Zaregoto  (NL)

Volumen 9: Desarraigo Radical – 03

Capitulo 1: Un Largo Adiós

Parte 3

En ninguna parte.

Alto.

Este era seguramente el lugar más alto.

Como una lápida.

“Necesitaba a Ii-chan pasase lo que pasase. Ii-chan era lo único que no podía entregar a nadie. No podía entregarte a Nao-kun ni a Micchan. Y naturalmente, tampoco al mundo.”

A algo parecido al mundo.

No podía renunciar a Ii-chan.

Eso es…

Los sentimientos de una joven pura y un genio.

Su única petición.

No deseaba nada más.

Su única oración.

Sus sentimientos, peticiones, deseos y oraciones…

Sólo acumulado a eso.

Un sueño.

Eso fue un sueño.

La chica azul que había nacido en el mundo equivocado, la chica azul que era como un error en la Historia, la chica azul a la que le resultaba difícil incluso vivir, la que se llamaba Savant soñaba seriamente con esa realidad.

Por lo tanto…

Por lo tanto, no se hizo realidad ni un poco.

Qué risible.

Como si, frente a mí, ese tipo de esperanza se hiciera realidad.

No había forma de hacerlo.

Aunque… no debería haber hecho eso.

Si sólo… si sólo no existiera.

Si yo no existiera, Kunagisa habría sido algo feliz, pasando su vida dentro de los muros del Sindicato Kunagisa, en la cáscara que ella misma creó.

Aunque podría haber sido razonablemente feliz.

Pero… yo…

Incluso entonces, quería salvarla.

Eso… no era una mentira.

Y Kunagisa también, no quería algo tan moderado.

Al final, tenía el temperamento de un genio.

Desde hace mucho tiempo, y probablemente incluso ahora.

No buscaba nada más que lo absoluto.

Así que.

La chica mecánica terminó.

La chica a punto de romperse, se rompió.

Fui yo quien acabó con ella y la rompió.

No importa lo que digan los demás.

Aunque Kunagisa me perdonara, yo no podría perdonarme a mí mismo.

“Es culpa de Boku-sama-chan que Boku-sama-chan se haya roto.”

Sin embargo—

Kunagisa dijo eso.

“Hubo algo absurdo en la configuración. Boku-sama-chan se equivocó al intentar poner bajo mi control un factor imprevisible como Ii-chan. Así que traté de forzar a Ii-chan para que tomara el mando, pero resulta que un Usuario del Sin Sentido lo es porque no puede manejar el agarre del liderazgo… Ah, err, fue Micchan, ¿no? El primero en llamar a Ii-chan un Usuario del Sin Sentido.”

“Mm… en este caso, lo ‘leyó’, supongo.”

“Cualquier forma de decirlo está bien.”

“Sí. De cualquier manera, es espléndido. Micchan, que le dio el símbolo del Usuario del Sin Sentido a un Usuario del Sin Sentido de nacimiento, hizo un trabajo espléndido. Un apodo que vale mil monedas de oro. Errr, ¿quizás se podría llamar onomástico?”

“Tu… Savant Azul también fue entregado por esa persona, eh.”

“Sí, eso estuvo bien. Pero después se pasó un poco con el Muerte Azul. Fue bien recibido entre mis camaradas, pero, umm, pero bueno, incluso esos camaradas tenían títulos como Verde Verde Verde o Trigrer-Happy-End.”

“Aparte de eso… err, ¿Cuáles eran? Me parece que los he escuchado antes. Doble Giro, Cruz Inversa, Bucle Cubico, Bailando con la Locura, Chita y Malas Costumbres, ¿no? Aunque he olvidado sus nombres… Mirándolo, Chiikun parece extrañamente normal.”

“Verás, a Chiikun, no le interesaban los nombres. Su nombre era Ayaminami Hyou, así que se convirtió en Chita, así de simple.”

“Hyou debería ser una pantera, ¿no?”

“Sacchan hizo esa réplica con una sonrisa absurdamente agradable y entusiasta.”

“Uwaaa…”

Ni siquiera querría ver eso desde el lado…

“Con mucho gusto dejaré que un experto en animales como tú dirija el trabajo de investigación, con eso, Chiikun se especializó en la búsqueda.”

“¿Así que fue un juego de palabras?”

