Zaregoto  (NL)

Volumen 9: Desarraigo Radical – 03

Capitulo 2: Una Continuación Que No Termina

Parte 1

En última instancia, el mundo está fuera de lugar.

Está hecho a base de amontonar errores.

Así que no intentes resolverlo con la razón.

***

Evitar la masacre de las Hermanas Miotsukushi y conocer a Shigai Touno/Utage Kudan—en el Jardín Imperial, todo ocurrió en la noche del treinta y uno de octubre. Eso significa que el tiempo que estoy experimentando ahora es la mañana del 1 de noviembre.

Octubre terminó.

El mes que el hombre con máscara de zorro, Saitou Takashi, despreciaba tanto.

Dijo que lo odiaba porque moría demasiada gente.

No morir en septiembre, morir en octubre.

Octubre se acabó… Alrededor de mí, y alrededor del hombre con máscara de zorro, al final, ¿cuántos murieron?

Niounomiya Izumu, y estrictamente hablando, también Niounomiya Rizumu.

Ishinagi Moeta.

Kino Raichi.

Furuyari Zukin: el undécimo y la duodécima.

Kunagisa aún no estaba muerta, así que contándolo sólo a ellos, ¿seis personas?

Seis personas.

La parte de mí que hubiera pensado que este número de muertes no era demasiado, debía estar completamente pasada de rosca…

Sólo seis personas.

Mientras estaba en el asiento del pasajero del Fiat 500, por alguna razón, ese pensamiento cruzó mi mente.

En el asiento del conductor, estaba el asesino demoníaco.

Zerozaki fue el que dijo: “Como si pudiera dejar el volante a un tipo que acaba de ser rechazado por una mujer”. Su razonamiento era absurdo, pero bueno, pude sentir cierta simpatía y amabilidad en esas palabras, así que acepté obedientemente.

Sinceramente, sentí cierta amabilidad.

Sin embargo… no estaba tan deprimido como para justificar la preocupación de Zerozaki, ni estaba confundido, y lo más importante, no estaba herido.

No había dolor.

Esas heridas no tenían dolor.

Como si el sufrimiento se hubiera interrumpido.

Aunque… pensé que tendría más pánico.

Aunque pensé que iba a berrear y acercarme a Kunagisa.

¿Acepté la realidad de que Kunagisa iba a morir?

Pensar que era tan sencillo.

Al escuchar las palabras de Shigai Touno, corrí de vuelta a Senbon Nakadachiuri, le pedí las llaves a Miiko-san en el apartamento, tome el mínimo de equipaje, fui al aparcamiento, arranque el fiat y llegue al edificio Shirosaki con Zerozaki y Touno-san.

Y encontré a Kunagisa, que no estaba en su habitación, si no en el tejado.

En ese momento, había aceptado completamente, sin ninguna duda, todo y todos.

Heridas.

Heridas sin dolor.

Eso fue porque, como dijo la propia Kunagisa, lo había presagiado adecuada y claramente, creo.

A estas alturas, Kunagisa había levantado la maldición sobre mí.

Las desató, desató las cadenas.

Por supuesto, no voy a decir que ahora me siento renovado.

No podía sentir que me quitaban un peso de encima.

Pero…

Era un hecho que mi cuerpo era más ligero.

Como si estuviera flotando.

Como si estuviera en el cielo.

Como si… como si estuviera en la luna.

“…”

Ciertamente, me he hecho más ligero.

Pero eso fue… sólo porque perdí algo importante: sentí que tenía un gran agujero en mi corazón.

Como si hubiera perdido mi corazón.

Por eso, esto que sentía era—un vacío.

Como antes de conocer a Kunagisa—sin nada en mi interior.

Entonces, al principio.

Al principio…

Al principio, en ese momento, era una venganza… Ahora.

En el punto actual—

“Te hablaré de mí.”

De repente Zerozaki intervino.

“¿Ahn?”

“Una historia sobre Zerozaki Hitoshiki.”

“… Realmente no me importa.”

“Kajaja. Por qué, por qué, aunque estés impaciente por oírlo. Lo juro, sí que eres tímido.” “¿La tinta de tu tatuaje llegó hasta tu cerebro?” “Está bien, sólo escucha.”

“Qué, no insistas… ¿Eres un borracho maleducado?” “No hay borrachos bien educados.”

