Zaregoto  (NL)

Volumen 9: Desarraigo Radical – 03

Capitulo 2: Una Continuación Que No Termina

Parte 2

 

 

…Ah

Se me ocurrió una idea y le pregunté a Kazuhito-san.


“Um-Kazuhito-san, err, ¿has conocido a todos?”

“¿Ahn?”

“Los residentes del apartamento, todos.”

“Por supuesto, también los conozco por la cara. Esa mujer samurái, esa linda chica que parece una muñeca, esa bruja y ese viejo musculoso… ¿qué hay de eso? Están todos vivos, ¿sabes? Dicho esto, la única capaz de caminar por sí misma es la bruja.”

“… No…”


Magokoro no estaba allí.

Con ese notable cabello, no había forma de que Kazuhito-san la pasara por alto.

Le informé indirectamente sobre Hime-chan y Moeta-kun, mezclando una gran cantidad de mentiras, pero aún no sobre Magokoro. Ella seguía oculta. Recientemente Magokoro había empezado a salir por el barrio, así que puede que conociera su cara, pero no pensaba que fuera una residente. Cierto, estaba planeado. Así que era normal que Magokoro no estuviera incluida en la lista de Kazuhito-san de todos.

Sin embargo, Magokoro.

¿A dónde fue?

¿Sigue enterrada entre los escombros?

“…”

Pensar así era una tontería.

Una horrible decepción.

Esto—

Esto…

Obviamente fue obra de Magokoro.

Este tipo de cosas, ¿quién más podría haberlas hecho?

Aunque fuera antiguo, había muy pocas existencias capaces de derrumbar, demoler y desmoronar un edificio entero. El único personaje que quedaba a mi alrededor capaz de hacer algo del mismo nivel que cuando Aikawa Jun y Niounomiya Izumu destruyeron el escenario del Templo Kiyomizu, no era otra que Magokoro.

Por eso todos cerraron la boca.

Han borrado el crimen.

Cubrieron a Magokoro.

Porque Omokage Magokoro ya era parte de la familia de todos.

Pero…

En primer lugar, ¿por qué…?

¿Por qué Magokoro hizo algo así?

En primer lugar, me vino a la mente la palabra alboroto. Magokoro, que fue liberada de las tres cadenas, del hechizo, como temían Emoto-san, Rurero-san y el hombre con máscara de zorro, perdió el control y se desbocó…

Sin embargo, eso era imposible.

Magokoro fue capaz de controlarse adecuadamente.

Podía controlar su propio poder.

La violencia de Magokoro era sólo suya.

Incluso si el hechizo se volvía nulo, aunque ella no se controlara, era difícil imaginar que hubiera llegado a tal estado.

“Hay bastantes menos curiosos… durante la noche, había bastantes. Hm… Aah, bien, bien. Tengo un mensaje de la bruja, chico.”

“… ¿Qué es?”

Nanananami…

La peor bruja, Nananami Nanami.

No te preocupes. No es tu culpa, eso dijo.”

“¡…!”

De ella, de esa mujer, tales palabras…

Eran más hirientes, pesadas, duras y ruidosas que cualquier otra cosa.

Por supuesto, ese era probablemente su objetivo…

Publicidad M-M1

Sin embargo, era una mujer que no decía nada más que sus verdaderos pensamientos.

“Eso significa que, bueno, es tu culpa.” Dijo Kazuhito-san, sin ninguna piedad.

Ya veo, lo he entendido.

No era alguien que se quedara en la escena ‘por alguna razón’. Toso este tiempo Kazuhito-san me estuvo esperando. Estaba esperando que volviera aquí. Para saber de mí, el último residente del apartamento.

Fue malo…

En esta situación en la que no había nadie más, ni siquiera podía alinear mi historia con la de los demás, no tenía más remedio que hacerme el tonto. Ahora que había llegado a esto, estaba bastante agradecido de que Zerozaki huyera ágilmente. Habría sido bastante forzado presentar de repente a un chico con un tatuaje en la cara. Todo sucedió mientras yo no estaba, ¿sería más seguro afirmar mi ignorancia…?

Sin embargo, lo que Kazuhito-san dijo no era una pregunta oficial relacionada con el colapso del apartamento.