“Pero—sus sentidos eran los mejores. Si fuera por eso, tal vez debería haber dado un nombre apropiado al Equipo. Si fuera Micchan, me pregunto cómo habría llamado a nuestro Equipo…”

“…”

Ayaminami Hyou.

Incluso después de que el Equipo se disolviera…

Todavía vivía en una prisión, siendo atendido por Kunagisa Tomo.

“Bueno… yo también prefiero Savant Azul a Muerte Azul. La parte de Muerte da miedo y es insoportable.”

“Sí. Había fracasado desde el principio. No había manera de crearlo, de crear la imitación de Ii-chan. Todo fue inútil. Ajaja, hice algo malo para todos. Bueno, Nacchan y Sacchan y Chiikun se divirtieron, así que realmente no necesito disculparme, pero incluso entonces, Boku-sama-chan hizo que algunos buenos adultos me acompañaran para mi construcción de maquetas, para mi construcción de jardines en miniatura. Bueno… para ser precisos, eso fue sólo para matar el tiempo.”

“… ¿Matar el tiempo?”

“Ups. Ese fue un desliz. Umm, como pensaba, es difícil hablar seriamente con Ii-chan. No puedo entender el momento. Para ser honesta, he tenido bastantes conversaciones serias con Jun-chan, pero—um, pero, bueno, fue para matar el tiempo.”

“…”

Una vez me enfrenté a Utsurigi Gaisuke con preguntas. ¿Por qué lo hizo Kunagisa Tomo? ¿Por qué creó el Equipo y actuó como un terrorista? ¿Por qué la Salvadora se convirtió en la Muerte? ¿Por qué se impuso a sí misma en ese momento?

Utsurigi respondió.

Porque…

¿Porque ella lo deseaba…?

Mas precisamente fue para…

“Para matar el tiempo.” Repitió Kunagisa. “Para matar el tiempo hasta que Ii-chan regresase del Sistema ER3.”

“… Así que pensaste que volvería.”

“Sin embargo no creí que fueras a abandonarlo. Pero así fue mejor. Pensaba esperar diez años, pero el Equipo perdió casi la mitad de su vida con la aparición de Zorro.”

“… Parece que el Señor Zorro se metió en tu vida más de lo que pensaba. Bueno, para esa persona, sólo fue algo trivial, así que es dudoso que siquiera lo recuerde…”

Más bien, no importaba la conexión que hubiera entre Jun-san y Magokoro, si lo supiera, habría tocado un poco el tema. El hombre con máscara de zorro probablemente no sabía que el Equipo de control de El Borde de la Muerte era Kunagisa Tomo.

Umm.

Tal vez no era tan famosa.

Entonces la pregunta era por qué Iria-san sabía eso…

¿Estaba relacionado con las circunstancias de esa isla?

“Ii-chan volvió. Como se esperaba.”

“…”

“Volvió para encontrarse con Boku-sama-chan.” Dijo Kunagisa. “Su amiga muerta y Boku-sama-chan coincidieron. Esa fue la razón por la que abandonó, ¿verdad? Ufufu, en ese sentido, Boku-sama-chan tenía propiamente a Ii-chan en la palma de las manos.”

“En la palma…”

“Ii-chan… no importa a quién mire, sólo puede pensar en Boku-sama-chan. No importa quién le guste u odie, todo se compara con Boku-sama-chan. En qué se parece esa persona a Kunagisa Tomo, en qué no se parece a Kunagisa Tomo, esa evaluación es lo primero: Boku-sama-chan es demasiado absoluta para ser comparable, pero al mismo tiempo es la base de evaluación para la comparación.”

“…”

“Ii-chan ama a Boku-sama-chan. No podría vivir sin Boku-sama-chan.”

Kunagisa Tomo no existe—era lo mismo que no existir.

Era lo mismo que si no existiera.

Entonces, tal vez eso no era algo al nivel del gusto o del odio.

Como el aire.

Como el agua.

Como el cielo.

Como el sol: lo mismo que eso.

“… ¿Es tu maldición?”

“¡Sí!” Kunagisa aceptó con todas sus fuerzas. “Así es, Ii-chan.”

“…”

“Ii-chan, ¿te gusta el aire?”

“No lo sé.”

“Ii-chan, ¿te gusta el agua?”

“No lo sé.”

“Ii-chan, ¿te gusta el cielo?”

“No lo sé.”

“Ii-chan, ¿te gusta el sol?”

“No lo sé.”