“Los hay. Mujeres que se desnudan y mujeres que se convierten en demonios besucones cuando se emborrachan. Hay muchas de ellas en mi universidad.”

“Heeh, entonces organízame una fiesta con esas chicas… espera, no me desvíes del tema.”

Zerozaki Hitoshiki siguió la broma.

Sin embargo, estaba hablando de Mikoko-chan y Emoto-chan.

“Sabes, es muy raro que hable de mí, he llevado una vida bastante interesante. Sólo olvida que fuiste rechazado por una mujer.”

“…”

No sé por qué, pero al parecer “ser rechazado por una mujer” era un caso grave que requería tanta atención. ¿Tenía algún trauma raro o algo así? Bueno, sentí que la mitad podría haber sido un malentendido, pero no estaba tan lejos de la realidad, así que como teníamos algo de tiempo antes de llegar al apartamento, supongo que podría escuchar su historia.

“Lo tengo. Entonces te escucharé.”

“Sí.”

En el momento en que asintió, el semáforo se puso en rojo de repente, así que Zerozaki pisó el freno y detuvo el auto. Era temprano, así que la carretera estaba en calma.

Pensando en ello, este tipo definitivamente no tenía licencia…

A pesar de ello, comprobó cuidadosamente el espejo retrovisor. Su habilidad para conducir era mejor que la de Emoto-san pero peor que la de Hikari-san. Bueno, la mayoría de la gente está incluida en ese rango.

“Reuniendo los fragmentos de información que obtuve de esa mujer de jeans con trenzas y lo que escuché en el auto de esa mujer rara, probablemente tengas una buena idea del origen del Clan Zerozaki, pero—por si acaso, para estar seguro, lo explicaré. El Clan Zerozaki es una reunión de asesinos demoníacos.”

“Sí. Algo así como un gremio, ¿no?”

“No, más bien una reunión de bichos raros. Lleno de bichos raros y excéntricos, es un milagro que siga siendo normal. Como cierta hermana pequeña maníaca que balancea alegremente un par de tijeras o un almirante que balancea un bate de clavos mientras lleva un sombrero de paja, o incluso un vegetariano cuya afición es arrancar intestinos y enrollarlos alrededor de su cuerpo; este tipo de grupo algo diferente de asesinos demoníacos.”

“… ¿No hubo allí un ejemplo muy gráfico?”

“Por cierto, el tipo de las tijeras, el del bate con clavos y el de los intestinos conforman los Tres Reyes Celestiales del Clan Zerozaki.”

“Tan a medias…”

¿No puedes al menos conseguir uno más…?

Bueno, sin embargo… ya había escuchado esa parte. La excentricidad, la forma aborrecible del Clan Zerozaki, Y—

Ese Clan Zerozaki estaba ahora…

“Todos los asesinos demoníacos del Clan Zerozaki tenían un tornillo suelto en la cabeza. Todos ellos eran lunáticos y sinvergüenzas, y yo crecí entre ellos. Fui criado como un asesino demoníaco.”

“Un asesino demoníaco de nacimiento, un asesino nato, ¿verdad?”

“Sí. Lo diré por si acaso, pero el tipo nato es bastante raro en el Clan Zerozaki. En la mayoría de los casos, algún día se convierten en asesinos demoníacos.”

“¿Algún día de repente?”

“Como ser poseído por un espíritu maligno.”

Poseído por un espíritu maligno.

De alguna manera se sintió como un símil.

“… Por lo que he oído, en tu caso, ambos padres eran asesinos demoníacos, ¿es eso cierto?”

“Bueno, sí.”

El semáforo cambió, por lo que Zerozaki respondió mientras hacía avanzar el auto.

“Así que, entre el clan, yo estaba en una posición especial—aunque digo clan, generalmente no tenemos ninguna relación de sangre—. Relación de sangre. Si la sangre es más espesa que el agua, entonces el Grupo Artístico Niounomiya y las conexiones de sus ramas son mucho más fuertes.”

“Al fin y al cabo, todos son familia.”

“Si los Niounomiya tienen relaciones de sangre, los Zerozaki tienen linaje; esa es la mejor manera de decirlo. Bueno, ese tipo de cosas es una diferencia trivial, pero en medio de esa diferencia trivial está el lugar donde nací.” Dijo Zerozaki, como si fuera un asunto ajeno. “Entre un asesino demoníaco llamado el Último y un asesino demoníaco llamado el Absoluto.”

