Monogatari (NL)

Volumen 5

Capitulo 1: Fénix Tsukihi

Parte 15

“Shide no tori.”

Luego, así fue como Oshino Shinobu comenzó su acostumbrada explicación. “A saber… una excentricidad cuco menor.”

Un cuco menor.

Familia Cuculiformes, Orden Cuculidae.

Un ave de verano, de treinta centímetros de largo total, con una envergadura de quince centímetros y plumas de cola de trece centímetros de largo… su espalda es de color beige mientras que su estómago es grisáceo con manchas blancas.

“Hojas tiernas en mis ojos, cucos menores en la montaña, primer bonito de la temporada… ese cuco menor. Esas dos hablaron de él como un fénix, pero este pájaro de la muerte es tan grande como sugiere esa palabra. En Japón, la mayoría de la gente piensa en pavos reales cuando se imagina un fénix, según ese mocoso superficial.”

Conocido principalmente como hototogisu, había muchas formas de escribir el nombre del cuco menor en caracteres japoneses… y hoy en día pocos recuerdan su asociación con los fénix. Sin embargo, una vez se creyó que era un ave migratoria que podía pasar hacia y desde el más allá.

Un pájaro apropiado para la temporada de Obon.

No hace falta decirlo, pero el cuco menor era una de las aves más familiares en la cultura japonesa. Por ejemplo, en la colección de poesía japonesa más antigua que se conserva, Man’yoshu, que fue compilada durante el Período Nara, hay más de 150 poemas dedicados al cuco… como una de las palabras de temporada utilizadas en la poesía clásica, simboliza verano.

A diferencia incluso de los saltamontes americanos y los grillos, que habían cambiado de nombre durante ese tiempo, una de las cosas más sorprendentes fue que el pájaro ya había sido conocido como hototogisu hace más de mil años, como una constante universal.

Una de las características más distintivas del pájaro es su grito… extremadamente distinto e inmediatamente reconocible al escucharlo, a menudo se escribe como teppen kaketaka.

Oh, cuco menor… ¿te alimentas también de lagartijas con ese grito tuyo?

“Y no es sólo la diversidad de caracteres utilizados para escribir el nombre del pájaro. También tiene un número incomparable de alias… superando a cualquier otra especie de ave. El mocoso parloteó unos pocos. Estos son sólo los que recuerdo, pero estaba el pájaro vespertino, el pájaro vigilante de la noche, el pájaro de las tinieblas… el pájaro zapato, el pájaro de cinco rocíos, el kokila, y por supuesto… shide no taosa.”

Shide no taosa. Como shide no tori… un pájaro que podría viajar a la tierra de la muerte.

“Supongo que ese nombre podría ser la fuente de la leyenda… Shide como la muerte, para partir al más allá. Shide no taosa se convierte en shide no tori, el cuco menor. Esto, por supuesto, no es nada más que conocimiento de segunda mano.” Dijo Shinobu.

De hecho, como ex vampiresa, las excentricidades no eran más que pienso y forraje, una comida o ración para ella… y apenas era lo suficientemente golosa en los puntos más finos de sus comidas.

Era una glotona, no una epicúrea.

Por lo tanto… todo este conocimiento debe haber sido cortesía del mocoso superficial, Oshino Meme.

Era solo una parte de la gran riqueza de conocimientos que Oshino había metido en la cabeza de Shinobu… durante los tres meses que vivieron juntos en ese edificio abandonado. Por qué Oshino implantaría tal conocimiento en la mente de Shinobu (completamente inútil desde su punto de vista) era una incógnita.

“Esta excentricidad no tiene características distintivas que se destaquen particularmente… es una simplicidad doblemente buena. Con tan poco para despertar el interés, es una excentricidad que pocos se esfuerzan por estudiar. Por supuesto, dado que pertenece a su campo de especialidad, creo que es natural que esas dos estén al tanto de la criatura.”

De las cenizas. Un pájaro sagrado, un pájaro de presagio. El fénix.

“En verdad, la identidad del shide no tori se puede agrupar en un solo punto… no muere. Ésa es la importancia de su existencia. Me irrita decir esto, pero supuestamente su inmortalidad supera incluso a la de los vampiros.”

Inmortalidad… que supera incluso a la de un vampiro. Impenetrabilidad. Como el espíritu de vida encarnado.

“Por cada tres generaciones de ciervos, una generación de pinos, y por cada tres generaciones de pinos, una generación de pájaros. Así es como alguna vez se imaginó que duraban eran las aves longevas. Anteriormente se decía que las grullas vivían mil años y las tortugas diez mil, pero cualquier cosa que pudiera vivir mil años seguramente debe considerarse un monstruo. Incluso yo he vivido la mitad de ese lapso.”

En efecto.

No solo el cuco menor, sino también las aves del aire de todo el mundo a menudo se comparaban con la vida misma… la idea de que las cigüeñas vinieran entregando bebés era un ejemplo perfecto.