“Tú. Ve a algún sitio.”

“… ¿Eh?”

Sin pensarlo, respondí con asombro.

Kazuhito-san repitió las mismas palabras.

Sólo tienes que ir a algún sitio.

“No importa, esto es ir demasiado lejos. Esto va mucho más allá de lo que podemos permitir los ciudadanos de a pie.”

Las palabras de Kazuhito-san casi no tenían entonación. Como si simplemente dijera lo que estaba pensando en voz alta, ese tipo de discurso.

“Es un edificio, ¿sabes? Una construcción propiamente dicha desapareció, ¿sabes? Por suerte no hubo víctimas, pero es un caso en el que no hubiera sido extraño que alguien muriera, si quedara atrapado en los daños.”

Es un caso, repitió Kazuhito-san.

Es un caso.

“Es algo que no debería ocurrir en Japón.”

Algo que no debería ocurrir en Japón.

Esas palabras las escuché también en mayo.

Si no recuerdo mal, las escuché de Aikawa-san.

Pero… Kazuhito-san.

El que las pronunciaba ahora era Kazuhito-san.

“Normalmente deberíamos llevar a cabo una investigación más profunda, pero para ser sinceros, todos los de la policía se retiraron porque estaban asustados. Asustados por la causa que derrumbó todo un apartamento, que lo demolió.”

“…”

Porque somos humanos. Entendemos instintivamente lo que da miedo. Entendemos—qué tipo de cosas no deben entenderse.”

“Lo que da miedo…”

“Tenemos miedo de ti.” Dijo Kazuhito-san. “Así que vete a algún sitio.”

Yo—

No tuve más remedio que guardar silencio.

En realidad no era la primera vez que ocurría. Había sucedido muchas veces hasta ahora. Que me vean como algo temible, que me aborrezcan, nada de eso era raro en mi vida.

Incluso Suzunashi-san me lo dijo.

Que lo desconocido da miedo.

Dan miedo porque no podemos entenderlos.

Eso era natural.

No tenía intención de negar las cosas naturales.

Para empezar, nunca había pedido comprensión.

Pero, que te lo digan ahora, en esta situación.

Fue demasiado… demasiado cruel.

Es brutal, pensé.

Es como azotar a un cadáver.

¿Dónde está la diversión de intimidarme?

“No me malinterpretes: me gustas como individuo, chico. Pero, aun así, no tengo la capacidad de permitirlo. Tenerte a ti, que puedes crear un fenómeno tan aterrador, frente a mí me da tanto miedo que podría orinarme en los pantalones.”

Tan asustado… que podría orinarse en los pantalones.

“… Pero incluso si me dices tal cosa…”

“No se puede evitar. No hay nada que pueda hacer. Simplemente lo entendemos. Que eres aterrador.”

“…”

Aterrador.

No se asustan porque no pueden entender.

Se asustan porque podrían entenderlo.

Comprendieron que yo daba miedo.

“Ya veo… exactamente. Yo… me alejé… hace tiempo.”

Me desvié del camino habitual.

Al final…

No Hikari-san, pero Teruko-san estaba en lo cierto, eh.

En realidad, era correcto. El derrumbe del apartamento, al ser confrontado repentinamente con eso, estaba sorprendido y estupefacto frente a este misterioso evento, pero pensando en ello, en los últimos meses—no, en los últimos diez meses, por lo menos, todas las acciones que había tomado desde que regresé al Japón, desde que regresé a este país—

No eran apropiadas.

Un asesinato por decapitación en una isla aislada.

Publicidad G-M1



Un asesino demoníaco que aparece en la ciudad de Kioto.

Una colegiala capaz de entrenar mercenarios.

Un centro de investigación que intenta crear genios intencionadamente.

La muerte de una chica imperecedera.

Es absurdo, ¿no?

No, sólo eso habría estado bien. Aunque mi vida conllevara anormalidades y superpoderes, no es que no pudiera mezclarme con la sociedad normal después de eso. Exactamente, Aikawa-san, por ejemplo, se las arregló bien con Sasaki-san y Kazuhito-san.

Eso era… algo que no podía hacer.

Era imposible.