“…”

Un Zerozaki de sangre pura.

Casto y de pura cepa.

Ya veo, en ese sentido—

“Es similar a la azul.” Dijo Zerozaki. “Zerozaki Zeroshiki y Zerozaki Hataori, esos son los nombres de mis padres. Los nombres decisivos de esos dos asesinos demoníacos. Dicho esto, no tengo casi ningún recuerdo de ellos.”

“¿Casi ninguno? ¿Por qué?”

“Ya estaban muertos antes de que mi cerebro adquiriera cualquier apariencia de memoria. Estaba lejos de ser consciente de mi entorno, tenía cero años. Después de eso, yo… bueno, pasaron muchas cosas, y al final, crecí como un hombre del clan. Crecí como un asesino demoníaco. Así que, supongo que soy un caso especial entre ellos.”

“Sólo por lo que he oído, parece vago… pero ¿hay algo así como un requisito para entrar en el Clan Zerozaki?”

“¿Ahn?”

“No es que cualquier asesino demoníaco pueda entrar en el clan, ¿verdad?”

“Bueno, sí. Si hubiera un requisito… no, supongo que no hay ninguno. Tal vez no lo hubiera. Cierto, tal vez sea mejor pensar que la gente que carece de todo tipo de calificaciones termina convirtiéndose en Zerozakis.”

“Hmm…”

Asentí con la cabeza.

Las raíces de Zerozaki Hitoshiki.

No es que coincidieran conmigo hasta ahora. Se solapaban hasta cierto punto con Kunagisa en la superficie—probablemente por eso Zerozaki decidió hablar de ello—pero no tenía nada que ver conmigo.

Pero…

O, como resultado, sentí una simpatía aún mayor por Zerozaki.

Este tipo… realmente era mi imagen en el espejo.

“… Hey, Zerozaki.”

“¿Um?”

“¿Sabías? Que el Clan Zerozaki al que perteneces… fue aniquilado.”

“Sí.” Zerozaki asintió sin perder el ritmo. “Ya me lo ha dicho la chica de los jeans con trenzas. Haah…”

“…”

Zerozaki suspiró, como si estuviera absorto en sus pensamientos.

Naturalmente, no añadí nada.

No sabía qué decir.

“… Esa mujer, su ambiente, era algo erótico.”

“No te dejes absorber por pensamientos inútiles.”

“Y era alta.”

“Ya entiendo muy bien tu gusto por las mujeres. Ahora continúa tu historia.”

“Realmente no eres divertido. Bueno, parece que la mujer de los jeans con trenzas también pensaba que yo estaba muerto. Después de todo, entre el Clan Zerozaki, soy un secreto entre los secretos. Mi existencia en sí misma no es muy conocida.”

“¿Un secreto entre los secretos? ¿Por qué?”

“Si la gente supiera que existe alguien como yo, no sería una broma. El Clan Zerozaki está construido sobre una base inesperadamente frágil, un castillo de naipes. Kajaja”. Zerozaki se rio con desprecio. “Sin embargo, incluso eso, a estas alturas… Además, aunque hayamos sido aniquilados, debería haber un superviviente más.”

“¿Otro?”

“Nadie en el clan sabía que ella se había convertido en un Zerozaki—sólo esa mujer, la más fuerte, y yo, lo sabíamos… A menos que haya dejado el mundo por su cuenta, debería seguir viva.”

“…”

No sabía a quién se refería Zerozaki con ella, pero no podía pasar por alto las palabras la más fuerte.

Sí.

Nunca lo había aclarado hasta ahora, pero…

“Zerozaki. Tú, en mayo, ¿no fuiste asesinado por Aikawa-san?”

“Si fuese el caso, no estaría aquí. ¿No ves estas largas piernas?”

“No veo ninguna pierna larga.”

“Mm. Estuve a punto de morir, pero… de alguna manera sobreviví.”

“¿Qué?”

“Supongo que lo hizo por nuestro bien; dicho esto, esa fortachona, realmente no tiene piedad. Honestamente, estaba listo para morir. Pero…”

Pero, dijo.

