Monogatari (NL)

Volumen 5

Capitulo 1: Fénix Tsukihi

Parte 14

Nunca he visto un circo, pero por lo que escuché e imaginé… en trucos de equilibrio como la cuerda floja, los artistas mantienen el equilibrio moviendo activamente sus cuerpos. Eso puede parecer arriesgado a primera vista, pero aparentemente es más peligroso detenerse y quedarse quieto… Supongo que es como los bambúes son menos propensos a romperse que los cedros en un tifón.

Kagenui, sin embargo, contradijo directamente esa teoría. Era como si el tiempo se hubiera congelado en una burbuja a su alrededor o como si un cristal invisible se extendiera bajo sus pies… ni siquiera se movió. El lugar era alto y su equilibrio no era exactamente estable, pero por lo que pude ver, ni siquiera estaba tratando de equilibrarse.

Ella estaba a un nivel superior al de ser sensei. Con un equilibrio como el de ella, probablemente podría hacer una parada de manos sobre una pelota de equilibrio y hacer que pareciera un juego de niños. De hecho… casi parecía que podía caminar sobre el agua.

Karen podría haber vislumbrado más, pero un aficionado como yo no podía comprender ni siquiera las maravillas básicas de Kagenui Yozuru.

Lo encontré misterioso.

Misterioso… e inexplicable.

“Vaya, no lo sé.” Espeté sin querer.

Si era como dijo Shinobu (su testimonio era mucho más confiable que el de Kaiki), Ononoki era la no humana y, cualquiera que fuera su verdadera naturaleza, en esencia era una excentricidad… pero parecía la más normal de las dos.

Tal vez eso era parte del trato onmyoji-shikigami: una relación adecuada y jerárquica amo-sirviente con una cadena de mando clara y precisa, a diferencia del extraño y complicado vínculo entre Shinobu y yo.

Ononoki solo se refirió a Kagenui como “Onee-chan”… pero eso no significaba necesariamente que fueran hermanas, ¿verdad? ¿No era solo un modo de hablar el dirigirse a ella de ese modo?

“Ah, cierto, cierto, debo antes debo agradecerte. Qué gran ayuda fuiste. He encontrado la Escuela de Preparación Eikow justo donde dijiste que estaría. Es muy difícil llegar allí, creo que nunca podría haberlo hecho sin tus instrucciones… y en realidad también ayudaste a Yotsugi.” Kagenui dijo todo esto de una manera tan relajada y tranquila. No hubo indicios de hostilidad o amenaza. “Quizás hayas escuchado esto antes, pero dicen que la gente a la que es fácil pedir instrucciones tiene alma de mentor. Su aura atrae a la gente. No es que ponga mucha credibilidad en algo como las ‘auras’.”

Su rostro se iluminó con una sonrisa.

Fue una sonrisa agradable. Una sonrisa muy… agradable.

Si no hubiera escuchado que era una especialista en excentricidades inmortales, la habría visto como una dama común y corriente. La fuente de esa información resultó ser el hombre menos confiable y más ominoso del mundo, por lo que fue aún más difícil para mí establecer una postura.

“No recuerdo que una persona me haya pedido direcciones alguna vez en mi vida… ¿crees que eso significa que no tengo un aura?”

“Por eso no caminas por ningún camino, Onee-chan… Ninguno se extiende ante o detrás de tus pies… dije con una mirada fija.”

Ni siquiera podía decir si las palabras de Ononoki eran de consuelo.

¿Quizás fue un lenguaje de hermanos? ¿Una broma interna?

No sabía cómo reaccionar… y nunca había conocido a personas con las que era tan difícil de conversar como estas dos. No era como si pusieran barreras, eran francas… pero Kagenui y Ononoki parecían tener su propio pequeño mundo. No parecían necesitar a nadie más.

Honestamente, fue tan incómodo como ser invitado a la reunión familiar de otra familia… y estábamos parados frente a mi casa.