Por lo tanto, se me temía.

Me pregunto, por ahora todavía estaba bien, pero si Kazuhito-san supiera—la verdad desnuda y sin tapujos sobre mí hasta ahora, ¿cuál sería su reacción?

En ese momento, estoy seguro de que no se limitaría al miedo.

Estoy seguro… sin duda alguna de que me matarían.

Sería perseguido.

No sería capaz de vivir.

Como la antigua Kunagisa Tomo.

Como la antigua Omokage Magokoro.

Y como la actual Omokage Magokoro.

Para vivir, debo adaptarme.

Debo adaptarme cobardemente.

O eso, o debo huir.

Tengo que ir a un sitio.

“…”

Ese era yo.

Sólo por el hecho de estar vivo, todo el mundo se molestó.

A pesar de que decidí vivir.

Aunque negara la muerte.

Incluso entonces, estaba a punto de perder ante esa realidad.

“… Lo siento. He dicho demasiado.”

Debí de poner una cara bastante patética, por lo que Kazuhito-san se quitó las gafas de sol torpemente y dijo esa frase.

Sentí que veía los ojos de esta persona por primera vez en mucho tiempo.

No, podría haber sido la primera vez.

Dicho esto, aunque Kazuhito-san agachó la cabeza, no retiró sus declaraciones anteriores.

“Son mis verdaderos pensamientos. Lo siento.”

“…”

“… En cualquier caso, no interferiremos más en este caso. Bueno, se ejercerá algo de presión desde algún lugar, como para el cadáver de la chica del instituto encontrado ayer en el Jardín Imperial.”

“… ¿Chica de instituto?”

Hablaba de… ¿Zukin-chan?

Ya veo…

De alguna manera, hasta ahora estaba muy preocupado por el mundo de la superficie, pero esas pocas palabras de Kazuhito-san, esas palabras de rechazo, funcionaron demasiado bien.

¿Qué ha pasado?

Fue una maravilla.

Para una chico débil, impotente y ordinario—para el que dispersarse en la confusión entre los que tienen poderes anormales y talentos anormales era un ajuste perfecto—, aunque digo que me había desviado, un lugar como ese debería haber sido mi hábitat natural, pero antes de darme cuenta, me había convertido en el mayor hereje.

¿Había sido así desde el principio?

¿O fue porque finalmente fue el final?

Ese tipo de cosas, incluso ahora, no las sé.

Por lo menos, se decidió.

Entonces—

Cualquiera de las dos formas es la misma, supongo.

Sonó el tono de un teléfono. Kazuhito-san sacó su teléfono del bolsillo de su traje.

“Sí… Bien. Lo tengo. Voy a volver.”

Tras decirlo brevemente, colgó el teléfono y me miró. A estas alturas, seguramente ya había dicho todo lo que quería, así que se volvió a poner las gafas de sol en silencio.

Publicidad M-M5

“Hasta otra…”

Y me dio la espalda.

Palabras de despedida.

No pude devolverlas.

Aunque realmente no tenía ningún asunto con él o algo que decir o algo que preguntar, por alguna razón, me llené de ganas de detener a Kazuhito-san, pero—

Cuando dobló la esquina, ya no pude verle, así que al final acabé por no decir nada, dejando el brazo medio extendido.

Entre los escombros, parecidos a las ruinas del paso de una guerra, entre estos.

Entre madera y vidrio y chatarra de hierro.

Yo, impotente.

Murmure.

“… Es una tontería.”

Mis hombros se desplomaron.

A este ritmo, estaba a punto de caer de rodillas.

Mis manos estaban llenas de cortes y sangre.

Duele.

Me duele, pensé.

Heridas de dolor.

Heridas acompañadas de dolor.

Esto es lo que significa vivir.

“No, más bien es una obra maestra.”

“…”

  • Zerozaki ya estaba de vuelta. Qué juego de piernas tan aterrador.

En realidad, parecía que nunca había salido de los alrededores.

“No, en realidad estaba en la azotea de ese edificio.” “Realmente eres un bastardo ágil…” “Dijo muchas cosas.”

“Sí. Estoy herido.”

“No te preocupes. Es sólo lo que piensa un plebeyo.”