Zerozaki se quedó en silencio.

Sabía que no era el tipo de persona que se calla sin sentido, así que probablemente no quería decir el resto. Lo entendí. Algo… debe haber pasado. ¿Se refería a la persona que acababa de mencionar?

Sin embargo, no necesitaba pedirlo a la fuerza.

No sería demasiado tarde…

No sería demasiado tarde para obtener la respuesta a esa pregunta después de confirmar la seguridad de Aikawa-san. Si creyera a las Hermanas Miotsukushi, al menos, estaría viva—

“Hey, Zerozaki.”

Por lo tanto, he cambiado el tema.

“Bueno, dejando a un lado los detalles, la situación actual es la que escuchaste de Touno-san y nada más. Entonces, al escuchar eso, ¿qué te pareció?”

“¿Ahn?”

“Todavía no he escuchado tus impresiones.”

“Hm. Cuando pienso que has perturbado mi tranquila y cómoda vida por una razón tan loca, aparte de tener ganas de matarte, no mucho.”

“Es así.”

“Debe haber sido una gran molestia para Izumu. Ser sacado a la fuerza por ti.”

“…”

Eso me recuerda que todavía no he preguntado sobre su relación con Izumu-kun. Estaba demasiado ocupado explicando mi situación que no pregunté casi nada sobre lo que habló Kouta-san. Él estaba en el extranjero—probablemente en algún lugar cerca del Sistema ER3— eso debería ser correcto…

“No, lo que quiero preguntar es si sabes algo, aunque sea pequeño, sobre Saitou Takashi, el hombre con máscara de zorro.”

Originalmente, debía haber una razón para buscar a Zerozaki.

Una razón para que el hombre con máscara de zorro lo eligiese, como su enemigo.

Debería haber habido una conexión suficiente para servir de motivo.

Puesto que yo era la alternativa de Zerozaki Hitoshiki.

Sin embargo, Zerozaki…

“No lo sé.”

Dijo eso.

“No, no es que no sepa nada en absoluto: tengo algunos conocimientos sobre el famoso científico Saitou Takashi y conozco la leyenda sobre la gran guerra mundial entre el Más Fuerte y el Peor, el Halcón y el Zorro, hace diez años; es una historia famosa entre los Nombres Asesinos. Pero eso no está directamente relacionado con mi vida. Incluso entre esas Trece Escaleras, aunque hay algunos que conozco, el único que realmente he conocido es Izumu…”

“Hmm…”

¿Así que era demasiado bueno para ser verdad?

Al final, ¿el seguro era sólo un seguro?

No es que creyera completamente en la teoría de la mascota del hombre con máscara de zorro, pero a estas alturas, habiendo avanzado tanto la Historia, no podía aceptar que no hubiera conexión alguna entre Saitou Takashi y Zerozaki Hitoshiki…

Hmm.

Entonces, ¿tal vez que ella o los padres de Zerozaki, el Último y el Absoluto, asesinos demoníacos, tuviesen una conexión con él…? No, eso sería demasiado forzado, demasiado inverosímil. Sin embargo, era cierto que había un cierto nivel de obsesión que el hombre con máscara de zorro mostraba hacia Zerozaki; si no fuera así, no estaría en una situación como esta.

No…

Esa situación ya debería haber terminado.

Se acabó.

Debería haber sido el caso.

El hombre con máscara de zorro dejó de tratarme como su enemigo. Juró no ponerme la mano encima. Por supuesto, aún no podía explicar el ataque de anoche de las Hermanas Miotsukushi y de Ichirizuka Konomi, pero…

“Umm. Eso significaría que no tenías ninguna razón para venir hasta Kioto.”

“¿No te he salvado la vida?”

“Vaya, vaya, ¿actuando como un mesías sólo por eso? ¿Cuántas veces crees que te he salvado?”

“No me has salvado ni una sola vez.”

“Bueno, sí.”

“Hey, yo.”

“¿Qué es, yo?”

“Ciertamente no conozco a ese hombre con máscara de zorro. Sin embargo, puedo darte un consejo.”

“¿Consejo?”

“Lo has dicho, ¿verdad? Las cadenas puestas en esa Magokoro—pronto serán liberadas.”

