después de lo sucedido… fue el vampiro que heredó la riqueza de Oshino en conocimientos relacionados con las excentricidades. Sí, Oshino Shinobu.

“Esperad… viajera. No toleraré más violencia. Me imagino que también querréis evitar causar más problemas aquí.”

Shinobu debió haber juzgado que con quien tenía más probabilidades de entablar una discusión no era su compañera excentricidad, Ononoki, a quien ignoró, sino Kagenui, que todavía estaba de pie sobre mi espalda. Fue a la onmyoji a la que se dirigieron las palabras.

“¿Hmm? Pero no deseo evitar problemas. No me porté tan bien como para elegir un momento y un lugar.” Dijo Kagenui. “¿No lo tolerarás? ¿Y qué puedes hacer para detenerme, vampiro…

ex vampiro? Has perdido tus poderes. No eres una amenaza para mí.”

“Quizás.”

¿Quizás? En estos días Shinobu estaba casi completamente impotente. Gracias a estar sellada en mi sombra, pudo invocar algunas habilidades mientras estaba allí… pero incluso eso no fue más allá de crear un DS. Difícilmente podría luchar con especialista.

Y para empeorar las cosas, Kagenui era una onmyoji que se especializaba en excentricidades inmortales… Shinobu en el apogeo de sus poderes podría ser una historia diferente, pero en este momento ella no era rival.

Pero ese era el arte de la negociación… lo que llamaban descaro.

“Eso puede estar bien para vos, pero ¿qué pasa con la doncella?” Continuó Shinobu, sin revelar la verdad. “Como van las excentricidades, ella no parece lo suficientemente fuerte como para soportar mi drenaje de energía. Y una vez que la drene perfectamente, estaría más que en forma como para enfrentaros cara a cara.”

Fue un engaño.

Ononoki acababa de borrar toda la puerta principal junto con el torso de Tsukihi. No había forma de que Shinobu pudiera hacer frente a un poder tan monstruoso… terminaría hecha añicos como Tsukihi. En realidad, a Tsukihi solo le volaron la mitad superior, pero Shinobu haría que cada centímetro de ella fuese pulverizado.

Sería un milagro que quedara un solo cabello rubio.

Sin embargo, la actitud descarada de Shinobu, con los brazos cruzados y la barbilla extendida,

no traicionó ningún indicio de inquietud. Ella se quedó allí en silencio, interpretando el papel…

un vampiro de medidas inescrutables.

Ella podría enojarse conmigo por decirlo de esta manera… pero no había vivido durante quinientos años para nada. Sin embargo, considerando lo ajena que era Shinobu a las costumbres del mundo, tal vez fueron menos esos cinco siglos que los tres meses que pasó con Oshino los que resultaron útiles.

Tres meses con un hombre que podía negociar las excentricidades y los humanos debajo de la mesa solo con la fuerza de una bravata… tres meses con Oshino Meme, que nunca recurrió a la violencia ni en las circunstancias más extremas.

“No interferiré con vuestros asuntos… Solo hablo de una retirada temporal. Seguramente podéis estar de acuerdo con algo tan insignificante. Dudo que el tiempo sea un bien tan urgente para vos.”

Pero, aun así, ese engaño… Tal vez me engañaría, y tal vez engañó a Ononoki… ¿Pero realmente engañaría a Kagenui Yozuru, un especialista que opera en el mismo campo que Oshino?

Estaba un poco preocupado por eso. En realidad, enormemente preocupado. Pero al final…

“Hmph.” Kagenui retiró su mano de mi cabeza sin protestar. “Bien, entonces… como has dicho, haré una retirada temporal. Aunque me importa un bledo el tiempo y el lugar, ni siquiera yo estoy dispuesto a eliminar a la chica delante de su propio hermano… aunque, mira tú, no es tu hermana, ¿verdad?”

“……”

Ella no era realmente mi hermana.

Una falsa… hermana.

“Joven diabólico, también podrías querer poner tus asuntos en orden… como muestra de respeto a un vampiro legendario, te daré ese tiempo. Me dejaré engañar por esa admirable bravata, así que vete, ordena tus pensamientos, descansa tu cuerpo y demás. Hm, creo que este fue nuestro error. La verdad es que había planeado resolver este asunto antes de que los padres adoptivos y la familia se enteraran… ah, las interferencias.”

Con eso, Kagenui… saltó de mi espalda a los hombros de Ononoki.

Después de todo esto, todavía no había pisado el suelo.

En este momento parecía menos un juego infantil y más como un voto religioso de algún tipo.

Pero la mayor sorpresa fue Ononoki, quien ni siquiera pestañeó incluso cuando Kagenui, que parecía dos veces más grande que ella, aterrizó.

No se trataba simplemente de llevar a alguien sobre sus hombros.

Me recordó, una vez más, que esta chica era de hecho una excentricidad, el Unlimited Rulebook.

“Volveré mañana. Terminen sus preparativos para entonces… y correr no sirve de nada. Te lo diré ahora, no soy tan benevolente con mi presa como Oshino-kun… Nunca dejo escapar a mi presa. Y si te propones interponerte en mi camino, maldita sea tu certificación como inofensivo, también te eliminaré.”

Hasta entonces, prometió Kagenui.

Ononoki giró con la onmyoji todavía sobre sus hombros y comenzó a caminar a un paso rápido… era como si toda la destrucción y regeneración nunca hubiera tenido lugar.

“¿Por qué?” Les supliqué de espaldas, apenas croé… Estaba en una confusión que mezclaba conmoción y dolor a partes iguales. “¿Por qué ir tras… Tsukihi?”

Presa, había dicho ella.

Pero seguramente… no había razón para ir tras mi hermana pequeña.

Esto no era como si Shinobu fuera marcada para morir por expertos cazadores de vampiros.

“No tienes ninguna razón… para venir tras Tsukihi.”

“Veras. Es una excentricidad, un monstruo.” Siguió Kagenui sin darse la vuelta, desde su posición sobre el suelo, como si fuera lo más obvio del mundo. “Por muy cariñosamente criada que sea, sigue siendo un cuco menor, una monstruosa farsa que vive engañando a la gente, mezclándose con una familia y pretendiendo ser humanos, las dos nos arreglamos para llamar a eso malvado.”

“……”

“Nosotras, las defensoras de la justicia… no nos atenemos a eso. No perdonamos el fraude.”

Con esas palabras, Kagenui Yozuru y Ononoki Yotsugi, la excentricidad y el humano, la célula onmyoji de dos, dejaron nuestra casa a su paso.