“Si pudiera descartarlo así, sería fácil, pero bueno, yo me consideraba un plebeyo. Así que ahora siento que he sido abandonado por mis camaradas.”

“Kajaja. Deja de preocuparte por ti mismo. Me tienes a mí, ¿no?” Dijo Zerozaki. “He venido a Kioto explícitamente para salvarte. Siéntete libre de confiar en mí.”

“Gracias, Zerozaki-que-huye-de-la-zona-cuando-ve-la-cara-de-un-detective-kun.”

“En absoluto, no hace falta que me des las gracias. Incluso si tú, que creaste una razón para que me persiguiera la prefectura aunque no dejara ninguna prueba, me dieras las gracias, no se sentiría bien.”

Zerozaki se rio.

Yo no lo hice.

“… Bueno, solo fueron doce personas de Kioto, la más fuerte podría haberlo tapado…”

“Hmm.”

Aikawa-san podría haberlo hecho… eh.

“Entonces, ¿qué vamos a hacer ahora?” Dijo Zerozaki después de mirar a nuestro alrededor. “Este lugar no parece un buen sitio para sentarse y disfrutar de un buen almuerzo.”

“Sí. Alguien que hiciera eso en medio de estos escombros sería un pervertido.”

Sin embargo, desde antes, se había convertido en un personaje sólo interesado en la comida… ¿Estaba bien?

“¿No hay objetos valiosos enterrados en los escombros? ¿Quieres buscar tu pasaporte, tu sello y esas cosas antes de que venga algún saqueador y te las robe?”

“No, probablemente no será necesario.”

Se entiende fácilmente después de patear algunos de los escombros.

Entre estos escombros… ni una sola cosa…

Publicidad M-M4

Ni una sola cosa había conservado su forma original.

El mobiliario.

Los libros.

Los CD de música.

Los soportes de mancuernas.

Las camas.

Las botellas.

Los sellos.

Todo, desde los objetos grandes hasta los pequeños, estaba, sin faltar nada, dividido en más de dos partes.

Pura y llanamente.

Torcido o alabeado.

Hasta un punto poco saludable.

Eso, bueno, lo entenderías mirando de cerca, podrías entenderlo observando de cerca. Entender que no fue una simple destrucción impulsada por la violencia, sino una destrucción a fondo utilizando la simple violencia.

Un aterrador trabajo de demolición.

Un trabajo de demolición desproporcionado.

Todo, estaba en un estado irreparable.

“Así que los daños para mí son sólo a nivel de libros… Aah, Miiko-san y Nananami deben haber recibido enormes daños.”

Miiko tenía una colección de antigüedades y Nanananami coleccionaba libros viejos.

Nada quedó sin tocar.

“Ya veo. Haahn—aah, es cierto, mirándolo bien, es realmente cierto. Este lugar fue destruido a fondo. Hmm, más que tratar de destruir los objetos, parece más bien que trataban de destruir las propias coordenadas. Hasta el punto de no poder volver a su forma original. Al menos el principio no debería estar tan lejos de eso.”

“Zerozaki. Si fueras tú, ¿podrías hacer algo así?”

“No es que no conozca a algunas personas que podrían hacer algo a ese nivel. Pero gente que podría hacer esto, no se me ocurre ninguna.”

Y pensando que era un proceso que apenas llevaba tiempo, no es de extrañar que ese tipo se asustara, dijo Zerozaki.

“¿Es obra de esa chica Magokoro?”

“Probablemente.”

“Pero, ¿por qué?”

“Eso es… Lo que quiero preguntar.”

“Pero soy yo quien lo pide.”

“Entonces responderé que no lo sé.”

No debería haber habido ninguna razón para tal alboroto.

Al menos, la Magokoro que se había hecho cercana a los residentes de este apartamento, no debería haber tenido ninguna razón para destruir este edificio y hacer daño a todos, ¿por qué?

No tenía ni idea.

En cuanto a las posibilidades, un subordinado del hombre con máscara de zorro, uno de los miembros de las Trece Escaleras podría haber causado esta destrucción. Sin embargo, no pude encontrar ningún sentido en forzar esa lógica sólo para adjuntar una razón a esto.