“¿Mm? Sí. Rurero-san dijo que en algún momento alrededor de hoy debería ser el límite de tiempo. Bueno, se han ido soltando poco a poco hasta ahora, así que ya han desaparecido en su mayoría… Pronto deberían liberarse por completo.”

“Probablemente es imposible, ya sabes.” Dijo Zerozaki sin rodeos. Sin ningún tipo de duda, utilizando palabras directas. “Esa azul también dijo lo mismo, ¿no? Aunque no tengo ni idea de en qué se basó para decirlo, tengo fundamentos que me permiten afirmarlo.”

“Fundamentos…”

“Migishita Rurero y Kino Raichi. No sé nada de esos dos. No sé qué clase de personas son. Sin embargo, el que coloco la tercera restricción, Tokinomiya Jikoku, ese tipo es peligroso.”

“… Peligroso… ¿Porque es un Nombre Maldito? Pero en cuanto a los Nombres Malditos, Kino-san también es uno—”

“No estoy diciendo que los Nombres Malditos sean peligrosos en sí mismos. Incluso los Tokinomiya no son un gran problema; de hecho, el otro día vi el cadáver de uno de ellos. Pero el individuo Tokinomiya Jikoku es demasiado alarmante para pasarlo por alto.”

“¿…? ¿Cómo puedes decir tanto?”

“Porque sé de él. El hombre llamado Tokinomiya Jikoku.”

“¿Qué estás diciendo? ¿No acabas de decir que no has conocido a ningún miembro de las Trece Escaleras excepto al antiguo miembro Izumu-kun? Asume la responsabilidad de lo que dices.”

“Acabo de decir que no lo he conocido. Es cierto que sólo conozco su nombre. Los Nombres Malditos no son la clase de sujetos que aparecen mucho delante de los demás en primer lugar. Es como, cómo decirlo, bueno, son como Tsuchinokos.”

“Hm. Pero…”

“Sólo escucha las historias de la gente hasta el final. Verás, Tokinomiya Jikoku es… Hey, ¿para qué tengo que explicar estas cosas? Es un dolor, así que ¿puedo parar?”

“No, dilo bien. Escucharé hasta el final.”

“¿Es esa la actitud de alguien que hace una petición? En primer lugar—ah, bueno, está bien. Tú, ¿ya entiendes lo que son los Nombres Malditos?”

“Lo entiendo. Lo hago, creo.”

“¿Y que los Tokinomiya son el grupo que ocupa el primer lugar?”

“Lo sé.”

“Entonces.” Dijo Zerozaki. “Por ejemplo, si hubiera una persona exiliada incluso por esos Tokinomiyas, ¿qué pensarías de eso?”

“…”

Tokinomiya Jikoku.

Manipulador del Pensamiento.

“Tokinomiya Jikoku es, además del nombre del individuo, el nombre atribuido durante generaciones a los exiliados de los Tokinomiya.”

“Entonces… ¿es famoso?”

“No, estamos hablando de los Nombres Malditos, así que no es famoso en absoluto. Es un sin nombre, de esos cuya historia nadie conoce. Veamos: del mismo modo que yo soy un secreto entre los secretos en el Clan Zerozaki, Tokinomiya Jikoku es un secreto entre los secretos para los Tokinomiya. Por eso, que yo sepa de él es una coincidencia que se acerca al nivel de un milagro. Hace mucho tiempo, verás, hace mucho tiempo, lo escuché por casualidad de una mujer con la que compartimos el mismo frente. Según ella… si hipotéticamente intentaras manejar a Tokinomiya Jikoku, necesitarías una cautela meticulosa y una estricta belicosidad…”

“… Una meticulosa precaución y… una estricta cautela…”

Espera…

Espera.

Ese tipo de cosas… Ese factor de delicadeza, el hombre con máscara de zorro no tiene ni una pizca, ¿no? Es el tipo de persona a la que no le importa nada si es para acabar con el mundo, ya sabes… Incluso su hija, su nieta, la existencia que él llamaba su enemigo, y por supuesto, incluso él mismo… a esa persona realmente, desde el fondo de su corazón, no le importaba…

Teniendo eso en cuenta la presencia de Tokinomiya Jikoku implicaba muchas cosas.

¿Qué demonios le hizo a Magokoro…?

Cálmate.