“Ii-chan, ¿te gusta Kunagisa Tomo?”

“… No lo sé.” Dije, para después repetir las mismas palabras que una vez le dije a Utsurigi. “Qué… ¿Qué es lo que quieres oír de mí? ¿Qué estás tratando de hacerme decir? Tomo… ¿Qué quieres que diga? ¿Debo decir que te odio? Si te odiara, ¿estarías satisfecha? Si ese es el caso… ¿Podrías morir adecuadamente?”

Sin ningún remordimiento.

¿Poder morir en paz?

Al menos, que su muerte sea pacífica.

“Puede ser el caso.” Respondió Kunagisa, como si realmente no le importara.

Como si dijera que no tiene interés en eso.

Que no tenía ningún interés ni preocupación, hacia su muerte.

“Si ese fuera el caso, ¿Ii-chan me odiaría? ¿Si Boku-sama-chan pidiera que Ii-chan me odiara?”

“Si te parece bien una mentira.”

“Como dije, sea verdad o mentira, no importa. Si Ii-chan lo dice entonces creeré cualquier cosa.”

Si—

Si es Kunagisa Tomo, cualquier cosa está bien.

“Si es Ii-chan, cualquier cosa está bien.”

“…”

“Aah, no hace falta que lo pienses seriamente. Era sólo una pregunta, un problema. Quería preguntar, por si acaso. No tienes que preocuparte, esa no es mi intención. En este momento, el estado de ánimo de Boku-sama-chan es lo último que me preocupa. Porque los estados de ánimo se pueden cambiar por cualquier cosa. Claro, si tuviera que morir, quiero morir después de sufrir mucho. Quiero sentir que estoy viviendo.”

Sentir… que estaba viva.

Esas palabras, las escuché con extrañeza.

Racionalizándolas de forma extraña.

Como si… eso fuera una especie de palabra clave.

¿Porque vivía como si estuviera muerta?

No, eso no, fue algo más…

Magokoro.

En este caso—Omokage, Magokoro.

La Semilla Naranja.

Esa amiga naranja…

“El dolor es la prueba de estar vivo. Para tu corazón o tu cuerpo, si las heridas vienen con dolor, entonces estar herido no es tan malo, ¿verdad?”

Dolor.

En otras palabras, estar vivo.

Estar en contacto con el mundo.

Estar conectado.

“Por eso Boku-sama-chan sólo piensa en Ii-chan.”

“En… mí.”

“Así que ya sabes. En realidad, quería revelar rápidamente el secreto y disfrutar el resto de mi vida juguetonamente con Ii-chan, como en un final de manga cancelado, pero Ii-chan…”

“…”

“Ii-chan estaba encantado.”

Estaba realmente… encantado.

Aunque pensé que se sentiría decepcionado, estaba encantado.

Aunque mi intención era que fuera una broma trivial.

Aunque mi intención era que fuera un chiste malo final.

Estaba siendo juguetona, y fallé.

He fallado al final.

Kunagisa dijo todo eso.

“Por lo tanto, ahora estoy pensando en dar una recompensa a Ii-chan. Porque Nacchan preparó el escenario, decidí liberar a Ii-chan.”

“¿Liberar… qué?”

“Las cosas de Boku-sama-chan se quedarán al lado de Boku-sama-chan, esa es la doctrina de Boku-sama-chan, pero realmente no puedo llevarlas al otro mundo. Aun así, estoy pensando en llevarme al menos esos recuerdos, pero… Sí. Estuve dudando hasta ahora, realmente no podía decidirme… si era posible, quería esperar hasta que se acabara el tiempo. Esos eran los verdaderos pensamientos de Boku-sama-chan… pero ahora acabo de decidirme. Por Ii-chan, liberaré incluso los recuerdos en este momento.”

“… ¿Por qué?”

“Como dije, te estoy liberando. Liberando. Levantaré la maldición. La maldición que Boku-sama-chan puso continuamente sobre Ii-chan cada día durante los últimos seis años.” Dijo Kunagisa. “Boku-sama-chan maldijo a Ii-chan una y otra vez para que fuera de Boku-sama-chan, haciendo que no pudiera ver a nadie más que a Boku-sama-chan, haciendo que no pudiera oír a nadie más que a Boku-sama-chan. Voy a liberar eso. Te liberaré de esas cadenas. Así que, después de eso, haz lo que quieras.”

“Hacer… lo que yo quiera.”

“Tienes gente que quieres salvar, ¿no? Tienes gente a la que quieres proteger, ¿verdad? Tienes mucha gente importante, aparte de Boku-sama-chan, ¿cierto? Entonces Ii-chan tiene que cuidarlos. Ayudarles, protegerles, quererlos.”

“Pero comparado contigo, ellos…”

“Ya no es necesario comparar.”

“… Pero… ahora, todo ha terminado. La pelea contra el Señor Zorro ya ha terminado. Esa persona ya dijo que no me pondrá una mano encima. Así que…”

“No está terminado en absoluto.” Dijo Kunagisa.

No está terminado en absoluto.

Ese… puede haber sido el caso.

Shigai Touno—Utage Kudan, lo que le dijo a Kunagisa, cuánto le explicó las cosas, no lo sabía… pero ciertamente… No había terminado.

Furuyari Zukin.

Miotsukushi Misora.

Miotsukushi Takami.

Ichirizuka Konomi.

Esos eventos en el Jardín Imperial…

Esa tragedia ocurrió hace sólo unas horas.

“No está terminado en absoluto.”

“Pero Tomo. Para mí, tú eres… mucho más importante que el mundo, la Historia o cualquiera de ese espiritualismo y ciencia y filosofía de pacotilla…”

“Hmm. Así que… en ese caso, ¿morirías conmigo?”

Al decir eso…

A pesar de lo abrupto, fue como si hubiese expuesto sus verdaderos sentimientos.

“Saltando desde aquí con Boku-sama-chan.”

Kunagisa agitó las piernas.

Ciento cuarenta metros sobre el suelo.

Sin brisa ni corrientes de viento.

Como si dijera que es imposible caer por accidente.

“Tirar todo por la borda. ¿Sacrificar el resto del mundo, abandonar a todos los que nos rodean, saltar de aquí y morir con Boku-sama-chan?”

“…”

“Me alegraría que Ii-chan muriera conmigo.”

Yo—

Pensé.

Pensé en muchas cosas.

Sobre todo hasta ahora.

Sobre esa caja de arena.

Hace unos seis años. Sobre el chico azul. Sobre la chica azul. Sobre jugar inocentemente en medio del Sindicato Kunagisa. Sobre la resolución de luchar contra el mundo. Sobre perder contra el mundo. Sobre huir. Sobre encontrar el mismo destino en mi próximo destino. Sobre volver. Sobre ir a su encuentro. Sobre todo lo que viene después.

Sobre el techo.

Sobre Kunagisa, sobre todo.

Sobre el curso de antes a ahora.

La diferencia, la diferencia entre antes y ahora.

El error entre ahora y antes.

Pensé.

Pensé desesperadamente.

Y… yo.

La miré.

A mi lado, la chica, a mi lado como si fuera natural, sentada agradablemente a mi lado.

Ella también me miró.

Por primera vez en mucho tiempo, por primera vez en seis años, sentí que había conocido a Kunagisa Tomo.

Y dije.

Respondiendo a su pregunta.

“De ninguna manera.” Respondí a sus sentimientos. “No puedo hacer eso.”

“… Uni.” Kunagisa, parecía decepcionada desde el fondo de su corazón. “La batería… se agotó.”

“… Lo siento.”

“No tienes que disculparte.”

“Lo siento… De verdad, lo siento. No me importaba tirar todo por la borda por tu bien… no me importaba morir, pero… Ahora, no puedo… no puedo morir. Yo…”

Yo.

Dije con decisión y determinación.

“No quiero morir.”

Bien, Kunagisa aceptó ligeramente.

Recibí sus palabras de frente.

“Entonces… como mínimo.” Luego dijo. “Ii-chan ve a Boku-sama-chan en… salvar a su amiga.”

“… ¿Te has enterado por Touno-san?”

“Incluso si no lo hubiera hecho, lo habría notado. La Semilla Naranja—el profesor Kyouichirou era muy consciente de ello.”

Pero…

Salvarla.

Salvarla, ¿qué quiso decir?

Aunque ahora Magokoro estaba bien.

Aunque debería… haber estado bien.

“… Prométeme, Ii-chan. Que al menos protegerás a esa amiga.”

“…”

“Al final, Ii-chan no pudo proteger o salvar a su hermanita o a Boku-sama-chan; ni siquiera pudo tomar su venganza o su revancha, pero sin relación con eso…”

“Sí, lo juro.”

Voy a liberar a Magokoro.

Eso fue lo que decidí.

La liberaré.

De varias cadenas.

“Lo prometo. Al menos eso.”

“Mm. Entonces.”

Sonriendo ligeramente.

Sonriendo como siempre.

Con una bonita sonrisa.

Ella.

Kunagisa Tomo, levantó la maldición que me lanzó hace seis años. La maldición que ella continuó lanzando sobre mí durante seis años. “Ii-chan, te odio.”

Entonces, se bajó de un salto.

De repente, ligeramente, hacia el interior.

La altura de la valla.

El sonido del aterrizaje.

Siguió caminando.

Quería volver atrás.

Quería detenerla.

Pero, ya era demasiado tarde.

Todo estaba en un callejón sin salida.

Qué era, me pregunté con curiosidad.

Sólo… de algo como morir.

¿Era mi conexión con Kunagisa tan débil que sólo por morir se perdería?

¿Era nuestro destino tan superficial?

Por supuesto, para mí, originalmente un civil normal, y Kunagisa, una descendiente directa del Sindicato, ni siquiera deberíamos haber tenido una conexión.

Incluso entonces, nos conocimos.

Nos conocimos y nos enamoramos el uno del otro.

Robé el corazón de Kunagisa…

Y Kunagisa me sujetó por el corazón.

Entonces debería haber estado bien así.

Este debería haber sido un final apropiado.

Kunagisa Tomo.

Kunagisa Tomo, donde Tomo significa amigo.

Kunagisa y yo…

Me pregunto qué clase de pareja de amigos parecíamos desde fuera.

Probablemente, una aterradora.

Como bajo una inercia sin fin.

Desequilibrado.

Dudamos de que estemos en marcha…

A pesar de eso, ser conscientes de los demás, extrañamente dependientes el uno del otro, ese tipo de amigos.

Pero esa fue una buena forma para nosotros.

No diré que éramos una pareja como tal.

Si pudiéramos seguir siendo amigos, eso sería suficiente.

Eso fue lo mejor.

Kunagisa Tomo, Kunagisa Tomo, Kunagisa Tomo, Kunagisa Tomo, Kunagisa Tomo, Kunagisa Tomo, Kunagisa Tomo, Kunagisa Tomo, Kunagisa Tomo, Kunagisa Tomo, Kunagisa Tomo, Kunagisa Tomo, Kunagisa Tomo, Kunagisa Tomo, Kunagisa Tomo, Kunagisa Tomo, Kunagisa Tomo, Kunagisa Tomo.

“Aunque me gustes.”

Aunque… te ame mucho.

Hay cosas con las que no se puede hacer nada en este mundo: lo sabía, por eso no me gustaba nadie, no competía con nadie, no me acercaba a nadie…

¿Dónde me he derrumbado?

¿Quién me hizo desviarme?

Estoy resentido contigo, Tomo.

¿Por qué no me entretuviste con más propiedad, firmeza y claridad?

¿Por qué no dejaste que el yo empapado de pecado y corrupción—quedase estancado para siempre?

No…

No es… eso.

Si yo era el responsable de hacer que el tiempo de Kunagisa, que se había detenido durante mucho tiempo, volviera a moverse como dijo Shigai Touno, esta conclusión era algo que deseaba.

He cambiado.

Empecé a moverme.

Por eso.

Eso era lo que había pedido.

Por lo tanto, Kunagisa.

Kunagisa me soltó.

Levantó el hechizo que me habían lanzado.

“Ey.”

Clank.

La valla a mi lado sonó.

Sin que ningún paso se escuchase, sin ningún aviso, Zerozaki se sentó tranquilamente en la posición en la que Kunagisa había estado un momento antes, como si ese fuera su lugar habitual.

Por una vez, no tenía su sonrisa habitual.

“¿Hay algo que pueda hacer?”

“… Bien.” Asentí con la cabeza. “Por ahora, quedarte ahí en silencio.”

“¿Está bien aquí?”

“Ese es el mejor lugar.”

“Hmm.”

“Porque, aunque tu personalidad es mala, tienes una cara bonita. Bueno, aunque no tanto como la de Kunagisa, pero aún puedes servir para descansar mis ojos.”

“… ¿Esa de azul es tu mujer?”

“¿Estabas mirando?”

“Pasé junto a ella. Ella sonrió muy feliz.”

“Hmm. Bueno, ella no es mía. Yo era su hombre, y ahora mismo me ha tirado.”

“Que escueto.”

“Cállate. ¿No te dije que no hablaras?”

“No puedo creer que esa frase haya salido de tu boca.”

Entonces, Zerozaki finalmente se rio: “Kajajaja.”

Y tú eres un asesino demoníaco con una sonrisa acorde, pensé.

Un asesino demoníaco con una espléndida sonrisa, ni siquiera era gracioso.

“… Touno-san… ¿Qué ha hecho?”

“¿Ahn? Aah, esa mujer rara.”

“No la mataste, ¿verdad?”

“…”

“¿Por qué te callas?”

“Es una broma. No, um, bueno, esa mujer y sus camaradas, eran algo así como un montón. Cinco en total. Hablé con ellos un rato.”

“¿Hablaron?”

El grupo de personas que conformaba ese Equipo y Zerozaki Hitoshiki, ciber terroristas y un asesino demoníaco, ¿qué clase de conversación emocionante podrían haber tenido?

“Sí. Por casualidad, teníamos un conocido en común. Escuché algunas historias interesantes. También historias sobre ti.”

“¿Eres un ama de casa? No recojas información de chismes ociosos.”

“Soy sorprendentemente bueno recopilando información, ya sabes. Aunque no tanto como ese Chiikun o algo así.”

“…”

Bueno, ciertamente, si fueras capaz de sacar información sobre Chiikun de ese grupo que permanece unido a pesar de estar en malos términos, serías bastante impresionante.

“Pero parece que esa mujer no sabía la razón por la que fuiste atacado en el Jardín Imperial. Intenté sacar el tema de varias maneras, pero… ella sólo sabe que las Miotsukushi, esas gemelas, cuando estaban tratando de matarte—aparentemente, no sabía que el Creador de Espacio estaba allí.”

“Hmm…”

“Parece que hay un error de comunicación que ha roto el equilibrio de la situación… Esa mujer dijo cosas como: ‘No hay forma de que Ichirizuka vaya en contra de la voluntad del Señor Zorro, así que debe haber circunstancias’, pero esencialmente, eso sólo significa que no sabe nada.”

“Bien.”

A estas alturas, ni siquiera tengo que decir que, a diferencia del Equipo, la gente de las Trece Escaleras no parece ser solidaria; eso significa que Touno-san vino a mi apartamento no sólo para informarme sobre Kunagisa, sino también para transmitir ese hecho.

Si antes de encontrarme con Kunagisa,

Si me hubieran matado, habría sido malo.

“Pero en realidad, ese Almirante—así que eso fue lo que Aniki encontró sospechoso… Bueno, está bien. No importa. Son cosas del pasado. Err, esos tipos se fueron a alguna parte. Aunque realmente no los perseguí.”

“Ya veo…”

Se fue a alguna parte. Entonces Shigai Touno probablemente dejará de ser Utage Kudan, y dejará de estar en las Trece Escaleras. Traicionará al hombre con máscara de zorro, cuatro mil cuarenta y una veces.

Estoy seguro de que estos chicos, no se irán del lado de Kunagisa Tomo.

A diferencia de mí.

Probablemente podrían morir por el bien de Kunagisa Tomo. “Entonces, producto defectuoso. ¿Qué vas a hacer ahora?” “Mm…”

“Para ser sincero, tengo bastante hambre.” Dijo Zerozaki. “No puedes tener esa actitud contra la persona que te salvó la vida sólo porque te rechazó una mujer, ¿verdad?”

“… Bien.”

Levanté mi rostro.

Mire al cielo.

El cielo azul.

El cielo azul me gusta.

Eso fue lo que pensé.

“Por ahora, volvamos al apartamento. Si estás bien con el agua, puedo dejarte beber todo lo que quieras.”

“Te estoy diciendo que me dejes comer una comida.” “Sí, sí.”

Baje de la valla.

Ahora, cambiemos nuestros sentimientos.

Aunque eso es imposible, pensé.

Necesitaba ir, incluso forzándome.

Necesitaba ir, incluso arrastrándome.

Necesitaba volver al apartamento.

De todas formas…

Al menos Magokoro.

Al menos no debería perder a Magokoro.

Adiós, Kunagisa Tomo.

Ve a morir.

Te mataré y seguiré viviendo.