¿Qué debo hacer?

En esta situación…

“Por ahora, tenemos que ir al hospital. Estoy preocupado por el estado de todos… por lo que dijo Kazuhito-san, sus vidas no parecen estar en peligro, al menos… pero aun así, estoy preocupado. Miiko-san y la dakimakura… quiero decir, Houko-chan, Houko-chan acaba de recibir el alta del hospital, así que eso me preocupa aún más. Además, tengo que preguntar qué ha pasado.”

“Sí. Todos estaban en la escena, así que deberían saber algo.”

“Aunque es dudoso que fueran capaces de entender bien lo que estaba pasando. Después de todo, debió ser una destrucción abrumadora que no les dio tiempo ni a parpadear.”

Magokoro, en la Academia Sumiyuri.

Mandó a volar a Moeta-kun, barrió a Houko-chan, golpeó a Aikawa-san, atravesó a Izumu-kun: ese tipo de destrucción abrumadora.

Comprender eso era imposible para la gente común.

Más aún si se trata de una noche tranquila y sin sobresaltos: todos, excepto Miiko, debían estar durmiendo.

Entonces…

“… Es inútil seguir preguntando. Vamos.”

Tal vez debería contactar con Rabumi-san por adelantado—no, si la ambulancia los transportó, no estaban necesariamente en el hospital donde estaba Rabumi-san. Deberían haber ido al más cercano…

Mientras ordenaba mis pensamientos, decidí que lo mejor era abandonar el lugar del apartamento junto a Zerozaki por ahora. Al salir de la montaña de escombros y mirar hacia atrás, realmente parecía la escena de una demolición. Un viejo edificio siendo destruido para hacer espacio para uno nuevo. Era un escenario que recordaba a eso.

Pero, ser viejo no era algo malo.

Para ser sincero, no era un entorno en el que era fácil vivir, pero ahora que no tenía casa para descansar, ¿qué haría a partir de ahora? Esa duda estaba ciertamente en mi cabeza.

Como dijo Kazuhito-san, ¿sólo tenía la opción de ir a algún sitio?

La que logró eso fue Suzunashi-san.

La Suzunashi-san que me llamó aterrador.

Vivía en las montañas.

Un monje ascético y un monje depravado.

Pero no sabía si era capaz de volverse desafiante como Suzunashi-san.

“El pasado, ya sabes, es importante.” Dijo Zerozaki bruscamente. “Porque hay un pasado, puede haber un presente y un futuro.”

“…”

“Pero ya ves, tampoco es tan simple.” Y Zerozaki continuó. “No es que el presente se construya sólo a partir del pasado; del mismo modo, el futuro tampoco se construye sólo a partir del pasado y del presente. Eso es lo que yo pienso.”

“Entonces, ¿qué otra cosa puede haber? ¿A partir de qué otra cosa, aparte del pasado, puede construirse el presente? Y el futuro, ¿a partir de qué otra cosa, aparte del pasado y el presente, puede construirse?”

“Quién sabe. Si lo supiera, no estaría sufriendo. Es porque no lo sabemos que vivimos tan patéticamente, ¿no?”

Encuentre la respuesta por tu cuenta.

Sentí que esa era la respuesta que me habían dado.

“En realidad, qué obra maestra… Hey, Usuario del Sin Sentido. ¿Qué crees que es vivir?”

“¿Qué pasa? Sacando ese tema de la nada.”

“Responde. ¿Qué es vivir?”

“Quién sabe… Aunque creo que pedirle eso a mí actual yo es demasiado cruel.”

“Hace poco llegué a pensar que vivir es pensar que estás vivo.”

“¿Ahn?”

“En otras palabras, mientras alguien no crea que está vivo, no cuenta como tal. Es una definición por proceso de eliminación. O por negación, supongo. Dejando de lado lo que yo mismo pienso… para el clan… para el grupo del Clan Zerozaki, ese fue probablemente el caso.”

“¿Así que asesinan repetidamente para sentir que están vivos? ¿Son asesinatos cometidos para vivir? Para un asesino demoníaco, eso es una excusa demasiado egoísta. El nombre de la legendaria reunión de asesinos demoníacos lloraría.”