Todavía no está decidido. Si creo en las palabras de Rurero-san, Tokinomiya Jikoku no tuvo tiempo de hacer nada superfluo—

“Pero no tienes ninguna garantía de que esta Rurero no esté atrapada en la Manipulación del Pensamiento de Tokinomiya Jikoku, ¿verdad?”

“…”

“Sin embargo, una voluntad tan dura como la del hombre con máscara de zorro, tan lunática como la suya, no sería fácil de dominar con la Manipulación del Pensamiento.”

Me pregunto…

Rurero-san… y Kino-san, la posibilidad de que estén bajo la influencia de Tokinomiya Jikoku… Ambos eran profesionales, así que la probabilidad de que cayeran en la trampa debería haber sido aún menor que la del hombre con máscara de zorro, pero…

Pero dejando de lado la Manipulación del Pensamiento.

Magokoro.

Cuando Magokoro escapó del hombre con máscara de zorro—de su gestión, de su vigilancia— aunque Kino-san fue asesinado y Rurero-san recibió graves heridas, Tokinomiya Jikoku fue el único ileso. Ese pequeño detalle…

Sospechar de eso debería estar justificado.

Es algo lo suficientemente importante como para levantar sospechas.

¿Una coincidencia…?

Desde la perspectiva de Magokoro, no fue una coincidencia. Apuntó a un momento en que Tokinomiya Jikoku estaba ausente; entonces, desde la perspectiva de Tokinomiya Jikoku, ¿cómo se veía?

También.

Si lo dijera así, Magokoro probablemente se enfadaría y lo negaría rotundamente, pero— incluso si Tokinomiya Jikoku tuviera la mayor influencia en la mente de Magokoro, apuntando a cuando estaba ausente y huyendo—¿no significaría eso que Magokoro evitó la confrontación con Tokinomiya Jikoku?

¿No significaría eso que ha escapado?

¿Tokinomiya Jikoku tenía algo que merecía tanta consideración?

Una inevitabilidad que hizo que el Omokage Magokoro lo evitara.

Una inevitabilidad que hizo que la Semilla Naranja huyera de él.

Entonces…

“… Más bien, la mujer de la que has hablado, es una bastante extraña. Cuando hablaba de Tokinomiya Jikoku que ella entendía como peligroso, hablaba como si utilizarlo fuera una premisa. ¿Es alguien de los Nombres Asesinos o Nombres Malditos? ¿Quién es ella?”

“No, ese no es el caso. Esa mujer—¿cómo decirlo? Umm, aunque pusimos una fachada común, no la he visto cara a cara, y al final, tampoco le pregunté su nombre… y ahora ni siquiera puedo confirmar si era una mujer o no.”

“Oye, oye. ¿Aceptas las palabras de alguien cuya cara, nombre e incluso género no conoces?”

“Yo sí. Tienen esa cantidad de valor.”

“…”

Me sorprendió un poco.

Porque no creía que este fracaso humano pudiera poner tanta fe en la existencia de alguien. Ese asesino demoníaco que contestó sin dudar cuando le pregunté si había alguien que le gustaba.

Hmm…

En este caso, supongo que debo alabar a esa mujer.

¿Quién podría ser?

Sentí que inesperadamente podría ser alguien que ya conocía…

“Pronto llegaremos al estacionamiento. ¿Tienes un espacio fijo?”

“Estaciónalo donde sea más fácil. Está hecho para que puedas estacionar en cualquier sitio.”

En realidad no debería, pero, bueno, es así. Como un acuerdo común entre las personas que despotrican de las plazas de estacionamiento.

“… Por cierto, esa Yukariki Ichihime, ¿era la discípula de la llamada Zig Zag?”

“Y también fue mi discípula. ¿Qué pasa con ella?”

“No… nada.”

“¿Hmm?”

Realmente, las relaciones del destino son demasiado magistrales—murmurando algo parecido, Zerozaki dio marcha atrás y estacionó el Fiat en el mismo lugar que estaba antes. Abriendo la puerta y bajando del auto, nos dirigimos hacia el apartamento, caminando uno al lado del otro.

Dando la vuelta a la esquina, el apartamento en ruinas se había derrumbado.

……

***

“¿Q-Qué?”

Sin pensarlo, esa fue mi impresión inicial.

¿Qué es eso?

¿Eres idiota?