Quizás la razón de esto fue que la forma en que las aves construían nidos, calentaban sus huevos y cuidaban a sus crías con devoción hizo que los humanos vieran a las aves como una metáfora de nosotros mismos… como una instancia extremadamente sencilla en la que podríamos proyectar nuestras propias nociones de la crianza de los hijos.

De hecho, las aves pueden haberse sentido aún más cercanas a los humanos a este respecto que otros mamíferos.

Sin embargo… si esa hipótesis era correcta, entonces el cuco menor era una excepción.

Una de las características más comúnmente mencionadas del cuco menor era que plantó sus huevos en los nidos de otras aves.

Era un parásito de la cría.

Además del cuco menor, esta era una práctica conocida compartida por el cuco común y el halcón-cuco de Hodgson. Esperaron hasta que un pájaro de otra especie dejó su nido y luego tiraron algunos de los huevos al suelo para poner los suyos… engañando a las otras especies para que los calentaran y los incubaran.

Tampoco el cuco empollado espera desafortunadamente a ser criado, sino que usa su espalda para empujar los huevos que ya estaban en el nido, así como los polluelos que eclosionan antes que ellos… de esa manera reclama para sí mismo todo el alimento que el pájaro padre trae.

“Entre los huevos / De ruiseñor / Nace un cuco solitario / No lloras como / Tu padre / No lloras como / Tu madre / De los campos donde / Las flores de liebres florecen / Ven a saltar / Tu grito resonante / Donde te sientas / En el tachibana en flor / Me alegraría / Escuchar todavía / No te vayas lejos / Te daré un regalo / Quédate aquí en las / Flores del tachibana / De mi hogar, dulce pájaro. Ese es un poema largo de ese Man’yoshu o lo que sea que mencioné antes. Me parece una maravilla que, en los días de la antigüedad, mucho antes de que yo o cualquier vampiro naciera en este mundo, existiera una criatura con tales rasgos. Por supuesto, un concepto como la crianza de los hijos está más allá de mi comprensión.”

Los vampiros no se multiplicaron por la procreación, sino más bien por beber sangre. Obviamente, como vampiro, Shinobu no tendría ninguna razón para proyectarse en la crianza de pájaros. Pero, debo agregar, por qué los cucos menores y comunes ponen sus huevos en el nido de otro pájaro sigue siendo un misterio. Ese aspecto de la ecología excede no solo la comprensión vampírica sino también la humana. O quizás, no es que se entienda mal… simplemente parece incomprensible.

Si solo se trataba de subcontratar la crianza de los hijos a otras especies de aves, entonces eso tenía mucho sentido, ya que podían propagarse con un mínimo esfuerzo. Sonaba muy eficiente… pero que los descubrieran era bastante fácil (naturalmente, si el pájaro padre se enteraba, el polluelo de cuco no sería criado), e incluso si todo el asunto funcionaba perfectamente, el resultado final era que la familia original en ese nido sería desarraigada y exterminada, reduciendo el número de familias que podrían ser objeto de externalización en el futuro… y dado que los cucos dependían de otras especies para su cría, su propio número también se vería obligado a disminuir.

En ese sentido, fue como dijo Shinobu. Era asombroso que hubieran sobrevivido hasta los tiempos modernos confiando en un método tan ineficiente.

“Lo mismo ocurre con la excentricidad… el comportamiento del shide no tori se parece al cuco menor real. Es decir, es un parásito de la cría… pone sus huevos en nidos humanos.”

Un parásito de cría… que ataca a los humanos. Eso apunta a las madres.

“Como un ave fénix, un ave de las cenizas, transmigra al útero de una madre que ha concebido… por supuesto, el famoso ave fénix de la leyenda arroja su cuerpo al fuego ardiente una vez que envejece, solo para renacer de las llamas como una tierna cría y así repetir un ciclo.”

Un resplandor. Una llama. Fuego… un pájaro de fuego.

Ahora que lo pienso, también se decía que el cuco menor traficaba con la luna…

Vuelve tus ojos / En la dirección / De los gritos del cuco menor / Y todo lo que verás / Es la luna nueva del amanecer.

Ese fue un poema famoso incluso incluido en el Ogura Hyakunin Isshu.

En otras palabras, Tsukihi… su nombre estaba escrito con los caracteres de “luna” y “fuego”.

Un juego de palabras barato. No era muy gracioso.

“En este caso, el caso del shide no tori, el fuego es, a saber, el útero de la madre. Y así, estrictamente hablando, no es vuestra hermana la que poseía el pájaro, sino vuestra madre. Vuestra madre. Quince años antes, una excentricidad se instaló dentro de ella…”

Y luego, un año después, nació.

Renacido… como Araragi Tsukihi.

El shide no tori.

“Al igual que aquella excentricidad abeja, esta ni siquiera tiene forma propia… pero una diferencia importante es que el shide no tori puede imitar a los humanos. No, quizás deberíamos decir… sólo puede hacerlo.”

Mimetismo y camuflaje… Fingir.

Una excentricidad… que fingió la humanidad.

No es real, solo una excentricidad.

“En términos generales, es una variedad inofensiva de excentricidad. No hace ningún daño a los seres humanos… es simplemente una falsificación. Verdaderamente… es solo inmortal. Vive su tiempo asignado, omitiendo cualquier herida y curando cualquier enfermedad. Y cuando expira… vuelven a reencarnar. Así ha sobrevivido hasta nuestros días… como el cuco menor.”

Un Rolls Royce no se estropea.

Recordé la leyenda urbana que me contó Hachikuji. En ese momento pensé que era solo un dato trivial de una charla descuidada y que no había problema en ignorarlo.

Un Rolls Royce no se estropea y el shide no tori no se apaga.

No muere, no se lastima y no se enferma. Era una excentricidad del reino sagrado, un fénix.

Simplemente continuó renaciendo.

Después de cien años… doscientos años. Incluso mil años.

¿Sobrevivió… para llegar aquí? ¿En el vientre de mi madre?

Karen nació en junio y Tsukihi en abril, lo que hace que las matemáticas entre sus cumpleaños sean casi al azar… pero una vez que se presupone la existencia de esa excentricidad, incluso esa anti naturalidad parece natural.

Hay un acertijo común: “Hay dos chicas. Tienen la misma edad y están en la misma clase en la misma escuela. Viven en la misma casa y tienen el mismo madre y padre. Pero si les preguntas si son gemelas, responden que no. Si las dos chicas no mienten, ¿cuál es su relación?”

Decir que son “trillizas” no era la única respuesta posible. Si la chica mayor nació en abril y la chica más joven nació en marzo, podrían ser hermanas. Lógicamente hablando, de hecho, hay hermanas nacidas en años consecutivos que tienen la misma edad durante un período de tiempo, como Karen y Tsukihi.

A menudo se las confundía con gemelas… y casos como el de ellas eran realmente raros.

Como excentricidades inexistentes.

Un caso raro… antinatural, pero natural.

“A saber, la excentricidad es inmortal, pero no es eterna… aunque ahora que sabéis todo esto, ¿no hay muchos puntos que ahora tienen más sentido? ¿No se os ha ocurrido que siempre ha habido algo extraño en vuestra parienta?”

Cuando lo puso de esa manera… sí. No sé si desde siempre, pero… ¿no había notado algo hoy?

Las cicatrices de su cuerpo… se habían desvanecido.

Sus heridas… se habían curado.

Desde la cicatriz en su cuerpo que el médico dijo que permanecería con ella durante toda su vida, hasta los cortes y hematomas más recientes… todos habían desaparecido, sin dejar rastro.

Incluso si las heridas mejoraron… no deberían haberse curado al punto de no quedar marca alguna.

No era posible. O si lo fuera… algo no era normal.

“La inmortalidad no parece ser dura y continua, como vos y yo fuimos una vez… eso no pasaría por humano. El mocoso no profundizó sobre el tema, pero yo tengo mis propias tribulaciones en la inmortalidad para saberlo. Por lo que pude notar, las propiedades inmortales del shide no tori aumentan exponencialmente en respuesta a los estímulos. Como visteis hace poco, en respuesta a una lesión que amenazaba su vida, como que le arrancaran el tronco del resto de su cuerpo, se regeneró en unos momentos como un vampiro… por una hiel menor que no amenaza su vida, la inmortalidad parece ejecutarse gradualmente. Una prudencia que le permite vivir en el mundo humano… un ejemplo, si se quiere, de una excentricidad que se adapta a su entorno.”

Las excentricidades fueron fácilmente influenciadas por su entorno. Supongo que este fue solo otro ejemplo.

Para evitar ser detectado, como falso en lugar de humano, ocultó rasgos inmortales excesivos que impedirían su capacidad para vivir como ser humano… salvo emergencias.

Tuve que admitirlo… tenía sentido. Me gustase o no.

Toldo de camión o no, normalmente saltar desde el techo de una escuela mataría a una persona… con razón, debería haber sido impensable llevar a cabo un truco acrobático como ese y no pagar el precio por ello. Salir con sólo “cicatrices de batalla” parecía un poco ridículo.

No era una película de kung-fu… sin embargo, además de eso, se había curado de sus heridas.

Además, el negocio de las Fire Sisters.

Jugando a ser defensoras de la justicia… una cosa era Karen con sus locas habilidades en artes marciales, pero era bastante extraño que Tsukihi lograra mantenerse en buena forma mientras se involucraba en un comportamiento tan peligroso.

Secuestros, emboscadas…

Dudo que pudiera haber tenido tanta suerte. Si bien ella pudo haber sido la estratega, en realidad fue Tsukihi, y no Karen, quien tenía la personalidad más agresiva.

Y… una vez que pensé, no hubo fin para toda la extrañeza, pero también había algo más común

Y Su cabello.

Su cabello creció demasiado rápido.