“Pero sabes, la mayoría de los miembros del clan que conocí eran tipos patéticos como ese. En realidad, los asesinatos de los Zerozaki no tienen ningún sentido; es pura sed de sangre; es una frase que se oye a menudo, pero creo que la verdad es que simplemente se sentían solos.”

“¿Solos…?”

“No es un asesinato cometido para vivir. Eso es darse aires de grandeza. Lo importante era estar unidos como clan. Cierto, lo que esos tipos anhelaban… No, al menos para mi pervertido Aniki, sólo anhelaba la sensación de estar vivo—”

La sensación… de estar vivo.

Pensar que estás vivo.

Vivir.

Si esa es la palabra clave…

“—¡Cuidado!”

Habiendo pensado en algo, justo cuando doblamos la esquina, Zerozaki tiró de mi cuello por la espalda con toda su fuerza.

Fui estrangulado.

Al estar sin aliento, mi conciencia estaba a punto de ser interrumpida.

Sin embargo, a Zerozaki no le importó eso y, usando toda su fuerza, me lanzó detrás de sí de un solo golpe y luego saltó él mismo hacia atrás.

Entonces.

En el lugar donde estábamos caminando en la acera.

Un auto vino a embestir.

Junto con el sonido punzante de los frenos, subió a la acera y, justo antes de chocar con un poste eléctrico, apenas unos centímetros antes, dejando escapar un fuerte olor a goma quemada, se detuvo.

Caí de espaldas, golpeando el asfalto.

Me quedé boquiabierto.

No simplemente porque me haya sorprendido, sino porque lo había visto antes.

Porque reconocí ese auto.

“… Ah.”

Un Mercedes Benz blanco.

Clase S.

Zerozaki saltó con pasos regulares a mi lado. Mostrando la intención de protegerme de los individuos del interior del coche.

Pero, no era necesario.

Quien salió del coche era…

“Lo siento.”

Como era de esperar, Emoto Sonoki-san.

Chubasquero y botas largas.

Comprendí que la cara de Zerozaki se puso pálida.

“Cuando intenté parar el coche, yo, pude ver a Ikkun… Err, me equivoqué y pisé el pedal de aceleración, y no alcance la palanca de cambios—”

“…”

¿No significa eso que intentó matarme atropellándome?

Y, clank, la puerta del lado del asiento del pasajero se abrió.

“… Ah.”

De ahí, salió Rurero-san.

Un cuerpo atado con vendas, gasas y un corsé; aunque su aspecto seguía siendo doloroso, en el último medio mes fue capaz de recuperarse lo suficiente como para al menos caminar por sí misma.

Rurero-san me miró.

“Hah—”

Y sonrió con estilo.

“Ha pasado un tiempo, Ii-chan. Me alegro de que parezcas saludable.”

“… Gracias.”

Emoto Sonoki.

Publicidad M-M2

Migishita Rurero.

¿Por qué… estaban estas dos aquí?

Antes de pensar en eso, por ahora, me sentí aliviado. Por fin podía estar tranquilo.

Las Hermanas Miotsukushi.

Miotsukushi Misora y Miotsukushi Takami—desde que se ocuparon de Furuyari Zukin, la traidora—me preguntaba si Emoto y Rurero, de la misma manera, habían sido purgadas por esos dos; bueno, estaba algo preocupado.

Por ahora, los dos parecían estar bien.

“L-Lo siento… L-Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento.”

Emoto-san…

Se sujetaba el cuerpo con ambos brazos, pero al no poder contenerse, temblaba frenéticamente y juntaba mecánicamente las palabras con los ojos inyectados en sangre.

“¡L-Lo siento, lo s-siento! P-Pedir perdón sería demasiado impúdico, cierto, no puedo pedir eso. P-Para mí, Ikkun es un amigo importante, pero, Ikkun, seguramente no será capaz de perdonarme, no me perdonará, está pensando en usar esto como una oportunidad para cortar sus lazos conmigo, eso debe ser, eso, es obvio que en realidad él no pensó en mí como una amiga desde el principio, así que sólo me usó a su antojo, sólo me usó a su antojo, c-cómo, no me di cuenta antes, no fue así desde el principio, cuántas veces tengo que repetir lo mismo antes de estar satisfecha, cuántas veces tengo que ser engañada… Uh, ¡está mal! No es que no crea en Ikkun, te creo, te creo, p-pero, este es mi problema, y-yo—”

“…”

Muy bien.