Era lo suficientemente poco realista como para hacerme pensar eso.

“…”

Incluso el fracaso humano…

No podía cerrar la boca abierta.

Su boca estaba vacía y muy abierta.

El apartamento en ruinas se había derrumbado.

En lugar de derruirse, se derrumbó.

Quiero decir… Era un edificio antiguo.

Una casa de madera de dos pisos construida, sin embargo, hace muchas decenas de años.

Si dijeras que se construyó antes de la guerra, cualquiera te creería.

Algunos incluso creen que se construyó antes de la era Meiji.

Pero.

Se redujo a pedazos, sin dejar nada atrás.

Demolido… Cierto, viendo el estado del edificio, debió ser algún tipo de pala mecánica u otro medio legítimo el que demolió el edificio, esa era la única explicación para una destrucción de ese grado.

Si tuviera que elegir a propósito otra explicación…

Fue como si un camión hubiera chocado contra el complejo.

Como si hubiera ocurrido un gran y desastroso terremoto…

Pero eso era imposible.

Tanto si se trata de un terremoto como de un camión, ninguno de los dos podía atacar objetos con tanta precisión. Los dos edificios adyacentes resultaron ilesos, salvo por algo de polvo. Sólo se derrumbaron los objetos que se encontraban en el territorio del apartamento en ruinas.

Madera.

Vidrio de la ventana.

Tejas.

Puertas.

Y—muebles, suministros.

Muebles… ¿Suministros?

Eh, oye, espera…

“Esto… ¿Qué pasó con la gente de adentro?”

Zerozaki hizo la pregunta que tenía en mente.

“Siendo tan temprano en la mañana, todos deberían estar en casa.”

“¡…!”

Debido a la hora, había pocos espectadores.

Pero había algunos aquí y allá.

Gente mirando la escena del derrumbe.

Entre ellos, ninguno estaba presente.

No había nadie.

Ni Miiko-san ni Houko-chan ni Koutoumaru-san ni Nanananami—y, tampoco Omokage Magokoro.

“… ¡Mierda!”

Ignoré las miradas de la gente, me apresuré a entrar en lo que solo se pueden llamar los escombros del apartamento y subí por los maderos.

Los fragmentos de cristal de ventana me apuñalaron las manos.

Duele.

Las astillas de la madera me apuñalaron la piel.

Pero ese tipo de cosas no me detendrían.

No me detuve.

No podía parar.

No podía detenerme.

Bajo esto—

Acostados debajo de esto, todo el mundo estaba—

¿Dónde? ¿Dónde? ¿Dónde? ¿Dónde estaban las habitaciones de todos? No tenía ni idea. El estado del antaño apartamento en ruinas hacía imposible saber siquiera eso.

¿Por qué… ocurrió esto?

¿Quién… hizo esto?

Hasta hace unas horas, estaba ahí, ¿no?

¿No estaba aquí?

¿No estaban todos aquí?

Le pedí prestada la llave del Fiat a Miiko-san.

¿Qué estaban haciendo los demás?

En ese momento… mi cabeza estaba llena de Kunagisa.

Mi mente estaba llena de Kunagisa.

Lo que hacía Houko-chan, lo que hacía Koutoumaru-san, lo que hacía Nanananami, no lo sabía.

Magokoro—la Semilla Naranja, ¿qué estaba haciendo?

“Mierda, mierda, mierda…”

¿Qué es… esto?

¿Qué demonios ha pasado?

Hasta ayer… hasta ayer, todo estaba tranquilo, ¿no? Era pacífico, como si todo hubiera terminado, ¿no es así? A pesar de eso, en el Jardín Imperial, las Hermanas Miotsukushi vinieron en lugar de Zukin-chan.

Como si rodara por una pendiente, como si cayera.

Como si se tratara de rodar.

Como si se derrumbara.

Todo se desvió.

La locura comenzó.

Hermanas Miotsukushi—Utage Kudan.

La separación con Kunagisa Tomo.

Y por fin, ¿el colapso de mi residencia?

¿Qué era este tipo de cosas… este absurdo?