Sin embargo, no podía quedarme en silencio. Si las dejase liderar, esta negociación nunca despegaría.

“En realidad… hay algo que quería aclarar.”

Negociar… Tenía que negociar con ellas.

Desafortunadamente, mi estrategia inepta ya estaba descarrilada, y ellas habían dado el primer paso… pero si no me abrumaba más, tenía la oportunidad de cambiar las cosas.

El consenso… fue que ir en segundo lugar te daba una ventaja.

Esperando a que Shinobu se librara por fin de debajo de la bicicleta volcada, armé de valor y dije: “Ustedes dos vinieron a esta ciudad porque nos están cazando… un inmortal impío y su esclavo.” En cuanto a quién era esclavo, me salté todo eso porque era demasiado complicado. “Vinieron aquí para matarnos, ¿no? No fue solo una coincidencia que ambas me pidieran direcciones… nos estaban examinando.”

“……”

“……”

Fui directo al grano, sin ningún plan, dejando que las virutas cayeran donde pudieran. No íbamos a llegar a ninguna parte a menos que habláramos el mismo idioma, así que decidí intentarlo y ver cómo resultaban las cosas. Se podría decir que me balanceaba a ciegas.

Sin embargo, en respuesta, Kagenui y Ononoki… inclinaron la cabeza hacia mí simultáneamente, en aparente perplejidad.

En cuanto a Kagenui, incluso tenía una sonrisa irónica. “Oye, no sé de qué estás hablando, joven diabólico, pero creo que tienes una idea equivocada.” Dijo.

¿Una idea equivocada?

¿Eh? Quizás, ¿Kaiki me había engañado? ¿Había dejado que me estafara de gratis?

¡Es muy posible!

Si es así, entonces probablemente les pareció un completo disparate… ¿acusar a alguien de querer matarte solo por pedir direcciones? Hablando de tener ilusiones de grandeza.

¡Ay! Ahora estaba en un tipo de situación cumbre completamente diferente. ¿Cómo iba a salir de esto? A este paso, iba a estar negociando con un psiquiatra.

Justo cuando estaba comenzando a entrar en pánico: “B-Bueno, no es como si tus intenciones viniesen de la nada… pero seguro que tienes los pantalones bien puestos.” Dijo Kagenui, pareciendo honestamente molesta. “La cuestión relativa a la vampiresa de sangre de hierro, sangre caliente y sangre fría, la reina y asesina de excentricidades, Kiss-Shot Acerola-Orion Heart-Under-Blade, se considera resuelta. Como excentricidad, ya ha sido completamente asesinada… como excentricidad, su siervo solo está presente como una ausencia. Ustedes son la coartada del otro y la prueba de su inexistencia, y sin importar el tipo de especialista, ahora son intocables. Además, en nuestro negocio tenemos mejores cosas que hacer que malgastar recursos en un ser humano común que experimenta algunos efectos secundarios.”

“…… Nkk.”

Justo cuando comenzaba a relajarme, sentí que me ponía tenso de nuevo. Kagenui conocía el nombre anterior de Shinobu… se suponía que en este momento solo Hanekawa y yo lo conocíamos, y nadie la llamaba así.

Una especialista.

Un cazafantasmas… una profesional.

La asesina de inmortales y la apisonadora de excentricidades…

“Supongo que la intromisión de Oshino-kun se agradece. Su especialidad es meterse en donde no lo llaman.” Murmuró Kagenui casi como si estuviera hablando sola… espera.

Acababa de… ¿mencionar a Oshino?

A juzgar por el -kun, no podría haberse referido a Shinobu… entonces, ¿de quién estaba hablando?

No fue muy difícil de entender.

Nuestro salvador… el holgazán de la camisa hawaiana.

Esta mujer, Kagenui Yozuru… ¿conocía a Oshino Meme?

“Mi amo.” Nos interrumpió Shinobu… mientras se había liberado de debajo de la bicicleta, todavía estaba sentada con el trasero plantado en el suelo. No creo que de alguna manera estuviera tratando de competir con Kagenui de esa manera, pero habló sin levantarse. “No es momento de perder el juicio… no dejéis que los asuntos ociosos os distraigan. ¿No hay algo más en lo que deberíais estar pensando?”

“¿Eh?” Mis sensaciones físicas y emocionales se transmitían directamente a Shinobu… así que cuando estaba molesto, ella podía indicarlo de una manera verídica y no solo intuitiva.

Es cierto que estaba molesto. Pero no veía por qué debería estar amonestándome… excepto que…

No. Piensa, Koyomi… solo piensa.

Acerca del tema no idílico.

Puede que Kagenui no fuera una estafadora, o incluso realmente una onmyoji, pero eso no significaba que debería dejar que me engañase y aceptar con fe ciega todo lo que decía.

Incluso si todo lo que Kaiki había dicho habían sido mentiras, e incluso descontando las cosas que Shinobu me había dicho… originalmente, había sido mi propia corazonada, ¿no? De que había algo sospechoso en estas dos.

Algo suspicaz.

De buenas a primeras… pensé que eran diferentes.

Todavía no había escuchado nada, de nadie ni de ningún lugar, que contradijera ese sentimiento.

Sabía muy bien que eludir preguntas y dar vueltas a medias verdades eran el fuerte de estos especialistas en el campo de las excentricidades.

Por supuesto.

¡Por supuesto!

Si no estaban apuntando a Araragi Koyomi y Oshino Shinobu… ¿entonces por qué estaban aquí?

¿Por qué estaban en la residencia Araragi?

¿Por qué Kagenui estaba en cuclillas frente a nuestra puerta?

¿Por qué Ononoki estaba presionando nuestro timbre?

Justo cuando volví a subir la guardia y estaba a punto de adoptar una obvia postura defensiva…

“¡Argh, cállate! ¡Cállate, cállate, cállate, que me desesperas! ¡¿Cuánto tiempo vas a seguir tocando el timbre?! ¡¿No ves que estoy fingiendo que no hay nadie en casa?!”

Nuestra puerta principal se abrió de golpe… con el sonido de gritos estridentes e histéricos del otro lado.

Ni siquiera necesitaba girar la cabeza. No necesitaba mirar.

Naturalmente, fue mi hermana, Araragi Tsukihi, la estratega de las Fire Sisters de la Segunda Escuela Media Tsuganoki, quien apareció corriendo por la puerta… todavía medio desnuda en su yukata, la idiota ni siquiera se había molestado en ponerse sandalias antes de apresurarse a aparecer.

Aunque supongo que tenías que darle algo de crédito.

Ella debe haber tenido al menos el sentido común para pensar, probablemente no debería salir en ropa de dormir. Y: No debería abrir la puerta descuidadamente cuando el resto de mi familia no está aquí. Por eso había estado ignorando durante tanto tiempo el timbre tocado por Ononoki.

Fingía que no había nadie en casa.

Pero Ononoki no solo había estado tocando el timbre. Lo había estado martillando con rapidez. Tsukihi estaba histérica y todo eso, pero incluso yo habría salido corriendo de la rabia. Eso fue más atroz que alguien tocando el timbre para luego disponerse a correr.

Para alguien con un rostro tan tranquilo, Ononoki era una chica mala y una bromista.

Por supuesto, incluso asumiendo que salió corriendo, solo Tsukihi se molestaría en hacerlo con un punzón en su mano dominante.

Ella estaba arruinando la reputación de los punzones.

Un punzón era en realidad una herramienta útil. Qué lástima.

“Cometer un acto terrorista contra la casa de las Fire Sisters, esta casita en la pradera donde mora la justicia… tienes agallas. ¿Hmm?”

Tsukihi estaba empezando a ponerse nerviosa, escupiendo tonterías mientras enseñaba sus colmillos… cuando de repente su rabia se desinfló, de inmediato sus colmillos se ocultaron. La vista que recibió sus ojos debe haber sido demasiado para procesar.

Allí estaba su hermano, Araragi Koyomi. Esa parte estuvo bien. Allí no había nada inusual.

Pero ¿qué pasa con la loli rubia sentada en el suelo junto a él? ¿La extraña mujer sentada en cuclillas con perfecto equilibrio sobre la delgada barandilla frente a nuestra puerta principal? ¿La chica extraña que golpea el timbre con el dedo incluso ahora?

No tenía sentido… no tenía ningún sentido que cualquiera de las tres estuviera allí. De hecho, el hecho de que hubiera una persona, a saber, yo mismo, a quien podía esperar encontrar allí mezclado con las otras tres extrañas figuras probablemente hizo que a Tsukihi le fuera aún más difícil darle sentido a la imagen.

Poseía la habilidad inusual, Regulate Emotion, volviéndose histérica a la mínima de cambio y ser capaz de disipar esa histeria en cualquier momento. Primero lo primero, dio un paso atrás para tener una mejor vista.

“Um.” Dijo, como si pensara en voz alta. “Estoy bastante segura de que esa chica rubia es la que antes vi en la bañera con Onii-chan…”

¿Por qué estaba mencionando eso?

¿Tanto te cuesta procesar eso como una alucinación?

En cualquier caso… esto se veía bastante mal. Me las había arreglado para mantener todo este asunto de lo oculto y las excentricidades totalmente en secreto tanto de Karen como de Tsukihi. Incluso después de que Karen fuera picada por la abeja, les oculté ese aspecto del incidente.

Probablemente necesitaba contarles sobre mi condición y sobre Shinobu, la excentricidad que vivía en mi sombra, en algún momento… pero no pensé fuese el momento adecuado para eso. No tenía mis propios pensamientos para hablar de ello… pero más que nada, Karen y Tsukihi eran todavía demasiado jóvenes, en mi opinión.

Por eso, al menos, quería evitar arrojarles esas cosas en forma de un accidente de tráfico o un atropello. Especialmente si significaba comenzar con Tsukihi en lugar de Karen…

La aparición de Tsukihi me devolvió al pánico después de todos los problemas por los que Shinobu había pasado para hacer que me calmara y concentrara. La cautela y la compostura que había recuperado estaban hechas jirones.

Ononoki Yotsugi, la mitad de la célula de dos… aprovechó la oportunidad.

“Unlimited Rulebook, reglas que consisten principalmente en excepciones… dije con una mirada fija.”

¿Realmente dije que en comparación con Kagenui, Ononoki parecía ser la más normal? Porque no debo haber tenido ni idea de lo que estaba hablando. Hablando de subestimar a una persona.

Su dedo índice, que había estado presionando el timbre incluso después de que Tsukihi había salido corriendo, explotó.

No, no explotó.

Más bien… se expandió en volumen, de manera explosiva.

Ya estaba familiarizado con Dramaturgy… un cazador de vampiros experto que había conocido durante las vacaciones de primavera, cazaba vampiros a pesar de ser un vampiro. Una excentricidad que asesinaba a sus parientes.

Dramaturgy extendió los límites de sus habilidades únicas de transformación vampírica para contorsionar y desfigurar horriblemente sus brazos, blandiéndolos como exquisitos flamberges gemelos… Todavía puedo recordar, con perfecta claridad, el dolor que esas espadas inscribieron en mi carne.

Y por mucho que me desagradara, estaba recordando esa experiencia.

Pero mientras que Dramaturgy transformó sus brazos en espadas, Ononoki transformó su dedo en un instrumento contundente.

Lo primero que pensé… fue en un martillo descomunal.

Un martillo gigante… como el rayo de los dioses.

El dedo índice agrandado, hinchado y descomunal de Ononoki borró por completo las columnas de nuestra puerta principal como si no fueran más que espuma de poliestireno.

No solo me había molestado. También había sido descuidado.

Era mediodía, el sol todavía estaba alto en el cielo… No puedo negar haber asumido que no había forma de que se desarrollara una batalla en un barrio residencial.

Pero estaba equivocado.

Mi suposición no podría haber sido más equivocada.

Aunque la noche era el momento de las excentricidades, incluso cuando había salido el sol, incluso en medio del día, cuando y dondequiera que estuvieran siempre cerca.

En todos y en ningún lugar.

¡Oshino me había grabado a fuego eso en la cabeza!

“Nrk…”

Mi suposición más flagrante, sin embargo, aún no había sido expuesta… no solo mi postura física, sino también mental había estado mal.

Estaba seguro de que el repentino golpe de martillo de Ononoki debía apuntar a mí, o si no a mí, a Shinobu… pero estaba equivocado.

Muy, muy equivocado.

Su martillo, Unlimited Rulebook, borró las columnas de nuestra puerta principal como espuma de poliestireno… y luego continuo.

Y siguió. Y siguió.

Hasta que borró la mitad superior de Araragi Tsukihi.

“……… ¡¿Nkk?!”

Agrandado, hinchado y descomunal… la devastó de la cintura para arriba, junto con la puerta detrás de ella… como simple espuma de poliestireno.

“¡Tsu-Tsukihi-chaaaan!”

Ni siquiera podía comprender lo que había sucedido, lo que estaba viendo.

Pero no necesitaba entender… mi cuerpo comenzó a moverse por instinto.

Enviándome directamente hacia Ononoki, quien no me estaba prestando atención. Shinobu, atada a mi sombra, perpleja por mi arranque, se quedó sobre el asfalto sin hacer nada.

Pero ahora era incapaz de preocuparme incluso por Shinobu.

Todo lo que podía ver era rojo. El mundo entero estaba rojo.

Rabia abrasadora y carmesí.

¿Qué había hecho ella?

A Araragi Tsukihi. A Tsukihi-chan.

¡A mi hermanita que era más preciada que cualquier otra cosa en el mundo!

“Relájate un poco, joven diabólico. No te exaltantes tanto. ¿No lo saben los jóvenes de estos días? La ira es un fuego infernal que quema al portador… es fuego, fuego puro.”

Recuerdo hasta el momento en que estaba a punto de agarrar a Ononoki por el cuello… pero después de eso, mi memoria se cortó como una tormenta de arena. Lo siguiente que supe fue que estaba tirado en el suelo doblado.

Plegado.

Eso puede sonar vago, pero fue la expresión más precisa de mi situación.

Mis piernas, mis rodillas, mi cintura, mis brazos, mis codos, mis hombros, mi cuello, estaban todos doblados hacia arriba y hacia abajo, hacia adentro y hacia afuera, como los refuerzos de un fuelle… prolijamente, como en los consejos de almacenamiento de alguna ama de casa famosa.

Y la misma persona que me había reducido a este estado, Kagenui Yozuru… estaba en equilibrio sobre mi espalda doblada, en la misma exacta posición en cuclillas de antes.

Sonriente. De una manera divertida… incluso afable.

“¿Qué crees que diría Oshino-kun en un momento como este? Cierto. Estás muy animado, ¿te pasó algo bueno?”

“Ngh…”

¿Por qué…? Simplemente, ¿por qué?

¿Por qué sabía tanto sobre Oshino? ¿Por qué pudo citarlo? ¡Y en un momento como este!

“¡Malditas sean! ¡Ustedes… pedazos de mierda! ¡Mi hermana! Mataron a mi hermana… ¡Tsukihi! ¡No se saldrán con la suya!”

“¿Eh? Tiene que ser una broma… ¿esa chica es tu hermana?” Preguntó Kagenui, sorprendida. Ella asintió con la cabeza, como si algo de repente tuviera sentido. “Por supuesto. Había supuesto que tenías el mismo apellido.”

¿Qué?

Estas dos… ¿ni siquiera sabían que esta era mi casa?