Como siempre.

Mirando a un lado, vi a Hitoshiki con cara de asco. Se mantenía alerta para poder salir corriendo en cualquier momento. Umm, no creí que fuera el caso, ¿pero quizás a Zerozaki no le gustaban demasiado las chicas?

“Doctor. Tiene que calmarse.” Rurero-san, incapaz de mirar, puso su mano en el hombro de Emoto-san. “Está bien, está bien. Todo el mundo te quiere.”

“¡N-No me toques!”

Emoto-san se sacudió a Rurero-san.

“¡I-Incluso Rurero-san, estoy segura de que sólo piensas en mí como alguien que curará tus heridas!”

“… No, bueno, quiero decir… Eres un médico.”

Rurero-san mostró una sonrisa forzada.

De alguna manera, formaron un equipo sorprendentemente bueno.

Emoto-san dijo que también le gustaba Rurero-san; puede que haya nacido una amistad en el último mes.

“Ah… h-he vuelto a decir cosas raras. L-Lo siento. Ikkun, y Rurero-san… Por mi personalidad…” Emoto-san dijo disculpándose. “P-Porque yo era, hace mucho tiempo, una matona…”

“Haah… Ya veo.”

¡Espera, oye!

¿Así que era una matona?

“O-Odiaba que me acosaran, así que cuando los acosaba antes que ellos, tenía miedo de la venganza, así que continué sin límites… Aunque me dolía el corazón, aunque no me gustaba y sabía que eran cosas malas, no podía dejar de intimidar a la gente…”

“….”

Publicidad G-M3



Era la primera vez que oía ese tipo de historia.


Qué espiral más desagradable…

Una historia en la que no quería profundizar.

“Bueno, lo más importante.”

Dejando de lado a Emoto-san, que seguía soltando cosas, Rurero-san pasó por delante de Zerozaki y de mí con un movimiento de pies poco fiable, y se dirigió hacia la escena de la destrucción del apartamento. Al darse cuenta de algo, Emoto-san la siguió.

¿Qué es…?

¿Vinieron a ver el apartamento?

Pensé que venían a verme, pero…

“Hey, oi.” Dijo Zerozaki. “… ¿Así que esa es Emoto-san?”

“Sí. Chubasquero y botas largas.”

“Y, junto a ella está Rurero-san, eh…”

“Exactamente.”

“Hey, producto defectuoso.”

“¿Qué es, un fracaso humano?”

“Aunque estemos lejos, siempre te apoyo.”

“No puedes ir a casa todavía.”

Agarré a Zerozaki, que intentaba huir, por el brazo y lo arrastré hacia Emoto y Rurero. Las dos estaban, como era de esperar, contemplando desde la distancia el destrozado y derruido apartamento que se había convertido en una montaña de escombros.

“Eso… no es bueno.”

“Sí. No es bueno.”

“Estoy agotada.”

“¿Qué debemos hacer…?”

“Habría sido lo mejor si hubiéramos llegado a tiempo, aunque…”

“Incluso si lo logramos… no había nada que pudiéramos haber hecho.”

“Si hubiera estado allí, tal vez podría haber hecho algo. Bueno… incluso ese deseo fue débil…”

“Umm…”

Esas dos estaban teniendo tal conversación.

No entendí lo que querían decir, ¿pero están hablando de Magokoro? Sí. Entonces tengo que preguntarle algo a Rurero-san.

Me introduje entre esas dos y la montaña de escombros.

“Um… Rurero-san.”

“Es mi culpa.” Dijo Rurero-san, antes de que pudiera decir nada. “No puedo decir que sea mi responsabilidad, pero… bueno, aun así, no hay duda de que fui cómplice…

“Entonces, ¿realmente lo hiciste?”

“Sí.” Rurero-san asintió. “Subestimé—a Tokinomiya Jikoku.”