Sólo podía imaginar que un humano había causado esto. Sólo podía pensar que la voluntad de alguien estaba actuando. No, por supuesto que ese era el caso. Este tipo de fenómeno natural era imposible. Pero no era eso lo que quería decir, sino que cuando algo está a punto de salir bien, inmediatamente lo pierdo todo. Cuando creo que puedo conseguir algo, al momento siguiente, se cae. Me sentí como si me hubieran robado lo que me habían dado, como si hubieran borrado algo importante, como si me hubieran acosado de forma moderada y aleatoria por un autor caprichoso al que le importa un bledo. Era una sensación persistente y exuberante—

Y no entendí su significado.

¿Qué tipo de necesidad había?

¿Qué tipo de inevitabilidad había?

A este fenómeno—

“Suéltalo.”

La persona que decía eso, poniendo una mano en mi hombro, no era Zerozaki.

Dando la espalda, quien estaba allí era Kazuhito-san.

Ikaruga Kazuhito.

Toda la ropa negra, una corbata, gafas de sol.

Sección de Investigación de la Policía de la Prefectura de Kioto, un detective.

“… Nos encontramos de nuevo, chico.”

“¿Por qué… estás aquí?”

“Un informe de civiles virtuosos.”

Kazuhito-san dijo eso mientras llevaba un cigarrillo en la boca.

Mirando brevemente hacia atrás, Zerozaki ya no estaba aquí.

Ese bastardo, debió huir después de ver al detective. Qué aterradora conciencia del peligro… a pesar de sonreír tan tontamente, tenía tacto en áreas como esa. Ya veo… a menos que lo hayan encubierto, ese tipo podría seguir en la lista de buscados de la policía de la prefectura de Kioto.

Sin embargo—

“¿Estás solo?”

“… Sí, bueno.” Asentí. “Más importante… ¿Y tú, Kazuhito-san, estás solo? ¿Está Sasaki-san o los otros policías—”

“Ya volvieron.” Dijo Kazuhito-san.

Con una actitud verdaderamente molesta.

Debido a las gafas de sol, no pude ver su expresión, pero…

“La gente escuchó un sonido que parecía el lanzamiento de fuegos artificiales, y cuando fueron a comprobar el edificio que debía estar allí, aparentemente había desaparecido. Al parecer, pensaron que se trataba de un derrumbe natural, ya que el edificio era antiguo, pero, por si acaso, llamaron al 110. Eso fue en plena noche.”

“…”

“No parecía haber ningún delito, así que todos se retiraron. Y como el lugar estaba cerca de mi casa, me dijeron que me quedara aquí.” Aunque no es mi calle, murmuró Kazuhito-san. “Sasa se posicionó aquí hasta hace poco, pero… bueno, cómo decirlo, es así.”

“No—aunque digas que es así… Kazuhito-san. ¿No hay ningún… crimen?”

“Ninguno.”

“No, ¿no es esto un caso… no importa cómo lo mires? Este tipo de cosas, ¿qué puede ser sino un caso?”

“No hay manera: sólo podemos llamar a un caso cuando hay víctimas. Sin víctimas, no podemos movernos.”

“¿Víctimas…?”

“Sí. No hay ningún crimen, los residentes dijeron lo mismo: ‘Esto no es un caso’.” Dijo Kazuhito-san. “Que grupo tan espantoso, arreglaron sus historias en un instante. No podemos contactar al propietario… como siempre, este es un apartamento desordenado.”

“… ¡Eso significa!” Me acerqué a Kazuhito-san. “¡Que todos están bien!”

“Bien, en realidad no.” Dijo Kazuhito-san, como si las palabras salieran a la fuerza. “No parecía que estuvieran bien. A fin de cuentas, todos fueron al hospital.”

“…”

Aunque se evitó la peor situación, no es que no sufrieran ningún daño por el derrumbe. En esta situación, probablemente fueron salvados por los policías—supongo—, pero no eran un grupo que hiciera las cosas con normalidad, así que lo más probable es que todos hayan soltado una bravata y hayan conseguido salir adelante.

Después de todo, todo el mundo parecía odiar la autoridad gubernamental…

Pero, como era de esperar, esa autoridad gubernamental no se retiraría por completo de esta situación inmediatamente; debe haber pasado bastante tiempo desde ese intercambio, probablemente justo después de que Touno, Zerozaki y yo nos fuéramos a Shirosaki.

Justo cuando cambió la fecha.

Cuando cambiamos de octubre a noviembre.