Entonces, ¿qué demonios estaban haciendo aquí?

“Ya veo. Hubo algo de ruido en mi información. En ese caso, este debe haber sido un espectáculo muy impactante para ti. Lo siento mucho.” Kagenui se disculpó despreocupadamente como si hubiera derramado un poco de agua sobre la mesa.

Una disculpa.

¿Una disculpa?

“Ngh… ¡¿Crees que una disculpa va a ser suficiente?!”

“Míralo por ti mismo.”

No podía girar el cuello. Estaba pegado al suelo, tan rígido como si me hubieran moldeado en yeso. Pero Kagenui redirigió mi cuello con fuerza en dirección a la puerta de entrada… tan fácilmente como se podría torcer el brazo de un bebé.

Obligando a mis ojos a volver a contemplar la escena.

Los pilares destruidos, la puerta demolida.

No quedaba ningún rastro de la puerta principal, y justo dentro de esa abertura, horriblemente aniquilada, yacía la mitad inferior de Araragi Tsukihi…

“¿Qué…?”

Cuando vi lo que Kagenui quería decir… apenas podía creer lo que veía.

“¿H-Huh?” Balbuceé.

Tsukihi… no tenía un rasguño en ella. Como en proporción inversa a la demolición a su alrededor, su mitad superior, que debería haber sido limpiada por el viento, estaba firmemente sujeta a su mitad inferior, justo donde esperarías encontrarla.

Estaba apoyada inconsciente contra la pared del pasillo… pero estaba perfectamente viva.

Completamente bien, como si la escena dramática que acababa de presenciar hubiera sido una ilusión óptica.

Ella estaba sana y completa.

Pero considerando cómo todas las partes no corporales de la parte superior de su cuerpo… su

escasa yukata, los accesorios en su cabello, y así sucesivamente… habían sido, de hecho,

borrados, llevados al reino de la memoria, tal como había sido registrado en mi memoria…

Considerando que lo único que permaneció completo fue la parte superior del cuerpo ahora

expuesto y desnudo de Tsukihi…

Quizás la verdadera ilusión óptica era lo que estaba viendo ahora.

“No.” Murmuré sin pensar.

No.

Conocía esto… lo conocía como los giros y vueltas del infierno. Lo había visto, me lo habían mostrado, una y otra vez.

Reconocí esta verdad infernal. No fue una ilusión óptica… sino una regeneración.

Sanación, recuperación… así como inmortalidad.

Ser herido y lastimado y no morir, ser aniquilado y exterminado y no morir, ser asesinado y matado y no morir, morir y fallecer y no morir… esto era inmortalidad, perenne y eterna.

Oshino Shinobu había estado viviendo y muriendo durante quinientos años de tal modo…

También había vivido y muerto de esta manera, aunque solo fuera por dos semanas.

Había muerto una y otra vez.

Es por eso que… estaba acostumbrado a esta vista, la parte superior del cuerpo desprendida miserablemente del resto se regeneraba exuberantemente en el lapso de unos pocos parpadeos.

Una vista a la que estaba acostumbrado y cansado. Una muerte a la que estaba acostumbrado y cansado.

Inmortalidad. Esto era la inmortalidad… pero.

¡¿Por qué mi hermana pequeña, de todas las personas, poseía la habilidad de una excentricidad?!

“Araragi Koyomi-kun… amable joven diabólico. Parece que tu destino está estrechamente relacionado con tales excentricidades inmortales. Eres un temerario que saltaría sobre el infierno. Aquí la sorprendida soy yo.”

En algún momento su dedo índice volvió a su tamaño normal, Ononoki declaró los hechos con una expresión en blanco.

“Tu hermana está afligida con un ave inmortal de presagio. Desde el principio fue tu hermana, pero no tu hermana, era Araragi Tsukihi sin ser Araragi Tsukihi, humana pero no humana. Lo que ves allí es un raro pájaro de fuego, el malvado fénix… dije con una mirada fija.”