“…”

“Esa persona—puso una doble Manipulación del Pensamiento en Magokoro. Una que se pondría en acción—cuando los hechizos míos y de Raichi fueran liberados.”

“¡…!”

Lo que en el campo del hipnotismo se denominaba sugestión post hipnótica.

No, sin embargo, incluso entonces.

Incluso entonces, no debería haber influido tanto en las cosas. Ya sean sugestiones post hipnóticas o lo que sea… Es decir, las técnicas de Tokinomiya Jikoku eran similares a la habilidad de Rurero-san en el sentido de que, sin contacto directo con el objetivo, durante mucho tiempo, la efectividad acabaría por desvanecerse—dado que Nanananami la estaba vigilando, no había forma de que Tokinomiya Jikoku pudiera haber hecho contacto con Magokoro en los últimos veinte días.

“Rurero-san… ¿Qué quieres decir?”

“Aah. Eso es…”

“Ah. Ikkun. Estás herido.”

Como si interrumpiera la frase de Rurero-san, Emoto-san se inclinó hacia delante y levantó rápidamente mis manos. Pero… ciertamente estaban empapadas de sangre debido a cuando traté de desenterrar los escombros, pero ¿por qué le importaba en esta situación…?

“Aah… te has apuñalado con un cristal. Tenemos que tratarte rápidamente o se volverá peligroso. Tengo un botiquín dentro del auto, así que espera un poco, Ikkun.”

“No, Emoto-san, no es el momento—”

No sólo quería preguntar por Magokoro, sino también por las Hermanas Miotsukushi y por Ichirizuka Konomi; también debo preguntar por qué tuvieron que matar a Zukin-chan. Sin embargo, Emoto-san…

“No hay nada más importante que el tratamiento.”

Afirmó eso con bastante fuerza.

Miré a Rurero-san en busca de ayuda, pero se limitó a decir: “… No, está bien”, en tono de hartazgo.

“En cualquier caso, este lugar no es muy adecuado para hablar.”

Prestando más atención, el número de curiosos comenzó a volver a aumentar.

Empezaba a acercarse la hora de ir al trabajo.

Aunque nadie podía entender lo que había pasado, bueno, la situación debería llamar la atención. Siendo este lugar de difícil acceso, no pensé que se formaría una gran multitud; sin embargo, Emoto-san y Rurero-san destacaban demasiado. Además, las dos eran chicas guapas… Además, como había un chico que llevaba un uniforme militar y un tatuaje en la cara, parecía que también era un cosplayer.

Puede que haya sido lo mejor cambiar nuestra ubicación…

“Probablemente será una charla bastante elaborada. Además…” Dijo Rurero-san. “También tenemos algo que pedirte, Ii-chan; la persona del asiento trasero debe pensar lo mismo.”

Asiento… trasero.

¿No vinieron sólo dos personas?

¿Había todavía una persona más?

De repente, mi conciencia empezó a agitarse.

Imposible…

Ahora, en esta situación, esas dos, el Doctor, Emoto Sonoki y el Titiritero, Migishita Rurero, la única persona que podría estar acompañándolas…

Hablando de personas que podrían moverse con ellas entre las Trece Escaleras.

“¡…!”

Solté el brazo de Zerozaki—

Y me apresure a volver por donde acababa de llegar.

Doblando la esquina, llegando al Mercedes Benz blanco que sigue aparcado en la acera.

Entonces—

Tirando de la puerta del asiento trasero con toda mi fuerza.

No estaba cerrado.

La puerta se abrió con decepcionante facilidad…

En su interior…

“Kukuku—”

Riendo ligeramente, ese individuo se reveló sin prisa.

“Ey—mi enemigo.”

No hace falta decir que era el hombre con máscara de zorro.

Un kimono blanco… y una máscara de zorro.

Alto, como si me mirara desde arriba.

Nunca me volvería a ver…

Nunca más se presentaría frente a mí.

El hombre que debería haber prometido eso… estaba ahora frente a mis ojos.

Publicidad M-AB

Y, eso no fue todo.

Una persona más…

La persona que salió del auto siguiendo al hombre con máscara de zorro.

La vista era roja, una que no había visto en un mes.

Aikawa Jun.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

0 Comentarios
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios